Atención: Este fic contiene SEXO y en este capítulo violencia.

Black Darck Lady: Sorry, sé que fue más corto que los anteriores, es que yo estaba demasiado fumada jaja, sisis yo sé como se queda Sirius después de meterse esas cosas jaja. Sí, Atesaby fue una petición ;-) y yo encantada las cumplo. Yo también odio a Peter ¬¬ y qué inocente Sirius al creer que se siente desplazado, mientras se le está yendo la lengua y está largando a los Slytherins todo lo que pasa en la Sala Común de Gryffindor. Ami Lilith me encanta, lo de la fuerza es relacionado con el mito de que los vampiros tienen más fuerza. A mí también me gustó la conversación con la Señora Gorda, jaja a ver si vuelvo a utilizarla. Bueno aquí está el 6 capítulo! Disfrútalo.

Isabo-Black: Jeje muchas gracias!!!! Jeje seguiré fumando es mi debilidad jaja hoy probaré la cachimba que me han regalado por mi cumpleaños jaja, que madre más loca que tengo. Sí, Remus y Nox hacen una linda pareja, y Lilith te asusta?? Mmm a mí me encanta ese personaje, se parece un poco a mí, lo he hecho basándome en mi jaja. Aquí tienes el siguiente capítulo!

Dama Nimrodel o Nimrodel4: Jeje había que darle un toque de risa con la Señora Gorda jeje. Bien espero que este capítulo también te guste. Disfrútalo!

Agus y Moony: Bien, dime que nombre quieres que le de a tu personaje para aparecer con Sirius jeje. No! Slash no me va jeje, tranquila no voy a dejar de escribir sobre las relaciones HETEROSEXUALES de Sirius, nada de Slash. Genial que te lo leíste del tirón y te gusto, me alegro ¡ :-) A y sobre la historia Sirius/Bella en este capítulo tendremos el por qué ese odio que ambos se demuestran cuando en el 5º libro se enfrentan.

*Siento haber tardado en subir este capítulo, es que bueno desde el miércoles tenía mi casa sola y una cachimba que estrenar jajaja, así que han sido unos días de mucho desmadre, y mi casa no ha estado vacía ni siquiera por la noche, así que después de estas interminables fiestas y fumadas aquí está mi siguiente capítulo. He de reconocer que he perdido unas cuantas neuronas, así que espero que este cap no esté tan mal jaja, y también espero que mi ojo, que se me ha hinchado el cabrón!, me deje ver bien para que pueda acabar el capítulo 6 al fin. Ahora: ESPERO QUE OS GUSTE!*

ATRACCIÓN

6. Descubriendo cosas

Me levanté con un dolor de cabeza tremendo, y el cuello me daba algún que otro pinchazo, me levanté todo resacoso, como si me hubiese bebido una botella de líquido muggle yo solo. Salí de mi cama y frotándome los ojos y la cabeza me dirigí al baño. En el baño, Remus estaba secándose con una toalla, que tenía atada a la cintura: "buenos días" me dijo sonriendo, como respuesta emití un gruñido, y ante mi sorpresa Remus comenzó a reírse "Ya me comentó Nox que llegaste anoche todo puesto" me paré en seco y le miré, ya no me acordaba de que Nox fue la que me ayudó a meterme en la cama, ante mi rostro de confusión él añadió "¡Vaya! No me digas que no te acuerdas…" volví a caminar, esta vez hacia la ducha más cercana y mientras me despojaba de mi túnica, que ni siquiera me había quitado para dormir le dije: "Si que me acuerdo, pero no iba ni fumado ni bebido, me dio un mareo después de ver a Atesaby".

Remus me miró extrañado y se me acercó observándome mientras entrecerraba sus ojos al llegar a mi cuello "¡Sirius! Te han vuelto a morder" yo automáticamente alcé mi mano a mi cuello, y me retiré un poco de sangre seca. Le di la espalda a Remus y me metí corriendo en la ducha.

Cuando bajé para dirigirme al Gran Comedor, Remus y James me esperaban en la Sala Común, suponía que los demás ya habían bajado. Cuando les dije que si bajábamos nosotros también me pararon y me obligaron a sentarme "Sirius, tienes que ser sincero con nosotros, ¿quién te ha vuelto a morder? No creo que haya sido Atesaby", me removí inquieto en el sillón ante la sorpresa de ellos. James me apoyó su mano sobre mi hombro y me dijo "Somos amigos, puedes confiar en nosotros", yo no sabía qué decir ni qué hacer, únicamente comencé a balbucear y la única palabra que se repetía y que se lograba entender era: "ella…ella…". Mis amigos dejaron de presionarme y se quedaron silenciosos hasta que me tranquilicé y pude continuar hablando: "Ha sido una chica…" ellos me miraron divertidos, "¿Tiene complejo de vampiro o qué? No sabía que te gustaban esa clase de juegos colega" dijo riéndose James.

Me fijé en la gente que bajaba a desayunar, y les dije "Ella es hija de una vampiresa" se quedaron realmente asombrados y empezaron a intercambiar miradas con cierto temor, "¿Y tú la dejas que te muerda?" dijo Remus, el primero siempre en recuperar la compostura y hablar como si no ocurriese nada que no fuese solucionable. "No puedo evitarlo" dije apartando mi mirada de la de ellos, vi de reojo cómo intercambiaban miradas confundidas "¿Quién es?" me dijeron a la vez.

Yo negué con la cabeza y me levanté diciéndoles que llegaríamos tarde a clase, ellos miraron el reloj y salieron corriendo. Desayunamos deprisa, vi la mirada de Lilith fija en mí y cuando levanté la vista  la dirigí a la mesa de Slytherin, me perforó con aquellos ojos como agujas. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y James y Remus siguieron mi vista hacia Lilith, que se había girado para hablar con Bella.

Nos levantamos y nos dirigimos a nuestra primera clase, Remus me agarró el brazo y me dijo en el oído "Ella es bonita, pero es Slytherin", le miré con infinito pesar en mis ojos, ya sabía que ella era Slytherin, pero estaba comenzando a sentir algo que por ninguna chica había sentido. Me sonrió para animarme y me dio unos golpecitos en la espalda en señal de entenderme.

Llegamos a Defensa Contra las Artes Oscuras, asignatura que compartíamos con los Slytherins, la mayoría de ellos se reía de esa clase y fomentaban directamente las Artes Oscuras. Antes de entrar al lado de Remus, una voz me llamó a mis espaldas "Black", me di la vuelta sintiendo como todo mi ser se revolucionaba, Remus se giró antes que yo, y mirando alternativamente hacia Lilith y hacia mí, entró en clase diciéndome que me guardaba un sitio.

"Tienes cara de muerto" dijo como saludo, yo asentí y traté de mirarla con indiferencia, al ver que yo no decía nada más ella se acercó un poco a mí y me preguntó que qué tal me encontraba, yo la respondí secamente que había tenido días mejores, y cuando ella asintió y se giró hacia la puerta de la clase, la paré tocando uno de sus delicados y fríos brazos. Ella se giró y nuestras miradas se cruzaron, vi en ella la confusión dibujada en sus ojos, y supe que en mis ojos también lucía el mismo reflejo. Traté de decirla que se saltase la clase, pero no me salían las palabras, así que ella comenzó a ayudarme a seguir la frase, cuando la acabé, ella me miró divertida e irónicamente me dijo: "¿Crees qué dejaría de ir a esta clase tan interesante por ti?" el "tan interesante" sonó muy sarcástico, yo me quedé mirándola en vez de responder.

Así que ella se desvió de la trayectoria hacia la puerta de clase y comenzó a andar por el pasillo. Después de dejar una distancia prudente la seguí sin entender por qué me había concedido el deseo de pasar una hora junto a ella.

Su cabellera morada se perdió entre la puerta de la entrada a Hogwarts y se deslizó elegantemente hacia unos árboles escondidos que había al lado del lago. Sentí como mi corazón comenzaba a latir fuertemente al acercarme a ella.

A un metro de distancia me paré frente a su figura perfecta, que me miraba sin entender por qué se había saltado la clase por mí, noté como en su interior varias emociones luchaban por ser contenidas, y cuando estaba distraída me acerqué a ella y la levanté el rostro suavemente mientras agarraba su mentón y la besé en los labios, un dulce beso que ella me dejó darla. Sentí como todas mis ilusiones se estaban cumpliendo, pero ella de pronto se apartó bruscamente al ver lo que acababa de hacer.

"Black, no te me vuelvas a acercar" dijo amenazadoramente, yo confundido la respondí "pero si me estabas devolviendo el beso" ella se enojó y negó fuertemente con la cabeza "no lo entiendes, no debes acercarte a mí", y cuando se alejó para volver al Castillo la agarré de ambos brazos y pegándome en su oído la susurré "No te vayas…por favor". Ella se giró lentamente, y en sus ojos vi reflejado el miedo, la solté sorprendido y cuando la iba a volver a tocar ella se echó para atrás "no quiero que te hagan daño" y después de eso se giró y comenzó a correr hacia la entrada de Hogwarts, y yo pude distinguir como el aire se fundía con unos puntitos brillantes que salían de sus ojos.

Me quedé helado, sin moverme de aquel sitio, acababa de verla llorar, llorar por mí, y había descubierto que me había enamorado de ella, no sé en qué momento pasó aquello, dejé de verla como un trofeo y objeto sexual inalcanzable, para verla como algo maravilloso y también inalcanzable, que nunca podría estrechar entre mis brazos mientras la decía cuánto la necesitaba.

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Volví a mi siguiente clase, y al tener más tiempo por haberme saltado la anterior, decidí dar una vuelta antes de entrar al aula y aparecer el primero, si alguien me preguntaba diría que me había sentido indispuesto pero que me había recuperado.

Paseé por el pasillo y en un rincón alejado distinguí dos figuras hablando entre las sombras, su porte me dio a pensar que eran Sytherins, por lo que me acerqué un poco más, siempre teniendo cuidado de no ser percibido por los finos sentidos de los alumnos de esa casa. A medida que iba distinguiendo sus contornos me di cuenta de que era una chica y un chico los que hablaban, me iba a dar la vuelta para dejarles más intimidad cuando aquellas figuras comenzaron a sonarme familiares.

La chica, más alta que el muchacho, acarició el cabello del joven, se veía que era mayor que el joven por varios años, entonces conseguí escuchar el tono suave de Bella cuando hablaba conmigo aquellas noches que pasamos juntos. Abrí la boca incrédulo cuando escuché la segunda voz contestar, reconocí al joven de inmediato y me acerqué violentamente a donde ellos estaban, porque había oído a Bella hablarle sobre la Marca.

Me puse en medio de los dos muchachos que me miraban sorprendidos, aparté a mi hermano Regulus, de tres años menos que yo, de la lengua bífida de Bella. "¿Se puede saber qué tonterías le estás metiendo en la cabeza?", Bella se recompuso antes que mi hermano y contestó con indiferencia "Le estoy haciendo un verdadero Black". Mis nervios se crisparon, me giré hacia Regulus y vi para mi sorpresa como mi hermano asentía con la cabeza y su cara mostraba una expresión seria, fría y calculadora "Manchas el nombre de la familia Black", me dijo con voz totalmente indiferente. La carcajada de Bella empezó a repetirse en mis oídos, mientras yo miraba sin comprender nada a mi hermano, él por su parte me mantenía la mirada, no dejando que ningún tipo de sentimientos aflorase en sus ojos o en algún rictus de su cara.

Bella se agachó para llegar a la altura de la oreja de Regulus y le susurró algo, a lo que el joven sonrió y luego se dio la vuelta sin mirarme una última vez. Me giré perplejo y mantuve mi mirada llena de odio en Bella. "Oh vamos no me culpes, sólo le he abierto los ojos", dijo irónicamente mi prima. Apreté fuertemente los puños y me clavé las uñas para no golpear con fuerza aquella mujer que acababa de sentenciar la vida de mi hermano pequeño.

Me acerqué con una mirada peligrosa por lo que ella retrocedió un par de pasos hasta chocar contra la fría roca de la pared, entonces me acerqué a ella lo suficiente para que viese mis ojos llenos de odio, y mi cara tensa y le dije "Bella, acabas de empezar algo que alguna vez te arrepentirás", me giré ante la mirada crispada de ella, y por encima del hombro la dije "Nos veremos algún día y te lo haré pagar, Bellatrix".

Me alejé rápido del pasillo y entré muy alterado a mi siguiente clase, Remus y James intercambiaron miradas, y su sonrisa al verme entrar desapareció al ver mi cara de preocupación y de impotencia al no poder salvar a mi hermano de una muerte segura.

No me enteré muy bien de lo que dimos en aquella clase, todo el rato estaba pensando. Cuando acabó la clase salí con mis tres amigos rodeándome y entre murmullos les conté lo que había hablado con Bellatrix y con Regulus, James se indignó y empezó a levantar el puño con fuerza en señal de venganza, para un chico orgulloso como él, era importante su apellido, en cambio para mí… ya me había dado cuenta hace tiempo que era uno de esos Black que de vez en cuando salían en mi familia que no tenían nada que ver con los demás, ese es el caso por ejemplo de mi prima Andrómeda, la hermana de Bella, siempre me sentí más identificada con ella que con cualquier miembro de la familia.

Remus me miraba pensativo y me preguntó qué es lo que pensaba hacer y que tuviese cuidado, ya que ahora no era pelea de adolescentes y había un mago muy poderoso metido entre medias. Yo le dije que el tiempo lo diría, en mis ojos apreció un brillo de sed de venganza que hizo temblar a Peter.

Subimos a nuestra Sala Común y dije a mis amigos antes de que se acercasen sus novias, que yo me iba a buscar a una chica. Peter por su parte también se disculpó y salió por el retrato de la Señora Gorda. Pensé ir tras él para hablar, pero en ese momento Diana, una chica de mi curso, no muy amiga de Lily y Nox, por sus aires de diva que llevaba, se paseó delante de mío, mirándome descaradamente.

Cuando ella siguió para adelante, la comencé a seguir el paso hasta que la arrinconé en mi hueco preferido. Ella se tocó coquetamente su melena no muy larga de color negro oscuro, y mi vista se cruzó con unos ojos negros que me miraban con deseo. Así pues, no la hice esperar mucho y la empecé a besar mientras la levantaba la túnica rápidamente.

Ella se tumbó desnuda en el suelo, mientras yo la miraba de pie, intentando hacer una fotografía con mi mente para el recuerdo, su piel suave estaba levemente puesta de gallina, ya sea por el frío o por la excitación. Me arrodillé a un lado de ella y pasé la mano por sus pechos hasta llegar a su entrepierna. Me cambié de lado y la abrí las piernas para ponerme de rodillas entre ellas.

Ella levantó la cabeza para ver que iba a hacer, pero volvió a echarla para atrás acompañada de un gemido, cuando comencé a estimularla. La verdad es que me había acostado siempre con quien había querido y sin problema alguno, pero ahora no sabía por qué, cierta chica se me resistía y aparecía en mi mente en todo momento. Debí pararme porque de pronto escuche la voz de Diana decirme "Black, ¿a qué esperas?", aquello fue lo que me hizo despertar y al salir de mi ensimismamiento, mi instinto pasional se hizo conmigo y de una sacudida me introduje en su interior, ella tembló ligeramente al no esperarse aquello tan pronto.

Aún de rodillas comencé a penetrarla a un ritmo suave pero constante, su respiración aumentaba y se hacía entrecortada, mientras sus manos se movían por el suelo e intentaban agarrar mis piernas, cuando lo consiguieron, comencé a sentir como sus dedos acariciaban lentamente mis muslos y como llegaban hasta mis abdominales para comenzar a subir. En ese momento empecé a moverme con un poco más de velocidad, por lo que ella retiró las manos de mis abdominales con un gemido y volvió a agarrarse a mis piernas con fuerza.

Me agaché un poco para acercarme a su boca mientras incrementaba la velocidad y sentía como sus uñas se introducían en la piel de mis muslos y ella se retorcía bajo mí y empezaba a gemir más seguidamente. Llegué a sus labios abiertos y sus ojos cerrados, y comencé a besarla, mientras ella abría los ojos y al mirarme me respondía intensamente al beso. Mis manos recorrían todo su cuerpo contorsionado por el placer y que temblaba cada milímetro de piel que mis dedos tocaban.

Acabé aumentando la velocidad de forma considerable y entrando fuertemente ante la insistencia de ella, que en aquellos momentos tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta dejando escapar continuamente gritos de placer. Finalmente en la última sacudida sentí como tanto mi cuerpo como el de ella temblaban y daban lugar a un orgasmo prolongado, que nos dejó exhaustos en el suelo.

Me levanté rápidamente y después de vestirme apresuradamente y de despedirme de ella dejándola aún vistiéndose en aquel hueco me fui a dar un paseo por los oscuros pasillos de Hogwarts, le había cogido gusto a aquello y deseaba fervientemente encontrarme a cierta persona que solía vagar todas las noches esperando a su siguiente víctima.

Iba metido en mis pensamientos y entonces me choqué de frente con un grupo de Slytherins de séptimo año, entre ellos había alguno de sexto curso también, pero la gran mayoría eran mayores, de mi curso. Me miraron sonriéndose entre ellos mientras yo me tragaba la saliva que se me había quedado en la garganta atascada. Intenté aparentar normalidad cuando el líder de aquel grupo se adelantó un par de pasos hacia mí.

En mis labios se dibujó una sonrisa irónica cuando recibí la mirada cargada de odio de Lestrange. Ambos sacamos a la vez las varitas y nos apuntamos ante la mirada expectante de los demás Slytherins. Atacamos a la vez, yo esquivé su hechizo, peor el mío le dio de lleno en el pecho, tirándole hacia atrás y haciendo que su varita saliese despedida, a los pies del grupo de los Slytherins, que miraron alternativamente al suelo, donde Lestrange, se tocaba el labio que se le había roto, y a mí, que sonreía con sarcasmo.

Vi como todos los Slytherins sacaban su varita y me apuntaban ante una inclinación de cabeza de Lestrange. Entre ellos se abrió paso Snape, en su mirada había dibujada una mueca de infinito odio, por lo que pensé que quería hacerme pagar que una vez casi le mando a una muerte segura a manos de Remus convertido en hombre lobo. Alzó su varita peor yo me adelanté y mandé un hechizo antes, él lo esquivó con rapidez inusual y me de su varita salió un hilo de color rojo que me pasó por un lado de la cara, haciendo que la mejilla que había rozado sangrase un poco.

Sus ojos chispearon y todos los Slytherins bramaron, así que opté por acercarme de rápidamente a él y cuando menos se lo esperó le di un puñetazo en pleno pómulo. Las risas de los Slytherins frenaron en seco, y mientras Snape se recomponía en el suelo del golpe, se abalanzaron todos sobre mí, haciendo uso tanto de puños, patadas, uñas como de la varita.

Me defendí como mejor pude, lanzando hechizos a diestro y siniestro, sin importarme a quien golpeaba, y por otra parte utilizando la fuerza bruta y zafándome de algún Slytherin que quedaba dolorido en el suelo. Pero no pude aguantar más sus golpes, y acabé sin poderme defender. Cuando estaba apunto de perder el conocimiento, me levantaron entre todos y me pusieron delante de Lestrange. Me miraba con infinito desprecio y odio al haber herido su estúpido orgullo.

Si no me tuviesen agarrado entre dos fornidos Slytherins de séptimos año no me mantendría en pie. Escupí a un lado y me llevé una sorpresa al ver que iba acompañado de sangre, por otra parte, tenía un ojo entrecerrado por lo que me nublaba la vista.

Lestrange reía cuando levantó su varita y lanzó contra mi una maldición prohibida "Cruccio", me doblé de dolor, y sentí como miles de agujas empezaban a penetrar mi cuerpo, no pude evitar gritar de dolor, y entre mis gritos conseguí distinguir las risas de los Slytherins. Lestrange paró de utilizar la maldición sobre mí y los que me sujetaban me soltaron, por lo que caí pesadamente al suelo mientras el Slytherin líder se agachaba un poco y me decía que no volviese a ni a mirar a su novia, y que no me metiese en sus asuntos.

Me empecé a reír de él, por lo que se incorporó de golpe y con más saña volvió a mandarme la maldición, volví a gritar desde el suelo, y en una de esas conseguí ver la cara de regocijo de Lestrange, y una expresión fría sin sentimiento en la cara de Snape.

Volví a retorcerme en el suelo, pero sin saber por qué el dolor remitió y medio cegado vi como los Slytherins se marchaban con paso apresurado después de haber escuchado un estruendo cercano. Me quedé tendido en el suelo, sin poder mover ni un solo músculo de mi malherido cuerpo.

Levanté con dificultad la cabeza para ver quién había hecho aquel ruido que espantó a todos esos Slytherins, mi ojos azules se fundieron en los morados que se acercaban con prisa hacia mí. Vi su rostro con una muestra de frustración y la escuché maldecir a sus compañeros cuando recorrió de un vistazo mi cuerpo para ver la gravedad de mis heridas.

La miré una última vez, antes de caer en la inconsciencia.