Nota1: Los derechos de los personajes como siempre son de J.K. Rowling, solo los tome prestados ; tiene muy ligero spoiler, solo el nombre de un personaje, pero de ahí no tiene nada que ver y tal ves algunos otros personajes que salgan.

Nota2: Gracias por los reviews, perdón nuevamente por no contestar pero a cambio el capitulo es mas largo.

Capitulo4.- Culpable.

Los días de agonía, solo pasaban, su mente se resistía aun a creer, cerrada a todo pensamiento.

Esos días había tanto que festejar, todos tenían tanto que festejar, pero no él... el licántropo triste y solitario, la guerra había terminado, pero el había perdido a sus amigos, y a Sirius, su amante... que lo había traicionado una ves mas; ¿por qué había vuelto a confiar en el?...un tonto, eso era todo lo que el era.

Contemplo los restos de las fotografías, apenas habían pasado unos días y el había destruido ya , todo recuerdo de él... pero  por mas que rompiera las imágenes, las cosas; era, del corazón donde no podía sacárselo, y eso, era un terrible tormento.

Así fue como lo encontraron los aurores que por orden del ministerio, aseguraron el departamento del asesino Sirius Black.

- ¿Quiénes...-Remus salió de su ensoñación , contemplando al grupo de magos.

- Ordenes del ministerio ¿es usted el... señ... señor Remus J. Lupin...?- el auror leyó en un certificado que portaba, ante el asentimiento afirmativo de el joven, prosiguió- el ministerio reclama su presencia.

- ¿Por qué?- el joven se detuvo dudoso.

- Por estar involucrado en el caso del asesino Sirius Black- el auror sonrió despectivamente- la investigación a arrojado que ese traidor, había solicitado unirse a un licántropo, usted, y eso lo convierte en sospechoso, así que acompáñenos.

- No entienden... pero no me importa- Remus suspiro y se dejo conducir por esos hombres- ojala y el me hubiera matado también...- pronuncio levemente, mas para si mismo- y no condenarme a vivir.

- Bien, nosotros llevaremos al detenido, ustedes registren el departamento , busquen con cuidado y vean, si encentran informes de sus actividades oscuras- el jefe de los aurores se adelanto con los hombres que llevaban a Remus, este se dejaba guiar como si ya nada tuviera importancia.

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- Aun no tenemos nada para probarle culpabilidad, pero el hecho, y las atenuantes, de ser un licántropo y la pareja del culpable... bueno no lo coloca en una buena posición señor Lupin- uno de los aurores a cargo sonrió a sus compañeros- esperara a su juicio, pero me temo, usted sabe por lo que es..., no puedo retenerlo en el ministerio, así que será enviado a Azkaban, en espera de su juicio o de un testigo a su favor.

- Bien- Remus ni siquiera intento defenderse, ¿qué podría decirles a esos magos?, ¿cómo luchar contra los perjuicios?, y tal ves, muy en el fondo ellos tenían razón, él como pareja de Sirius debió darse cuenta, debió detenerlo... no pudo, así que era tan culpable de las muertes, como el.

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La oscuridad de Azkaban, estaba mas en el ambiente, aunque el sol hubiera brillado con toda su fuerza, nada cambiaria... por que la oscuridad reinaba en al mente y corazón de los prisioneros, mientras los dementores estuvieran ahí...

Ya se había cansado de gritar, primero su culpabilidad, , se sentía tan responsable, el había pedido a ... ese maldito traidor que tomara su lugar, había confiado en el, antes que en Remus, ¿por qué?, ¿por ser este un licántropo?... maldita la hora que tuvo esos prejuicios.

Remus, pensar en el era doloroso, pronto sentiría  como le robarían cada momento, cada sonrisa, cada recuerdo... ¿qué seria de el?... haya solitario, nuevamente odiándolo... eso seria lo mejor, si Moony lo olvidaba, si podía rehacer su vida; al menos el merecía esa oportunidad...

Mientras la frialdad del lugar se intensificaba, el dejo de pronunciar su propia sentencia, y escucho en medio de esa avalancha de recuerdos que le eran succionados, escucho a los guardias hablar, los humanos que aun lo custodiaban, mientras se preparaba su celda, especial donde los dementores estarían todo el día ante su puerta... un lugar donde perdería definitivamente sus recuerdos.

- Este pronto no estará solo- el guardia comentaba en vos alta, tratando de que le prisionero escuchara- atraparon a su amante- el carcelero sonrió cuando percibió el silencio, el prisionero los escuchaba, no había duda.

- ¿El licántropo?, ja lo oíste Black, escuche que les pondrán unas celdas vecinas- el guardia se alejo dejando a su compañero al cuidado del prisionero.

- No es cierto...- Sirius negaba con  la cabeza- Remus... el no, el es inocente- pero yo también lo soy pensó Sirius- no... por favor- se dejo caer de rodillas, tarea difícil con las manos atadas como las tenia- te lo ruego, no por mi, ve por el, que el no caiga en este infierno, el es inocente , el no se merece esto... fue mi culpa, mi culpa condenarlos a muerte, yo si tengo que pagar... pero el no...- la plegaria hecha con todo el corazón, depositando la fe que le quedaba- quiero que el sea feliz, lejos de aquí, aunque sea lejos de mi... si mi corazón añora verlo una ves mas, pero... no aquí, no siendo culpable ante sus ojos; quiero dejar de causarle dolor.

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¿Dónde estarás?, se preguntaba mientras caminaba por esos oscuros corredores, los dementores ya lo habrían alterado... lo... lo recordaría... no... ¿por qué se seguía dañando con esas preguntas?.

Pero, el había estado dispuesto a vender su alma, por tan solo volver a hablarle una ves mas... ¿y que le diría?.

Lo tanto que lo odiaba, lo tanto que lo había dañado, le reclamaría su traición... lo llamaría con los nombres mas crueles, trataría de causarle, tan solo un poco del daño que el le había hecho...

¿Dejaría que el rencor lo dominara o seria su corazón el que hablara?... su corazón... su maldito corazón que creía en su inocencia, su maldito corazón... que aun lo amaba.

- Deténganse- un mago corría hacia donde estaban ellos.

- ¿Qué sucede?- el carcelero pregunto con desprecio – estamos conduciendo a este prisionero, estamos ocupados.

- Es por eso.. el señor Lupin, ha sido indultado por el ministro, aquí esta la orden...- el mago enseño el papel que traía.

- ¿Cómo?- hasta ese momento Remus levanto la vista- un indulto.. ¿por qué?.

- El ministro a sido informado por el director Albus Dumbledore, de su inocencia... y a presentado algunos testigos- el joven mago, observo con extrañeza a ese hombre, que parecía ya llevar tiempo en Azkaban, por su aspecto, ¿por qué no se alegraba, se acababa de librar de esa sentencia.

- Tiene que ser un error- las palabras surgieron de un confundido Remus, el deseaba quedarse, ver a Sirius, aunque tuviera que morir en ese lugar, verlo solo una ves mas y escuchar que era inocente, que el se lo dijera, por que si lo había , él lo creería, sin dudar... no quería irse.

- Vamos llévenlo a la salida, un barco nos espera- el mago dio la vuelta esperando que lo siguieran.

- No... no pude ser- las palabras se atoraban en la mente de Remus.

- Espere un momento señor- un carcelero detuvo al mago- por ese pasillo están llegando unos dementores, creo que hoy iban a cambiar a un prisionero a su celda especial.

- Ya veo- en ese momento, sintieron bastante frió , un grupo de cinco dementores se acerco escoltando a algunos humanos, que no se veían muy felices, en medio del grupo un hombre encorvado y cubierto por una capa, los seguía casi arrastrándose.

- ¿Quién?- Remus se aparto pegándose a la pared, cuando sintió el frió de los dementores pasando a su lado, su vista estaba posada en el prisionero que llevaban, su corazón se había encogido al verlo... que terrible castigo ... ¿qué aguardaba a ese pobre?, ¿Sirius seria tratado a si también?...- que el cielo se apiade de usted- susurro Remus, cuando el hombre cubierto paso a su lado... este alzo la cabeza, como si escuchara una vos lejana y conocida, y por un momento Remus vio sus ojos, azules... en ese tono que jamás olvidaría, ojos que estaban gravados en su alma- ¿Sirius?...- pregunto casi sin voz – Sirius- llamo con desesperación, cuando el hombre ya estaba un poco alejado de el- por favor voltea- los hombres cerca de el lo detuvieron, cuando el trato de alcanzar al prisionero, se debatió con fuerza, pero no podía desprenderse de esos brazos que lo alejaban de Sirius...- por favor, dime que eres inocente, y te creeré, dime que lo eres, dame una razón para esperarte toda la vida... por favor- Remus sentía que cada ves lo alejaban mas, pero tenia que saberlo, tenia que escucharlo... lo necesitaba  para vivir.

- Yo...- el prisionero se detuvo unos instantes, dejo caer la capa, con trabajo debido a sus brazos atados, pero quería verlo, una ultima ves, grabarlo en su corazón, gravar esa confianza... Remus quería aun creer en el... por encima de todo... pero el no podía atar a Remus... no podía dañarlo mas... el no podía esperarlo...- soy...- el dolor al ver la cara de Remus, una cara que aguardaba con esperanza esas palabras... lo hacia mas difícil, trato de poner su mas fría cara- culpable... soy culpable... olvídame- Sirius dio la vuelta empujado por uno de los carceleros, y se dejo conducir.

- No...- Remus se dejo caer de rodillas, estuvo ahí hasta que Sirius se perdió entre esos oscuros pasillos, hasta que su corazón se perdió con el... y su alma se destruyo con esas palabras... culpable...olvidarlo...- pero ¿cómo?, ¿cómo te olvido?- grito Remus mientras su fortaleza se destrozaba, había jurado no volver a llorar, pero no podía contener las lagrimas, la furia, el dolor todo se mezclaba, hasta el infinito.

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- Adiós- el suspiro de su vos agotada- el barco navegaba alejándose de esa oscura prisión... no era ese su destino, pero... tampoco lo era Sirius...- llévate mi dolor tormenta- suplico cuando la lluvia comenzó a caer con furia, y el viento soplaba inclemente, mientras las olas  se rompían en los acantilados- yo también soy culpable.

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- Otra lechuza, rondando por la ventana ¿que raro no?- la mujer contemplo, una carta en las manos del maestro sustituto- ¿tampoco piensas contestar esa carta?, perdona mi indiscreción, pero he visto que las quemas en la chimenea.

- No tengo deseos de contestar es todo... tal ves algún día- seguramente esa era otra carta de Dumbledore, aun no se sentía listo , para volver, tal ves nunca lo estaría- ¿lechuzas?, solo e visto algunas, tal ves dormitan cerca- el joven hombre respondió fingiendo normalidad- ahora si me disculpa- el joven se escabullo.

- Y yo que pensaba invitarlo a salir- la joven maestra sonrió con nostalgia- es tan raro, pero... se ve tan solitario...

- ¿De quien hablas?- otra maestra , un poco mayor, se acerco a calentarse ante la chimenea, del salón de maestros, no tenían presupuesto para un calefactor.

- De nuestro joven maestro sustituto- la maestra mas joven tomo una taza de la estantería.

- Ah, si... parece tan misterioso, ese joven Lupin- la maestra de mas edad, se sonrió- y también se ve tan solo...

- Por eso quería ayudarlo- la joven sonrió con nostalgia- pero, nunca se acerca demasiado a las personas, aunque es tan amable y educado... sonríe como que... no se con tristeza...

- Bueno... todos tenemos una historia-  se inclino- tal ves es por que es padre soltero, pero... su hija es una dulzura.

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¿Por qué insiste Dumbledor?, el sabe que no le contestare, nunca estaré listo, para los recuerdos... aun no...

El joven maestro caminaba perdiéndose entre las personas de ese pequeño pueblo, pronto tendría que decir adiós.. a veces se ponía a pensar si seria correcto llevar a esa pequeña niña con el... si el ministerio la descubría seguramente se la quitarían... un licántropo no podía criar a un infante... era por ello que nunca hubiera podido obtener el cuidado de Harry... ¿cómo estaría el?, tantos años que habían pasado... ¿se parecería a James o a Lily?.. tal ves a  los dos, aunque de pequeño se parecía bastante mas a James... pero no quiso recordar, aun dolía recordar a sus amigos... y siempre esos recuerdos lo llevaban a otra persona... a ...  Sirius... no... no quería recordarlo.

Se dirigió con paso cansado , hasta llegar frente a una cabaña, bastante vieja, pero resistente.

- ¿Eiri?- llamo una ves cerro la puerta, pudo oír los pasos acercándose a el.

- Papa...- la  niña se acerco y lo abrazo- me alegra que hayas regresado, ¿me ayudaras con una tarea?, tu sabes que la maestra Bikensten, es muy estricta.

- Claro, tráela aquí a la cocina, mientras preparo la cena- el joven hombre, deposito a la pequeña que había cargado y la vio entrar a una de las habitaciones rápidamente; ella era su pequeño tesoro... un huérfano de la guerra.

Y nuevamente se pregunto, ¿si estaría bien tenerla a su cargo?, ¿qué lo llamara padre?... pero, esa niña necesitaba a alguien, y el hacia ya casi siete años que la tenia a su cargo.

Fue en ese puerto, cuando lo liberaron de Azkaban , aquellos  hombres y mujeres que eran conducidos  a Azkaban y aquella mujer que suplicaba a los carceleros.

Era por el bebe que ella llevaba en brazos, ese bebe seguramente perecería, al entrar en contacto con los dementores, así era como se estaban vengando de las familias de mortifagos, aquellos que no se podían defender... aquellos inocentes en medio de los culpables.

El esposo de esa mujer, fríamente veía la escena... era un mortifago, pero su esposa era inocente, ella no sabía... pero ¿a quien le importaban los inocentes?.

La mujer  había sacado un collar de entre sus ropas y se lo había mostrado al carcelero, este tan solo lo señalo a él... ¿por qué lo señalaba?.

- Buen señor- la joven mujer se acerco a el- llévesela, póngala a salvo, por favor... a mi bebe.

- Yo...- Remus solo observaba la escena abatido- no... pudo... soy un licántropo...

- Eso no importa , nadie lo sabrá, e sobornado al guardia, permita que mi bebe vivía, se lo suplico,  usted es su única oportunidad... veo en sus ojos bondad se que la protegerá... es tan solo una recién nacida.. ni siquiera la hemos llamado... no esta registrada... es su hija señor, se lo ruego...- la joven deposito al bebe en brazos de un confundido Remus, justo en el momento en que mas carceleros se acercaban con algunos aurores, Remus por instinto oculto a la infante entre su capa, y la mujer le sonrió, mientras la arrastraban al barco, incluso creyó percibir una ligera inclinación de parte de ese mortifago.

Su Eiri Lupin... así fue que la llamo, como esa otra pequeña que el trato de salvar...

Ella era el motivo que necesitaba... para vivir... si no la tuviera, ¿cuántas veces no hubiera intentado quitarse la vida?...pero tal ves se hubiera detenido  demasiado cobarde, aun teniendo la esperanza de que.. de que él fuera inocente... de que Sirius regresara un día su vida,  su Sirius....

- ¿Padre?- la niña lo llamo sacándolo de sus recuerdos- ¿ocurre algo?.

- Eh , no... ¿por qué?- Remus puso atención a las palabras de la niña.

- Te pusiste triste y lo mencionaste... a él, esa persona que siempre llamas en tus sueños- la niña lo observo dudando en preguntar- ¿quién es el... quien es Sirius?¿lo conozco padre?, ¿es tu amigo?.

- No... por favor no digas su nombre... no debes mencionarlo...- Remus observo con severidad a la niña- perdóname, me exalte- suspiro y se relajo, recuperando su sonrisa- olvida todo... mejor hagamos esa tarea, mientras preparo la cena.

- Si...- la niña siguió a su padre , pero en su mente aun había una duda- ¿quién es Sirius?... tu lo querías verdad padre- la niña pregunto al aire...- para tener siete años, Eiri era muy inteligente, siempre resaltaba en su curso... aunque también se metía en problemas, sobre todo cuando sus compañeros se burlaban mencionando, que ella no se parecía en nada al profesor Lupin... bueno eso era cierto, su padre tenia el cabello castaño claro, casi rubio y ella lo tenia castaño oscuro, y sus ojos , los de su padre eran color miel... los suyos azules... bueno tal ves no se parecieran... pero.. ella no había conocido a su madre, ¿tal ves se parecía  ella?, pero ese también era tema que incomodaba a su padre, así que no lo mencionaba.

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Continuara.......