8. Entre niebla y sueños
- QUÉ??- dijo Harry alejándose rápidamente de Hermione y abriendo los ojos como si hubiera visto un fantasma- pero…él se suponía…no puede ser…cómo?...por qué?
Hermione no contestó, se dirigió a la ventana, y observó al exterior. Era de día, pero esto no la tranquilizaba, en la otra parte de la habitación, seguía Harry, seguía apoyado, observando al vacío, pero esperando una respuesta de su amiga.
- Hermione?
Al final la muchacha reaccionó, y se giró a observar a Harry, se había olvidado que su amigo estaba en la habitación.
- No se nada, Harry. – dijo ella en un susurro- no he conseguido averiguar que ha pasado con él. Simplemente estaba allí.
- Pero, y eso es todo? – decía el chico desconcertado- no te dijo nada, no le dijiste tampoco a él nada?
- Harry, la verdad es que, no entablamos una conversación demasiado…no se, no pude averiguar nada de lo que le ha pasado, pero pude comprobar por un instante que algo del Draco Malfoy que conocimos, aún perduraba.
- En qué lo notaste?
- Simplemente lo noté.
Harry se quedó mirando a Hermione, reconocía esa expresión de su amiga, a pesar de tener otro aspecto. Entonces se volvió a aproximar a su amiga, y le colocó una mano en el hombro.
- Herms, creo que no es prudente que sigas con esto adelante…- delicadamente, ella se liberó del contacto de la mano de su amigo.
- Suponía que ibas a decir esto, pero no voy a dar marcha atrás, y espero que tú me apoyes, no me gustaría que los demás se enterarán ahora de esto, solo por ahora. Tengo que averiguar más cosas y lo que menos necesito ahora es que me presionéis.
Harry dejó ir un leve suspiro, y asintió levemente con la cabeza. Hermione dejó salir una pequeña sonrisa complacida.
- Voy abajo a hablar con los demás, nos vemos luego Harry, y…gracias.
Él no contestó. Hermione salió de la habitación, pero detrás de la puerta alguien había estado escuchando la conversación. Ella lo vio, pero no se sorprendió.
- Ron…
- Espero que sepas que estás haciendo, Mione.
- No te preocupes por mí, estaré bien- y rozándole ligeramente la mano, se marchó del pasillo, dejando a un chico pensativo.
- Eso es imposible para mí.
Mientras se marchaba, Hermione estuvo pensando sobre la explicación que le había dado Harry, sobre el cambio de Draco.
- Él empezó a cambiar a partir del sexto curso- se decía a si misma- algo debió de ocurrirle que permitiera este cambio de actitud…pero, para ser honesta, algo si que había notado, ¡claro que lo había notado! él…era distinto, a pesar de todo esto, lo que me hace pensar es, qué pasó en sexto curso que hizo cambiar a Draco Malfoy?
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Por la longitud del camino, supuso que era un pasillo, aunque una niebla mortecina inundaba el ambiente. Pequeñas señales de luz, podrían ser antorchas, pero no se veía nada bien.
Caminó recto, aunque no era dueño de sus movimientos, era ver un escenario a través de los ojos de de otra persona.
Al fin llegó a una puerta, la abrió sigilosamente, supuestamente para no ser descubierta su presencia. La niebla lo inundaba todo, tenía que esforzarse mucho para diferenciar lo que estaba viendo. Algunas mesas, sillas, estanterías, armarios, calderos…
Se dirigió a un armario alejado, estaba en una esquina, detrás de una mesa más grande que las demás.
Lentamente abrió la puerta del armario, notó como se caía y el frío y duro suelo. Su cuerpo temblaba, no podía moverse. No diferenciaba lo que tenía delante de él, pero aquel cuerpo tenía miedo, mucho miedo.
Tras unos leves instantes, el cuerpo cesó de temblar. Silencio…
- No hay que avergonzarse por tener miedo. Es normal temer a la soledad.
Rápidamente volvió a la realidad. Abrió violentamente sus ojos, todo estaba en calma, aquella lúgubre sala estaba vacía, y él se encontraba tendido en su gran sofá.
- Diablos, fue un sueño?- se llevó su pálida mano a sus cabellos platinados.
Notaba que estaba sudando, una extraña sensación que no recordaba haber tenido desde hacía mucho tiempo, pero no sabía cuando ni por qué.
- Qué ha sido eso? – empezó a pensar en voz alta- se supone que el del sueño, era yo? Y esa voz?
Infinidad de preguntas se agolpaban en su mente, que era aquello que tanto miedo le había dado?
Para ser más concretos, él no recordaba haber tenido ningún sueño, nunca. Por qué ahora soñaba con esa escena?
Mientras seguía pensando, la puerta de la sala se abrió, por ella entró Pansy.
- Mi Maestro…
- No deberías estar con los demás?- dijo en un tono de desagrado.
- Pensé que vos…necesitaríais de mi compañía- su tono era más meloso que de costumbre, y eso le molestaba a él todavía más.
- Y qué te hizo pensar eso?
Ella no contestó, sino que se encaminó hacia dónde él se encontraba y se colocó a un lado del sofá.
Su mano empezó a deslizarse por el cuello de él, haciendo indicio de bajar más de aquel lugar.
Con un rápido movimiento de manos, él la detuvo.
Un gesto de fastidio apareció en la cara de la chica, pero no se iba a dar por vencida tan fácilmente.
- Qué opináis de la nuevo, mi Maestro?- dijo ella abrazándolo por detrás- es muy hermosa.
- Así es…- dijo él sin prestar atención de los gestos de la chica.
- Y lo ha complacido?- al final pudo deshacerse de aquel mar de caricias, y se puso de pie.
- Por supuesto, mucho más de lo que esperaba…- sus palabras fueron arrastradas cruelmente, no soportaba las confianzas que se tomaba aquella chica engreída que tenía frente a él, nunca le había gustado que nadie las tuviera con él.- hay algún problema con ello, Pansy?
- Por supuesto que no, mi Maestro, vos es nuestro guía, y lo que más deseo yo es vuestro agrado y felicidad.- sus palabras delataban los celos que la estaban invadiendo.
- Pues tan preocupada estás por mí…retírate y déjame disfrutar de mi felicidad- sabía que la había herido, pero no le importaba, nunca le habían importado sus palabras hirientes para los demás.
Muy a disgusto Pansy abandonó la sala, y lo único que quedó dentro fueron los ecos producidos por el ruido de una puerta al cerrar.
Él volvió a sentarse en aquel sofá. Pansy le había recordado a aquella muchacha. Ilona…
Qué pensaba él de aquella misteriosa mujer?
Nunca antes había tenido que preocuparse de si algún nuevo seguidor era de confianza o no… No le había importado lo más mínimo.
Pero por qué ahora?
No sabía por qué, pero el valor de enfrentarse a él con aquellas palabras, nadie le había replicado, a pesar de su poder, nunca.
Pero ella sí lo hacía, y no sólo lo hacía con las palabras, sino con los ojos, aquella mirada… le agradaba aquella mirada, le divertía, no le incomodaba en lo más mínimo. Por culpa de aquellos ojos, delataban todo su porte de impasibilidad, sus emociones se manifestaban por ellos, por eso le resultaba tan interesante…era eso, nadie en aquel lugar, demostraba un valor como ella, por qué?
Y lo que menos entendía, era que aquel sueño, ese extraño sueño, que…tal vez por casualidad o tal vez…no sabía exactamente como explicarlo, pero coincidía con la llegada de aquella extraña mujer…
- Pero hay algo en ella, algo que me resulta…agh!!!
Un punzante dolor, algo que hizo que se retorciera, abrazándose así mismo. Le dolía la cabeza, el pecho, todo el cuerpo le dolía como pequeñas agujas clavándose en la piel, pero mucho más doloroso.
No le permitía pensar, ni hablar, solo cerrar los ojos fuertemente y morderse el labio, hasta el punto de que este sangrara.
Como había llegado el dolor, tan inesperado, desapareció de igual forma.
Con su mano se limpió el labio partido, pero cuando se dio cuenta, este se recuperó, sin dejar una mínima señal de la mordedura.
- Qué es lo que me está pasando? – dijo con voz, inusualmente preocupada- primero el sueño y luego esto…
Lo que no pudo advertir fueron unas pequeñas risas diabólicas que surgían de detrás de la puerta y que se alejaban tranquilamente.
Él decidió volverse a dormir, intentando alejarse un poco de aquel mundo, que empezaba a no entender.
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Ron entró en la habitación de Hermione, ya que Harry seguía allí dentro.
- Harry…- dijo acercándose a su amigo, que todavía seguía de espaldas a la puerta.
- Lo has escuchado todo, verdad?- no se dio la vuelta para ver a su amigo.
- Todo se ha complicado, y me preocupa la estancia de Hermione en aquel lugar.
En ese momento Harry se giró a observar la cara de preocupación de su amigo.
- Ella es una chica muy fuerte, Ron. Sabes mejor que nadie por todo lo que ha tenido que pasar durante todos estos años… tiene que tener su oportunidad.
- Su oportunidad?- dijo alzando la voz más de lo debido- su oportunidad para qué? Para morir en las garras de una trampa? Ahora hemos comprobado lo que de verdad es Draco Malfoy, un…
- Ya basta Ron…- dijo alzando la mano- esta conversación ya la hemos tenido, aunque eso fue hace mucho tiempo. Y sabes de sobra que él había cambiado. Aunque nunca quisiste verlo.
- Para mí nunca cambió, seguía siendo el mismo niñato engreído de siempre, y nunca perdió la oportunidad de insultarme o fastidiarme, y los últimos meses de curso, todavía más.
- Y eso era lo que más te preocupaba, verdad? Porque yo que recuerde, solo se metía contigo…
Ron giró la cabeza con el ceño fruncido, no soportaba hablar con Harry, y que él tuviera razón.
Mientras tanto, abajo, en la cocina, todos intentaban que Hermione estuviera tranquila, para que pudiera disfrutar de unas pocas horas sin preocuparse de lo que le esperaba de nuevo en la guarida de los mortífagos.
- Sabes, Hermione? No puedo acostumbrarme a tu nueva apariencia- dijo Ginny contemplándola apoyada en sus brazos, desde la mesa.
- Bueno yo tampoco me reconozco si me miro en un espejo, es demasiado elegante para mi gusto- dijo en gesto divertido arrugando la nariz.
Luna la miraba de reojo mientras regaba algunas plantas de la repisa de la ventana. Hermione se percató de la mirada de la chica, y se levantó para hablar con ella, fuera de los oídos de la pequeña Weasley.
- Luna- empezó Hermione- en algo tenías razón…
- Lo sé- la castaña puso el gesto de decir "y como lo pudiste saber?", pero se tragó las palabras, ya que seguía resignada a comprender lo que pasaba por la cabeza de la extraña Lovegood.
- Encontré algo, pero no era lo que me esperaba.
Luna dejó la regadera, y se giró a observarla directamente a los ojos.
- Bueno, tengo que decir, que no te tienes que tomar todo lo que digo a la tremenda- dijo alzándose de hombros. Hermione se desconcertó ante la afirmación de su amiga.
- Cómo?
- Puede que no encontraras lo que buscabas, pero…- dijo desviando ligeramente la mirada.- puede ser que lo que encontraras ahora, no es lo que parece. Pero tal vez…si buscas de otra forma, puede que acabes encontrándolo.
- Vale Luna, ahora si que te tengo que decir, que has perdido más de un tornillo. Pues no he entendido nada de nada de lo que me has dicho.
Los ojos de Luna se abrieron de par en par, y repentinamente empezó a reírse. Tanto Hermione y Ginny se sorprendieron de la reacción de la joven, pues no recordaban haberla visto reír de aquella manera.
La pobre Hermione no le veía la gracia a la situación, y esperó con los brazos cruzados hasta que Luna paró de reírse y se enjuagó una pequeña lágrima del ojo.
- Ay Hermione- empezó a decir – no llego a entender como has podido llegar a ser una bruja tan excepcional si sigues siendo tan ignorante para otras cosas.
- Tener amigas para esto- dijo Hermione con resignación.
- No te preocupes Hermione, mejor que averigües las cosas por ti misma y a su debido tiempo.
Las aguas volvían a fluir por su curso, y una extrañada Hermione empezó a hacer algo de comer, mientras una Luna seguía regando unas cuantas plantas, y una pobre Ginny no se enteraba de nada.
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El mismo pasillo, la misma puerta, ahora la misma habitación. Aquella extraña niebla le nublaba toda la visión, pero intentaba enfocar más la visión. El misterio era aquel armario, que había allí dentro?
Muy lentamente lo abría, de nuevo caía fuertemente al suelo temblando. No podía levantarse, no podía acercarse, pero pudo ver un color, el rojo, era el color de la sangre, y de nuevo. Silencio… y aquella frase:
- No hay que avergonzarse por tener miedo. Es normal temer a la soledad.
Y antes de despertarse, pudo verlos, unos ojos. Ojos que le llamaban, que le intrigaban, pero…un momento, esa mirada…
Se despertó, agitado, sudado, sus cabellos, antes tan bien peinados hacia atrás, ahora se liberaban en rebeldes mechones que caían en su frente.
- No entiendo nada, pero de una cosa estoy seguro…- dijo mientras apretaba fuertemente con los nudillos los costados del sofá- esa mirada ya la he visto antes…esa…que me ha hecho?
La rabia empezaba a dominarle, y sabía perfectamente lo que haría. Ajustaría cuentas con aquella que le había provocado tener esos malditos sueños, que no lograba entender.
Pero, llegaría el momento que conseguiría ver nítidamente aquella visión, ya que, no hay nada que él no pudiera lograr. Nada.
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Había sido un día realmente tranquilo para Hermione, había estado charlando, informado, y disfrutando de aquellas personas que se habían convertido en su familia desde hacía tres años.
Pero algo la había turbado, aquella mirada que le lanzaba Ron.
Él había estado escuchando la conversación que había tenido con Harry, y no había armado ninguno de sus sermones. Eso le indicaba rápidamente, que él y Harry habían tenido una conversación después de que ella hubiera abandonado la habitación.
Pero el momento en que ella debía volver había llegado. El día daba paso a la noche, y con ello su partida.
Solo unos pocos estaban allí de nuevo para despedirla.
- Esta vez, el momento en que yo vuelva se alargará, debo mantenerme el mayor tiempo posible entre los mortífagos- intentaba mantener tranquilidad, pero el temblor de su voz la delataba- no os preocupéis por mi, en cuanto tenga una oportunidad os informaré.
Ginny se volvió a lanzar a sus brazos, y Luna solo le mostró una ligera sonrisa, no era muy efusiva.
Harry también la abrazó, pero Ron se mantuvo en un rincón sin decir nada, pero al verlo de esa forma, Hermione se acercó, ignorando las miradas de los demás.
- Ron, en serio, no te preocupes, estaré bien.
Ron no espero contestarla, la atrajo a él abrazándola tan fuerte que Hermione sentía que se quedaría sin respiración.
- Sé que si te vas, ya nunca volverás- le dijo susurrándole al oído.
- No digas tonterías, claro que volveré- dijo ella reaccionando y devolviéndole el abrazo.
- Pero a mi lado no- dijo amargamente, Hermione siempre había temido esta situación, y imploraba silenciosamente que no prosiguiera- Hermione siempre has seguido conmigo, siempre te he amado, y lo sabes, no tengo el valor de dejarte marchar.
Hermione no comprendía a que venía ahora todo esto, pero las lágrimas que tanto había contenido, empezaban a derramarse por aquellas pálidas mejillas, se apoyaba fuertemente contra el pecho de él, y notaba el ritmo de su acelerado corazón. Cuanto le habían reconfortado aquellos sonidos antaño, pero ahora la asustaban.
Le asustaba el futuro, hacía tiempo que no le preocupaba el por venir, pero ahora, un miedo tremendo le invadió.
No quería, no quería mostrar sus temores, no allí, delante de todos, pero unos temblores en su cuerpo, le hicieron notar a Ron las preocupaciones de aquel ser que tanto quería proteger, protegerlo del resto del mundo, que tan mal la había tratado. No quería que la dañaran, que la rompieran como ya lo había echo antes, como una frágil muñeca. No quería, por lo que la abrazó más, ahogando todos aquellos gemidos de tristeza y miedo.
- Ya está Mione, no te pongas así, no le pega a esa cara tan orgullosa esa tristeza- dijo alejándola un poco y limpiándole las lágrimas.
Ella intentó sonreír, pero no lo consiguió.
- Ron…gracias por tu comprensión. Cuídate.
Respiró hondamente y se giró a todos.
- Ten cuidado de nuevo Hermione, aunque sabes cuidar de ti misma- dijo Lupin.
- Cuidaos todos, tendréis noticias mías…Adiós- y envuelta en su capa, de nuevo se perdió entre las sombras del Anochecer.
- Crees que la he perdido para siempre, Harry?- dijo Ron acercándose a su amigo.
- Nunca la has perdido, siempre estaréis juntos de una manera u otra.- dijo Harry mirando el lugar por donde había desaparecido Hermione.
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De nuevo había regresado, junto con Crabbe. La humedad de aquel laberinto de pasillos y túneles se le clavo como espinas por toda su piel, sólo había estado fuera un día, y había olvidado el frío que inundaba aquel lugar.
Al llegar a la sala principal, observó que no había nadie, supuestamente todos se encontrarían todavía en la tarea que les habían ordenado.
- Crabbe, debo ir junto al Maestro, el me dijo…
- Lo sé, vaya pues- y él se sentó en el sofá a comerse algo que había encima de una mesilla.
Sin mirar atrás, ella intentó encontrar el camino por sí sola. Lo había memorizado las anteriores veces, y ahora no encontraría ninguna dificultad.
Se volvió a parar frente a aquella misteriosa habitación de la que emanaba el extraño olor.
- Diablos, olvidé preguntar a Lupin sobre esto…- se dijo a sí misma.
Sigilosamente, intentó abrirla, pero apartó rápidamente la mano del pomo. Estaba ardiendo.
Un movimiento de la varita le bastó para aliviar y curar la quemadura provocada.
Desistiendo de su intento de averiguar que se guardaba allí, siguió su camino hasta la sala del Maestro.
Llamó una sola vez, y la puerta se abrió por sí sola. Pero al entrar, se sorprendió de lo que encontró.
No era el mismo joven que había dejado por la mañana, tan arrogante, tan seguro de sí mismo, con una imagen impecable.
Ahora se encontraba frente a un joven sudoroso, con los cabellos revueltos ligeramente, y su mirada, tan fría antes, ahora irradiaban un extraño sentimiento, ira podría ser?
Sin darle tiempo a cerrar la puerta, la figura del joven apareció violentamente frente a ella. Había estado en lo cierto, su rostro desbordaba rabia, había perdido completamente la compostura.
- TÚ!!!- le gritó agarrándola por el cuello bruscamente- QUÉ DEMONIOS ME HAS HECHO??!!!
Hermione no podía contestar, solo pudo agarrarle la mano que la sostenía por el cuello. Cada vez apretaba más fuerte, y Hermione sentía como no podía respirar.
Al fin pudo pronuncia algo dificultosamente.
- No se ...no se de que… me estás hablando.
De nuevo esa mirada, la mirada que había visto en sueños, estaba seguro, era ella la culpable de todo el dolor que había sentido por un instante ese día.
Sin ninguna delicadeza la tiró al suelo. Hermione cerró los ojos del dolor, pero no dijo nada, solo alzó la cabeza para encontrarse con aquella mirada amenazadora. Nunca había visto antes aquella mirada llena de odio. Ni siquiera en sus años de estudiantes. Qué había ocurrido en su ausencia.
Él la observó, quería averiguar en que estaba pensando la muchacha, pero no encontró nada. Diablos, había perdido la concentración, había perdido su tranquilidad, y todo por aquella mirada, aquellos miserables ojos.
Sacó la varita y le apuntó con ella.
- Ilona…o quién demonios seas…que me has hecho? – dijo agitadamente- si no lo dices tendrás la peor de las muertes, eso lo puedes tener más que asegurado.
Hermione estaba en el suelo inmovilizada por el terror de aquellas acusaciones, ella no le había hecho nada. Qué podía hacer ahora?
- Si no me explicas que te ha pasado, no puedo contestarte, pues yo no he hecho nada.
- SUCIA MENTIROSA, por tu culpa tengo esas visiones…ese dolor…QUIEN ERES TÚ?
Hermione cada vez temblaba más, el chico estaba perdiendo la sensatez, estaba lleno de rabio, temía que en cualquier momento perdiera el control y la atacara, sin piedad, como lo había hecho con Colagusano, sin inmutarse, pero ahora, la mataría, sus ojos lo decían, no dudaría en hacerlo.
- ESTOY HARTO DE ESTA COMEDIA….- alzó la varita, y con toda la fuerza y la rabia que podía demostrar, dijo las palabras- Avara Kedavra!!!!!!!
Hermione vio la luz verde salir de aquella varita y dirigirse en donde ella se encontraba. Se tapó la cabeza con las manos, esa experiencia ya la había sufrido, y ahora era atacada por aquel que un día la salvó a costa de su vida. Que irónica podía llegar a ser la existencia…
Pero la maldición no salió tal y como se pensaban los dos… el hechizo rebotó en el cuerpo de la chica, y fue directamente hacia él. Un movimiento de cuerpo hizo que lo esquivara.
El desconcierto y el asombro inundaron la expresión del chico. Hermione levantó lentamente la cabeza para observarlo. Él solo pudo pronunciar:
- Dioses…quién eres tú? Por favor…
Y cayó inconsciente en el suelo, bajo la mirada espantada de Hermione.
--------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO-----------------------------
Hola, que tal? Bueno, he podido escribir este cap antes de lo que me podía imaginar, y la verdad, creo que me ha gustado el resultado, aunque lo he pasado un poco mal. Me siento muuuuuuy culpable de tratar así a Ron, que pena. Snif snif.
Voy atando cabos, para el alivio de mucha gente, pero sigo en suspense el misterio, aunque a "el Maestro" se le empieza a ver su verdadera personalidad, o por lo menos ya empieza a perder su figura impasibilidad.
Espero que os haya gustado, y que ya no tengáis tantas dudas, aunque lo se, T_T siempre incluyo nuevas incógnitas, buahhh lo siento, es que me salen desde dentro.
Muchas gracias por los reviews enviados, y espero escribir pronto el siguiente cap, lo intentaré, lo prometo.
Jenny Anderson: Hola wapisima, espero que se te hayan aclarado cosillas, aunque si, seguro, te habran salido mas dudas, pero …lo siento no puedo evitar el suspense. Muchas gracias por tu apoyo. Un besazo.
Kore: Ay mi encantadora sangre-sucia, la que siempre tiene la exclusiva, aunque de este cap, lo la has tenido, lo siento. Gracias a la inspiración de tu casa, he podido proseguir el cap, menudo rollo el tener que seguir una trama, aunque esta no este pulida, ejem….Bueno sigamos escribiendo, y disfrutando. Y gracias por escucharme…y intentar que no me coma la cabeza, jajajajajajja. Muchos besos wapa.
J@ina: Hola wapisima!!! Espero que tus uñas sigan enteritas, por diox que mal me sentiria de que en tu proximo review me dijeras que te has tenido que poner postizas, jajajajaja. La intriga, creo que sigue, pero algun dia(eso espero) todo se resolvera… Me gusto mucho el ultimo cap de sentimientos ocultos, ya te lo dije, y el del medallón espero que lo continues pronto. Y el nuevo que estas haciendo, tambien subelo pronto, que tengo muchas ganas. Muchos besos y sigue ahí.
Rosa: Mi niñaaaaaaaaa, jejejeje, gracias por tús múltiples reviews, que guays, y gracias por tu ayuda a corregir mis fics, la verdad esque soy algo trasto en eso. Y gracias tambien por aguantarme tanto, que pesada puedo llegar a ser. Muchos besos wapa, y nos vemos…aus
Pues hasta aquí este cap, muchos besos y espero vuestros reviews. Hasta la proxima.
Shiro.
