CAPITULO 4
"LOS NUEVOS EN EL EQUIPO"

Por fin todos se establecieron en sus habitaciones y realizaron lo que tenían que hacer. Al día siguiente Harry, Hermione, Ron y Katie se fueron a clase de Transformación al salir de ahí se separaron Ron y Harry se fueron a Adivinación y Hermione y Katie se dirigieron a Aritmancia.

-Otra vez con sus ridiculeces, esa maestra no se cansa, dijo Ron con burla.

-Si, otra vez me voy a morir-dijo Harry riéndose junto con Ron.

Los dos al terminar la clase se dirigieron junto con el resto del equipo de Quidditch a el campo pues les tocaba entrenar, pues ese año si habría Torneo de Quidditch.

-Vamos este año tenemos que ganar-dijo George

-Pero nos faltan integrantes- dijo Harry

-Si eso tenemos que verlo porque nos faltan dos-dijo Fred

-Miren ¿quien esta en el campo? Juega muy bien, es una chica-dijo un niño -Es...Es.es...

-Hola, ¿perdón van a usar el campo? Bueno ya me iba-dijo Katie

-¿Katie? Juegas genial-dijo Ron

- Y es de Gryffindor- dijo George

- Genial te gustaría ser nuestra cazadora nueva Katie? -dijo Fred

- Por supuesto es genial-dijo Katie

Cuando Katie subió en su escoba de nuevo, Harry noto unas letras doradas en su escoba y le resultaban familiares...

-¡¡Una Nimbus 2003!!- dijo George- ¡¡¡es el modelo más nuevo en el marcado!!!

-Que bien, así tendremos posibilidades de ganar- dijo Harry con entusiasmo.

-Aunque quedan dos cabos sueltos-dijo Katie, mirando a Harry- ¿quién es el nuevo capitán del equipo y quien será el próximo guardian?

-Tienes razón, Ron, ven aquí- dijo Harry llamando la atención de Ron con la mano- súbete a mi escoba y quiero que vueles alrededor del campo, a ver que tan bueno eres, podrías ser nuestro nuevo guardián.

-¡¡Si!!- dijo Ron sujetando la Saeta de Fuego de Harry y elevándose- ¡Allá voy!

Ron dio tres vueltas al campo, detuvo dos quaffles que le enviaron Angelina y Katie, y Harry, Fred y George quedaron convencidos: el era su nuevo guardián.

- ¿Qué tal lo hice Harry?- dijo Ron aterrizando- ¿lo hice bien?- preguntó entregándole la Saeta de Fuego a Harry

-Perfecto, creo que serás el guardián- dijo George mientras Fred le daba a Ron una palmada en la espalda.

-Ahora hay que discutir quien será el nuevo capitán- dijo Harry- yo opto por alguno de ustedes- dijo señalando a los gemelos.

- No se, Harry- dijo Fred- por mi que sea George

-Si, Si que sea George- dijo el resto del equipo

-Esta bien, esta bien- dijo George muy rojo- ¡seré su capitán!

Entrenaron durante 3 horas, sin descansar.

Fred y George lucían unas Saetas De Fuego como las de Harry, y Ron no tenía escoba nueva, así que tenía una de las barredoras del colegio.

- Después me comprare una escoba, como la de ustedes- dijo Ron al finalizar el entrenamiento- en nuestra visita a Hogsmade, ¡es este fin de semana!

Harry le sonrió y el, Ron y Katie se dirigieron hacia el castillo y luego a la torre Gryffindor.

Cuando entraron vieron a Hermione, haciendo algo con una caja que les resultó familiar....

-Hermione, ¿vas a seguir con el pedo?- dijo Ron

-No es pedo Ron, es pe, e, de, de, o, y no, no voy a seguir, estoy guardando todo esto y lo tirare mas tarde.- le dijo Hermione con cierto enfado

-¿Qué es P.E.D.D.O?- pregunto Katie

-Plataforma Elfica De los Derechos Obreros- respondió Hermione

- ¿En serio?- pregunto Katie- suena interesante, dime de que es Hermione

- Bueno, realmente mi objetivo era muy bueno, pero nunca conseguí demasiados afiliados- dijo Hermione- en esta manifestación se trataba de hacer que a los elfos domésticos se les diera un trato justo, no pedía mas que eso, pero jamás lo iba a lograr, así que decidí renunciar.

-Lastima, había pensado en afiliarme- dijo Katie, y Hermione le sonrió.

- ¡Hermione!, a que no sabes quienes entraron al equipo de Quidditch- dijo Harry- ¡Ron y Katie!

-Si, y según Harry, volamos bien- dijo Ron sonrojándose- yo soy el guardián y Katie es una de las 3 cazadoras.

-¿Si?- dijo Hermione- espero que así Gryffindor tenga buenas oportunidades de ganar la copa.

-Si, el fin de semana vamos a Hogsmade, ¿no?- dijo Ron - puedo aprovechar la visita y comprarme una escoba nueva, no tengo ninguna, salvo la vieja estrella fugaz a la que la rebasan incluso las mariposas...

Los cuatro rieron y continuaron charlando hasta que ya daban las once de la noche, y decidieron que era tiempo de irse a dormir.