"CURA MILAGROSA"
CAPÍTULO 1
Regalo de cumpleaños
Era de noche en Cilton, una chica estaba sentada en su cama en la posición del loto concentrándose en algo, una sábana dividía el cuarto de la posada por la mitad, de un lado, la chica en concentración y del otro lado un muchacho dormía plácidamente y sobre él colgaba un extraño objeto, era un palo de madera con un aro en uno de los extremos totalmente cubierto con hilos de colores, en el centro de este se encontraba una telaraña hecha con finos hilos de seda azul; era un atrapa-sueños y estaba brillando extrañamente.
- Lo encontré. – Dijo la muchacha mientras sacaba de una bolsa un extraño material como de marfil y plata. Rodeó aquella esfera con sus finas manos y la hizo flotar a la altura de su cara, aquella extraña masa comenzó a tomar forma. Diez minutos después estaba casi terminado, era un hermoso cepillo cuyo mango representaba una pareja abrazada en un tierno beso.
Tirsa. – Bien, solo un poco más y estará lista... ¿qué está pasando?
El cepillo se dividió en 2 iguales es un instante, uno de marfil con una estrella de 5 picos en la parte lisa del mismo y el otro de plata con una luna creciente, esto sorprendió muchísimo a Tirsa.
Tirsa. – Cielos, y ahora ¿qué hago con esto?, mmmh, ya sé, le daré este a
Zelgadiss como pensaba y este otro lo guardaré pasa Amelia, me
pregunto si la conoceré pronto; bueno, por ahora eso no importa, será
mejor dormir.
Y se acostó a dormir dejando ambos cepillos en la mesita de noche junto a la cama que ella ocupaba. Generalmente dormían en la misma habitación, todo porque en una ocasión llegaron a un pueblo en día de feria, el único hotel que quedaba ya solo tenía un cuarto con camas gemelas, decidieron tomarlo, ciertamente que lo necesitaban pues habían pasado 1 semana entera durmiendo en el bosque. Aquella vez se dieron cuenta que era más barato alquilar una habitación doble que 2 habitaciones, sin contar que a Zelgadiss se le estaba acabando el dinero y no le agradaba mucho que Tirsa le prestara.
El atrapa-sueño era de Tirsa pero siempre lo usaba Zelgadiss, la pobre de Tirsa tenía el sueño ligero y Zelgadiss sufría constantes pesadillas así que un día no aguantó más y lo colgó sobre él, un atrapa-sueños es un artefacto mágico que destruye la mayoría de las pesadillas o las aminora y los sueños hermosos los atrapa y en ocasiones los repite.
El sol salió de entre las montañas y la habitación ya estaba alzada y arreglada, Tirsa y Zelgadiss estaban casi listos para partir.
Bajaron a desayunar, todo era muy normal, salieron de la posada y siguieron su camino.
Zel. – Bueno, podríamos ir a Leto o a Carata, ¿tú qué opinas?
Tirsa. – Carata está bien pero he estado muchas veces ahí y no está lo que
buscamos.
Zel. – Entonces iremos a Leto, llegaremos cuando el Sol se halla puesto.
Tirsa. – Ojalá tuviera a Nieve Eterna todavía.
- Si eso quieres puedo darte a su hijo.
Zel. – ¿Quién anda ahí?
Tirsa. – Creo que reconozco esa voz, ¿no será acaso...?
- Si, soy yo.
Zel. – Lo que nos faltaba, ese maldito demonio cobarde nos encontró.
Tirsa. – ¡Maestro Xelloss!
Xelloss. – Hola Tirsa.
Zel. – ¿Maestro?
Tirsa. – ¿Qué haces por aquí?
Xelloss. – Ya sabes, lo de siempre, haciéndole bromas a los viajeros y a los
pobladores, burlándome de la gente, disfrutando el paisaje, nada fuera
de lo normal.
Tirsa. – ¡Qué coincidencia encontrarlo aquí!
Xelloss. – ¿Zel? ¿eres tú?, claro que eres tú, ese rostro es inconfundible, hola
amigo quimera, ¿cómo has estado? Espantando gente supongo.
Zel. – Hazme el favor de callarte.
Tirsa. – ¿Cómo? No me digan que ya se conocían.
Xelloss. – Desde hace algún tiempo.
Zel. – Desafortunadamente.
Tirsa. – Valla, el mundo es realmente pequeño, por cierto Xelloss, ¿qué me
decías de mi antigua yegua?
Xelloss. – Que vive muy bien con la niña a quien la entregaste y hace 2 años
tuvo un potrillo gris, supongo que es porque su padre era negro
totalmente.
Tirsa. – ¿En serio?
Xelloss. – Y lo mejor del caso es que está muy grande y saludable.
Tirsa. – No puedo creerlo, ¿quién diría que 2 años luego de regalarla sería
mamá?
Zel. – Oigan, odio interrumpir su conversación pero si no nos damos prisa no
llegaremos a Leto HOY.
Xelloss. – ¿Van para Leto? ¡qué coincidencia! ¡YO TAMBIÉN!
Tirsa. – ¿En verdad?
Zel. – Yo no creo que sea coincidencia.
Xelloss. – Si quieren llegar pronto, llegarán pronto, solo espérenme un
momento.
Y desapareció.
Zel. – Vámonos Tirsa, a ese demonio es mejor perderlo.
Tirsa. – Vamos hermano, Xelloss no es tan malo.
Zel. – No lo conoces.
Xelloss. – ¡Ya volví!
Zel. – ¡Hay no! ¿ves hermana? Te lo dije.
Tirsa. – ¡Qué hermoso caballo!
Zel. – ¿De donde lo sacaste?
Xelloss. – ¡Sore wa himitsu desu!
Zel. – Ya va a empezar con eso.
Tirsa. – ¿Cómo se llama?
Xelloss. – Bueno, su padre es Night Bright y su madre es Nieve Eterna así que
él es Shado.
Tirsa. – ¿Es el hijo de Nieve Eterna?
Xelloss. – Si, así es, pero suban para que lleguen más rápido y podamos seguir
conversando.
Tirsa. – Bien, sube Zel, será divertido. (Decía mientras subía al caballo de un
salto)
Zel. – No, gracias, prefiero caminar hermana.
Xelloss. – No me digas que le temes a los caballos.
Zel. – Yo no les temo {No me agradan las cosas que salen de ese maniático}.
Tirsa. – ¿Y porqué no subes?
Zel. – Porque no me llaman la atención, prefiero camina {Mentira, la cara que
tiene Tirsa no me da muy buena espina y para de colmos el caballo
parece ser de Xelloss}.
Xelloss. – Vaya Zel, ¡no creí que les tuvieras tanto miedo a los caballos amigo!
Zel. – No soy tu amigo y tampoco tengo miedo.
Dicho esto Zelgadiss subió al caballo de un brinco quedando atrás de Tirsa.
Tirsa. – Bien, sujétate hermano, VAMOS SHADO, ADELANTE.
Shado empezó a avanzar al galope mientras Xelloss los veía alejarse con su típica sonrisa en el rostro.
Xelloss. – LOS VERÉ EN LETO, parece que me divertiré un poco estas vacaciones después de todo.
Mientras tanto, en otro lugar del bosque...
Lina. – Oye Gourry, ¿estás seguro que Amelia y Phillia nos verán en Leto?
Gourry. – Si, eso decía en la carta.
Lina. – ¡Qué raro!, bueno, vamos, llegaremos en una hora o dos.
Gourry. – Lina, ¿cuándo lleguemos podemos comer algo?
Lina. – Gourry, tú solo piensas en comida. (Se oye un rugido en el estómago de
Lina)
Gourry. – Pues no soy el único que piensa con la pansa.
Lina. – ¿PANSA? ¿INSINUAS QUÉ ESTOY GORDA?
Gourry. – Claro que no, si estás más plana que una tabla.
Lina. – ¿QUÉ DIJISTE GOURRY?
Gourry. – No, nada. (Y empieza a correr)
Lina. – ¡YA VERÁS CUANDO TE ATRAPE!
Gourry. – No, gracias Lina pero no me interesa ser atrapado.
Lina. – ¿QUÉ? ¿PERO CÓMO TE ATREVES?
Gourry. – ¿Qué es eso?
Zel. – ¿Oíste algo Tirsa?
Tirsa. – Creo que sí, ¿qué será? Se oyó muy cerca.
Gourry. – ¡CUIDADO!
Zel. – ¿Gourry?
Tirsa. – ¡NOS VAMOS A ESTRELLAR!
Lina. – ¡YA VERÁS CUANDO TE ATRAPE!
Zel. – ¡GOURRY, DETENTE!
Tirsa. – DEMASIADO TARDE.
Gourry. – ¡MAMÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁ!
¡ZAZ!
Shado, que iba al galope no pudo detenerse antes de que Gourry se estampara contra él tirando a Tirsa y a Zelgadiss, esto provocó la fuga del asustado caballo y una carcajada de Lina, quien frenó a tiempo para evitar un segundo impacto.
Zel. – ¿Quieren decirme que hacen aquí?
Gourry. – Pues íbamos a...
Tirsa. – SHA, REGRESA SHADO.
Lina. – Hola Zel, ¿quién es la gritona?
Zel. – Una amiga, ahora discúlpenme pero nos espantaron al caballo.
L. y G. – ¿Caballo?
Tirsa. – SHADO.
Zel. – VEN SHADO, VUELVE.
Lina. – ¿Era tuyo el caballo?
Tirsa. – No, era de mi maestro, nos lo prestó.
Zel. – Y o diría que era tuyo, su madre era tu yegua.
Gourry. – Oye niña, ¿quién es tu maestro?
Zel. – Adivina.
Lina. – Si, ¿quién es tu maestro?
Tirsa. – Xelloss Metalium.
G. y L. – ¿XELLOSS?
Zel. – Vamos hermana, sigamos buscando.
Tirsa. – SHADO...
Media hora más tarde...
Tirsa. – Ni modo, será mejor seguir.
Zel. – Tienes razón, ya veremos.
Gourry. – Y ¿a dónde van?
Zel. – A Leto.
Lina. – ¡Qué casualidad! Nosotros también.
Tirsa. – ¿En serio?
Lina. – Si, bueno, será mejor proseguir, estamos a una hora de camino.
Zel. – Bien, yo estoy de acuerdo.
Gourry. – Oye niña, ¿cómo te llamas?
Tirsa. – ¿Niña? Bueno, tal vez todavía lo parezco un poco, como sea, soy Tirsa
Latya Reality, ustedes deben ser...
Lina. – Lina Inverse...
Gourry. – Y Gourry Gavriev.
Tirsa. – Mucho gusto.
Lina. – Zel, ¿le dijiste hermana hace rato?
Zel. – Creo que si, no me acuerdo.
Gourry. – ¿Es tu hermana?
Zel. – No, es solo una amiga.
Lina. – Y ¿porqué le dices hermana?
Tirsa. – Es una larga historia.
Una hora después se encontraban en el pueblo de Leto.
Xelloss. – Pero que bien cuidas mis cosas, ¡eh Tirsa!
Tirsa. – Maestro Xelloss, lo siento, ¿Shado está bien?
Xelloss. – Si, por fortuna lo encontré.
L. y G. – Hola Xelloss.
Xelloss. – Hola chicos, oigan, creo que los están esperando.
Lina. – Si, son Amelia y Phillia, ¿quieren venir?
X. y T. – ¡SI!
Zel. – No.
Tirsa. – Vamos hermano, por favor, quiero conocer a todos tus amigos.
Xelloss. – Anda Zelgadiss.
Zel. – Pero es que…
Lina. – Te prometo que luego iremos a la biblioteca.
Gourry. – Anda Zel, por los viejos tiempos.
Zel. – Bueno, esta bien, vamos.
Luego de llegar a Phillia casi le da un infarto por ver a Xelloss, Amelia se alegró de ver a Zelgadiss, se veía un poco celosa hasta que conoció mejor a Tirsa, estaban platicando en la mesa cuando una de las camareras llegó con un enorme pastel que tenía varias velita, Tirsa y los demás le cantaron a Zelgadiss mientras él pedía un deseo al apagar las velitas, no era que él creyera en eso pero no perdía nada con intentar.
Tirsa le regaló un hermoso cepillo de plata aunque al ver la figura del mango Zel se quedó sorprendido, Phillia le regaló un plato de porcelana negra de su colección, Amelia le dio una cadena de oro con un dije raro para poner imágenes, según Amelia le daría suerte para encontrar una cura, había que admitirlo, Amelia no esperaba encontrarlo el día de su cumpleaños pero si pensaba enviárselo en cuanto le fuera posible.
Los demás, que no esperaban ver a Zel "ese día" precisamente, le dieron regalos improvisados; Lina y Gourry se ofrecieron a pagarle la cuenta de la comida y el cuarto y Xelloss le dio un espejo amplificador lo cual hizo enojar a Zelgadiss para diversión del mazoku.
NOTAS DE LA AUTORA:
¿Qué hay gente? Vaya, creo que me excedí un poco con este primer capítulo (si alguien lo quiere imprimir, cosa que dudo mucho, son 6 hojas completas) Bueno, quiero dedicarle este capítulo a mi amiga Karoru, sé que le encanta Xelloss y este es el primero donde sale, bueno, diviértanse y disfrútenlo. Quejas, sugerencias, cartas bomba y todo lo que se les ocurra a: luin_chan@hotmail.com
SARABA.
CAPÍTULO 1
Regalo de cumpleaños
Era de noche en Cilton, una chica estaba sentada en su cama en la posición del loto concentrándose en algo, una sábana dividía el cuarto de la posada por la mitad, de un lado, la chica en concentración y del otro lado un muchacho dormía plácidamente y sobre él colgaba un extraño objeto, era un palo de madera con un aro en uno de los extremos totalmente cubierto con hilos de colores, en el centro de este se encontraba una telaraña hecha con finos hilos de seda azul; era un atrapa-sueños y estaba brillando extrañamente.
- Lo encontré. – Dijo la muchacha mientras sacaba de una bolsa un extraño material como de marfil y plata. Rodeó aquella esfera con sus finas manos y la hizo flotar a la altura de su cara, aquella extraña masa comenzó a tomar forma. Diez minutos después estaba casi terminado, era un hermoso cepillo cuyo mango representaba una pareja abrazada en un tierno beso.
Tirsa. – Bien, solo un poco más y estará lista... ¿qué está pasando?
El cepillo se dividió en 2 iguales es un instante, uno de marfil con una estrella de 5 picos en la parte lisa del mismo y el otro de plata con una luna creciente, esto sorprendió muchísimo a Tirsa.
Tirsa. – Cielos, y ahora ¿qué hago con esto?, mmmh, ya sé, le daré este a
Zelgadiss como pensaba y este otro lo guardaré pasa Amelia, me
pregunto si la conoceré pronto; bueno, por ahora eso no importa, será
mejor dormir.
Y se acostó a dormir dejando ambos cepillos en la mesita de noche junto a la cama que ella ocupaba. Generalmente dormían en la misma habitación, todo porque en una ocasión llegaron a un pueblo en día de feria, el único hotel que quedaba ya solo tenía un cuarto con camas gemelas, decidieron tomarlo, ciertamente que lo necesitaban pues habían pasado 1 semana entera durmiendo en el bosque. Aquella vez se dieron cuenta que era más barato alquilar una habitación doble que 2 habitaciones, sin contar que a Zelgadiss se le estaba acabando el dinero y no le agradaba mucho que Tirsa le prestara.
El atrapa-sueño era de Tirsa pero siempre lo usaba Zelgadiss, la pobre de Tirsa tenía el sueño ligero y Zelgadiss sufría constantes pesadillas así que un día no aguantó más y lo colgó sobre él, un atrapa-sueños es un artefacto mágico que destruye la mayoría de las pesadillas o las aminora y los sueños hermosos los atrapa y en ocasiones los repite.
El sol salió de entre las montañas y la habitación ya estaba alzada y arreglada, Tirsa y Zelgadiss estaban casi listos para partir.
Bajaron a desayunar, todo era muy normal, salieron de la posada y siguieron su camino.
Zel. – Bueno, podríamos ir a Leto o a Carata, ¿tú qué opinas?
Tirsa. – Carata está bien pero he estado muchas veces ahí y no está lo que
buscamos.
Zel. – Entonces iremos a Leto, llegaremos cuando el Sol se halla puesto.
Tirsa. – Ojalá tuviera a Nieve Eterna todavía.
- Si eso quieres puedo darte a su hijo.
Zel. – ¿Quién anda ahí?
Tirsa. – Creo que reconozco esa voz, ¿no será acaso...?
- Si, soy yo.
Zel. – Lo que nos faltaba, ese maldito demonio cobarde nos encontró.
Tirsa. – ¡Maestro Xelloss!
Xelloss. – Hola Tirsa.
Zel. – ¿Maestro?
Tirsa. – ¿Qué haces por aquí?
Xelloss. – Ya sabes, lo de siempre, haciéndole bromas a los viajeros y a los
pobladores, burlándome de la gente, disfrutando el paisaje, nada fuera
de lo normal.
Tirsa. – ¡Qué coincidencia encontrarlo aquí!
Xelloss. – ¿Zel? ¿eres tú?, claro que eres tú, ese rostro es inconfundible, hola
amigo quimera, ¿cómo has estado? Espantando gente supongo.
Zel. – Hazme el favor de callarte.
Tirsa. – ¿Cómo? No me digan que ya se conocían.
Xelloss. – Desde hace algún tiempo.
Zel. – Desafortunadamente.
Tirsa. – Valla, el mundo es realmente pequeño, por cierto Xelloss, ¿qué me
decías de mi antigua yegua?
Xelloss. – Que vive muy bien con la niña a quien la entregaste y hace 2 años
tuvo un potrillo gris, supongo que es porque su padre era negro
totalmente.
Tirsa. – ¿En serio?
Xelloss. – Y lo mejor del caso es que está muy grande y saludable.
Tirsa. – No puedo creerlo, ¿quién diría que 2 años luego de regalarla sería
mamá?
Zel. – Oigan, odio interrumpir su conversación pero si no nos damos prisa no
llegaremos a Leto HOY.
Xelloss. – ¿Van para Leto? ¡qué coincidencia! ¡YO TAMBIÉN!
Tirsa. – ¿En verdad?
Zel. – Yo no creo que sea coincidencia.
Xelloss. – Si quieren llegar pronto, llegarán pronto, solo espérenme un
momento.
Y desapareció.
Zel. – Vámonos Tirsa, a ese demonio es mejor perderlo.
Tirsa. – Vamos hermano, Xelloss no es tan malo.
Zel. – No lo conoces.
Xelloss. – ¡Ya volví!
Zel. – ¡Hay no! ¿ves hermana? Te lo dije.
Tirsa. – ¡Qué hermoso caballo!
Zel. – ¿De donde lo sacaste?
Xelloss. – ¡Sore wa himitsu desu!
Zel. – Ya va a empezar con eso.
Tirsa. – ¿Cómo se llama?
Xelloss. – Bueno, su padre es Night Bright y su madre es Nieve Eterna así que
él es Shado.
Tirsa. – ¿Es el hijo de Nieve Eterna?
Xelloss. – Si, así es, pero suban para que lleguen más rápido y podamos seguir
conversando.
Tirsa. – Bien, sube Zel, será divertido. (Decía mientras subía al caballo de un
salto)
Zel. – No, gracias, prefiero caminar hermana.
Xelloss. – No me digas que le temes a los caballos.
Zel. – Yo no les temo {No me agradan las cosas que salen de ese maniático}.
Tirsa. – ¿Y porqué no subes?
Zel. – Porque no me llaman la atención, prefiero camina {Mentira, la cara que
tiene Tirsa no me da muy buena espina y para de colmos el caballo
parece ser de Xelloss}.
Xelloss. – Vaya Zel, ¡no creí que les tuvieras tanto miedo a los caballos amigo!
Zel. – No soy tu amigo y tampoco tengo miedo.
Dicho esto Zelgadiss subió al caballo de un brinco quedando atrás de Tirsa.
Tirsa. – Bien, sujétate hermano, VAMOS SHADO, ADELANTE.
Shado empezó a avanzar al galope mientras Xelloss los veía alejarse con su típica sonrisa en el rostro.
Xelloss. – LOS VERÉ EN LETO, parece que me divertiré un poco estas vacaciones después de todo.
Mientras tanto, en otro lugar del bosque...
Lina. – Oye Gourry, ¿estás seguro que Amelia y Phillia nos verán en Leto?
Gourry. – Si, eso decía en la carta.
Lina. – ¡Qué raro!, bueno, vamos, llegaremos en una hora o dos.
Gourry. – Lina, ¿cuándo lleguemos podemos comer algo?
Lina. – Gourry, tú solo piensas en comida. (Se oye un rugido en el estómago de
Lina)
Gourry. – Pues no soy el único que piensa con la pansa.
Lina. – ¿PANSA? ¿INSINUAS QUÉ ESTOY GORDA?
Gourry. – Claro que no, si estás más plana que una tabla.
Lina. – ¿QUÉ DIJISTE GOURRY?
Gourry. – No, nada. (Y empieza a correr)
Lina. – ¡YA VERÁS CUANDO TE ATRAPE!
Gourry. – No, gracias Lina pero no me interesa ser atrapado.
Lina. – ¿QUÉ? ¿PERO CÓMO TE ATREVES?
Gourry. – ¿Qué es eso?
Zel. – ¿Oíste algo Tirsa?
Tirsa. – Creo que sí, ¿qué será? Se oyó muy cerca.
Gourry. – ¡CUIDADO!
Zel. – ¿Gourry?
Tirsa. – ¡NOS VAMOS A ESTRELLAR!
Lina. – ¡YA VERÁS CUANDO TE ATRAPE!
Zel. – ¡GOURRY, DETENTE!
Tirsa. – DEMASIADO TARDE.
Gourry. – ¡MAMÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁ!
¡ZAZ!
Shado, que iba al galope no pudo detenerse antes de que Gourry se estampara contra él tirando a Tirsa y a Zelgadiss, esto provocó la fuga del asustado caballo y una carcajada de Lina, quien frenó a tiempo para evitar un segundo impacto.
Zel. – ¿Quieren decirme que hacen aquí?
Gourry. – Pues íbamos a...
Tirsa. – SHA, REGRESA SHADO.
Lina. – Hola Zel, ¿quién es la gritona?
Zel. – Una amiga, ahora discúlpenme pero nos espantaron al caballo.
L. y G. – ¿Caballo?
Tirsa. – SHADO.
Zel. – VEN SHADO, VUELVE.
Lina. – ¿Era tuyo el caballo?
Tirsa. – No, era de mi maestro, nos lo prestó.
Zel. – Y o diría que era tuyo, su madre era tu yegua.
Gourry. – Oye niña, ¿quién es tu maestro?
Zel. – Adivina.
Lina. – Si, ¿quién es tu maestro?
Tirsa. – Xelloss Metalium.
G. y L. – ¿XELLOSS?
Zel. – Vamos hermana, sigamos buscando.
Tirsa. – SHADO...
Media hora más tarde...
Tirsa. – Ni modo, será mejor seguir.
Zel. – Tienes razón, ya veremos.
Gourry. – Y ¿a dónde van?
Zel. – A Leto.
Lina. – ¡Qué casualidad! Nosotros también.
Tirsa. – ¿En serio?
Lina. – Si, bueno, será mejor proseguir, estamos a una hora de camino.
Zel. – Bien, yo estoy de acuerdo.
Gourry. – Oye niña, ¿cómo te llamas?
Tirsa. – ¿Niña? Bueno, tal vez todavía lo parezco un poco, como sea, soy Tirsa
Latya Reality, ustedes deben ser...
Lina. – Lina Inverse...
Gourry. – Y Gourry Gavriev.
Tirsa. – Mucho gusto.
Lina. – Zel, ¿le dijiste hermana hace rato?
Zel. – Creo que si, no me acuerdo.
Gourry. – ¿Es tu hermana?
Zel. – No, es solo una amiga.
Lina. – Y ¿porqué le dices hermana?
Tirsa. – Es una larga historia.
Una hora después se encontraban en el pueblo de Leto.
Xelloss. – Pero que bien cuidas mis cosas, ¡eh Tirsa!
Tirsa. – Maestro Xelloss, lo siento, ¿Shado está bien?
Xelloss. – Si, por fortuna lo encontré.
L. y G. – Hola Xelloss.
Xelloss. – Hola chicos, oigan, creo que los están esperando.
Lina. – Si, son Amelia y Phillia, ¿quieren venir?
X. y T. – ¡SI!
Zel. – No.
Tirsa. – Vamos hermano, por favor, quiero conocer a todos tus amigos.
Xelloss. – Anda Zelgadiss.
Zel. – Pero es que…
Lina. – Te prometo que luego iremos a la biblioteca.
Gourry. – Anda Zel, por los viejos tiempos.
Zel. – Bueno, esta bien, vamos.
Luego de llegar a Phillia casi le da un infarto por ver a Xelloss, Amelia se alegró de ver a Zelgadiss, se veía un poco celosa hasta que conoció mejor a Tirsa, estaban platicando en la mesa cuando una de las camareras llegó con un enorme pastel que tenía varias velita, Tirsa y los demás le cantaron a Zelgadiss mientras él pedía un deseo al apagar las velitas, no era que él creyera en eso pero no perdía nada con intentar.
Tirsa le regaló un hermoso cepillo de plata aunque al ver la figura del mango Zel se quedó sorprendido, Phillia le regaló un plato de porcelana negra de su colección, Amelia le dio una cadena de oro con un dije raro para poner imágenes, según Amelia le daría suerte para encontrar una cura, había que admitirlo, Amelia no esperaba encontrarlo el día de su cumpleaños pero si pensaba enviárselo en cuanto le fuera posible.
Los demás, que no esperaban ver a Zel "ese día" precisamente, le dieron regalos improvisados; Lina y Gourry se ofrecieron a pagarle la cuenta de la comida y el cuarto y Xelloss le dio un espejo amplificador lo cual hizo enojar a Zelgadiss para diversión del mazoku.
NOTAS DE LA AUTORA:
¿Qué hay gente? Vaya, creo que me excedí un poco con este primer capítulo (si alguien lo quiere imprimir, cosa que dudo mucho, son 6 hojas completas) Bueno, quiero dedicarle este capítulo a mi amiga Karoru, sé que le encanta Xelloss y este es el primero donde sale, bueno, diviértanse y disfrútenlo. Quejas, sugerencias, cartas bomba y todo lo que se les ocurra a: luin_chan@hotmail.com
SARABA.
