Los personajes de la serie Star Trek no me pertenecen. si no otro gallo les
cantaria!!! Je!!
STAR TREK : MISION EN ALFA-5
Capitulo 4. Con los nervios a flor de piel.
Jessica Valefor daba su ultima ronda de inspeccion por la nave antes de marcharse a su cabina. No habia pasado desapercibido para la encargada de seguridad las miradas recelosas y de temor de mas de un tripulante cuando ella estaba presente. Esas miradas se clavaban en ella y en su faser. El capitan ya le habia llamado la atención en lo referente a llevar armas no reglamentarias dentro de la nave, pero ella habia conseguido convencerlo de lo contrario. Al menos sabia que estaba ganando puntos a su favor con el capitan, que parecia muy satisfecho con su trabajo, pero. el primer oficial y su actitud le estaban dando muchos problemas. Spock era de las pocas personas que conocian su pasado y la otra noche le habia dado via libre para contarlo. Y ahora lo sabia toda la tripulacion, de ahí la desconfianza con que la trataba la mayor parte de los oficiales. Por el contrario, con sus hombres el cambio habia sido para mejor. Al conocer el oscuro pasado de su jefa, los hombres habian empezado a respetarla aun mas. Aquello la habia divertido mucho. Pero aun quedaba el problema de Spock. En eso estaba pensando cuando noto como alguien la agarraba con fuerza sobrehumana del brazo y la arrastraba hasta una cabina. Esa misma persona la lanzo contra una pared y la sujeto de las muñecas, antes de que ella pudiera alcanzar su arma. Parpadeo, confusa cuando vio los ojos marrones del primer oficial clavados en los suyos.
¿Spock? ¿A que juegas? ¿Es que acaso ya toca la epoca del Pon Fa? - se burlo la sargento, con aire molesto, tratando de zafarse de la presa del vulcaniano, cosa que no consiguió. Spock permanecia impasible.
¿A que has venido a esta nave? ¡Y no me digas que fue una casualidad, porque no me lo creo! ¡Tu no eres de las que cree en las casualidades!
¡Vine a trabajar! ¿A que si no? - Jessica forcejeo de nuevo, inútilmente. Sabia que los vulcanianos superaban en fuerza a los humanos. Como unas diez veces mas fuertes. - ¡Me enviaron a esta nave, como podrian haberme enviado a cualquier otra! ¡Yo no elijo mi destino! ¡Eso lo hace la Federación! - Spock aumento su presa.
¡No trates de engañarme! ¡Se de tus tratos con la Federación, Jessica! ¡Se que estuvieron años detrás tuya para conseguir que te pusieras de su lado! ¡Se lo que te ofrecieron para conseguir tu apoyo!
¡Tu no tienes ni idea de lo que yo se sobre ellos, Spock! - rugio ella, sin dejar de forcejear. - ¡Si tuvieran una manera de eliminarme sin entrar en conflicto con el resto de las razas, lo harian sin dudar! ¡Pero para su desgracia tengo contactos en otros planetas que se pondrian en su contra si a mi me sucediera algo sospechoso! - el vulcaniano por fin la solto. La mujer se froto las muñecas, que estaban enrojecidas por el mal trato que habian recibido. - ¡Claro que me ofrecieron un cargo mejor! ¡En un lugar en donde me podrian haber quitado de en medio sin problemas! ¡Por eso acepte este! ¡Aquí me permiten llevar armas en todo momento! Pero si de verdad quieres saber el motivo por el que estoy aquí, te lo dire. Ahí posibilidades de que nos encontremos naves klingon en este viaje. Pasaremos muy cerca de la zona neutral. Por eso estoy aquí, para hacer de mediadora en el caso de que nos los encontremos. Pero eso no asegura que no nos ataquen. Para los klingon lo importante es el honor, no las amistades. Y no hay mayor honor que derribar la famosa Enterprise y si esta al mando del capitan Kirk, mejor que mejor. Y tu lo sabes. - el oficial la miro algo confundido. - Para ser alguien que solo se guia por la logica, Spock, hoy te has dejado llevar por uno de los peores sentimientos humanos que hay.
¿Cuál? - pregunto el vulcaniano, arqueando una ceja. La sargento sonrio, antes de salir.
¡El rencor, amigo mio, el rencor! Hablaremos cuando estes mas. calmado.
Angie Donovan entro con gesto cansado a la cafeteria. Después de una
larga jornada de mas de diez horas en la sala de Ingenieria habia
decidido tomarse un descanso y de camino una copa. Se acerco despacio a
la barra y se sento en uno de los taburetes. El rostro sonriente de la
camarera la saludo, en cuanto tomo asiento.
¡Hola! ¿Qué va a ser? - a pesar del cansancio, Angie trato de responder a la sonrisa.
¡Un whisky! ¡Doble! - Ari solto una risita y le sirvio la copa.
¿Qué? ¿Un dia duro?
¡Uy! ¡Horrible! ¡Si se trabaja asi, en condiciones normales, no quisiera imaginarme como sera con una emergencia de verdad! ¡El sr. Scott es muy estricto! - la camarera observo algo alarmada, como la teniente cogia dos píldoras rosadas de un pequeño bote y se las tragaba con un buen trago de la copa.
Este. no soy muy experta en medicinas, pero. ¿no es malo tomarselas con alcohol? - Angie sonrio de forma amarga.
Si no las tomo asi, no me hacen efecto. hace años que dejaron de hacerme el efecto deseado. - ante la cara de incomprensión de la camarera, trato de explicarse. - Veras. sufro de insomnio desde hace. uff. un monton de años. Me mandaron estas pastillas para poder dormir, pero hace mucho que mi cuerpo se acostumbro a ellas y ya no hacen lo que deberian. Si las tomo asi, caigo K.O. en pocos minutos. y ahora, voy a mi cabina, a echar una siestecita.
Tal vez deberias ver al doctor Lee. a lo mejor te puede recetar algo mas efectivo.
¿Un sicologo? ¡Nah! No me gustan los sicologos.
Pero este es simpatico.
Lo pensare. pero no creo que vaya. - Ariadna vio algo preocupada como la muchacha salia de la cafeteria. A los pocos segundos, entro el primer oficial de la nave. Ari sonrio con malicia al ver al vulcaniano sentado en la barra y se acerco a servirle.
¡Buenas noches, sr. Spock! ¿Qué le pongo? - el primer oficial arqueo una ceja, observando detenidamente a la camarera.
Supongo que no tendra nada de Vulcano por ahí. - la chica solto una risita y volvio a los pocos segundos con un vaso lleno de un liquido azulado. Spock la miro sorprendido.
¿Es esto de su gusto?
La verdad es que si. no pense que la cafeteria estuviera tan bien surtida.
¡Bueno! ¡Es logico! ¡Esta nave tiene a la mejor barman de toda la galaxia! ¡Ademas, las bebidas vulcanianas no tienen secretos para mi! ¡Mis padres adoptivos eran de Vulcano!
Algo asi lei en su expediente. es muy curioso. no parece haber sido instruida por vulcanianos.
¡Eso mismo pienso yo de usted! No parece que usted haya sido criado por una humana.
CONTINUARA.
STAR TREK : MISION EN ALFA-5
Capitulo 4. Con los nervios a flor de piel.
Jessica Valefor daba su ultima ronda de inspeccion por la nave antes de marcharse a su cabina. No habia pasado desapercibido para la encargada de seguridad las miradas recelosas y de temor de mas de un tripulante cuando ella estaba presente. Esas miradas se clavaban en ella y en su faser. El capitan ya le habia llamado la atención en lo referente a llevar armas no reglamentarias dentro de la nave, pero ella habia conseguido convencerlo de lo contrario. Al menos sabia que estaba ganando puntos a su favor con el capitan, que parecia muy satisfecho con su trabajo, pero. el primer oficial y su actitud le estaban dando muchos problemas. Spock era de las pocas personas que conocian su pasado y la otra noche le habia dado via libre para contarlo. Y ahora lo sabia toda la tripulacion, de ahí la desconfianza con que la trataba la mayor parte de los oficiales. Por el contrario, con sus hombres el cambio habia sido para mejor. Al conocer el oscuro pasado de su jefa, los hombres habian empezado a respetarla aun mas. Aquello la habia divertido mucho. Pero aun quedaba el problema de Spock. En eso estaba pensando cuando noto como alguien la agarraba con fuerza sobrehumana del brazo y la arrastraba hasta una cabina. Esa misma persona la lanzo contra una pared y la sujeto de las muñecas, antes de que ella pudiera alcanzar su arma. Parpadeo, confusa cuando vio los ojos marrones del primer oficial clavados en los suyos.
¿Spock? ¿A que juegas? ¿Es que acaso ya toca la epoca del Pon Fa? - se burlo la sargento, con aire molesto, tratando de zafarse de la presa del vulcaniano, cosa que no consiguió. Spock permanecia impasible.
¿A que has venido a esta nave? ¡Y no me digas que fue una casualidad, porque no me lo creo! ¡Tu no eres de las que cree en las casualidades!
¡Vine a trabajar! ¿A que si no? - Jessica forcejeo de nuevo, inútilmente. Sabia que los vulcanianos superaban en fuerza a los humanos. Como unas diez veces mas fuertes. - ¡Me enviaron a esta nave, como podrian haberme enviado a cualquier otra! ¡Yo no elijo mi destino! ¡Eso lo hace la Federación! - Spock aumento su presa.
¡No trates de engañarme! ¡Se de tus tratos con la Federación, Jessica! ¡Se que estuvieron años detrás tuya para conseguir que te pusieras de su lado! ¡Se lo que te ofrecieron para conseguir tu apoyo!
¡Tu no tienes ni idea de lo que yo se sobre ellos, Spock! - rugio ella, sin dejar de forcejear. - ¡Si tuvieran una manera de eliminarme sin entrar en conflicto con el resto de las razas, lo harian sin dudar! ¡Pero para su desgracia tengo contactos en otros planetas que se pondrian en su contra si a mi me sucediera algo sospechoso! - el vulcaniano por fin la solto. La mujer se froto las muñecas, que estaban enrojecidas por el mal trato que habian recibido. - ¡Claro que me ofrecieron un cargo mejor! ¡En un lugar en donde me podrian haber quitado de en medio sin problemas! ¡Por eso acepte este! ¡Aquí me permiten llevar armas en todo momento! Pero si de verdad quieres saber el motivo por el que estoy aquí, te lo dire. Ahí posibilidades de que nos encontremos naves klingon en este viaje. Pasaremos muy cerca de la zona neutral. Por eso estoy aquí, para hacer de mediadora en el caso de que nos los encontremos. Pero eso no asegura que no nos ataquen. Para los klingon lo importante es el honor, no las amistades. Y no hay mayor honor que derribar la famosa Enterprise y si esta al mando del capitan Kirk, mejor que mejor. Y tu lo sabes. - el oficial la miro algo confundido. - Para ser alguien que solo se guia por la logica, Spock, hoy te has dejado llevar por uno de los peores sentimientos humanos que hay.
¿Cuál? - pregunto el vulcaniano, arqueando una ceja. La sargento sonrio, antes de salir.
¡El rencor, amigo mio, el rencor! Hablaremos cuando estes mas. calmado.
Angie Donovan entro con gesto cansado a la cafeteria. Después de una
larga jornada de mas de diez horas en la sala de Ingenieria habia
decidido tomarse un descanso y de camino una copa. Se acerco despacio a
la barra y se sento en uno de los taburetes. El rostro sonriente de la
camarera la saludo, en cuanto tomo asiento.
¡Hola! ¿Qué va a ser? - a pesar del cansancio, Angie trato de responder a la sonrisa.
¡Un whisky! ¡Doble! - Ari solto una risita y le sirvio la copa.
¿Qué? ¿Un dia duro?
¡Uy! ¡Horrible! ¡Si se trabaja asi, en condiciones normales, no quisiera imaginarme como sera con una emergencia de verdad! ¡El sr. Scott es muy estricto! - la camarera observo algo alarmada, como la teniente cogia dos píldoras rosadas de un pequeño bote y se las tragaba con un buen trago de la copa.
Este. no soy muy experta en medicinas, pero. ¿no es malo tomarselas con alcohol? - Angie sonrio de forma amarga.
Si no las tomo asi, no me hacen efecto. hace años que dejaron de hacerme el efecto deseado. - ante la cara de incomprensión de la camarera, trato de explicarse. - Veras. sufro de insomnio desde hace. uff. un monton de años. Me mandaron estas pastillas para poder dormir, pero hace mucho que mi cuerpo se acostumbro a ellas y ya no hacen lo que deberian. Si las tomo asi, caigo K.O. en pocos minutos. y ahora, voy a mi cabina, a echar una siestecita.
Tal vez deberias ver al doctor Lee. a lo mejor te puede recetar algo mas efectivo.
¿Un sicologo? ¡Nah! No me gustan los sicologos.
Pero este es simpatico.
Lo pensare. pero no creo que vaya. - Ariadna vio algo preocupada como la muchacha salia de la cafeteria. A los pocos segundos, entro el primer oficial de la nave. Ari sonrio con malicia al ver al vulcaniano sentado en la barra y se acerco a servirle.
¡Buenas noches, sr. Spock! ¿Qué le pongo? - el primer oficial arqueo una ceja, observando detenidamente a la camarera.
Supongo que no tendra nada de Vulcano por ahí. - la chica solto una risita y volvio a los pocos segundos con un vaso lleno de un liquido azulado. Spock la miro sorprendido.
¿Es esto de su gusto?
La verdad es que si. no pense que la cafeteria estuviera tan bien surtida.
¡Bueno! ¡Es logico! ¡Esta nave tiene a la mejor barman de toda la galaxia! ¡Ademas, las bebidas vulcanianas no tienen secretos para mi! ¡Mis padres adoptivos eran de Vulcano!
Algo asi lei en su expediente. es muy curioso. no parece haber sido instruida por vulcanianos.
¡Eso mismo pienso yo de usted! No parece que usted haya sido criado por una humana.
CONTINUARA.
