La Historia de Nuestras Vidas
Parte III
Capitulo Noveno
Tomoyo todavía estaba en la enfermería, esperando a que la mujer terminara de examinarla. Estaba aburrida, quería ir a bailar un rato, pero esa mujer insistió en colocarle un vendaje.
-Le digo que no es necesario, además se vería muy feo, ya me siento mejor- dijo Tomoyo, perdiendo la paciencia.
-Tomoyo, es peligroso, puede ser algo mas grave-dijo Uemura.
-No, ¡no quiero que me pongan vendas!
La enfermera y Uemura no insistieron más y la dejaron salir. Allí ella buscaba al hombre que la miraba y la espiaba. Estaba segura de que se encontraba entre esa multitud, y si lo hallaba, le pediría muchas explicaciones, porque no tenia derecho a espiarla de esa forma. Lo difícil era saber cual de todos ellos era. Podía ser cualquiera. Se sentó algo cansada en un sillón, mientras miraba a sus compañeros, bailando felices.
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La dulce ilusión no era más que una verdad. Pero ella se negaba a abrir los ojos. Suavemente con sus manos, fue recorriendo el rostro del ladrón de besos, cada uno de sus rasgos varoniles, tocó su frente, su cabello alborotado.
Lentamente, el beso fue desapareciendo entre sus labios y ella trató de traerlo mas hacia si, impidiendo que se separaran. No quería que él se fuera y la dejara allí, presa y víctima de ese beso tan desencadenado, tan atrevido, tan tirante, libre y loco. ..
Ni ella sabía el momento exacto. ¿Cuando se había sentido así? nunca. Ni siquiera con Yukito, que fue el gran amor de su niñez, había sentido algo semejante. ¿Que era este sentimiento? ¿Cuando Shaoran le había arrebatado sus pensamientos y sentimientos?- Era inexplicable. Se suponía que se llevaban muy mal. ¿Por qué este cambio tan radical? antes lo único que quería era que se fuera a su país. Ahora, deseaba estar con él cada segundo, respirar de su aire, poseerlo con una mirada... ¿Cuando comenzó todo esto?
Li en tanto, estaba un poco nervioso. Él siempre había sido un chico osado, libre, sin miedo de lanzarse a los nuevos retos y desafíos, sin miedo de la vida, para vivirla intensamente. Pero ahora dudó. No estaba seguro si lo que había echo era lo correcto, le traería problemas o quizás beneficios, no lo sabía.- Talvez era buena idea disculparse con ella y olvidarse del asunto. ¿Olvidarse?-No, eso era imposible. Como iba a olvidar un momento tan íntimo, tan glorioso y sus bellos ojos mirándolo como si no entendieran nada. Se deslumbró observándola, cada movimiento, cada suspiro, su pureza, su belleza, el destello de sus ojos, sus labios sonrosados, sus finas manos, su regazo.
- Sakura...yo...- ella puso su dedo sobre sus labios, haciéndolo callar.
-Shhtt.. No digas nada, tu nunca das muchas explicaciones, no tienes porqué dármelas ahora- ella sonrió.
Él se libero de sus manos.
-Pero Sakura, esto puede traerte proble...- Sakura nuevamente puso su dedo sobre sus labios.
-¿Que tengo que hacer para que te quedes quieto un momento?-dijo ella contemplándolo.
-¡déjame hablar!- él sujetó con sus manos las manos de ella- Ahora yo quiero hablar, es muy importante, debes volver con tu prometido por que si no...
Ahora sus palabras fueron calladas por un beso de ella, lleno de pasiones, ardiente, heroico, repentino. Lo amarró con sus brazos y él sujetó su cuerpo desde sus dulces caderas. Se hundieron nuevamente en la inmensidad del beso que era mucho más apasionado y desenfrenado que el anterior. Fueron cediendo y cediendo, pero no se soltaban. Sakura tenía que luchar fervorosamente para no ser arrastrada por el rudo beso que él le correspondía.
Ella siempre tuvo novios delicados, suaves, atentos, muy educados, sin embargo éste, que era todo lo contrario, la hacia sentirse desfallecer, cada roce ardiente, sus manos sujetándola con fuerza, sus besos locos con inigualable pasión. Quería ir mas allá, pero no podía, no tan rápido. Comenzó a disfrutar todo esto, al notar que ella le correspondía. Subió y bajo sus manos por su cintura, como queriendo moldearla. Se separó de él emitiendo un suspiro. Ese hombre calaba hasta lo más profundo de su alma, pero no podía dejarse llevar tan rápido por una pasión sin control. Debía estar segura de lo que sentía por él, para entregarse de lleno a sus brazos. Se miraron tranquilamente y se levantaron de la fuente. Él la ayudo con el cierre de su vestido y ella acarició su rostro, depositando un beso en su cuello.
Ebrios de ansiedad, de sentimientos, de esperanza, de anhelos y de sueños se acariciaron por última vez.
Volvieron a la fiesta, después de todo Li no quería dejar sola a Tomoyo, pues era su acompañante y Sakura tenia que supervisar a su prometido. Se despidieron con una mirada entre la gente, mientras buscaban a sus respectivas parejas.
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Tomoyo estaba sentada, ignorando a los muchachos que les pedían con desesperación que bailara con ellos. De repente una mirada se clavó en sus bellos ojos azules. Era un chico que estaba apoyado contra la pared, al otro lado del salón. Era el dueño de la mirada que hace mucho tiempo la acosaba. Bebía algo, pero no le quitaba la vista de encima. Ella tampoco. Era un joven muy misterioso, y por la oscuridad del lugar no logró divisarlo bien. Ella, sin saber el porqué, se sonrojó. Sintió que ese extraño muchacho la desnudaba con la mirada. Tembló al ver que se acercaba hacia ella. Trató de escapar, fingiendo que necesitaba ir al baño. El hombre la tomó bruscamente del brazo y la sujetó contra él.
-"no puedes hacer nada, no puedes escapar de mi"-le susurró con una voz muy ronca al oído.
-¿quien eres?-dijo ella estremeciéndose.
-Eso carece de importancia ahora. Lo único que debes saber, es que alguno de estos días te iré a buscar donde quiera que estés, te secuestraré y te llevaré conmigo.
-¿eres un secuestrador?
-Nada de eso. Sólo que te necesito para vivir.
Diciendo esto se retiró y desapareció entre los jóvenes que bailaban-Tomoyo estaba muy asustada. Pero no le parecía un sujeto malo. Ella pudo captar que traía lentes, y que tenía los ojos azules. También notó que sus manos eran ásperas, era un tipo con fuerza... ¡ERA ÉL! El hombre que constantemente la espiaba y la vigilaba. ¿Pero que quería? ¿La quería a ella? ¿Y para que? ¿Acaso era un ladrón que quería apoderarse de la inmensa fortuna de su familia? ¿Era algún fanático? ¿O un terrorista? ¿O quizás un nazi ! Talvez era un campesino, no. quizás un artista buscando una modelo para sus cuadros- Tomoyo siempre tuvo una imaginación muy extensa, no era raro que se imaginara todas esas cosas. Una voz la sacó de sus pensamientos.
-Tomoyo, al fin te encuentro, perdóname, te dejé sola-le dijo Li al verla entre la multitud.
-No te preocupes Li, yo estoy bien- le sonrió ella, aun un poco nerviosa.
-¿Quieres bailar?-preguntó Li al ver su semblante preocupado.
-¡claro que si!- dijo Tomoyo, dirigiéndose a la pista de baile.
-¡SAKURA!- le dijo Uemura- ¿Donde te habías metido? ¡Te estuve buscando!
-Estaba en el Jardín- respondió ella-
-No, no estabas- le dijo él- Mírate el lápiz labial. Estuviste con otro- le dijo Uemura.
Ella se paralizó unos momentos.
¡Cómo olvidar ese detalle!- cuando llegaron a la fiesta, Uemura insistía en besarla, pero ella se negó porque se le correría el lápiz labial. ¡Y ahora, cuando se besó con Shaoran se le corrió! y Uemura no era tonto, enseguida lo descubrió.
-Fue porque me comí uno de esos ricos canapés-dijo Sakura muy nerviosa.
Uemura sabia que no era por eso. Ella lo engañaba, pero prefirió hacerse el desentendido. No quería quedar mal frente a la gente, y lo peor, seria perderla a ella. A nadie se le corría el labial de esa manera cuando se comía un canapé. Sakura era muy obvia. Pero sus padres le habían comunicado la fecha de la boda. Seria en unas semanas más y él iría a la casa de Sakura para pedir oficialmente su mano, ante su Padre. Él todavía no le decía a Sakura que la fecha de la boda estaba programada y que ya tenían una hora en la iglesia y en el registro civil.
-Perdóname amor, por dudar de ti- le dijo él- ahora ¿vamos a bailar?
-esta bien- dijo Sakura, aliviada de que no descubriera su secreto.
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Sakura dormía placidamente en su cama. Lo había pasado muy bien la noche anterior, pero ahora estaba muy cansada. Uemura insistió en llevarla a un lugar mas privado, donde se puso a hablarle cosas de su vida (ya que estaba un poco tomado) y luego comenzaba a besarla. Era tan diferente a su Amante. Su amante no necesitaba hablar, todo lo decía con la mirada. Sus besos eran dulces, apasionados, llenos de amor, no insípidos, como los que le daba Uemura. No sabia porqué seguía con él, en realidad no lo soportaba. Algo le impedía romper con él.
Se levantó y se dirigió a la habitación de Shaoran, para despertarlo a besos, para abrazarlo y sentir su cuerpo junto al de ella. Pero llegó tarde. Él ya no se encontraba y su cama estaba echa. De seguro salió muy temprano a una de sus "clasecitas" de malabarismo.
Se lanzó a su cama un poco confundida. Tenia que aclarar sus sentimientos. ¿Que era lo que sentía exactamente por él?
"Quiero verte, pero no puedo. Eso me hace sentir triste
No puedo decírtelo, pero quiero hacerlo... mi oportunidad se escapa
Pero, pero, despleguemos juntos nuestras alas
Y corramos una maratón en el cielo para unir nuestros sueños
Hey mira! te atrapo te atrapo me atrapas me atrapas espera
Mira hacia mí y dime que te gusto
Si, gusto en conocerte, gusto en verte ¡seguro!
Mis sentimientos vuelan, vuelan, vuelan hacia tu corazón.
Y no pierden el camino"
-¿que es esa música?-Sakura se levantó y bajó al primer piso. Entró sigilosamente al living, pudo ver la radio encendida. De allí provenía la extraña canción. La apagó rápidamente.
-¿Papá?-dijo ella. No recibió respuesta. Se acercó a la pizarra y vio que su padre tenía una junta importante por la mañana y que su hermano tenía un trabajo de medio Tiempo. Entonces... ¿quien encendió la radio?.........
¡Un fantasma!-veloz como un rayo, tomó las llaves de la casa, cerró la puerta y corrió hasta la casa de Tomoyo.
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-Y los que quedan entre los veinte seleccionados para ir a Alemania son: Cairo, Bejiro, Chikao, Kojiro, Kenzan, Magoto, Magakashi, Shaoran, Isuke, Yamasaki...- y así siguió el profesor--
-¡bien, quedamos entre los veinte! ¡Ahora tenemos que quedar entre los diez y luego entre los cinco!-dijo Shaoran.
-Si, que felicidad- decía Yamasaki
- Bueno, ¿que te parece si practicamos pases?- le dijo Shaoran muy entusiasmado.
-Este bien- dijo Yamasaki tomando sus clavas.
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-Si los vi.- le dijo Tomoyo a Sakura- incluso yo fingí que caía para que él no saliera al jardín.
-Ah, amiga tú siempre me salvas-dijo Sakura. Había ido a visitar a Tomoyo a su casa, para contarle todo lo que sucedió la noche anterior.
-Yo igual creo que él sospecha algo- le dijo Tomoyo
-Si, pero yo lo despisté
-Eso espero amiga. Pero si quieres tanto a Shaoran ¿porqué no terminas con Uemura?
-He pensado mucho, y creo que lo de Shaoran es temporal, solo una atracción, así como me atraen los demás chicos guapos.
-¿Estas segura?
-Si, además el es muy liberal para mi, no podría vivir con un hombre que solo se dedica a jugar con objetos.-dijo ella.
-Espero que estés bien segura de eso, porque después te puedes arrepentir.
-La verdad, deseo todo su ser, pero si algún día vuelve a Hong Kong lo olvidaré como he olvidado a los demás.
-No vaya a ser que estés subestimando este sentimiento. Recuerda que no es como los demás. A él lo conoces desde que eran niños-dijo Tomoyo.
-No tomoyo, estoy segura de lo que hago. Si quiero estabilidad debo quedarme con Uemura.
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Shaoran caminaba regreso a casa, se sentía muy feliz, por quedar entre los mejores veinte, la esperanza de llegar a Alemania crecía en su corazón. Siempre fue un chico muy esforzado que luchaba por sus ideales. Si darse cuenta, el cielo se tornó de un sutil rosado, luego un naranjo fuerte, para finalmente dar paso a un color azul oscuro. Se apuró un poco, porque temía que se preocuparan por él. Entró en la casa silenciosamente y se dirigió a la cocina. Allí pudo ver escrito en la pizarra, que Touya tenía un turno para trabajar y que el señor Fujitaka llegaría tarde.- Suspiró.- en esa casa nunca había nadie, y en su casa en Hong Kong siempre había gente corriendo para todos lados. De todas formas era conveniente, muchas veces es bueno estar solo... ¿pero estaba solo?- No se fijo si Sakura estaba también en la casa. Bajó la mirada algo triste. Desde que ellos se habían besado, no intercambiaban palabras, hoy por la mañana le fue imposible verla, debido a que sus clases comenzaron mas temprano.
-Al fin llegas.- dijo Sakura parada atrás de él con sus manos en las caderas, en señal de enojo.
-Lo siento, hoy salí tarde de mis clases.- Dijo él excusándose. Un momento ¿desde cuando que él se excusaba?
-Hay algo que quiero decirte.
-¿Qué?
-Que por tu culpa ahora estoy muy confundida.- Sakura lo tomó por el cuello de la camisa.
-¿ ehhh ?
-¿qué no te das cuenta? ¡Yo tengo que casarme! ¡Estoy comprometida en matrimonio! ¡Y ahora tú me sales con esto!
-Espera un poco.- él la empujó levemente, porque prácticamente lo estaba ahorcando.- Tu me dijiste que aun no le dabas una respuesta al sujeto, que él se lo había tomado enserio.
-Si, pero realmente debo casarme con él, lo hago por mi bien.- dijo ella con mas furia en su voz. Y no entendía porqué.
-Haz lo que quieras.- él lo dijo con rabia y tristeza, a la vez que le daba la espalda.
- ¡Por eso no me quedo contigo! ¡Porque nada te lo tomas enserio!
-¿Qué estas diciendo? ¡Yo si me tomé enserio todo esto!- el volteó para mirarla a los ojos.
-¡NO SE NOTA!- Sakura subió el tono de su voz.- Esta situación la confundía mas y la exasperaba.
-Por mí que te cases con quien quieras, puede ser el inútil de Uemura, así como el lechero y el verdulero.- le dijo él.
-¿CÓMO TE ATREVES?- dijo ella propinándole una feroz bofetada en el rostro, girándoselo bruscamente.
Ella no lo pensó. La mano le ardía, jamás se imaginó tener tanta fuerza, para darle una cachetada de esa magnitud. Lo miró y el chico no se había movido.- Su mano estaba dibujada perfectamente en su rostro. Intentó bofetearlo nuevamente, al no notar alguna reacción por parte de él, pero inesperadamente, él alcanzó a tomar su mano, la sujetó con fuerza y la atrajo donde él, abrazándola.
-Reconozco que me importa.......pero........ Es tu decisión...
Unas lágrimas rebeldes escaparon de los bellos ojos de Sakura. No entendía el porque, no comprendía lo que le sucedía. Estaba atrapada entre su abrazo y su cuerpo, con la frente apoyada en su pecho, sin saber que hacer, cómo reaccionar. Sin duda lo quería, lo deseaba... ¿pero a eso se le podría llamar amor? Sus lágrimas comenzaron a mojar sutilmente la camisa de él. Sabía que no quería a Uemura, pero Uemura siempre era atento con ella, además era un chico muy inteligente, tenía claro su futuro, era muy estudioso y trabajador. ¿Qué mas podía pedir?- Con Uemura a su lado, ella tendría un futuro muy bonito, y con el tiempo, terminaría enamorándose de él.
Shaoran acarició por última vez su cabello y se separó de ella. Tomó un abrigo y salió de la casa.
-A donde vas.- le preguntó Sakura con inaudible voz.
-Tengo una presentación de malabarismo.- Mintió.- No me esperen...- acto seguido cerró la puerta.
Sakura no pudo ni siquiera suspirar, ya que inmediatamente la puerta de volvió a abrir. Miró quien era. Era Touya, que estaba recién llegando del trabajo. Sakura se abrazó a él, llorando.
-¡Sakura!- ¿que te sucede? ¿Alguien te hizo algo malo?- preguntó Touya.
-Hermano.- dijo ella entre sollozos.- No sé, no quiero casarme con Uemura, no quiero, pero tengo que hacerlo...
-¿Casarte?- preguntó éste atónito.- ¿tan joven?
-Uemura vendrá en tres días a pedir mi mano, no puedo hacer nada, nada para impedirlo...
-¿quieres casarte con él?
-No, pero debo hacerlo, nadie me ofrecerá jamás el futuro que él me ofrece...
-Sakura piensa muy bien lo que harás, deja de pensar en un futuro y piensa en ti, analiza tus verdaderos sentimientos y si no lo amas, recuerda que tienes todo el poder para terminar el noviazgo, recuerda que nada ni nadie puede obligarte a hacer algo que tu no desees.
-Gracias hermano.- Sakura sonrió.- Se asomó por la ventana y miró hacia la calle. Luego subió a su habitación para dormir un poco, ya que estaba muy cansada.
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Continuará...
Al fin pude actualizar!!! he tenido poquísimo tiempo para sentarme frente al computador para escribir algo ... acabo de salir de una semana muuuy pesada y ahora se aproxima la otra así que ufff...¡¡mucho trabajo!! U_U
¡¡Pero como siempre me doy un tiempo especial para escribir y por fin acabé este capítulo. Espero que haya sido de su agrado ( en mi opinión personal estuvo muy cuático y triste) Pero tenía que hacerlo ^^ jijijiji
Queda poquito, poquito, para el final.-
¿que sucede? por lo visto Sakura no sabe lo que siente por Shaoran. Esta muy confundida. ¿podrá ella darse cuenta de sus sentimientos?. Sakura piensa que con Uemura tendrá un futuro más feliz, por el hecho de que él es muy estudioso y responsable y puede ofrecerle muchas cosas. Pero Shaoran vive solo del presente y lo único que puede ofrecerle a ella por el momento es su amor. ¿Es más valioso el amor que un futuro asegurado? ¡Averiguenlo en el prox capitulo, que va a estar excelente!
No se olviden de dejar un review para esta tierna y simpática autora ^^. Jijiji
