Quinto Capítulo.
Cuando Un Padre Se Reúne Con Su Tesoro Más Preciado.
La nave en la que viajaban Gokú, Vegeta y Taurus aterrizó en el planeta donde vivía Seripa.
-Vaya que ustedes si son rápidos -Seripa al oír el ruido que la nave producía.
-Sí, mi amiga Bulma es experta en éstas cosas -le explicó Gokú.
-Príncipe Vegeta -Totepo lo vio bajar de la nave.
-Nada de inclinaciones, ya saben que me chocan esos teatritos y aparte creo que ya no soy soberano de nada -Entró en la casa.
-¿Entonces por qué me reclamas que te debo de respetar por que eres el príncipe de los saiyas? -Gokú le reprocho, Taurus el tiró un zape a Vegeta y éste se tuvo que cubrir la cabeza.
-¡No hables cuando no tengas que hacerlo, Kakarotto! -el menor de los tres saiyas rió de buena gana.
-Él puede hablar cuando quiera -Taurus miró al príncipe a los ojos.
-Ya tengo todo listo -Seripa subió lo necesario a la nave, y después ella junto a Totepo la abordaron.
-Muy bien, en marcha -Vegeta encendió el motor.
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Cuando la nave ya llevaba un tramo recorrido en el espacio, Gokú se puso de pie y se dirigió a una de las habitaciones de la nave. Se sentó en una de las camas.
-¿Te preocupa algo? -Taurus entró también en la habitación y se sentó en la misma cama con él.
-¿Sabes?. El mundo me está dando algo muy bueno en este tiempo, ¿pero por qué hasta ahora? -se giró a verlo.
-¿Ahora? -Taurus no le entendía.
-Sí, presiento que yo más pequeño hubiera necesitado de mis padres -se acostó en la cama.
-Te entiendo, dime cuantos años terrestres tienes -Gokú comenzó a hacer cuentas.
-24 -le dijo.
-Bien, son 24 años terrestres y en la tierra se te considera ya un adulto, pero en Vegeta cada 8 años terrestres ahí equivalen a uno (no me hagan caso solo es una idea que se me ocurrió en mi fic) entonces en realidad tu tienes 3 años en saiyan -Kakarotto, aun eres muy pequeño. De ahí que los saiyanes tengamos una juventud muy prolongada -Gokú abrió la boca sin creerlo.
-¿Y tu cuantos tienes? -Gokú se giro a verlo.
-Digamos que 190 años en terrestre y en saiyan 23 años -Gokú lo vio de pies a cabeza -Jajaja, pequeño Kakarotto, los saiyanes pueden tener hijos hasta los 380 terrestres en promedio que equivaldría a 47 años saiyanes -Gokú tenía un nudo en la cabeza, por lo que Taurus el contaba y sus ojitos estaban como puntitos -Mira, te diré algo, mamá y papá ahorita tienen ya casi 60 años saiyanes -Gokú seguía sin entender.
-¿Entonces cuantos tendría Vegeta en saiya? -Quería saber.
-Vegeta es también un niño, aunque en la tierra ya sea un adulto, Vegeta tendría -comienza a hacer cuentas -Casi 5 años en saiya -Ahí es dos años mayor que tu, y en cuenta terrestre 4 años mayor.
-Vaya, sí que es extraño -se tumbó en la cama.
-Me pregunto que dirá papá al verte -Taurus se tumbó a un lado de verte.
-Tau -Gokú miraba fijamente el techo.
-Dime -se giró a verlo.
-¿Por qué llegaste herido a la tierra? -Taurus volvió la vista al techo y suspiró.
-Pues aunque no lo creas, Freezer también tienen una madre y se llama Icer (digo, pa' no romper con la descendencia de la familia de congelados), y ella intento por todos los medios que te localizará y nuestro último enfrentamiento tuvo lugar a unos solos cuantos kilómetros de la tierra -Gokú se giró un poco y se hizo un ovillo en la cama, pero siguió escuchando a su hermano.
-¿Ella te atacó?, ¿es muy fuerte' -ante toda respuesta Taurus asintió ligeramente.
-Aunque no lo parezca, ella es más fuerte que Freezer -dio otro suspiro -Incluso es muy difícil de vencer -de repente volteo hacia donde estaba su hermano y lo vio profundamente dormido -Bueno -se levantó con sumo cuidado de la cama y abandono la habitación.
-Ahhh, aquí estás -Vegeta se giró a verlo.
-Kakarotto se ha dormido -se sentó a un lado de su madre.
-No es raro en él -Vegeta miró el radar.
-¿Andas insinuando que mi hermano es flojo? -Taurus levantó el puño amenazante. -Pero como me respetas -Vegeta se quejó con él.
-¿Y qué hicieron antes de que tu hermano se quedara dormido? -Seripa tuvo que intervenir, para evitar que los dos se pelearan.
-Pues le explique lo de los años saiyan y terrestres -Taurus se giró a verla y Totepo fumaba otro puro y leía una revista científica que se encontró en la nave.
-¿Y lograste que te entendiera?. Porque es difícil, incluso esa cabeza tan dura que Kakarotto tiene, logre comprender porque dos más dos son cuatro -no hubiera hablado Vegeta, porque se ganó una llave en la espalda.
-Dejen de pelear, creo que ese es el planeta -Totepo dejó la revista a un lado y señaló un pequeño planeta.
-Muy bien -Vegeta descendió poco a poco.
-¿Despertamos a Kakarotto? -Seripa dijo que no.
-Yo cuidaré de él, suerte -los despidió cuando estos tres descendieron de la nave.
-En marcha -pisaron la superficie del plantea desconocido.
-Espero que dar con Bardack, no sea difícil -Taurus y Totepo llevaban consigo sus rastreadores y Vegeta sólo se concentraba en encontrar un ki.
-Será más fácil encontrarlo por aire -los tres alzaron el vuelo.
-Abran bien los ojos -Totepo se refirió a los dos más jóvenes.
-Claro -ante ellos se alzaba un pasaje desolado.
-¿Ahhh? -Vegeta de pronto sintió una presencia y los rastreadores de Totepo y Taurus comenzaron a marcar números como locos.
-¿Será posible que sea Bardack? -los tres se dirigieron en esa dirección.
-Dios lo quiera -aumentaron la velocidad.
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Llegaron a una especie de valle rocoso.
-Ahora que lo veo, este planeta se encuentra en línea directa a donde estaba Vegeta -Vegeta alzó los ojos al espacio.
-Cierto -ellos entraron a una cueva.
-¡Bardack! -Totepo gritó con la esperanza de que si alguien estaba ahí adentro, los escuchara. -Sigamos más adelante -Vegeta les pidió que lo siguieran.
-¡Bardack! -segundo grito y esta vez a lo lejos, vieron una gran masa ponerse de pie.
-Algo se movió por ahí -señaló Taurus y los tres avanzaron hacia delante.
-Bardack ¿eres tú? -Totepo les pidió a los más jóvenes que esperaran.
-¿Totepo? -aunque estaba oscuro, ellos se dieron cuenta de que le sujeto en cuestión, se giró hacia ellos.
-Por todos los dioses -Totepo avanzó con más prisa hacia él -Bardack -en efectiva se trataba de él.
-¿Cómo es posible que estés vivo? -Bardack se recargo en él, para buscar apoyo.
-Eso es lo que yo debería de preguntarte -lo ayudó a salir, porque vio que estaba lastimado de un pie.
-Vamos -Taurus les extendió la mano, y los ayudó a salir.
-Arriba -Vegeta también les ayudó.
-Taurus -Bardack, susurró, podía verse que no se encontraba en óptimas condiciones.
-Sí, soy yo, vamos a donde espera mamá, ahí te daremos de comer y te recompondrás.
-Aparte en la nave te espera otro sorpresa -Totepo se lo echó a la espalda.
-Pues vayamos -los tres volaron aún más rápido.
-Y creo que es Seripa quien te tienen que hablar de ella -En cuestión de minutos llegaron a la nave.
-¡Llegamos! -gritó Vegeta al descender.
-Voy -Seripa abrió la puerta de la nave y pegó un grito al ver a Bardack -¡Bardack! -corrió a abrazarlo y éste respondió al abrazo.
-Será mejor que lo atendamos -Totepo tuvo que separarlos y ayudo a Bardack a subir a la nave y sentarse en el comedor.
-Te prepararé algo de comer -Seripa estaba muy feliz, por qué su esposo estaba con vida.
-De acuerdo -Bardack se dedicó a ver la nave, sin saber que en la misma estaba su hijo menor, profundamente dormido.
-Aquí hay algo -Seripa le puso comida enfrente.
-Los dejamos solos -Taurus, Totepo y Vegeta salieron del comedor y fueron a la sala. -Me dijo Totepo que hay otra sorpresa para mi en la nave -le dijo a su esposa mientras seguía comiendo con un gran apetito.
-Así, es -Seripa lo vio fijamente -Kakarotto está aquí en la nave, y se encuentra en una de las habitaciones profundamente dormido.
Bardack al principio no lo creyó, pero casi de inmediato se puso de pie bruscamente e ignorando por completo el dolor de la pierna, corrió rumbo a donde suponía que estaban las habitaciones.
-¡Espera, no sabes donde está! -Seripa corrió detrás de él y lo pescó por el hombro -vamos juntos -caminaron rumbo a las habitaciones.
-Kakarotto -susurró Bardack.
-En unos momentos lo verás ante tus ojos, Bardack -Llegaron a una habitación y Seripa giró el picaporte.
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Dentro de ésta. Había dos camas adoseladas y en una de ellas estaba Gokú profundamente dormido.
-Mi pequeño Kakarotto -Bardack se acercó a la cama y con temor le acarició la cabeza a su hijo.
-Se pondrá feliz al verte -Seripa también contemplaba a su hijo y en ese momento Gokú de movió un poco y estirándose, abrió los ojos, poco a poco.
-¿Eh? -miró a su alrededor y de repente su mirada tropezó con la de su padre, los dos se vieron fijamente -Papá -Gokú fue el primero en hablar y después abrazó a su padre, y este respondió al abrazó, pasando una mano, por el cabello negro azabache y alborotado de su hijo.
Nadie podría describir la gran alegría que sentía Bardack al estar abrazando el cuerpo de su hijo menor, y nadie tampoco podría saber, lo que Gokú sentía dentro de su corazón al sentir contra el cuerpo de su padre. Este era robusto y grande. En cambio Bardack sentía a que su hijo tenia un cuerpo frágil y a parte de que era pequeño, tal vez, por qué aún en Vegeta; Gokú sería considerado como un niño.
-Que lindo ¿no creen? -Totepo y los otros dos chicos observaban la escena desde la puerta, Y Seripa a un lado del padre y el hijo.
-¿Los separamos? -preguntó Vegeta y los otros tres negaron.
-Esperaron años para verse, no sería justo hacerles eso -pero en ese momento padre e hijo se separaron y Bardack vio a los ojos de su hijo.
-Que hermosos ojos tienes -le dijo y Gokú a toda respuesta sonrió, ene se momento Bardack supo que con él, había recibido un gran regalo.
-Será mejor que se vengan a comer -Seripa les pidió a todos que la siguieran.
-Tengo una pregunta que hacerte, Bardack -le dijo Totepo -¿De dónde sacó Kakarotto esos ojos tan grandes? -Al oírlo, el saiya rió de buena gana y se volteó a ver a su hijo menor, que caminaba detrás de ellos. En ese momento nada el importaba, si no sólo el hecho de que se había reunido con aquella persona que creyó que jamás volvería a ver y que nunca podría enseñarle cosas que quisiera que aprendiera. Quiso que ese tiempo jamás pasara y se quedara congelado.
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Continuará.
Bardack platicará todo lo que ocurrió con él.
Llegan los 6 a la tierra.
Cuando Un Padre Se Reúne Con Su Tesoro Más Preciado.
La nave en la que viajaban Gokú, Vegeta y Taurus aterrizó en el planeta donde vivía Seripa.
-Vaya que ustedes si son rápidos -Seripa al oír el ruido que la nave producía.
-Sí, mi amiga Bulma es experta en éstas cosas -le explicó Gokú.
-Príncipe Vegeta -Totepo lo vio bajar de la nave.
-Nada de inclinaciones, ya saben que me chocan esos teatritos y aparte creo que ya no soy soberano de nada -Entró en la casa.
-¿Entonces por qué me reclamas que te debo de respetar por que eres el príncipe de los saiyas? -Gokú le reprocho, Taurus el tiró un zape a Vegeta y éste se tuvo que cubrir la cabeza.
-¡No hables cuando no tengas que hacerlo, Kakarotto! -el menor de los tres saiyas rió de buena gana.
-Él puede hablar cuando quiera -Taurus miró al príncipe a los ojos.
-Ya tengo todo listo -Seripa subió lo necesario a la nave, y después ella junto a Totepo la abordaron.
-Muy bien, en marcha -Vegeta encendió el motor.
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Cuando la nave ya llevaba un tramo recorrido en el espacio, Gokú se puso de pie y se dirigió a una de las habitaciones de la nave. Se sentó en una de las camas.
-¿Te preocupa algo? -Taurus entró también en la habitación y se sentó en la misma cama con él.
-¿Sabes?. El mundo me está dando algo muy bueno en este tiempo, ¿pero por qué hasta ahora? -se giró a verlo.
-¿Ahora? -Taurus no le entendía.
-Sí, presiento que yo más pequeño hubiera necesitado de mis padres -se acostó en la cama.
-Te entiendo, dime cuantos años terrestres tienes -Gokú comenzó a hacer cuentas.
-24 -le dijo.
-Bien, son 24 años terrestres y en la tierra se te considera ya un adulto, pero en Vegeta cada 8 años terrestres ahí equivalen a uno (no me hagan caso solo es una idea que se me ocurrió en mi fic) entonces en realidad tu tienes 3 años en saiyan -Kakarotto, aun eres muy pequeño. De ahí que los saiyanes tengamos una juventud muy prolongada -Gokú abrió la boca sin creerlo.
-¿Y tu cuantos tienes? -Gokú se giro a verlo.
-Digamos que 190 años en terrestre y en saiyan 23 años -Gokú lo vio de pies a cabeza -Jajaja, pequeño Kakarotto, los saiyanes pueden tener hijos hasta los 380 terrestres en promedio que equivaldría a 47 años saiyanes -Gokú tenía un nudo en la cabeza, por lo que Taurus el contaba y sus ojitos estaban como puntitos -Mira, te diré algo, mamá y papá ahorita tienen ya casi 60 años saiyanes -Gokú seguía sin entender.
-¿Entonces cuantos tendría Vegeta en saiya? -Quería saber.
-Vegeta es también un niño, aunque en la tierra ya sea un adulto, Vegeta tendría -comienza a hacer cuentas -Casi 5 años en saiya -Ahí es dos años mayor que tu, y en cuenta terrestre 4 años mayor.
-Vaya, sí que es extraño -se tumbó en la cama.
-Me pregunto que dirá papá al verte -Taurus se tumbó a un lado de verte.
-Tau -Gokú miraba fijamente el techo.
-Dime -se giró a verlo.
-¿Por qué llegaste herido a la tierra? -Taurus volvió la vista al techo y suspiró.
-Pues aunque no lo creas, Freezer también tienen una madre y se llama Icer (digo, pa' no romper con la descendencia de la familia de congelados), y ella intento por todos los medios que te localizará y nuestro último enfrentamiento tuvo lugar a unos solos cuantos kilómetros de la tierra -Gokú se giró un poco y se hizo un ovillo en la cama, pero siguió escuchando a su hermano.
-¿Ella te atacó?, ¿es muy fuerte' -ante toda respuesta Taurus asintió ligeramente.
-Aunque no lo parezca, ella es más fuerte que Freezer -dio otro suspiro -Incluso es muy difícil de vencer -de repente volteo hacia donde estaba su hermano y lo vio profundamente dormido -Bueno -se levantó con sumo cuidado de la cama y abandono la habitación.
-Ahhh, aquí estás -Vegeta se giró a verlo.
-Kakarotto se ha dormido -se sentó a un lado de su madre.
-No es raro en él -Vegeta miró el radar.
-¿Andas insinuando que mi hermano es flojo? -Taurus levantó el puño amenazante. -Pero como me respetas -Vegeta se quejó con él.
-¿Y qué hicieron antes de que tu hermano se quedara dormido? -Seripa tuvo que intervenir, para evitar que los dos se pelearan.
-Pues le explique lo de los años saiyan y terrestres -Taurus se giró a verla y Totepo fumaba otro puro y leía una revista científica que se encontró en la nave.
-¿Y lograste que te entendiera?. Porque es difícil, incluso esa cabeza tan dura que Kakarotto tiene, logre comprender porque dos más dos son cuatro -no hubiera hablado Vegeta, porque se ganó una llave en la espalda.
-Dejen de pelear, creo que ese es el planeta -Totepo dejó la revista a un lado y señaló un pequeño planeta.
-Muy bien -Vegeta descendió poco a poco.
-¿Despertamos a Kakarotto? -Seripa dijo que no.
-Yo cuidaré de él, suerte -los despidió cuando estos tres descendieron de la nave.
-En marcha -pisaron la superficie del plantea desconocido.
-Espero que dar con Bardack, no sea difícil -Taurus y Totepo llevaban consigo sus rastreadores y Vegeta sólo se concentraba en encontrar un ki.
-Será más fácil encontrarlo por aire -los tres alzaron el vuelo.
-Abran bien los ojos -Totepo se refirió a los dos más jóvenes.
-Claro -ante ellos se alzaba un pasaje desolado.
-¿Ahhh? -Vegeta de pronto sintió una presencia y los rastreadores de Totepo y Taurus comenzaron a marcar números como locos.
-¿Será posible que sea Bardack? -los tres se dirigieron en esa dirección.
-Dios lo quiera -aumentaron la velocidad.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Llegaron a una especie de valle rocoso.
-Ahora que lo veo, este planeta se encuentra en línea directa a donde estaba Vegeta -Vegeta alzó los ojos al espacio.
-Cierto -ellos entraron a una cueva.
-¡Bardack! -Totepo gritó con la esperanza de que si alguien estaba ahí adentro, los escuchara. -Sigamos más adelante -Vegeta les pidió que lo siguieran.
-¡Bardack! -segundo grito y esta vez a lo lejos, vieron una gran masa ponerse de pie.
-Algo se movió por ahí -señaló Taurus y los tres avanzaron hacia delante.
-Bardack ¿eres tú? -Totepo les pidió a los más jóvenes que esperaran.
-¿Totepo? -aunque estaba oscuro, ellos se dieron cuenta de que le sujeto en cuestión, se giró hacia ellos.
-Por todos los dioses -Totepo avanzó con más prisa hacia él -Bardack -en efectiva se trataba de él.
-¿Cómo es posible que estés vivo? -Bardack se recargo en él, para buscar apoyo.
-Eso es lo que yo debería de preguntarte -lo ayudó a salir, porque vio que estaba lastimado de un pie.
-Vamos -Taurus les extendió la mano, y los ayudó a salir.
-Arriba -Vegeta también les ayudó.
-Taurus -Bardack, susurró, podía verse que no se encontraba en óptimas condiciones.
-Sí, soy yo, vamos a donde espera mamá, ahí te daremos de comer y te recompondrás.
-Aparte en la nave te espera otro sorpresa -Totepo se lo echó a la espalda.
-Pues vayamos -los tres volaron aún más rápido.
-Y creo que es Seripa quien te tienen que hablar de ella -En cuestión de minutos llegaron a la nave.
-¡Llegamos! -gritó Vegeta al descender.
-Voy -Seripa abrió la puerta de la nave y pegó un grito al ver a Bardack -¡Bardack! -corrió a abrazarlo y éste respondió al abrazo.
-Será mejor que lo atendamos -Totepo tuvo que separarlos y ayudo a Bardack a subir a la nave y sentarse en el comedor.
-Te prepararé algo de comer -Seripa estaba muy feliz, por qué su esposo estaba con vida.
-De acuerdo -Bardack se dedicó a ver la nave, sin saber que en la misma estaba su hijo menor, profundamente dormido.
-Aquí hay algo -Seripa le puso comida enfrente.
-Los dejamos solos -Taurus, Totepo y Vegeta salieron del comedor y fueron a la sala. -Me dijo Totepo que hay otra sorpresa para mi en la nave -le dijo a su esposa mientras seguía comiendo con un gran apetito.
-Así, es -Seripa lo vio fijamente -Kakarotto está aquí en la nave, y se encuentra en una de las habitaciones profundamente dormido.
Bardack al principio no lo creyó, pero casi de inmediato se puso de pie bruscamente e ignorando por completo el dolor de la pierna, corrió rumbo a donde suponía que estaban las habitaciones.
-¡Espera, no sabes donde está! -Seripa corrió detrás de él y lo pescó por el hombro -vamos juntos -caminaron rumbo a las habitaciones.
-Kakarotto -susurró Bardack.
-En unos momentos lo verás ante tus ojos, Bardack -Llegaron a una habitación y Seripa giró el picaporte.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Dentro de ésta. Había dos camas adoseladas y en una de ellas estaba Gokú profundamente dormido.
-Mi pequeño Kakarotto -Bardack se acercó a la cama y con temor le acarició la cabeza a su hijo.
-Se pondrá feliz al verte -Seripa también contemplaba a su hijo y en ese momento Gokú de movió un poco y estirándose, abrió los ojos, poco a poco.
-¿Eh? -miró a su alrededor y de repente su mirada tropezó con la de su padre, los dos se vieron fijamente -Papá -Gokú fue el primero en hablar y después abrazó a su padre, y este respondió al abrazó, pasando una mano, por el cabello negro azabache y alborotado de su hijo.
Nadie podría describir la gran alegría que sentía Bardack al estar abrazando el cuerpo de su hijo menor, y nadie tampoco podría saber, lo que Gokú sentía dentro de su corazón al sentir contra el cuerpo de su padre. Este era robusto y grande. En cambio Bardack sentía a que su hijo tenia un cuerpo frágil y a parte de que era pequeño, tal vez, por qué aún en Vegeta; Gokú sería considerado como un niño.
-Que lindo ¿no creen? -Totepo y los otros dos chicos observaban la escena desde la puerta, Y Seripa a un lado del padre y el hijo.
-¿Los separamos? -preguntó Vegeta y los otros tres negaron.
-Esperaron años para verse, no sería justo hacerles eso -pero en ese momento padre e hijo se separaron y Bardack vio a los ojos de su hijo.
-Que hermosos ojos tienes -le dijo y Gokú a toda respuesta sonrió, ene se momento Bardack supo que con él, había recibido un gran regalo.
-Será mejor que se vengan a comer -Seripa les pidió a todos que la siguieran.
-Tengo una pregunta que hacerte, Bardack -le dijo Totepo -¿De dónde sacó Kakarotto esos ojos tan grandes? -Al oírlo, el saiya rió de buena gana y se volteó a ver a su hijo menor, que caminaba detrás de ellos. En ese momento nada el importaba, si no sólo el hecho de que se había reunido con aquella persona que creyó que jamás volvería a ver y que nunca podría enseñarle cosas que quisiera que aprendiera. Quiso que ese tiempo jamás pasara y se quedara congelado.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Continuará.
Bardack platicará todo lo que ocurrió con él.
Llegan los 6 a la tierra.
