Habían pasado tres meses desde que Veva y Paco se separaron. Tío Alfredo había mandado al chico con Charles Xavier, y cual fue su sorpresa al enterarse de que este hombre, y los demás chicos que estaban a su cargo, eran como él. Mutantes.

Iba a un instituto nuevo, hablaba un idioma nuevo, estaba en un grupo de gente llamados X-men, todo era nuevo para él... excepto la soledad. Ese sentimiento era un viejo amigo contra él que había luchado. Con Veva.

De ella no sabía nada. Había intentado en vano, ponerse en contacto con ella, pero no tenía ni idea de donde estaba su hermana menor ni como encontrarla.

- ¿Otra vez divagando?

Paco levantó la vista de la guitarra que tenía en las manos (antes de comenzar a pensar la había estado afinando) para ver a un chico de pelo negro, que le miraba preocupado. Se llamaba Kurt, y por el acento, se dio cuenta muy pronto de que él era también del viejo continente, Alemania seguramente, pero no se lo había querido preguntar, a él se le notaba demasiado el acento andaluz y nadie pregunto, ¿por qué iba a hacerlo él?. Tenía la misma edad que Paco, y compartía algunas clases con él y otro chico más, Evan.

- ¿Otra vez entrando en habitaciones ajenas sin llamar?- Kurt bajó la cabeza un poco avergonzado, pero la levantó, sorprendido, cuando Paco se puso a reír como un loco.

- ¿Qué tiene de gracioso?

- Acabo de hablar como una persona a la conozco, y aparte de que me resulta extraño, me parece gracioso. Ya esta- Paco le pasó al chico la guitarra.

- ¿El qué?- el chico la cogió torpemente y la miraba como los burros a los aviones.

- ¿No te han dicho nunca que haces demasiadas preguntas?- Kurt le miró algo molesto- ya esta afinada, déjamela.- Paco cogió la guitarra con suavidad, y empezó a acariciar dulcemente las cuerdas, dejando que ellas le guiaran y transmitieran sus pensamientos y sentimientos, así que sonó una lenta y triste melodía.

- Wow, tocas de muerte... Aún no te hemos puesto ningún sobrenombre.

- ¿Un mote?- Paco le miró con recelo- ¿Para qué?.

- Porque todos tenemos uno y créeme, Paco no es un nombre nada artístico para un mutante.

- ¿Para qué habías subido?- El rubio se levantó y guardo su guitarra en su estuche, que luego dejó en un rincón de la habitación.

- Vamos a cenar, y me han mandado a buscarte. Como no has bajado a comer, suponían que tendrías hambre.

- ¿Quién suponía? - Paco salió por la puerta seguido de Kurt.

- El profesor y Logan .

- Interesante- suspiró Paco, mientras entraban en el comedor y se sentaba al lado del alemán, y no se sorprendió cuando Kitty, otra de los X-men le miró de una manera bastante... ¿rara?.

- Paco, una carta para ti.

El chico se levantó y cogió la carta que le pasaba Scott, también conocido como Ciclope. Solo tubo que echarle un vistazo para saber de que se trataba y soltar un bufido cuando acabo de leerla.

- ¿Algún problema?

- Ninguno, profesor.

- Entonces ¿qué dice la carta?- preguntó Kitty con una curiosidad increíble.

- Nada importante- suspiró él, iba a dejar hay el tema, pero vio la cara de incredulidad de todos y para disgusto suyo, les pasó la carta.

- Viene en español, no lo entiendo.- Susurro la chica devolviéndole la carta.

- Es castellano, y la carta dice que la subida de la bolsa americana y española ha dado más valor a nuestras acciones, con lo cual, nuestros abogados opinan que sería un buen momento de venderlas. No saben nada.

Todo se quedo en silencio durante unos segundos, ya que le miraban sorprendidos. La gente no esta acostumbrada a que un chico de dieciséis años sepa, y aplique con tanta facilidad, la economía.

- ¿Por qué pluralizas...

- ¡¡Orfeo!!

- ¿Qué?

- Orfeo- Kurt pegó un salto, volviendo a su imagen real.- Ese es el nombre que te va.

- ¿Piensas llamarme como un encantador que tocaba el arpa en la mitología griega...

- Si- respondió orgulloso.

- ...Y al cual descuartizaron y decapitaron?

- ¿Si?- respondió Kurt, ya no tan convencido.

- No esta mal, quillo.

- ¿Y a qué viene ese nombre?- preguntó Logan mirando a los dos jóvenes.

- Este chico- Kurt se puso de pies para señalar a Paco- toca la guitarra como si fuera una prolongación de su cuerpo, es increíble como... se fusiona con las cuerdas...¡es increíble!

- No es para tanto- Paco bajó la cabeza con la cara roja, ahora todos le miraban más sorprendidos que antes.- Solo se un poco.

- Qué modesto- se burlo Kurt.

- ¿Por qué no nos dejas decidir a nosotros si lo haces bien o no?

Paco miró a Jane con sorpresa, la pelirroja le sonreía divertida y los demás asintieron ante la idea. Así que al pobre chico no le quedó otra opción que tocarla.

- Pero tengo que subir a por ella y voy a tardar...

No pudo acabar ya que, el chico azul, en un abrir y cerrar de ojos, apareció con su preciada guitarra. Paco la sacó del la funda y tocó un poco las notas para ver si estaban bien afinadas.

- Antes de empezar os aviso de que cantando soy pésimo...

Todos asintieron sonrientes y Paco empezó a tocar unas leves notas.

- ¿Alguna canción en especial?

- ¡Empieza ya!- le gritaron.

- Qué susceptibles que esta la peña... Pues aquí va esta misma.

"Papá cuéntame otra vez

esa historia tan bonita

de gendarmes y fascistas

y estudiantes con flequillo.

Y dulce guerrilla urbana

en pantalones de campana,

y canciones de los Rollings

y niñas en minifalda.

Papá cuéntame otra vez

todo lo que os divertisteis,

estropeando la vejez

a amargados dictadores.

Y como cantastes al ver

y ocupasteis las orbonas

en aquel mayo francés

en los días de vino y rosas.

Papá cuéntame otra vez,

esa historia tan bonita

de aquel guerrillero loco,

que mataron en Bolivia.

Y cuyo fusil ya nadie

se atrevió a tomar de nuevo

y, como desde aquel día,

todo parece más feo.

Papá cuéntame otra vez,

que tras tanta barricada

y tras tanto puño en alza

y tanta sangre derramada.

Al final de la partida

no pudisteis hacer nada

y bajo los adoquines,

no había arena de playa.

Fue muy dura la derrota

todo lo que se soñaba

se pudrió en los rincones,

se cubrió de telarañas.

Y ya nadie canta al ver,

ya no hay locos, ya no hay parias,

pero tiene que llover

aun sigue sucia la plaza.

Queda lejos aquel mayo,

queda lejos San Denis,

que lejos queda Jean-Poul Sartre,

muy lejos aquel París.

Sin embargo a veces pienso

que al final todo da igual,

las hostias siguen cayendo

sobre el que habla de más.

Y siguen los mismos muertos

podridos de crueldad,

ahora mueren en Bosnia,

los que morían en Vietman.

Ahora mueren en Bosnia,

los que morían en Vietman..."

Paco dejó de que la guitarra siguiera un poco más, todavía no quería abrir los ojos para ver las caras de la gente, y esta canción era muy especial para él. Por eso la había escogido, podría haber cantado alguna más moderna, o hasta en inglés. Pero no, pensó que esta era la que más le llamaba. Dejó que las ultimas notas muriera lentamente, y abrió los ojos para esperar un duro veredicto, pero lo que se encontró le sorprendió más.

Las caras de sus amigos mostraban tristeza, añoranza o pesar, había quien no entendía la canción, otros tenían la mirada perdida, y Kitty se quitaba las lagrimas rápido, para que nadie se diera cuenta de que estaba llorando.

- Bueno, ¿qué os a parecido?- El pobre ya estaba al borde de un ataque de nervios, ninguno parecía querer contestarle. Al fin, el profesor Xavier, le contesto, pero con otra pregunta.

- ¿Por qué esa canción?

Paco se paró un momento a pensar la respuesta. ¿Por qué esa canción?. Porque era especial para él. Cuando aprendió a tocar la guitarra, fue la primera que tocó, aparte de que Serrat le gustaba, y esa canción le hablaba, y era por...

- Por que un día la encontré en un CD de mi padre, y cuando la ponía, sentía que él estaba sentado a mi lado escuchándola. Se que suena estúpido...

- No suena estúpido- se apresuró a decir Jean.- Es algo normal.

- Entonces, ¿qué tal?.

- Fantástico- sonrió Kitty.- Quiero un autógrafo para cuando seas un gran cantante.

- Ya será para menos.- Paco sintió como los colores se le subían a la cara, no estaba acostumbrado a que hablaran así de él.

- No en serio, Kurt tiene razón... Orfeo te pega muy bien.- Rondador sonrió agradecido a Evan.

No pudieron hablar más, porque el profesor dijo que mañana no habría Dios que les levantara, y Logan añadió, que al día siguiente, estarían insoportables así, que se fueron para la cama.

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Paco estaba desesperado por sus tres primeras clases de la mañana. Economía, Filosofía e Historia... aburrimiento total, y las de después se presentaban igual de malas o peor. Así que se sentó a almorzar sin muchas ganas, al menos se divertía viendo lo de siempre, Rogue discutía con Kitty, y esta de vez en cuando le miraba con una sonrisa tonta ignorando a la otra, Kurt hacía el payaso y Jean y Scott le reprendían. Estaba escuchando algo que Evan le decía pero entonces la vio.

Sintió como se le hacía un nudo en la boca del estomago, y sin poder evitarlo, se levantó sin escuchar como sus amigas le llamaban preguntándose por su actuación. Todos vieron como Orfeo se dirigió hasta donde se encontraban un grupo de tres chicas, se paraba y golpeaba a una suavemente en el hombro. La chica se giró y le miró y, todos se sorprendieron al ver como la joven se llevaba las manos a la boca y empezaba a reír mientras Paco la alzaba.

- ¿¡Quien es esa!?- preguntó Kitty con rabia al ver como el rubio la volvía a abrazar estrechándola con fuerza.

- Bueno ahora lo sabremos- murmuro Rogue, olvidando la discusión con Kitty y mirando como Paco se acercaba dado la mano a la chica.

Hasta que no estuvo delante de ella, no pudieron ver lo hermosa que era. Parecía perfecta. No muy alta, ojos negros y brillantes, llenos de vitalidad, pelo azabache y rizado, piel morena, y como pudo apreciar Kitty, a mala uva, la zona de los ojos la tenía un poco más clara.

- Chicos, os presento a Veva- la chica les sonrió mostrando sus blancos dientes y alzó la mano para saludarles.- Estos son Scott, Jean, Kurt, Evan, Rogue, y esa morena de allí, es Kitty.- Este halago hizo que ambas chicas se miraran y confundiera más aun a la joven Sombra.

- ¿Quién es?¿Una ex-novia tuya?- pregunto Scott maliciosamente. Pero le dejó bastante descolocado que ambos jóvenes empezaran a reír.

- Oh, no, yo no le aguantaría como novia, es demasiado cansino.- Veva se sentó haciendo una mueca burlesca a Ciclope, que se apresuro a corresponderla con otra sonrisa, al lado de Paco.- Somos hermanos.

- ¿Hermanos?- Kitty abrió los ojos como platos- Paco nunca nos dijo que tenía una hermana.

- Esto me recuerda- Jean señaló al joven García- a que ayer por la noche, pluralizaste leyendo esa carta de los abogados.

- ¿Ya la has recibido?- la morena miró sorprendida a su hermano mayor.

- Si, ¡pero no hablemos de eso! ¿Dónde has estado?

- Cuando salí de casa, me mandaron a Londres...

- ¿Londres?- Preguntó Kurt sorprendido- ¿Ese país en el que todos son unos estirados y no para de haber niebla?

- Más bien, pero mi tutora ya no estaba allí...-intentó continuar Veva.

- ¿Qué la pasó?- Preguntó esta vez Rogue.- No es por ser cotilla... - se intentó justificar.

- Defunción.- Le contestó secamente.

- Wow.

- Así que me mandaron con otra tutota aquí.

- ¿Y con quien estas...

Jean no pudo acabar su pregunta, porque la campana sonó indicando que los alumnos debían volver a sus aburridas clases. Veva se despidió de los X-Men y prometió a su hermano mayor que hablaría a la mañana siguiente con él, sobre todo lo que había hecho en esos tres meses.

- Es un encanto- le sonrió Jaen a Paco cuando Veva se marcho definitivamente.

- En un encanto precioso.- Añadió Evan.

- Si, es encantadora y preciosa- suspiro Paco, y luego se dirigió a chico- y como te acerques demasiado a ella, te congelare veinte años.

- Eres demasiado sobre protector.- Se rió Scott.

- No lo soy, es MI hermana pequeña y no quiero tener que proteger a alguien...

La conversación se quedó hay porque el grupo se dividió para entrar a sus respectivas clases. Cuando llegaron a la mansión, Paco se fue ha hacer sus tareas, arrastrando con él a Kitty, Evan y Kurt... bueno, como os habréis dado cuenta, Kitty fue por voluntad propia, pero no pudieron hacer mucho, ya que el profesor les llamó para que se reunieran todo el grupo en seguida con él.

- ¿Qué pasa profesor?- Preguntó Jane nada más llegar a la sala- ¿qué es tan urgente?

- Hay actividad mutante en unos viejos almacenes abandonados- acercando su silla, les señaló un sitio escondido en el mapa por una especie de bosquecillo.

- ¿Sabe quién esta tras eso?

- La Hermandad.

- ¡Huy, que raro!- Se burló entre dientes Evan.- Nos vamos para allá.

No tardaron mucho en prepararse, subir en el Ave Negra e irse a los almacenes. Paco ya se había montado varias veces en el avión de los X-Men, pero no para luchar contra los otros chicos, sería su primer enfrentamiento.

Cuando llegaron, Scott decidió separarlos en dos grupos para abarcar más terreno, por un lado se fueron Scott, Kitty, Kurt y Rogue, por otro Evan, Jean y Paco.

El segundo grupo partió a la derecha, y estuvo dando vueltas un buen rato, pero no encontraron nada ni a nadie. El primer grupo decidió irse por un callejoncito del lado izquierdo, la cosa iba tranquila.

- Estoy harta de andar- Se quejó Kitty por decimoctava vez, haciendo que Kurt estallara.

- Tú no estarías tan cansado si te hubiera tocado en el otro grupo.

- ¿¡Qué insinúas!?- Protestó Sombra con una mirada asesina.

- ¡Lo obvio! Si te hubiera tocado en el grupo de Orfeo, no te habrías quejado tanto.

- Eres un...

- Ahhhhhhhhh...

Se callaron, todos habían escuchado ese gemido y sin decir nada, Scott salió corriendo en busca de la fuente del sonido seguido de los demás. Tras continuar la carrera durante unos segundos, encontrón un bulto en el suelo. Rogue se agacho y apartó, lo que parecía una capa, descubriendo a la persona que estaba debajo.

- Es Veva...- Kurt se agachó junto a la joven y la palpó la cara, intentando que recuperara el conocimiento, mientras tanto, los demás X-Men estaban preocupados por lo que le pudiera haber pasado a la joven García, ya que la falda y la camiseta que llevaba la chica, estaban rasgadas. Tras unos segundos, Veva, abrió los ojos.

- ¿Estas bien?- la preguntó Kurt.

- Si- la chica asintió y apoyándose en Rondador se levantó.

- ¿Crees que podrás andar?

- Cero que si- Veva se soltó de Kurt y dio unos pasos, pero cayó y se agarró a Scott- Vale, puede que no pueda andar bien.

- ¿Qué te ha pasado?- preguntó Kitty mientras Kurt la cogía en brazos.

- Estaba regresando a casa cuando unos... locos, por llamarlos de alguna manera, me cogieron y me trajeron aquí. Pero ese no es el caso, ellos llevaban a otras chicas, yo conseguí escabullirme, pero ellas no.

- Lo mejor será que te llevemos con Orfeo y que busquemos todos a esas chicas.- Decidió Scott.

Lo más deprisa que pudieron, se pusieron a buscar al segundo grupo, al que hallaron no muy lejos de donde habían quedado en encontrarse. Paco casi congela a todo el mundo cuando vio como estaba SU hermana pequeña, maldijo un par de veces y, de no ser por Kitty, hubiera hecho alguna locura, estaba fuera de sus casillas. La joven tubo que volver a contar la historia desde el principio e intentar describir a sus atacantes.

- Para ir a buscarles, lo mejor será que Kitty y Kurt se queden con Veva.- resolvió Jean- los demás iremos a buscar a esas chicas.

Todos estaban de acuerdo y se pusieron a buscar por donde les había indicado la pelinegra. Los nervios y la ira estaban a flor de piel, pensaban que la Hermandad tendría alguna clase de moral, de reglas. Pero esto, ya pasaba de claro a oscuro.

No pudieron llegar a donde les había indicado Veva, ya que una especie de terremoto les sacudió haciéndoles perder el equilibrio. Tardaron un poco en caer en la cuenta de que el origen del movimiento de tierra, estaba a veinte metros de ellos, pero no pudieron reaccionar, ya que algo parecido a una flecha les ató de pies y manos consiguiendo que ninguno pudiera moverse.

- ¿Qué esta pasando?- Grito Scott, pero solo unas carcajadas le respondieron, y delante de ellos se pusieron Lance, Pietro, Sapo y la Mole riéndose sin parar.

- Bueno, EX-tupidos, parece que ha ocurrido lo que debió ocurrir hace mucho tiempo.- Lance se agachó para mirar a Scott.

- Os ganamos- Sapo saltó al lado de Avalancha y sonrió mostrando sus dientes amarillentos.

- Que hayamos ganado una batalla no significa que hayamos ganado la guerra.- Una voz fría sonó tras los abatidos X-Men.

- Oh, vamos Sly, no destroces nuestro momento.- La reprocho la Masa.

- No puede ser- Susurró Orfeo.

- Y el oscar a mejor actriz es para... Genoveva García, por su gran interpretación de niña buena- Pietro se acercó a la joven y le pasó un premio imaginario que la chica aceptó con mucho gusto.

- Se los dedico a todos las personas que creen en mi, sobre todo a mi ingenuo hermano y sus amiguitos. Va por ustedes.- Veva acabó su discurso enviando besos a admiradores imaginarios.

- Entonces, ¿no hay chicas cautivas, ni a ti te habían atacado?- preguntó Evan sorprendido.

- Me reivindico, ¡pero mira que llegáis a ser ingenuos!.- Veva se colocó a la diestra de Lance.

- Son así siempre- le dijo Mercurio.

- ¿Qué has hecho con Kitty y Kurt?- susurró Paco.

- Nada en especial, tan solo- Veva puso su mejor cara de no haber roto un plato en toda su vida- les ofrecí chocolate... con un poquito de algo que les hará dormir unas tres o cuatro horas. Cuando despierten, les dais algo, supongo que les dolerá la cabeza.

- Y tú decías que la tenías que defender- acusó Evan a Orfeo.

- Dije que tendría que defender a alguien, no especifique a quien. ¿A qué viene eso de Sly?

- Como sabrás es astuta en inglés. Digamos que es mi mote... fue idea de ellos- acusó la joven al ver la cara de su hermano.

- Bueno, es hora de irnos, pasáoslo bien.- Se despidió Lance.

- Ahh, por cierto, no se os ocurra llamar al profesor Xavier por el comunicador, porque- Veva se sacó el aparatito del bolsillo- tenéis un problema. Adeu, niños.

- Lamento decírtelo, pero ahora tu hermana ya no me parece tan encantadora- se quejó Jane.