-Acabamos... enro...llándonos aquí fuera... Pero lo peor no es eso... Es... que lo empecé yo.

Koichi se quedó callado, los ojos fijos en los de su hermano. Un momento después se recostó en su saco.

-Pues... no sé... Piensa en si te gustó... y si lo repetirías... -murmuró provocando que la cara de Kouji casi brillara de vergüenza en la oscuridad.

-Hombre... Claro que me gustó... ¡Pero en cuanto empezamos a calentarnos me metí corriendo en casa! -aclaró muy apurado. El otro parecía repentinamente incómodo, por lo que se subió la cremallera hasta la nariz. Cuando habló, lo hizo con una voz cansina y triste.

-No sé, Kouji. Supongo que eso ya depende de ti. No puedo decidir en tu lugar...

"...más que nada porque ya sé la respuesta..."

Los ojos azules del menor brillaron con el reflejo de luz amarilla proveniente del pasillo. Le miraban a él.

-¿Koichi? -llamó- ¿Te pasa algo?

Nada. Sólo silencio y negrura. Anduvo a gatas por encima de la cama hasta donde yacía su gemelo. Párpados cerrados, respiración profunda y regular. Kouji miró el indicador luminoso del reloj de su mesita: 2:05.

"Hora de dormir, supongo"

~~~~~~~

Kouji despertó a las siete de la mañana zarandeado por su hermano. De no saber que era imposible, habría pensado que tenía las pestañas pegadas con cola. Mientras se frotaba los doloridos globos oculares, oía su nombre una y otra vez en boca de Koichi.

-Mmm, ¿qué pasa? -balbuceó, no del todo despierto. Si no dormía sus ocho horas diarias, no lograría centrarse en todo el día.

Terminó de espabilarse cuando unos brazos rodearon su cuerpo y sintió la cabeza de su hermano en su hombro.

-Perdón -escuchó.

-¿Qué? ¿Por qué? -Kouji estaba estupefacto. ¿Por qué le pasaban a él esas cosas?

-Sólo perdóname -dijo Koichi- Me hice el dormido porque no te quería escuchar.

-¿Eh? ¿Y por qué no? -preguntó sorprendido.

En lugar de contestar, éste le abrazó más fuerte. Viendo que no saldría prenda de aquella boca, Minamoto enterró la cara en su hombro y le devolvió el abrazo.

~~~~~~~~~

Takuya restregó la cara por la almohada, intentando -una vez más- protegerse de los rayos del sol, y renegando de paso de la maldita hora en que su madre decidió utilizar las cortinas para un disfraz de carnaval de Shinya. Y hablando del rey de Roma, por la puerta asoma.

-Taku, dice mamá que te levantes de una puñetera vez o vendrá ella a sacarte de la cama y te arrastrará de un pie hasta descoyuntarte los huesos -recitó su hermano mientras le cogía de los pelos. Él se soltó de un tirón y le miró adormilado.

-¿En serio ha dicho eso?

-No, yo le añadí la parte guay. En realidad dijo que se te iba a enfriar el desayuno.

¡Tener hermanos para esto!

-Venga, lárgate de aquí. Déjame dormir un ratito más... -refunfuñó.

-¿Para qué, si total no vas a poder pegar ojo? Llevo toda la noche oyéndote dar vueltas.

El castaño enterró la cara en la almohada con un suspiro bien audible. Shinya se descalzó, se sentó en la cama de su hermano y comenzó a jugar con sus pies.

-¿Qué te pasa, hermanito? -preguntó- ¿Por qué estás triste?

-Problemas -suspiró.

-¿Con quién?

-Con un amigo.

-Es una chica.

-¡No es una chica!

-ES una chica. ¿Estáis saliendo?

Takuya se dio la vuelta en la cama, malhumorado, y se tapó la cabeza con las sábanas. Shinya se tiró encima para molestar. Al cabo d unos segundos su hermano emergió con la cara completamente roja y el pelo revuelto, gritando algo sobre "necesitar respirar para seguir viviendo".

-¡Tú! -berreó- ¡A ver si tienes más cuidado!

El pequeño le ignoró completamente. Colgóse de su cuello y, balanceándose, canturreó:

-¡A Taku le gusta una chiiiica! ¡A Taku le gusta una chiiiica! ¡Taku tiene nooooovia!

-¡Cállate! ¡Cállate, cállate, cállate! -siseó. Por suerte sus mejillas no pudieron enrojecer más de lo que ya estaban por la falta de aire.

-Eres un rollo, hermano -soltó el pequeño de pronto- ¿Qué haces un sábado por la mañana metido en la cama teniendo novia? ¡Queda con ella de una puñetera vez!

Sin más preámbulos se descolgó de su hermano y, dejándole perplejo, salió del cuarto a paso ligero. El castaño se preguntó en qué punto el enano había empezado a darle lecciones del corazón.

-¡Eh, Shinya!

-¿Qué?

-¡Deja de decir "puñetera"!

-¡Puñetera, puñetera, puñetera! ¡Nnn!

Takuya le tiró una zapatilla.

~~~~~~~~~~

Sonó seis veces. Kouji prácticamente se lanzó escaleras abajo para alcanzar el teléfono antes que el contestador automático, inmediatamente seguido por un Koichi en pijama y cepillándose los dientes.

-¿¡¡Diga!!? -vociferó nada más descolgar, sin darse cuenta de que iba a poner en pie a toda la urbanización. La voz de Shinya resonó aburrida por el auricular.

-¿Está la novia de Taku? -escuchó.

-¿¡La qué!? -Kou se quedó a cuadros.

-A mí me ha dicho que llame a tu casa, así que no me preguntes.

-Eeeh... sí, un momento, ahora se pone...

Tratando de pensar lo más rápido posible, Kouji oteó a su alrededor frenético, buscando cualquier cosa que...

Su mirada se posó en su hermano.

...Pudiera pasar por la falsa novia de Takuya.

-¡¡Toma, cógelo!! -exclamó, mangándole el teléfono en las manos y corriendo a por el inalámbrico. Koichi se quedó mirando el aparato con cara de espanto mientras Minamoto le hacía señas desesperadas para que contestase.

-¿D...Diga? -tartamudeó.

-Tú no eres la novia de Taku. Tú eres un tío -saltó la voz de Shinya al otro lado de la línea. Esto puso nervioso al chaval, que comenzó a revolverse inquieto. Su gemelo escuchaba la conversación con el otro aparato; ponía cara de súplica. Encima eso, tenía que ayudarle...

-Eeh... No, verás, es que ella no se quiere poner, yo soy el hermano de Kouji. Si me lo dices a mí se lo transmitiré.

-¿Y para qué te pones tú? ¿No se podía quedar Kouji? -inquirió escéptico. Joder con el niño, para ser tan pequeño era muy desconfiado...

-Es que se estaba meando, ¿te vale eso? -replicó, histérico ya. Su hermano le clavó el codo en las costillas.

-Bueno, bueno, no te pongas así, te creo -dijo Shinya, aunque no sonaba del todo convencido- Pues mira, aquí mi hermano dice que si quiere quedar con él -de fondo la voz de éste gritó algo inteligible, a lo que el pequeño contestó una grosería. Acto seguido, volvió su atención al aparato- Dice que sólo para hablar... y yo me lo creo.

Una gota resbaló por la frente del gemelo mayor.

-Un momento que le pregunte... -miró a Kouji. Éste negaba con la cabeza de una manera que parecía que se le iba a descoyuntar el cuello- Eh... Dice que sí. ¿A qué hora?

-¡¡¡¡¡¡KOICHI!!!!!!

El susodicho colgó el auricular unos segundos después.

-En treinta minutos te pasa a buscar -informó- Y por cierto, si no pensabas contarme que ese "alguien" era Takuya, se te ha chafado el plan ^_^

~~~~~~~~~

Treinta y ocho minutos más tarde, hizo su aparición por el extremo más elevado de la calle el joven Takuya Kanbara, quien hacía considerables esfuerzos por correr y respirar al mismo tiempo. Divisó a lo lejos la figura de un adolescente, apoyado en la verja de una de las casas por las que pasaba. Estaba visiblemente nervioso a pesar de la lejanía, pues no dejaba de mirarse los pies y alternar talón-puntera talón-puntera...

-¡¡¡¡KYAAAAA, LLEGO TARDEEEEEEEE!!!! -chilló, llamando su atención.

La pendiente hizo que acelerara la velocidad de su carrera. En unos segundos se encontró estampado contra el muro... y con Kouji entre la pared y su cuerpo.

Koichi nunca había visto a alguien ponerse tan colorado en tan poco tiempo. Cerró la ventana para seguir recogiendo sus cosas y se encontró con que de sus ojos caían lágrimas sin parar, lágrimas por su hermano. Sabía que estaba mal, que no era correcto, ¿pero qué podía hacer? Aquello no era un capricho, no simple atracción; era algo más... era mucho más.

Silenciosamente, se arrastró pared abajo hasta el suelo y lloró, lloró mucho rato, hasta que se le secaron las lágrimas. Entonces volvió a mirar afuera a través del ventanal. Pero aquellos dos ya se habían ido.

~~~~~~~~

Takuya respiró profundamente. Bien...

No, la sangre seguía sin circular por su cerebro. Más bien se estaba agolpando en ciertas partes que...

¡Basta de pensar en eso, pervertido! Aunque ciertamente la situación no era para menos: dos chicos bien pegaditos estampados el uno contra el otro en una pared de ladrillo sonrojándose a marchas forzadas... ¡No, no! ¡No pienses en eso! ¡Mantén la cabeza fría, leches!

Levantó la vista hacia la cara de Kouji, preguntándose si se habría untado pegamento en la camiseta, porque su cuerpo no era quien a separarse de él. Oh, oh. Nariz arrugada en señal de disgusto, ojos fuertemente cerrados y dientes apretados. Takuya se apartó de sopetón, dándose cuenta de dónde y cómo estaban.

-¡Perdón! ¡Ya sé que no te gusta que te toquen! -exclamó. Kouji no prestó atención y se frotó la parte posterior de la cabeza.

-No es por eso -gruñó- Es que me diste un buen golpe contra el muro. Ahora me saldrá un chichón -al ver la cara de angustia del chico, suavizó un poco la voz- Pero bueno, no es nada. Ni siquiera estoy sangrando... Y...

Se interrumpió un segundo sólo para mentalizarse de lo que iba a decir (y de paso, a añadir unas pinceladas más de color a su rostro, pasando del rojo tomate al berenjena intenso en tiempo récord).

-Y no... no me molesta que me toques... Ya no...

Y sólo cuando vio la cara que ponía Takuya, se dio cuenta de su error:

-¡¡¡¡¡NO ME ESTABA REFIRIENDO A ESO!!!!! //////_///////

El castaño rió con ganas, le agarró por la muñeca y echó a correr cuesta abajo. Kouji le seguía a duras penas, trastabillando y tropezándose con todo cuanto encontraba a su paso. Se puso a dar voces.

-¿¡¡Qué haces, loco!!? ¿¡Adónde vamos!?

-¡¡No sé!! -respondió Taku, riendo a gritos- ¡¡Tengo ganas de correr!! ¡Vamos a jugar a fútbol!

-¿¡Fútbol!?

-¡Fútbol!

-¡No me gusta el fútbol!

Doblaron la esquina. Y entonces Koichi salió a la ventana frotándose los ojos; pero no les vio.

~~~~~~~~~

-¡¡Estoy agotado!!

La hierba mojada recibió como un colchón el cuerpo de Kouji cuando éste se dejó caer de espaldas sobre ella. Se quedó mirando al cielo mientras su pecho subía y bajaba asalvajado tratando de recuperar su ritmo normal y Takuya daba los últimos toques al balón antes de tirarse a lo bruto a su lado.

-Menos mal que dijiste que no te gustaba -jadeó éste- No chutas mal.

-Bueno -la respiración del moreno era ya la normal- Te aseguro que paseando a mi perro se gana consistencia en las piernas.

-¡Tienes un perro! ¡Qué chulo! ¿Y de qué raza es?

-Es un pastor alemán. Se llama Hiro.

-Hala, qué guay... A mí mis padres no me dejan tener animales, ¿sabes? Supongo que con Shinya tengo más que suficiente -comenzó a reír, contagiando a su compañero.

Takuya se incorporó ligeramente hasta quedar sentado en la hierba y se fijó en que Kouji tenía un poco de barro en la mejilla. Se agachó para limpiárselo.

-Tienes algo en la cara -murmuró- Espera, que te lo quito.

No bien sus dedos hubieron rozado la piel del moreno, se quedó paralizado: visto desde fuera, bien se podría malinterpretar la escena... Y para colmo, la piel bajo sus yemas era tan suave y cálida, tan tierna y tan... apetecible...

¡Hentaieces no, Takuya, hentaieces no!

Por su parte, Kouji no parecía menos afectado que él: estaba realmente aterrado, podía sentir sus músculos contraídos y su respiración de nuevo acelerada. Qué raro, ¿por qué se ponía así sólo con un ligero roce? De sí mismo lo entendía; claro, era él el enamorado; pero, ¿de Kouji?

Entonces su mente descendió de las alturas y se encontró con que la distancia entre ellos dos se había reducido considerablemente en los últimos segundos sin que el cuerpo le hubiera pedido permiso al cerebro. "¡Apártate, apártate, apártate! ¡Se va a enfadar!" gritaba su corteza cerebral; "¡Vamos, adelante!" contradecía su hipotálamo. Y entre tanto grito, el castaño se estaba volviendo tarumba.

Tras una dura batalla el instinto animal ganó terreno y finalmente derrotó al sentido común con una victoria estrepitosa. Takuya, con la determinación (y la vergüenza) pintada en la faz, plantó una mano a cada lado de la cara de Kouji y se dispuso a probar sus labios, dejando de lado la promesa que se había hecho a sí mismo de no forzar las cosas. El moreno abrió desmesuradamente los ojos.

-¿Qué haces? -preguntó, asustado.

El otro no contestó.

-Takuya, para por favor -ni caso- Takuya... -se acercó más...- ¡Takuya...! -...y cerró los ojos...- ¡¡Taku!!

Kouji giró la cabeza, escapando por los pelos al beso. Se quedó mirando a un lado, a una de las manos que ejercían las veces de prisión, mientras su corazón latía como loco y la presión de unos labios en su mejilla se desvanecía. Taku se retiró de encima suyo con una sombra de culpabilidad en la cara.

"Perdón" fue todo lo que pudo articular antes de girarse para ocultar la solitaria lágrima que rodó por su mejilla.

*********************************************************

-Terminé.

Kouji echó hacia atrás el respaldo de su silla y estiró los brazos; estuvo así unos segundos hasta que su espalda dejó de doler, cerró de un manotazo la libreta de Filosofía en la que había estado trabajando, escupió los restos mortales de su boli Bic dentro de la papelera (junto a otros cinco de la semana pasada) y se deshizo la coleta, que ya dolía la cabeza de tan apretada la tenía. Sus ojos fueron a parar al calendario de sobremesa que tenía enfrente, más concretamente al día marcado con una fotopegatina que les mostraba a Takuya y a él haciendo el imbécil delante de la cámara. Un par de gotitas se escurrieron por su frente.

-Ay ay ay... -suspiró. Estuvo pensativo unos momentos y después alargó la mano y alcanzó el inalámbrico.

Tuu, tuu, tuu...

-¿Taku? -respondió- Ah, hola. ¿Está tu hermano? ¿Le dices que se ponga?

...

-Oh, por última vez, Shinya, NO SÉ QUIÉN ES SU NOVIA. ¿Me lo quieres pasar?

El moreno esperó impaciente a que el pequeño literalmente le berreara al chico que se pusiera al teléfono, y una vez lo hizo, se le fue toda la fuerza por la boca.

-Ah, esto... ¡Hola! -tartamudeó- ¿Has terminado los deberes? ...No sé por qué pregunto. Y... eh... ¿esta tarde podrás quedar? ...Sí, me he acordado... Sí, vale... Vale... ¿Entonces me paso antes por el videoclub? ¡De acuerdo, cogeré Liberad a Willy! No sé por qué te gusta tanto esa cosa... Ajá... OK, nos vemos... Nos vemos... Chao...

Apretó el botón rojo, preguntándose cómo podía ser que sus padres no se dieran cuenta de que la factura telefónica era tan alta por culpa de las continuas (y laaaaargas) llamadas a su novio.

...

Y sí, por fin se había acostumbrado a llamarle así, aunque jamás lo pronunciaba en voz alta, ni siquiera delante de Takuya.

Instintivamente comenzó a darle vueltas al portarretratos giratorio. Se fijó un poco en las nuevas fotos que había puesto: a un lado, siempre visible, una foto de grupo del día que volvieron al mundo real, tomada en el hospital por una de las enfermeras; al otro estaba él mismo siendo abrazado por su madre y su hermano gemelo. Los tres sonreían.

Miró largamente la cara alegre de Koichi. Él era el único, aparte de ellos dos, que sabía lo suyo con Takuya. Si es que se podía llamar así, porque realmente no habían hecho nada en todo ese tiempo...

Antes de poder darse cuenta de lo que hacía, sus dedos marcaban solos el número de su casa, y mucho antes de poder colgar, la voz de su hermano resonaba por el auricular.

-¿Diga?

-Hola, Koichi -dijo- Adivina qué día es hoy.

~~~~~~~~~~~~~

Kimura colgó el teléfono. Paseó su vista por todas las cosas que había en el dormitorio, posándose finalmente en el corcho repleto de recortes, fotos y demás papeles más o menos útiles. El resto de la habitación estaba impoluta, de manera que toda la porquería se le acumulaba ahí. Debajo de un montón de recibos, billetes de autobús que no sabía por qué seguía guardando, listas de deberes y unas cuantas fotos que se cayeron al suelo nada más tocarlas, encontró pinchado un calendario de bolsillo. Cogió el rotulador verde y marcó aquel día con una cara triste. Exactamente un mes atrás otro dibujo igual le miraba con ojos apenados. Koichi suspiró.

-Debo de ser masoquista o algo. Mira que apuntar SU aniversario con OTRA persona...

Apiló el montón de fotos en el escritorio, esperando acordarse de comprar un álbum donde guardarlas más tarde. Una de ellas, idéntica a la que Kouji tenía en su portarretratos, se le cayó del taco. Al recogerla pudo fijarse en quienes estaban representados en ella: su hermano, todavía llorando, mantenía el abrazo a duras penas, pues todos los demás se le habían echado encima. En el centro justo estaba él mismo, sentado en la camilla con la mascarilla de oxígeno colgando de su cuello siendo avasallado por todos sus amigos. Y a su lado, también abrazándole, estaba Takuya.

Le entraron ganas de quemar la foto.

"¿Por qué? ¿Por qué ÉL y no YO?" pensó.

-Jeh. Porque él no es su hermano gemelo. Simple -masculló para sí.

Dobló el pedazo de papel dos veces y lo metió en la cartera. Si iba a torturarse, mejor que lo hiciera en clase; al menos se entretendría. Luego se golpeó la cabeza contra la pared por intentar engañarse a sí mismo: lo único que quería era ver a Kouji. Y aquello...

...Se estaba volviendo enfermizo.

~~~~~~~~~~

Casa en orden, bien. Reproductor de vídeo que funciona, bien. Pizza en el horno, bien. Bolsa de palomitas para microondas, bien. Microondas, bien. Costa despejada...

...

Costa no despejada.

-¡¡¡SHINYAAAAAAAAAAA!!! -retumbó el grito en la casa. El pobre niño soltó el mando de la videoconsola y acudió de inmediato ante su hermano.

-¿¡Qué pasa, qué pasa!? ¿¡Se quema algo!? -preguntó asustado.

-Tu trasero, como no salgas de aquí pitando. Necesito la casa desalojada en menos de media hora. Vete a dormir a casa de algún amigo.

-¿Que me vaya...? ¡Tú estás mal de la cabeza! ¿Cómo voy a ir así sin avisar?

-Toma mil yenes. Y ahora largo.

-¡Hasta luego, hermanitooooooo! ¡Que lo pases bien con tu novia! Y no te preocupes, no le diré nada a papá y mamá... ¡si me cuentas luego lo que hicisteis!

-¡¡Tú, pervertido!! ¡¡Fuera de aquí!!

Un cuarto de hora después, Shinya salió por piernas con la mochila a la espalda y Takuya pudo continuar con su inventario.

-Decíamos... Costa despejada, OK. Sofá mullidito, OK. Videojuegos colocados por orden alfabético... OK. ¿Qué me falta?

...

-¡¡Mierda, no me he duchado!!

~~~~~~~~~~

Kouji picó por decimonovena vez aquella noche al timbre de los Kanbara, y en esa ocasión dejó el dedo en el botón un bueeeen rato. Tras aguantar el chirriante pitido unos momentos, escuchó pasos acelerados detrás de la puerta, y ésta se abrió de golpe, revelando a un Takuya completamente empapado y chorreando agua por los cuatro costados envuelto en una toalla tan grande que arrastraba por el suelo. El moreno parpadeó incómodo.

-Esto... ¿Vengo en mal momento? -preguntó.

-¡¡No!! ¡Pasa! Es que se me olvidó ducharme a la hora, y tuve que meterme aprisa y corriendo, y entonces con el ruido del agua no te oí llamar, y salí de la bañera tal cual estaba, y... -soltó atropelladamente. Minamoto intentó digerir el torrente de palabras de golpe y, antes de darse cuenta, estaba sentado en el sofá del cuarto de estar de su compañero con un bol de palomitas en la mano mientras éste se ponía algo de ropa encima. Cuando llegó a la sala, lo hizo llenando el ambiente de algo que olía como...

-¿Colonia para hombre? -olisqueó Kou. Takuya enrojeció hasta las raíces del pelo.

-¿Tanta me eché? -quiso saber.

-Eh... Sí, bastante... Pero no me desagrada, si eso te sirve -añadió.

El castaño se alisó compulsivamente el cuello de la camisa.

-Ah, bien... -barbotó.

-¿De dónde la sacaste, si se puede saber?

-Se la cogí a mi padre. Es loción para después del afeitado.

-¿Ya te afeitas?

-No.

-¿Y entonces para qué te echas eso?

-No lo sé...

Gota de litro y medio.

Silencio incómodo. Kouji que coge una cinta de una bolsa de plástico.

-...¿Ponemos una peli?

~~~~~~~~~~

-¡Vamos, Willy! ¡Salta! ¡¡Sé libreeeeeeeeee!!

El brazo del moreno resbaló del reposabrazos del sofá, su cabeza cayó a un lado e inmediatamente se volvió a levantar.

-...Dios mío, qué coñazo de película... -refunfuñó- Taku, ¿en serio estás viendo esta...? ¿...Por qué estás rojo?

Takuya apartó la vista ipso facto, y mientras murmuraba que necesitaba ir al baño, se levantó y salió del cuarto. Kouji se le quedó mirando fijamente.

-¡¡Huye, Willy!! ¡¡Nada hacia la libertad!!

-... -_-UUUUU

~~~~~~~~~~~~~

Una vez en el baño, abrió el grifo y se salpicó la cara con el agua fría. Cuando vio que no le servía para nada, llenó la pila y sumergió la cabeza entera en el helor. No consiguió sino empaparse también la ropa con el agua que chorreaba por su cabello. Rápidamente se frotó con una toalla, tratando ahora de entrar un poco en calor. Salió de allí con la nariz colorada.

La imagen estática en la pantalla del televisor le dio la bienvenida. Kouji sostenía el mando en la palma de la mano, si bien sus dedos apenas lo estaban sujetando. Tirado como estaba encima del sofá, roncando ligeramente, ocupaba con las piernas el sitio de Takuya, de manera que éste optó por rodear el sofá y apoyar los codos en el respaldo, con la cara entre las manos. No era una postura muy cómoda para ver la tele (estaba de pies), pero la vista que tenía lo compensaba.

-Supongo que tenías sueño, ¿eh? -susurró el castaño, más para sí que para él. Pasó un dedo por los párpados cerrados del chico.

"Ay..." suspiró. Recostó la cabeza sobre el brazo y cerró los ojos durante cinco minutos. Cuando los abrió de nuevo, Kouji le estaba observando. Ya no estaba tumbado, sino más bien ligeramente incorporado y sosteniéndose con sus codos. Su mirada era firme. Se levantó del todo, y pasando un brazo sobre los hombros de Takuya, arrimó su cara a la propia y le besó.

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N. de la A: ^_^UU Se está poniendo chunga la cosa. Nada que comentar sobre este capítulo, aparte de que es estúpido XD Tampoco es que parezca que os interese mucho, pero como este fic está hecho para mis hermanas pues... ¡Claro que siempre se agradecen los reviews! :P

HilaryDuffMetamorphosis: Hay muchos fics en inglés, ¿por qué tendría yo que cambiar el idioma del mío? No digo que no me dé un pronto un día y me ponga a traducirlo, pero si quiero escribir en español puedo perfectamente hacerlo, ¿no te parece? No es un idioma que tenga pocos hablantes, me parece a mí. Ah, y podría haber contestado perfectamente en inglés, pero me sentía un poco tocapelotas XD De todas formas, gracias por tu review ^_^

Jessica Kyoyama: Seguidora de Mankin, por lo que veo ^w^ Gracias por darle un diez a mi fic :P Se hace lo que se puede XDDD Y gracias también por hacerme caso y leer su fic, estoy segura de que estará encantada ^w^

Eleone: ¡Oneechan! ¿Viste? ¿Viste? ¡La publicidad funciona! XDDD Ne, debo terminar el tercer capítulo... ¡Pero tu deberías hacer lo mismo con TOOOODOS tus fics! :P Ea, ya lo sabes, no te doy mas la vara XDD ¡Asias por el review! ^*^

^_^UUUU Bueno, pues eso es todo. Visitad el fic de mi hermaaaana ^__^ "Secretos" se titula. Ya, ya sé que ya lo dije XD Por si hay alguien que todavía no se ha enterado :P ¡Y mandad reviews! Rally los ama *____*

~Muchos besitos os mando y muchos reviews quiero a cambio~

¡¡¡Feliz Navidad!!! ¡¡¡Merry Xmas!!! ¡¡¡Joyeux Nöel!!! Y lo diría también en japonés, pero sólo sé decir "Feliz Año Nuevo" XD

+~*~+ ¡¡¡Y ahora, que la leyenda evolucione!!! +~*~+