CAPÍTULO 6: AMOR Y SUERTE
Miho llegó de muy mal humor al día siguiente a casa de Saori. Primero se encontró a Ikki y Shaina.
-Hola, Miho, ¿cómo te ha ido?- dijo Shaina, pero Miho, que estaba muy celosa de sus demás amigas, no contestó.
-Uy, nos despertamos del lado equivocado de la cama, ¿no?- dijo Ikki, con intención de fastidiar.
-¡Cállate, Ikki!-gritó enfadada. Ikki rió y se alejó con Shaina.
-Miho, ¿qué pasa?-dijo Saori, quien iba pasando por ahí y alcanzó a escuchar a Miho.
-Nada- dijo Miho, cruzando los brazos.
-¿Qué es, Miho? ¿has tenido problemas con los niños del orfanato?- insistió Saori, preocupada.
-No es nada- dijo Miho de mala gana.
-Si tu lo dices...- dijo Saori, levantando una ceja- ¿y las demás?-
-¿Realmente quieres saber?-
-Sí-
-Bueno- dijo Miho- June está con Shun, desde hace tres días; Fleur ha estado con Hyoga, desde hace dos días; Shaina con Ikki y Shunrei con Shiryu desde ayer...-
-Oh- dijo Saori sorprendida- ¿y que hay de Seiya?-
-Ay, no me hables de él...-
-Miho...- dijo Saori, pero Miho salió de ahí, y se fue al jardín llorando.
-Seiya, estúpido...- murmuraba entre lágrimas.
Seiya la vio desde su cuarto, y sacó la botella de su mochila.
-Es ahora o nunca...-pensó. Bebió la misma cantidad que los demás y guardó la botella bajo la cama. Salió al patio y encontró a Miho.
-Miho, yo...- comenzó, pero Miho lo interrumpió.
-Lárgate, Seiya, no quiero ni verte...-
-Miho, ¿qué te pasa?- dijo Seiya, sorprendido 'tal vez toma un poco de tiempo...' pensó
-¿Qué me pasa? ¿qué me pasa?- dijo Miho en tono sarcástico- ¿no me puedes dejar en paz?-
-Pero yo...-
-Ya estoy harta- dijo Miho- me voy, y ni se te ocurra seguirme, porque te arrepentirás...- y se fue hacia el orfanato.
Seiya se quedó helado. ¿Por qué la poción no funcionó? Confundido, corrió a su cuarto, pero la botella no estaba donde la había dejado.
-¿Qué demonios...?- dijo Seiya, y se quedó helado al ver que Tatsumi estaba en la puerta de su cuarto, con la botella en la mano.
-¿Buscabas esto?-dijo Tatsumi.
-Dame eso- dijo Seiya. Como respuesta, Tatsumi quebró la botella con la pared.
-¡No!- gritó Seiya.
-Sabes que no se permite beber aquí...-dijo Tatsumi.
-¡No puede ser!- gritó Seiya, y salió corriendo de la casa.
Seiya corrió hacia donde estaba la casa rodante del doctor Dulcamara, y la encontró. El doctor iba llegando de su viaje.
-¡Doctor!- gritó Seiya- necesito su ayuda...-
-¿De qué se trata?- dijo el doctor- acabo de llegar de Arabia, y...-
-Es que...el elíxir no funcionó conmigo...con todos sí, pero conmigo no...-
-Ah, es eso...-dijo el doctor, un poco nervioso- bien, em, tienes que beber más...-
-¿Más?-dijo Seiya.
-Sip, debes beber hasta que obtengas el efecto que quieres. Supongo que no te lo has acabado, ¿o sí?-
-No, doctor, pero quebraron mi botella...-
Dulcamara lo miró y sonrió.
-Puedo venderte otra...-
-Pero ya no tengo dinero...-dijo Seiya.
-Sin dinero, no puedo darte nada...- dijo el doctor- o también, ¿tienes algo que puedas darme en lugar de dinero?-
-Tengo...tengo esto...-dijo sacando un anillo de oro, dudoso- era de mi madre...no quiero dejarlo, pero es todo lo que tengo- y se lo entregó a Dulcamara, tratando de que las lágrimas no se le escaparan las lágrimas.
-¿Tu chica vale tanto como para que me des esto?-
-Sí, claro que sí- dijo Seiya.
-Bien- dijo el doctor, dándole una botella- bébela y verás como funciona...-
-Gracias, doctor, mil gracias- dijo Seiya y se fue corriendo.
-Chicas, cambio de planes- dijo el doctor cuando Seiya desapareció de su vista- nos quedamos una semana...dice que el elíxir funcionó con los otros cuatro chicos...vamos a averiguar que pasó...-
(mientras, con los chicos dorados)
-Maldito Seiya, se la bañó con esa bromita- dijo Milo, cruzado de brazos.- estaba a punto de besar a Miho cuando llegó el maldito Aioros...-
Aioros, Aioria y Camus estallaron en carcajadas.
-Oh, ya cállense- dijo Milo, enojado.
-Adivinen qué- dijo Mu, quien leía el periódico, asomando la cabeza- y hablando de Seiya...-
-¿Qué?-dijeron todos.
-Seiya se ganó medio millón de dólares en la lotería...-dijo Mu.
-¿¿¿¿QUEEEEEEEE????- gritaron todos los caballeros dorados presentes.
-Es mentira, ¿verdad?- dijo Camus.
-Nop- dijo Mu - miren-.
Así era, en el periódico estaba el nombre completo, edad y dirección de Seiya.
-Wow, ese maldito de Seiya tiene muy buena suerte- dijo Aldebarán.
-Como buen Sagitario...-dijo Aioros sonriente.
-Creo que Seiya va a tener problemas con esto...- dijo Mu pensativo.
-Vamos, Mu-dijo Shura- no seas aguafiestas...-
-Ganarse la lotería nunca es malo- dijo Kanon.
-¿Qué cosa mala puede suceder?- dijo Saga.
Pues...los caballeros dorados estaban a punto de descubrirlo...
(mientras, con Seiya)
Seiya, al llegar a la casa de Saori, vio a Shiryu con Shunrei, y les pidió que trajeran a Miho, pero que no le dijeran que él la llamaba. Luego se dirigió a su cuarto, sacó la botella y la bebió hasta el fondo.
-Espero que...hic...esto sea...hic...suficiente. No me...hic...siento diferente-dijo Seiya- solo que...hic... mucho más mareado...hic...-
Borracho, salió de su cuarto al jardín.
-Pobre Seiya-pensó Shun, quien estaba con June en la entrada- no ha funcionado con él...-
-¡Seiya!- gritó Saori, antes de que Seiya pudiera salir.
-¿Qué...hic...qué pasa, Saori?- dijo Seiya.
-Tatsumi me dijo que encontró una botella de alcohol en tu cuarto...¿me podrías explicar que...?-
-No...no te...hic...puedo explicar...hic...nada- dijo alejándose de Saori lo más pronto posible. De pronto, todas las chicas de Asgard y de la ciudad entraron al jardín y se abalanzaron sobre Seiya.
-¿Qué...que demonios pasa?- dijo- no me digan...hic...que el elíxir funcionó...hic...-
Miho llegó con Shiryu y Shunrei y miró lo que ocurría.
-¿Qué demonios...?-dijo Shiryu al mirar lo que sucedía, y entró junto con Shunrei a los jardines de la mansión, dejando sola a Miho en la entrada, muy sorprendida.
Junto a ella, llegó el doctor Dulcamara con su casa rodante, la que estacionó en la calle afuera del jardín de la mansión Kiddo.
-Vamos, chicas- dijo el doctor a las dos ancianas- tenemos que averiguar que pasó con esos chicos...-
-¿Qué ocurre?-le preguntó Miho- ¿usted sabe qué pasó con Seiya?-
-¿No sabes?- dijo Dulcamara- Seiya me dio el anillo de su madre a cambio de mi elixir de amor...-
-¿Qué que?- dijo Miho- no puede ser...el anillo de su madre es lo que él más quiere en el mundo...-
-Pues sí, y yo le vendí una poción de amor y ahora todo el sexo femenino está loco por él...-
-No es cierto- dijo Miho- hay que ser muy tonto para creer que existe alguna poción de amor...-
-Yo le vendí una, y ya ves el resultado...- dijo el doctor.
-¿Y le dio a cambio el anillo de su madre?- preguntó Miho.
-Así fue- dijo el doctor- y todo para ganarse el corazón de alguna ingrata... deberías haberlo visto hoy en la mañana...-
Estas palabras hicieron que Miho se sintiera terriblemente mal. Su jueguito había llegado muy lejos, y había provocado que Seiya vendiera lo que más quería por ella. Miho comenzó a llorar, cuando llegaron los caballeros dorados...
-¿Qué pasa?-dijo Mu, mirando a Miho.
-Le he hecho algo terrible a Seiya- dijo Miho.
-No llores-dijo Mu.
-Él estará contento, se acaba de sacar la lotería...- le dijo Aldebarán.
-¿Qué?- dijo Miho.
-Sip, Seiya es muy afortunado- dijo Camus.
-No dudo que por eso estén todas ellas encima de él...-dijo Shura.
-Wow- dijo Milo, sin ocultar su envidia- no puedo creer lo que estoy viendo...-
-¿Ven los problemas de los que les hablaba...?-dijo Mu.
-Tenías razón, Mu...-dijeron Kanon y Saga.
-Si esos son problemas- dijo Milo- yo quiero de esos...-
-¡MILO!- gritaron los caballeros dorados en tono de reproche.
-¿Qué...?-
Miho se armó de valor y, a golpes y con ayuda de los chicos dorados, quitó a todas las mujeres que estaban abrazando a Seiya.
-¿Qué te pasa?- le gritaron.
-¡Largo!¡largo de aquí!- gritaba Miho. Una vez que quitó a todas, los caballeros dorados, las sacaron del jardín, excepto Milo que se quería que se quedaran. Luego, Miho se acercó a Seiya y lo besó.
-Funcionó...-murmuró Seiya, sin poder levantarse - funcionó...-
-Estás ebrio-dijo Miho.
-Lo siento-dijo Seiya.
-No, yo lo siento- dijo Miho- no debiste haber vendido tu anillo, y todo por mi culpa-
-Entonces, ¿lo sabes?-
-Sí, ese payaso me lo dijo todo- dijo señalando al doctor Dulcamara, quien estaba parado en el techo de su casa rodante, estacionada afuera, y gritaba:
-El maravilloso elíxir de amor, cómprenlo, y todas las mujeres estarán a sus pies...-dijo- y además, te da suerte para ganar la lotería...-
-Wow-dijo Milo cuando lo escuchó- yo quiero 10 botellas...-
-Yo también quiero...-dijo Camus.
-Charlatán -murmuró Mu.
-Vamos, Mu- dijo Milo- no seas aguafiestas...-
-No puedo creer que sean tan tontos...- dijo Mu, cruzando los brazos.
(mientras, Seiya y Miho)
-Seiya- dijo Miho-lo siento tanto...-
-¿Qué sientes?-
-Que por mi culpa perdiste tu mayor tesoro...-
-No importa- dijo Seiya- tu eres mi mayor tesoro...-
Y ambos se besaron, haciendo que todas las demás chicas que estaban mirando desde la reja se pusieran verdes de envidia. Los caballeros dorados sonrieron (n/a: menos Milo, claro, porque eso significaba una chica menos...) y los chicos de bronce y las chicas de ellos gritaron de alegría.
Varias horas después, cuando se le pasó a Seiya lo ebrio (n/a: muchas, muchas horas después), y pudo ir a cobrar su dinero...todos los chicos de bronce fueron a cenar a un restaurante para celebrar...
-Seiya, ¿te sientes bien?- dijo Miho.
-Solo me duele la cabeza- dijo Seiya.
-Bienvenido al mundo del alcohol...-dijo Ikki- que el día de hoy tomaste lo que nunca habías tomado en toda tu vida...-
-¡Ay!- exclamó Seiya- ¡mi cabeza! Por favor no me griten...- (n/a: ¿ustedes creen que Ikki y Hyoga no le gritaron?...jajajaja)
-Ustedes fueron realmente tontos al creer que ese tequila era una poción de amor- dijo June, abrazando a Shun.
-¿Así que descubrieron que era solo tequila?-dijo Shiryu- con razón Shun se sintió mal cuando lo tomó...-
-...y con razón Seiya se puso ebrio, después de tomar toda la botella...- agregó Hyoga.
-Con razón a mí me gustó tanto-dijo Ikki.
-¡Ikki!- lo reprochó Shun.
-¿Y cómo se dieron cuenta de que era tequila y no una poción de amor?- preguntó Hyoga.
-Pues...usamos un poco de...labor de convencimiento...- dijo Shunrei.
-¿O sea...?- dijo Ikki, sin entender.
-Lo golpeamos hasta que nos dijo la verdad...-dijo Shaina.
-June y tu, ¿verdad?- preguntó Seiya.
-Nop, Miho y Shunrei ayudaron- dijo June.
-¡Oigan!- dijo Fleur- ¡no se olviden de mí!-
A pesar de todo, las cinco chicas se sintieron un poco avergonzadas por lo que habían hecho hacer a los chicos. Ellos, sin embargo, ya eran felices, y no le reclamaron nada a Dulcamara ni a Afrodita (n/a: por el consejo).
Los caballeros dorados se fueron tres días después al Santuario. Todos se fueron, menos Mu, que había conseguido una novia que vivía cerca de la casa de Saori.
-¿Ves, Ikki?-dijo Hyoga cuando se enteró de eso- pudimos haberle hecho caso a Mu...-
-Cállate-dijo Ikki, abrazando a Shaina- en fin, todo salió bien...-
Y las cinco parejas se besaron.
FIN
Chicos, espero que les haya gustado este fic. No dejen de mandar reviews... Se los agradezco muchísimo.
Abby L.
Miho llegó de muy mal humor al día siguiente a casa de Saori. Primero se encontró a Ikki y Shaina.
-Hola, Miho, ¿cómo te ha ido?- dijo Shaina, pero Miho, que estaba muy celosa de sus demás amigas, no contestó.
-Uy, nos despertamos del lado equivocado de la cama, ¿no?- dijo Ikki, con intención de fastidiar.
-¡Cállate, Ikki!-gritó enfadada. Ikki rió y se alejó con Shaina.
-Miho, ¿qué pasa?-dijo Saori, quien iba pasando por ahí y alcanzó a escuchar a Miho.
-Nada- dijo Miho, cruzando los brazos.
-¿Qué es, Miho? ¿has tenido problemas con los niños del orfanato?- insistió Saori, preocupada.
-No es nada- dijo Miho de mala gana.
-Si tu lo dices...- dijo Saori, levantando una ceja- ¿y las demás?-
-¿Realmente quieres saber?-
-Sí-
-Bueno- dijo Miho- June está con Shun, desde hace tres días; Fleur ha estado con Hyoga, desde hace dos días; Shaina con Ikki y Shunrei con Shiryu desde ayer...-
-Oh- dijo Saori sorprendida- ¿y que hay de Seiya?-
-Ay, no me hables de él...-
-Miho...- dijo Saori, pero Miho salió de ahí, y se fue al jardín llorando.
-Seiya, estúpido...- murmuraba entre lágrimas.
Seiya la vio desde su cuarto, y sacó la botella de su mochila.
-Es ahora o nunca...-pensó. Bebió la misma cantidad que los demás y guardó la botella bajo la cama. Salió al patio y encontró a Miho.
-Miho, yo...- comenzó, pero Miho lo interrumpió.
-Lárgate, Seiya, no quiero ni verte...-
-Miho, ¿qué te pasa?- dijo Seiya, sorprendido 'tal vez toma un poco de tiempo...' pensó
-¿Qué me pasa? ¿qué me pasa?- dijo Miho en tono sarcástico- ¿no me puedes dejar en paz?-
-Pero yo...-
-Ya estoy harta- dijo Miho- me voy, y ni se te ocurra seguirme, porque te arrepentirás...- y se fue hacia el orfanato.
Seiya se quedó helado. ¿Por qué la poción no funcionó? Confundido, corrió a su cuarto, pero la botella no estaba donde la había dejado.
-¿Qué demonios...?- dijo Seiya, y se quedó helado al ver que Tatsumi estaba en la puerta de su cuarto, con la botella en la mano.
-¿Buscabas esto?-dijo Tatsumi.
-Dame eso- dijo Seiya. Como respuesta, Tatsumi quebró la botella con la pared.
-¡No!- gritó Seiya.
-Sabes que no se permite beber aquí...-dijo Tatsumi.
-¡No puede ser!- gritó Seiya, y salió corriendo de la casa.
Seiya corrió hacia donde estaba la casa rodante del doctor Dulcamara, y la encontró. El doctor iba llegando de su viaje.
-¡Doctor!- gritó Seiya- necesito su ayuda...-
-¿De qué se trata?- dijo el doctor- acabo de llegar de Arabia, y...-
-Es que...el elíxir no funcionó conmigo...con todos sí, pero conmigo no...-
-Ah, es eso...-dijo el doctor, un poco nervioso- bien, em, tienes que beber más...-
-¿Más?-dijo Seiya.
-Sip, debes beber hasta que obtengas el efecto que quieres. Supongo que no te lo has acabado, ¿o sí?-
-No, doctor, pero quebraron mi botella...-
Dulcamara lo miró y sonrió.
-Puedo venderte otra...-
-Pero ya no tengo dinero...-dijo Seiya.
-Sin dinero, no puedo darte nada...- dijo el doctor- o también, ¿tienes algo que puedas darme en lugar de dinero?-
-Tengo...tengo esto...-dijo sacando un anillo de oro, dudoso- era de mi madre...no quiero dejarlo, pero es todo lo que tengo- y se lo entregó a Dulcamara, tratando de que las lágrimas no se le escaparan las lágrimas.
-¿Tu chica vale tanto como para que me des esto?-
-Sí, claro que sí- dijo Seiya.
-Bien- dijo el doctor, dándole una botella- bébela y verás como funciona...-
-Gracias, doctor, mil gracias- dijo Seiya y se fue corriendo.
-Chicas, cambio de planes- dijo el doctor cuando Seiya desapareció de su vista- nos quedamos una semana...dice que el elíxir funcionó con los otros cuatro chicos...vamos a averiguar que pasó...-
(mientras, con los chicos dorados)
-Maldito Seiya, se la bañó con esa bromita- dijo Milo, cruzado de brazos.- estaba a punto de besar a Miho cuando llegó el maldito Aioros...-
Aioros, Aioria y Camus estallaron en carcajadas.
-Oh, ya cállense- dijo Milo, enojado.
-Adivinen qué- dijo Mu, quien leía el periódico, asomando la cabeza- y hablando de Seiya...-
-¿Qué?-dijeron todos.
-Seiya se ganó medio millón de dólares en la lotería...-dijo Mu.
-¿¿¿¿QUEEEEEEEE????- gritaron todos los caballeros dorados presentes.
-Es mentira, ¿verdad?- dijo Camus.
-Nop- dijo Mu - miren-.
Así era, en el periódico estaba el nombre completo, edad y dirección de Seiya.
-Wow, ese maldito de Seiya tiene muy buena suerte- dijo Aldebarán.
-Como buen Sagitario...-dijo Aioros sonriente.
-Creo que Seiya va a tener problemas con esto...- dijo Mu pensativo.
-Vamos, Mu-dijo Shura- no seas aguafiestas...-
-Ganarse la lotería nunca es malo- dijo Kanon.
-¿Qué cosa mala puede suceder?- dijo Saga.
Pues...los caballeros dorados estaban a punto de descubrirlo...
(mientras, con Seiya)
Seiya, al llegar a la casa de Saori, vio a Shiryu con Shunrei, y les pidió que trajeran a Miho, pero que no le dijeran que él la llamaba. Luego se dirigió a su cuarto, sacó la botella y la bebió hasta el fondo.
-Espero que...hic...esto sea...hic...suficiente. No me...hic...siento diferente-dijo Seiya- solo que...hic... mucho más mareado...hic...-
Borracho, salió de su cuarto al jardín.
-Pobre Seiya-pensó Shun, quien estaba con June en la entrada- no ha funcionado con él...-
-¡Seiya!- gritó Saori, antes de que Seiya pudiera salir.
-¿Qué...hic...qué pasa, Saori?- dijo Seiya.
-Tatsumi me dijo que encontró una botella de alcohol en tu cuarto...¿me podrías explicar que...?-
-No...no te...hic...puedo explicar...hic...nada- dijo alejándose de Saori lo más pronto posible. De pronto, todas las chicas de Asgard y de la ciudad entraron al jardín y se abalanzaron sobre Seiya.
-¿Qué...que demonios pasa?- dijo- no me digan...hic...que el elíxir funcionó...hic...-
Miho llegó con Shiryu y Shunrei y miró lo que ocurría.
-¿Qué demonios...?-dijo Shiryu al mirar lo que sucedía, y entró junto con Shunrei a los jardines de la mansión, dejando sola a Miho en la entrada, muy sorprendida.
Junto a ella, llegó el doctor Dulcamara con su casa rodante, la que estacionó en la calle afuera del jardín de la mansión Kiddo.
-Vamos, chicas- dijo el doctor a las dos ancianas- tenemos que averiguar que pasó con esos chicos...-
-¿Qué ocurre?-le preguntó Miho- ¿usted sabe qué pasó con Seiya?-
-¿No sabes?- dijo Dulcamara- Seiya me dio el anillo de su madre a cambio de mi elixir de amor...-
-¿Qué que?- dijo Miho- no puede ser...el anillo de su madre es lo que él más quiere en el mundo...-
-Pues sí, y yo le vendí una poción de amor y ahora todo el sexo femenino está loco por él...-
-No es cierto- dijo Miho- hay que ser muy tonto para creer que existe alguna poción de amor...-
-Yo le vendí una, y ya ves el resultado...- dijo el doctor.
-¿Y le dio a cambio el anillo de su madre?- preguntó Miho.
-Así fue- dijo el doctor- y todo para ganarse el corazón de alguna ingrata... deberías haberlo visto hoy en la mañana...-
Estas palabras hicieron que Miho se sintiera terriblemente mal. Su jueguito había llegado muy lejos, y había provocado que Seiya vendiera lo que más quería por ella. Miho comenzó a llorar, cuando llegaron los caballeros dorados...
-¿Qué pasa?-dijo Mu, mirando a Miho.
-Le he hecho algo terrible a Seiya- dijo Miho.
-No llores-dijo Mu.
-Él estará contento, se acaba de sacar la lotería...- le dijo Aldebarán.
-¿Qué?- dijo Miho.
-Sip, Seiya es muy afortunado- dijo Camus.
-No dudo que por eso estén todas ellas encima de él...-dijo Shura.
-Wow- dijo Milo, sin ocultar su envidia- no puedo creer lo que estoy viendo...-
-¿Ven los problemas de los que les hablaba...?-dijo Mu.
-Tenías razón, Mu...-dijeron Kanon y Saga.
-Si esos son problemas- dijo Milo- yo quiero de esos...-
-¡MILO!- gritaron los caballeros dorados en tono de reproche.
-¿Qué...?-
Miho se armó de valor y, a golpes y con ayuda de los chicos dorados, quitó a todas las mujeres que estaban abrazando a Seiya.
-¿Qué te pasa?- le gritaron.
-¡Largo!¡largo de aquí!- gritaba Miho. Una vez que quitó a todas, los caballeros dorados, las sacaron del jardín, excepto Milo que se quería que se quedaran. Luego, Miho se acercó a Seiya y lo besó.
-Funcionó...-murmuró Seiya, sin poder levantarse - funcionó...-
-Estás ebrio-dijo Miho.
-Lo siento-dijo Seiya.
-No, yo lo siento- dijo Miho- no debiste haber vendido tu anillo, y todo por mi culpa-
-Entonces, ¿lo sabes?-
-Sí, ese payaso me lo dijo todo- dijo señalando al doctor Dulcamara, quien estaba parado en el techo de su casa rodante, estacionada afuera, y gritaba:
-El maravilloso elíxir de amor, cómprenlo, y todas las mujeres estarán a sus pies...-dijo- y además, te da suerte para ganar la lotería...-
-Wow-dijo Milo cuando lo escuchó- yo quiero 10 botellas...-
-Yo también quiero...-dijo Camus.
-Charlatán -murmuró Mu.
-Vamos, Mu- dijo Milo- no seas aguafiestas...-
-No puedo creer que sean tan tontos...- dijo Mu, cruzando los brazos.
(mientras, Seiya y Miho)
-Seiya- dijo Miho-lo siento tanto...-
-¿Qué sientes?-
-Que por mi culpa perdiste tu mayor tesoro...-
-No importa- dijo Seiya- tu eres mi mayor tesoro...-
Y ambos se besaron, haciendo que todas las demás chicas que estaban mirando desde la reja se pusieran verdes de envidia. Los caballeros dorados sonrieron (n/a: menos Milo, claro, porque eso significaba una chica menos...) y los chicos de bronce y las chicas de ellos gritaron de alegría.
Varias horas después, cuando se le pasó a Seiya lo ebrio (n/a: muchas, muchas horas después), y pudo ir a cobrar su dinero...todos los chicos de bronce fueron a cenar a un restaurante para celebrar...
-Seiya, ¿te sientes bien?- dijo Miho.
-Solo me duele la cabeza- dijo Seiya.
-Bienvenido al mundo del alcohol...-dijo Ikki- que el día de hoy tomaste lo que nunca habías tomado en toda tu vida...-
-¡Ay!- exclamó Seiya- ¡mi cabeza! Por favor no me griten...- (n/a: ¿ustedes creen que Ikki y Hyoga no le gritaron?...jajajaja)
-Ustedes fueron realmente tontos al creer que ese tequila era una poción de amor- dijo June, abrazando a Shun.
-¿Así que descubrieron que era solo tequila?-dijo Shiryu- con razón Shun se sintió mal cuando lo tomó...-
-...y con razón Seiya se puso ebrio, después de tomar toda la botella...- agregó Hyoga.
-Con razón a mí me gustó tanto-dijo Ikki.
-¡Ikki!- lo reprochó Shun.
-¿Y cómo se dieron cuenta de que era tequila y no una poción de amor?- preguntó Hyoga.
-Pues...usamos un poco de...labor de convencimiento...- dijo Shunrei.
-¿O sea...?- dijo Ikki, sin entender.
-Lo golpeamos hasta que nos dijo la verdad...-dijo Shaina.
-June y tu, ¿verdad?- preguntó Seiya.
-Nop, Miho y Shunrei ayudaron- dijo June.
-¡Oigan!- dijo Fleur- ¡no se olviden de mí!-
A pesar de todo, las cinco chicas se sintieron un poco avergonzadas por lo que habían hecho hacer a los chicos. Ellos, sin embargo, ya eran felices, y no le reclamaron nada a Dulcamara ni a Afrodita (n/a: por el consejo).
Los caballeros dorados se fueron tres días después al Santuario. Todos se fueron, menos Mu, que había conseguido una novia que vivía cerca de la casa de Saori.
-¿Ves, Ikki?-dijo Hyoga cuando se enteró de eso- pudimos haberle hecho caso a Mu...-
-Cállate-dijo Ikki, abrazando a Shaina- en fin, todo salió bien...-
Y las cinco parejas se besaron.
FIN
Chicos, espero que les haya gustado este fic. No dejen de mandar reviews... Se los agradezco muchísimo.
Abby L.
