Atención: Este fic contiene SEXO.

Black Darck Lady: Jeje te fascinó??? Genial! Había dejado a la chica del mini-camisón sin decir nada sobre ella y su casa y todo eso, jeje era para dar más intriga, de hecho salió en el capítulo solo que pasa desapercibida por lo poco que hace, bueno aquí explico quién es. Y con respecto a Remus, si que tendrá romance! Y por supuesto que será muy tierno, él es muy tierno :-) Y Sirius, ya tengo pensado si se quedará con alguna o no, pero eso me lo callo, jaja. Nox volverá a aparecer jaja. Y ya verás la sorpresita jeje

Silence-messiah: Aquí explico quién era esa piva de morado, jajaja si algo seco le dejó jeje. Como tenis tantas ganas del Remus/?? Lo tendré que poner en este capítulo! Porque la verdad es que no sabía en qué capítulo ponerlo, pero ala lo metemos aquí.

ATRACCIÓN

3. El Mordisco de la Serpiente

Me desperté con un tremendo dolor de cuello y de cabeza, abrí con dificultad los ojos y sentí como el sol me cegaba, cerré los ojos violentamente y me puse un brazo ante mi cara, al cabo de un rato volví a abrir los ojos al oír voces alrededor mío.

Esta vez, con los ojos entornados y el brazo dándome sombra pude ver como seis cabezas se inclinaban hacia mí.

"¿Dónde estoy?" dije pasándome la mano por el cuello y notando como ese sitio estaba vendado, "¿Qué me ha pasado?". Las figuras comenzaron a susurrar, y finalmente una nueva cabeza se acercó, una barba muy larga y unos ojos azules penetrantes me sonreían, "¿Qué tal te encuentras Sirius?", dijo una voz que reconocí como la del profesor Dumbledore.

Intenté incorporarme rápidamente, pero las manos de la diestra enfermera me mantuvieron sujeto a la cama, ya empecé a ver claro, vi como la enfermera se apartaba para ir a por alguna poción y como James, Remus (que ya había recuperado un buen aspecto), Peter, Lily y Nox me miraban sonriendo.

Oí como las chicas se disculpaban y decían que llegarían tarde a la siguiente clase, así que salieron corriendo de la enfermería, Remus, Peter y James, se quedaron junto al director.

En ese momento llegó la enfermera cargando una botellita con un líquido humeante de color rojizo, me hizo bebérmela entera, tenía un ligero sabor ferroso, pero me pareció que estaba exquisito.

"Sirius, has estado inconsciente unos tres días, James y Peter te encontraron por la noche desmayado en las mazmorras y con el cuello sangrando, necesito que me cuentes qué ha pasado, porque parece que te ha mordido un vampiro" miré al profesor Dumbledore muy asustado y solo pude balbucear "¿Un, un vampiro? Eso quiere decir que yo también soy… un un…" Dumbledore me cortó y me dijo: "No, no te preocupes, lo que te haya mordido no debió ser un vampiro de verdad, porque sino te habría matado o contagiado en todo caso, pero lo que hizo fue quitarte gran cantidad de sangre que hemos estado reponiendo con esa poción que te acaban de dar" mi estómago se revolvió y casi me desmayo.

Así que la enfermera se puso muy nerviosa y empezó a echar tanto a Dumbledore como a mis amigos, añadiendo que yo tenía que descansar, James antes de irme me señaló una caja que tenía al lado llena de sobres y cuando le cerraron la puerta en las narices logró decir "de tus admiradoras, jajaja".

Decidí descansar un rato y pronto me quedé dormido, aunque oí ruidos seguí durmiendo, hasta que una mano congelada se posó en mi frente, abrí los ojos de golpe y me encontré unos ojos morados intensos mirándome fijamente.

Intenté moverme o buscar a alguien, pero la enfermería estaba desierta y todo oscuro "Es por la noche, no hay nadie" dijo la chica al ver mi cara mientras estaba acercando una silla al borde de la cama.

Se inclinó hacia mi cuello y levantó la venda que me cubría la herida "Ha cicatrizado bien" y empezó a bajar la cabeza hacia la herida, "No" conseguí susurrar.

Se paró cuando sus labios rozaban mi cuello, sentí el frío de ella introducirse por mi herida y congelarme todo el cuerpo. Levantó los ojos y me miró burlonamente, "dime que no te gustó y no te lo volveré a hacer"

Me estaba sacando de quicio, conseguí levantarme y apartarla de mi cuello, antes de que se fuese corriendo la agarré al haber saltado de la cama tras ella. La agarré de las muñecas la di la vuelta y la empujé hacia la cama. Se dio un golpe en la cabeza y noté cómo se mareó porque no opuso resistencia cuando la volví a agarrar y la subí a la cama.

Me miró fríamente, típico gesto de los de su casa y en el momento en que me desconcentré un poco se intentó zafar de mis brazos, pero la mantuve fuertemente asida y me subí encima de sus piernas para evitar que diese las patadas que estaba dando.

Empecé a perderme de nuevo en su cuerpo, mi vista recorría el camisón negro que llevaba hoy, con el frío que hacía no sabía cómo podía aguantar con el fino tirante que hacía que no se le resbalase la tela corta que la cubría el bien formado cuerpo.

Levanté la vista al sentir que estaba siendo demasiado descarado y me topé con una mueca de ironía en sus labios. Sentí como me sonrojaba por primera vez en mi vida, ella empezó a reírse suavemente mientras su pecho bajaba y subía regularmente.

Esta vez me quedé mirándola a los ojos y la dije "¿Quién o qué eres Lilith?". Se movió inquieta, su melena morada estaba desperdigada por toda la cama. "No te voy a dejar ir hasta que hablemos, o sino tendré que decirle a Dumbledore que tenga cuidado porque hay una niña de Slytherin que se dedica a morder el cuello de los demás alumnos". Dejó de moverse y me miró, vi que por sus ojos pasaba un reflejo del miedo, pero pronto volvió a una postura indiferente.

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En la Sala Común, todos habían ido a dormir menos Nox y Remus, estaban hablando sobre lo que le podía haber pasado a Sirius, cuando Remus de pronto le dijo delicadamente a Nox: "¿Por qué te acostaste con él?" Nox enrojeció de pies a cabeza y empezó a balbucear cosas incoherentes, mientras sentía como Remus se acercaba lentamente hacia ella.

Nox se puso muy nerviosa ante la proximidad de ojos tiernos, cuando Remus hubo llegado al lado de ella, la cogió tiernamente la mano y mirándola a los ojos la dijo: "Nox quiero que sepas que me gustas" e inclinó la cabeza lentamente, para llegar a los labios entreabiertos de la joven.

Se besaron, Nox sintió la lengua del joven recorrer tímidamente todos los rincones de su boca y como lentamente acercaba sus manos al cuerpo de la joven. Nox se acercó más a él y comenzó a acariciarle el cuerpo, no era muy musculoso pero tenía un cuerpo estupendo. Nox ya se había fijado en él, pero al verle una pensaba que era muy maduro y en sus ojos las mujeres pensaban que escondía un gran secreto a lo que todas atribuían que era una mujer, pero eso no era cierto, si supiesen el secreto que realmente guardaba…

Remus comenzó a acariciarle lentamente el cuerpo a Nox, que agarraba el cuerpo de Remus por dentro de la camiseta, seguían besando haciendo sus besos más intensos, Remus dio la mano a Nox y la subió a su cuarto, a la entrada la susurró: "¿Estás segura que quieres…?" Nox le cortó antes de que acabase dándole un beso en los labios y sonriendo cuando Remus la llevó a su cama.

Se tumbaron uno al lado del otro y comenzaron a acariciarse lentamente, Remus empezó a deslizar sus prendas con cuidado, mientras Nox le miraba intensamente. Cuando estuvieron desnudos comenzaron a besarse y se abrazaron fuertemente, juntando sus cuerpos sin ropa y transmitiéndose mutuamente su calor.

Entonces lentamente Remus se colocó sobre Nox, y después de acariciarla un rato la entrepierna para estimularla, comenzó a introducir con cuidado el pene, Nox suspiró sonoramente al sentir un poco de dolor al principio, pero luego agarró con fuerza los hombros de su amante, que con cuidado estaba conociendo su interior.

Sus bocas volvieron a encontrarse, mientras el cuerpo de Remus se movía sobre el de Nox, meciéndose suavemente pero con firmeza, Nox empezó a gemir suavemente mientras sentía como Remus la poseía totalmente.

Remus miró sonriendo a Nox que tenía los ojos cerrados y una mueca de placer en su cara, se acercó a ella y comenzó a besarla alrededor de los labios, ella abrió los ojos y atrapó la boca de Remus en uno de esos besos que rozaba sus labios pero sin llegar a besarlos.

Ambos jóvenes se agarraron fuertemente al sentir como su placer estaba incrementando a ritmos mayores. Remus comenzó a moverse un poco más rápido, y los gemidos suaves de ambos eran escuchados por la habitación. A Remus no le importó porque él tenía que aguantar los que venían de las camas de James y Sirius durante años, sin que el hubiese traído a muchas chicas.

Finalmente se unieron en un abrazo cariñoso y acabaron llegando los dos al orgasmo. Remus paró y lentamente sacó su pene del interior de Nox, la cual respiraba con dificultad. Se miraron sonrojados y volvieron a besarse y a acariciarse.

Se acurrucaron bajo la manta, abrazados y acariciándose y así quedaron dormidos.

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En la enfermería, Lilith, la chica que había defendido a Snape empezó a hablar: "No soy una vampiresa, no llego a serla, mi madre lo es" paró para coger aire "no te puedo hacer más daño que morderte y chuparte un poco de sangre, no te provocaría la muerte solo que perdieses la sangre suficiente para desmayarte, porque más que nada, mi sed queda saciada con unos cuantos sorbidos" me sobresalté un poco al oírla hablar de sed de sangre pero ella continuó hablando, "el otro día contigo me dejé llevar y me pasé un poco, hay veces que el simple acto de chupar sangre es un acto erótico" al ver mi cejo fruncido ella añadió "¿No lo sentiste Black, sé que llegaste al orgasmo?" volvió a su mueca a la de chica mordaz de Slytherin.

"¿Por qué seguiste chupando entonces?" ella se sonrojó ante mi pregunta, así que ahora fui yo la que la miré irónicamente "así que tú también recibes el mismo placer y dependiendo del chico te da más o no" dije riéndome ante la cara de niña buena que puso. "No te lo creas Black" dijo volviendo su semblante a un hielo imposible de traspasar.

"Ahora quítate de encima, quiero volver a mi habitación" dijo intentándose zafar de mis brazos, no la solté la mantuve agarrada por las muñecas y la miré mientras mi instinto sexual se moría por probarla y mi razón, me obligaba a dejarla marchar. Ella se fijó en mis ojos y cuando comencé a bajar hacia su cuello, blanco, con la piel tensa y perfecta, transparente y apetitoso, empezó a replicar "Black, no, no lo ha-…" pero cuando mis labios contactaron con su piel fría dejó que la última palabra saliese de su boca como un gemido: "…-gas", cogió aira y cuando mis labios comenzaron a chupar por su cuello, sentí como todo su cuerpo se relajaba y otro gemido salía de su boca "no lo hagas, por favor". El por favor fue la llave que me hizo comenzar a besarla más intensamente por todo su cuello. Sentí como mi pene comenzaba a erguirse y me paré para mirarla a los ojos que ella tenía cerrados, los abrió al sentir que mi boca había roto el contacto con su cuello, su respiración era entrecortada y noté como su pezones se había puesto rígidos a través del camisón de tela fina.

"Sirius" susurró mientras cerraba los ojos cuando la besé apasionadamente, la solté las muñecas paro poder acariciarla la cara, el pelo, el cuello, y ella entrelazó sus brazos alrededor de mi cuello.

Nos volvimos a mirar y en sus ojos vi el deseo reflejado, me separé un poco de ella, dejándola más libertad mientras la empezaba a acariciar insistentemente a través del camisón, subiéndolo por los bordes hacia los muslos, ella por su parte me acariciaba el cuerpo, por la espalda y los abdominales, al haber metido sus manos por mi camiseta de la enfermería.

Comenzamos a respirar más intensamente a medida nos íbamos tocando, cuando la conseguí sacar el camisón y quedo ante mí tumbada, acariciándome con deseo, recorrí la vista por todo su cuerpo, unos pechos perfectos, un vientre muy plano y pálido y finalmente el lugar prohibido entre unos hermosos muslos.

Mi piel se puso de gallina cuando comencé a acariciarla el pecho, ese cuerpo me estaba volviendo loco, y mientras bajaba rozándola con los dedos por la tripa sentí como si chispas me recorriesen los dedos y se comunicasen con mi cuerpo.

Cuando mi mano estaba apunto de llegar a su entrepierna, ella me agarró ese brazo cuidadosamente y volteó para colocarse sobre mí. Comenzó a acariciarme mientras me quitaba la camiseta y ya me bajaba los pantalones lentamente.

Se inclinó hacia mis abdominales y los empezó a chupar, y a dar pequeños mordisquitos, concentrándose en los laterales cerca de mis piernas, empecé a gemir entrecortadamente y cuando abrí los ojos al no sentir más su presión, la vi saltar ágilmente hacia el suelo y agarrar su ropa y colocarse el camisón de forma veloz mientras desaparecía por la puerta de la enfermería.

"Será…" dije mirándome hacia abajo y viendo que eso necesitaba por lo menos un cubo lleno de hielo. Me levanté y busqué por todos los rincones algo con hielos, al final encontré una caja hermética, cogí un par y me los introduje por el calzoncillo, volviendo a mi cama y terminando de colocarme de nuevo el pijama de la enfermería.

Saqué los hielos y me acabé durmiendo rápidamente pensando en esa chica tan misteriosa, fría y a la vez apasionada. Una última sonrisa cruzó mis labios al ver todas las caras que tenía esa muchacha, angelical, de vampiresa, de diablilla, de chica buena, de chica mala, de…

Y me dormí.