- Harry vete con cuidado. Te suena la frase en la boca del lobo, porque es justamente donde estamos - el joven se volvió hacia su interlocutor.
- Resulta un poco extraño que tú me digas eso, es algo irónico - respondió con sarcasmo.
- Harry - el pelirrojo que iba junto a el le dio un codazo.
- No voy a tomar en cuenta tu comentario porque se que estas preocupado por Hermione.
- Claro que estoy preocupado por ella, pero estoy enfadado, da igual los años que tenga que me vais a tratar como un niño pequeño.
- No se porque piensas eso - contesto el licántropo calmado.
- ¿Por qué tu estas aquí? ¿Por qué no acompañaste a Sirius?
- Porque con Sirius fue Oliver. Es lógico que siendo el y yo los que mas experiencia tenemos enfrentándonos a mortifagos, seamos los que os acompañen, además Oliver quería ir a buscar a Aylen.
- Puede - manifiesto el otro - pero yo también tengo experiencia, mate a Voldemort.
- Si Harry si nunca nadie a negado que no seas valiente y osado.
- ¿No?
- Claro que no. Será mejor que sigamos si queremos encontrar a Hermione.
- ¿Oye y yo porque vine? Porque los dos parece que habláis como si yo no estuviera aquí.
- Ron ahora tu no por favor - pidió Remus.
Ella confiaba en Ginny, habían sido muy buenas amigas durante mucho tiempo y de verdad creía lo que le había contado, pero de ahí a creer que Draco Malfoy les quería ayudar a ellos a sus peores enemigos, el siempre los había insultado, denigrado, humillado y despreciado, no le entraba en la cabeza que de un día para otro le hubiese salido corazón y tuviera sentimientos y menos aun que la fuera a ayudar a ella a escapar de allí, por mucho que Ginny dijera, ella sospechaba del rubio, porque vamos a ver cuanto te puedes fiar de la palabra que te pueda dar, si ella esta enamorada de él, todo el mundo sabe que cuando te enamoras, ves las cosas de otro color y Ginny había pasado del granate de grifindor al verde de slythering.
- Malfoy ¿Puede saber donde vas con Granger?
- Peter, la.- el rubio miraba a las dos chicas esperando alguna ayuda.
- Black esta aquí, vete al salón principal a ayudar a Beatrix pero antes mete a Granger en la celda de nuevo acompañada de Weasley.
- ¿Por qué? - protesto la pelirroja.
- Te crees que soy tonto - gruño el hombre - estoy seguro de que le has contado un cuento a Malfoy para sacarla de la celda y así poder escapar, eres una traidora.
- Eso no es verdad ¿A que no Ginny? -interrogo el rubio - tu nunca me engañarias.
- Draco ¿Qué estas diciendo? - la chica se estaba empezando a poner nerviosa, instintivamente llevo su mano al bolso donde llevaba la varita.
- Creo que tienes razón Peter - continuo Malfoy - es una traidora, no me cabe lugar a dudas - saco rápidamente su varita y apunto a las dos chicas.
- Drago - gimió Ginny mirándole - no es verdad, por favor dime que no.
- Si que lo es, eres una traidora - se adelanto un paso y miro a la chica - una sucia traidora - ella estaba apunto de echarse a llorar cuando noto un guiño de ojo que el le había echo - pero que le vamos a hacer, yo también lo soy - añadió girándose pero se encontró la varita de Peter en su pecho.
- Lo sé chico - señalo Peter - lo sé, yo a los traidores los huelo a distancia.
- Debe ser por propia experiencia - murmuro Hermione - así se debe reconocer mejor el olor.
- Muy graciosa, me alegro que en estos momentos en los que estas cercana a la muerte no pierdes tu buen humor. Malfoy junto a ellas.
- Ginny aléjate de él, corre - las dos chicas se dieron la vuelta para ver a dos personas acercarse corriendo a ellos.
- Harry, Ron - grito emocionada la castaña
- Menudo sitio secreto - musito la rata -alguien mas va a aparecer aquí
- Si todavía falto yo - susurro una voz a sus espaldas - me alegro de verte Peter.
- Remus ¿Cómo estas? ¿Qué tal tus transformaciones? ¿Siguen siendo dolorosas?
- Bastante Peter, bastante. Pero permíteme mostrarme escéptico ante tu preocupación.
- Ron suelta a Draco - oyeron los dos.
- Tus chicos están un poco descontrolados, deberías ayudarlos.
- Son listos sabrán arreglárselas ellos solos. Tú y yo tenemos una cuenta pendiente.
- así que me vas a matar - digo con voz fría - es extraño, siempre pensé que seria Sirius quien lo haría.
- Los dos tenemos razones para ello.
- Harry dile que le suelte.
- Aquí hay mucho escándalo, que tal si nos retiramos a un lugar mas privado - argumento Peter.
- Tu primero.
- Mejor al mismo tiempo.
- Harry cuando acabéis de hacer lo que demonios estéis haciendo, dirigiros donde hemos quedado de encontrarnos con Sirius - los dos adultos se fueron dejando a los cuatro chicos allí.
- Harry dile algo - gimió Hermione mientras miraba a Ron que estaba encima de Draco y le pegaba, mientras Ginny lo intentaba sujetar. El chico miro la escena de los otros, luego a su novia y de nuevo a los otros.
- De acuerdo. Ron - llamo - venga pégale que tu eres mas fuerte, dale una paliza - empezó a mover sus manos como si estuviera golpeando a alguien.
- Harry - regaño Hermione - el me ayudo a salir de donde me tenían encerrada, trabaja para Dumbledore - el chico la miro con una mueca en su cara - me ayudaba a escapar, me quería salvar - puso cara de niña pequeña apunto de llorar - tampoco significo para ti que no puedes evitar por un día el odio que le tienes a Malfoy para agradecerle que me devolviera a tu lado.
- OH mierda. Esta bien - fue hacia Ron y tiro del cuello de su camisa hacia atrás haciéndole que dejara al rubio - que las estaba ayudando, déjale - dijo de mala gana.
- Gracias Harry - agradeció Hermione con una sonrisa en su rostro.
- Eres una manipuladora - le dijo señalándola.
- Harry -llamo su amigo - creo que Malfoy me golpeo en la cabeza, estoy teniendo alucinaciones. Estoy bien a mi hermana besarse con ese imbecil.
- Ron no es una al.ah - gimió cuando le dieron una patada en la espinilla miro a su novia enfadado que le devolvió una sonrisa.
- Si Ron, cielo - le dijo la chica acariciándole el pelo - últimamente has estado bajo mucha tensión y ves cosas donde no las hay, pero ya veras como pronto se te pasa.
- ¿Tú crees? - pregunto.
- Claro cariño, ya lo veras.
- Le estas mintiendo a tu mejor amigo - susurro Harry en su odio - eres mala.
En otra parte dos hombres se enfrentaban uno contra otro Remus y Peter, se miraban con odio depositando en el otro miradas duras, muy distintas a las que años antes se habían dado en el colegio.
- Este es tu final Peter.
- Remus, amigo no deberías de ser tan confiado, nunca se sabe lo que puede pasar.
- Mucho has debido de mejorar para que creas que me puedes vencer - la suave voz de Remus se volvía fría.
- Y yo que siempre creí que el egocéntrico era Sirius - Peter negó con la cabeza - pasaste demasiado tiempo con él.
- Tal vez tu deberías haber pasado mas tiempo con él - los dos daban vueltas uno enfrente de otro con su varita en alto - y te hubiese enseñado a que los amigos no se les traiciona.
- Otra vez con el mismo cuento - chasqueo su lengua - lo pasado, pasado esta.
- Para Harry no es el pasado ni para mí tampoco.
- Vamos Remus, tu sabes que no me quedo otro remedio el era fuerte y nosotros no, era mas fácil así - los ojos marrones de Remus se tornaron oscuros mientras lanzaba un hechizo al otro que esquivo y le devolvió mientras reía a carcajadas mirándolo - vamos eres un licántropo, no deberías tener mas odio dentro de ti - la risa de Peter se dejo de oír, ni siquiera se había dado cuenta de que Remus había vuelto a contraatacar, el hechizo le había dado en pleno corazón y antes de llegar al suelo ya estaba muerto.
Remus se acerco al cuerpo inerte del que un día fuera su amigo y lo miro, tenia los ojos abiertos y aun parecían tener algo de vida, se dejo de caer de rodillas junto al cadáver y por sus ojos cayeron lágrimas silenciosas, noto como una mano se apoyaba en su hombro, se giro para ver a Sirius junto a él.
- Ya acabo todo - susurro arrodillándose junto a él.
- Porque terminar con su vida no hace que todo sea mejor.
- Porque no querías hacerlo, Remus, tu no lo tenias que haber echo, era yo quien paso doce años en Azkaban.
- Si pero James y Lily eran amigos de los dos, no solo los traiciono a ellos, también a mí al hacerme perder a mi familia.
- Nosotros . - una voz detrás de ellos los sorprendió - somos también tu familia - el licántropo sonrió - antes se que no te tenia que haber dicho lo que dije, pero .
- Se que no lo decías en serio Harry, tranquilo.
- Vamos a casa - grito Sirius levantándose - tengo hambre. Tú - grito a Oliver - suelta a mi sobrina.
- Por Dios Sirius - gimió Aylen - no seas pesado - camino junto a los otros que ya hacían el regreso a casa.
- Soy tu protector y no me gusta como te esta agarrando.
- Tal vez te hayas dado un golpe en la cabeza - susurro Ron, el hombre se giro y le miro levantando una ceja - yo veo a Ginny besándose con Malfoy y Hermione me a contado porque es un golpe - el hombre ahora se giro a la chica y la miro con los ojos abiertos.
- ¿Qué? - se defendió ella - si le decía la verdad todavía seguiría pegando a Malfoy.
- Ginny con Malfoy - susurro cerca de la chica.
- Por lo visto - contesto ella.
- A su madre le va a dar un télele - comento el animago.
- A su madre lo único que le importara es que la niña vuelva a casa.
La casa estaba llena de gente una cena era la pequeña celebración que todos habían acordado para celebrar su libertad y el fin de los mortigafos. Los gemelos les contaban sus últimas bromas mientras el resto se reía.
El señor Weasley contemplaba la escena que tenia delante de sus ojos, su esposa alimentando a su única hija como si nunca hubiese comido y acariciando el pelo a Draco Malfoy que por la mirada que tenia se debía de sentir bastante incomodo por las caricias de su mujer. Sirius regañando a Aylen por besar a Oliver y después a Harry por hacer lo mismo con Hermione, había decidido que Aylen tenía razón y si a ella no la dejaba con Oliver, no dejaría tampoco a Harry con Hermione. Mientras Remus le intentaba convencer que se estaba pasando que debería recordar cuando el era joven, lo que hizo pensar mas a Sirius en un cinturón de castidad para cada uno y haciendo estallar a todos en carcajadas viendo los rostros enrojecidos de Aylen y Harry. Ron mirando a Draco mal y resoplando cada vez que su madre atendía al rubio. Todos ellos estaban unidos por un vínculo que nadie conseguiría nunca romper, la unión que se formo al intentar sobrevivir.
Gracias a todos aquellos que me han dejado un mensaje Samantha Wood Lupin, Caroline, Yuriko Y Alejandra
