La Historia de Nuestras Vidas
Parte III
Capitulo Décimo
El tiempo pasaba rápido, Sakura estaba rindiendo las pruebas para entrar a la universidad, y muy pronto conocería el resultado. Estudió mucho, así que no podía haberle ido mal. Su relación con Uemura estaba mejor, porque hace unos días que no cruzaba palabras con Li y ahora tenia más tiempo para su prometido.
Nunca lo escuchaba del todo, le sonreia insípidamente. Lo besaba y lo acariciaba, caricias donde ella estaba ausente. ¿Por qué seguía junto a él? -para tener un futuro tranquilo y seguro. Pero no le amaba. De eso estaba segura.
- Mis padres ya fijaron la fecha para nuestro matrimonio- le había dicho Uemura.
Sakura solo le había sonreído, pero no dijo nada.
-¿que opinas?
-¿No crees que somos muy jóvenes?
-No. Mis padres se casaron a los quince años de edad.
-Haz lo que quieras,- le había dicho ella- mientras salía corriendo sin un rumbo Fijo.
¿Porque se sentía así? -si estaba haciendo lo correcto.- ¿porqué se sentía culpable? ¿Porqué sentía que su vida ahora no tenia sentido, si parecía tenerlo mas que nunca?
Se detuvo en seco- Era por "él". Porque se había enamorado de Shaoran ¡pero él no era su tipo!- al diablo el tipo de hombre. ¿Por qué lo negó tanto? ¿Todo este tiempo?- él era un chico especial, algo extraño, pero muy especial, entretenido, y en los brazos de nadie se sentiría como en los brazos de él. De seguro si se quedaba a su lado, no se aburriría en toda su vida, no era como los otros hombres, que siempre eran tan formales, él era distinto. Era el hombre que anheladamente esperaba y repentinamente apareció. ¿Tanto le costó admitirlo?- pero dudaba que él sentía lo mismo por ella. No se atrevía a decirle la verdad, ¿que pensaría él? ¿Que se estaba burlando?
¿Que debía hacer ahora?- Su corazón por fin había descubierto el secreto, de que lo amaba a él. ¿Pero debía obedecerle a su corazón?
El corazón le decía que no importaba nada ahora. Mañana hablaría con Uemura para cancelar su relación. No podía casarse sin existir amor de su parte.
Pero la mente le decía, que no, que Uemura podía ofrecerle un hogar, una familia segura y estable, como ella siempre había soñado. No podía seguir con un chiquillo infantil, soñador que se dirigía donde el destino le digiera donde. Como siempre, la mente fría y calculadora. El corazón sabio, intuitivo, sensible, pero ciego. ¿Que hacer? ¿Que era mejor para ella?
Corrió hacia la casa de su amiga Tomoyo. Tenia que desahogarse con alguien y nadie mejor que ella.
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-Me alegro mucho por ti Shaoran- decía Fujitaka sentado en el sillón conversando con Shaoran.
-Si, lástima que Yamasaki no quedara clasificado, no tendré con quien platicar- rió él.
El padre se Sakura se levantó y le obsequio un libro.
-¿que es esto?
-Es un diccionario Alemán- Japonés, para que cuando estés en Alemania te sepas comunicar- Dijo Fujitaka.
-Muchas gracias, me será muy Útil.
-¿cuando partirás?
-Mañana en la tarde. Las clases allá comenzarán en dos días.
-Es una pena que nos dejes, ya nos acostumbramos a ti- sonrió Fujitaka.
-Si, yo también a ustedes- le dijo Li, recordando a Sakura.
Ya estaba obscureciendo y ella no regresaba. Li estaba un poco preocupado, hasta que sonó el timbre.
-Padre, disculpa por preocuparte-dijo ella entrando- creo que va a llover-mirando el cielo.
-Si las nubes se notan muy negras-dijo Fujitaka
Li guardó el libro en su mochila.
Ella se fue a su habitación. Tenia que meditar un momento, aun no sabia que hacer, si seguir ciegamente lo que su corazón de decía o lo que la mente calculaba para ella.
Se lanzó a su cama tratando de detener los gritos cristalinos del corazón y dejar la mente un momento en blanco, para que no siguiera rugiendo como una tempestad.
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A altas horas de la noche, una silueta pasó de una habitación a otra. Entró sigilosamente, a tientas porque la oscuridad era absoluta. La lluvia golpeaba con fuerza la ventana, lo que disimulaba un poco el ruido que omitían sus pasos.
Se acercó a su rostro. Acarició su pelo, a la vez que pedía infinitas disculpas por haber violado una de las reglas. Pero no le importaba pagar el impuesto que le cobraran.
Su respiración era tranquila, leve y de vez en cuando dejaba escapar algún suspiro. Él le dijo en voz baja:
-Sakura, mañana en la tarde partiré a Alemania, me iré a especializar con uno de los mejores. El curso dura aproximadamente dos años. La verdad, me siento muy culpable por dejarte, no quisiera, pero es algo que debo hacer.
Ella seguía con su respiración normal. Dormía profundamente. Shaoran agradecía de cierta forma que no lo escuchara. ¿Para que tocarla ahora, para que entristecerla con su noticia?
-Quiero decirte que a pesar de seguir el camino que se aleja de ti, no te olvidaré.-
Temeroso, delirante, entre sus labios la voz se apagó, con angustia. Sin poder pronunciar palabras, la besó suavemente en la frente, para que no fuera a despertar. Luego prosiguió a retirarse, pero una mano lo detuvo.
-Violaste la regla principal, siempre has sido un travieso, te gusta romper las reglas-dijo ella con los ojos cerrados aun.
Él solo sonrió. Sin querer la había despertado. El viento silbaba silencioso en la ventana.
-Tendrás que pagar impuestos-dijo ella aun media dormida.
-Mañana cóbrame, total el otro día gané un poco de dinero-le dijo él.
-No quiero dinero- le dijo ella- quiero que te quedes conmigo esta noche.
-¿te volviste loca?- No puedo
-¿Porqué no?
-Mañana tengo que levantarme temprano, además si tu hermano o tu papá nos vieran, me echarían.
-Quédate aunque sea un rato.
Sakura lo atrapó inteligentemente con sus manos, impidiéndole escapar. El chico no se resistía, pero tampoco estaba seguro de lo que estaba haciendo. ¿Pasar la noche con Sakura? Lentamente lo atrajo hacia ella y comenzó a besar lujuriosamente su cuello. Li se sentía como un grandísimo tonto. Ella se casaría muy pronto, fue incapaz de decidirse por él y ahora lo estaba usando como ¿amante? y a él no le gustaba ser el amante de nadie. Tomó sus manos y la miró a los ojos. Ella se sorprendió por la reacción de él, pero no quitó la sonrisa de su rostro.
-Sakura, no te entiendo, tú deberías estar besando el cuello de tu prometido ¿verdad?
-Claro que si, pero tu cuello me gusta mas.- dijo ella con una sonrisa.
-No estoy bromeando Sakura, yo no estoy aquí para que juegues conmigo ¿me explico bien?- dijo él con una voz muy ruda y su rostro serio.
-No estoy jugando.-
-Yo no voy a permitir que juegues conmigo.
-¡No estoy jugando!
-Entonces anda a besarte con tu novio.- él se levantó y proseguía a retirarse cuando escuchó la voz de ella.
-No te vayas... entiende que a Uemura yo no lo quiero, No lo quiero...
-¿Entonces porqué vas a casarte con él?
-Porque tú no me has pedido matrimonio.- dijo ella con una sonrisa. Una gota resbaló por la nuca de Li.
-Yo no me voy a casar, ya que lo dije una vez.- dijo él abriendo la puerta de la habitación. Sakura corrió y la cerró antes de que él la abriera.
-Pero me amas ¿verdad?.. Tu me amas Shaoran, no puedes negarlo...-dijo ella mirándolo a los ojos.
Él no contestó.
-Es verdad entonces, tu me amas y sin embargo te haces el orgulloso y no quieres aceptarlo.- Dijo ella tomándolo por la polera y empujándolo levemente.
Shaoran estaba muy rojo, pero su rostro seguía serio. No podía confesárselo ahora, a pesar de que ella ya lo sabía. Tenía razón al decir que era orgulloso. En el fondo de su corazón latía el miedo al rechazo, tal vez ella sólo se estaba divirtiendo con esta situación, pero para él no era nada agradable.
-Vamos dime que me amas.- ella siguió empujándolo hasta que él chocó con la ventana.
-Sakura, esto es estúpido.
Su mirada se adentró en los profundos ojos de su compañero. Aquellos la observaban absorto, con fervor, latiente, con una vastedad de sentimientos, resonante, tiñendo la esperanza, quebrándose en ella, cayendo en la inmensidad de sus ojos verdes oceánicos.
Ella se acercó a él y lo besó apasionadamente. Se alegró al sentir que él le correspondía. Ella lo observaba impactada todo él era muy sensual, su actitud, su sonrisa, sus caricias, su mirada. Sintió como él se inclinaba sobre su oído.
-Claro que si, es verdad.- le dijo por fin.
Ella se sonrojó completa ante esta declaración, sabía perfectamente cual era su respuesta. Intentó decirle que ella también lo amaba, pero algo se lo impidió. Su garganta se cerró por completo, impidiendo el paso del aire. Primero terminaría con Uemura y luego le diría toda la verdad. Se abrazó más a él, aferrándose a su espalda y a la vez tratando de quitarle la tonta polera que traía puesta.
Sintió su brillante y verde mirada posándose con furia sobre él como si odiara desearlo. La envolvió nuevamente entre sus brazos y besó su frente, respirando con dificultad entre el cabello de ella. El silencio se extendía como una manta gigante sobre la habitación. El agua rugía con desesperación contra la ventana. Sakura sintió desplomarse entre los brazos de su amante, entre sus caricias. Quiso recuperar el control de la situación, pero ya no pudo, los brazos de él era muchos mas fuertes y no conseguía liberarse.
Parecía que este remolino de seducción no acabaría nunca, besos largos, caricias fulminantes.
De pronto escucharon ruidos en el pasillo. Era Touya, que se había levantado a tomar un poco de leche. Entró a la habitación de Sakura para ver como se encontraba, ya que había escuchado algunos ruidos-
-¿Como estás Sakura? ¿Y porqué estas despierta?-preguntó Touya.- ¿Que te sucede? ¿Por qué estás tan pasmada?
-No te preocupes hermano, sólo fue un mal sueño, es todo.-explicó ella mirando hacia la ventana.
La ventana estaba abierta. Touya se asomó, y al no notar nada raro, cerró la ventana. Arropó mejor a su hermana y se dirigió a su habitación.
-¿Porque me pasa esto a mi?-se preguntaba Shaoran colgando de la ventana de Sakura-..."con lo trasnochado que estoy ya no me quedan fuerzas..."-
La verdad, estaba bastante alto, Shaoran pensó en saltar a un árbol que había cerca y de allí subirse al techo. Pero ya no podía aguantar más, así que saltó al árbol. Siempre fue buen escalador de árboles, por eso no tuvo problemas para subir al techo y llegar a su habitación.
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El fuerte joven llevaba entre sus brazos a la hermosa y delicada chica. Ella se dejaba, ya que no podía ir en contra de los encantos y los deseos de ese hombre. Él cruzaba por un parque, lleno de árboles, a toda velocidad, como si estuviera escapando de algo. Ella se entregó de lleno al él, cuando inesperadamente entró en su habitación y sin palabras, la tomó entre sus brazos.
El joven se detuvo bruscamente. Respiraba agitadamente. Aun así no soltó a su Amada.
-¿a donde vamos?-preguntó ella tímidamente. El chico guardó silencio. La chica se sintió un poco incómoda. Él se sentó con ella en el césped, tomó su rostro entre sus manos y la acarició suavemente.
-Vamos lejos de todo, lejos de los compromisos, de las formalidades, escaparemos de la mundana rutina. Vamos hacia la felicidad.
Ella no entendía muy bien a que se refería, pero no dudó en ir con él. Ese muchacho la había conquistado sólo con su presencia, con sus miradas, con sus caricias. Se sentía la mujer mas feliz del mundo entre los brazos de ese hombre que apenas conocía. Sentía que lo necesitaba, tanto como él a ella. La hacia sentir como una Mujer y no como una niñita delicada.
Todo era como un sueño. En su vida buscó y buscó a alguien que la hiciera sentir como ahora la hacia sentir ese hombre. Nunca lo halló. Sin embargo el momento llegó inesperadamente. No iba a perder esta valiosa oportunidad de ser feliz, aunque eso le significaba alejarse de sus amigos y de su familia. Pero no todo es tan determinante. Podría volver algún día al lado del chico que quería. Sabía poco y nada sobre él, pero con sólo mirar su sonrisa y sus hermosos ojos, le parecía conocerlo completamente.
Nuevamente el hombre tomó en sus brazos a la delicada mujer y emprendió el rumbo, entre la oscuridad, la lluvia y la niebla de la noche.
-"ojalá que Sakura haga lo que su corazón le dicte, así como lo hice yo"- la hermosa chica cerró los ojos y se hundió en sus pensamientos.
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-¿¿¿QUEEEE????- NO PUEDES TERMINARME ASI, SAKURA !-gritó Uemura.
-Lo siento, pero no estoy enamorada de ti- le respondió ella. Estaban en el parque pingüino, sentados en una banca. Los cálidos rayos del sol de la mañana, evaporaban el agua regada en el suelo, por la lluvia de la noche anterior.
-PERO MIS PADRES YA FIJARON LA FECHA PARA LA BODA!
-No me importa. Que la cancelen. Yo no me quiero casar contigo- le dijo decidida ella.
-¿PERO PORQUÉ?-Si estábamos tan bien!!!- dijo él tomándola de las manos.
-Uemura, tu eres un chico muy bueno, estoy segura de que encontrarás a alguien que te valore mas que yo.
-No has respondido a mi pregunta- dijo con una voz que de a poco se iba trizando.
-Ya no te amo. Creo que nunca te amé. Solo te tenía mucho cariño, es todo.
-ERES UNA CUALQUIERA-gritaba desesperado Uemura-¡¡ UNA ESTUPIDA!!
Ella solo asentía- Se levantó de la banca. Le importaba muy poco lo que dijera de ella.
-¿A DONDE VAS?
-No tengo nada mas que decir, hasta aquí quedó lo nuestro, nos vemos- le dijo Sakura irónicamente, dejando atrás a un Uemura que se tiraba los cabellos y hacia preguntas al aire.
Caminaba lentamente hacia su casa, mientras admiraba el bello anillo de compromiso. No se lo devolvió a Uemura, ya que pensaba venderlo y con eso ganar algo de dinero, que algún día podría servirle de algo.
Ahora se sentía libre, como una paloma, pero a pesar de gozar la libertad momentánea, quería luego ir a parar a los brazos de su nuevo dueño. Un dueño que no abandonaría nunca.
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AHHH ¡espero que les haya gustado este capitulo.-Respecto a Tomoyo ella escapó con el hombre que la conquistó. Le quise dar a esta pareja un vuelco, así que la guié por lo magico y lo increíble. supongo que ya saben quien es el misterioso secuestrador.^^
"...Fui solo como un túnel. De mi huian los pájaros
y en mi la noche entraba su invación poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda..."
(Pablo Neruda) En homenaje a los treinta años de su muerte
Próximo Capitulo ¡ EL GRAN FINAL !- Dejen sus reviews!!
