Hay estaba sentada en la mecedora con las piernas apoyadas en la barandilla y una botella en su mano, no era la primera vez que la veía hay sentada, se acordó de cuando la vio en aquel entrenamiento por primera vez, no era muy usual que una mujer formara parte de uno de los equipos de quidditch de la liga mayor, muchas se presentaban pero no conseguían pasar la primera prueba, pero si ella estaba allí, estaba claro que era porque lo podía aguantar y lo hacia aun siendo la única chica del equipo, en la liga mayor, no era como en el colegio, te enfrentas a tíos que son tres y hasta cuatro veces tu, te tiran la buldger como si fuera una canica y no pesaran, el al ser el guardián no había recibido muchas, ni Harry siendo buscador, pero ella si, era cazadora y eso significaba que la buldger iría a por ella, había visto como en mas de una ocasión le golpeaba tan fuerte que la tiraban de la escoba, pero ella en sus treces, conseguía sujetarse en el ultimo momento con una sola mano, volver a subirse a la escoba y seguir como si nada, pero también la había visto caer al suelo desde mas de quince metros de altura e intentar levantarse si todavía mantenía el sentido, nunca lograba volver a ponerse en pie, pero siempre lo intentaba, el día que mas temió por ella, fue hace solo unos meses, el estupido de Marcus Flint le había lanzado la buldger y le había dado en la cabeza, ella perdió el sentido, pero no callo de la escoba, que al estar sin ningún tipo de control iba sola de un lado a otro, iba a ir a por ella cuando Harry le grito que no lo hiciera que siguiera defendiendo los aros, pero como defender los aros cuando ella estaba allí, Harry voló hasta ella, pero fue incapaz de controlar las dos escobas al mismo tiempo, así que la cogio y la paso a la suya, pero el imbecil de Flint no podía quedarse quieto, así que le lanzo la buldger a Harry cuando la estaba colocando en su escoba para bajarla, le dio también de lleno en la cabeza y le hizo perder el equilibrio con la consecuencia de que ella se le resbalo, la veía caer y el corazón se me detuvo aquellos instantes, hasta que oí aquella voz lingardem leviosa y el cuerpo dejo de caer para planear como una pluma hasta el suelo, ella cuando se lo contamos, le agradeció a Hermione mucho su ayuda, si no llega a ser por ella, no lo cuenta, tal vez la próxima no lo cuente.
- ¿Qué miras tanto Wood? – sabia que estaba allí, no se había girado ni un sola vez, pero lo sabia.
- Pensaba – le contesto sentándose junto a ella.
- ¿En que? – interrogo mientras le pasaba la botella que tenia en sus manos.
- Tonterías – le dio un trago a la botella - ¿Y tú?
- No ves eso de que el alcohol te ayuda a olvidar.
- Si.
- Pues a mi me hace el efector contrario, tendría que dejar de hacerlo.
- Que te hace recordar – ella guardo silencio y no le contesto mientras miraba al vació de la noche – mi madre me ha preguntado si quieres venir a pasar unos días allí, dice que tiene ganas de verte, te a cogido adoración.
- Me encantaría ir, pero no creo que pueda. – le contesto volviendo a coger la botella.
- Venga, ven lo pasaremos bien, Harry y Ron también vendrán.
- Esta bien iré – eso cambiaba la situación, si Harry iba no tenia mucha mas elección - ¿Hermione no ira?
- No, no le dan días libres en el ministerio, además dice que esta época es muy buena para dialogar con los elfos y por propia experiencia no le preguntes el porque.
- No lo haré – contesto con una sonrisa.
- Oye cuando vendrán tus padres a ver un partido – ella le miro a los ojos durante un momento y luego volvió a fijar su mirada en la nada.
- Nunca.
- Vamos algún día tendrán que venir, seguro que están muy orgullosos de ti.
- Si, seguro. ¿Qué pasa acabas de descubrir la adoración por mis padres?
- No, solo que me extraña de que nunca hayan ido a ver un partido o que nunca recibas noticias de ellos.
- Mi padre murió hace años y a mi madre dudo que le interese lo que hago o dejo de hacer.
- ¿no te llevas bien con ella? – le volvió a mirar, confiaba en el mas que en cualquier otra persona que conociera.
- Es una historia un poco larga, mi madre se quedo embarazada antes de casarse, mi padre murió, me tuvo a mi me dejo al cuidado de unos desconocidos, se caso y me hizo un par de visitas por año. Bien mirado no es tan larga o es por que se me olvidaba la mejor parte, además es motigafa y desde luego no sabe que estoy viviendo con Harry Potter, porque seria una vergüenza, y yo ya le avergüenzo bastante siendo la hija bastarda, como para ser la hija bastarda y amiga de Harry Potter.
- Aylen yo... lo siento, no sabia que era así.
- No te preocupes, tampoco importa tanto, ella nunca me quiso y a decir verdad yo a ella creo que tampoco, se que la quise, era mi madre, pero ahora solo siento odio hacia ella y todo lo que a echo.
- Tengo un idea ya se lo que vamos a hacer para que te animes.
- Ya me estoy animando – le contesto ella levantando la botella – no quiero mas.
- Venga vamos a subir al tejado a mirar las estrellas – ella le miro con cara suspicaz – yo te ayudare a subir, vamos – le tendió la mano y ella la cogio.
- Vamos a subir al tejado a ver las estrellas ¿Por qué…?
- Porque yo quiero.
- Ah vale, bueno si tú lo dices.
Se echaron en el tejado mirando hacia el cielo, Oliver la miraba mientras intentaba poner a gusto su cabeza, el estiro un brazo y ella se apoyo en el.
- Gracias.
- De nada. Mañana vas a madrugar también.
- Creo que no, tengo mucho sueño y estoy muy cansada, le pedí antes la lechuza a Harry y ya avise de que lo más probable es que mañana no fuera.
- Y eso que no contabas con la resaca.
- Si y eso también – ella se giro y le miro a la cara – Oliver, tu sabes que yo te quiero mucho.
- Yo también te quiero Aylen – el le acariciaba la mejilla mientras ella seguía hablando y acercándose cada vez mas a su rostro.
- Yo lo ultimo que quisiera seria hacerte daño – le dijo en un susurro.
- Lo se – le contesto notándola aun mas cerca, casi podía rozar sus labios – tu nunca podrías hacerme daño.
- Pero tengo que decirte que.... tio el cielo esta nueblado y no hay ni una puñetera estrella – le dijo mientras se levantaba y se dirigia a la ventana por la que había entrado cuando oyo un grito proveniente de una de las habitaciones. Echo a correr hacia donde había salido el grito, entro corriendo en la habitación de Harry y ahí estaba el, tirado en el frió suelo mientras tenia convulsiones y se sujetaba la cabeza, Hermione junto a el le abrazaba mientras lloraba sin parar, Ron que había llegado seguido de ella, se preocupo por lo que pasaba, pero no pareció asustarse tanto como ella. El chico de los ojos verdes, abrió los ojos un momento, miro a su amigo y solo murmuro unas palabras.
- La madriguera, vete ayudar, te necesitan – Ron no se lo pensó dos veces, se dirigió lo mas rápido que pudo a la chimenea que prendió con su varita y se introdujo dentro.
- Voy con el – oyó como Oliver decía, ella miro a Hermione que todavía lloraba desconsoladamente abrazando al chico que se había quedado desmayado por el dolor.
- ¿Podrás tu con el?
- Ve a ayudaros Aylen, necesitaran toda la ayuda posible, yo avisare a la orden – ella miro a la chica, pero no dijo nada, segundos después se metió dentro de la chimenea.
Al salir de la , un brazo tiro de ella hacia el suelo, pudo distinguir a uno de los gemelos junto a ella, se alegro de que estuvieran bien, miro el escenario y pudo ver lo que ocurría, los Weasley estaban siendo atacados por hombres vestidos de negro y con capuchas, levanto su varita y empezó a lanzar maldiciones igual que hacían los otros, el numero de mortiagfos era muy superior al suyo, vio como uno de ellos apuntaba a Oliver, no se lo pensó y salto por encima de la mesa se tiro sobre el atacante, al caer al suelo juntos, pudo notar que era una mujer, se levanto rápidamente y la amenazo con su varita, Aylen la había perdido al caer y no la localizaba, le dio un manotazo a la varita que se acercaba a su cuello, al caer la varita se lanzo sobre su atacante sin compasión, la chica sabia defenderse de eso no había duda, pero ella tampoco era manca, oyó mas gritos y de algún sitio habían ido apareciendo los hombres de la orden que atacaban defendiendo a los moradores de esa casa, la chica con la que peleaba intentaba escapar de ella, pero no le resultaría tan fácil, consiguió tirar de su capucha y su sorpresa fue mayúscula cuando vio de quien se trataba, por un momento pensó que estaba con fundida que no era ella, pero cuando una voz murmuro un "Ginny" no le entro lugar a dudas, oyó como el que fuera líder de los mortigafos ordenaba la retirada y con un plim todos iban desapareciendo.
- ¿Están todos bien? – oyó como Lupin preguntaba.
- Dios no, la orden esta aquí, ya esta ya me cayo la bronca, pudo distinguir los ojos azules de Remus clavándose en los suyos, pero a decir verdad, estaba demasiado cansada para seguir peleando con el.
- Oliver, Aylen ¿Estais bien? – oyeron como preguntaba el señor Weasley.
- Si – contesto Oliver, ella solo afirmo con la cabeza, tampoco estaba muy segura de estar bien.
- Supongo que esto os habrá sorprendido, pero no sabéis como os agradecemos que hayáis venido en nuestra ayuda – la señora Weasley les daba un abrazo a cada uno.
- Ya esta para navidades tendréis un jersey Weasley – les dijo Fred al oído.
- Fred – le regaño su madre – déjalos tranquilos, bastante asustados deben estar ya. Chicos permitirme que os presente a la orden del fénix, Oliver tu ya conoces a Ojoloco y Remus – el otro asiente con la cabeza – ella es Tronks y el que esta junto a ella, no os asustéis por favor, es Sirius Black, os podemos asegurar que es completamente inocente, es una historia muy larga, pero Dumbledore confía en el y nosotros también – ante esas alabaras, parecía que Oliver estaba completamente seguro de que no era peligroso, porque en ese momento dejo escapar el aire que había retenido, ella por un momento se dio cuenta de que todos esperaban su respuesta, que no supo que hacer, así que tiro por el camino fácil, cerro sus ojos y con un ah, cayo hacia atrás sobre los brazos de Oliver, había que disimular, si vale, pero sin llegar a ser idiota que la torta que se podía dar era muy grande.
- Ha sido demasiadas sorpresas para un solo día –oía como decía la Señora Weasley – lo mejor es que la acostemos, mañana cuando despierte se sentirá mejor, ven por aquí Oliver.
- No te preocupes Molly, la llevaremos a casa, quiero comprobar como esta Harry y seguro que ella prefiere despertar en su cama, mañana tendrá que madrugar – Aylen reconoció rápidamente la voz y la indirecta.
Espero que os este gustando.
Feliz Navidad.
