Erótico, Neurótico.
Written by: Lore-chan.
2º Parte.
No era tangible la emoción que me sacudió por dentro al escuchar que mi amiga se mantenía aún virgen a pesar del lugar en que se encontraba que se me escapó una sonrisa.
Ella me miró y, por lo visto, pensó que me burlaba.
-¿qué tiene de gracioso? – preguntó apretando con cierta furia el cojín entre sus brazos.
-nada me parece gracioso. ¿acaso no puedo sonreír?, ¿este lugar lo prohíbe?…debe ser por ello que desde que entré no te he visto ninguna sonrisa en la cara. Digo… – se cruzó los brazos sobre el pecho -…una sonrisa sincera y sin erotismo incluido.
-dijiste que no habría sarcasmos entre los dos – recordó molesta.
-no hubo sarcasmo en lo anterior, si es lo que crees.
-eso creo y comienzas a quitarme la paciencia. Dime de una vez de qué quieres hablar, porque no tengo todo el día para esto.
-¿tan rápido pierdes la paciencia ahora, Hikari?. Antes la tenías a borbotones, siempre escuchando, comprendiendo, compartiendo, enseñando…
-pues me cansé de escuchar, comprender y compartir… - interrumpió con la voz alterada – pocos tenían tiempo para escucharme y comprenderme, ¿por qué yo sí debía tenerlo y ellos no?. Me cansé de ser siempre la chica buena que no debe sufrir y dar problemas…
-eso es mentira. La rabia te tiene cegada y ya no quieres ver, ni siquiera con tus dos ojos que no tienen tiempo para mí – me acerqué – te di todo el tiempo del mundo para conversar y comprender…pero tú querías más. No se puede ser el centro del universo, Hikari.
-¡no quería ser el centro del mundo!, quería que me miraran como realmente soy.
-y ¿cómo eres realmente?.
-ni siquiera me entiendes… - ladeó la cabeza a la izquierda y el cabello cubrió todo su rostro – ¿por qué quieres hablar si no quieres comprender mis decisiones?.
-si quieres que comprenda tus decisiones debes explicarme el hecho de que estés en este horrendo lugar.
-no es horrendo… - habla con voz suave, casi apagándose - …si no fuera por ellas, hubiera terminado en las calles, sabe quien en qué condiciones. No debes juzgar a las personas por lo que ves. Tú también te encuentras cegado y mucho más que yo, no deseas ver más allá de tu mundo propio.
-siento que mi mundo propio es más confortable que este…que en mi mundo propio me miran el rostro antes que el cuerpo.
-¡sin sarcasmos! – grita de pronto, pero continúa con la cabeza de lado – ¿no puedes hablar sin sarcasmos?. Los sarcasmos me hieren, me demuestran que no puedes decirme las cosas de frente y que me mientes.
Me quedo en silencio, no sé si la situación o el lugar la ha afectado a tal grado de transformarla en un ser diferente al que conocía.
-está bien…un sarcasmo más y tienes derecho a sacarme de este cuarto – digo.
No me contesta, pero sé que está de acuerdo.
-Taichi me habló de tu…bueno, me contó que habías escapado de la casa hace dos semanas. Que te encontró en este lugar y que necesitaba sacarte cuanto antes de aquí.
-y, ¿pidió tu ayuda?…¿qué cree que eres?, acaso ¿algún detective o alguien que puede controlarme a su voluntad y que puede llevarme donde quiera, cuando quiera? – me mira al fin y noto asustado sus ojos opacos y casi nulo de brillo – ¡NO! – grita de pronto y le da un golpe a la cama - ¡no me llevarás a ninguna parte!. Dile a Taichi que no tiene a nadie con la fuerza suficiente para hacerme volver…ni siquiera TU!.
-¿qué ocurre contigo, Hikari? – pregunto pasmado - ¿qué ha pasado que cambiaste así?.
-el cansancio me cansó – se acerca hasta quedar nariz contra nariz – me cansé de Taichi, de mis padres y de todos los demás. De que estén sobre mi todo el tiempo, que me digan qué hacer, como hacerlo y cuando hacerlo…de que crean que no soy lo suficientemente independiente para poder sobrevivir sola, sin ellos! – calla de pronto y con una de sus manos comienza a acariciar mi mejilla con la yema de sus dedos – puedo estar sola, sin nadie que cuide de mí…sola. ¡Quiero estar sola!.
Me empuja sobre la cama y sube hasta mi estómago donde se sienta.
-sola… - repite – sin que Taichi esté inspeccionando mis movimientos y vigilando mis pasos. Sin los demás y tener que escuchar sus problemas y tener que resolverlos por ellos, darles soluciones – abre mi camisa de un tirón, comienzo a asustarme – sin mis padres que creen que deben solucionar mis problemas, cuando soy yo quien debe hacerlo.
Baja sus manos con rapidez hasta la hebilla del pantalón, ¿qué es lo que trata de hacer?. Y no entiendo su postura. Sé de lo que habla, pero no porqué lo habla. Debe haberse vuelto neurótica o algo por el estilo.
Un momento, ¿no habla de mí?. No dice nada acerca de mí y ¿yo?, ¿no la obligo a nada?, ¿no le soluciono a caso sus problemas?. ¿no estoy sobre ella todo el tiempo?.
-Hikari… - digo y con mis manos tomo su rostro y le exijo a mirarme - ¿qué pasa?, ¿por qué estás así?.
Se detiene de golpe, tengo la camisa totalmente abierta, el cierre del pantalón abajo y los pantalones a medio poner o sacar.
Logro sentarme con ella en mis muslos.
-dime qué pasa…quiero ayudarte. Taichi no sabe que estoy aquí, ni siquiera me dio la dirección. Te he estado buscando por mi cuenta…sólo dime qué pasa. Si quieres quedarte…no te obligaré a ir. Y si quieres ir conmigo…
No me dejó seguir me abrazó llorando.
-¿Hikari?.
Levantó el rostro y sus ojos volvieron con su brillo y color acostumbrado. Un poco rojos a causa del llanto, pero poco a poco volvía a ser ella.
Me miró por largos minutos y sin darme cuenta me besó volviendo, con una mano en el pecho, a empujarme sobre la cama. Me desorientó el que lo hubiera hecho tan de pronto y no lo correspondí en primera instancia. A medida que el tiempo avanzaba y que su mano bajase hasta mi estómago y volviese a subir a mi cuello, me llevó a tomarle la cabeza y a entregarle el mejor de mis besos.
Pero, ¿por qué?. La alejé quitándola de encima y ordenando mi ropa. ¿por qué teníamos que besarnos?.
-¿Hikari?.
-muchos hubiesen dado más de cien dólares por lo que conseguiste a través de bellas palabras que no son más que mentiras – vuelve a sentarse – casi me engañaste, no lo voy a negar.
-no te estaba engañando. ¿por qué crees que lo hago?.
-lo noto perfectamente.
-tu sentido de la intuición o como desees llamarlo, comienza a fallarte. Si crees que te estoy mintiendo…poco me conoces.
-y ¿tú acaso me conoces a mí?. ¿te has dado el tiempo para conocerme?.
-¡¿quién te crees que eres?! – exclamo indignado -¿qué puedes irte de tu casa porque según tú no te comprenden y te asfixian y reclamarme algo que siempre he hecho?. He estado contigo cada vez que puedo, he estado como imbésil, ¡faltando a clases!… por buscarte y me dices ¡¿qué no me he dado el tiempo de conocerte?!. No eres tú quien me sacará de este lugar…soy yo quien se va.
Me levanto con toda mi ropa en su debido lugar, aparto los velos tironeándolos para sacarlos del camino cuanto antes. Aquello fue la gota que rebalsó mi vaso de paciencia. No me quedaré por causas perdidas y por personas que no agradecen mi amistad y no reconocen, ni en una discusión, mi tiempo para con ellos.
Abro la puerta y ésta se cierra casi al instante.
Camino entre la penumbra con mis manos palpando a los alrededores y choco nuevamente con todos esos maceteros estúpidos y cuando me golpeo de frente con la puerta de entrada o ¿salida?, me doy cuenta que he llegado al final.
Salí por ella y la única idea que tenía en mi cabeza era alejarme de este lugar y de Hikari por el resto de lo que queda de mi ira, mi lástima o mi vida.
Era inaudito, fui a pasado a llevar por lo más sagrado que tengo: mi amistad hacia otros. Ella prefiere quedarse con sus ideas y olvidar al resto…cree que tiene la razón.
Se quedará sola…como tanto quiere.
Antes de salir del lugar tuve la esperanza de que mi amiga de redimiera de lo que había dicho y pensé que me seguiría para aclarar todo, pero no. Giré en mis talones a la puerta, pero continuaba cerrada. Al parecer ya no había nada que hacer. Esto quedaba aquí.
Salí y caminé dos o tres calles, no lo recuerdo aún muy bien porque fui todo el camino pensando en ella. Pensando en si tenía la razón…todavía no lo sé.
El autobús no se demoró mucho en llegar…que importaba eso, me iba sin haber cumplido una misión que yo mismo me había propuesto.
FIN.
Notas:
Dije que era una historia muy simple y corta. Tengo esa extraña manera de tratar a Hikari, la he tratado de loca, hermosa, chica fácil…etc. pero es que no la veo como chica buena, me parece más apariencia. En realidad, no me cae muy bien (pero eso ahora es independiente en la historia).
Esta terminada, conclusa, si lo desean pueden dejarme un review para decirme que esta bien, mal, excelente u horrible. Si me quieren contactar por alguna razón si es que disfrutan tanto el Taimi como yo o odian tanto a Hikari como yo o simplemente desean incluirme en su MSN y hablar un ratito pues mi mail está en mi…¿¿¿como se llama???…eeee, tengo tan mala memoria…bueno ese lugarcillo donde está mi bio y todas mis historias…yap?.
Un Beso.
L O R E - C H A N.
