Disclaimer: "Cuando yo le diga, 'Hola Homero Thompson', usted me dirá 'Hola'".
"Hola Homero Thompson". Cri cri cri.
Como notarán, yo no soy Homero Thompson, y mucho menos JK Rowling.




Carpítulo 7

La Llegada a Hogwarts





Eran casi las dos de la mañana. La ansiedad no dejaba dormir a Harry tranquilo. Después de tantos años de anhelo, mañana finalmente partiría a Hogwarts.

Prendió la luz de su velador con forma de Osito Chispi, y salió de su cama. Se dirigió a su baúl y chequeó por al menos séptima vez en el día, todas las cosas de Hogwarts. No quería olvidar nada.

"Harry!" su padre le gritó desde la puerta, haciéndolo tirar los libros que tenía en la mano del sobresalto.

"Papá, no hagas eso!" le dijo tratando de recuperar el aire.

"Son las dos de la mañana! Porqué no estás en tu cama durmiendo? Y no me digas que estabas revisando las cosas del colegio" se apresuró a agregar.

"Es que eso es lo que estaba haciendo" le contestó Harry con un poco de enfado, recogiendo los libros del suelo.

"Si mal no recuerdo, creo que ya lo has hecho, Harry. Como 10 veces en el día!" le dijo, mientras caminaba hacia él, en pijama con un vaso de agua en la mano.

"No puedo dormir, papá!" le dijo Harry tratando de defenderse, mientras él le quitaba los libros de las manos. Los arrojó adentro del baúl, y luego lo cerró.

Severus lo miró . Harry notó que se le estaba yendo el enojo, así que puso su mejor cara lastimosa, para que su padre se apiadara un poco de él.

"Harry, no podré despertare mañana. Quieres estar todo dormido tu primer día en Hogwarts?" ya su tono era más tranquilo. "Vamos, vuelve a la cama"

Harry caminó hacia su cama, y se sentó en ella.

"En qué casa crees que estaré?" le preguntó a su padre.

Él, mientras caminaba hacia Harry, haciéndole una seña de que se metiera bajo las mantas, le contestó:

"Mañana lo sabremos ,hijo"

"Estaría bueno en Slytherin, verdad?"

Harry sabía que su padre deseaba que él quedase en Slytherin. Y a él le gustaba la idea de quedar en la misma casa.

"Sabes, el día anterior a entrar en Hogwarts, tambien yo estaba preocupado por que mi padre quería que yo quedase en Slytherin." Dijo su padre mirando al vacio " Asi que quiero que sepas, hijo, que a mi me da lo mismo en que casa estes, porque se que seras un gran mago. "

"Aun si quedo en Hufflepuff?"

Severus lo miró, ahora sentado al lado suyo en la cama.

"Si, pero tu no quedarás en Hufflepuff" le dijo serio.

"Ah, ya vez que no da a lo mismo?. Si quedo en Hufflepuff seguro seré una vergüenza para ti" bromeó Harry.

"Nunca lo seras. Ahora duérmete " le dijo a su hijo arropándolo.

Harry notó que su padre miró con un poco de desprecio su lámpara cuando iba a apagarla.

"De veras pienso que deberías considerar el deshacerte de esta lámpara, Harry. "

"Papá!" le dijo con irritación Harry "Ya deja mi lámpara en paz!"

"Mejor que te duermas, porque si vuelvo a verla prendida esta noche, la tiro a la basura!" le gritó su padre.

"Qué tiene que ver mi lámpara con que no pueda dormir!?" le dijo indignado Harry.

"No lo sé, pero si la prendes una vez más, la arrojare al patio de la vecina para estropearle las flores, y le dire que fuiste tu. Quedas avisado."

Parecía una broma, pero Harry sabía que era la perfecta oportunidad para su padre de deshacerse de su lámpara y molestar a la vecina de paso. Severus no pudo ver la cara de enfado con la que lo miró Harry, porque había apagado la luz. Escuchó sus pasos llegar a la puerta, y luego que le dijo:

"Buenas noches, hijo".

"Buenas noches" le contestó Harry, aún un poco indignado y se dispuso a intentar conciliar el sueño.

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El sol de la mañana del 1° de septiembre fue lo que despertó a Harry, de un sueño pesado. Se tapó los ojos con su mano izquierda para evitar los rayos de sol que entraban por su ventana, mientras que con la otra tanteaba su mesa de luz, buscando sus anteojos.

Se los puso al encontrarlos y luego miró su reloj:

"10:05?!"

De un salto salió de su cama, y empezó a vestirse desesperadamente, con un par de jeans y un sweater. Tenían que estar en King Cross a las 11 en punto! 'Menos mal que preparé el baúl anoche' pensó Harry. Estaba llegando tardísimo, si es que llegaba. Cómo su padre no lo había despertado!?

"Papá..." dijo para sí mismo despacio.

Salió corriendo de su cuarto, para entrar en el de su padre a quien encontró profundamente dormido.

"PAPA!" gritó sacudiendo a su padre.

Severus se despertó sobresaltado al instante. Aún así, su hijo seguía gritando y sacudiéndolo:

"Despierta, despierta! Son las 10 y cinco! Perderemos el tren!"

"Harry, ya estoy despierto!" le dijo entre molesto y dormido su padre.

Harry se quedó quieto impaciente, mientras que Severus alcanzó su despertador.

"Malditas cosas muggles!" tiró el despertador a un lado, saltó de su cama y comenzó a vestirse con la misma rapidez que su hijo lo había hecho minutos atrás.

"Harry, baja tus cosas. En cuanto prepare mi maldito baul bajaré yo tambien."

Harry no supo como hizo, pero pudo bajar las escaleras cargando su pesado baúl y la jaula de la lechuza. Lo dejo todo junto a la chimenea y se sentó en el sofa a esperar que su padre bajase.

Severus bajo por fin las escaleras rapidamente con el baul levitando delante de si, y mirando su reloj con aire pensativo. "Harry, escucha. El tren a Londres partio a las 8 de la mañana. Obviamente lo perdimos, ya que insististe en empacar tus cosas 9 veces mas de las necesarias, incluyendo una a las dos de la mañana!!!"

"Por lo menos, yo no tuve que prepararlo a último momento" Contesto Harry enojado.

"No es excusa, te dije que te fueras a dormir, maldita sea!! Te imaginas si llego tarde el primer dia en mi nuevo puesto!!" grito severus arrojando el baul junto a las cosas de Harry con un movimiento de varita.

"En vez de gritar como un loco, POR QUE NO NOS VAMOS DE UNA MALDITA VEZ!" repuso Harry poniéndose de pie.

"NO LE LEVANTES LA VOZ A TU PADRE."

"Yo también estoy llegando tarde a mi primer dia. Asi que vamonos, si?" dijo Harry cansado de la pelea sin sentido que estaban llevando a cabo.

Severus respiro fuerte unos segundos, y finalmente dijo:

"Tienes razón. Iremos con polvos Floo hasta el Leaky Cauldron, y de alli tomaremos uno de esos taxis muggles hasta King´s Cross. No es demasiado lejos, pero nos tomara tiempo conseguir uno lo suficientemente idiota como para aceptar lechuzas en su auto."

Harry suspiro, y observo como su padre levantaba en el aire el baul verde y lo colocaba en la chimenea. Atonito, vio tambien que luego de hacer eso, Severus se dirigia a la cocina lo mas campante.

"No vas a colocar mis cosas tambien?" Pregunto irritado.

"No puedo, tengo que ir a cerrar la casa. Ademas, con todo ese cereal del Osito Chispi que consumes, seguro has de ser muy fuertecito, no?"


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Hary no sabía cual había sido la peor parte del viaje. Si el aterrizaje abrupto en el piso del Leaky Cauldron y los posteriores acosos de los magos que le reconocieron, o el viaje en el taxi muggle, en el que su padre se limitaba a mirar con desprecio al taxista y este se limitaba a mirar con desprecio a la lechuza.

Finalmente, llegaron a la enorme estacion King´s Cross a las once menos diez minutos. Harry nunca habia estado alli, y le parecio el lugar mas grande y lleno de personas que habia visto en su vida. Ninguna de esas personas llevaba una lechuza, por cierto. Fue en busca de unos carritos para cargar los baules y la jaula, y en el camino consiguio oir de soslayo a una mujer que decia "...todos muggles, por supuesto"

Volvió con los carritos junto a su padre y lo ayudó a cargar el equipaje. Severus comenzo a correr arrastrando el carrito, y Harry lo siguio con el suyo. Se detuvieron entre las plataformas nueve y diez y Harry se pregunto por primera vez como demonios harían para llegar a a aparentemente inexsistente 9 ¾

Junto a ellos entre las plataformas se hallaba una mujer regordeta, acompañada de cuatro muchachos y una niña. Todos con pelo de llamante color rojo.

Se detuvieron frente a la barrera que separaba la numero 10 de la numero 9.

"Profesor Snape" saludó la mujer amablemente.

"Sra. Weasley" se limitó a devolverle el saludo Severus.

"Profesor" le saludó también el más grande de los muchachos pelirrojos.

"Sr. Weasley"

Harry pudo percibir cierta incomodidad en el aire. Recordó como todos los alumnos de Hogwarts evitaban a su padre, cuando hacían las compras en Diagon Alley. Se notaba que los dos mellizos pelirrojos, hacían hasta lo imposible para evitar cualquier cruce de mirada con su profesor, lo cual causó un poco de gracia a Harry.

"Después de ustedes" le dijo Severus a la Sra. Weasley.

"Oh, muchas gracias. Vamos muchachos"

Uno tras otro fueron atravesando la barrera hasta que quedó ella sola, junto con su pequeña hija quien la tomaba de la mano.

"Pasa, querido" le ofreció bondadosamente.

Harry le sonrió, y luego le dijo:

"No, por favor. Pasen primero ustedes" intentaba ser cortés.

Después de agradecerle, atravesó la barrera con su hija. Segundos más tarde, así lo hicieron Harry y Severus.

Una locomotora roja escarlata esperaba en la plataforma llena de gente. Harry nunca había visto el Expreso Hogwarts, y sintio un vuelco de excitación en el estomago

"Harry" lo llamó su padre.

"Vamos, escogamos un compartimiento" propuso su padre mientras observaban como un muchacho de cara redonda que había pasado a su lado, le decía a su abuela que había perdido un sapo.

"Eh...Es necesario que viajemos juntos? "

"A menos que prefieras dejar a tu pobre y viejo papa viajar solo y tu sin comer las ranas de chocolate que te compraría"

A Harry lo de las ranas de chocolate lo tento un poco, sin embargo sabía que su padre trataba de hacerlo sentir culpable. Ademas recordó que estaban peleados.

"No es por eso, recuerda que tu me dijiste que no era necesario decirles a tods que eras mi padre, es mas, ahora algunos niños me estan mirando raro por estar hablando aquí contigo" dijo mirando a su alrededro y notando que algunos chicos lo miraban sospechosamente, y tambien con un poco de compasión.

"Eh.." Dijo su padre evidentemente notando lo mismo "Tienes razón. Supongo que viajare solo adelante. Aprovechare para preparar algunas clases." Dijo , pero añadio al instante "Seguro que podras viajar solo, hijito?"

Harry decidio no contestar a eso y dijo levantando la ceja izquierda "Este.. El tren esta por arrancar, papa. Mejor subamos."

Severus lo ayudo a depositar sus cosas en el pasillo y se despidio, entregandole antes un poco de dinero para que comprara comida ya que no habian tenido tiempo de desayunar.


^O^

Después de que su padre se marchó, Harry empezó a buscar un compartimiento para él. Casi todos estaban llenos de alumnos, por lo que podía ver Harry. Se dirigió hasta el final del tren, donde encontró uno vacío.

Primero colocó a su lechuza, Hedwig la había llamado, nombre que encontró mientras hojeaba su libro de Historia de la Magia, y luego trató de subir su baúl por los escalones, pero a penas si pudo levantarlo unos centímetros del suelo y cayo estrepitosamente sobre su pie derecho. Harry se dio la libertad de maldecir abiertamente, ya que su padre no se encontraba ahí para regañarlo .

"Eso debió doler! Necesitas ayuda?" Harry volteó, y vio que le hablaba uno de los mellizos pelirrojos que había visto en la barrera.

"Errr, perdón." Dijo Harry un poco avergonzado.

"No te preocupes, hemos escuchado cosas peores" el mellizo se acercó a él, y luego gritó "Fred! Ven a ayudar!"

Con la ayuda del otro mellizo, los tres pusieron el baúl en el compartimiento. Harry, que había quedado un poco agitado, se secó el sudor de su frente.

Los dos mellizos abrieron los ojos enormemente, mirando a Harry.

"Qué tengo?" él pensó que tenía algún insecto en la cara o algo por el estilo.

Uno de los mellizos señaló la frente de Harry, y luego dijo:

"Eres tu?"

"Humm... quien?"

"Harry Potter!" dijo el otro mellizo.

Ahora Harry entendía todo.

"Ah.. el. Si, soy yo" dijo un poco desganado. Siempre pensó que sería divertido ser famoso, pero no de esa manera. Cada vez le incomodaba más que lo mirasen como si fuese algo tan grandioso.

Los mellizos lo miraron boquiabiertos, lo cual hizo un poco ruborizar a Harry. Pero para suerte suya, escucharon un grito que provenia del anden.

"Fred, George! Están allí?"

"Ya vamos, mamá!" respondieron los dos, y después de darle una última mirada a Harry, salieron del tren.

Harry se sentó del lado de la ventanilla, y tratando de ocultarse un poco, se quedó observando a la familia de pelirrojos. La mamá le restregaba un pañuelo por la nariz al menor de sus hijos.

"Mamá,ya dejame en paz" le dijo, tratando de liberarse de ella, hasta que lo logró, no sin antes soportar las burlas de los mellizos.

"Saben quién esta alli en el tren?" Preguntó luego de un rato uno de los mellizos. Harry solto una maldicion y pensó que mas le hubiese valido viajar con su padre, que con todo el tren revoloteando alrededor de la cicatriz en su frente.

"Harry Potter. Y es ese que estaba con Snape en la barrera!!" Chillo el otro mellizo excitadamente.

"Ay mami, puedo ir a verlo?" Ollo que preguntaba la niñita.

"Ya lo viste Ginny. Ademas, el pobre lo ultimo que necesita es que esten todos molestandolo por ser quien es."

"Si, pobre, seguro que Snape lo estaba regañando por no saber como pasar la barrera, o algo asi. No le debe haber quitado puntos porque aún no sabe en qué casa va a estar"

Aunque la clase de profesor que era su padre estaba empezando a alarmarle, Harry decidió que la familia de pelirrojos definitivamente le caia bien. Bah, los mellizos hacían chistes graciosos.

El tren lanzó un pitido anunciando que estaba por salir, y Harry vio como los pelirrojos se despedian de la madre y la hermanita.

Finalmente, el tren cerro las puertas, y comenzo a avanzar lentamente. Harry se quedo observando como la niña pelirroja corria por el anden hasta que tuvo que parar y ya no era mas que una pequeña mancha roja cuando se miraba hacia atrás.

Harry sintió una ola de excitación . Al fin, iría a Hogwarts y sería parte del mundo mágico, al que casi no había pertenecido. Al menos, no personalmente.

Se distrajo de sus pensamientos, cuando se abrió la puerta del compartimiento y entró el menor de los muchachos pelirrojos.

"Está ocupado este asiento?" preguntó, señalando el asiento frente al de Harry "Todos los vagones están llenos".

"No, puedes sentarte" le invitó Harry. Noto que el chico tenia una mancha negra en la nariz.

La puerta se abrio dejando pasar a los mellizos pelirrojos.

"Eh, Harry. No nos hemos presentado. Yo soy Gorge, y este es mi hermano Fred. Y ese es nuestro pequeño hermano Ron. Tambien este es su primer año. Con suerte, llegara a ser como Percy el prefecto, no ronnie?"

"Callate" Le contesto Ron.

"Bueno, nosotros nos vamos a la parte de adelante del tren, porque Lee Jordan tiene una tarantula gigante y queremos que ella lo felicite a Percy por haberse convertido en Prefecto." Y con un ademan de adios, ambos salieron del compartimiento.

A esto siguio un inconfortable silencio, durante el cual ambos muchachos miraban hacia la ventana, pero se hechaban miradas furtivas por el rabillo del ojo. Harry noto que las miradas del pelirrojo estaban dirijidas hacia su frente. Le sorpendiò que esto no le molestaba, como siempre lo hacìa.

"Así que..." empezó el pelirrojo "Tu eres Harry Potter?"

"Er, sí." Contestó amablemente.

"Ah, bueno.. es que pensé que Fred y George estaban bromeando." Y a Harry le pareció que estaba pensando en qué mas decirle, así que sólo esperó "Y así que.. tu venciste a.. Tu-Sabes-Quién"

"Sí, pero no puedo recordarlo."

"Oh, ya veo. Y entonces, tienes.. err."

Harry, que ya sabía a lo que se refería, se levantó el cabello de la frente mostrando su cicatriz.
El chico pelirrojo miró con la boca abierta, y Harry empezó a sonrojarse. Al notar esto, Ron miró rápidamente hacia la ventana.

"Así que vienes de una familia de magos?" le preguntó Harry, ya que encontraa fascinante el hecho de tener tres hermanos magos.

Ron asintió, medio desganado. Y luego le contó que no tenía tres hermanos, sino 5, y que él era el último de ellos. Le comentó de sus hermanos mayores, uno que trabajaba con dragones en Rumania, y otro en Egipto para Gringotts. Y que nunca tenía cosas nuevas, siempre usaba lo que habían dejado sus hermanos.

"Esta es Scabbers" le presentó Ron a su rata, que se hallaba durmiendo en su regazo. "Es la vieja rata de Percy. No sabe hacer nada" le comentó desganado. Harry fingió mucho interés en su vieja rata, para animar un poco a Ron, y le presento a su vez a su lechuza, que domría apaciblemente en su jaula.

"Oí que vivías con muggles" preguntó Ron "Cómo son?"

"Bueno..." pensó Harry unos segundos y continuó dubitativamente "En realidad, no fue tan así. Vivía entre muggles, pero con mi papá y él es mago."

Ron lo miró extrañado "Pensé que tus padres.."

"Oh! No, no es mi verdadero padre. Tengo un.. padre adoptivo."

"Y te gusta el Quidditch?" le preguntó más exitado Ron.

"Me encanta!" a Harry le encantaba hablar de Quidditch, y era la primera vez que lo hacía con alguien además de su padre. "De qué equipo eres?"

"Del Chudley Cannons" contestó orgulloso Ron.

"Yo también!!" dijo Harry apasionadamente. Este chico le caía muy bien. "Todos los critican porque bueno, hace muchos años que no ganan la copa..."

"Se pueden ir todos al diablo. Nadie puede discutir que son los mejores" repuso el otro.

"Es lo que yo digo! Lo unico que pasa, es que tenemos mala suerte! Mi papá es de los Falcons y no te imaginas las discuciones que tenemos!"

"Claro, por ejemplo la ultima vez, que jugabamos contra los Catapults, se lesionó Hassan y entonces, claro perdimos."

Y de esta manera, Harry y Ron tuvieron una emocionante conversación acerca del equipo mas perdedor de la Liga, hasta que casi llegando al mediodía, una señora sonriente, pasó por la puerta con un carrito lleno de golosinas preguntando si deseaban algo.

Ron se puso colorado, y le dijo a Harry que traía sandwiches. Harry, como ni siquiera había desayunado sacó de su bolsillo el dinero que su padre le había dado. Eran casi 4 galeones. Su padre debía estar realmente distraído cuando le dio aquellas monedas, pensó. Por supuesto que aprovechó la oportunidad, y gastó casi todo el dinero en grageas Bartie Boot, ranas de chocolate, tartas de calabaza.

Ron no miraba con mucho aprecio los sandwiches que su madre le había preparado, por lo que Harry le ofreció una tarta de calabaza.

"No te van a gustar. Están secos. Mi mamá no tiene mucho tiempo, tu sabes. Con nosotros cinco..."

Pero al final, logró convencerlo y los sandichews quedaron olvidados. Los dos se concentraron en comer los dulces.

"Ranas de Chocolate" dijo Ron mirando una de las cajas "Puedo? Colecciono las figuritas"

"Yo también!" dijo Harry excitadísimo. Ron lo miró un poco extrañado con su reacción, es decir, eran sólo unas figuritas.

"Me encantan. Mi papá siempre me trae algunas, cuando va a Diagon Alley, pero los muggles no las conocen y nunca puedo cambiarlas con nadie!"

"Tengo como quinientas" dijo Ron, comprendiendo a Harry.

"Yo también!"

"Me faltan Ptolomeo y Agripa"

"Tengo como cuatro de Agripa!" a Harry, esto le encantaba.

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Mas tarde aquel dia, despues de mas horas de apasionantes charlas sobre Quidditch y figuritas de las ranas de chocolate, Harry pregunto a Ron si el sabia ya algo de magia. Este era un tema que le preocupaba, porque tenia miedo que el test que decida en que casa un estaria consistiese en demostrar conocimientos magicos.

"Eh...Fred me enseñó un conjuro simple, para cambiar el color de pelo de Scabbers" dijo Ron tomando por la cola a la vieja rata dormida.

"Me lo muestras?" pidio Harry admirado y al instante Ron coloco la rata sobre su regazo, tomo su varita que lucia muy desgastada por cierto.

"Pertenecio a Bill" Había explicado Ron, y carraspeando, estaba por decir las palabras cuandose abrió la puerta del compartimiento, y entro una chica acompañada por el muchacho de cara redonda que Harry habia visto anteriormente con su abuela.

La chica, quien tenia el pelo castaño y con mucho volumen, y los incisivos delanteros demasiado largos, comenzo a hablar rapidamente.

"No han visto un sapo por aquí verdad? Neville perdio el suyo y lo estamos buscando. Oh, estabas por hacer magia? " Dijo mirando a Ron, y sentandose en el asiento junto al de Harry para observar el hechizo.

Harry y Ron intercambiaron miradas, y este volvio a carraspear y levemente ruborizado dijo una especie de hechizo que sono muy tonto a los oidos de Harry y que no tuvo el mas minimo efecto en la rata, que seguia tan gris y gorda como siempre.

La chica miro la rata de Ron un tanto despectivamente y luego dijo "No parece haber funcionado, verdad? Yo probe algunos hechizos pequeños y funcionaron, pero claro, no es facil la primera vez." Comento. "Yo soy Hermione Granger y el es Neville Longbottom" señalo al muchacho que habia perdido su sapo.

"Yo soy Ron Weasley" Dijo ron, todavia apesadumbrado por lo del hechizo.

"Harry Potter"

"Realmente eres tu? Por supuesto, se todo sobre ti. Apareces en muchisimos libros, yo solo lei ´Grandes Magos del siglo Veinte´ y ´Ascenso y caida del lado oscuro´"

Harry no sabia nada de haber aparecido en tantos libros, y le comento a la chica con sarcasmo "Por supuesto. Soy toda una celebridad. Ya que sabes tanto de mi, supongo que te daras cuanta de que queremos privacidad aquí" Dijo mirando a Ron que estaba mirando a Hermione con cada vez mas rencor.

"Solo vinimos a buscar el sapo. Ah por cierto. Tu tienes una mancha en la nariz, y tu, celbridad, tienes el sweater al reves" Exclamo vengativamente, mientras se dirigia a la puerta. Se fue.

Ron y Harry se miraron un momento y luego comenzaron a reir a carcajadas de la situacion reciente. Despues de un rato, dejaron de reirse y Ron dijo. "Que pesada! Espero que no me toque en la casa con ella"

A Harry esto le causo muchisima gracia y tras un nuevo ataque de risa, comento "Y en que casa crees que estaras?" mientras tomaba un pastel de clabaza de la pila que habia junto a Ron en el asiento.

"Gryffindor" Dijo un tanto desanimado "Bah, espero quedar alli. Toda mi familia lo hizo, y no se que pensaran si no quedo. Dicen que es la mejor"

Harry se entristeció porque el si quedaba en Slytherin como su padre quería, no estaría junto al primer amigo mago que se había hecho.

"Yo debería quedar en Slytherin, sabes? Mi padre fue a ahí, y me gustaría ir a la casa donde el fue porque...." Yse detuvo porque noto que ron lo miraba sospechosamente

"Slytherin? Tu en Slyhterin? Esa es la casa de Tu sabes Quien!! " Exclamó Ron escandalizado. "Todos los magos tenebrosos salen de esa casa!!"

A Harry esto lo tomo por sorpresa. Su padre jamás había hablado así de la casa en donde había estado, es mas, ahora que lo pensaba, su padre nunca había hablado mucho de sus años en el colegio como alumno. Y tampoco tenía demasiados amigos...

La puerta se abrió interrumpiendo sus pensamientos, y entro el chico palido que Harry habia conocido en Madam Malkin.

"Por todo el tren estan diciendo que Harry Potter esta en este compartimiento. No me dijiste tu nombre en aquella ocasión" Le dijo el chico, y Harry noto que detrás de el habia dos muchachos enormes, que miraban como perdidos a su alrededor

"Nunca me lo preguntaste" Le contesto Harry. Si el chico se ponía a hablar una vez mas de lo maravilloso que era su padre Harry estaba seguro que lo tiraría sin vacilar por la ventana del tren en movimiento.

"Es verdad. Ahora podremos Hacer presentaciones. Yo soy Draco Malfoy, y estos son Vincent Crabbe y Gregory Goyle." Dijo señalando a sus acompañantes. "Y tu, no hace falta preguntarlo, con ese cabello pelirrojo seguro que eres un Weasley. Mi padre me dijo todo sobre tu familia, que son todos pelirrojos, y mas hijos de los que puedn mantener."

A Harry esta agresión gratuita, y encima mencionando al padre, le irritó tanto que no pudo menos que contestar.

"Ah, si? Pues mi padre tambien me ha dicho todo sobre los Malfoys, que ponen nombres ridiculos a sus hijos y que los peinan como si una vaca les hubiera lamido el craneo."

A Ron esto le hizo causar un ataque de risa tal, que tuvo que colocarse el puño dentro de la boca. Malfoy a su vez se sonrojo levemente.

"Yo tendría cuidado si fueras tu, Potter. Si te juntas con esa gentuza como los Weasley, terminaras al igual que tus padres."

"Malfoy, el mismo Voldemort no me pudo matar, y tu, niñato de papito me vienes a amenazar?" Pregunto levantando la ceja izquierda.

Se dio cuanta tarde la reacción de todos cuando habia mencionado el nombre de Voldemort. Ron lo estaba mirando con la boca abierta, y Malfoy lo miraba con furia.

"Asi que te crees mucho por una miserable cicatriz, eh Potter?" repuso Malfoy con odio.

"Al igual que tu por tener un padre rico, no Malfoy?" Esta vez fue Ron el que salto a la defensa de Harry. "Al menos Harry tiene motios para presumir"

"Y tu Weasley puedes presumir que vives en un establo, con tus diez hermanos en un mismo cuarto usando heno como colchones"

A Ron esto lo enfureció, así como a Harry. Al mismo tiempo saltaron sobre los otros muchachos. De por sí, el compartimiento era pequeño. Y les quedaba tan poco espacio para moverse, debido a que Crabbe y Goyle lo ocupaban casi todo, que se limitaron a lanzar golpes en todas direcciones.
El bullicio que hicieron se escuchó al menos por todo el vagón y muchos de los alumnos se juntaron en la puerta del compartimiento, para disfrutar del espectáculo.

"Uhhhhh" exclamaron todos a unísono al ver un puñetazo de Ron, golpeando la nariz de Crabbe.

"Ohhhh" un codo que no pudieron identificar de quién, cuando golpeó en la boca de Harry.

Pero el entretenimiento no duró mucho.

"Muévanse, muévanse" alguien gritaba acercándose al compartimiento "Qué es lo que suscede acá!?" preguntó al llegar.
Todos los muchachos quedaron quietos en sus lugares. Percy, el prefecto hermano de Ron, los miraba a todos disgustado.
"Aún no hemos llegado y ya están haciendo problemas? Muevanse, todos vuelvan a sus asientos antes de que empiece a quitar puntos!"

La gente se retiró en pocos segundos. Cuando Harry y Ron quedaron solos con Percy, este miró a su hermano y le dijo:

"Que no te quepa duda de que le escribiré a mamá informandole esto"

Ron palideció, y antes de que pudiera defenderse de algún modo, Percy ya había cerrado la puerta.
Tranquilizandose un poco, ambos se sentaron si decir nada y tras un rato, Harry miró a Ron y le dijo:

"Mejor nos ponemos las túnicas, porque ya estamos por llegar"

"Y tendrías que limpiarte la boca, estás sangrando"

Harry se rió, y tocándose la boca le dijo: "Tú también, te sangra la nariz"

^O^

Tras un arrivo caótico en la estación de Hogmeade Harry y Ron se encontraron rodeados de alumnos, sin saber a donde ir, hasta que Harry escuchó uan voz familiar que gritaba:

"Los de primer año! Síganme!"

Vieron a Hagrid que los estaba llamando, y empezaron a caminar hacia él. En el camino, y entre la multitud Harry, divisó a su papá que cuando vio sus marcas en la cara, se dirigió a él rápidamente con gesto amenazador, por lo cual Harry dio media vuelta y se apresuró a poner pies en polvorosa, fingiendo que no lo había visto.

Después de caminar un tiempo por el fango, todos llegaron a la orilla de un lago con aguas negras en la cual se podían ver muchos pequeños botes.

"Cuatro por bote!" gritó Hagrid.

Ron y Harry subieron a uno, y Harry escuchó maldecir a Ron cuando Hermione y Neville subieron detrás de ellos.
El viaje en bote por el lago que realizaban los de primer año era, según su padre, una tradición mas de las tantas que tenia el colegio. Sin embargo, Harry deseaba que las demás fuesen un poco menos húmedas.

De todas formas, era una tradición que sin sentido, ya que todos los niños que viajaban en el bote estaban demasiado nerviosos para echar una mirada a los terrenos del colegio. Ni siquiera cuando un tentáculo viscoso emergió de la superficie haciendo que Harry se sobresaltara de tal manera que empujo a Hermione detrás de el y por poco ambos caen del bote.

"Te agradecería que mantengas el equilibrio. No quisiera empezar mi curso en Hogwarts empapada por culpa tuya" dijo la chica recuperando la posición vertical.

'Seria mejor que empezar el curso siendo una chillona insoportable. Apuesto que si ella hubiese visto esa cosa...' pensó Harry para si. No tubo tiempo para intercambiar miradas con Ron, porque la primera vista del castillo asomo por entre los altos arboles del bosque y Harry entendió el propósito de mojar a todos los alumnos nuevos.

"Eh tu, alli, esta es tu tortuga?" Oyeron que Hagrid gritaba a Neville.

"Errr, no pero es mi sapo" dijo el chico de cara redonda confundido.

"Perdón" dijo Hagrid y se lo entregó mientras todo el resto se ahogaba de las carcajadas.

^O^ ^O^ ^O^

Llegaron al pie de la escalinata principal del castillo. Los alumnos, unidos por el miedo que sentían, se amontonaron juntos frente a las gigantescas puertas de madera de roble.

Luego de unos minutos durante los cuales Harry no podia distinguir los objetos que le rodeaban, por culpa de los nervios que sentia. Pronto entrarian al castillo, y les harian el test.

La puerta se abrio dejando ver a una bruja de edad madura, con el cabello tan tirante apretado en un rodete que Harry pensó que se le iba a salir la cabeza.

"Siganme, gracias Hagrid, yo los llevare a partir de ahora. Mi nombre es Minerva McGonagall, y soy la subdirectora de este colegio"

Harry volteo para ver a Hagrid alejándose, quien lo saludo con un guiño de ojos y se dirigio hacia lo que parecia una cabaña en los lindes del bosque.

Todo el grupo se amontono aun mas ante la imponencia del lugar, y se dirigieron tras una severa profesora McGonagall, quien ahora los guiaba por un pasillo. De la pared izquierda, provenian murmullos cada vez mas fuertes, por lo que Harry supuso que el resto de la escuela incluyendo a su padre estaria alli reunido.

La profesora los introdujo a un salón pequeño. Harry se pregunto si allí les harían el test, a cada uno por separado o a todos juntos. No quería que todos lo escuchen balbucear frente a las preguntas sobre magia.

McGonagall se aclaro la garganta, llamando la atención de todos.

"Bienvenidos al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería"

Siguió hablando, pero Harry ya no la escuchaba. Todo eso de los puntos ya se lo había contado su padre, y el estaba demasiado nervioso para prestar atención de todas maneras.

A que casa pertenecería? Desde la charla con su nuevo amigo Ron Weasley en el tren, había cambiado su opinión respecto a Slytherin, pero, esa era la casa a la que su padre había asistido, y a la que quería que Harry fuese.

Pero, si asistir a Slytherin significaba estar rodado de niños como Malfoy, no le parecía tan buena opción. Después de todo, si iba a pasar siete años allí, era mejor estar con gente simpática. Y al pensar en esto miro de nuevo a Ron y a los otros. Ellos decían que Gryffindor era la mejor casa, y quizás tuvieran razón.

Hermione estaba recitando hechizos en voz baja, y eso lo distrajo de sus pensamientos.

"Esta tratando de recordar todos los hechizos que sabe. Esta loca"

Harry asintió, pero le hubiese gustado saber algunos hechizos, por las dudas.

Después de media hora mas de tensión y nervios, la puerta pequeña de un costado se abrió y la profesora McGonagall apareció de nuevo con un pergamino enrollado entre sus mano y todos la siguieron hacia el Gran Hall.

La inmensidad de aquel salón impresionó a Harry. Todos caminaron detrás de la profesora McGonagall por entre las dos mesas de las cuatro mesas que se extendían a lo largo del lugar. Él, y seguramente el conjunto se incomodó al igual que el cuando todo el resto de los alumnos voltearon a mirarlos mientras se dirijian a una tarima en la que se hallaba la mesa de los profesores, de cara a las cuatro mesas largas que ocupaban los alumnos. Delante de la mesa de los profesores, habia una pequeña banqueta con un viejo sombrero de mago encima.

La profesora los hizo formar en una fila sobre la tarima con todo el colegio mirandolos, y Harry empezaba apreguntarse que demonis tendrian que hacer, cuando noto que el cielo del lugar estaba encantado para simular la interperie. Mirar hacia las estellas parecia mas facil que mirar a las cientos de cabezas vueltas hacia ellos.

De pronto, el sombrero harapiento ocmenzo a cantar una tonta cancion explicando que solo deberian probarse el sombrero, y este les diria en que casa deberian estar. A Harry esto lo alivio sobremanera, pero seguian teniendo que hacerlo delante de todo el colegio de todas formas.

La profesora McGonagall se adelnto con un rollo de pergamino y les dijo:

"A medida que los llame por orden alfabetico, se sentaran en el banco y se colocoaran el sombrero. Luego se sentaran en la mesa de la casa que les corresponda. "

A medida que la fila se iba achicando, Harry se sentia mas y mas nervioso. Cuando Malfoy paso, y elsombrero lugo de rozar su cabeza en seguido gritó Slytherin, Harry estab casi seguro de que no queria ir al mismo curso que el. Pero de pronto miró hacia atrás, y vio a su padre en la mesa de los profesores, que levanto el pulgar de la mano para indicarle a Harry que estaba todo bien.

"Patil, Parvati" Dijo la profesora y Harry supo que el seria el siguiente. Parvati salio Gryffindor y se sento a la mesa junto a Hermione que tambin habia quado alli para el disgusto de Ron.

"Potter, Harry" Anuncio la profesora McGonagall, y mientras Harry se dirigia a la banqueta un silencio invadio el salon, que dio paso inmediatamente a unos murmulos que crecian cada vez mas. Lo ultimo que vio Harry antes de colocarse el sombrero por encima de su cabeza fue una multitud de cabezas inclinadas para verle mejor.

"Mmmh, que tenemos aquí" dijo la voz del sombrero a Harry. "Muy dificil. Tienes talento y coraje, pero tambien tienes buena disposición para probarte a ti mismo.Entonces, en donde te pondré?"

Harry se aferro a los bordes de la banqueta con las manos que le habian empezado a sudar.

"Veo que tienes interes tanto por Slytherin como por Gryffindor" Le dijo la voz. Harry penso ' Puede leer mentes!!´ Y el sombrero le contesto "Si, querido, pero no estamos auqui para discutir mis cualidades, sino para decidir tu casa. Podrias ser grandioso en Slytherin, sabes?tienes todo en tu cabeza. Pero en Gryffindor encontraras otras cosas importantes tambien...bueno, decide tu. Gryffindor o Slytherin.

A Harry se le cruzaron por la cabeza imagenes de su padre, de Draco Malfoy con sonrisa pedante, de la familia Weasley en la estacion, de Ron y todo lo que le habia dicho en el tren...

"Veo que ya has decidido. Bueno, si estas seguro."

Y antes de que Harry pudiera decir nada, el sombrero gritó...