5.  Entre recuerdos

- Dra…Draco Malfoy!!!- dijo casi sin habla Hermione.

- Mmm hacía tiempo que no escuchaba ese nombre- una mueca de desagrado apareció en su rostro-  Pero lo que me pregunto yo es, como tú lo sabes, porque no hay duda que me acordaría de ti.

No había duda, no para Hermione, aquellos cabellos que relucían en la oscuridad como rayos de la luna, aquella sonrisa irónica siempre dibujada en su rostro, y sus ojos…ahora tan fríos, pero de un color grisáceo que penetraban hasta lo más profundo. No se lo explicaba, porque él estaba allí, tendría que estar Lord Voldemort, por qué estaba Draco Malfoy ocupando su lugar?

Se daba cuenta que ahora la estaba observando fijamente esperando una respuesta. Intentó buscar cualquier cosa que le sirviera.

- Los Malfoy siempre han sido muy famosos entre nuestros grupos, y claro esta, que su heredero no era menos. – intentaba esconder las manos bajo la capa para que no se dieran cuenta que estaba temblando, pero él no lo pasó por alto, porque miraba en dirección a ellas y sonría más ampliamente.

- Comprendo. Pero siento comunicarte que ya no hay ningún heredero para los Malfoy. No que yo sepa.

- Como?- lo dijo en voz alta sin darse cuenta. No entendía. Pero si él estaba allí, era él, sin duda. No entendía lo que estaba diciendo.

- Basta de preguntas!- alzó la mano indicando su afirmación- ahora la cuestión que me está interrumpiendo es, señorita Fraser, quien es usted verdaderamente.

Hermione se puso tensa, era evidente que algo no cuadraba.

Se dio cuenta que él se puso serio y la observaba de una forma que la incomodaba demasiado. Entonces, tan rápido como se puso serio, volvió a su posición anterior y ahora sonreía.

- Bueno, parece ser que sí que es de los nuestros, por lo menos externamente- que había echo? Como podía afirmarlo?

Decidió sofocar todas sus sospechas y preguntar, lo malo es que lo más seguro fuera que no le gustase la respuesta.

- Entonces, usted es el Maestro?- otra amplia sonrisa evadió toda duda- pero yo pensé que… ya sabe…el Señor…

- Voldemort? Ibas a preguntar por él, no es cierto?- no hubo respuesta por parte de Hermione, sino un asentimiento de cabeza- ahora  él único al que tienes que complacer y obedecer, ese soy yo. Yo seré tu Maestro, tú protección, tú refugio. Y tú me lo compensarás poniéndote a mi servicio y orden. No creo que haya ninguna duda, verdad? Ilona?

- No, mi Maestro- se inclinó ligeramente y le observó, pero no hubo cambio de expresión, sólo una sonrisa tan fría que a Hermione le entraron escalofríos.

- Retírate, ya te haré llamar- esta vez a Hermione no le gustaron estas palabras, pero Colagusano le indicó que debía salir de allí, dejando de nuevo a Pansy en el interior de la habitación.

Casi tan silenciosamente como habían llegado a esa sala, se encaminaron hacia su habitación.

- Ya es tarde, señorita Fraser- dijo Colagusano abriéndole la puerta- pronto tendrá la cena, descanse, mañana tendrá un duro día- una mueca divertida se dibujo en el hombre bajo. Hermione le miró como si de un vil insecto se tratase. Él lo pasó inadvertido.

Ahora se encontraba en el interior de su cámara, solitaria, silenciosa, allí podría situar sus pensamientos ordenadamente.

Qué es lo que estaba ocurriendo allí? Era ahora Draco Malfoy el cabecilla de todos los mortífagos? Pero por qué? Donde colocaba esto a Lord Voldemort? Y lo más importante… cómo era posible que Draco Malfoy sobreviviera al Avara Kedavra…él estaba allí, a unos cuantos pasillos de su habitación… pero por qué había dicho que ya no quedaba ningún heredero de los Malfoy, si él era uno de ellos?

Esa mirada era distinta, pero al fin y al cabo, era él.

-…él está vivo…- suspiró Hermione cerrando pesadamente los ojos.

*************************************Tres años atrás**********************

Los pasillos de Hogwarts eran un hervidero de gente corriendo arriba y abajo. Hermione corría en dirección contraría a la que iban los más pequeños.

En la entrada de un aula vio a Harry.

- Harry!!!- gritó ella en su dirección- es cierto? Ellos vienen?

- Sí Hermione- asintió nervioso- nos lo han confirmado. Voldemort se dirige al castillo con todo su ejército. Dumbledore nos está organizando.

- Dónde tengo que ir?

- Tú eres prefecta Hermione- dijo mirándola a los ojos- debes conducir a los más pequeños a las mazmorras.

- NO! Yo estaré con vosotros, no me he estado entrenando tan duramente junto contigo y Ron, para quedarme de brazos cruzados…

- Pero Hermione…- no pudo continuar, la chica había salido corriendo en dirección a las escaleras principales.

A su paso se encontró con muchos compañeros de séptimo curso, y vio a Pansy Parkinson discutiendo con varios alumnos para que la dejaran en paz por pedirle ahora consejo. A pesar de que era prefecta de Slytherin, no asumía muy bien su cometido.

Al girar la esquina se encontró con Draco Malfoy que estaba discutiendo también, pero con Crabbe y Goyle.

- Es que sois sordos? – dijo apretando los puños a sus costados- no necesito que vengáis conmigo, tenéis que ir junto a los demás. Vamos!!

Ellos no contestaron, se limitaron a mirarlo y no abandonar aquel lugar.

- Oh Draco!!- empezó a decir Pansy triunfalmente- comprendes lo que va a pasar? Hoy por fin… hoy es el día…

- Aparta Parkinson!!- y apartándola ligeramente intentó dejar atrás a sus compañeros.

Al girar la esquina chocó bruscamente con Hermione que todavía seguía escondida allí.

- Maldita sea, Granger!!!-dijo tocándose donde había aterrizado su cuerpo en el suelo- es que no tienes otra cosa que hacer, que estar escondida detrás de las paredes?

- Eres prefecto Malfoy!!! Qué haces que no ayudas a los de tú casa?- no podía evitar tener esa pizca de mandona que siempre la identificaba.

- Lo mismo pregunto yo- dijo él sin perder su sonrisa irónica, aun estando en aquella situación.

- No tengo tiempo para perderlo con alguien como tú- levantándose rápidamente hizo indicio de abandonar aquel lugar.

Pero Draco se lo impidió.

- A dónde crees que vas, eh?- dijo serio sin soltarle el brazo.

- Ah ya veo lo que intentas hacer… sabes lo que está pasando y quieres estar en primera fila, verdad?- dijo de una forma tan arrogante como podía, pero el temblor de su cuerpo aumentaba por momentos.

- Dios, todavía estás con esas?

- Como quieres que no lo esté siendo tú hijo de quien eres?

- Siempre igual, serás …

- Sangre-sucia? Hacía tiempo que no me lo llamabas, pero si me disculpas- de un manotazo se soltó del muchacho, dejándolo lleno de rabia y frustración.

Llegó al fin a su destino, el Gran Comedor, allí se habían agrupado todos los aliados de Dumbledore.

Ella posó su vista en Ron que se encontraba junto a su hermano Charlie.

- Ron!!- gritó corriendo al lado de su amigo.

- Pero Hermione, que diablos estás haciendo aquí- dijo a la vez tan sorprendido y enfadado- te dejé bien claro lo que quería que hicieses.

- Eres como Harry, no pienso aguantar todos vuestros sermones, yo…

No pudo terminar la frase, entrando en la clase corriendo llegaron Harry muchos estudiantes de séptimo y algunos de sexto, cosa que irritó a los Weasley al ver a su pequeña Ginny.

Dumbledore estaba rodeado por la Orden del Fénix, encabezando a los demás que allí se encontraban, no eran muchos los  que se habían podido reunir allí, pero si lo suficientemente poderosos para que al enemigo no le resultase tan fácil seguir.

Por entre la puerta aparecieron muchos alumnos de Slytherin.

- Como me suponía…- dijo Harry-… las ratas salen de su cueva cuando vienen sus papas…

- Tienen que recibirlos con todos los honores, no?- dijo con una mueca Ron.

Hermione se encontraba detrás de ellos dos, era evidente que sus amigos no iban a permitir que ella se enfrentara primero que nadie a los enemigos.

Entonces ocurrió, una sucesión de magos vestidos de negro aparecieron en la sala, estruendosamente se colocaron alrededor de algo que no se podía ver a simple vista, pero no hacía falta decir quien era:

- Voldemort…- dijo Lupin.

El Señor Tenebroso levantó la vista y miró a Dumbledore con una sonrisa dibujada en su cara.

- Nos volvemos a encontrar, Dumbledore- su voz era espeluznante, sus palabras cortaban el aire.

- Hubiera preferido que no hubiera sido así, Tom- dijo tranquilamente el director, pero su voz estaba llena de ira.

Hogwarts era ahora terreno de batalla, y la lucha había empezado.

Vuelo de varitas, hechizos lanzados a los cuatro vientos, cuerpos de ambos lados caían. Entre la confusión y el miedo Hermione se había quedado rezagada en el mismo lugar que había estado en un principio, pero ahora ya no estaban delante de ella Harry y Ron.

Luchó con varios alumnos de Slytherin, dos mortífagos habían intentado atacarla… era un buen blanco para todos aquellos…ella era una sangre.sucia…

Entonces, por una esquina entró Draco, nadie se dio cuenta de que él estaba allí, hasta que llegó junto a Hermione.

- Siempre en el lugar inoportuno, eh Granger?- Hermione se asustó de aquella presencia tan próxima a ella y apuntó su varita contra él.

- Sabía que al final te mostrarías…- dijo con un temblor en su voz.

Él, en un rápido movimiento le arrancó su varita y la sujetó de nuevo por el brazo.

- Contrólate un poco, no es bueno perder los nervios en estas situaciones, no?- dijo sarcásticamente.

- Eres un maldito…- antes de que pudiera darle una bofetada la voz de Harry los interrumpió.

- Malfoy!!! Te dije que no vinieras.

- Lo siento Potter, no me gusta perderme las fiestas- dijo encogiéndose de hombros.

Para sorpresa de Hermione, Draco le devolvió la varita y se quedó allí, junto a ella. Pero no atacó a nadie, simplemente se quedó allí.

Cuando al fin comprendió, que podía caber la remota posibilidad de que él allí no había ido a pelear contra ellos, vio algo que le hizo perder la concentración…

- HARRY!!!

Voldemort había acorralado a Harry, y nadie se había percatado de ello. Ella intentó gritar, pero lo único que pudo hacer fue caminar despacio hacia donde se encontraba su amigo, empezó a alzar su varita. Cuando Ron se dio cuenta que Hermione estaba avanzando hacia Voldemort dejó lo que estaba haciendo y le llamó desesperado.

Fue cuando Draco se dio cuenta de lo que estaba haciendo la chica y sin pensarlo fue hacia ella.

- Estúpida niña…

Voldemort alzó la varita contra Harry y pronunció su:

- Avara Kedavra

Hermione vio como el resplandor verde se dirigía hacia su amigo, y como este, sin explicación alguna, rebotó.

Ella lo vio venir, no podía apartarse, sus piernas no le respondían. Lo siguiente que recordaba era:

- HERMIONE!!

Un cuerpo la había tirado al suelo y la envolvió, pero notó como un impacto vino hacia ellos, un resplandor verde nubló toda su vista, lo poco que podía escuchar un grito de angustia, a Ron llamándola y lo que no pudo sentir, era la respiración de aquel cuerpo que todavía la cubría.

La oscuridad la envolvió.

**********************************En la actualidad*************************

Un golpe en la puerta le hizo volver en sí.  La abrió y se encontró con dos grandes ojos que la observaban.

- Su cena señorita- dijo el elfo doméstico, y tras esto desapareció.

Esto era el colmo, ahora también tendría que aguantar la esclavitud de los elfos domésticos, pero no podía hacer salir su parte de defensora de estos seres, sería demasiado sospechoso.

Dejó la bandeja sobre el escritorio y se miró en el espejo. No se había dado cuenta que por su mejilla estaba el rastro de una pequeña lágrima.

El recordar el pasado la había turbado. Había sido tan cobarde…

Un incómodo sueño la hizo despertar, suponía que era de día, pero quien podría saberlo si allí no se veía el sol?

Intentó recordar aquel sueño, pero solo sabía que no era agradable.

Se vistió y se arregló un poco. Todavía le era extraño reconocerse delante de un espejo, pero debía reconocer que su aspecto era muy elegante y tenía cierto encanto. Llegaría, lo más seguro, a envidiar ese rostro.

Alguien entró sin llamar, y ese alguien hizo que se estropeara por completo la mañana de Hermione.

- Veo que eres madrugadora, Ilona- Pansy Parkinson seguía llevando el mismo vestido que le había visto la noche anterior.

- Si tienes que decirme algo, dilo y márchate, no estoy para charlas matutinas- parecía que un dolor de cabeza terrible acechaba.

- Ya veo- una sonrisa satisfactoria se dibujo en la chica, cerró la puerta y se sentó en el borde la cama, Hermione la observaba a través del reflejo del espejo- muy bien, iré al grano. Hoy serás llevada frente a nuestro Maestro, allí te será impuesta la prueba de mostrarle tus poderes- Hermione seguía mirándola con indiferencia, no le decía nada que no hubiera supuesto antes- y ya sabes lo que conllevará conseguir su plena confianza, no?- una mirada pícara se reflejaba en el cristal.

- No se a que te refieres- dijo sin apartar la vista del espejo.

- Jajajaja- una risa molesta, esa risa que había aborrecido años atrás en su vida de colegiala- yo te daba como más inteligente, Fraser. Al fin y al cabo es todo un honor complacer a tu Maestro, pero debo decirte…- y en esto se le borró toda sonrisa-…que no importa cuantas hayan podido conseguir su confianza, yo sigo siendo la que más cerca está, entiendes?- los celos reflejaban su rostro, cosa que le hizo gracia a Hermione.

 Enseguida entendió las frases de la chica y la rabia le llegó a las orejas. Eso quería decir lo que había entendido? Tendría ella que… no nunca.

- Me quieres decir, …Pansy- que extraño se hacía este nombre en su boca- que debemos complacer a nuestro Maestro de la mejor forma posible?

Pansy la observaba pero no respondió, eso le quitaba toda duda a Hermione. Pero otra pregunta le surgió, algo que ella misma se había estado preguntando la noche anterior y no conseguía entender. Intentando no levantar sospechas dijo:

- Tú conociste a Draco Malfoy, verdad? Todos vosotros ibais a Hogwarts- la chica no respondió, una fría mirada atravesó la habitación hasta el espejo y Hermione se estremeció al verla. Inmediatamente Pansy se levantó,  giró a Hermione de su silla y la miró fijamente sin sonreír.

- No lo recuerdo…Yo sirvo a mi Maestro, él es todo para mí. Y si me disculpas tengo que ir a cambiarme.

Con un portazo salió de la habitación. Hermione seguía mirando la puerta sumida en sus pensamientos.

Había allí algo que nadie le había explicado y eso le comía por dentro.

Que había pasado allí en esos años?

Otro individuo más llamó. Pero es que no tenían otra cosa que hacer que molestarla?

- Buenos días, princesa- Zabinni volvía a las andadas.

- Oh, tú no, vete ahora mismo de aquí- dijo levantándose furiosa. No iba a permitir que aquel le acosara de buena mañana.

- No me iré sin ti, pequeña, el Maestro requiere tú presencia- no le quedó más que seguirle.

Iban caminando, y Hermione lo observaba por el rabillo del ojo y allí estaba él, sonriéndole como un idiota. Algunas cosas era inaguantables.

- Espero que vengas preparada- dijo sonriéndole- suele ser duro con los hombres, pero creo que con las mujeres se toma …otras molestias.

- Ya vino a advertirme Parkinson, gracias – dijo ella alzando la barbilla.

- Oh, ya veo. Te tendría que decir que ella ha hecho lo mismo con todas las nuevas que vinieron.

- Y ellas que dicen después de la prueba?- dijo mirándolo con curiosidad.

- Nunca hablan de ello- dijo colocándose las manos detrás de la cabeza- puede que no quieran enfrentarse con la ira de Pansy.

A Hermione le incomodaron sus risas. Pero en ese momento se concentró más en lo que vendría ahora. Estaría completamente sola con Draco, y estaría a su merced. Pero, estaría al nivel de magia para superar las expectativas de aquel individuo que a todos llamaban Maestro? 

Donde, estaba entonces aquel chico que siempre se metía con ella y con sus amigos, que había pasado que la mismísima Pansy Parkinson decía que no lo recordaba?

No le dio tiempo a pensar en más. Se encontró de nuevo frente a la puerta misteriosa que no le dejaban ver, donde el olor a azufre mezclado con algo que no reconocía le hacía recordar a algo…

Pero esta vez no se detuvo, siguió hasta la gran puerta de piedra, y en la entrada Zabinni la despidió.

- Buena suerte, princesa- y con un gesto de la mano se despidió, pero antes se dio la vuelta y la observó detenidamente, Hermione lo miró llena de duda.

- Qué quieres?- dijo echándose atrás.

- Me preguntaba si me darías un beso de despedida- dijo haciendo un gesto curioso con los ojos.

Hermione se giró bruscamente y se adentró a la gran sala, cerrándo la puerta en las narices  a Zabinni.

La oscuridad volvía a ser la protagonista en aquella habitación. Pero algunas velas iluminaban pequeños espacios. Pero la atención de Hermione se centraba exclusivamente en la figura sentada al fondo.

Él se levantó, abandonó su lugar, y muy decididamente pero despacio se fue aproximando a Hermione.

Su corazón palpitaba rápidamente de los nervios, esperaba que él no lo notara. Pero era casi imposible, ya que volvía a sonreírle de una forma tan satisfactoria que parecía que hubiera ganado sin antes pelear.

Se quedó plantado frente a ella, en un gesto que Hermione no pudo ver, su varita había acabado en manos de las de él, y muy caballerosamente se la entregó.

- Muy bien…empecemos.

-------------------------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO----------------------

Cuantas cosas dejo en el aire por diox. Bueno espero que no os haya decepcionado este cap, la verdad es que me costó un poco trabajarlo, pero nada que fuera imposible para mi, juas juas.

Pues lo de siempre, muchos besos y gracias por los reviews enviados:

BB: Hola wapisima. Creo que te salieron un montón de dudas en como dejé el anterior cap. La verdad, me emociona mucho que te esté intrigando, pero espero que en los próximos capitulos tus dudas sean resueltas. Muchas gracias por tu apoyo y espero que te siga gustando. Un besazo.

Lolit: Que tienes el cerebro quemado? Jejeje Gracias por tus reviews,  me encanta que te esté gustando, espero que sigas intrigada y lo continues leyendo con ese interés. Muchos besos.

Koré: Ay mi pequeña! Mira que opinar en el anterior review este cap. Pero ese es el problema siempre de tener la exclusiva, que ya no sabes cual subo y cual no. Pero tienes que opinar otra vez de este, y no te confundas con el siguiente, jejejeje. Muchos besos y sigue estando ahí. Nos vemos prontito y seguiremos haciendo planes para nuestro año loco.

Rosa: Por fin te tengo en estos lares. Siempre opinando sobre lo que te gustan mis fics, pero como no tienes internet nunca te incluyo. Pero eso ha cambiado, jejeje. Gracias por ese entusiasmo tan enorme que muestras por mis historias, sin gente como tú este fic no sería posible, porque no habría gente que me apoyara tanto a continuar. Muchos besos y ya sabes, sigamos planeando nuestra locura de junio. Nos vemos wapa.

Bueno pues eso es todo por ahora, una gran besos a tod@s los que estais leyendo esto y dejadme siempre vuestras opiniones y sugerencias. Y cualquier duda, ya sabeis.

Un besinho muy grande.

Shiro.