En ese momento supe la verdad. Cuando lo vi allí, a punto de caer, su mirada vacía, cualquier acceso a sus pensamientos totalmente bloqueado para mi. Ahí lo supe todo, ahí comprendí. Pude sentir mi voz quebrarse, algo que no había pasado en milenios, y por primera vez dije una disculpa sincera, que el no escuchó. Los segundos se volvían cada vez más largos, mientras Jonouchi lo sujetaba de un brazo, y seguían diciéndole palabras que se perdían en la nada. Y finalmente esa barrera invisible que había entre el y yo se derrumbó, y pude sentir todo su dolor, ese dolor que mis palabras, que mis acciones habían causado, pude escuchar su último pensamiento...

¿Quien podría amarme a mi?

Amarlo...

Segundos atrás me habría resultado imposible, o quizá absurdo, tenía cosas que hacer, tenía un pasado y una misión mas importante que nada, el mundo dependía de mi, pero en este momento, en ese segundo, pude entenderlo claramente.

Quizá solo necesitaba tiempo... quizá solo necesitaba permitírmelo a mi mismo...

Yo podría amarlo...

Yo querría amarlo...

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Ahora lo observo dormir.

Ese momento en el que toda su luz se apagó parece lejano, ahora él prácticamente brilla. No con aquella luz que me deslumbró los primeros días, ni con aquella a la que me había acostumbrado en todo este tiempo, sino con una luz serena, en paz.

Y pensar que tan poco tiempo atrás esa misma luz se había apagado por mi culpa.

No...

No se había apagado, simplemente brillaba de otro modo, con un brillo opaco, con dolor, con ira, con miedo...

Con emociones que no pertenecen a él. Con emociones que jamás permitiría que el volviera a sentir.

Lo veo tan diferente ahora...

Antes quería protegerlo solo porque era importante para el destino del mundo, para mi destino, era un medio y era lo que me mantenía con conciencia. Y ahora, mientras lo miro descansar, se que el es un fin en si, que el es todo lo que me importa, y que voy a protegerlo de lo que sea, aun si es de mi mismo.

Se mueve un poco, y lo oigo murmurar algo en su sueño.

Le acaricio una mejilla levemente, siento su suave piel, y lo escucho suspirar. Recorro su mejilla, y sigo un camino descendente, primero su cuello, su hombro, su brazo...

Mi mano se detiene sobre la suya.

Mi mirada se pierde en los detalles de su rostro, perfecto, inocente, y en sus labios levemente abiertos...

Y lo beso.

Abre los ojos, y me mira perplejo, nuestros labios siguen juntos, mientras suavemente comienza a corresponder el gesto. Ya mismo podría hacerlo totalmente mío, se que el lo permitiría, se que es lo que el quiere. Me deja escuchar sus pensamientos, me permite sentir lo que el siente, y me lleva a preguntarme porque fue que dudé en principio, cuando era algo tan claro.

Él es lo que yo necesito.

Es la luz para mi oscuridad, mi complemento, mi otra mitad.

Después de milenios viviendo en las sombras, uno llega a amar la luz de un modo que jamás imaginó que lo haría.

Y el es mi luz, la luz que me dio libertad, la luz que me dio un motivo para pelear por el mundo.

Los que vivimos en la oscuridad siempre nos sentimos atraídos a estos brillantes seres. Y no hay ninguno en este mundo que sea mas luminoso que el.

¿Como no desearlo...?

¿Como no amarlo...?

Mis manos recorren su cuerpo, exploran cada centímetro, reclamándolo como mío. Oigo la necesidad en su voz, y no puedo dejar de cumplir su deseo, después de todo, es el mío también.

Me separo del beso, y le susurro al oído.

"Eres mío..."

El no responde, está perdido.

Abro mi mente para él. Le permito ver aquello que jamás nadie vio, dejo que su luz inunde mi alma.

Pronto seremos uno, tanto de mente como de cuerpo...

Sigo saboreando el resto de su cuerpo, su cuello, sus hombros. Adoro su sabor, y lo quiero solo para mi. Vuelvo a susurrarle.

"Mío..."

Esta vez llega su respuesta, me susurra con la voz entrecortada.

"Tuyo..."

Eso es todo lo que necesito oír.

Ya es mío de alma y de corazón, y muy pronto lo será de cuerpo.

Totalmente mío...

Mío...

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*lo relee*
Ne...
^^UUUUUUUUUUUU Ignoren eso XD