- Julius – llamo la mujer – mira a quien tenemos aquí – Aylen vio a un hombre ya anciano en el suelo de rodillas, se soltó y corrió hasta el abrazándolo – que escena tan conmovedora ¿Verdad?
- Vete niña – le dijo el hombre con un susurro – es tarde para mi, pero tu todavía puedes huir.
- ¿Qué te ha hecho Julius?
- Sujetarla – grito la mujer y antes de que la chica se diera cuenta estaba agarrada por dos hombres.
- Soltarme – gritaba – soltarme.
- Eres una niña desobediente y debes recibir tu castigo.
- Déjala Beatrix ella no te ha hecho nada – dijo el hombre desde el suelo.
- Ella lo arruino todo.
- Sabes que eso no es verdad cada cual toma sus decisiones.
- Viejo estupido, siempre igual, ella solo fue un error. No se parece a mí en nada.
- Y doy gracias a dios por ello todo los días, ella no es como tu, es dulce y buena, cariñosa, comprensiva, así es como yo la eduque.
- Si, es cierto, me confundí dejándola bajo tu tutela la has vuelto débil, como era su padre.
- No, fue una suerte para ella que tu no la criaras.
- Crucio – el hombre se empezó a retorcer por el dolor.
- No déjale. Soltarme – gritaba Aylen intentando inútilmente soltarse – por favor déjale – suplico pero su madre no la escucho siguió aplicándole el hechizo hasta que dejo de oírle gritar - Avada Kedavra – miro a la chica que seguía sujeta por los dos hombres – soltarla – ella callo al suelo sin apartar la mirada del hombre – lo ves mi niña, eso es lo que al final te pasara a ti, pero no ahora, todavía no, primero debes sufrir – le dio un golpe en la cara y se fue seguida de los hombres. Aylen se limpio la sangre que caía de su labio y se arrastro hasta el cadáver, cogio su cabeza y la puso sobre sus rodillas abrazándolo.
- Julius ¿Dónde estas? Julius.
- Sirius baja deprisa. Aylen – ella levanto la vista y vio los ojos castaños de Remus - ¿Estas bien?
- Lo ha matado, lo mato – Remus intento sepárala del cadáver, pero ella no lo soltaba.
- Aylen – la llamo, cogio sus brazos y los aparto, la separo tirando de ella y la abrazo, ella no hizo ni dijo nada, solo dejo que el hombre la abrazara – tranquila, todo esta bien, tranquila – le susurraba mientras le acariciaba el pelo.
- Aylen – susurro Sirius junto a ella, miro al hombre en el suelo, no podía creer que Julius hubiera muerto, lo conocía desde que era niño, era amigo de su familia aunque nunca entendió porque no estaba de acuerdo con sus ideas e intentaba mantenerse al margen de la guerra que había en el mundo mágico. El había educado a Aylen desde que era casi un bebe, Beatrix la dejo al cuidado de el, el siempre había pensado que fue un momento de debilidad y ella le quería muchísimo, era el único padre que había conocido y estaban muy unidos. Le dolía mucho ver a su sobrina así, no lloraba ni hacia ningún movimiento, era como si hubiera vuelto a perder a su padre por segunda vez.
- Debemos irnos, pueden volver – Remus la levanto del suelo sin soltarla.
- ¿Qué hacéis aquí? – pregunto ella en un susurro.
- Hace horas que saliste y nos preocupamos – dijo el licántropo mirando a su compañero – de que no volvieras.
Estaba sentada en el comedor de su casa, al llegar a casa Remus les había contado a todos lo que había ocurrido y que era mejor dejarla sola durante un tiempo, le dolía la cabeza y se sentía muy mal en su estomago sentía algo que la revolvía por dentro, Julius, había sido como un padre para ella y verle morir de esa manera tan horrible, le había roto el corazón, odiaba a su madre, la odiaba aun mas de lo que la había querido intentando ser siempre la mejor en todo para que ella se sintiera orgullosa, todo una perdida de tiempo, ella jamás la quiso, solo fue un error como le había recordado esta noche.
- ¿Estas bien? – Oliver la miraba apoyado en el marco de la puerta.
- Odio que te quedes ahí observándome.
- No sabia si querías hablar con alguien, según nos contó Remus ese hombre era muy importante para ti, y bueno como tu nunca sueles compartir lo que sientes no sabia si querías compañía, a veces es mejor llevar el dolor a solas.
- Yo estoy cansada de estar sola – le contesto, el no la oía, pero podía ver como su cuerpo se convulsionaba por el llanto, nunca la había visto llorar, mas de una vez pensó que se pondría a llorar por el dolor cuando recibía un golpe, pero nunca lo hacia y ahora era tanto el dolor que no podía mas, se acerco despacio a ella, cuando Aylen lo noto se levanto de su asiento, se acerco a la ventana y apoyo la cabeza en el cristal, pero el no se achico y siguió acercándose.
- Tu no estas sola – le susurro el al oído – me tienes a mi y a Harry, siempre estaremos cuando nos necesites – le abrazo por detrás la cintura esperando que se apartara pero no lo hizo, ella se estremeció por el acto de tenerlo tan cerca, pero el no se dio cuenta, pensó que tal vez era por que tenia frió y no seria de extrañar con ese camisón que tenia tan poca tela – y aunque no lo creas no es malo llorar.
- Lo sé, pero no se me da bien – ella pudo notar como el sonreía.
- Y yo sin saber que había algo que se te daba mal – ella también sonrió, se dio la vuelta y le miro.
- Pues que te quede claro Wood, es lo único – llevo las manos de la cintura de ella hasta sus mejillas donde todavía quedaban restos de las lagrimas, se las seco suavemente y luego la abrazo, le encantaba ese aroma que le rodeaba siempre que estaba cerca de ella, le aparto cuidadosamente el pelo de su hombro y le dio un tímido beso en el, ella se agarroto un poco por el contacto, pero no se aparto, el subió el beso hasta el cuello, donde se entretuvo un poco, ella gimió involuntariamente y el lo oyó, lo que hizo que siguiera subiendo sus besos hasta la comisura de sus labios, se separo para mirarla a los ojos, pero no le dio tiempo en ese momento era ella la que le estaba besando a el en los labios, el no esperaba esa reacción de ella pero no la iba a desaprovechar, fue andando hasta que ella quedo contra la pared.
- ¿Qué estamos haciendo? – pregunto el sin dejar de besarla.
- No lo se – fue lo único que ella dijo.
- No deberíamos seguir.
- No, esto estropearía nuestra amistad – contesto ella.
- Si lo haría – el se separo de ella intentando normalizar su respiración la miro de arriba abajo, ella con los ojos expectantes le miraba mientras su pecho subía y bajaba rápidamente por la excitación.
- A lo mejor llevamos demasiado tiempo siendo amigos – murmuro ella, el le cogio la mano y tiro de ella hasta su habitación, cuando entraron cerro la puerta la miro allí parada en mitad del cuarto abrazándose con sus brazos, se acerco rápidamente a ella y la beso.
- ¿Estas segura de esto?
- Oliver te necesito – le susurro – por favor – a el no se lo tuvo que repetir dos veces, antes de que se diera cuenta ya le había sacado el camisón por la cabeza y la tenia tumbada en la cama – Oliver – gimió ella cuando sintió como el le acariciaba de forma mas intima.
Hola:
Gracias a los que me han dejado un review.
Alejandra muchas gracias por todo lo que me dices, me hace muchísima ilusión.
Javiera, espero que te guste este capítulo.
Yuriko, perdóname te tenia que haber avisado de que tenia un nuevo fic de Oliver, pero a decir verdad, no me gusta y para colmo estoy mas que atascada con él.
Así que si alguien quiere dejarme su opinión y darme algunas ideas, lo agradeceré mucho.
Besos
Emily
