- ¿Tu sabias lo de la iniciación esa?
- No hasta que ella me lo contó ¿porque?
- Quiero hablar con Snape ¿podríamos usar la chimenea?
- Es peligroso, pero si tan importante es.
- Lo es.
- Esta bien yo le llamare y en cuanto este seguro de que no hay peligro, tu puedes hablar con el – Remus se coloco de rodillas, mientras echaba unos polvos en el fuego – profesor Snape, Hogwarts – al cabo de un rato, pudieron ver aparecer la cabeza de Severus Snape por la chimenea – buenas tardes Severus.
- Estoy quiere Lupin, estoy ocupado.
- Necesitábamos hacerte un par de preguntas.
- ¿sobre que?
- sobre el tiempo que fuiste un maldito mortigafo – Sirius ya se había introducido en la conversación.
- Tan educado como siempre Black
- No tanto como tu Snape
- Bueno vamos al caso que nos ocupa – corto Remus sabia que esos dos, se podían llegar a pasar horas así – Aylen nos ha estado hablando sobre la iniciación, suponemos que tu la pasaste.
- Si, la pase.
- Veras – Remus no sabia muy bien como seguir – ella nos contó como la tuvo que pasar y te ...
- La señorita Batmen no paso la iniciación.
- Si la paso – afirmo Sirius.
- No la paso Black, tiene el tatuaje en su brazo, no. Por tanto no la paso.
- En eso consiste la iniciación te marcan, no hay mas.
- No hay unas cuantas cosas mas juramentos y cosas así pero eso es lo mas importante– contesto Snape ya molesto.
- Gracias Severus – agradeció Remus quitándose de la chimenea.
- Si lo hubiera pensado, me habría dado cuenta
- ¿De que?
- Cuando estábamos en séptimo curso, ellos dos salían juntos, Sabes porque yo sabia que tenia una sobrina, por que el me contó que ella había nacido, me lo dijo unos días antes de morir y fue pocos meses después de que le pusieran la marca.
- No se a donde quieres llegar.
- Cuando la iniciación de mi querida prima ella ya estaba embarazada de Aylen.
- Pero eso es lo que siempre le contó a ella.
- Pues le mintió y yo quiero saber cual puede ser la razón por la que la odia tanto como para haberle hecho eso – mientras decía esto último vio pasar a Oliver hacia la puerta – el chico se ha ido.
- Debe de estar confundido. Pobre.
- Si pobre si lo ha debido de pasar fatal – contesto Sirius con sarcasmo.
- Ves a esa manera de contestar me refería cuando digo que sois iguales – el otro hizo un movimiento con la mano para que se callara.
- Oliver – el aludido se dio la vuelta para encontrarse con un pelirrojo.
- ¿a beber algo vienes?
- Vale, me apetece.
- ¿Estas de broma? –grito el pelirrojo.
- Ya podía, por lo que sé, nos ha estado engañando durante tres años.
- ¿En serio te has acostado con Aylen? – el otro le miro desde el otro lado de la mesa del bar en el que se encontraban.
- Te acabo de decir que Aylen pertenece a la Orden esa, que es un auror, que es sobrina de Black y que nos engaño ¿Y con lo único que te has quedado es que me he acostado con ella?
- Oliver, Oliver, Oliver, tienes una media idea de cuantas veces he oído hablar de la orden, de gente que trabaja para la orden y nos enteramos siempre por sorpresa, me resulta mas interesante que tal con la chica que si trabaja para la orden o no, además a mientras no trabaje para Voldemort, me sobra.
- Pero tu te das cuenta es la hija de Beatrix Lenstrange, una de las mortigafas mas peligrosas que existen.
- Lo se - contesto el pelirrojo – para mi desgracia me he tenido que enfrentar un par de veces a ella y no me apetece repetir, te lo puedo asegurar. Deberíamos estar contentos de tener a Aylen de nuestra parte.
- Tal vez tengas razón – contesto el otro no muy convencido – pero ya no se si quiero estar con ella.
- Mira lo que le paso, debió ser algo que no va a olvidar en su vida, pero se lo echo a la espalda y continuo con su vida, tu date cuenta de todo lo que ha debido que tener que trabajar, para hacerse auror seguir entrenando al quidditch y además pertenecer a la orden. Mira Oliver, te aprecio tío, eres un buen chaval, pero te digo una cosa si dejas que ella se te escape es que eres mas tonto de lo que yo pensaba, a mi me gusta y si tu pierdes tu oportunidad, te puedo decir que seré yo quien lo intente con ella.
- Gracias gran amigo – contesto enojado.
- ¿Pero vamos a ver tu eres tonto? Que es un ni para mi ni para nadie.
- Ni siquiera se porque estoy hablando esto contigo.
- Porque no hay nadie mas – contesto Ron mirando a su alrededor – además porque yo soy quien mas problemas tiene ¿Otra ronda? – pregunto viendo los vasos vacíos.
- Porque no. ¿Cuantas llevamos?
- Creo que esta es la sexta.
- Ah ¿Qué sabéis de Ginny? – Ron pidió al camarero otra de lo que estaba tomando, suspiro y miro a Oliver.
- Mi madre tiene un disgusto que ni te imaginas, nos ataco Oliver, vino acompañando a los mortigafos y nos ataco…
Sirius le había dicho que se había ido, tal vez debería haber hablado antes con él, y contarle toda la verdad sobre lo que ocurría y lo que pasaba, no le tenia que haber ocultado la verdad, se sentía culpable por lo que el podía sentir.
- Aylen.
- Hola Hermione.
- ¿Cómo estas? – la chica se sentó junto a ella en el sofá en el que estaba.
- Creo que Oliver no me lo va a perdonar.
- Ya veras como si, solo le habrá tomado todo esto un poco por sorpresa.
- Supongo que a ti no te sorprendió – la otro la miro un rato y luego dejo escapar una sonrisa.
- No, la verdad es que no, sabia que pertenecías a la orden, te vi. un día entrando en la casa de Sirius y solo los miembros de la orden pueden entrar.
- ¿Por qué no dijiste nada? Supe que lo sabias por la noche en que atacaron la madriguera, tú me dijiste que necesitarían a un auror.
- Si ¿Que se supone que iba a decir? Si estas aquí es por Harry y eso es lo que a mi me preocupa.
- Bueno al final resulta que no solo estoy por Harry… creo que Sirius al final me ha cogido algo de cariño.
- Claro que te tengo cariño – dijo un voz ronca desde la puerta – no se porque piensas lo contrario.
- Creo que será mejor que os deje solos - Sirius se sentó en el lugar que antes ocupo Hermione.
- Se puede saber porque crees que no siento nada hacia ti – pregunto.
- Yo no he dicho eso, lo que ocurre es que pensé que era mas bien odio.
- Aylen – suspiro el animago – yo no te podría odiar… eres mi sobrina, la hija de mi hermano.
- Si pues justamente porque siempre pensé que esa era la razón – la atrajo junto a él y la rodeo con un brazo cariñosamente.
- Mira cuando el se unió a Voldemort, me enfade mucho con el y lo odie porque haberlo echo, pero quería mucho a mi hermano, aun cuando no teníamos las mismas ideas, cuando tu naciste el me lo dijo, estaba feliz tenia una niñita, fue lo que habló, yo hasta pensé que por ti dejaría a Voldemort pero me confundí, dos días después me entere de que había muerto, supe que Beatrix te había dejado al cuidado de Julius y eso me pareció bien, pensé en visitarte alguna vez, pero siempre lo dejaba para otro día y luego los trece años en Azkaban me lo impidieron y cuando salí …
- Harry era lo prioridad.
- No, no es eso no quiero decir que el sea mas importante que tu.
- Pero lo es.
- No Aylen, no lo es.
- Si que lo es, si no fuera por el Voldemort todavía estaría vivo y tu contribuiste protegiéndole – contesto ella muy seria y con los ojos brillantes – yo… me siento muy orgullosa de llevar la misma sangre que tu aunque no pueda usar tu apellido.
- Me hace feliz que pienses eso de mi – ella le sonrió – y ojala hubiera podido impedir lo que ocurrió …
- No quiero hablar de eso – en ese momento ella hizo algo que el no esperaba, echo sus brazos al cuello y lo abrazo, el había visto como había abrazado a Remus varias veces, pero nunca a el- eso – susurro – forma parte del pasado y ahí es donde quiero que se quede.. Oliver esta noche me ha demostrado que puedo seguir adelante.
- Prefiero que no me cuentes nada de esta noche – gruño el.
- Pero fue maravilloso Sirius, me trato con cariño, con amor, me acariciaba como si tuviera miedo de que me fuera a romper, nadie me había tratado así antes.
- Como tiene que ser pobre de él si no, no me cuentes más que no lo quiero saber.
- Creo que le quiero.
- OH por dios – gimió Sirius – ves a eso me refería, no es bueno, eso te distrae y a mi no me gusta. Se obsesiona muy fácilmente, solo míralo con los entrenamientos como se pone. no me gusta.
- Tampoco te tiene que gustar a ti, si no a mi. Sirius, yo… cuando… la iniciación – ella había bajado tanto la voz que el animago era casi incapaz de oírla – yo… nunca… y después fue tan horrible, que… pensé que siempre seria así.
- Me estas diciendo que se puede digamos – se quedo unos segundos en silencio buscando las palabras - decir que Wood fue… el primero.
- Si, supongo que si. Nunca creí que hablaría de estos temas contigo – añadió ella algo sonrojada.
- Pues anda que yo…. Cuando Harry quería hablar de esto era más fácil y me parecía normal.
- ¿Y conmigo no te parece normal?
- No, no me parece normal que lo practiques, es como si, no es normal eres una chica.
- ¿Y que? No te lo vas a creer, pero Harry lo practica con Hermione y ella es una chica.
- Pero no mi chica – refunfuño el.
- Sirius debemos irnos Dumbledore nos espera.
- Ya voy – se giro de nuevo a su sobrina – escucha y oyeme bien porque no creo que te vuelva a repetir esto, no me gustan los sentimentalismos. No te odio, nunca te odie y no creo que puedas llegara a hacer nada para que yo te odie, se que no me porte muy bien contigo y que fui muy duro, pero aunque no lo creas, fue por tu bien, me asustaba que fueras débil y te dejaras influenciar, me daba miedo pederte cuando por fin te había encontrado – el le dio un abrazo al que ella respondió.
- Ves como no es malo que le demuestres tus sentimientos.
- Cállate Remus que nadie te ha preguntado.
