Los Capuletos Y Los Montesco
Prólogo:
Era una noche tranquila como pocas en Melinoen, al parecer, los jefes de tribus se habían dado una noche de tregua, para que por fin, pudieran aquellos inocentes ciudadanos dormir en paz, sin bombardeos, ni matanzas. Eso era lo que los ciudadanos anhelaban... solo una infinita paz para aquella devastada ciudad, eso era lo que querían, claro estaba.... pero eso NO pasaría en mucho tiempo.........
***
En una mesa redonda estaban reunidos cinco hombres, bajo la luz de un único farol, el de la calle, que destellaba un pobre amarillenta luz a través del imponente ventanal. Suficiente luz, al parecer, para los miembros reunidos sin verse los rostros alrededor de la mesa, después de un largo silencio, uno de ellos hablo con voz grave e imponente.
Eso es todo, señor - dijo el extendiéndole una carpeta blanca al susodicho quien miraba a la ventana, al parecer distraído.
Bien, bien, ¿eso es todo? ¿Solo esto? No les parece poco después de los meses en los que hemos trabajado, ¿para que yo reciba tan pobre información? - dijo este, dulcemente sin levantar la voz, ni un instante.
Pe-pero señor, aquellos bastárdos han cerrado he eliminado cualquier posibilidad de intercambio u infiltración de la información que necesitamos para presentarle un informe detallado de esta "reunión" social, usted sabe lo difícil que es conseguir aliados entre nuestros enemigos, necesitamos gente capacitada para sobornar lo insobornable de la cual carecemos - dijo un tercero evidentemente mas joven. ¡¿¡¿ESTAS DICIENDO QUE CARECEMOS DE COMPETENCIA?!?! - dijo levantándose indignado el "jefe" y golpeando hasta trizar la mesa con su enorme puño.
N-No, s-se-ñ-ñor, solo d-digo que carecemos del personal y q-que los Montescos han cerrado t-todo - dijo inclinándose hasta tocar con la frente la mesa en señal de perdón.
¿Y que pretenden? Entonces, propónganme alguna infiltración para esa noche - dijo el jefe sentándose nuevamente y con tono resignado.
Pues, considerando que los Montescos son bastante "apegados" a la abundante bebida, creo que lo más apropiado seria tomar a nuestro mejor espía, y que en ese lugar, obtenga la información que necesitamos para romper esa barrera anti-vigilancia, y talvez, hacer un ataque tan enorme como el de el 13 de noviembre - dijo el hombre de voz grave acentuando una sonrisa.
El "jefe" pareció meditarlo un tanto, y luego de un suspiro se paró y se
dirigió hacia la ventana, se quedó mirando un tanto el farol de la calle,
pudo divisar a un pequeño minino acercándosele cuidadosamente a un
pequeño ratón que roía un pedazo de pan junto a un cubo de basura, el
minino se acercó sigilosamente y salto ágilmente hacia el indefenso
animalito que rápidamente fue devorado por el hambriento animal.
Fuera de aquí, y manden a llamar a mi hijo menor - dijo el con voz impaciente.
Todos los presentes acentuaron una sonrisa, bien conocían a su líder y
sabían que había aceptado su propuesta, que, era mejor que la anterior y
presentaba de por si, un oportunidad imperdible. Y bien sabían también,
que el mejor espía, a su corta edad de 17 años, era el hijo menor de su
líder, y también reconocido conocedor de las técnicas del enemigo, sin
duda, los ojos de su padre.
Todos salieron de la habitación ante la orden de su líder y se aprontaron
a avisar a algún sirviente que el jefe solicitaba a su hijo menor.
Después de unos minutos se abrió la puerta, y entró por ella un muchacho
de altura relativamente alta, con ojos y cabello marrón, vestía una
camisa sin mangas verde desteñido, un pantalón café muy grande del cual
caían múltiples cadenas y un par de pistolas. Sus manos estaban vendadas
desde el codo hasta los nudillos.
Que desea, Padre - dijo el en tono neutro pero sin respeto alguno.
¿Que deseo? Deseo que cada uno de esos Montesco nos devuelvan a cada una de las almas que nos arrebataron hace 16 años, pero eso no es posible ¿no?......... solo cada una de sus vidas nos podrá compensar ese infinito dolor.... - dijo él dirigiéndole su mirada a su hijo.
¿A que te refieres? - dijo el frunciendo el ceño
Shaoran, quiero que te embarques en una nueva misión, de la que estoy seguro, saldrás con éxito, como siempre - dijo el acentuando una sonrisa - te infiltrarás en el enemigo, en cierta " reunión social" que los insectos harán para celebrar el cumpleaños de uno de sus miembros, extraerás de ese grupo de borrachos toda la información que necesitemos.
El chico acentuó una sonrisa. Una nueva misión, lo que le faltaba para
matar el infinito aburrimiento que se presentaba en esa inmunda mansión.
Donde y cuando - pregunto acercándose a la mesa y divisando la trisadura, huella del enfado de minutos atrás de su padre - ¿nuevamente incompetentes?
Nunca lo dejarán de ser, toma - dijo extendiendo la carpeta blanca.
Bien, me voy, te veo, padre - dijo retirándose rápidamente.
Te veo, Shaoran.
***
Una bella joven de ojos cual verde jade, y un esplendoroso pero corto cabello café claro, caminaba pacíficamente por la calle. Su vestimenta contrastaba notoriamente con su dulce y sonriente rostro, llevaba un camisa sin manga totalmente negra, una pollera roja del cual pendía desde el negro cinturón, una pesada cadena y un cuchillo enfundado, sus pies calzaban botas de cuero negras sin tacón y habilitadas para gente ágil. Sus manos estaban abrigadas por guantes negros que llegaban de la muñeca hasta los nudillos.
A lo lejos un niño divisó a la muchacha y analizó el cuchillo que llevaba enfundado.
"Será fácil quitárselo" pensó el pequeño de unos 11 años creyendo que la joven solo llevaba aquellas agresivas armas sólo para aparentar.
Se acercó sigilosamente a la muchacha, que caminaba ligera por la acera de la calle. De un momento a otro saltó dispuesto a quitarle el cuchillo junto con su funda y emprender una loca carrera en el sentido contrario de la muchacha. En ese momento ella voltea rápidamente y toma al muchacho del mismo cuello y con el otro puño le dirige un fuerte puñetazo en el estomago lo que lleva al muchacho a golpearse con mucha fuerza contra una dura muralla sin ser soltado por la muchacha que ahora se encontraba seria, cara a cara con el.
No vuelvas a hacer eso niño - dijo ella para sonreír luego dulcemente - y no te golpearán mas, o mejor, no te matarán como podría estar haciendo ahora.
Sakura!!!!! No tenemos más tiempo!! Tenemos que volver - dijo una voz femenina al otro lado de la calle, agitando su mano.
Ya voy!! - dijo para luego soltando al muchacho y atravesar la calle sin precaución de los numerosos vehículos que pasaban por ella.
Notas de la autora:
Konichiwa!!!!! Que les pareció, jaja ojalá que les guste x que creo que
es de las mejores tramas que he inventado, y ojalá que les guste mucho x
q a mi me parece muy interesante -_-U
Bueno chaito!!!!!!!!!! Ojalá pueda actualizar rápido
Prólogo:
Era una noche tranquila como pocas en Melinoen, al parecer, los jefes de tribus se habían dado una noche de tregua, para que por fin, pudieran aquellos inocentes ciudadanos dormir en paz, sin bombardeos, ni matanzas. Eso era lo que los ciudadanos anhelaban... solo una infinita paz para aquella devastada ciudad, eso era lo que querían, claro estaba.... pero eso NO pasaría en mucho tiempo.........
***
En una mesa redonda estaban reunidos cinco hombres, bajo la luz de un único farol, el de la calle, que destellaba un pobre amarillenta luz a través del imponente ventanal. Suficiente luz, al parecer, para los miembros reunidos sin verse los rostros alrededor de la mesa, después de un largo silencio, uno de ellos hablo con voz grave e imponente.
Eso es todo, señor - dijo el extendiéndole una carpeta blanca al susodicho quien miraba a la ventana, al parecer distraído.
Bien, bien, ¿eso es todo? ¿Solo esto? No les parece poco después de los meses en los que hemos trabajado, ¿para que yo reciba tan pobre información? - dijo este, dulcemente sin levantar la voz, ni un instante.
Pe-pero señor, aquellos bastárdos han cerrado he eliminado cualquier posibilidad de intercambio u infiltración de la información que necesitamos para presentarle un informe detallado de esta "reunión" social, usted sabe lo difícil que es conseguir aliados entre nuestros enemigos, necesitamos gente capacitada para sobornar lo insobornable de la cual carecemos - dijo un tercero evidentemente mas joven. ¡¿¡¿ESTAS DICIENDO QUE CARECEMOS DE COMPETENCIA?!?! - dijo levantándose indignado el "jefe" y golpeando hasta trizar la mesa con su enorme puño.
N-No, s-se-ñ-ñor, solo d-digo que carecemos del personal y q-que los Montescos han cerrado t-todo - dijo inclinándose hasta tocar con la frente la mesa en señal de perdón.
¿Y que pretenden? Entonces, propónganme alguna infiltración para esa noche - dijo el jefe sentándose nuevamente y con tono resignado.
Pues, considerando que los Montescos son bastante "apegados" a la abundante bebida, creo que lo más apropiado seria tomar a nuestro mejor espía, y que en ese lugar, obtenga la información que necesitamos para romper esa barrera anti-vigilancia, y talvez, hacer un ataque tan enorme como el de el 13 de noviembre - dijo el hombre de voz grave acentuando una sonrisa.
El "jefe" pareció meditarlo un tanto, y luego de un suspiro se paró y se
dirigió hacia la ventana, se quedó mirando un tanto el farol de la calle,
pudo divisar a un pequeño minino acercándosele cuidadosamente a un
pequeño ratón que roía un pedazo de pan junto a un cubo de basura, el
minino se acercó sigilosamente y salto ágilmente hacia el indefenso
animalito que rápidamente fue devorado por el hambriento animal.
Fuera de aquí, y manden a llamar a mi hijo menor - dijo el con voz impaciente.
Todos los presentes acentuaron una sonrisa, bien conocían a su líder y
sabían que había aceptado su propuesta, que, era mejor que la anterior y
presentaba de por si, un oportunidad imperdible. Y bien sabían también,
que el mejor espía, a su corta edad de 17 años, era el hijo menor de su
líder, y también reconocido conocedor de las técnicas del enemigo, sin
duda, los ojos de su padre.
Todos salieron de la habitación ante la orden de su líder y se aprontaron
a avisar a algún sirviente que el jefe solicitaba a su hijo menor.
Después de unos minutos se abrió la puerta, y entró por ella un muchacho
de altura relativamente alta, con ojos y cabello marrón, vestía una
camisa sin mangas verde desteñido, un pantalón café muy grande del cual
caían múltiples cadenas y un par de pistolas. Sus manos estaban vendadas
desde el codo hasta los nudillos.
Que desea, Padre - dijo el en tono neutro pero sin respeto alguno.
¿Que deseo? Deseo que cada uno de esos Montesco nos devuelvan a cada una de las almas que nos arrebataron hace 16 años, pero eso no es posible ¿no?......... solo cada una de sus vidas nos podrá compensar ese infinito dolor.... - dijo él dirigiéndole su mirada a su hijo.
¿A que te refieres? - dijo el frunciendo el ceño
Shaoran, quiero que te embarques en una nueva misión, de la que estoy seguro, saldrás con éxito, como siempre - dijo el acentuando una sonrisa - te infiltrarás en el enemigo, en cierta " reunión social" que los insectos harán para celebrar el cumpleaños de uno de sus miembros, extraerás de ese grupo de borrachos toda la información que necesitemos.
El chico acentuó una sonrisa. Una nueva misión, lo que le faltaba para
matar el infinito aburrimiento que se presentaba en esa inmunda mansión.
Donde y cuando - pregunto acercándose a la mesa y divisando la trisadura, huella del enfado de minutos atrás de su padre - ¿nuevamente incompetentes?
Nunca lo dejarán de ser, toma - dijo extendiendo la carpeta blanca.
Bien, me voy, te veo, padre - dijo retirándose rápidamente.
Te veo, Shaoran.
***
Una bella joven de ojos cual verde jade, y un esplendoroso pero corto cabello café claro, caminaba pacíficamente por la calle. Su vestimenta contrastaba notoriamente con su dulce y sonriente rostro, llevaba un camisa sin manga totalmente negra, una pollera roja del cual pendía desde el negro cinturón, una pesada cadena y un cuchillo enfundado, sus pies calzaban botas de cuero negras sin tacón y habilitadas para gente ágil. Sus manos estaban abrigadas por guantes negros que llegaban de la muñeca hasta los nudillos.
A lo lejos un niño divisó a la muchacha y analizó el cuchillo que llevaba enfundado.
"Será fácil quitárselo" pensó el pequeño de unos 11 años creyendo que la joven solo llevaba aquellas agresivas armas sólo para aparentar.
Se acercó sigilosamente a la muchacha, que caminaba ligera por la acera de la calle. De un momento a otro saltó dispuesto a quitarle el cuchillo junto con su funda y emprender una loca carrera en el sentido contrario de la muchacha. En ese momento ella voltea rápidamente y toma al muchacho del mismo cuello y con el otro puño le dirige un fuerte puñetazo en el estomago lo que lleva al muchacho a golpearse con mucha fuerza contra una dura muralla sin ser soltado por la muchacha que ahora se encontraba seria, cara a cara con el.
No vuelvas a hacer eso niño - dijo ella para sonreír luego dulcemente - y no te golpearán mas, o mejor, no te matarán como podría estar haciendo ahora.
Sakura!!!!! No tenemos más tiempo!! Tenemos que volver - dijo una voz femenina al otro lado de la calle, agitando su mano.
Ya voy!! - dijo para luego soltando al muchacho y atravesar la calle sin precaución de los numerosos vehículos que pasaban por ella.
Notas de la autora:
Konichiwa!!!!! Que les pareció, jaja ojalá que les guste x que creo que
es de las mejores tramas que he inventado, y ojalá que les guste mucho x
q a mi me parece muy interesante -_-U
Bueno chaito!!!!!!!!!! Ojalá pueda actualizar rápido
