CAPÍTULO 3: ESPERAR....
Sábado.
Amaneció como cualquier otro día de verano pero para él ya no iba a ser igual que antes.
El viento sopló fuerte y trajo consigo la fragancia de las flores y el olor del mar. Micchy miró el reloj situado en la mesa de luz y vio que aún era muy temprano para levantarse por lo que decidió quedarse en la cama, abrazado a su almohada pensando que cómo las cosas pueden cambiar completamente en 48 horas.
Sonriendo, recordó cómo esperó a que su amor llegara a la escuela para arrastrarlo hasta los vacíos vestuarios del gimnasio y darle el primer beso de los "buenos días".
//////////////////FLASHBACK//////////////////////////////////////
Con dedicación y cierta gentileza saboreó aquella boca con ligero gusto mentolado y abrazó esa figura tan amada. Se estremeció cuando sintió sus manos aferrarse a su camisa blanca de mangas cortas, para quitársela de la pretina del pantalón y luego meterlas por dentro, acariciando su espalda desnuda.
Lo escuchó gemir cuando profundizó el beso aún más, mientras con una mano aferraba su cabello y la otra abría paso por la parte delantera de la camisa de él, acariciando su pecho.
No pudieron seguir más adelante pues alguien más entró al lugar de la misma manera apresurada que ellos entraron. Se quedaron quietos en tanto veían como Sakuragi apretaba a Rukawa contra los lockers, besándolo de manera apasionada.
Observando que ya la situación se iba desvirtuando más, Mitsui tose disimuladamente para atraer la atención de los tortolitos, que se separan apresurados.
- Maldición....casi me matas del susto.- dijo Sakuragi- creí que era el Gorila.
- Ahora lo sabes....algo que decir?- preguntó Rukawa.
- Nada.....digamos que lo sospechaba aunque no me opongo a ello- respondió riéndose un poco. Se apartó de la pared y dejó que los otros dos vieran con quien estaba él.
- KOGURE!!- exclamaron al unísono.
-Hola amigos...- los saludó mientras se arreglaba un poco la ropa. Se acomodó sus anteojos y sonrió ante la mirada atónita de sus amigos.
- Vaya, arreglaste las cosas, nee?- dijo Sakuragi mientras abrazaba por la espalda a Rukawa- gracias a mi pequeña ayudita....Auchh....- jadeó cuando Rukawa le dio un pequeño codazo en las costillas-....eso dolió-
- Do`aho....-
- Ayudita? Hisashi...- cuestionó poniendo cara de "¿me estas ocultado algo?".
- Después te digo- se agachó y dejó un pequeño beso en sus labios. Luego le tomó de la mano- Vamos que se hace tarde para las clases....y ustedes no se tarden tampoco.- y salió de los vestuarios con Kogure aferrado a su mano.
Lo llevó de esa manera, delante de toda la escuela, que los miraba sin poder creerlo. Mitsui no los escuchaba solamente se concentraba en llevar a su amor a su clase y nada más.
Ya en la puerta del aula se volvió a mirar a Kiminobu esperando una reprimenda por esa actitud un tanto inesperada pero se encontró con una sonrisa y con su mirada refulgiendo de amor.
-Gomen nasai, Kimy, pero yo no tengo nada que ocultar- y agregó- quiero que todos sepan que estamos juntos-
- Esta bien, yo tampoco quiero ocultar nuestra relación, sólo que no pensaba que lo harías público de esta manera- riéndose acomodó el cuello de la camisa de Micchy- pero debo admitir que fue una entrada al mejor estilo Mitsui-
- No te gustó?- susurró muy cerca de sus labios.
- Me encantó- musitó mirándolo fijamente, hechizado por los destellos de amor en los ojos de Hisashi- Te amo.-
- Yo también te amo- susurró – nos vemos en las prácticas....bye- y se alejó por el corredor con paso apresurado, sintiendo su corazón libre de aquel agobiante vacío y lleno de amor puro.
/////////////FIN DEL FLASHBACK///////////////////////
Se sentó en su cama pensando si su amor había dormido tan bien como él, si habría soñado con él. Fue al baño y se duchó rápidamente; primero con agua fría para calmarse un poco y luego con agua tibia para no enfermarse.
Después se lavó los dientes y con cuidado, se sacó las banditas y la gasa en su mejilla, para lavarse la cara con un jabón cicatrizante. Se secó suavemente y se colocó banditas nuevas y una gasa nueva sobre su mejilla aún herida.
Con un gesto de resignación pensó que quizás la próxima semana podría ir a la escuela sin tantas cosas en la cara, aunque Kimy le había dicho que todas esas banditas le daban un aire de peligrosidad que le gustaba.
Kiminobu.
Su Kimy....... Lo amaba tanto..... Y lo más importante: ahora él lo sabía.
Y él también lo amaba, a pesar de todo el mal que le había causado, a pesar del sufrimiento inflingido.
Sonrió ante su reflejo.
Esta noche le resarciría de todo el mal.
~º~º~º~º ~º~
Quitándose los anteojos, Kogure se metió debajo del chorro tibio de la ducha, suspirando profundamente. Aún faltaba más de una hora para que su Micchy le viniera a buscar pero había tenido un día muy ocupado.
Limpiar toda esa casa tan grande le llevaba mucho tiempo y luego tuvo que hacer las compras para la semana, pues se dio cuenta que no tenía casi nada en las alacenas. Reconoció que durante mucho tiempo había estado sumido en una especie de depresión luego de aquel incidente en el gimnasio.
Ahora todo era distinto... muy distinto.
Se bañó con pereza y se secó con rapidez. Luego fue a su habitación para buscar que ponerse. Miró su ropero, sacó las prendas y las tiró sobre la cama matrimonial. En teoría y según el arquitecto de la casa, esa habitación era destinada para una pareja, pero Kiminobu la convirtió en su dormitorio, decorándola con colores que reflejaban su personalidad tranquila y a la vez atrevida.
Se vistió sin prisas y luego se examinó frente al espejo. Tenía puestos una remera con cuello color caqui, jeans color azul y zapatos náuticos marrones.
Mientras se perfumaba un poco, escucho el ruido del timbre y se apresuró a buscar sus anteojos y su billetera. Apagó todas las luces y se fijó que todas las ventanas estuvieran cerradas antes de salir.
Desde la puerta vio a Mitsui detrás de las rejas de la entrada y se quedó helado ante la figura imponente que presentaba: camisa blanca mangas cortas, pantalón de vestir negro y zapatos negros; estaba devastadoramente atractivo. El cuello desprendido de su camisa mostraba su cuello provocando en Kiminobu la necesidad de saborearlo.
Cerró la puerta y se acercó a la reja, sin abrirla aún.
-Hola, extraño- dijo bromeando con ligereza.
-Hola-
-A quien vienes a buscar?- preguntó sonriendo.
-Vengo a buscar al muchacho que es dueño absoluto de mi corazón. Lo has visto?- contestó siguiendo el juego.
- Si.-
- Donde esta?-
- Detrás de la reja que.....- y la abrió pero no pudo decir más porque la boca de Micchy se puso sobre la de él, besándola y saboreándola, impidiendo que diga cualquier palabra, en tanto sus brazos lo apresaron contra su cuerpo. Lo besó con ansias y con profundidad por largo rato hasta que la necesidad de respirar se hizo presente.
-Hola, bebé.....-dijo Micchy mientras lo abrazaba con fuerza. No se habían visto desde la noche anterior y ya lo extrañaba como si hubieran sido días.- Estas para comerte......
- Hola, mi amor...- se aferró a Hisashi mientras ambos buscaban serenar sus respiraciones- te extrañe tanto......
- Yo también......vamos?- se separó de él mientras Kiminobu cerraba la reja y luego lo tomo fuertemente de la mano para irse caminando.
- Adonde vamos?- preguntó sin poderlo evitar.
- Es una sorpresa, vale?- y lo besó por un instante.- es una sorpresa..
