Capitulo 3

Puppet.

-Ese maldito, ¿Cómo se atreve?. Yo soy Yo, y nadie me quitará mi lugar- eran los pensamientos de Trunks en ese momento.

La cortina de humo se desvanecía y como era de esperarse ninguno estaba herido. Los fríos ojos de Trunks se posaron sobre su oponente, jamás se dejaría vencer, y apenas el último rastro de humo desapareció se lanzó sobre él.

M-Trunks logró esquivar el golpe, al parecer esto ya estaba más allá de las palabras, y él tampoco se dejaría vencer.

Golpes rápidos y poderosos llenaban el lugar, ambos eran muy certeros, pero igual ambos bloqueaban sus ataques. Si seguían así nunca terminarían.

Trunks golpeó en el rostro a M-Trunks y este salió disparado hacia el suelo, Trunks fue tras él, pero justo antes de que cayera, este desapareció, Trunks por la impresión no pudo evitar el Golpe que M-Trunks le daba, por el impacto ambos salieron disparados hacia atrás.

Por la boca de Trunks un hilo de sangre se deslizaba con un movimiento de su brazo la limpió de su rostro y comenzó a reír.

-No eres tan malo, pero ya te vencí una vez y ahora será igual-

Trunks elevó su Ki de golpe.

-Eso veremos-

Y Trunks hizo lo mismo, sus Ki eran sorprendentes todo a su alrededor temblaba, pronto sus cabellos lilas se volvieron rubios y sus ojos azules se tornaron verdes. Ahora eran super saiyajin, cada golpe, cada patada iba impregnada con ira.

Trunks realmente quería eliminar a su otro Yo, lo odiaba, mientras que M- Trunks no tenia motivo y eso le daba desventaja, cada vez que Trunks lo golpeaba, recibía daño y su fuerza disminuía.

-¡Vamos!, se que puedes dar más- le gritaba mientras lo golpeaba una y otra vez.

Trunks sabía que no usaba todo su poder, sabía que se estaba dejando y no quería eso, quería ganar siendo el mejor, y que no hubiera duda de eso. Su corazón latía con rapidez, la ira lo empezaba a dominar.

-¡No!, todavía no- gritó para si

M-Trunks no comprendió lo que sucedió, pero aprovechó el descuido de Trunks para librarse de su adversario con una patada. Se alejó, la fatiga le estaba llegando, no estaba usando todo su poder pero el hecho de no querer herir a Trunks, le bajaba la guardia y recibía más daño.

En aquel momento Trunks parecía estar fuera de sí, sujetaba su cabeza y gritaba con desesperación -¡NO, NO!

Se acercó para tratar de ayudarlo.

-¿Trunks estas bien?-.

-Por supuesto- le contestó

Todo era una trampa

Trunks golpeó el estomago de su oponente, haciendo que cayera sin aire. Lo tomó por el cuello, aún no creía lo noble o torpe de su contraparte. Habia sido tan tonto. Lo único que tenía que hacer era que sacara todo su poder..

M-Trunks luchaba por soltarse.

-Tu te quejas de no haber tenido nadie, me pregunto si tus hijos lo soportaran tanto como tú-

Mientras le decía esto apretaba su cuello con más fuerza.

-Y tu esposa.. Tan bella-

M-Trunks no lo soportó, amaba a su familia y no permitiría que nadie, aunque fuera él, les hiciera daño.

Elevó su ki al máximo y logró soltarse.

-¡ASI ES!- Gritó Trunks, -Somos saiyajin debemos luchar siempre al máximo- y elevó su ki.

Ambos desaparecieron, las ondas de choque que provocaban los impactos eran increíbles. Ambos disfrutaban del encuentro sentían fluir la intensidad por sus venas.

Pero no todo era lo que parecía, Trunks en su interior luchaba otra guerra.

-Déjame ayudarte- decía la voz. -seremos invencibles, Yo te he dado tu poder y puedo darte más, solo tienes que permitirlo.-

-¡NO!, YO PUEDO VENCERLO-

Trunks arremetió, pero M-Trunks no se dejaría habían metido a lo que más quería en la vida y eso le daba fuerza, ya no tendría consideración.

Trunks lanzó su más potente rayo mientras que su alterno hacía lo mismo.

En un principio su fuerza era la misma, pero poco a poco M-Trunks ganaba terreno.

-¿No, porque?- Yo soy más fuerte, Yo soy más fuerte-

Pero el rayo lo alcanzó.

Con su último momento de conciencia oyó la voz de su interior que le decía.

"Dudaste, nunca, le ganarás si dudas de mí".

Trunks empezó a caer.

M-Trunks estaba exhausto, habia usado casi toda su energía. Su transformación desapareció y el brazo con el que lanzó la energy ball. Estaba entumido, vió como el cuerpo de Trunks caía como pudo voló hasta donde se encontraba y lo detuvo antes de que cayera al suelo. Con Trunks en brazo descendió hasta suelo firme. No lo comprendía, todo era confuso, ¿Porqué lo odiaba Tanto?.

¿Cómo era posible?, lo miró, realmente eran idénticos, se empezó a sentir mal, deseaba tanto ver a su padre que no pensó en los demás, nunca pensó en la reacción de su contraparte, había sido tan egoísta, lo mejor sería regresar a casa.

Al cabo de unos minutos habia recuperado algo de su fuerza, pero Trunks no reaccionaba, cogió su cuerpo y regresó a la corporación. Todos estaban desconcertados la más afectada era Bulma y Vegeta no decía nada pero en su interior sabía que ese sería el resultado de la pelea.

Rápidamente colocaron a Trunks en cama, parecía estable pero inconsciente. Todos preguntaron sobre lo sucedido pero M-Trunks no decía nada.

Shine miraba a su esposo, estaba preocupada, nunca lo había visto así, toda la felicidad que irradiaba por volver a ver a su padre se había esfumado.

-Cariño- dijo sutilmente mientras lo abrazaba..

-No te preocupes Shine, estoy bien-

Pero ella no estaba completamente convencida.

-En cuanto Trunks se recupere, regresaremos-. M-Trunks se echó en la cama sin siquiera mirar a su esposa.

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Vegeta se encontraba en el balcón de su dormitorio, en ese momento le era imposible dormir.

-¿Qué me pasa?, Yo soy un Guerrero saiyajin, esto no debe importarme-

Respiró hondo, no podía negarlo, si le importaba, era su hijo y aunque nunca lo hubiera llamado así, era sangre de su sangre.

-¡va!, que asco me doy, me he vuelto demasiado sensible-.

Atravezó su habitación y salió rumbo a la enfermería y ahí en una de las camas se encontraba Trunks.

-Parece que duerme- dijo una voz que sorprendió al príncipe de los saiyajin.

En una esquina donde la sombra dominaba se encontraba M-Trunks estaba preocupado y su semblante era cansado.

-Trunks, deberías descansar-

A lo que su hijo solo le sonrió, ambos miraron a Trunks, a pesar de estar dormido su rostro reflejaba algo.

-Un mal sueño, quizá-.

¡SUÉLTAME!- gritaba Trunks mientras se debatía con varia manos que lo obligaban a permanecer tendido en el suelo .

-Te digo que me sueltes-

-No lo creo- resonó una voz que inundó el lugar.

-Me has decepcionado, pensé que serias un poco más receptivo, pero me equivoqué-

-¿A que te refieres?- gritó Trunks.

La voz rió. -eres un iluso, acaso creías que eras tan fuerte-

Trunks no comprendía

-ODIO; VENGANZA; CODICIA; DESESPERACION, te vuelven más fuerte, pero tú estabas cegado para comprender eso-.

-¡YO TE ABRÍ LOS OJOS!-

-¿DE QUE HABLAS?-

carcajadas

-Acaso no te acuerdas-

La habitación donde se encontraba, que era total mente oscura empezó a aclararse, de la nada ventanas, paredes, sillas y otras cosas aparecían, cuando todo se volvió claro Trunks reconoció aquel lugar, era su oficina, la puerta se abrió y su madre entró.

-Mamá- gritó pero Bulma no lo escuchaba, ni siquiera lo veía, volvió a gritar pero su voz se había ido, seguido de Bulma entró un joven, al parecer discutían, ese joven era él.

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-Vamos mamá, no crees que soy responsable-

-No es eso hijo, solo que esto tomará mucho tiempo y Yo entiendo que tienes muchos compromisos-

Trunks se dio media vuelta, salía de la oficina, entonces una voz se escuchó, era idéntica a la de su madre. Solo que ella no hablaba.

"Lo que pasa es que no deseo que un inútil como tu eche a perder mi compañía".

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La habitación oscureció.

-Recuerdo eso- Gritó.- Justo después de la pelea de los dragones, la ciudad habia quedado destruida y la corporación tenía contrato para reconstrucciones.

De pronto la habitación se aclaraba de nuevo. Esta vez no era su oficina, era la sala de su casa.

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Él se encontraba tendido en un sillón, entonces Vegeta apareció.

-¿Otra vez ahí?, acaso no tienes algo mejor que hacer-

Trunks no se movió.

-Si no lo tienes, ven conmigo, practicaremos un poco, que falta te hace-.

Pero Trunks seguía tumbado en el sillón

Vegeta le dio la espalda y otra vez la voz resonó, pero ya no era la de Bulma, ahora era idéntica a la de su padre.

"Un hijo mío jamás se negaría".

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Todo se volvió oscuro.

Trunks estaba desconcertado, recordaba muy bien aquel momento, justo después la voz comenzó a hablarle, todas sus palabras tenían sentido, había comenzado a odiar y cada vez se hacía más fuerte.

Pero ahora comprendía.

La habitación se aclaró, ahora estaba en un lugar exterior, había muchos árboles, era la casa de su amigo Goten.

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Ambos discutían.

-Pero Goten, como pudiste, Yo te hubiera dado un puesto mucho mejor del que te dieron-

-No es para tanto amigo, además así esta mejor, por mi propia cuenta-.

Y la voz de Goten sonó sin que él moviera los labios.

"No como otra persona, que es todo un niño consentido que mami le da todo".

El Trunks del recuerdo contestó

-Es increíble lo rápido que todos te traicionan, pero él no lo hará.-

y Salió volando.

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Todo volvió a ser negro

-!ERAS TU!- Gritó, mientras las manos lo sujetaban con más fuerza, -¡ERAS TU, mis padres, mis amigos. ¿Cómo pudiste?-

-Yo no hice nada, solo saqué tus mayores temores a flote, tú mismo creaste esto con tus dudas, pero no te preocupes, todo desaparecerá, todas tus dudas, todo.-.

-.¿A que te refieres?.-.

La voz Rió -Pensé que eras más listo, acaso no te has dado cuenta.-.

-Te usé como marioneta-

-Nesecitaba observar el mundo exterior, y tu hiciste todo lo que ordené, pero habia un problema: Tu padre y su amigo, ellos son muy poderosos, jamás los vencería, pero entonces algo maravilloso ocurrió, sin duda mi pasaporte hacia un mundo fácil de dominar.-.

-Adiós.-.

Las manos empezaron a jalar a Trunks más fuerte, poco a poco se hundía en el suelo, luchaba pero no era posible librarse, tenia que hacer algo.

Afuera ya amanecía, el príncipe de los saiyajin al abrir sus ojos vio como sus hijos dormían, era un sentimiento extraño, ambos eran el mismo y a la vez no.

Entonces Trunks comenzó a sudar, no se movía pero cantidades de sudor salían de su frente. Algo le ocurría, despertó a M-Trunks el cual tambien se preocupó.

Dentro de su mente se libraba una lucha importante, Trunks casi era absorbido por la oscuridad.

-No te esfuerces, nunca lograrás soltarte-

-Tu no me conoces,- Trunks comenzó a elevar su ki, la oscuridad cedía poco a poco, pero recuperaba fuerza.

-NO, NO, Jamás me vencerás, se que soy más fuerte Tu- y elevó aún más su ki, sus ojos se tornaron verdes y su cabello dorado.

Afuera sucedía lo mismo. La habitación comenzó a temblar.

-Papá, ¿Qué sucede?- preguntaban los gemelos desde la entrada.

-No se acerquen- Gritó M-Trunks.

Trunks elevó su ki, jamás sería vencido, jamás, su ki llegó al máximo. Hubo una explosión.

La habitación era un desastre, el cuerpo de Trunks yacía en el suelo, habia regresado a la normalidad.

Vegeta quitó los escombros que tenía encima.

-Hijo, respóndeme, hijo respóndeme-

Trunks abrió los ojos, y vió a su padre al cual una lágrima le escurría en el rostro.

-Jamás me habías llamado así. PAPÁ.