Capitulo 2
Habían pensado que podían preparar la comida entre los dos y no había sido tan mala idea, preparar la comida al estilo muggle, les había resultado muy divertido, Harry ya tenia algunos conocimientos, ya que alguna vez había tenido que cocinar para los odiosos de sus tíos y primo, pero Oliver era la primera vez que lo hacia, todo le llamaba la atención y le sacaba quejas.
- Buenos días – dijo una voz desde fuera, Oliver fue a abrir la puerta.
- Hola Hermione, llegas justo a tiempo, tu novio me va a demostrar como hay que darle la vuelta a una tortilla según lo hacen los muggles.
- Hola – la chica miro a Harry que tenia una sartén en la mano con lo que parecían huevos y patatas y luego a Oliver - ¿Haz echo esto alguna vez?
- No, pero para todo siempre hay un primera vez, bueno allá vamos.
- Harry no lo hagas, todavía esta algo cruda – pero ya era tarde, la tortilla volaba por los aires, algo lejos de donde debiera caer, pero antes de llegar al suelo un cuerpo la intercepto, o mas bien la tortilla lo intercepto.
- Aylen, lo siento – decía Harry intentando contener la risa que le era bastante difícil ya que Oliver y Hermione habían estallado en risas.
- Te hace gracia Wood.
- Estas muy mona, mira si hasta con una tortilla en la cabeza te vez adorable – ella no le contesto, cogio algo de la tortilla que había caído al suelo y se lo tiro al chico – ahora veras – le grito el mientras le empezaba a tirar lo primero que encontró sobre la mesa que resulto ser harina que mancho tanto a Aylen como a Hermione, Harry se destornillaba de risa mirando la escena, pero no pudo reaccionar cuando los otros tres le empezaron a tirar a el la comida, había allí de todo, huevos, lechuga, harina, azúcar hasta chocolate que nadie sabia de donde había salido, cuando terminaron con toda la comida, se reían sin parar, Hermione sujetaba a Aylen por el brazo, mientras ella se sujetaba a la nevera para no resbalar.
- Supongo - empezó Harry - que como esto ha sido culpa mía os deberé invitar a comer.
- Supones bien – le contesto Hermione.
- Pues venga – siguió Oliver – nos damos una ducha rápida y luego a comer – pero era mas fácil decirlo que hacerlo, los cuatro intentaban salir de la cocina sin caerse, pero era imposible ya que cada vez que daban un paso se resbalaban.
Estaban comiendo en uno de los restaurantes mágicos mas famoso que había, estaba embrujado de tal manera que pareciera que comías a la orilla del mar, hasta se podía escuchar las olas y respirar la sal.
- ¿hay sueño? – le pregunto Oliver a Aylen cuando la vio mirar su comida fijamente y su cabeza se echaba hacia delante.
- No que va si estoy la mar de despierta, no me ves – le contesto ella – vosotros dos dejar de hacerlos arrumacos, que estamos comiendo.
- Envidiosa – le contesto Hermione sacándole la lengua, a lo que la otra contesto de igual manera.
- Ginny esta ahí – murmuro Harry mirando a Hermione que se giro para verla, Aylen no conocía muy bien a la pelirroja, la había visto un par de veces, no solía ir por la casa como el resto de sus hermanos, pero si conocía la razón de ello, era por Harry, había estado enamorada de el desde el primer día que lo había visto, pero el jamás la pudo ver de otra manera que como la hermana pequeña de su amigo y cuando Hermione y el comenzaron a salir, la niña había sufrido un ataque de histeria, gritando y amenazando a Hermione que nunca espero esa reacción por parte de la chica, se sentía culpable porque Ginny había sido una de sus mejores amigas, pero al igual que ella siempre había estado enamorada de Harry y cuando el se le declaro no dudo en aceptarlo.
- ¿No es Malfoy con quien esta? – interrogo Oliver, Harry se giro y vio el rubio pelo platinado del Slytering.
- Si, es el. Menos mal que no esta aquí Ron, menuda la que hubiese montado – Aylen miraba al rubio de ojos grises que los observaba junto a la pelirroja, se sabia que su padre había sido el vasallo mas incondicional de Voldemort con la caída de este, murió en Azkaban y que su hijo seguía sus pasos, aunque nunca hubo pruebas para ello, pero estaba claro que odiaba a Harry con todas sus fuerzas, solo viendo con que ojos lo miraba – estupendo vienen hacia aquí.
- Wood, Potter, Granger, yo que creí que este era el mejor restaurante que había ahora mismo – dijo con arrogancia – pero esta claro que no, porque dejan entrar a cualquiera.
- Eso lo estas dejando tu muy claro – contesto Hermione.
- Cállate maldita sangre sucia – Hermione miro a la chica que había dicho eso.
- Ginny que sea la última vez que te oigo llamar a si a Hermione – le dijo Harry muy calmado.
- Y si no que Potter, me darás unos azotes en el culo. Ten cuidado – le dijo acercándose a su oído – a lo mejor me gusta.
- Ginny cállate – le ordeno Draco – a ti no te conozco – siguió mientras señalaba a Aylen - ¿Quién eres?
- ¿Y tú? – pregunto la chica muy calmada.
- Draco Malfoy a su servicio – le contesto mientras le cogia la mano y se la besaba.
- Pues que bien. Bueno si no te importa, ahora queremos seguir comiendo, así que Drapo nos puedes dejar continuar.
- Draco – dijo el entre dientes.
- Bueno Drapo lo que yo decía. No he dicho Drapo – interrogo mirando a su amigo que estaba sentado a su lado.
- Si eso es exactamente lo que has dicho – le contesto Oliver intentando no reírse.
- Wood deberías decirle a tu novia que tenga cuidado con su lengua no la vaya a perder – siseo el Slythering sin apartar sus ojos grises de los azules de la chica.
- No te preocupes, eso no ocurrirá – le contesto ella mientras aun sostenía su mirada – y soy su compañera de equipo Drapo, no su novia – el rubio no le contesto, se dio la vuelta agitando su capa, como siempre habían visto hacer a su padre.
- ¿Cómo puede Ginny estar con Malfoy? Es antinatural, cuando Ron se entere no quiero saber la que se puede armar.
- Lo que no se puede negar es que la pequeña de los Weasley ha cambiado mucho – comento Oliver.
- Hermione ¿Te encuentras bien? Estas pálida.
- Si me disculpáis debo ir al baño – se levanto corriendo y salio antes de que nadie pudiera decir nada.
- Voy a acompañarla – Aylen se levanto de la mesa y siguió a Hermione hasta el baño, al entrar la pudo oír sollozar en uno de los baños – Hermione ¿Qué te pasa? No me dirás que te has disgustado por lo que dijo esa chica – pero la otra chica no le contestaba, seguía sollozando detrás de la puerta sin decir nada – aunque no lo creas, como alguien entre va a pensar que estoy loca, hablando con una puerta – oyó una suave risa al otro lado de la puerta y después pudo ver la cara de la chica - ¿Creí que no te afectaba que te llamaran...., bueno ya sabes lo que ella te dijo?
- Sangre sucia, no, no me importa, cuando se lo oigo a Malfoy, pero es distinto cuando te lo dice quien era tu mejor amiga. Yo nunca quise hacerle daño, de verdad no quise enamorarme del mismo chico que ella, no lo pude evitar.
- Hermione si ella fuera tu amiga y de verdad estuviera enamorada de Harry, por mucho daño que le hiciera, lo aceptaría porque es vuestra amiga os quiere y quiere veros felices, si no es así, no vale la pena.
- Puede que tengas razón.
- No puede la tengo. Venga vamos, que yo no se tu, pero la guerra de comida me ha dado mucha hambre y por dos indeseables como esos no se me quita – salían ya del baño cuando oyeron gritos.
- OH no – gimió Hermione – ese es Ron – cuando llegaron hasta su mesa, aquellos parecía una batalla campal, Ron encima de Malfoy no lo dejaba ni darse cuenta de donde le había dado cuando le había vuelta a atizar, Harry y Oliver tiraban de el para separarlos.
- Vosotros creéis que puede ser que el universo hoy se haya puesto en nuestra contra para que no comamos – pregunto Oliver al llegar a la casa después de que los habían echado del restaurante.
- Cabe la posibilidad, si señor cabe lo posibilidad- le contesto Harry.
- Pidamos una pizza – sugirió Hermione.
- Si pizza – grito Ron que se llevaba la mano a su labio por el dolor.
- Así me gusta, la comida basura ante todo.
- Deja de protestar y llama Aylen – Oliver la empujaba del sillón donde estaba.
- Eh – contesto la otra defendiéndose y haciéndole cosquillas que el le regreso, estuvieron así un rato mientras los otros tres chicos los miraban.
- ¿Cuánto tiempo vais a estar así? – pregunto Harry.
- Es culpa de él – se defendió Aylen.
- No es verdad – le contesto Oliver volviéndole a hacer cosquillas.
- Da igual - se quejo Hermione – ya llamo yo.
- Anda Ron ven, vamos a curarte ese labio antes de que tu madre te lo vea – le dijo Aylen tirando del chico hacia el cuarto de baño.
- ¿Qué voy a hacer con Ginny Harry? – le preguntaba el chico a su amigo que les había también seguido – ay eso duele.
- Pues no te peles y así no te dolerá – le contesto la chica.
- De veras que siento mucho lo que le digo a Hermione.
- No te preocupes Ron, no es culpa tuya. Es mía, yo tenía que haber hablado con ella y decirle que no podía sentir por ella nada más de lo que siento.
- Con Malfoy ¿Cómo se lo voy a decir a mi madre? Se lo podías decir tu Harry, seguro que a ti no te dice nada.
- Ni a ti tampoco Ron, tu madre sabe que Ginny toma sus propias decisiones, nunca te culparía de algo así.
- ¿Crees que se ha vuelto mortigafa?
- Claro que no Ron. Solo esta confundida, ya veras que cuando piense un poco y se de cuenta de lo que a hecho, se arrepentirá y vendrá pidiendo tu perdón.
- Ojala no te confundas amigo, porque yo no estoy tan seguro.
