Capítulo 5.
-¡Hasta que te encontramos!
-¡Nos tenías preocupadísimos!
-¡Te encanta mostrarte!
-¡¿Porqué no llamaste?!
-¡Deberías habernos avisado!
-¡Llamamos a todos lados buscándote!
-¡No deberías ser tan desconsiderada con nosotros!
-¡Estábamos esperándote!
Nevenka tomaba un vaso de leche mientras escuchaba la larga perorata de sus hermanos. Ambos habían llegado desesperados a la mañana siguiente a la BBA Japón, preguntando por su hermana, encontrándose con que estaba alojada en aquél lugar hace casi dos días.
-¡Que suerte que estabas en la BBA!
-¡Algo podría haberte pasado!
-¡¿Qué le hubiéramos dicho a nuestros abuelos si algo te ocurría?!
-¡Por la Madre Rusia, estábamos con el alma en un hilo por ti!
-Vi a Hiwatari. –interrumpió ella de pronto. Iván y Vladimir la miraron sin hablar –A Hiwatari Kai. Fue a la BBA el otro día. Luego se fue. No me vio y si lo hizo no me reconoció, aunque dudo que sepa de mí.
Ambos suspiraron y luego sonrieron.
-¿Cómo haces para encontrarlos siempre antes que nosotros? –a lo que ella respondió con una sonrisa
-Talento hermanos, ta-len-to.
***
Por fin en la gran ciudad. Tokio se alzaba como una capital cosmopolita y comercial, llenando de culturas y turistas las calles llenas de gente que iba y venía apurada y descuidada.
Akemi suspiró recordando el apacible paisaje de su casa blanca en el campo. No le agradaban las ciudades y solía ir solo cuando era necesario... Y todavía estaba pensando si esa ocasión era 'necesaria'
Sin conocer del todo ni el país ni a la gente, podía saber que estaba buscando a un chico en una ciudad cuyo número de habitantes tenía 8 dígitos... ¿o eran 9?. Kai era una simple hebra de pasto en medio de una pradera. Y ella tenía que encontrarlo... vaya problema.
-Manos a la obra entonces. No me queda más que encontrarte Kai... no me queda otra...
Con pasos seguros caminó por la primera calle superpoblada que se le cruzó por delante. Tenía varios planes para buscar a su pequeño hermano, pero no sabía cual escoger, o si ponerlos todos en práctica al mismo tiempo. No tenía mucho tiempo y debía elegir algo rápidamente. Vagó por las calles japonesas durante largo rato, pensando y pensando, entonces un sonido familiar le llamó la atención. Eran campanillas, como las que había en las ventanas de la casa blanca. Rápidamente, y con una nueva idea, Akemi corrió hasta el local en donde se encontraban y compró una. Era pequeña y delicada, casi idéntica a la que colgaba en su ventanal. La corona de cristal y cerámica tintineaba dulcemente, y las hebras y metales que colgaban y chocaban brillaban con fulgores celestinos y blancos... Era perfecta.
Otro suspiro escapó de los labios de la joven, aceptando de una vez por todas su misión. Si Rei amaba o no todavía a su hermano, eso lamentablemente no importaba en ese momento. Debía llevar a Kai y hacerle recordar todo lo que tuvo que bloquear hacía casi 10 años. La campanilla sería un buen inicio. Solo esperaba poder atraerlo lo suficiente para que la siguiera hasta la casa.
-¿Serás tan terco como cuando medías menos de un metro?
***
Takao no estaba en casa... en casa... Que extraño sonaba eso... El hecho de vivir con alguien que fuera 'su pareja' le parecía en sí mismo extraño... el saber que era Kinomiya lo hacía dudar... el pensar que podía haber sido Rei lo torturaba... ¿Aquél lugar era su hogar?... por un momento fugaz, Kai cerró los ojos y en la penumbra de sus párpados apareció un techo blanco y resplandeciente... como el de ese sueño tan raro que había tenido hace algún tiempo... el mismo día que Rei había querido decirle algo... algo interrumpido por Takao... ¿cómo no se había dado cuenta antes?, ¿cómo fue tan estúpido para confundir el sonrojo en sus mejillas con fiebre y frío?... ¿Porqué no había insistido como deseaba?
'Tuviste la posibilidad de hacerlo feliz y de ser feliz...'
-¡Cállate de una vez Max!
¡Maldita conversación!, ¡¿por qué había ido a preguntarle el motivo de su partida?!, ¡¿porqué no pudo contentarse con la razón que les había dado?!, ¡¿por qué....?!... ¿porqué demonios se preguntaba tantas cosas que, sabía, no tenían respuesta?
El timbre del departamento lo sacó un momento de sus cavilaciones, logrando aliviar su carga de culpas y 'porques'.
-¿Hiwatari Kai? -preguntó el joven de gorra y chaqueta que estaba el otro lado de la puerta
-Si, soy yo.
-Firme aquí por favor –pidió entregándole una lista, indicándole el número 15, en donde tuvo que poner su firma y nombre completo –Aquí tiene, muchas gracias.
-...A usted...
El muchacho se fue y Kai quedó con una pequeña caja entre las manos. Sobre la cara superior de la caja había un rótulo que decía 'Frágil'. A un lado estaba el nombre de Hiwatari y su dirección. Lo más raro de todo era que junto al timbre de correos de la ciudad estaba el timbre de la BBA. Kai se sorprendió ya que cada vez que había algo para él, el Señor Dickenson se lo hacía saber de inmediato y de forma personal.
-¿Qué podrá ser?
Una cosa pequeña, frágil, enviada por la BBA pero con sello de correos.
-La BBA tiene su propio sistema de correos, independiente del servicio público.
Con sumo cuidado comenzó a abrir la caja, aumentando su sorpresa y extrañeza al ver que el contenido era nada y nada menos que una campanilla de cristal y cerámica. La fina pieza tintineó cuando la levantó y el viento entró por la ventana abierta, logrando arrancarle sus suaves sonidos. El suave golpeteo de metal y cerámica llenó los sentidos de Kai, llevándolo a esa casa blanca y enorme, con campanillas en todas sus ventanas, en donde vivían esos chicos tan raros que había visto en sus sueños.
Antes de comprender que o porqué lo hacía, Kai se vio llamando a la BBA, preguntando quien había enviado el paquete.
Una señorita nos pidió que se lo enviáramos. Dejó el paquete al Señor Dickenson aduciendo no tener su dirección. Como no podíamos dársela, nos dejó el paquete, y luego de comprobar que no era peligroso, lo remitimos a su domicilio...
¿Ningún nombre?, ¿algún dato?...
Dejó una carta para usted aquí. Si gusta podemos llevarla a su casa...
La puerta se cerró violentamente y, sin saber porque, Kai corrió con todas sus fuerzas en busca de esa carta. El tintineo de las campanillas seguía en sus oídos y, extrañamente, le hacía pensar en Rei...
***
Takao caminaba sin rumbo fijo por la ciudad. Llevaba la mente en blanco, y tampoco deseaba pensar en algo específico. El encuentro con aquél sujeto lo había llenado de miedo, dejándole un extraño sabor amargo en la garganta, que solo evidenciaba preocupación y algo de ira...
Cuando el pasado los alcance,
Desde las nubes de la mente será activado el poder
Y las garras volverán a rasgar el cielo
Mientras las alas de fuego sean cobijadas por la mansión blanca
El fuego negro intentará retomar su terreno
Llevado en la prisión del creador de la celestina frialdad.
El lobo que aúlla en las frías estepas,
Aparecerá embistiendo y protegiendo.
Los truenos en el cielo los ocultarán de tus ojos frenéticos.
El norte traerá coyotes vestidos de ovejas,
Los que fueron tres serán pronto duplicados
Pero la esperanza morirá junto con el tigre que corre en la blanca mansión.
Campanillas de celestiales sones que acunan
Palabras que seducen
Ojos que te observan.
Las palabras continuaban rondando en su cabeza. No entendía la mayoría de los versos, pero la alusión al tigre era clara y obvia... Rei... Además, Takao creía que las 'Alas de fuego' podían ser Drancer, por lo tanto era Kai quien estaba nombrado, ¿pero qué intentaba decir con la 'blanca mansión'?. También estaba el 'fuego negro', cuya sola mención llenaba de miedo el corazón de Kinomiya, aun sin saber que significaba.
-'Los que fueron tres pronto serán duplicados'... –repitió –Los que fueron tres... 'El lobo que aúlla en las frías estepas'... ¿podría ser Tala?... es posible... 'El norte traerá coyotes vestidos de ovejas'... ¿Los Demolition Boys otra vez?
La referencia a su antiguo rival de inmediato le hizo pensar en algo distinto, pero que daba sentido a un verso...
-'Mientras las alas de fuego sean cobijadas por la mansión blanca, el fuego negro intentará retomar terreno, llevado en la prisión del creador de la celestina frialdad'... ¡Voltaire y Black Drancer!... pero... ¿qué tienen que ver ellos?... yo solo quiero quedarme con Kai, pero pareciera que mucha gente está involucrada... ¿porqué será?
Dejando de lado la vacuidad de su mente, Takao caminó ahora pensando porqué tanta gente estaría dentro de un tema tan simple como asegurar el amor de Kai y sacar a Rei del medio...
***
Por fin la carta estaba en sus manos. Era un sobre blanco normal, con una estampilla rusa y otra japonesa. En la primera salía el Kremlin y en la segunda el congreso japonés. Bajo ellas, con letra manuscrita, solo decía 'Hiwatari Kai'.
Por alguna extraña razón, le temblaban las manos. No sabía quien había dejado la carta ni con qué intención, pero algo le decía que era importante...
Entonces la abrió...
Las Campanillas en tus dulces sueños
Te indicarán la ubicación de aquél albo amor perdido
El pasado corre para alcanzarte,
Pero debes cuidarte de no huir demasiado rápido.
Si lo haces, él enterrará sus colmillos en tu cuello,
Y morirás sin haber conocido la felicidad.
***ediciones_ryochan@hotmail.com***
