15. Mi elección…
A través de los cristales de los ventanales, todo era oscuridad, nada alumbraba el exterior de la casa, y eso impedía observar lo que se avecinaba.
Harry apretaba con fuerza la varita, y a su lado, Ron, no hacia más que pasarse la punta de la lengua por los labios.
Los demás, mirando por las demás ventanas, los más mayores habían desaparecido de la vista, y en el rincón más oscuro, se encontraban Hermione y Draco, todavía sujetándose mutuamente las manos.
- Hermione quiero que sepas…
- No quiero saberlo…- dijo interrumpiéndole, pero sin apartar la vista de las espaldas de sus amigos.
- Pero si no sabes lo que te iba a decir?- dijo sorprendido Draco- cada vez te pareces más a esa Lovegood!!
Hermione se giró lentamente a observar los ojos de Draco, y dibujó una extraña sonrisa.
- En momentos así, solo nos vienen a la cabeza palabras de despedida, y no voy permitir escuchar ni una, entendido?
- Siempre dando ordenes Granger!!
Y dando por terminada la pequeña discusión, volvieron a prestar atención a la espera de algún movimiento en el exterior.
- Harry…
- Mmm?- contestó al pelirrojo.
- No te hagas el héroe….déjame algo para mí.
- Ssssh Ron- Harry sabía que Ron estaba nervioso, y la única forma de combatir eso era hablando, pero no era un buen momento para despistarse, pues…- ahí están.
Una mancha oscura se trazaba en los límites de la propiedad, un hondeo sucesivo de capas que se aproximaba lentamente.
Pero no eran pocos…la mancha oscura se propagaba, centenares, se podría decir, de magos oscuros que se acercaban cada vez más a la casa.
- Oh dios! Son…muchos- dijo la voz ahogada de Ginny.
- Demasiados…son mucho más superiores a nosotros- Neville se encontraba al otro extremo de Harry, estaba dispuesto a no dejarse llevar por el miedo, se había esforzado mucho para llegar a donde estaba, y debía demostrar lo que valía ahora, y más delante de todos sus amigos.
Hermione empezó a pensar, ahora todo encajaba:
- Draco! Esto era lo que planeaban, por eso no te dijeron nada…
- Ya veo, Lestrange estaba reuniendo un ejército temible, todos los magos tenebrosos deben estar ahí…- un destello entre aquella mancha negra le llamó la atención-… ahí está Bellatrix.
Hermione siguió el dedo de Draco, y pudo ver el destello de color verde que emanaba de la piedra que guardaba el alma de Draco, y la esencia de Lord Voldemort.
- Ahora estaos callados, no queremos que os descubran tan rápido- dijo susurrando Harry.
- Demasiado tarde Potter, ya lo saben.
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- Ya sabéis lo que tenéis que hacer!!- dijo la fría voz de Bellatrix Lestrange.
- Tenemos una ligera idea, señora- voces tenebrosas para magos tenebrosos, así se podrían describir los sonidos que se extendían por el ambiente.
Desde su posición se veía la enorme casa, demasiado alejada de cualquier presencia…perfecto.
Bellatrix observaba orgullosa el resultado de todo su laborioso plan, y por fin…todos sus sueños se convertirían en realidad esa noche. Todo obstáculo sería destruido y su victoria se convertiría en el inicio de una nueva era.
Pansy la observaba, y también observaba a sus compañeros, los únicos que podría considerar algo así como amigos. Ahora, todas sus esperanzas se habían roto, había perdido al único ser que había ansiado, lo había perdido frente a una…una…no importaba, estaba echo, esa noche había decidido jurar, ciegamente, fidelidad a aquella mujer, y si eso era cometer un error, lo cometería con la cabeza tan alta como pudiese.
Al observar a Bellatrix, se llevó una mano a la boca.
- Mi señora…!!!- dijo señalando el cuello de Bellatrix.
- Pero qué…
La piedra que llevaba ahora colgada volvía a brillar de una forma cegadora, la luz verde se desprendía por doquier.
- Eso sólo significa una cosa…- dijo la voz de Zabbini.
- Él está en esa casa- contestó Bellatrix-…excelente.
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- Cuando, Lupin?- dijo la voz de Tonks- cada vez están más cerca…
- No te impacientes, enseguida podrás salir un rato a divertirte…
Las bromas eran buenas compañeras en estos momentos, pero Ojo loco Moody no las aguantaba, e intentaba ponerse lo más alejado de aquellos dos.
Snape y tres magos más se encontraban en otro rincón, junto a la puerta, y cinco más se encontraban repartidos por aquella sala.
No se sabía como estarían los demás, pero por el silencio, estarían preparados.
Remus Lupin volvió seriamente la vista al campo, y analizando la situación, sonrió débilmente.
- Clara desventaja…es justo que empecemos nosotros.
Con un fuerte golpe, abrieron las ventanas, y de las varitas surgieron varios poderosos hechizos de ataque que golpearon de lleno a un número de mortifagos.
- Adelante!!!- gritó Tonks.
Al escuchar la señal, Harry y los demás se abrieron paso por el ventanal a campo abierto, dejando en la habitación a Draco y Hermione.
- Mejor escondámonos- dijo Hermione.
- Como cobardes…- resopló el otro.
- Draco Malfoy, no te quejes- con un asentimiento de cabeza subieron juntos al piso superior.
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Todo final de una Era, va acompañado de una batalla, el resultado impulsará la balanza a un lado. Esta no iba a ser ninguna excepción…
La desventaja era clara, las siluetas de la Orden del Fénix se perdían entre el revuelo de capas oscuras.
El sonido de estallidos, relámpagos, un sinfín de ataques mágicos conformaban la música de fondo de tan cruel enfrentamiento.
A pesar de todo, muchos magos tenebrosos caían a los pies de los aurores y demás magos de la Orden, pero las heridas eran constantes, y tarde o temprano las fuerzas disminuirían.
Harry y Ron, espalda contra espalda se enfrentaban contra figuras sin rostro. Neville, al lado de Ginny, intentaban abatir a un mortífago.
Los demás… luchaban sin parar.
Desde la más alta ventana de la casa, una silueta observaba desde detrás de los cristales.
Luna tenía las manos entrelazadas, intentando contener el impulso de salir afuera y ayudar a Harry. Pero, sabía que no tenía mucho que hacer, los hechizos de ataque nunca habían sido su fuerte, y el salir allí solo repercutiría en problemas para los demás. No quería ser una carga, y lo único que podía hacer era observar el desenlace de todo aquello.
Lo había visto, había visto esta imagen, la batalla que tan arduamente habían esperado. El final…nunca consiguió desvelarlo. Era lo mejor, nunca había sido bueno indagar esos caminos, a pesar de su curiosidad. Esta vez, no.
Un ruido trasero la sobresaltó, cerrando la puerta, Draco y Hermione entraron a aquella habitación.
- Tú también te escondes?- dijo irónicamente Draco.
- Según el sentido que quieras darle al termino "esconderse"
- Mejor déjalo…- dijo el rubio haciendo un ademán con la mano despreocupadamente.
Hermione se había acercado a la ventana junto a Luna, a observar el campo de batalla. Apretó con fuerza el trozo de cortinaje que agarraba con las manos.
- Aquella vez me obligaron a mantenerme al margen de la lucha…me prometí que la próxima vez no lo permitiría y lucharía junto a los demás- Draco se había acercado por detrás para sujetar el hombro de la chica para tranquilizarla- ahora de nuevo, estoy aquí…al margen de todo, observando como mis amigos luchan. No es justo…
Draco la observó intranquilo, allí estaba él, evitando cualquier lucha por miedo a perder su vida, al miedo de no volver a verla. Mientras que aquellos que siempre habían estado a su lado, combatían por lo que creían, por lo que querían proteger… él no se merecía estar con ella. Pero qué podía hacer?
Desvió su mirada afuera, vio que en el núcleo en donde se luchaba, no se encontraban ninguno de sus antiguos compañeros, ni Bellatrix.
Un poco más retirados, observando a cierta distancia…allí se encontraban. Era una trampa!! Pretendían cansar a la Orden, y así, les darían el toque de gracia…los demás mortífagos solo servían de señuelo.
No quedaba nadie más para poder luchar…y si morían todos aquellos…quien la protegería si él al final caía? Quién?
Ahora lo entendía…que ingenuo había sido… no importaba si él moría, en verdad no importaba, lo que era importante era que ella sobreviviera, lo había querido siempre, por eso la salvó aquella vez, y por eso la salvaría cada vez que ella estuviera en peligro.
Pero para ello, debía salvar a aquellos que tanto apreciaba, aunque el precio fuera su vida…no había salida, de todas maneras, tarde o temprano él acabaría muerto, de una forma u otra. Bellatrix ya sabía que él estaba allí, lo sabía por el color que emanaba de la piedra, solo era cuestión de tiempo.
Una sonrisa nostálgica se dibujó en su rostro. Sus padres se sentirían orgullosos ahora al verle? Que absurda idea al fin y al cabo, pero sí, por qué no? Él estaba luchando por lo que creía, y con ello estarían más que orgullosos.
Había tomado su decisión.
Se giró a observar a Hermione, y en un movimiento rápido la cogió de la cintura y la llevó al otro extremo de la habitación.
- Draco! Pero que estás haciendo?- a modo de respuesta solo encontró una cálida sonrisa.
Abrió el armario de la habitación y depositó a Hermione en su interior.
- Pero qué…- su replica fue ahogada por un beso lleno de pasión, el sello de un testimonio, la propiedad de él.
Con aquel beso, Draco quería recordar todo lo que sentía por ella, y así duró el prolongado beso, que ella devolvía a muy buen grado.
Pero había que separarse, sino el oxigeno nunca llegaría. Draco le acarició la mejilla, y ella solo podía observarle de forma intrigada.
Por fin habló:
- Hermione, eres lo que más quiero, y lo sabes, has sido mi salvación y nunca sabré como agradecértelo. Solo se me ocurre una forma.
Se levantó y la dejó allí, todavía sentada en el suelo del armario desconcertada.
- Gracias Hermione y… perdona…
- Qué? Draco?
Cerró el armario, dejándola allí dentro y recito un conjuro en una lengua extraña. Cuando hubo terminado colocó una mano sobre la madera de la puerta. Ahora solo se escuchaban los golpes y los gritos de ella.
- Draco!! Pero que crees que estás haciendo? Déjame salir ahora mismo- la voz empezaba a ahogarse, posiblemente por las lágrimas de ella- Draco por favor, por favor no lo hagas… por favor…Draco!!!
Él cerró los ojos fuertemente y al fin respiró. Al darse la vuelta se encontró con la mirada penetrante de Luna.
- Las puertas no se abrirán, y desde dentro no podrá transportarse, yo he puesto un hechizo sobre ese armario.- alzó un dedo amenazante a la joven- ni se te pase por la cabeza intentar que ella salga, entiendes?
- No te preocupes, no haré nada.
- Cuida de ella, Lovegood, cuídala.
Y girando sobre sus pies, despareció de la habitación, dejando a Luna con una medio-sonrisa en la cara.
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- Hay que reconocer que tienen valor- dijo la voz de Blaise Zabbini- saben que no tienen ninguna posibilidad, y aun así, continúan luchando.
- Esta fidelidad ciega que tienen mutuamente, me provoca nauseas…- Bellatrix había adoptado una mueca de asco- de todas formas, no es embriagador el dolor que muestran sus caras?
Pansy observaba a la mujer con cierta duda, y se preguntaba si Bellatrix entendería verdaderamente el término de "fidelidad". Lo dudaba…
- Ahora debemos encargarnos del traidor- dijo Blaise- que tienes pensado mi señora Bellatrix?
- Siempre he disfrutado de la improvisación, y creo que esta vez no va a ser una excepción.
Mientras estaban sumidos en aquella conversación, no se habían dado cuenta que una figura empezaba a aparecerse detrás de ellos.
- Accio varita!!! – del bolsillo de Zabbini se desprendió una de las varitas que guardaba, y fue directamente a las manos de Draco.
En las caras de aquellos se dibujó la sorpresa, exceptuando la de Bellatrix, que seguía manteniendo su característica cruel sonrisa.
- Si que te has apresurado en venir a tú final, eh Malfoy?- la sonrisa de Zabbini se había acentuado.
Draco no respondió, simplemente miraba inexpresivo cada uno de los rostros de aquellos que lo habían utilizado tanto miedo.
Apretó la varita para comprobar que seguía allí, y de paso, fundarle más valor del que necesitaba.
De reojo observó la batalla que se llevaba a cabo a pocos metros de él.
Todavía no había bajas del bando de Potter, heridas superficiales posiblemente, pero todos seguían luchando.
Una sonrisa se dibujó por fin en su cara. Todo estaba bien… por ahora.
- Muy bien, terminemos por fin con todo esto.- Draco se colocó delante de Bellatrix, sin quitar los ojos de la piedra que ella llevaba en el cuello.
Zabbini se colocó delante de la mujer, y sacó su varita, sus ojos se encontraron con los de Draco.
- Antes de que mueras patéticamente, Malfoy, me gustaría vencerte yo mismo, todavía te debo unos instantes de dolor.
- Claro, los que te daré yo a ti.
Los demás mortífagos se apartaron prudentemente de ellos dos, y observaron como los dos magos, antiguos compañeros, se enfrentaban, Aunque Draco, optó por no esforzarse, por qué desperdiciar sus fuerzas con un inepto como era aquel Blaise? Por lo que le siguió el juego. Sin pensar, que Zabbini, era más fuerte de lo que aparentaba.
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- Auch!!!- Ginny había caído herida, un ataque poco potente le había rozado.
- Ginny!!!- Neville, en un acto reflejó, atacó a aquel mortífago y la arrastró lejos del combate.
- Neville, déjame, no te preocupes, puedo seguir luchando.
Él le sonrió, sabía que si se ponía cabezota, ella podía ser peor que los mismos mortífagos.
El cansancio empezaba a ser obvio en los rostros de todos ellos.
- Resistid!!- gritaba Lupin- la ayuda está en camino!!!
- Eso no lo dijo hace ya un rato, Harry?- dijo sin apartar la atención Ron.
- Bueno, a lo mejor esto también le convence a él. Pero…- Harry se quedó observando el lugar donde Zabbini estaba luchando contra…- pero que hace ahí Malfoy?
- Si él está ahí…dónde está Hermione?- Ron también observaba hacia aquella dirección- necio irresponsable, lo voy a…
- No te preocupes, Hermione no está aquí. Tenemos que ayudarle.
- Él no se ha ido a buscar pelea, pues que lo resu…
- No te acuerdas lo que te de dijo? Si acaban con él, ya sabes a por quien irán…
- Maldito sea…
Y ambos, corrieron disimuladamente hacia donde estaba Draco.
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Luna seguía observando al exterior, mientras se escuchaban los ruidos del golpear de Hermione contra la puerta del armario.
- Luna!!!...Luna!!! se qué estás ahí, ábreme ahora mismo- débil pero contundente era la voz de Hermione.
- Lo siento Hermione, aunque quisiera no podría, él ha aplicado un hechizo que no puedo contrarrestar.
Pero ella no apartaba la vista de la ventana, observando cada movimiento.
Hermione, se restregaba con la muñeca, una lágrima traicionera que se desprendía.
Que rabia, no podía aguantarlo, después de todo lo que habían pasado, todo acabaría así? Él luchando a precio de su vida, y ella allí encerrada.
No aguantaba esa injusticia, por qué siempre eran los demás lo que tenían que salvarla a ella? Y sí por una vez, ella quería salvarlos a ellos? Salvarlo a él…
Era tan…tan…
Apretó los puños a ambos lados del cuerpo, y cerró fuertemente los ojos:
- MALDITO SEAS DRACO MALFOY!!!
Un estruendo hizo que la puerta se rompiera a añicos, y Hermione quedara liberada.
Luna la observaba desde un rincón, había sido muy rápida al ponerse en lugar seguro. Pero en su mirada no había asombro ninguno.
- Esto…lo he hecho…yo?- dijo Hermione perpleja.
- Seguro que yo no lo he hecho- dijo acercándose Luna.
La joven Lovegood, le tendió la mano para ayudarla a levantarse.
Luna le dio un pañuelo para enjugarse las lágrimas y le sonrió tiernamente.
- Puede que puedas aprovechar por fin esta oportunidad…- Hermione la miraba confundida- eres fuerte Hermione….es tú elección…
Hermione por fin le sonrió, y dándole un beso en la mejilla salió de la habitación corriendo.
- Es tú elección…es solo tuya…- dijo Luna en un susurro, mientras por su mejilla resbalaba una ligera lágrima.
Hermione corrió hacia una de las habitaciones del piso superior, y entró en la sala en donde algunas veces Severus Snape preparaba pociones, venenos, etc..
Sobre la mesa, todavía se encontraba unos recipientes con componentes extraños, pero sabía que aquello era lo que ella le había pedido, pero parecía que no le había dado tiempo terminarla. No importaba, ella sabía como hacerlo, lo había leído, y no le costaría terminarlo, pues lo difícil estaba ya hecho.
Vertió en un recipiente los polvos triturados, de un color azulado, los mezcló con un líquido rojizo y los puso a calentar a la temperatura adecuada.
Lo líquido desapareció y como resultado un montoncillo de polvos negros quedaron en el recipiente.
Con cuidado los colocó en una bolsita de tela marrón y se lo ató al cuello.
El conjuro lo tenía memorizado en la cabeza, y los polvos en la bolsa.
Ahora le tocaba a ella actuar…
Bajó las escaleras rápidamente, y antes de salir al exterior, buscó con la mirada a Draco.
Sus ojos se abrieron de par en par, estaba luchando con Zabbini, pero no parecía herido. Eso la tranquilizó, si hubieran querido matarle, ya lo estaría, pero…
- Menudo idiota…
Su mirada ahora estaba fija en Bellatrix, y a la piedra que llevaba en el cuello. Ahora solo habría que arrebatársela, después…no había tiempo de pensar en ello.
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Draco seguía luchando contra Blaise, ninguno parecía tener más ventaja que el otro, pero no dejaban que el contrario bajara la guardia.
- No está mal Zabbini, no está nada mal…- decía irónicamente Draco.
- Y todavía no he acabado contigo…- rió Blaise.
Con un movimiento de cabeza del mortífago, su compañero Goyle, lanzó un hechizo contra Draco desde la espalda.
El rubio no pudo más que girarse a ver como la luz se acercaba cuando:
- Impedimenta!!!
El hechizo se pulverizó, y no llegó a herir a Draco. Al girarse a ver quién había sido su salvador, se sorprendió al ver a Ron.
- Tú?
- No eres muy agradecido Malfoy- dijo colocándose una mano a la cintura el pelirrojo.
Zabbini los observaba con ira, ahora venían aquellos dos a estropearle la fiesta. Observó a Bellatrix a esperar órdenes. Ella dijo:
- Parece que el descanso ha terminado muchachos.- con la mano indicó a los demás mortifagos que la rodeaban que lucharan contra aquellos entrometidos.
Harry y Ron se vieron ahora rodeados de varios mortífagos, y sin poder evitarlos, tuvieron que luchar contra ellos.
Draco ahora se encontraba frente a Bellatrix, Blaise y Pansy.
- Qué crees que va a pasar ahora, Malfoy- dijo con ironía Bellatrix.
- No me importan tus amenazas Lestrange, haré todo lo que esté en mis manos para…
Alzó su varita para atacar, pero a la vez Bellatrix se llevó la mano a la piedra y dijo unas palabras.
Draco no pudo terminar de decir el conjuro de ataque, cayó al suelo llevándose las manos al cuello.
- Agh agh…
- Ya veo lo que vas a hacer muchacho… a pesar de tener tanto poder, mientras que tenga esto no puedes hacer nada.
- Pues …agh…acaba tú trabajo…agh- Draco respiraba dificultosamente.
Harry y Ron observaban la escena con angustia, no podían hacer nada…
Zabbini sonreía satisfecho al ver a aquel chico, tendido en el suelo indefenso contra ellos, ahora…los más fuertes. Pansy intentaba ceder a ayudarlo, pero ya era demasiado tarde, no había marcha atrás.
- Muy bien…acabemos…pero este no creas que es el fin, pues una muchachita será nuestro próximo objetivo, quien iba a decir que nos fuera tan útil una sangre sucia..ja ja ja.
Draco apretó fuertemente los dientes, y la rabia se apoderó de él, pero a pesar de que quería seguir luchando, no podía, era el fin…le había fallado, al final no podría salvarla…
- Acaba ya con él mi señora…- dijo perdiendo la paciencia Zabbini al observar los ojos de Draco.
Bellatrix se llevó una vez más la mano a la piedra y…
- Accio varita!!!- de nuevo del bolsillo de la túnica de Zabbini, se desprendió la varita de Hermione, que fue a parar directamente a sus manos.
De nuevo todos se sorprendieron de aquella interrupción tan inapropiada.
- Her…mio…ne…agh- Draco, ahora demasiado cansado, no podía más que observarla con angustia. Qué hacia ella allí?
- Hermione!!! Vete ahora mismo de aquí!!!- gritó la voz de Ron que intentaba llegar hasta donde ella estaba sin conseguirlo por culpa de sus enemigos.
Ella paseo su mirada desde Ron y Harry, pasando por las caras de todos los mortífagos, y finalizando en el rostro exhausto de Draco.
Con toda la furia que podía manifestar, aferró con fuerza su varita, y se giró a observar frente a frente a Bellatrix. Esta se limitó a observarla con burla.
- Me vienes genial, querida, eres ahora como nuestra invitada especial.
- Ya basta de tus estupideces Lestrange, ya basta.
- Esta bien, aceleremos el desenlace.
Miró a Draco y cogió con fuerza la piedra para recitar otras palabras. Pero no le dio tiempo. Hermione alzó contra ella su varita, y un hechizo demasiado poderoso para haberlo hecho Hermione golpeó a Bellatrix.
Todos observaron quien había sido, y Hermione se sorprendió al encontrarse con Snape. Pero este, siguió con la pelea que llevaba a cabo con un mortífago.
Hermione, reaccionó rápido, y fue hasta donde estaba el cuerpo de Bellatrix, demasiado aturdida para reaccionar que Hemione le arrancaba la piedra del cuello.
- Suéltala Hermione, suéltala!!!- gritó levantándose del suelo Draco.
Hermione la observó detenidamente y vio como el reflejo verde comenzaba a ser engullido por el rojo. Se giró a Draco:
- Si la suelto, tú sucumbirás a la esencia de Voldemort!!
- Y si no la sueltas, tú serás la que seas engullida, ahora ya no me quiere a mi, suéltala te digo!!!
- Haga lo que haga, tú morirás, no??
Draco no pudo responder, simplemente la miraba nervioso y lleno de miedo por ella.
- Draco…siempre desee salvar a los que más quería…ya he sido salvada demasiadas veces…es mi turno.
- Qué?
Antes de que Draco saliese de su confusión, Hermione, arrancó de su cuello la bolsita de polvos.
En una mano la vida de Draco, en la otra…era su elección.
Colocándo en alto la piedra, arrojó sobre ella los polvos negros que oscurecieron todo el cuerpo de Hermione.
- Hermione que estás haciendo????- la voz angustiada de Draco resurgía entre todos los gritos de lucha. Pansy y Blaise observaban la escena con interés y confusión, que estaba haciendo la sangre-sucia??
De aquella niebla oscura, resurgieron unas palabras que se perdían en el aire:
Desde las profundidades de la magia prohibida
Yo te invoco, tú más leal sierva
Pues yo soy la que practica tú sabiduría
Los que una vez fueron uno, ahora serán divididos
El que fue arrancado volverá a su nido
El precio será el convenido
Un rayo débilmente tenue, surgió de aquella neblina y fue directamente al cuerpo de Draco.
-Argh!!!- un doloroso pinchazo, parecido a un millón de dagas, se clavaban al cuerpo del muchacho, pero el dolor desapareció tan rápido como había llegado
Ese dolor solo podía significar una cosa.
- Ya esta? Ha vuelto a mi?- pero su sorpresa desapareció al escuchar un horrible grito doloroso que emergía del interior de aquella niebla.
- HERMIONE!!!- gritaron Harry y Ron.
Draco se levantó apresuradamente, pero sin poder aguantar el dolor que empezaba a sentir. El miedo…aquel grito lo recordaba, era el mismo que él había provocado al principio de todo esto…cuando…
Los tres jóvenes corrieron hacia donde supuestamente se encontraba ella.
La niebla oscura se disipó, y la figura de Hermione empezó a hacerse visible. Lo primero que se vio una luz cegadora que surgía del interior, estaba entre las manos de ella. Pero ya no era verde, ni tampoco era roja.
El ámbar refulgía por doquier, y ese color solo podía significar una cosa.
- Her…Hermione?- dijo Harry, intentando acercarse, pero se detuvo al observar que la muchacha ahora abría los ojos, todavía llenos de lágrimas.
Su mirada se posó en el rostro angustiado de Draco. De la boca de la chica surgió unas leves palabras:
- Ha sido mi elección…lo siento.
Y sus ojos se tornaron de un color rojo como el fuego.
----------------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO---------------------
La confusión reinará entre vuestras cabecitas??? Lo habré conseguido una vez más??? Algun@s me matará tan a gusto …
Este capitulo me ha costado un poco, pero puede ser a las sucesivas interrupciones que he sufrido, jejeje. Espero que os haya gustado, algo de complicación si que ha habido.
Había gente que me preguntaba sobre lo que dejé en el aire sobre Lupin, bueno digamos, que no lo explico, pues era algo que no debía repercutir en la historia, y solo me parecía apropiado ponerlo, para relacionarlo con el pobre Ron. Pero no saldrá nada en mi fic, no lo explicaré, pues no se puede incluir en ningun momento.
Ahora ya sabeis en lo que le ayudó a a Hermione, Lupin y tambien Snape. Pero como yo soy siempre tan minimalista, me gusta que haya cosas que la gente se imagine, no me gusta darlo todo tan masticado, ejejejeje.
Bueno, este capitulo ha sido mas largo que los anteriores, no quiero alargar mas la cosa, pero las situaciones me salen a veces de improvisto, me encanta improvisar, y si sale bien, mejor que mejor.
Pues nada, este capitulito es como….mi regalo de navidad para vosotros, no es mucho, pero es lo que está más al alcance de mis manos, jejeje, modestia aparte.
En este capitulo no contestaré a los reviews, especialmente porque me dirijo a tod@s por igual para este día, el de nochebuena, pues, porque en estos dias, todo el mundo es igual de especial (puedo ser mas cursi?)
Gracias por llegar hasta este punto de leer mi fic, porque vuestro apoyo es el mejor de los regalos. Muchos besos y que todo el mundo pase, una muy FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO 2004.
Con mis mejores deseos:
Shiro, sassech. 2003
