Capitulo 1

Unos ruidos le despertaron, miro el reloj que estaba encima de su mesita de noche, las seis y cuarenta y cuatro, esta chica estaba loca, se levanto y fue hacia la cocina, allí estaba ella apoyada en la pared mirando el vació, con una taza de café en sus manos.

- ¿Vas a ir hoy también? – le pregunto el dándole un sorbo al café y devolviéndoselo – pero si no hace ni dos horas que nos hemos acostado.

- Ya lo se Wood, pero resulta que cuando te ofreces voluntaria para ayudar en los sitios, no puedes echarte atrás así como así.

- Pues eso eres voluntaria, no creo que te obliguen a ir.

- Claro que no, me obligo yo, no es problema de ellos que nosotros ayer ganáramos el torneo de quidditch y lo estuviéramos celebrando de noche, no por eso los voy a dejar tirados.

- Aylen ya que estas levantada me traes un vaso de agua – oyeron decir a alguien desde una de las habitaciones.

- Claro Harry, ahora te lo llevo.

- Me voy a dormir ¿Te esperamos para comer?

- No – le contesto mientras le seguía por el pasillo y entraba en la habitación del otro chico – llegare algo tarde. Toma – el chico le dio una sonrisa en agradecimiento, mientras se sentaba en la cama y las sabanas caían de su cuerpo, ella le miro a el y luego al otro que todavía seguía allí de pies apoyado en el armario – oye es que ninguno de los dos tiene pijama – pregunto al darse cuenta de que lo único que llevaban los dos chicos era sus bóxer.

- ¿Que pasa Batmen? Te avergüenza vernos así – le pregunto Oliver con una sonrisa.

- Para mi desgracia vivo y entreno con vosotros, no creo que haya ya nada que me pueda avergonzar. Dios es muy tarde – grito cuando miro su reloj de pulsera – perderé el tren.

- Pues utiliza la chimenea – murmuro Harry que se había recostado de nuevo y se volvía a quedar dormido.

- No quiero, además es mucho follon, me gusta llegar allí sin magia de por medio – le dio un beso a Harry en la frente y otro en la mejilla a Oliver cuando salía corriendo.

 El se asomo a la ventana para verla correr hacia la estación. Ya llevaban dos años viviendo los tres juntos, poco después de que Harry saliera de Hogwarts, jugaban en el mismo equipo de quidditch el Puddlemere United, así que no era tan raro que los tres vivieran juntos, al principio lo harían Oliver y Harry, se conocían bastante al haber jugado en el mismo equipo en Gryffindor, pero se dieron cuenta de que encontrar algo para ellos dos no seria fácil y menos cuando no sabían ni lo que querían, así que cuando ella les ofreció su casa, no se negaron en absoluto. Además era agradable vivir los tres juntos lo pasaban bien y se reían mucho,  sin contar de que la familia de Oliver estaba bastante lejos y así no se encontraba tan solo, la de Harry, bueno todo el mundo sabia que le había pasado a sus padres y la de Aylen, ella no hablaba mucho de su vida, así que en realidad no sabían nada de su pasado, cosa que tampoco importaba porque ellos habían formado su pequeña familia en aquella casa, Ron y Hermione el mejor amigo de Harry y su novia respectivamente, aparecían a menudo por la casa, el también jugaba en un equipo de quidditch los tornados y ella trabajaba en el ministerio intentaba crear un sindicato para los elfos domésticos, aunque no tenia mucha suerte porque los primeros en no quererlo eran los propios elfos. También estaban los gemelos Weasley, Fred y George que eran hermanos de Ron y amigos de Oliver, venían mucho también por la casa, claro que todos se echaban a temblar cuando los veían entrar por la puerta, todos conocían la afición de los dos por las bromas, no en vano habían creado un negocio con ellas.

Oliver miro su reloj, las siete, esa chica estaba loca, iba a trabajar cuando no tenia que hacerlo, había entrado en un asociación de ayuda para las victimas del señor tenebroso, Oliver no entendía que entretenimiento tenia ella en hacer eso, bastante tenían con vivir con Harry, con eso ya tenían bastante señor tenebroso para todo lo que se quisieran o mas, aunque el chico parecía haberse recuperado bien del ultimo enfrentamiento que había tenido con el y aun cuando lo había vencido, se había convertido en el blanco para todos los mortigafos que no acabaron en Azkaban, que eran muchos mas de lo que se podía llegar a esperar, porque aun sabiendo que servían a Voldemort, no hubo pruebas que los condenaran.

Se metió de nuevo en la cama y no tardo en quedarse dormido.

Llegaba tarde, seguro que le regañaría, no necesitaba darle ninguna excusa para que el le saltara al cuello, llego sin aliento cuando pico a la puerta del numero 12 de privet drive.

- Cállate vieja bruja – oyó como alguien gritaba dentro, abrieron la puerta y la dejaron pasar, supo desde el primer momento que el era el que había dado el grito.

- Llegas tarde – fue lo único que dijo.

- Buenos días a ti también. Solo diez minutos tampoco es para tanto.

- Si eso crees tu tal vez si yo hubiese llegado diez minutos antes a casa de mi ahijado, sus padres estuvieran vivos.

- Lo creas tú o no yo no soy culpable de sus muertes.

- No empecéis por favor. Déjala claro que llega tarde, ayer estuvo de fiesta con el equipo hoy no tenia que haber venido Sirius.

- Tu siempre disculpándola Remus, siempre igual – los tres entraron en un salón y se sentaron allí.

- ¿Cómo estas Aylen?

- Bien Remus, gracias – a ella le gustaba el, siempre la trataba con afecto y nunca le gritaba, al contrario que Sirius, que parecía que la única misión en su vida era amargársela a ella.

- ¿Mi ahijado?

- En la cama, durmiendo – donde debería estar yo pensaba Aylen - Llegamos a las cuatro pasadas así que hoy se levantara tarde.

- No puedo creer que le dejaras salir, no se en que estabas pensando.

- En que se divirtiera – grito ella – no te lo vas a creer, pero no tiene porque pasarse la vida en casa encerrado, es joven y se quiere divertir. Además no le pasara nada, para eso estoy yo allí no.

- Eso me lo pregunto yo muy a menudo ¿Para que estas tu allí? – murmuro mientras salía de la estancia.

- Cada día lo aguanto menos – bufo Aylen.

- Venga no le hagas caso, lo que pasa es que ya son muchos años encerrados en esta casa sin salir, hasta que no consigamos demostrar que Peter esta vivo,  no podremos convencer a nadie que el es inocente.

- Lo sé – ella dejo que su cabeza reposara en el hombro del licántropo y el noto como se quedaba dormida.

- Bueno no si encima se duerme. Menudo entrenamiento vamos a hacer hoy.

- Shhhhh. Déjala descansar – Remus dejaba que el cuerpo de la chica quedara tendido sobre el sofá, la tapo con una pequeña manta y salio arrastrando a Sirius con el.

- Así va a proteger a Harry durmiéndose en las esquinas.

- Sirius no la trates así, no deberías hablarla como lo haces.

- No veo porque no.

- Porque es tu sobrina, lo recuerdas la hija de tu hermano.

- Y de Beatrix, claro que lo recuerdo, como para olvidarlo.

- Pues ella es la que esta pagando por los pecados de sus padres y eso no es justo, eres la única familia que tiene y la tratas como si fuera una extraña.

- No es cierto.

- Sirius, porque la haces venir todos los días, en cuanto acaba la temporada de quidditch, la haces venir todos los días a las ocho, porque.

- Porque quiero que este preparada, ella debe de proteger a Harry, para eso se la escogió.

- Si,  pero es una niña y le exigimos demasiado, no recuerdas lo que es tener esa edad – Lupin se dio cuenta en cuanto había hablado de que había metido la pata.

- No, no lo recuerdo, yo a su edad estaba en Azkaban, en donde estaría ella si no la hubiésemos encontrado.

- Pero la encontramos y eso fue gracias a ti.

- ¿A mi? La encontraste tu Remus, nunca entendí como sabias que era ella.

- Bueno fueron varias cosas las que me pusieron bajo la pista. Como su temperamento, su valentía, su temple, sus ojos azules, su pelo negro o tal vez su cabezonería, todo típico de cierto Black que yo conozco.

- No se parece a mí en nada.

- Claro que si – tiro de el nuevamente a la habitación – mírala, su pelo es igual al tuyo – dijo en bajo para no despertarla, su nariz, mírala bien Sirius porque esta niña salio a ti, no se parece a sus padres, si no a su tío – Sirius salio de la habitación, Remus dejo escapar un suspiro y lo siguió.

- No quiero que muera joven como su padre que por culpa de lo que le metieron el la cabeza se entrego a Voldemort ni quiero que sea como su madre una mortigafa.

- Y no lo será Sirius, nunca será una mortigafa, escapo antes de que le pusieran la marca, escapo porque no cree lo que le cuentan, tiene una personalidad muy fuerte y un gran corazón por eso no juzga a nadie por su sangre. Al igual que su tío.

- Deja de decir eso, te pones muy pesado con lo de su tío.

- Porque lo eres y yo se además que debajo de esa fría pose que pones delante de ella, la quieres – el otro levanto las manos y dio por zanjado el asunto yéndose – la voy a despertar y mandar para casa.