3. Algunos cambios.

Con un movimiento de varita, Hermione hizo que Crabbe se despetrificara. Este aturdido y sin saber donde se encontraba, intentó ponerse rápidamente de pie. Pero Ron se lo impidió amenazándolo con su varita. Cuanto había ansiado ese momento el pelirrojo.

Lupin se acercó y le obligó a tomarse el brebaje.

- No conseguiréis nada….insignificantes magos..

- Oh, calla y bebe- le interrumpió Moody y ayudó a Lupin a obligarle a beber.

- No recordaba que este muchacho hablara tanto en el tiempo que lo tuve como alumno- dijo irónicamente Remus.

- La verdad es que solo gruñía y mostraba sus nudillos- le siguió la broma Harry.

Hermione no dijo nada en todo el proceso, solo miraba ansiosa la situación. La última vez que había visto al joven slytherin, era en el pasillo de la escuela cuando Draco Malfoy intentaba ordenarles a él y a Goyle que se marcharan de allí, que lo único que harían sería molestar.

- Pero no hicieron caso- dijo en voz alta la joven.

- Decías algo Hermione?- le preguntó Ginny.

- No nada.

Para su sorpresa se aparecieron en la sala Albus Dumbledore y Minerva Mcgonagall.

- Profesores?- dijo Harry asombrado- como han sabido….

- Buenas noches a todos- dijo tranquilamente el viejo director de Hogwards- como siempre las noticias vuelan en nuestro mundo. Quiero estar presente en el interrogatorio de este chico.

Todos asintieron, y volvieron sus rostros a la gran cara de Crabbe. Este poco a poco volvió en sí.

- Muy bien, comencemos…- dijo Moody.- quien eres?

- Vicent Crabbe.

- Qué estabas haciendo en aquella calle esta  noche?

- Reunirme con un mensajero.

- Qué tenía que decirte?- prosiguió Lupin.

- No lo sé.

Hubo un pequeño suspiro por parte de Lupin y prosiguió Moody:

- Ahora muchacho, dinos dónde has estado estos tres últimos años.

- Yo…he estado al servicio de mi Maestro.

Harry se giró repentinamente y miró a Dumbledore.

- Se refiere a …Voldemort?

- Sería lo más razonable- dijo seriamente el director.

Al escuchar esto, Hermione se acercó donde se encontraba Crabbe y se descubrió el rostro.

- Los demás que desaparecieron esa noche, han estado contigo?- dijo en casi un murmullo pero su tono de voz era frío, impasible.

- TÚ!!! – reaccionó el chico al verla- SE SUPONE QUE ESTABAS MUERTA!!!

- Venga Hermione, apártate- le apartó haciendo que retrocediera Harry.

- TÚ TAMBIÉN AQUí!!!- chilló señalando a Harry- Y WEASLEY?- Ron no hizo ningún movimiento.

- Un poco de orden, que ya no estáis en la escuela- objetó la profesora Mcgonagall.

Todos la miraron y no dijeron nada, pero eso no impidió que Hermione siguiera mirando con ojos escudriñosos a Crabbe.

- Dónde están los demás mortífagos, Crabbe?- dijo Lupin.

- …Laberintos subterráneos…- murmullo lentamente.

Hubo un pequeño silencio pero Moody prosiguió de nuevo:

- Dónde se encuentran esos laberintos. Contesta.

- Yo no se decirlo.

- Como?- ahora era Ron quien hablaba, pero con un movimiento de mano Harry lo silenció.

- Pero sabes donde están?- dijo Lupin.

- Si.

- Pero no puedes decir su localización- ahora decía Dumbledore.

- No.

Moody se tocó la barbilla y intercambiando miradas con los demás dijo:

- A este chico le han aplicado un hechizo para no revelar los factores más importantes.

- Eso me suponía- dijo Dumbledore.

- Ahg…- Crabbe empezaba a recobrarse de la pócima de la verdad.

- Mejor dormirlo y luego hacerle olvidar todo lo que ha visto y escuchado esta noche. Como si nada le hubiera pasado y luego dejarlo donde lo encontraron Hermione y Luna- dijo Lupin.

- Antes de eso, dejadlo solo dormido, hay que utilizarle ya que está aquí…- dijo pensativamente el director.

Con un movimiento de varita Crabbe quedó sumido en un profundo sueño. Fue trasladado a otra sala, y los demás se quedaron allí.

Los mayores se quedaron a un rincón con Dumbledore y Mcgonagall hablando sin que los otros les escucharan.

Hermione estaba apoyada pensativamente en la pared junto a Ron. Este solo miraba de reojo a su amiga, suponiendo el sin fin de cosas que le rondarían la cabeza.

En el otro extremo Harry pasaba su intensa mirada entre el grupo de magos adultos y sus amigos. No se daba cuenta que Luna también lo miraba, pero ella era los suficientemente sensata para no interrumpirle cuando estaba sumido en sus preocupaciones.

Ginny, sentada en la mesa, solo apoyaba su cabeza sobre sus manos y esperaba a ver lo que iba a pasar.

Tras un largo momento de silenciosas discusiones y quejas los mayores se separaron, pareciendo que habían llegado a una conclusión.

- Por favor, profesor Dumbledore, que vamos a hacer ahora con este asunto?- dijo Harry.

- Oh por Dios, Harry, ya no soy tú profesor, llámame como los demás- a esto Harry sonrió tímidamente- bueno, para ser sinceros esperaba que algo como esto ocurriese. Ahora debemos aprovecharlo. Como no podemos saber lo que está ocurriendo dentro de los magos tenebrosos ni tampoco su localización, deberemos utilizar un infiltrado. El problema es que nuestro espía ya…

- Lo conocen…- dijo una fría voz que acababa de aparecer por la puerta. Severus Snape había llegado- habrá que buscar otra alternativa, aunque será difícil.

- Entiendo.- Ron miraba extrañado la conversación tras la contestación de Dumbledore.

- Un momento- interrumpió el pelirrojo- por qué es tan difícil encontrar un nuevo espía? Cualquiera de  nosotros hemos sido entrenados para esta situación.

- No es tan sencillo Ron- dijo Lupin- la mayoría de los magos tenebrosos tienen esencia Slytherin, incluso en la sangre de Colagusano había. Aquí nadie tiene esa esencia.

- Yo sí- dijo al instante Harry- Voldemort dejó parte de su poder en mi, ya sabéis que le Sombrero Seleccionador me hubiera puesto en Slytherin si no le hubiera pedido que me pusiese en Gryffindor, incluso hablo lengua parsel.

- Eso ya lo habíamos pensado Harry- dijo Dumbledore- pero para Lord Voldemor, es muy fácil saber quien eres, recuerda que sus emociones y las tuyas están conectadas. Aunque recurrieras a la Poción Multijugos, no te serviría para nada.

Harry inclinó su cabeza resignado, pero algo se le paso por la cabeza en ese mismo instante, algo que también le pasó a Ron y miró asustado a la persona que tenía más cerca, la misma que ya había dado un paso adelante para dirigirse a los demás:

- Yo lo haré- dijo Hermione- mi situación es parecida a la de Harry, pero Voldemort no  me pasó ningún poder, sino que tengo algo de la esencia de él…por lo menos…lo que me alcanzó del hechizo- dijo esto en casi un susurro, recordando quien había tenido que alcanzar el hechizo al completo.

- NO, ELLA NO LO HARÁ- dijo Ron interponiéndose entre los demás y Hermione.- la descubrirán, y si lo hacen…la matarán.

Dumbledore los miró tristemente, pero sabía que no había ninguna otra opción. Los demás también lo sabían.

- Ron…- dijo tranquilamente Hermione- tengo que hacerlo, para esto he sido entrenada en todo tipo de magias, incluso a dominar la magia oscura. No me pasará nada mientras no me descubran. Estoy preparada para cumplir mi misión, Dumbledore.

- Suponía que dirías esto- dijo intentando sonreír el anciano mago.

- Ahora el problema que tenemos que solucionar es tú apariencia- dijo Tonks- pero de eso ya me encargo yo. Por lo menos en tu pelo, porque en lo que respecta a tu rostro…

- No podemos emplear la poción Multijugos, sería demasiado arriesgado convertirla en otra persona, y depender de ella para convertirse sin ser descubierta. La poción no es muy duradera- dijo Moody recordando su altercado en el cuarto curso de Harry.

- No os preocupéis, yo me encargaré de su aspecto.- dijo Dumbledore- Severus, tendrás que preparar varias pociones que le puedan ser de utilidad.

- Muy bien- y Snape desapareció de la misma forma como había aparecido.

Mientras tanto, Harry seguía observando a Hermione, que culpable se sentía, todo era culpa suya, ella no estaría en esa situación si la maldición no hubiera rebotado en él.

- Mione….- dijo Harry- yo…yo…siento tanto que tengas que pasar por esto.

- Nunca has tenido la culpa de todo aquello, Harry- dijo la joven- si no hubiera rebotado, tú estarías muerto. Es mejor que las cosas hayan salido así.

- Pero ahora, tú estarás en peligro- se incorporó a la conversación Ron.

- No os preocupéis tanto por mí, ya no soy una colegiala, y no he estado preparándome todo estos años para volver a quedarme quieta mientras los demás ocupan el lugar que tendría que estar yo.

- Esta bien…se que no cambiaras de opinión- dijo Harry.

- Pero, en cualquier indicio de que estás en peligro, abandona la misión, entiendes?- dijo enfáticamente Ron.

- Descuida.

Tras la corta conversación Hermione fue a recoger varias cosas a su habitación, pero fue seguida por Ginny.

- Tendrás cuidado, verdad Hermione?- dijo tímidamente la pequeña.

- Claro que sí- pero no era muy convincente esta respuesta.

- Tienes que entender una cosa- dijo mirándole ahora fijamente a los ojos- siempre tendrás a personas esperándote aquí, recuérdalo. Especialmente…

- Lo sé Ginny, lo sé- dijo tristemente Hermione.

Una vez despedida a su amiga, se preparó a ponerse lista para el duro trabajo que le había sido encomiado. Se cambió de ropas, las que ahora llevaba eran demasiado muggles. Abrió su armario y no encontró mucha cosa que le pudiera servir. En ese momento alguien llamó a la puerta. Era Luna:

- Venía a darte esto, puede que te sirva- dijo la chica entregándole un largo vestido negro.

- Gracias Luna, es lo que necesitaba, pero no lo necesitarás?

- Hace tiempo que no utilizo ese tipo de ropa, quédatelo.

- Muchas gracias- dicho esto empezó a ponérselo, Luna le seguía mirando. A Hermione siempre le habían puesto nerviosa las típicas miradas que demostraba Luna, nunca conseguía saber en lo que estaba pensando. Pero esta vez, de nuevo como había pasado mientras estaban en la calle, Luna tuvo que decir lo que pensaba.

-   No encontrarás lo que estas buscando Hermione- dijo tranquilamente sin apartar los ojos de la chica.

- Como?- dijo desconcertada- a que te refieres?

- A lo que has estado buscando estos tres años- dicho esto abandonó la habitación, dejando a una extrañada Hermione.

Cuando se hubo puesto el vestido, se miró al espejo. Esa ropa no  pegaba mucho, le hacía parecer más siniestra de lo que se había convertido, su mirada decaída, sus visibles ojeras, su rostro pálido, sus cabellos cayendo sobre su cara.

- Ahora si que eres distinta- se dijo a sí misma.

Miró hacia la ventana y recordó las palabras de Ginny hacia unos instantes. Dejando todo listo  se encaminó hacia otra habitación, suponía que él estaría allí.

- Puedo pasar?- dijo en un susurro.

- Ya sabes que sí- contestó girándose Ron a contemplarla.

Su cuerpo se vislumbraba por la luz de la luna. Ella se le quedó mirando por un momento. Cuanto había madurado aquel chico, cuanto había crecido. Su alta figura, ahora tan atlética,  su rostro, más endurecido pero las ligeras pecas que lo adornaban le hacían tener un semblante algo infantil. Sus cabellos, ahora parecían más rojizos que nunca, y sus ojos… tan profundos, llenos de dulzura, calor, cariño.

Por esos pequeños segundos de silencio sobraron las palabras que tuviera que decirle el chico, pero de igual modo ella se acercó a él.

- Te ves distinta con ese  vestido- dijo haciendo una mueca divertida.

- Bueno, no estoy echa para llevar esta clase de ropa- dijo tranquilamente.

- Pero te ves linda- dijo mirándola profundamente.

- No quiero que hagáis ninguna tontería ni tú ni Harry para venir a por mí- dijo intentando evitar el tema de su aspecto- yo estaré bien.

- Pero…- su replica fue apagado por el dedo de Hermione que ahora estaba plantado su boca. Poco a poco su mano empezó a acariciar su mejilla.

- Siempre has sido tan bueno conmigo…- empezó a decir, Ron alargó su mano para acariciarle la suya -…a pesar de que siempre que podíamos discutíamos por tonterías- intentó sonreír, pero un sabor amargo se apoderaba de ella.

- Tú también lo has sido…y…no importa lo que haya pasado…yo siempre estaré aquí para ayudarte.- dijo poniéndose serio.

Hermione intentaba decirle tantas cosas a Ron, pero no podía, no quería seguir haciéndole daño. Ella había sido una egoísta y no podía seguir así con alguien como él.

- Quiero que sigas adelante…- dijo intentando separar su mano de la mejilla de él, pero él se lo impidió.

- Esto parece una despedida trágica…- dibujo una ligera sonrisa-… vas a volver, y todo será mejor.

- Pero…- ahora fue él el que le impidió seguir pero esta vez con un beso, ligero pero que demostraba todo lo que sentía. Ella no lo respondió.- Oh, Ron…

- Vuelve pronto- y él se giró hacia el balcón. Ella le miró por última vez y abandonó la habitación. Pero antes de eso, Ron dijo- Espero que encuentres lo que has perdido. Lo deseo de todo corazón.

De nuevo, desconcertada por esas palabras contrariadas a las de Luna le sorprendieron, y sonriendo ligeramente:

- Hasta luego, Ron- y Hermione abandonó el refugio que había sido aquella habitación para ella.

En el salón la esperaban todos. Dumbledore la hizo colocarse en medio de ellos.

- Ahora, no te muevas, veamos si mi faceta de artista no se ha quedado pasada de moda- dijo intentando ser divertido Dumbledore, pero en ese momento nadie reía, sino que miraban atentamente el pequeño cuerpo de Hermione, tan tranquila pero interiormente llena de tensión. – Intra canviaren!

 Un haz de luz muy potente rodeo a Hermione, una sucesión de humos invadieron la estancia, todos se apartaron ligeramente, y poco a poco el humo se disipó y la luz cedió.

Todos miraron atentamente la silueta que empezaba a tener forma.

- Hermione!!- exclamó Ginny llevándose  las manos a la boca- te ves tan…

- Distinta- terminó Luna.

Hermione se giró lentamente y se miró al espejo más cercano. Su cara se convirtió en el reflejo de la sorpresa. Colocó una mano sobre el cristal para estar segura que la cara que estaba viendo era la suya.

- Cien centellos…- dijo observando su nuevo rostro. La piel, como la nieve, sus labios algo más gruesos que los de ella, su nariz, pequeña y ligeramente inclinada hacia arriba le hacía tener un porte más distinguido. Pero sus facciones eran más afiladas, más endurecidas. Pero….- mis ojos… siguen siendo los mios.

- Así es…- dijo Dumbledore- quería que por lo menos, cuando te miraras en un espejo recordases quien eres en verdad.- le guiñó un ojo en forma de complicidad.

Tonks se abrió paso entre los demás y alzó su varita.

- Muy bien, ahora me toca a mí.

- Por favor, Tonks, no me hagas un extraño pelo como lo haces con el tuyo. Nada de colores extravagantes.

- Oh, querida, no sabes valorar mis encantos- una mirada acusadora de Mcgonagall hizo que se callara y que empleara el hechizo que cambiaría el pelo de la chica.

Hermione en un momento se encontró con un largo cabello que caía haciendo pequeños bucles sobre sus hombros, y de un color negro azabache muy profundo.

- Te ves muy hermosa Hermione.- dijo Harry- así no se preocuparan de si eres enemiga o aliada, solo se tendrán que fijar en ti y lo olvidaran por completo.

- Venga Harry, las cosas no son así…- intentó evitar la mirada de Luna, aunque sabía que aunque la hubiera mirado no le habría expresado nada.

Snape apareció y le entregó una pequeña colección de unos brebajes que le resultarían muy útiles, cogió su mochila que tenía bien preparada. Junto a Lupin y el cuerpo inconsciente de Crabbe se iban a dirigir donde lo habían encontrado horas antes.

- Esto…- empezó a decir Harry-…ten cuidado.

Hermione no contestó a esto, sino que se encaminó rápidamente a su amigo y lo abrazó fuertemente- siempre lo tengo. Por favor despídeme de Ron.

Se despidió de Ginny, que esta no pudo evitar no llorar, y de Luna, que esta no demostró mucho apeno, a pesar de que le tenía mucho afecto.

- Hermione, ya sabes todo lo que tienes que hacer- empezó a decir Dumbledore- en cuanto puedas vendrás y nos informarás o ya intentaremos localizarte a ti.

- En cuanto sepa el lugar donde estemos, os lo informaré- dijo seriamente- y ahora, me voy. Nos veremos luego.

Y de nuevo, en el abrigo de la noche, desapareció Hermione.

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El suelo era frío, cosa que hizo desperezarse a Crabbe. Se levantó rápidamente, miró al cielo, para su fortuna todavía era de noche.

No recordaba como había llegado al suelo, pero intentaría evitar ese comentario. Tenía que encontrar al mensajero que necesitaba.

Una presencia tras de él le hizo dar un respingo:

- Disculpa…- dijo a desgana la joven.

- Qué quieres?- dijo sorprendido Crabbe al ver a aquella misteriosa mujer encapuchada.

- Pues lo mismo que tú…- dijo de nuevo con ese tono arrogante- llegar hasta tú Maestro. Creo que buscáis a gente como yo.

- Quieres decir que tú eres…- empezó a decir, a lo que ella asintió- tú nombre?

- Fraser…Ilona Fraser. Ahora llévame hasta el Maestro.

Las siluetas de Crabbe y Hermione abandonaron el lugar. Desde un arbusto alejado se encontraba Lupin observándolos.

- Ahora es nuestro turno.

-----------------------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO--------------

Vale, puede que os hayáis aburrido en este capítulo, pero no puedo hacer pasos agigantados en la trama.

Me da muchísima pena Ron, pero jo, es que siempre lo trato igual, se supone que me gusta este personaje, pero jo….bueno…espero que os haya gustado este cap.

BB: hola wapisima! Gracias por dejarte caer por aquí, como siempre. Como pasa en estos casos no te voy a adelantar nada, todo es un misterio, porque ademas no adelanto cosas porque puede ser que llegado el momento las cambie. Asi que, nos esperaremos todas a ver que dice mi cerebro. Besos y sigue ahí.

Koré: mi pequeña y adorable sangre sucia, juas juas, me alegro que te guste mi fic, y porque yo me menta contigo un poco eso no quiere decir nada, verdad? Lo digo por cierta historia de una atractiva sangre limpia que perseguia una gomina, jejejeje. Muchos besos y continua tu fic. Ya sabes que yo puedo ser muy mala y muy triste, que menos se podia esperar de mis fics. Besinhos.

Lolit: gracias por tu review, y si, es un poco oscuro mi fic, ya me encargare de iluminarlo, eso espero, jejejeje. Besos.

Gracias por vuestros reviews, cualquier duda, sugerencia, cartas asesinas, cualquier cosa, ya sabéis….

Bueno, hasta el próximo cap.

Muchos besos y nos leemos.

Shiro.