(todos los personajes, y localizaciones pertenecen a Square-Enix, y Final Fantasy 8. los cuales no poseo. U¬¬ no por falta de ganas. jajajajaja)
The Vampire Slayer
Cáp. 3: El chico del tatuaje
Sin decir nada más, Squall se marcha hacia la habitación de Rinoa. Al entrar se da cuenta de que Rinoa se ha vuelto a dormir. Suavemente se acerca a ella y se sienta a su lado, esperando a que vuelva a despertarse. En esos momentos y observándola con esa expresión de paz, no puede evitar hacer algo que no había hecho en mucho tiempo, sonreír. Pero no una sonrisa de satisfacción por haber derrotado algún vampiro. Era una sonrisa dulce y tierna, una sonrisa que solo su hermana había visto.
- Squall: "No sé ni como lo consigue. Supongo que es por esta expresión de paz que tiene. Es como ver a un bebé, no puedes evitar sonreír cuando lo ves. ¿¡Pero en que demonios estoy pensando!? Últimamente desde que la conozco que no dejo de pensar en tonterías. ¿Qué me está pasando?"
- Rinoa: (en sueños) No. no, no te acerques a él. ¡No le hagas daño! Por favor. déjalo vivir. No. eso no. No le hagas eso, no le hagas lo mismo que a mí. déjale.
- Squall: "Mmm.... Parece que el plácido sueño se ha convertido en una pesadilla. Será mejor despertarla" Rinoa. Rinoa. ¿me oyes? Despierta. Rinoa.
- Rinoa: (ya llorando) Para, por favor. me haces daño. casi no puedo respirar.
- Squall: "Esto es serio." ¡¡Rinoa!!
Ya en un intento casi desesperado por despertarla, la agarra de los hombros y la mueve un poco. Intentando que se despierte de una vez. Afortunadamente lo consigue, pero.
- Rinoa: ¡No! ¡No. suéltame! ¡¡Monstruo!!
- Squall: Rinoa, soy yo. Squall.
- Rinoa: . ¿Squall? (comprueba que es realmente él) Snif. ¡ha sido horrible! Snif. (Rinoa se lanza a abrazarlo)
- Squall: (extrañamente no se aparta y no huye del abrazo, aunque si sigue sorprendido) Tranquila, ya está todo. Solo era una pesadilla, nada más.
- Rinoa: Sí. snif. snif. solo una pesadilla.
- Squall: Eso es. esto. ¿ahora puedes soltarme? No. no me gusta mucho que me abracen.
- Rinoa: (se separa de él) Uy, perdona. (Empieza a ponerse un poco roja) No. no intentaba nada, te lo aseguro. Además, solo hace un día que nos conocemos. perdona si te he molestado y te he puesto violento. Lo siento.
- Squall: .. No pasa nada. Tenías una pesadilla, y parecía muy real. Es normal que buscaras algún tipo de protección. ¡Je! Y resultó que yo estaba a tu lado. Así que no te preocupes.
- Rinoa: Gracias.... Eres muy amable cuando quieres.
- Squall: Ya me han dicho eso otras veces. supongo que debe ser verdad. Bueno cambiando de tema, la verdad es que estaba aquí porque quería hablar de una cosa contigo. Rinoa, de verdad, necesito toda la información que tengas. Todas las pistas que me puedas proporcionar. Por favor.
En realidad Squall nunca había usado de esa manera las palabras por favor. Siempre siendo terriblemente orgulloso y tosco con las palabras. Nunca había pedido ningún favor a nadie, nadie excepto su hermana y ahora a Rinoa.
- Rinoa: . Squall, pareces asustado. ¿Qué ha pasado?
- Squall: ¿Por qué lo dices?
- Rinoa: Tu tono de voz, da la sensación de que tengas miedo de algo.
- Squall: .. Quizá estés en lo cierto. Pero primero la información, por favor.
- Rinoa: . De acuerdo. Pregúntame todo lo que quieras saber.
- Squall: El nombre de él.
- Rinoa: Seifer.
- Squall: ¿¡Qué!? "Es el nombre del chico que quería ver a Rinoa. la verdad es que he notado algo raro en él, pero no creía que sería un vampiro"
- Rinoa: ¿Qué ocurre?
- Squall: Ya lo he encontrado. Rinoa, sé que has roto con él, pero no quiero que te acerques a él para nada. Es muy peligroso.
- Rinoa: Lo sé. ¿Algo más?
- Squall: "No sé si preguntar por su relación. no. mejor que no" No nada más. "¿Y si fuera también a por Rinoa?" Esto. Rinoa. No es que me preocupe mucho, pero, Seifer quería verte ahora, no vaya a ser que te quiera hacer daño.. Si quieres, y ya que he sido yo quien te ha metido en este embrollo, puedo hacerte de guardaespaldas.
- Rinoa: En realidad no necesito ningún guardaespaldas, se defenderme. Pero, acepto encantada la oferta.
- Squall: Oh. de acuerdo. "¿Se puede saber por qué te pones tan nervioso? ¿En que demonios piensas, Squall? Oh tío, estás loco, eso pasa por dedicarte a lo que te dedicas. ¿Quieres callarte de una vez?"
- Rinoa: Squall.. Squall. ¿vamos?
- Squall: (vuelve a la realidad) ¿Eh? ¿Qué? ¿Qué pasa?
- Rinoa: "Menudo guardaespaldas." Tengo ya el alta y quiero irme de aquí, ya. por eso te estaba llamando. Parecías estar en tu mundo.
- Squall: . Claro. Vamos.
Sin más palabras Squall ayuda a Rinoa a levantarse y ambos salen de la enfermería. Ambos van caminando como si nada ocurriera. Pero en realidad, ambos estaban inmersos en sus propios pensamientos. Al llegar a la habitación de Rinoa, ambos se paran delante de la puerta.
- Rinoa: . Squall.
- Squall: ¿? ¿Qué?
- Rinoa: Te enfrentarás a él, ¿no? No. no quiero que lo hagas. Sabes lo que es, ¿cómo es que no tienes miedo? ¿Por qué te quieres enfrentar a él?
- Squall: Nada me asusta y me enfrentaré a él, quieras o no.
- Rinoa: Pero.
- Squall: Bueno, ya estás en tu habitación. No creo que venga ahora. Bien, hasta mañana.
Squall empieza a marcharse, pero antes de que se pueda separar varios metros, Rinoa corre hacia él y lo agarra de la cintura. Curiosamente con mucha fuerza, al notar sus brazos, Squall intenta huir, pero lo agarra con tal fuerza que le es casi imposible.
- Rinoa: ¡Espera Squall! Por favor. no te marches. Quédate conmigo.
- Squall: ¿Ri. Rinoa?
- Rinoa: ¿Recuerdas? Eres mí guardaespaldas, tienes que estar cerca de mí, para protegerme.
- Squall: Pe. pero ya estabas en tu habitación. Allí estarás segura.
- Rinoa: No quiero estar sola. siempre tengo pesadillas. cada vez son más fuertes, y tengo miedo de estar sola.
- Squall: Pero son solo pesadillas, no pienses en ello.
- Rinoa: ¡¡Me has dicho que me harías de guardaespaldas!!
- Squall: Solo contra los peligros reales. Lo que te ocurre son solo sueños. Ahora déjame.
- Rinoa: .... De acuerdo. "No le importa lo más mínimo."
- Squall: Buenas noches.
Sin decir nada más se deshace de los brazos de Rinoa y vuelve a caminar. De mala gana Rinoa entra por fin en su habitación, pero al pasar dentro alguien cierra la puerta de golpe.
- ¿?: Veo que estás haciendo buenas migas, con tu nuevo amiguito. ¿Ya querías hacerlo pasar a tu habitación? Vaya Rinoa. eres más lanzada de lo que recuerdo.
- Rinoa: No es asunto tuyo, Seifer. Y ahora, ¿cómo has podido entrar aquí?
- Seifer: Ya sabes que sé entrar en cualquier habitación. (se sienta en el sillón) Pero he venido a hablar, así que no te preocupes.
- Rinoa: No tengo nada que hablar contigo.
- Seifer: Es sobre tu nuevo amiguito.
- Rinoa: (preocupada) ¿Qué quieres de Squall?
- Seifer: ¿Squall? ¿así se llama? Bueno, pues tu Squall está a punto vivir una gran experiencia.
- Rinoa: Ni se te ocurra hacerle nada. No quiero que le hagas nada, no le coloques ni un dedo encima.
- Seifer: Ah. ¿qué quieres ser tú quien pruebe su sangre? Si quieres lo podemos compartir, como en los viejos tiempos. Pero una cosa sí, tendrá que quedar un poco para el ritual.
- Rinoa: ¿Qué ritual?
- Seifer: He encontrado algo muy interesante, y quiero comprobar si es verdad, poniéndolo en práctica. Ya lo sabrás más adelante. Pero, ¿qué dices a la propuesta de matarlo entre los dos? Como antes.
- Rinoa: Ya no bebo, y como le hagas algo a Squall, yo misma te mataré. Y ahora sal de mí habitación.
- Seifer: Si que sigues bebiendo, el otro día aun había sangre en tus dientes.
- Rinoa: Pero ya no son humanos, y ahora, ¡déjame!
- Seifer: Venga te propongo volver a trabajar juntos. Estoy reuniendo a varios de nosotros, para el ritual. Venga, ¿qué dices? Como en los viejos tiempos.
- Rinoa: He dicho que me dejes, y que te marches ya, Seifer.
- Seifer: .. Ya recibirás noticias mías.
En ese momento Seifer abre la ventana y salta. Una vez sola Rinoa se sienta en la cama y no puede dejar de pensar en cual debe ser plan de Seifer y el porque necesita la sangre de tanta gente y la de Squall. Entre tanto y en el pasillo Squall sigue su camino hacia su habitación. En ese momento ve a un joven, rubio, con un tatuaje en la cara y posiblemente de su edad, peleándose con la puerta. Curiosamente con la puerta que da al compartimiento de Squall. Durante unos segundos se queda mirando como ese chico da varias patadas y golpes de puño, hasta que finalmente, Squall decide acercarse un poco.
- Chico: Grrrr.. Maldita sea, ni siquiera a los puñetazos responde esta máquina.
- Squall: . ¿Qué te ocurre?
- Chico: ¿Eh? ¿quién?... (ve a Squall) Ah. hola. Oye. ¿sabes como se abre esta maldita puerta?
- Squall: ¿Para qué quieres saberlo?
- Chico: Hey tío, que no estoy intentando nada raro. Que soy nuevo y me han dado una de las dos habitaciones de aquí, pero. (le enseña la tarjeta) la maldita esta no funciona. ya no sé si esta es incluso la habitación correcta.
- Squall: (coge la tarjeta y la mira) Sí, esta es la tarjeta correcta. Voy a probar.
Al igual que el chico, Squall introduce la tarjeta en la ranura, pero la puerta no responde. Entendiendo la situación, le devuelve la tarjeta.
- Squall: Es lo que parece, es defectuosa. Mañana la tendrás que presentar a secretaría.
- Chico: . Sí, pero. ¿ahora qué hago?
- Squall: Y yo que sé. bueno, ¿cómo te llamas?
- Chico: Dincht, Zell Dincht. ¿Y tú?
- Squall: Squall. Leonhart.
- Zell: Encantado, y gracias por la ayuda. (Empieza a marcharse)
- Squall: Hey, Dincht. Puedes entrar en el recinto con mí tarjeta.
- Zell: ¿¡Cómo!?
- Squall: (saca su tarjeta) Yo vivo en este recinto, creo que nos ha tocado ser compañeros de habitación.
- Zell: ¡Anda tío, me lo podrías haber dicho antes! Menudo morro que tienes.
- Squall: (entrando) ¿Entras o te dejo aquí fuera?
- Zell: ¡¡Hey, hey!! ¡¡¡¡Esperaaaa!!!!
Con esas palabras Zell entra corriendo a la habitación. Una vez ha entrado, Squall vuelve a cerrar la puerta y se marcha a su habitación. Por desgracia, Zell ya empieza a desempaquetar todas sus pertenencias, haciendo que sea imposible intentar dormir. A parte el nombre de Zell no para de pasarse por la cabeza de Squall.
- Squall: "Zell, Zell, Zell, Zell.... ¿de dónde demonios me suena tanto ese nombre? Juraría que he oído ese nombre antes. Zell Dincht. pero ¿dónde?..."
Sin poder ni siquiera cerrar los ojos, se vuelve a levantar de la cama y se dirige hacia la habitación de Zell. Allí lo ve aun desmontando todas sus pertenencias. En ese momento se fija en un recorte de periódico que cae cerca de él. Al cogerlo y mirarlo ya recuerda de donde le sonaba el nombre de Zell Dincht.
- Squall: (leyendo en voz alta el artículo) Solo ha sobrevivido el pequeño de la familia, el joven Zell Dincht de la matanza que se produjo. Todas las víctimas tenían dos pequeñas incisiones en el cuello y no les quedaba ni una gota de sangre. El pequeño Zell está tan asustado que aun no ha podido pronunciar palabra, estamos a la espera de que la policía pueda aclarar algo de todo esto.
- Zell: Nunca aclararon nada. ¿Pero por qué demonios estás leyendo esto? ¡¡Es privado!!
- Squall: Ahora sé de que me sonaba tu nombre. Eres un cazador.
- Zell: ¡! ¿Qué? ¿de que hablas?
- Squall: Lo sabes perfectamente. Eres un cazador.
- Zell: . "¿? Un segundo, ¿Squall Leonhart? ¿Una cicatriz en la cara? ¡¡Claro!! Es él." No me digas que tú, eres aquel Squall Leonhart.. Ya sabes, el gran cazador.
- Squall: Sí, soy yo. Pero no me llames ni gran cazador ni nada por el estilo. Lo mío es personal y no me gusta hacerlo. Pero no tengo otro remedio.
- Zell: Guau, tío. Eres una leyenda entre los cazadores. Squall, el gran cazador. Dicen que has matado ya 399 vampiros. Y que te has peleado con cinco vampiros a la vez, sin sufrir ni un solo rasguño. Y que la cicatriz de tu cara fue en una pelea contra siete vampiros y que uno te la hizo mientras estabas matando a un compañero suyo. ¿es verdad todo eso?
- Squall: . No llevo la cuenta, sí me peleé con cinco a la vez y sí, ese desgraciado me hizo la cicatriz en un despiste. ¿Contento?
- Zell: Guau, no me lo creo. Estoy compartiendo habitación con una celebridad, con una leyenda viviente, con un dios, con.
- Squall: (interrumpiéndolo) O callas o te hecho a patadas de aquí.
- Zell: (un poco asustado) Sí, ya callo... Squall, ¿estás aquí por lo de los asesinatos?
- Squall: Sí. ¿Tú?
- Zell: Yo también. Hey, podríamos hacer un equipo, no quiero competir contra ti. Así que mejor, si podemos trabajar juntos.
- Squall: Yo trabajo solo.
- Zell: Sí, eso también lo sabía, pero, quizá alguna vez pueda ayudarte en este asunto.
- Squall: "Parece que lo dice de corazón, bueno lo acepto" De acuerdo. Trabajemos juntos, será un buen cambio.
- Zell: ¡¡Genial!! Te demostraré que puedo estar a tu altura. Y ser tan bueno como tú.
- Squall: Lo dudo. pero inténtalo.
Sin más palabras Squall se vuelve a marchar a su habitación. Dejando a Zell perplejo y sin poderse creer que estaba compartiendo habitación con una leyenda. Intentando volverse a calmar se estira en su cama. Pero no pude dejar de pensar que está al lado del gran Squall.
- Zell: "Guau, no me lo puedo creer aun. A mí lado, en el otro lado de la pared, está el gran Squall. El mejor cazador de vampiros que hay. No hay ni un solo vampiro que haya sobrevivido después de luchar con él. Es el mejor de todos.. ¡¡Y voy a trabajar con él!! No sé si podré dormir."
A pesar de los nervios, Zell se queda dormido a los pocos minutos, debido al terrible cansancio. Entre tanto, Squall no ha conseguido conciliar el sueño aun. Finalmente el cansancio puede con él y cierra los ojos lentamente. Quedándose dormido. Curiosamente toda la noche es plácida y silenciosa. Demasiado silencio. De nuevo en mitad de la noche, una sombra se mueve por el interior del jardín. A la mañana siguiente ya había otro cadáver sin una gota de sangre. Después de ese asesinato pasaron las semanas, pero nadie veía a Seifer, ni siquiera Rinoa sabía donde se encontraba. También cesaron todos los asesinatos. Confirmando a Squall que se trataba del vampiro que había estado buscando. Pero algo estaba cambiando la forma de ver las cosas a Squall. Y Zell se había dado cuenta de ello. Un día en su habitación.
- Zell: Squall, ¿te interesa, verdad?
- Squall: ¿De que hablas?
- Zell: ¡Venga! He visto como la miras. Estás colado por ella.
- Squall: No te metas en mis asuntos.
- Zell: Realmente estás colado por ella. Ahora que no hay asesinatos ni nada. ¿Por qué no le pides salir? Creo que a ella también le gustas.
- Squall: A ver si lo dejamos claro, Dincht. A mí no me interesa tener una relación con una mujer, ni con nadie. Y ella no me gusta.. Solo estoy cerca de ella para protegerla, al final y al cabo he sido yo quien la ha metido en este lío, y es lo mínimo que puedo hacer.
- Zell: (sin hacer caso) Te gusta, y muuuuchoooooooo.... jejejeje, así que nuestro cazador tiene un corazoncito.
- Squall: O callas o te mato aquí mismo. No tientes a la suerte que tienes, Dincht.
- Zell: Squall, admítelo. Tampoco está tan mal admitir que Rinoa te gusta. Ella es muy guapa y misteriosa, además es encantadora.
- Squall: ¿Y entonces por qué no se lo pides tú?
- Zell: Porque a mí ya me gusta otra chica. ¿Recuerdas? Aya.
- Squall: .... Lo que sea.
Sin más palabras Squall se marcha de la habitación para no seguir oyendo a Zell hablar sobre sus sentimientos por Rinoa. En realidad, desde el principio, Squall había sentido algo raro estando cerca de ella, pero estaba ocupado intentando cazar al vampiro conocido como Seifer. Ahora Seifer se había evaporado, a pesar de que no le gustaba como había desaparecido, se conformaba con el simple hecho de que los asesinatos se hubieran detenido. Pero esa calma hacía que Squall se pusiera a pensar en sus sentimientos. En realidad, en esas semanas, se había creado un ligamiento muy fuerte entre ellos dos. Hiendo hacia la habitación de Rinoa, y pensando en ello, no se da cuenta que ya ha llegado frente su puerta. Cogiendo aire, llama a su puerta, intentando quitarse de la cabeza esos sentimientos. A los dos toques en la puerta, Rinoa la abre.
- Rinoa: Oh. Squall. Gracias por seguir viniendo, aunque Seifer haya desaparecido.
- Squall: . No es nada. (gira la cara, queriendo evitar su mirada)
- Rinoa: ¡Oh, Squall!
- Squall: ¿Qué?
- Rinoa: Te has manchado en la cara. Espera un segundo, voy a limpiar esa mancha.
Al momento Rinoa saca un pañuelo, lo humedece con la boca y coge la cara de Squall, para limpiarle esa mancha. En ese momento, Squall empieza a notar mucho calor en sus mejillas. En realidad se está poniendo rojo por momentos. Mientras que Rinoa simplemente sonríe dulcemente. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan humana, solo con su príncipe había sentido tal sensación. Una vez ha desaparecido la mancha, Squall se aparta de Rinoa, asustado de sus propios sentimientos. Aun estando enrojecido le da la espalda a Rinoa, intentando evitar el contacto visual. Y empieza a caminar.
- Squall: Venga, vamos. Si no se hará tarde y no habrá nada. Se está acercando la hora.
- Rinoa: Perdona si te ha molestado. Solo he querido limpiar esa mancha. no quería incomodarte.
- Squall: (poniéndose otra vez rojo). Tranquila, no me has molestado, más bien, gracias. No me había dado cuenta de ello.
- Rinoa: Squall, antes de ir al comedor. quiero preguntarte una cosa.
- Squall: Dime.
- Rinoa: Me preguntaba.. dentro de un mes habrá el baile y me gustaría ir. Pero no sé a quien pedírselo. He pensado que quizás.
- Squall: (la interrumpe) No me gustan las fiestas, ni los bailes. Así que no pienses en preguntármelo, si es que se te ha pasado por la cabeza. Pero si quieres que te haga de mensajero, puede que te ayude.
- Rinoa: (decepcionada) No. En verdad quería ir contigo. Pero ya veo que no quieres.
Decepcionada sigue caminando, dejando a Squall detrás, perplejo por lo que ha dicho Rinoa.
- Squall: "¿Por qué deseo ahora decirle que sí? Que no quiero ir, pero por ella iría mil veces. ¿Por qué me siento así? ¿podría ser cierto lo que ha dicho Zell? ¿qué estoy colado por ella? En realidad me gusta mucho, pero decirlo.. No puedo, aun no, además los asesinatos y todo. Pero Squall, ya han terminado. Ahora es tu oportunidad para vivir un poco. Sabes que esta calma no durará mucho más, que en cualquier momento volverás a luchar. ¿Por qué no te dedicas a disfrutar por una vez, de la vida?".. "Ahora o nunca, ya lo he decidido" ¡Rinoa!
- Rinoa: (se detiene y se gira para ver que ocurre) ¿Qué ocurre? (Squall se acerca a ella de nuevo)
- Squall: Rinoa, sobre lo de antes, si quieres que vayamos juntos.
- Rinoa: (sorprendida por el rápido cambio) ¿¡Lo dices en serio!?
- Squall: .. Sí, lo digo muy en serio, no es ninguna broma.
- Rinoa: (empieza a sonreír dulcemente) Squall, nunca habría creído que dijeras esto, y en serio. Siempre siendo tan hostil conmigo. Pensé que incluso me odiabas.
- Squall: ¿Odiarte? No, bueno, entonces ¿quieres que vayamos juntos?
- Rinoa: Sí. Me encantaría.
- Squall: (extrañamente sonríe) Perfecto, entonces, más adelante aclararemos a que hora quieres que venga a buscarte.
- Rinoa: "Este no es el Squall de siempre" (de repente agarra a Squall de la ropa y se pega a él) Squall, ¿a qué se debe este cambio repentino? No. no eres así normalmente. ¿Por qué?
- Squall: ¿Quieres que te lo explique?
- Rinoa: Sí.
- Squall: . Nunca en estos 17 años, me he sentido atraído por nadie. Nunca me importó nadie más que una persona. Pero cuando llegué aquí, sentí algo muy extraño cuando te vi. Durante los asesinatos, no me veía con corazón para decirlo. En verdad durante todo este tiempo, he visto que me era imposible. Esta mañana he estado hablando con Zell y no paraba de pincharme con este tema. Haciéndome ver que es verdad. Y ahora que al menos hay un poco de paz, quiero saber lo que es vivir. Y me parece que, te has convertido en mí primer amor, y.
- Rinoa: (interrumpiendo) No hace falta que sigas.
Entendiendo como se siente, y sintiendo lo mismo, Rinoa coge con una mano, la cara de Squall. Tirando su cara hacia ella, hasta que por fin, consigue besarlo. Al notar los labios de ella contra los suyos, Squall solo puede abrir los ojos como naranjas. Incrédulo de lo que ocurre, pero sintiéndose a gusto, va cerrando poco a poco los ojos, y la agarra de la cintura, alargando y profundizando más el beso. Empezando al mismo tiempo a devolverle el beso. Pasado un rato, ambos vuelven a la realidad, en ese momento y mientras se están separando, se puede ver que Squall se ha puesto completamente rojo. Con lo que Rinoa empieza a reírse suavemente.
- Squall: (aun asustado) ¿Qué? ¿Qué. ocurre?
- Rinoa: (riéndose suavemente) Es que. jijiji, estás muy guapo, todo rojo. jijiji.
- Squall: Rinoa, me encanta como te ríes. Me gusta mucho oírte reír y verte feliz.
- Rinoa: Tengo que estar soñando, esto no puede ser verdad. No puede ser tan bonito.
- Squall: No es un sueño tuyo. Simplemente he decidido arriesgar y lanzarme de una vez por todas.
Sin dejar que diga una sola palabra más, Rinoa lo vuelve a besar. Haciendo un beso suave, pero lo suficiente para sentirse otra vez viva. Hecho esto vuelve a sonreír y empieza a caminar de nuevo hacia el comedor. Entre tanto, Squall continúa sin creerse que Rinoa lo haya vuelto a besar, quedándose con la mirada perdida, y con una suave sonrisa en los labios. Viendo que con bastante trabajo consigue mantenerse en píe, se apoya en la pared, empezando a pensar en su suerte, mientras cierra sus ojos.
- Squall: "No me lo creo. Me ha besado dos veces.. Nunca había sentido algo tan delicioso, algo tan suave, con tanto cariño. Zell tenía razón, odio admitirlo, pero es verdad. Estoy colado por ella y lo mejor es que yo también le gusto. Creo que lo que siento ahora mismo es felicidad... nunca había sentido esto, me gusta."
