(todos los personajes, y localizaciones pertenecen a Square-Enix, y Final Fantasy 8. los cuales no poseo. U¬¬ no por falta de ganas. jajajajaja)
The Vampire Slayer
Cáp. 1: Dos mundos
- ¿?¿?¿?: "Otra pesadilla y otra vez era la de que estaba huyendo de lo que había sido mí hogar. De nuevo era perseguida y odiada. incluso la persona que me amaba se volvió loca por mí culpa. No podía soportar ver como se volvía loco el hombre que me había protegido y amado. Aunque hiciera 90 años que estuviera muerta, aun seguía sintiendo, sentimientos tan humanos como el miedo, el amor y la tristeza. Morí a manos de un ser de la oscuridad, un ser que me arrebató la vida para darme la inmortalidad. Morí por culpa de ser rebelde, mis padres estaban dispuestos a hacerme casar, cuando yo solo era una niña de 17 años. Quien aun quería vivir aventuras, misterios, romances y ver como era el mundo. Una noche me escapé de mi casa, buscando la libertad. Pero solo encontré la muerte. La muerte a manos de un vampiro, pero este decidió mantenerme viva, por lo que me convertí en una vampiresa. Es curioso, a pesar de sentir odio hacia ese ser, este me acogió, me educó como vampiresa y me enseñó todo el mundo. Poco a poco me fui enamorando de aquel ser que me había arrebatado la vida. Fue una pena que yo no significara más que otra víctima, y solo me utilizó para su propia satisfacción. A los 50 años nos separamos y cada uno siguió su camino. Entonces le encontré, yo tenía 70 años de inmortalidad. Era un joven príncipe, al cual habían desterrado por una extraña afición, que después de conocerlo, me enteré. Tenía los ojos azules como el hielo, el cabello castaño cobrizo y sedoso, y una sonrisa que fundía cualquier corazón. Su nombre era Squall, y era príncipe de una pequeña región, de la cual había sido desterrado. Sin previo aviso y sin creérmelo nos enamoramos el uno del otro, cuando me encontró tendida en el suelo. A pesar de que sabía que no estaba bien, le oculté mí secreto, al igual que él me ocultó el suyo. Pero el día antes de casarnos, nos sinceramos el uno con el otro. Squall no era nada más ni nada menos que un cazador. No podía creérmelo, estaba a punto de casarme con alguien que dedicaba su vida a asesinar los de mí especie. Cuando le expliqué, quien era yo en realidad, ocurrió algo que no me lo esperaba. No hizo nada, solo me miró sonriendo y me agarró de la mano. Como diciéndome que no le importaba, y que nuestro amor superaba nuestras diferencias. Fuimos felices varios años, pero después de dar a luz nuestro tercer hijo, empezaron los problemas. La gente empezó a presionarnos para separarnos. Squall luchó contra todos, intentando defenderme, pero con los años perdió la batalla. Volviéndose finalmente, loco. Con miedo, me fui, no soportaba verlo de esa manera. Pensé que si me marchaba, Squall se recuperaría. Pero no fue así, al poco tiempo me enteré de la noticia de su muerte. De nuevo mí existencia estaba vacía. Sin nadie que me amara y me protegiera, me volví un ser siempre sediento de sangre. Al poco tiempo aparecieron unos cuantos que intentaban matarme, pero lo único que conseguían era morir a mis manos. Desde aquellos días han pasado ya 500 años. Las cosas han cambiado mucho, pero mí destino sigue siendo el mismo. Ahora he conseguido controlar mejor la sed que tuve hace años. Ahora vuelvo a tener mí verdadera identidad, para esta época. De nuevo vuelvo a llamarme Rinoa Heartilly, en verdad ya echaba de menos ese nombre. Como todos los jóvenes de mí edad, voy a un jardín. Aunque en realidad tengo ya 607 años, mantengo la apariencia de cuando me mordieron, que tenía 17 años. Se podría decir que me conservo muy bien". Creo que ya será mejor que me marche ya.
Sin pensar más en su pasado, Rinoa, coloca bien su colgante del dragón, su anillo, abre la puerta de su habitación y se dirige hacia las clases. En realidad era una de las mejores estudiantes del jardín. Solamente superada por otro joven, del cual desconocía su identidad, y que iba a ser trasladado al jardín de Balamb el día de hoy. Entre tanto y en la entrada del jardín, empieza a entrar un joven cargado con una bolsa de deporte y una maleta. De repente se detiene y mira detenidamente el jardín. En ese momento se puede apreciar que tiene los ojos azules como el hielo, el cabello castaño cobrizo, una cicatriz entre los ojos, y un rostro de gran belleza, junto a un cuerpo ya bien formado. Vestido simplemente con unos pantalones de cuero negros, una camiseta bastante ceñida también negra, y una chaqueta de cuero del mismo color.
- Joven: Así que aquí es donde han habido los últimos asesinatos. Odio ser caza vampiros. *suspiro* "Pero recuerda, eres el único que puede pelear a su nivel". Ya lo sé, soy el único que puede con ellos. Pero lo odio. "Y todo por culpa de esa vampiresa. el día que la coja, la mataré sin piedad. haré que sufra todo lo que hemos pasado estos últimos 500 años." Maldita zorra......
Lentamente y sin ganas va entrando definitivamente en el jardín. Inmediatamente se dirige hacia el tercer piso para presentarse ante el director del centro. Al llegar se encuentra con la secretaria que le pide el nombre y el número de estudiante que tenía en el otro centro.
- Secretaria: Nombre y número de estudiante, por favor.
- Joven: Squall Leonhart, número de estudiante 41.269
- Secretaria: (comprueba que es verdad).. Sí, te esperábamos. El director estará encantado de conocerte en persona. Puedes pasar cuando quieras.
- Squall: Gracias, eh.
- Secretaria: Me llamo Shu.
- Squall: De acuerdo. Muchas gracias señorita Shu.
Al momento Squall camina hacia el despacho del director. Allí llama tres veces hasta que una voz muy agradable de indica que pase. Al entrar se encuentra con el director del jardín de Balamb, el señor Cid Kramer.
- Cid: Bien, señor Leonhart, tome asiento.
- Squall: Gracias. (Se sienta)
- Cid: Tengo entendido que era uno de los mejores alumnos del jardín de Trabia. Para no decir el mejor. Me alegra mucho que aceptara nuestra oferta de venir aquí para acabar su formación como SeeD. Y que aceptara hacerse cargo del pequeño problema que tenemos.
- Squall: No se preocupe. Estoy encantado de estar aquí, me gusta más este clima.
- Cid: Pero me preocupa que se encuentre un poco deprimido por haber tenido que dejar a sus amigos, y a su hermana en Trabia, para venir aquí.
- Squall: No se preocupe, mí hermana sabe cuidarse, además de antes yo limpié la zona. Amigos.. No, no he sido nunca muy social.
- Cid: Como usted quiera. Bien, en este jardín tendrá una competencia mayor. Aquí disponemos de muy buenos alumnos. En especial una joven brillante. Espero que se lleve bien con todo el mundo, que consiga convertirse en SeeD y que sea el orgullo de este lugar. Bienvenido, Squall Leonhart.
- Squall: Gracias, señor. Por cierto. ¿podría decirme cual es la habitación que me ha tocado? La verdad es que la clase que viene me la saltaré, he tenido un viaje muy cansado, y necesito descansar y poner las cosas en orden.
- Cid: Tiene permiso para ir a su habitación, Shu le entregará la tarjeta y toda la información necesaria.
- Squall: Gracias.
Con esas palabras Squall hace el saludo y se marcha del despacho. Otra vez vuelve a tener una pequeña conversación con Shu, y finalmente le da la tarjeta. De inmediato se dirige hacia el panel de información y empieza su camino hacia el dormitorio. Allí empieza a buscar su habitación, pero a las pocas puertas, finalmente encuentra la habitación que le había tocado. Con lo que vuelve a sacar la tarjeta y abre la puerta. Al momento lanza la bolsa y la maleta al lado de la cama y se estira en ella. Allí tumbado empieza a pensar en su historia, en lo que ha pasado su familia y en su verdadera misión.
- Squall: Espero encontrar este chupa sangre que hay por aquí. La verdad es que hay algunos humanos que parecen vampiros, y cada vez los vampiros se esconden mejor. Pero su fuerza y agilidad los delata. "La misma fuerza y agilidad que yo tengo. por un lado está bien esto de ser medio humano medio vampiro. Tengo su fuerza, su agilidad, su velocidad, mejor vista, olfato, oído.. y no nos olvidemos. colmillos" Odio los colmillos. "por suerte siempre están escondidos. pero menudo susto me di, cuando cumplí 13 años." Y todo por culpa de esa zorra, que se lío con mí antepasado.
Poco a poco se va quedando dormido, debido a que el viaje había sido muy duro, y el cansancio hace que duerma todo lo que queda de mañana. De repente lo despiertan unos pasos y voces por el pasillo. Por lo que se vuelve a levantar de la cama y deshace las maletas. Una vez ha colocado su ropa, y sus efectos personales. Se sienta en la cama para revisar su horario, y se da cuenta que ya es hora de comer y que después tiene una clase. Por lo que coge su tarjeta y se marcha a comer algo. Tal y como esperaba el comedor está lleno de gente. Muchas chicas se giran al ver al nuevo alumno, pero Squall no les hace ni el más mínimo caso y va a buscar su bandeja. Aun no le interesaba relacionarse con gente, y menos con una mujer. No quería que nadie interfiriera en su verdadero trabajo y tener novia le molestaría. En el jardín de Trabia se había ganado la reputación de ser cruel, y que cada chica que le declaraba su amor, era despreciada por él. Una vez ya sentado en la mesa, solo, y mientras come, una chica de cabello castaño, ojos verdes y pequeña se acerca a él.
- Chica: Hola, me llamo Selphie Tilmitt. Eres nuevo aquí, ¿no?
- Squall: Si te interesa ligar, hablas con el equivocado. No me interesa.
- Selphie: ¿Ligar? Ja, ja, ja, ja, ja, ja, no, no me interesa ligar contigo. Solo quiero ser amable, además no quiero novios, prefiero amigos. Sé lo que es ser nuevo en este jardín, y como nunca te había visto, me he preguntado si eras nuevo. Nada más. Bien. eres nuevo ¿no?
- Squall: .. (levanta la vista para mirarla mejor). Sí. Hoy es mí primer día. ¿contenta? ¿Puedo seguir con mí comida en paz?
- Selphie: Je, je, je, je. no. Otra pregunta, ¿cómo te llamas? O ¿los tipos bordes no tienen nombre?
- Squall: . Squall. Squall Leonhart. Y no lo preguntes, vengo del jardín de Trabia. ¿Ahora estás contenta?
- Selphie: (con una sonrisa) Sí, mucho. Ahora sí que te dejo en paz. Adiós, Squall.
- Squall: (mientras Selphie se aleja) "Que chica tan rara...... pero ha sido agradable."
Sin darle más vueltas sigue con su comida, y se queda en el comedor hasta que falta un cuarto de hora para las clases. En ese momento se levanta y se dirige a su habitación para recoger libros, apuntes y otros materiales. Una vez todo preparado se marcha al aula, llegando justo a tiempo para hablar con el instructor y entrar en clase. Una vez dentro, Squall se queda cerca del instructor, esperando a que le diga donde sentarse. Pasan unos minutos hasta que la clase está casi al completo.
- Squall: "Odio las presentaciones"
- Instructor: Bien alumnos. Hoy tenemos un nuevo alumno con nosotros. (Mira y ve que falta alguien) ¿Qué? ¿dónde está la señorita Heartilly?
- Selphie: Le ha salido un imprevisto, pero ahora vendrá.
- Instructor: . De acuerdo. Bien sigamos, os quiero presentar al nuevo alumno, Squall Leonhart. Squall viene del jardín de Trabia, y era uno de los mejores de su promoción. Así que quiero que hagáis que se sienta como en casa y que le ayudéis en todo lo que podáis a sentirse bien aquí.
- Squall: "¿Por qué ha tenido que soltar todo este rollo?..."
- Instructor: Squall, siéntate donde quieras.
- Squall: .. Gracias. "Todo este rollo para solo decirme que me siente donde quiera."
Sin decir nada más, se sienta en una mesa que está vacía. Curiosamente estaba cerca de Selphie, pero no le importaba en absoluto. Entre tanto, las otras chicas se habían quedado embobadas con él, y los novios de las chicas ya empezaban a mirarlo mal. Squall estaba acaparando toda la atención de las chicas de la clase, mientras que él colocaba bien los libros, los apuntes, etc..
- Instructor: Bien, mientras esperamos a que la señorita Heartilly llegue, y para que dejen de prestar tanta atención al señor Leonhart, señoritas.. Vamos a hacer unos cuantos ejercicios de repaso.
El instructor empieza a dictar unas cuantas cosas, a los cinco minutos de haber empezado la clase, Squall levanta la cabeza al oír unos pasos muy rápidos en el pasillo. A los pocos segundos se abre la puerta y el instructor se gira hacia la puerta.
- Instructor: Ah, señorita Heartilly, nos preguntábamos que le había ocurrido a nuestra mejor alumna.
- Rinoa: Lo siento mucho. He tenido un imprevisto, y he venido lo más pronto que he podido.
- Instructor: No se preocupe, y tome asiento ya. Aunque se ha perdido la presentación de nuestro nuevo alumno. Señor Leonhart, por favor, hágale sitio a la señorita Heartilly.
- Squall: (con desgana) Sí.
De repente un escalofrío recorre la espalda de Rinoa al oír esa voz. Al girarse para ver a su nuevo compañero, no se lo puede creer. Era Squall, su Squall, su príncipe. Al notar esa mirada tan fija, Squall decide devolverle la mirada. Descubriendo Rinoa que en lo único en que se diferenciaba de su príncipe era que este Squall tenía una cicatriz entre los ojos. Al ver que Squall también la está mirando extrañado, decide apartar la mirada. Una parte de ella estaba feliz de haber vuelto a encontrar a alguien tan parecido a su príncipe, pero otra parte de ella estaba muerta de miedo. Esos ojos estaban llenos de peligro y frialdad. Poco a poco se va acercando a su mesa, esta vez intentando evitar el contacto visual, la verdad es que su mirada daba miedo. Una vez sentada a su lado, lo mira de reojo, dándose cuenta que se parece en todo a su príncipe. La forma en que cae su cabello a su cara, su respiración, como escribe. Por lo que Squall empieza a sentirse un poco incómodo con esa mirada analizándolo todo.
- Squall: ¿No tienes nada mejor que hacer que mirarme?
- Rinoa: "¿Cómo ha notado mí mirada?".
- Squall: Quiero estudiar tranquilo, así que deja de mirarme. ¿Entendido? "¿Por qué se me acelera el corazón de esta manera? Vale admito que es guapa, pero no estoy para estas tonterías ahora"
Sin decir nada más, los dos pasan la clase en silencio. Al final de la clase, Rinoa vuelve a mirar a Squall, preguntándose como se debe llamar. Sin poder contener su curiosidad, y mientras Squall se levanta ya del pupitre, Rinoa coge aire para poder hablar con él.
- Rinoa: Eh. escucha.
- Squall: (se gira hacia ella) ¿Qué quieres?
- Rinoa: ¿Puedo preguntarte tú nombre?
- Squall: ¿Por qué todo el mundo lo quiere saber?
- Rinoa: (decepcionada) Ah. bueno, perdona.
- Squall: Squall. Me llamo Squall Leonhart.
- Rinoa: ¿¡¿¡¿¡Qué!?!?!? (Haciendo que toda el aula se entere) ¿? Oh, perdona..
- Squall: Cualquiera diría que es algo raro.
- Rinoa: Es que. hace mucho tiempo conocí a alguien muy especial, con ese nombre.
- Squall: Si con eso quieres llegar a algún lugar, hablas con el equivocado. Explícale el cuento de que conocí a alguien igual que tú y con tu mismo nombre, a otro. Conmigo no te servirá.
- Rinoa: ¿Qué?
Sin responder, Squall se marcha definitivamente del aula. Sin tan siquiera mirar a Rinoa, que aun no se podía creer que había encontrado a alguien como su príncipe y con el mismo nombre, incluso. Por desgracia no era tan amable como él. Sin pensar mucho más en ello, se marcha hacia la biblioteca para poder hacer unos cuantos deberes y búsquedas. Nada la había avisado que Squall también se encontraba allí realizando una búsqueda. Queriendo al menos hablar con él, lo vuelve a llamar.
- Rinoa: ¿Squall?
- Squall: ¿Quién? (girándose hacia ella) Ah, tú. ¿Qué quieres?
- Rinoa: ¿No podrías ser un poco más amable y decir simplemente hola?
- Squall: .. Hola. ¿Qué quieres?
- Rinoa: He venido a hacer los deberes que nos ha dado el instructor. Y necesito la información que tienen los libros de la biblioteca. "Porque de esa época no recuerdo mucho." ¿Y tú que haces aquí?
- Squall: . Investigar.
- Rinoa: Quizá nos podemos ayudar mutuamente.
- Squall: No lo creo, no son de tu incumbencia mis asuntos. Además. estoy investigando algo que no te implica para nada. Así que déjame en paz. "A no ser que." A no ser que sepas algo de las últimas desapariciones y asesinatos que se han producido.
- Rinoa: (con miedo) ¿Investigas eso?
- Squall: Es una de las razones por las que estoy aquí. ¿Contenta? Ahora déjame en paz.
- Rinoa: . "Yo no soy. Pero es verdad que han habido unos cuantos asesinatos por aquí. ¿Y si.?"
- Squall: ¡Eh! ¿te quedas aquí para siempre? O ¿te largas de una vez?
- Rinoa: Aun tengo que hacer el trabajo.
Sin decir más se marcha a una mesa y empieza a trabajar. Pero no puede parar de pensar en las palabras de Squall. Si en realidad está buscando al culpable de esas desapariciones, quizá podría perder la vida.
- Rinoa: "No. no puedo dejar que siga con eso. Él, lo podría matar. Squall no podrá contra él. ni siquiera yo que soy una de los suyos. Él es demasiado fuerte. No podría soportar ver como este Squall también muere.". "Tengo que hacer algo... le diré que lo puedo ayudar"
Sin haber terminado el trabajo, se vuelve a dirigir hacia Squall. Quien estaba inmerso en una lectura. Con miedo se acerca a él. Era curioso, pero su aura era diferente a la de los demás humanos. Su aura tenía una gran fuerza psicológica, gran fuerza y gran voluntad. Era un aura muy poderosa, extraña entre los humanos. Después de notar esa gran fuerza, Rinoa decide empezar a reunir valor para hablar. Pero antes de que consiga pronunciar una palabra, Squall despierta de su trance.
- Squall: (sin ni siquiera girarse) ¿Qué quieres ahora?
- Rinoa: ¿Cómo sabías que estaba aquí?
- Squall: Noto la presencia de la gente, y de toda la clase, solo tú llevas este perfume. Por eso sé que eres tú, y nadie más.
- Rinoa: (se pone un poco roja).. Vaya, no sabía que me había puesto tanto.
- Squall: No te preocupes, es una olor muy suave.. y agradable. "¿Qué me pasa? ¿Por qué he dicho todo eso? ¿Es posible que me esté encariñando con esta chica? La conozco desde hace una hora. pero me parece que la conozco de toda mí vida. Que raro."
- Rinoa: Esto. Squall. Creo que puedo ayudarte en lo que estás investigando.
- Squall: (girándose hacia ella) ¿¡¿¡Qué!?!? ¿De veras? (Rinoa asiente con la cabeza) Bien, ven conmigo. Tendremos que hablar, y prefiero un lugar más privado.
- Rinoa: De acuerdo.
- Squall: Recoge tus cosas y sígueme.
