La vida ofrece te una 2da. Oportunidad
Por Loly Sayol
Capitulo XIII
La Locura
Albert despertó, lo hizo de pronto, sintiéndose asustado, como si hubiera sufrido una pesadilla. Al cabo de un momento, recordó el motivo de su inquietud. Todo lo que había pasado el día anterior volvió a su mente. Giro la cabeza y respiro aliviado, no había sido un sueño... ahí junto a él estaba Sam.
¡Por culpa de Eliza casi pierdo a Samantha! - pensó angustiado.
Se movió con cuidado a fin de no despertarla y así poder contemplarla. El corazón le empezó a latir más rápido al admirar su hermoso rostro. Samantha yacía acostada a su lado y su negra cabellera esparcida por la almohada como una cascada. Contemplo su boca de labios sensuales, que tantas veces y con avidez le habían besado anoche. Deseaba sentir su sabor nuevamente, pero se contuvo, quería seguir contemplando un poco mas su rostro delicado, parecía una muñeca de porcelana.
Era extraño poder verla así, Albert estaba maravillado, era la primera vez que despertaba a su lado y veía a una Samantha que jamás había conocido, en reposo con el rostro relajado y en paz. Normalmente Samantha estaba animada, siempre sonriendo, solía hacer muecas cada vez que se sorprendía o reía, arrugaba la nariz y entornaba los ojos, cuando se molestaba. Su expresión más corriente era una mueca maliciosa, como la de una niña traviesa, sorprendida en plena travesura.
Albert no resistió mas la tentación, con sus dedos siguió el contorno de la nariz y suavemente paso sus dedos por los labios de ella, haciéndole cosquillas, Samantha al sentir el roce de los dedos de Albert en su rostro abrió los ojos.
Hola - murmuro y le sonrió.
Buenos días dormilona - le dijo Albert dándole un tierno beso en los labios.
Permanecieron juntos un rato, abrazados, medio adormilados, besándose de vez en cuando. De pronto ella paso una pierna por encima de la cadera de Albert, tomo su rostro entre las manos y lo beso al principio con timidez, pero sus besos se hacían cada vez más exigentes y comenzaron a hacer el amor, sin hablar. Samantha se coloco encima de el, dejando que el peso de su cuerpo reposara sobre el de Albert. Su piel húmeda se pego a la de él. Albert rodeo su pequeño cuerpo con los brazos y la penetro profundamente. Samantha supo que a él le llegaba el orgasmo y alzo la cabeza para mirarlo. Justo antes de sentir su furiosa embestida, Samantha lo beso en la boca. Luego ella emitió un suave y discreto gemido de placer. Samantha permaneció encima de él, con el rostro recostado sobre su pecho, medio dormida, mientras Albert le acariciaba el cabello.
Al cabo de un rato Samantha se movió, estiro su mano derecha, tanteando sobre las sabanas, buscando el cuerpo de su amante pero él ya no se encontraba a su lado, en eso sintió el aroma del café recién hecho, se levanto de la cama, contemplo su ropa toda esparcida por el piso de la habitación, diviso la camisa de Albert y en sus labios se dibujo una sonrisa traviesa, la recogió y se la puso. Cuando llego a la cocina encontró a Albert preparando el desayuno, estaba descalzo, solo con los pantalones puestos. Samantha contuvo la respiración al ver su musculosa espalda. Se acerco a él despacio y juguetona le rodeo la cintura, apoyando la mejilla en su espalda, le dijo casi en un susurro:
Prométeme que siempre será así.
Albert se volteo, la abrazo y después de darle un tierno beso en los labios le respondió
- Te lo prometo.
¡Soy tan feliz!, no quisiera que este día terminara - dijo Samantha cerrando los ojos y pensando en lo maravilloso que había sido, los dos juntos en la cama, abrazándose, besándose. Conociéndose mutuamente, como nunca lo habían hecho.
No acabará nunca - le aseguro Albert sonriendo, acercándola aun más a él - No lo permitiré - tomo el rostro de Samantha entre sus manos, la miro directo a los ojos - Samantha no puedo pasar un día más sin ti, por favor adelantemos la boda - le rogó suplicante.
Samantha bajo la mirada sin contestar. Albert se preocupo - ¿Qué haré si dice que no?- pensó angustiado, ya que todavía faltaban cinco meses para la boda.
¿Y si mi Madre y la Tía Elroy se oponen? - Al fin respondió Samantha.
¡No me importa! - le contestó Albert - si ellas o cualquier otro se oponen, entonces nos fugaremos.
¡ACEPTO! - le respondió Samantha abranzando a Albert aun más fuerte.
Albert la tomo de la cintura, la levanto y comenzaron a dar vueltas por la habitación felices.
Cuando terminaron de desayunar, Samantha se dirigió a la habitación, recogió sus ropas y comenzó a vestirse, pero cada vez que intentaba abotonarse la blusa, Albert juguetón, como si fuera un niño travieso, le desabrocha la blusa nuevamente y comenzaba a besarla en el cuello.
¡ALBERT! - exclamo Samantha intentado controlarse, ya que no quería que él se detuviera - tenemos que regresar, mi hermano debe de estar muy preocupado, preguntándose dónde pase la noche. Albert no quería detenerse, pero al final reconoció que Sam tenia razón, la beso apasionadamente y comenzó a vestirse el también.
Cogidos de la mano salieron de la cabaña, sintiéndose otra vez enamorados, como si fuera la primera vez que se declaraban su amor. De alguna manera, era como empezar de nuevo, menos en el hecho de que ya eran viejos amigos y ya no habría mas secretos entre ellos, que pudieran separarlos...
Cuando llegaron al Portal de la Rosas, se encontraron con Candy y Terry que acababan de llegar. Candy al ver a Albert corrió directo a sus brazos
¡Gracias Albert! - le dijo Candy rodeando con sus brazos el cuello de Albert y dándole un beso en la mejilla. Terry se acerco Tú lo planeaste todo con Robert ¿o me equivoco, Albert? - le pregunto Terry extendiendo una mano hacia Albert.
Albert le estrecho la mano y sonrió
- Ya que ustedes son tan tercos, alguien debía hacer algo.
¡Así que este es el famoso Terry Grandchester!, el actorcito que le ha dado tantos dolores de cabeza a Albert - comento con ironía Samantha, mirando inquisitiva a Terry de arriba abajo.
¡Perdón! - exclamo Terry confundido - ¿Quien será esta mujer? - pensó Terry, mirándola directamente a los ojos. Parecía un enfrentamiento, entre los ojos azul celeste de Terry contra la mirada penetrante de los ojos negros de Sam. ¿Quién ganaría esta pelea de voluntades?
He oído hablar mucho de ti..., que eres un rebelde..., siempre buscando peleas...
Candy miraba asombrada a Samantha
- No Samantha espera, tu estas equivocada, las cosas no son así.....
No trates de defenderlo Candy. La verdad es, que él solo es un niño mimado y por culpa de su falta de carácter y cobardía, tú no has podido ser feliz - Le recrimino Samantha.
Disculpe Señorita, Usted no me conoce y no creo que esto sea de su incumbencia - le contesto Terry cada vez más molesto. Sin embargo Samantha apenas estaba empezando...
Escúchame bien jovencito, todo lo que le pase a Candy, le afecta a Albert y por lo tanto, a mí. Por lo que veo, Candy ha decidido darte otra oportunidad, pero te lo advierto, si vuelves hacerla sufrir, té las veras conmigo. ¡Té quedo claro!.
¡Vamos cariño! - dijo Albert acercándose a Samantha, tratando de calmarla.
¡Estoy esperando su respuesta! Sr. Grandchester.
Terry se quedo un momento mirando desafiante a Samantha y al final respondió
- No se preocupe Señorita, amo a Candy más que a mi vida y le
aseguro que tengo el propósito de hacerla muy feliz. Ahora puede
decirme ¿Quién es usted?, para hablarme de esa forma.
¡Este temible ogro! - le respondió Albert sonriendo y abrazando a Sam - es Samantha Sthepanos Anderson, mi prometida y tú futura suegra.
¡Futura suegra! - exclamo Terry sorprendido, llevándose una mano a la cabeza - y yo que creía que esta vez me iba a salvar de tener una suegra.
¡JA! - se rió Samantha - no solo una, sino que tendrás cuatro o se olvidan de la Srta. Pony, la Hermana María y la más terrible de todas la Sra. Elroy. Ya me imagino la cara que va a poner cuando se entere que Candy esta saliendo con un actor de Broadway.
¡La Tía Elroy! - exclamo Candy preocupada - me había olvidado de ella.
Tranquilos chicos, no se preocupen por la Tía Elroy, estará tan ocupada cuando le diga que hemos decidido adelantar la boda, que no tendrá tiempo para molestarlos - les respondió Albert guiñándoles un ojo.
¡Adelantan la boda! - exclamo Candy sorprendida
Que tal si para celebrar que estamos los cuatro juntos, vamos a cenar esta noche - les propuso Albert - y tu cariño, no seas tan dura con Terry.
Esta bien mi amor - dijo Samantha volteándose hacia Albert sonriéndole - Te pido me perdones Terry - acercándose a él y colocando las manos sobre los hombros de Terry e inclinándose para darle un beso en la mejilla - lo que te dije es cierto, cuida mucho a Candy. No te conviene tenerme de enemiga - le susurro al oído, para que solo él pudiera escucharla.
¡Vaya con la noviecita que se busco Albert! - pensó Terry mientras veía como Samantha se abrazaba coqueta a Albert - Pero los dos queremos lo mismo, así que estoy seguro que con el tiempo nos llevaremos muy bien, Samantha.
Entonces, todo esta arreglado - ¿te esperamos esta noche para cenar?, Terry
Cuenta conmigo Albert
Bien me tengo que ir - dijo Samantha despidiéndose de todos
Nos vemos esta noche mi amor - le respondió Albert, dándole un beso de despedida y acompañándola hasta el auto.
¡Bueno Pecosa!, yo también tengo que irme
¡CÓMO QUE PECOSA! - le grito Candy molesta - sabes muy bien que no me gusta que me llames así.
Terry se acerco a Candy y tomando la cara de ella entre sus manos, le dijo casi en un susurro
- Me gustas más cuando te enojas, Srta. Pecas. - y la beso apasionadamente.
De repente, comenzó a sentirse un dulce aroma en el aire, provenía de las Dulce Candy, las rosas que Anthony con tanto amor había cultivado en honor a Candy y un rayo de luz ilumino a la joven pareja. Candy se separo de Terry, se acerco a las rosas y con delicadeza acaricio los pétalos de una flor, su mente rememoro la imagen de Anthony, su tierna sonrisa, esa sonrisa que estaba diciendo que siguiera hacia delante siempre, porque la vida sigue... y justo en ese momento a Candy le pareció escuchar que el viento le murmuraba al oído - ¡Sé feliz Candy! - una lagrima se deslizo por su mejilla y Terry le pregunto preocupado
¿Pasa algo Candy? - y ella le respondió
No, todo esta bien - Candy levanto los ojos hacia el cielo y sonrió - Gracias Anthony, te prometo que seré feliz... cuando te perdí sentí que ya nunca podría volver a sentir algo similar, pero me equivoqué, la vida me dio una segunda oportunidad que casi se me va de las manos, pero ahora me aferrare a ella... Anthony, tú siempre estarás en mi corazón.
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Cuando Albert entro en la mansión se encontró con George y le pidió que lo acompañara a la biblioteca.
George por favor, llama a los Leegan y diles que quiero verlos aquí de inmediato y que traigan a Eliza con ellos.
Enseguida Albert, ¿Ocurrió algo?
¡Todavía no! - le contesto Albert - por favor puedes también avisarle a la Tía Elroy que necesito hablar con ella.
¡No hace falta George! - dijo la Tía Elroy entrando a la biblioteca, se veía muy molesta, ya que se había dado cuenta que tanto Albert como Candy no habían pasado la noche en la mansión - Aquí estoy William ¿Se puede saber donde te habías metido? y ¿Por qué estas mandando a llamar a los Leegan?.
Por favor Tía siéntese y George, en cuanto lleguen los Leegan los haces pasar y no quiero que nadie nos moleste.
No hay problema Sr. Andrew - le contesto George saliendo de la biblioteca y cerrando la puerta.
Una hora después, los Leegan habían llegado. Eliza estaba intrigada, la Tía Erloy se veía muy molesta y ni siquiera le había correspondido, cuando la saludo.
¿Albert habrá encontrado a Samantha con Jack? - se preguntaba Eliza y en sus labios se dibujo una sonrisa de satisfacción, imaginándose la escena.
¿Se puede saber porque nos han llamado con tanta urgencia? - le pregunto el Sr. Leegan
Quiero decirles que de ahora en adelante, Eliza tiene prohibida la entrada tanto en Lakewood como en mis otras propiedades, además le informare al resto de la familia, que si quieren que yo asista a las fiestas o reuniones del Clan Andrew, no deberán invitarla - les contesto fríamente Albert.
¡QUE! - grito Eliza, después de un momento de duda pues se había quedado petrificada, no podía dar crédito a lo que estaba escuchando - Mami él no puede hacerme eso ¿Verdad?
¡Claro que no querida! - le respondió Sarah Leegan.
Como cabeza del Clan Andrew, puedo hacerlo y lo haré - dijo Albert desafiante.
¡Pero! Si haces eso, toda la sociedad lo sabrá y Eliza no será invitada a ninguna fiesta no solo en Chicago, sino en todas partes y así no podrá conseguir un buen partido para casarse - le contesto Sarah angustiada
¡PAPA! No puedes permitirlo, tienes que detenerlo - le grito Eliza colgándose de su cuello.
Tranquila hija - le contesto el Sr. Leegan - Ya sabia yo que no se podía dejar en manos de alguien tan joven, el patrimonio Andrew. Convocare a toda la familia y te aseguro que ya no serás mas el Presidente del Clan Andrew - termino diciendo el Sr. Leegan amenazante.
¡Por mi no hay problema! - le respondió Albert - estoy seguro que cuento con el apoyo del Sr. Brower y de los Cornwell, ya que no están muy complacidos por la forma en que usted a manejado ciertos asuntos de la familia en mi ausencia y además creo que la Tía Elroy también estará de mi lado - volteándose hacia ella - ¿O me equivoco Tía?
Tienes todo mi apoyo William, No entiendo como pude ser tan ciega y haberme dejado engañar todo este tiempo por Eliza.
¡PERO TIA! - volvió a gritar Eliza al verse acorralada.
Y por cierto, no creo que al resto de la familia le agrade saber que por culpa de Eliza, casi se anula mi matrimonio con Samantha, ya que tienen muchas esperanzas que con dicho enlace, el Sr. Adriano Sthepanos haga negocios con el Clan Andrew - termino diciendo Albert, cruzando los brazos sobre su pecho y mirando triunfante a Eliza - ¡No te esperabas esto Eliza! Creíste que con tus engaños y mentiras lograrías separarnos.
¡QUE! - grito el Sr. Leegan levantándose de la silla y tomando a Eliza de los hombros sacudiéndola - Dime que no es verdad, hija.
Yo..... - Eliza no sabia que decir - ¿Casi se anula? - pensaba, su plan no había dado resultado y peor que eso, estaba siendo expulsada de la familia Andrew.
Otra cosa, si Eliza intenta hacer algo en contra de Candy ò de Samantha - les advirtió Albert - me veré obligado a anular todos los negocios que los Andrew tienen con los Leegan.
Les recomiendo que saquen a Eliza de Chicago, eso seria lo mejor para todos - dijo la Tía Elroy
¡NO PUEDEN HACERME ESO! - grito Eliza histérica - yo también soy una Andrew
¡Será nuestra ruina social! - dijo Sarah Leegan colocando su mano sobre la frente y fingiendo un desmayo.
Me iré a mi alcoba, ya estoy muy vieja para este tipo de disgustos - exclamo la Sra. Elroy, justo cuando se iba a levantar, le dio un mareo y casi se cae.
Albert corrió hacia ella para ayudarla
- Lo siento mucho Tía Elroy. Sarah espero que cuando yo regrese,
ustedes ya se hayan marchado - termino diciendo Albert mientras salía
de la biblioteca, con la Sra. Elroy colgada de su brazo.
¿Eliza que has hecho? - le pregunto el Sr. Leegan dejándose caer en un sillón abatido.
¡Pero Papá....!. no puedes permitir que me hagan eso... - dijo Eliza con los ojos bañados en lagrimas - te juro que nada es verdad... seguro que fue esa bastarda de Candy que les lleno la cabeza de mentiras al Tío William y a la Tía Elroy. ¡Mamá! - la llamo Eliza y tomándola de las manos - tú me conoces, tú sabes que yo no seria capaz de hacer eso.....
Eliza, yo..... - dijo la Sra. Leegan liberando sus manos de las de Eliza y volteando el rostro hacia el otro lado, ya que no podía ver a su hija a la cara.
¡YA BASTA! Eliza - le grito furioso el Sr. Leegan levantándose del sillón - Nos has arruinado o acaso no sabes, que sin el apoyo del apellido Andrew, los Leegan no somos nadie.
¡Pero Papá!, tienes que creerme.....
¡HE DICHO QUE BASTA! - le volvió a gritar el Sr. Leegan y tomándola del brazo, la llevo a rastras fuera de la mansión - Vamonos para la casa a recoger tus cosas, ya que mañana mismo te vas a nuestra casa en Florida.
Mas tarde en casa de la familia Sthepanos, Adrián se encontraba en la sala revisando el correo cuando ve a Samantha que esta llegando de la calle.
¡Vaya hermanita! ¿Qué horas son estas de llegar? - dijo Adrián burlón, disimulando hábilmente que había pasado toda la noche sin dormir, preocupado. Debido a que Albert no le había dicho por que se iba del teatro con tanta urgencia y al llegar a la casa y darse cuenta que Samantha no estaba, temía que algo malo le hubiese pasado.
No fastidies Adrián - le contesto Samantha pasando a su lado.
¡Oye! Espera un momento - dijo el muchacho agarrandola del brazo - ¿Dónde has estado?
¡Eso es asunto mío! - le respondió Samantha intentando soltarse.
Si no me lo dices, llamare a Papá a Nueva York y le contare que pasaste la noche fuera de la casa.
¡Esta bien! - dijo Samantha resignada - Estuve con Albert.
¿Con Albert? - exclamo el muchacho asombrado - ¿Estuvieron juntos toda la noche?
Adrián no pongas esa cara de santurrón que no té queda, además los dos somos mayores de edad y pronto nos vamos a casar - le replico la chica un poco molesta.
¿Eso quiere decir que Ustedes ya se contentaron? - le pregunto Adrián dibujando una gran sonrisa en su rostro.
Samantha coloco una mano sobre la mejilla de Adrián y sonriendo se la pellizco
- Si hermanito, nos contentamos y no solo eso, hemos decidido
adelantar la boda. Ahora sé buen niño y déjame tranquila que tengo
mucho sueño - termino diciendo Samantha mientras subía las escaleras.
Espera Sami, aquí hay una carta para ti- le dijo el muchacho entregándole el sobre.
¿Una carta? - Samantha tomo el sobre y lo miro - ¡Qué extraño!, solo tiene mi nombre escrito, pero no dice quien lo manda - pensó Samantha intrigada mientras abría el sobre y leía la carta.
1. Srta. S.S. Anderson;
Por sus artículos me he dado cuenta que ha usted le
preocupa mucho los niños desamparados, por eso me he tomado el
abuso de pedirle si puede hacer algo para ayudar a un grupo de
niños que están siendo explotados en una fabrica.
Si usted viera la forma en que tratan a esos pobres niños,
los hacen trabajar todo el día, casi no les dan de comer y el lugar
donde duermen esta infestado de ratas y no les dejan ni siquiera
salir a jugar.
Por favor le pido que los ayude. La fabrica queda al sur
de la ciudad, entre la calle 52 y la 13, en el No. 200.
Una amiga
Adrián se preocupo al ver la cara que ponía su hermana, mientras leía la carta - ¿Qué dice la carta Sami? ¿Pasa algo malo?
¿Ummm? Samantha dejo de leer y levanto la vista hacia su hermano - No te preocupes es una nota del periódico. Me voy a cambiar de ropa, tengo que salir - le contesto la chica corriendo hacia a su habitación.
¡El periódico! - exclamo Adrián encogiendo los hombros - mas vale que Albert se acostumbre, a Samantha se le olvida todo, cuando tiene una historia entre las manos.
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Mientras en la residencia Leegan
Me importa un comino que él viva en el piso de arriba - gritaba Eliza al teléfono - más vale que suba y le diga que Eliza Leegan quiere hablar con él, si no iré ahora mismo y haré un escándalo en ese mugroso edificio - ¿Quien se creen que son, para tratarme así? Ya lo verán, todos me la van a pagar - pensaba Eliza cada vez más furiosa
Mi querida Eliza, que alegría oír tu voz
SE PUEDE SABER DONDE HAS ESTADO - gritaba Eliza histérica a Jack
¿Pero cariño, que te ocurre? - le decía Jack meloso
¿QUÉ... ¿QUÉ ME PASA?, SE PUEDE SABER QUE PASO ANOCHE ENTRE TU Y LA ODIOSA DE SAMANTHA.
Ahh... eso.... - exclamo Jack riendo - Ya me parecía a mí, que no era casualidad que Andrew se apareciera en mi apartamento. ¿Fuiste tú la que le aviso? Verdad Eliza
¿Y QUE SI FUI YO? , ¿O ACASO PENSASTES QUE NO ME IBA A ENTERAR DE TU TRAICIÓN? - le contesto Eliza gritando cada vez mas alto.
Bueno.... para empezar.... será mejor que dejes de gritarme, a menos que quieras que todo el mundo se entere de nuestra conversación.
Eliza se paralizo y se dio cuenta que Jack tenia razón, dejo el teléfono sobre la mesa y comenzó a revisar, por si alguien la había estado escuchado. Satisfecha se acerco al teléfono y le dijo a Jack - Esta bien, ya me calme.
¡Bien! Ahora se puede saber que paso
Te informo que Samantha y Albert aun están juntos, y además han decidido adelantar la boda y por tu culpa he sido expulsada de la familia Andrew y mi Padre me va a enviar a Florida. ¿Así que vas hacer para ayudarme?
¿Yo? ¿Por qué tendría que ayudarte? - le contesto Jack burlón
Pues yo podría hablar con el Tío William sobre alguno de tus negocios, estoy segura que él estaría muy interesado - le dijo Eliza amenazante.
Esta bien cariño, te ayudare como un favor muy especial. ¿Pero que quieres que haga?
Debes hacer algo para evitar esa boda
Por ahí no hay problema, les tengo un regalito de bodas a esos dos - dijo Jack mientras tocaba la herida que Samantha le había hecho en la cara con el estuche de las joyas.
Quiero que Candy desaparezca de una vez por todas - le ordeno Eliza - No quiero que ella y Terry estén juntos.
Eso si que será un poco más difícil querida Eliza... Si quieres yo puedo secuestrarla, pero tú tendrás que hacer el resto.
Eliza se quedo pensativa y de repente en su rostro se dibujo una sonrisa siniestra. Si alguien la hubiese visto en ese momento, vería el rostro de una demente - Esta bien acepto, pero hay que hacerlo esta noche.
No te preocupes, dime donde puedo encontrar a Candy y cuando este en mis manos te aviso.
Si no esta en la mansión, seguramente estará en el Hospital Sta. Juana ò en esa mugrosa Clínica de la que te hable.
Bien, espera mi llamada - Jack colgó el teléfono y sonrió - Ya veras Andrew te daré donde más te duele y tú Eliza, a partir de hoy estarás en mis manos
Cuando Jack salió a la calle, vio a un hombre que estaba recostado en la pared del edificio, leyendo un periódico, Jack paso a su lado y disimuladamente se fijo en su rostro - Podría jurar que a este tipo ya lo he visto antes - Pensó Jack - cruzo la calle y se fijo que el hombre hacia lo mismo - ¡Me esta siguiendo! ¿Será algún polizonte? - Jack comenzó a caminar más rápido y vio que el hombre hacia lo mismo, repentinamente Jack se metió en un callejón, saco una pistola que tenia guardada en su chaqueta y se escondió, para así poder sorprenderlo. Cuando el hombre entro al callejón no vio a Jack por ningún lado, se acerco a una puerta para ver si estaba abierta y en ese momento Jack le salto encima y sin darle tiempo a reaccionar, le dio un fuerte golpe en la cabeza con el arma. Cuando Jack lo iba a revisar para ver quien era, una mujer que vio desde su ventana lo que había pasado, empezó a gritar y Jack no tuvo mas remedio que salir huyendo.
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En Lakewood
¡ALBERT! ¡ALBERT!
¿Qué ocurre George? - le pregunto Albert al ver a George que salía de la biblioteca llamándolo a gritos.
Me acaba de llamar el Detective Patherson - le dijo George todo agitado - Mc Person se les escapo.
¿QUÉ? - grito Albert - No entiendo, ¿Cómo que se les escapo?
Parece que Jack descubrió que lo seguían, le tendió una trampa a uno de los hombres de Patherson y lo hirió.
¿Esta muy grave?
Lo golpeo con una pistola en la cabeza, la herida es profunda, pero se recuperara.
Esto no me gusta nada - dijo Albert preocupado - Por favor George, toma el auto y ve a buscar a Candy, ella salió hace rato a la Clínica del Dr. Martín.
¿Tú crees que el seria capaz de hacerle daño?
No me extrañaría nada - le respondió Albert, acercándose a su escritorio y agarrando el teléfono - Mientras ese tipo este suelto y Eliza siga en la Ciudad, no me quiero arriesgar.
Bien - le contesto George, pero cuando llegaba a la puerta se detuvo y volteo a preguntarle a Albert - ¿Y la Srta. Samantha?.
En este momento voy a llamarla para avisarle - le respondió Albert mientras le pedía a la operadora que le comunicara con la casa de la familia Sthepanos - ¡Ah! George - Le llamo Albert - pasa también por Terry, tenemos que ponerlo al tanto de la situación
George asintió y salió corriendo de la biblioteca.
Es William Albert Andrew - decía Albert al teléfono - me podría comunicar con la Srta. Samantha.
Lo siento Sr. Andrew, pero la Señorita salió hace media hora
¿Quién es Charles? - le preguntaba Adrián al mayordomo.
Es el Sr. Andrew que quiere hablar con la Srta. Samantha, joven.
Deja que yo lo atiendo - le dijo el muchacho tomando el teléfono - Y bien cuñado, creo que me debes una explicación - le dijo Adrián bromeando.
Adrián ¿Dónde esta Samantha?
No lo sé exactamente - le contesto Adrián, extrañado por la forma tan seca que Albert le hablo - esta mañana llego un sobre para ella, no tenia remitente y cuando lo leyó salió corriendo diciendo que era algo del periódico.
¿Una carta sin remitente? - le pregunto Albert cada vez más angustiado.
¿Qué pasa Albert? - le pregunto Adrián preocupado al escuchar el tono de voz de Albert.
Jack Mc Person desapareció.
¿CÓMO ES POSIBLE... - grito Adrián aferrando con fuerza el teléfono.
No se como, pero descubrió que lo seguían y ahora no lo encuentran por ningún lado - le respondió Albert - por favor Adrián averigua con los del periódico si ellos saben donde esta Samantha, no me gusta nada ese asunto del sobre sin remitente.
No te preocupes Albert, salgo inmediatamente para allá y te aviso lo que averigüe.
Estaré esperando tu llamada - Albert se despidió de su cuñado y colgó el teléfono, se acerco a la ventana - ¿Dónde estarás mi amor? - Se pregunto angustiado.
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Al otro lado de la ciudad, un figura caminaba con cautela entre las sombras, de vez en cuando miraba por sobre su hombro para revisar que nadie la estuviera siguiendo, se acerco a una puerta, jalo la manija y la puerta se abrió - ¿Qué extraño?, no esta cerrada con llave - pensó y por un momento dudo si entrar o no, al fin se decidió y sin hacer ruido entro en el edificio, estaba vació, se veía que hacia mucho tiempo que no se usaba - ¿Me abre equivocado de dirección? - se preguntaba, de repente le pareció escuchar un gemido, como si alguien estuviera pidiendo ayuda, casi no se oía, siguió el llanto hasta una puerta y la abrió.
¡CANDY! - grito Samantha al ver a la chica en el suelo amarrada y amordazada, ¿Qué te paso? Qué haces aquí? Candy - le preguntaba Samantha, mientras desamarraba a la chica.
Candy haciendo un gran esfuerzo por hablar le contesto
- Estaba en camino de la Clínica del Dr. Martín, cuando un niño
se me acerco y me dijo que a su padre lo habían asaltado y estaba mal
herido. Yo le dije que fuéramos a buscar al Dr. Martín, el pobre chico
no quiso, estaba muy asustado, temía que tardáramos mucho y su padre
muriese, así que decidí ir con él, pero cuando llegamos al callejón
donde los habían atacado, no había nadie, me voltee para preguntarle
al chico si estaba seguro que ese era el lugar y el niño había
desaparecido. De repente, no sé de donde salió, un hombre me salto
encima y mientras me sujetaba a la fuerza con una mano, con la otra me
colocaba un pañuelo en mi cara, reconocí el olor, era cloroformo, hice
lo posible por no respirar y luche para poder escapar, pero ya era
demasiado tarde. Cuando desperté, me encontré en este sucio lugar y
amarrada - termino diciendo, mientras masajeaba sus adoloridas
muñecas, ya que las cuerdas le habían hecho daño.
¿Pudiste ver el rostro de ese hombre? - le pregunto Samantha, ayudándola a levantarse.
No, me sorprendió por la espalda y no pude verlo.
¡Nos volvemos a encontrar! mi querida Samantha
Samantha sintió un escalofrió que le recorrió toda la espalda al reconocer al dueño de esa voz, se volvió rápidamente, para enfrentarse cara a cara con un Jack Mc Person que le sonreía burlonamente desde la puerta
- ¿Qué quieres ahora? - le pregunto Samantha, sin dejar de mirar
el arma con la que Jack las esta apuntando.
Lo mismo de siempre mi querida Samantha - le contesto Jack, acercándose a ella y acariciando su rostro con una mano - A ti.
Samantha se alejo de él con asco, diciéndole
- Si es a mí a quien quieres, entonces deja marchar a Candy.
Qué mas quisiera yo, que complacer tus deseos - le respondió Jack meloso - pero hay una persona interesada en esta chica y no puedo faltar a mi palabra.
¡Palabra!, desde cuando un pillo como tú tiene palabra.
¡Augh! Eso me dolió - dijo Jack, colocando una mano sobre su pecho - ¿Cómo puedes pensar así de mí, yo que siempre te he tratado como un caballero.
Déjate de payasadas Jack, en cualquier momento notaran nuestra ausencia - Samantha se acerco y le advirtió - No sabes con quien té estas metiendo Jack ...
¡Qué miedo! - se burlo Jack - Será mejor que corra a esconderme, ya que seguro tu noviecito entrara en cualquier momento y me dará una paliza - termino diciendo soltando una gran carcajada, mientras salía de la habitación y cerraba la puerta con llave.
¡No digas después, que no te lo advertí Jack! ..... exclamo Samantha con tristeza.
Todo saldrá bien Samantha - le dijo Candy colocando una mano sobre su hombro para darle ánimos - estoy segura que Albert nos encontrara muy pronto.
Samantha tomo la mano de su amiga y le respondió
- Eso espero Candy.....
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Gracias Señorita, estoy en deuda con Usted - dijo Albert colgando el teléfono. Abrió un cajón del escritorio y saco una pistola, reviso que estuviera cargada, se la guardo en un bolsillo de la chaqueta y salió a toda prisa de la mansión. Cuando se disponía a subirse a su auto, vio como se acercaba a toda velocidad un auto. Se detuvo a su lado y de el solo se bajaron George y Terry, Albert les pregunto angustiado
¿Dónde esta Candy?.
Candy nunca llego a la Clínica - le respondió George.
Albert se quedo mirando a George intentando asimilar la noticia y lo que significaba, se volteo y le dijo a Terry - no podemos perder mas tiempo, Terry entra a mi auto - Albert se subió al auto y antes de arrancar se dirigió hacia George, diciéndole - Avísale al Detective Patherson que Samantha y Candy han desaparecieron.
¿Samantha...? - George quería preguntarle sí Adrián había llamado, pero ya era demasiado tarde, el auto ya había partido.
¿Albert lo que me contó George sobre Eliza y ese tal Mc Person, es verdad? - le preguntaba Terry.
Me temo que si Terry, lo peor es que creo ellos tienen algo que ver con la desaparición de Samantha y Candy.
¿A dónde vamos Albert?
Una de las mucamas de los Leegan me llamo y me dijo que Eliza había salido a toda prisa de la casa, justo después de haber recibido una llamada muy extraña de un hombre.
¿Y tu piensas que podremos alcanzarla?
Eso espero, mi auto es más veloz que el de ella y solo hay un camino hacia la ciudad... - Albert no había terminado de hablar, cuando a lo lejos divisaron un auto.
¡Mira Albert! - le grito Terry - será esa Eliza
¡Sí! ¡Lo logramos! - exclamo Albert eufórico - ahora solo debemos tener cuidado que Eliza no sé de cuenta que la estamos siguiendo. Estoy seguro que ella nos llevara a donde tienen a las chicas.
Ya llevaban casi una hora siguiendo a Eliza, Terry no entendía como Albert hacia para mantenerse tan calmado, si fuera por él, la hubieran detenido hace tiempo y obligado a decirles el paradero de Candy y Samantha (La verdad era que ni el mismo Albert entendía como podía estar tan calmado, sentía que todo era solo una pesadilla y que pronto despertaría al lado de Samantha). Cuando Terry estaba a punto de decirle a Albert que detuvieran a Eliza, vieron como Eliza estacionaba el auto al lado de un edificio que parecía abandonado. Albert estaciono su auto en un callejón oscuro cerca del edificio, para que así no pudieran verlos. Eliza se bajo de su auto y entro al edificio. Albert y Terry se bajaron al mismo tiempo y corrieron hacia el edificio.
Albert se asomo por una ventana, la luz era muy tenue y casi no se podía ver nada, de repente una puerta se abrió y una luz ilumino dos figuras. Albert reconoció a Eliza y a Jack Mc Person, Albert le hizo una seña a Terry para que se asomara también por la ventana.
¿Son ellos? - le pregunto Terry
¡Sí! Las chicas deben estar en esa habitación - le contesto Albert - Voy a investigar si hay alguna otra entrada al edificio, debemos tener cuidado, Jack esta armado y es muy peligroso.
Bien, yo me quedare aquí vigilando, por si ellos salen - le dijo Terry - ten mucho cuidado.
No te preocupes - Albert saco la pistola de su chaqueta y le dijo - pero te lo advierto desde ahora, Jack Mc Person es mío.
Dentro del edificio.
Espero que estén cómodas - les dijo Eliza en tono burlón
¡ELIZA! - exclamo Candy asombrada
Así que eras tú la que estaba detrás de todo esto, Eliza ¿Por qué será que no me extraña? - dijo Samantha mirando a Eliza con ira.
Yo te advertí Samantha que no te convenía tenerme de enemiga - le contesto Eliza.
Y yo te dije que jamás pondré mi felicidad por sobre la de mi hermano - le contesto desafiante Samantha, acercándose cada vez más a Eliza.
No entiendo como has podido caer tan bajo - le dijo Candy - ¿Acaso estas loca?
¡Cómo te atreves! - le respondió Eliza dándole una cachetada a Candy.
Samantha iba a defender a Candy cuando una mano aferró su brazo
- ¡Quieta Samantha! - dijo Jack jalándola hacia él.
¡SUÉLTAME! - le grito Samantha
Tú y yo tenemos asuntos pendientes que arreglar mi querida Samanta - le respondió Jack mientras la obligaba a caminar hacia la puerta.
¡Un momento Jack! - exclamo Eliza - ¿A dónde crees que vas?.
Mi trabajo aquí ya termino mi querida Eliza - le contesto Jack.
NO PUEDES IRTE - le grito Eliza histérica - TIENES QUE AYUDARME A ELIMINAR A CANDY
Tú sabes muy bien que eso no era parte del trato.....
Si no lo haces, iré con el Tío William y le contare todo a la policía....
Jack se quedo mirando a Eliza, sus ojos brillaban como los de un gato en la oscuridad y se notaba que hacia un gran esfuerzo por controlarse. De repente se dibujo una sonrisa en su rostro y le contesto
- ¿Y que se supone que les vas a decir? ¿Cómo planeaste secuestrar
a Samantha y a Candy? ò ¿Cómo me pediste que matara a la pupila del
Sr. Andrew?.
ERES UN BASTARDO - volvió a gritarle Eliza histérica.
Mientras Eliza y Jack discutían, Candy diviso una figura que se movía sigilosamente hacia ellos, el corazón le dio un vuelco cuando reconoció a Albert. Este se dio cuenta que ella lo había visto y le hizo una seña para que guardara silencio. Candy asintió con la cabeza, pero ya era demasiado tarde, Jack se había dado cuenta y se volteo hacia donde miraba Candy, sorprendiendo a Albert.
Será mejor que te quedes donde estas Andrew - dijo Jack agarrando a Samantha por la cintura y apuntándole con el arma.
Terry vio que Albert estaba en problemas, logro entrar al edificio sin que lo vieran y se escondió, esperando la menor oportunidad para poder ayudar a Albert...
Si no quieres que mate a tú prometida, será mejor que sueltes la pistola - le ordeno Jack, colocando el arma en el rostro de Samantha.
¡No le hagas daño! - exclamo Albert, mientras dejaba caer su pistola al piso.
Ahora dale una patada con el pie y levanta las manos.
Albert hizo lo que le pedía Jack y la pistola fue a dar debajo de una mesa.
¡Eres un tonto! - se rió Jack mientras apuntaba su arma hacia Albert - ¡Hasta nunca Andrew!
¡NO! - grito Samantha agarrando con ambas manos la pistola y luchando con Jack para evitar que hiriera a Albert. Jack arrojo al suelo a Samantha, apunto hacia Albert y le disparo.
Albert se arrojo al suelo justo a tiempo. Cuando Jack iba a disparar nuevamente, sintió que algo lo golpeaba con fuerza en la mano, haciendo que soltara el arma. Jack se volteo a ver quien había sido y vio a Terry que aferraba una tabla con las dos manos. Jack se tiro al piso y agarro la pistola, pero no pudo disparar, ya que el golpe había dañado el gatillo del arma. Terry se disponía a darle otro golpe a Jack cuando escucho que Albert le gritaba.
¡TERRY!
Terry volteo hacia Albert y lo miro sin comprender.
Te dije que Mc Person, era mío - le contesto Albert
Terry asintió y se dirigió hacia las chicas para ver si no estaban heridas.
Ahora Mc Person, esto es entre tú y yo - le dijo Albert acercándose a Jack con los puños en posición de pelea.
Será un placer Andrew - le contesto Jack levantándose del piso y lanzándole a Albert un golpe directo a la cara. Albert se agacho y lo golpeo en el estomago, haciendo que Jack botara el aire de los pulmones. Jack se recupero y se lanzo hacia Albert, agarrandolo por la cintura y estrellándolo contra la pared.
Como todos estaban pendientes de la pelea entre Albert y Jack, se habían olvidado de Eliza. Cuando ella vio a Candy y Terry juntos, sintió como si algo estallaba en su cabeza y fue a buscar la pistola de Albert, la recogió del suelo y se dirigió hacia Candy.
ESTO ES LO QUE DEBI HABER HECHO HACE TIEMPO - Grito Eliza apuntando con el arma a Candy.
Eliza, por favor suelta el arma - le rogó Terry angustiado.
¡TU NO ENTIENDES! - volvió a gritar Eliza - ANTHONY ESTA MUERTO POR SU CULPA.
Eliza eso no es verdad - exclamo Candy con lagrimas en los ojos.
NO TE CONFORMASTES CON QUITARME EL AMOR DE ANTHONY - gritaba Eliza cada vez mas trastornada - SINO QUE TAMBIEN TENIAS QUE QUITARME A TERRY.
Eliza dame el arma, por favor - le dijo Terry acercándose poco a poco a ella.
Terry ten cuidado - le rogó Candy.
¡NO! ELLA DEBE MORIR - grito Eliza, disparando el arma en contra de Candy.
¡NO! - grito Terry colocándose delante de Candy y recibiendo la bala en su lugar.
¡TERRY! - grito Candy al ver a Terry caer mal herido.
Albert escucho el disparo y el grito de Candy, se volteo para ver que pasaba. Jack aprovecho la distracción de Albert para lanzarle un puñetazo directo a la cara, el golpe fue tan fuerte que Albert salió lanzado contra unas sillas, golpeando la cabeza contra el piso y quedando inconsciente.
¡ALBERT! - grito Samantha, corriendo a su lado.
Eliza estaba petrificada, la pistola se deslizo de sus manos y cayo al suelo. Candy estaba llorando, tenia a Terry entre sus brazos y estaba tratando de evitar que se desangrara
- ¡Terry!... no... yo no quería hacerte daño - decía Eliza sin
poder creer lo que había pasado.
Vamonos Eliza - le dijo Jack - es nuestra oportunidad para escapar.
¿Escapar? - le pregunto Eliza confundida - ¿Por qué?
¿Cómo que porque? - exclamo Jack - acabas de matar a un hombre, si la policía te atrapa, seguro que te pudrirás en la cárcel.
¿Matar? - Eliza se volteo y miro a Terry tendido en el piso y todo lleno de sangre - No, él no puede estar muerto.
Esta muerto y tú lo mataste, así que vamonos - le dijo Jack, tomándola del brazo y saliendo con ella hacia la calle.
¡Albert! Háblame por favor - decía Samantha arrodillada y con la cabeza de él sobree sus piernas Albert abrió los ojos
¿Sam?
¡ALBERT! - grito Samantha de alegría, mientras lo besaba
¿Qué paso? - pregunto Albert mientras se levantaba del suelo con la ayuda de Samantha.
Eliza le disparo a Terry, ella y Jack huyeron.
Albert, se acerco a Candy y le pregunto - ¿Cómo esta Terry?
Esta perdiendo mucha sangre, Albert debemos llevarlo cuanto antes al hospital
Albert se agacho, coloco un brazo por debajo de las piernas de Terry y otro en su espalda, lo levanto con mucho cuidado y se dirigió a su auto, seguido de Samantha y de Candy.
Mas tarde, en el apartamento de Jack Mc Person
Debemos irnos lo más pronto posible Eliza - decía Jack, mientras metía su ropa en una vieja maleta - tengo amigos en los muelles, ellos nos pueden subir a un barco de carga que salga con rumbo a Sudamérica, haya nadie podrá encontrarnos.
¿Un barco de carga? - pregunto Eliza, reaccionando al fin - ¿Quién te crees que soy yo?, acaso se te olvida que pertenezco a una de las familias más antiguas y acaudaladas de América.
No entiendo Eliza ¿Qué quieres decir con eso? - le pregunto Jack confundido.
¿De verdad que no entiendes? - le contesto Eliza arrogante (volvía a ser ella otra vez) - Tú crees que una persona de mi posición social, se va a embarcar en un sucio carguero con un tipo como tú, que es tan pobre que no tiene ni donde caerse muerto.
Si eso es lo que piensas de mí, Eliza ¿Por qué te me acercaste - le pregunto Jack con rabia y apretando los puños con fuerza, intentando controlarse.
¿No es obvio querido? - le respondió Eliza con burla - Yo quería eliminar a Candy y casarme con Adrián. Lamentablemente esta vez no pudo ser - termino diciendo, encogiendo los hombros, mientras se dirigía hacia la puerta.
¿Adónde crees que vas? - le pregunto Jack molesto
A mi casa, por supuesto
Se te olvida que mataste a un hombre
¿Y? Mi familia se encargara de todo, les diremos a la policía que tu me obligaste - le contesto Eliza sonriendo cínicamente.
Todas ustedes son iguales - dijo Jack furioso, acercándose poco a poco a Eliza - Solo por que tienen dinero creen que pueden hacer con nosotros lo que quieran y luego botarnos a la basura.
Eliza asustada intento alejarse de Jack, pero el logro atraparla antes de que cruzara la puerta. Ella intentó soltarse, pero Jack era mas fuerte y la golpeo en la cara, arrojándola sobre la cama - Ahora me las van a pagar.
¿Que les pareció el capitulo? Y no se preocupen que aun no he terminado con Eliza.
Quiero agradecerle a Khristina, que a pesar te todo el trabajo que tiene, puede dedicarme unos minutos de su tiempo para revisar mi trabajo.
Amaly; Espero que te haya gustado. Y ya empecé a escribir el último cap. Ya sé que me vas a decir que ya lo tengo escrito, pero solo tengo la última pagina. Tal vez de aquí a Diciembre lo termine. (.
Loly
Por Loly Sayol
Capitulo XIII
La Locura
Albert despertó, lo hizo de pronto, sintiéndose asustado, como si hubiera sufrido una pesadilla. Al cabo de un momento, recordó el motivo de su inquietud. Todo lo que había pasado el día anterior volvió a su mente. Giro la cabeza y respiro aliviado, no había sido un sueño... ahí junto a él estaba Sam.
¡Por culpa de Eliza casi pierdo a Samantha! - pensó angustiado.
Se movió con cuidado a fin de no despertarla y así poder contemplarla. El corazón le empezó a latir más rápido al admirar su hermoso rostro. Samantha yacía acostada a su lado y su negra cabellera esparcida por la almohada como una cascada. Contemplo su boca de labios sensuales, que tantas veces y con avidez le habían besado anoche. Deseaba sentir su sabor nuevamente, pero se contuvo, quería seguir contemplando un poco mas su rostro delicado, parecía una muñeca de porcelana.
Era extraño poder verla así, Albert estaba maravillado, era la primera vez que despertaba a su lado y veía a una Samantha que jamás había conocido, en reposo con el rostro relajado y en paz. Normalmente Samantha estaba animada, siempre sonriendo, solía hacer muecas cada vez que se sorprendía o reía, arrugaba la nariz y entornaba los ojos, cuando se molestaba. Su expresión más corriente era una mueca maliciosa, como la de una niña traviesa, sorprendida en plena travesura.
Albert no resistió mas la tentación, con sus dedos siguió el contorno de la nariz y suavemente paso sus dedos por los labios de ella, haciéndole cosquillas, Samantha al sentir el roce de los dedos de Albert en su rostro abrió los ojos.
Hola - murmuro y le sonrió.
Buenos días dormilona - le dijo Albert dándole un tierno beso en los labios.
Permanecieron juntos un rato, abrazados, medio adormilados, besándose de vez en cuando. De pronto ella paso una pierna por encima de la cadera de Albert, tomo su rostro entre las manos y lo beso al principio con timidez, pero sus besos se hacían cada vez más exigentes y comenzaron a hacer el amor, sin hablar. Samantha se coloco encima de el, dejando que el peso de su cuerpo reposara sobre el de Albert. Su piel húmeda se pego a la de él. Albert rodeo su pequeño cuerpo con los brazos y la penetro profundamente. Samantha supo que a él le llegaba el orgasmo y alzo la cabeza para mirarlo. Justo antes de sentir su furiosa embestida, Samantha lo beso en la boca. Luego ella emitió un suave y discreto gemido de placer. Samantha permaneció encima de él, con el rostro recostado sobre su pecho, medio dormida, mientras Albert le acariciaba el cabello.
Al cabo de un rato Samantha se movió, estiro su mano derecha, tanteando sobre las sabanas, buscando el cuerpo de su amante pero él ya no se encontraba a su lado, en eso sintió el aroma del café recién hecho, se levanto de la cama, contemplo su ropa toda esparcida por el piso de la habitación, diviso la camisa de Albert y en sus labios se dibujo una sonrisa traviesa, la recogió y se la puso. Cuando llego a la cocina encontró a Albert preparando el desayuno, estaba descalzo, solo con los pantalones puestos. Samantha contuvo la respiración al ver su musculosa espalda. Se acerco a él despacio y juguetona le rodeo la cintura, apoyando la mejilla en su espalda, le dijo casi en un susurro:
Prométeme que siempre será así.
Albert se volteo, la abrazo y después de darle un tierno beso en los labios le respondió
- Te lo prometo.
¡Soy tan feliz!, no quisiera que este día terminara - dijo Samantha cerrando los ojos y pensando en lo maravilloso que había sido, los dos juntos en la cama, abrazándose, besándose. Conociéndose mutuamente, como nunca lo habían hecho.
No acabará nunca - le aseguro Albert sonriendo, acercándola aun más a él - No lo permitiré - tomo el rostro de Samantha entre sus manos, la miro directo a los ojos - Samantha no puedo pasar un día más sin ti, por favor adelantemos la boda - le rogó suplicante.
Samantha bajo la mirada sin contestar. Albert se preocupo - ¿Qué haré si dice que no?- pensó angustiado, ya que todavía faltaban cinco meses para la boda.
¿Y si mi Madre y la Tía Elroy se oponen? - Al fin respondió Samantha.
¡No me importa! - le contestó Albert - si ellas o cualquier otro se oponen, entonces nos fugaremos.
¡ACEPTO! - le respondió Samantha abranzando a Albert aun más fuerte.
Albert la tomo de la cintura, la levanto y comenzaron a dar vueltas por la habitación felices.
Cuando terminaron de desayunar, Samantha se dirigió a la habitación, recogió sus ropas y comenzó a vestirse, pero cada vez que intentaba abotonarse la blusa, Albert juguetón, como si fuera un niño travieso, le desabrocha la blusa nuevamente y comenzaba a besarla en el cuello.
¡ALBERT! - exclamo Samantha intentado controlarse, ya que no quería que él se detuviera - tenemos que regresar, mi hermano debe de estar muy preocupado, preguntándose dónde pase la noche. Albert no quería detenerse, pero al final reconoció que Sam tenia razón, la beso apasionadamente y comenzó a vestirse el también.
Cogidos de la mano salieron de la cabaña, sintiéndose otra vez enamorados, como si fuera la primera vez que se declaraban su amor. De alguna manera, era como empezar de nuevo, menos en el hecho de que ya eran viejos amigos y ya no habría mas secretos entre ellos, que pudieran separarlos...
Cuando llegaron al Portal de la Rosas, se encontraron con Candy y Terry que acababan de llegar. Candy al ver a Albert corrió directo a sus brazos
¡Gracias Albert! - le dijo Candy rodeando con sus brazos el cuello de Albert y dándole un beso en la mejilla. Terry se acerco Tú lo planeaste todo con Robert ¿o me equivoco, Albert? - le pregunto Terry extendiendo una mano hacia Albert.
Albert le estrecho la mano y sonrió
- Ya que ustedes son tan tercos, alguien debía hacer algo.
¡Así que este es el famoso Terry Grandchester!, el actorcito que le ha dado tantos dolores de cabeza a Albert - comento con ironía Samantha, mirando inquisitiva a Terry de arriba abajo.
¡Perdón! - exclamo Terry confundido - ¿Quien será esta mujer? - pensó Terry, mirándola directamente a los ojos. Parecía un enfrentamiento, entre los ojos azul celeste de Terry contra la mirada penetrante de los ojos negros de Sam. ¿Quién ganaría esta pelea de voluntades?
He oído hablar mucho de ti..., que eres un rebelde..., siempre buscando peleas...
Candy miraba asombrada a Samantha
- No Samantha espera, tu estas equivocada, las cosas no son así.....
No trates de defenderlo Candy. La verdad es, que él solo es un niño mimado y por culpa de su falta de carácter y cobardía, tú no has podido ser feliz - Le recrimino Samantha.
Disculpe Señorita, Usted no me conoce y no creo que esto sea de su incumbencia - le contesto Terry cada vez más molesto. Sin embargo Samantha apenas estaba empezando...
Escúchame bien jovencito, todo lo que le pase a Candy, le afecta a Albert y por lo tanto, a mí. Por lo que veo, Candy ha decidido darte otra oportunidad, pero te lo advierto, si vuelves hacerla sufrir, té las veras conmigo. ¡Té quedo claro!.
¡Vamos cariño! - dijo Albert acercándose a Samantha, tratando de calmarla.
¡Estoy esperando su respuesta! Sr. Grandchester.
Terry se quedo un momento mirando desafiante a Samantha y al final respondió
- No se preocupe Señorita, amo a Candy más que a mi vida y le
aseguro que tengo el propósito de hacerla muy feliz. Ahora puede
decirme ¿Quién es usted?, para hablarme de esa forma.
¡Este temible ogro! - le respondió Albert sonriendo y abrazando a Sam - es Samantha Sthepanos Anderson, mi prometida y tú futura suegra.
¡Futura suegra! - exclamo Terry sorprendido, llevándose una mano a la cabeza - y yo que creía que esta vez me iba a salvar de tener una suegra.
¡JA! - se rió Samantha - no solo una, sino que tendrás cuatro o se olvidan de la Srta. Pony, la Hermana María y la más terrible de todas la Sra. Elroy. Ya me imagino la cara que va a poner cuando se entere que Candy esta saliendo con un actor de Broadway.
¡La Tía Elroy! - exclamo Candy preocupada - me había olvidado de ella.
Tranquilos chicos, no se preocupen por la Tía Elroy, estará tan ocupada cuando le diga que hemos decidido adelantar la boda, que no tendrá tiempo para molestarlos - les respondió Albert guiñándoles un ojo.
¡Adelantan la boda! - exclamo Candy sorprendida
Que tal si para celebrar que estamos los cuatro juntos, vamos a cenar esta noche - les propuso Albert - y tu cariño, no seas tan dura con Terry.
Esta bien mi amor - dijo Samantha volteándose hacia Albert sonriéndole - Te pido me perdones Terry - acercándose a él y colocando las manos sobre los hombros de Terry e inclinándose para darle un beso en la mejilla - lo que te dije es cierto, cuida mucho a Candy. No te conviene tenerme de enemiga - le susurro al oído, para que solo él pudiera escucharla.
¡Vaya con la noviecita que se busco Albert! - pensó Terry mientras veía como Samantha se abrazaba coqueta a Albert - Pero los dos queremos lo mismo, así que estoy seguro que con el tiempo nos llevaremos muy bien, Samantha.
Entonces, todo esta arreglado - ¿te esperamos esta noche para cenar?, Terry
Cuenta conmigo Albert
Bien me tengo que ir - dijo Samantha despidiéndose de todos
Nos vemos esta noche mi amor - le respondió Albert, dándole un beso de despedida y acompañándola hasta el auto.
¡Bueno Pecosa!, yo también tengo que irme
¡CÓMO QUE PECOSA! - le grito Candy molesta - sabes muy bien que no me gusta que me llames así.
Terry se acerco a Candy y tomando la cara de ella entre sus manos, le dijo casi en un susurro
- Me gustas más cuando te enojas, Srta. Pecas. - y la beso apasionadamente.
De repente, comenzó a sentirse un dulce aroma en el aire, provenía de las Dulce Candy, las rosas que Anthony con tanto amor había cultivado en honor a Candy y un rayo de luz ilumino a la joven pareja. Candy se separo de Terry, se acerco a las rosas y con delicadeza acaricio los pétalos de una flor, su mente rememoro la imagen de Anthony, su tierna sonrisa, esa sonrisa que estaba diciendo que siguiera hacia delante siempre, porque la vida sigue... y justo en ese momento a Candy le pareció escuchar que el viento le murmuraba al oído - ¡Sé feliz Candy! - una lagrima se deslizo por su mejilla y Terry le pregunto preocupado
¿Pasa algo Candy? - y ella le respondió
No, todo esta bien - Candy levanto los ojos hacia el cielo y sonrió - Gracias Anthony, te prometo que seré feliz... cuando te perdí sentí que ya nunca podría volver a sentir algo similar, pero me equivoqué, la vida me dio una segunda oportunidad que casi se me va de las manos, pero ahora me aferrare a ella... Anthony, tú siempre estarás en mi corazón.
----------oooooooooo----------
Cuando Albert entro en la mansión se encontró con George y le pidió que lo acompañara a la biblioteca.
George por favor, llama a los Leegan y diles que quiero verlos aquí de inmediato y que traigan a Eliza con ellos.
Enseguida Albert, ¿Ocurrió algo?
¡Todavía no! - le contesto Albert - por favor puedes también avisarle a la Tía Elroy que necesito hablar con ella.
¡No hace falta George! - dijo la Tía Elroy entrando a la biblioteca, se veía muy molesta, ya que se había dado cuenta que tanto Albert como Candy no habían pasado la noche en la mansión - Aquí estoy William ¿Se puede saber donde te habías metido? y ¿Por qué estas mandando a llamar a los Leegan?.
Por favor Tía siéntese y George, en cuanto lleguen los Leegan los haces pasar y no quiero que nadie nos moleste.
No hay problema Sr. Andrew - le contesto George saliendo de la biblioteca y cerrando la puerta.
Una hora después, los Leegan habían llegado. Eliza estaba intrigada, la Tía Erloy se veía muy molesta y ni siquiera le había correspondido, cuando la saludo.
¿Albert habrá encontrado a Samantha con Jack? - se preguntaba Eliza y en sus labios se dibujo una sonrisa de satisfacción, imaginándose la escena.
¿Se puede saber porque nos han llamado con tanta urgencia? - le pregunto el Sr. Leegan
Quiero decirles que de ahora en adelante, Eliza tiene prohibida la entrada tanto en Lakewood como en mis otras propiedades, además le informare al resto de la familia, que si quieren que yo asista a las fiestas o reuniones del Clan Andrew, no deberán invitarla - les contesto fríamente Albert.
¡QUE! - grito Eliza, después de un momento de duda pues se había quedado petrificada, no podía dar crédito a lo que estaba escuchando - Mami él no puede hacerme eso ¿Verdad?
¡Claro que no querida! - le respondió Sarah Leegan.
Como cabeza del Clan Andrew, puedo hacerlo y lo haré - dijo Albert desafiante.
¡Pero! Si haces eso, toda la sociedad lo sabrá y Eliza no será invitada a ninguna fiesta no solo en Chicago, sino en todas partes y así no podrá conseguir un buen partido para casarse - le contesto Sarah angustiada
¡PAPA! No puedes permitirlo, tienes que detenerlo - le grito Eliza colgándose de su cuello.
Tranquila hija - le contesto el Sr. Leegan - Ya sabia yo que no se podía dejar en manos de alguien tan joven, el patrimonio Andrew. Convocare a toda la familia y te aseguro que ya no serás mas el Presidente del Clan Andrew - termino diciendo el Sr. Leegan amenazante.
¡Por mi no hay problema! - le respondió Albert - estoy seguro que cuento con el apoyo del Sr. Brower y de los Cornwell, ya que no están muy complacidos por la forma en que usted a manejado ciertos asuntos de la familia en mi ausencia y además creo que la Tía Elroy también estará de mi lado - volteándose hacia ella - ¿O me equivoco Tía?
Tienes todo mi apoyo William, No entiendo como pude ser tan ciega y haberme dejado engañar todo este tiempo por Eliza.
¡PERO TIA! - volvió a gritar Eliza al verse acorralada.
Y por cierto, no creo que al resto de la familia le agrade saber que por culpa de Eliza, casi se anula mi matrimonio con Samantha, ya que tienen muchas esperanzas que con dicho enlace, el Sr. Adriano Sthepanos haga negocios con el Clan Andrew - termino diciendo Albert, cruzando los brazos sobre su pecho y mirando triunfante a Eliza - ¡No te esperabas esto Eliza! Creíste que con tus engaños y mentiras lograrías separarnos.
¡QUE! - grito el Sr. Leegan levantándose de la silla y tomando a Eliza de los hombros sacudiéndola - Dime que no es verdad, hija.
Yo..... - Eliza no sabia que decir - ¿Casi se anula? - pensaba, su plan no había dado resultado y peor que eso, estaba siendo expulsada de la familia Andrew.
Otra cosa, si Eliza intenta hacer algo en contra de Candy ò de Samantha - les advirtió Albert - me veré obligado a anular todos los negocios que los Andrew tienen con los Leegan.
Les recomiendo que saquen a Eliza de Chicago, eso seria lo mejor para todos - dijo la Tía Elroy
¡NO PUEDEN HACERME ESO! - grito Eliza histérica - yo también soy una Andrew
¡Será nuestra ruina social! - dijo Sarah Leegan colocando su mano sobre la frente y fingiendo un desmayo.
Me iré a mi alcoba, ya estoy muy vieja para este tipo de disgustos - exclamo la Sra. Elroy, justo cuando se iba a levantar, le dio un mareo y casi se cae.
Albert corrió hacia ella para ayudarla
- Lo siento mucho Tía Elroy. Sarah espero que cuando yo regrese,
ustedes ya se hayan marchado - termino diciendo Albert mientras salía
de la biblioteca, con la Sra. Elroy colgada de su brazo.
¿Eliza que has hecho? - le pregunto el Sr. Leegan dejándose caer en un sillón abatido.
¡Pero Papá....!. no puedes permitir que me hagan eso... - dijo Eliza con los ojos bañados en lagrimas - te juro que nada es verdad... seguro que fue esa bastarda de Candy que les lleno la cabeza de mentiras al Tío William y a la Tía Elroy. ¡Mamá! - la llamo Eliza y tomándola de las manos - tú me conoces, tú sabes que yo no seria capaz de hacer eso.....
Eliza, yo..... - dijo la Sra. Leegan liberando sus manos de las de Eliza y volteando el rostro hacia el otro lado, ya que no podía ver a su hija a la cara.
¡YA BASTA! Eliza - le grito furioso el Sr. Leegan levantándose del sillón - Nos has arruinado o acaso no sabes, que sin el apoyo del apellido Andrew, los Leegan no somos nadie.
¡Pero Papá!, tienes que creerme.....
¡HE DICHO QUE BASTA! - le volvió a gritar el Sr. Leegan y tomándola del brazo, la llevo a rastras fuera de la mansión - Vamonos para la casa a recoger tus cosas, ya que mañana mismo te vas a nuestra casa en Florida.
Mas tarde en casa de la familia Sthepanos, Adrián se encontraba en la sala revisando el correo cuando ve a Samantha que esta llegando de la calle.
¡Vaya hermanita! ¿Qué horas son estas de llegar? - dijo Adrián burlón, disimulando hábilmente que había pasado toda la noche sin dormir, preocupado. Debido a que Albert no le había dicho por que se iba del teatro con tanta urgencia y al llegar a la casa y darse cuenta que Samantha no estaba, temía que algo malo le hubiese pasado.
No fastidies Adrián - le contesto Samantha pasando a su lado.
¡Oye! Espera un momento - dijo el muchacho agarrandola del brazo - ¿Dónde has estado?
¡Eso es asunto mío! - le respondió Samantha intentando soltarse.
Si no me lo dices, llamare a Papá a Nueva York y le contare que pasaste la noche fuera de la casa.
¡Esta bien! - dijo Samantha resignada - Estuve con Albert.
¿Con Albert? - exclamo el muchacho asombrado - ¿Estuvieron juntos toda la noche?
Adrián no pongas esa cara de santurrón que no té queda, además los dos somos mayores de edad y pronto nos vamos a casar - le replico la chica un poco molesta.
¿Eso quiere decir que Ustedes ya se contentaron? - le pregunto Adrián dibujando una gran sonrisa en su rostro.
Samantha coloco una mano sobre la mejilla de Adrián y sonriendo se la pellizco
- Si hermanito, nos contentamos y no solo eso, hemos decidido
adelantar la boda. Ahora sé buen niño y déjame tranquila que tengo
mucho sueño - termino diciendo Samantha mientras subía las escaleras.
Espera Sami, aquí hay una carta para ti- le dijo el muchacho entregándole el sobre.
¿Una carta? - Samantha tomo el sobre y lo miro - ¡Qué extraño!, solo tiene mi nombre escrito, pero no dice quien lo manda - pensó Samantha intrigada mientras abría el sobre y leía la carta.
1. Srta. S.S. Anderson;
Por sus artículos me he dado cuenta que ha usted le
preocupa mucho los niños desamparados, por eso me he tomado el
abuso de pedirle si puede hacer algo para ayudar a un grupo de
niños que están siendo explotados en una fabrica.
Si usted viera la forma en que tratan a esos pobres niños,
los hacen trabajar todo el día, casi no les dan de comer y el lugar
donde duermen esta infestado de ratas y no les dejan ni siquiera
salir a jugar.
Por favor le pido que los ayude. La fabrica queda al sur
de la ciudad, entre la calle 52 y la 13, en el No. 200.
Una amiga
Adrián se preocupo al ver la cara que ponía su hermana, mientras leía la carta - ¿Qué dice la carta Sami? ¿Pasa algo malo?
¿Ummm? Samantha dejo de leer y levanto la vista hacia su hermano - No te preocupes es una nota del periódico. Me voy a cambiar de ropa, tengo que salir - le contesto la chica corriendo hacia a su habitación.
¡El periódico! - exclamo Adrián encogiendo los hombros - mas vale que Albert se acostumbre, a Samantha se le olvida todo, cuando tiene una historia entre las manos.
----------oooooooooo----------
Mientras en la residencia Leegan
Me importa un comino que él viva en el piso de arriba - gritaba Eliza al teléfono - más vale que suba y le diga que Eliza Leegan quiere hablar con él, si no iré ahora mismo y haré un escándalo en ese mugroso edificio - ¿Quien se creen que son, para tratarme así? Ya lo verán, todos me la van a pagar - pensaba Eliza cada vez más furiosa
Mi querida Eliza, que alegría oír tu voz
SE PUEDE SABER DONDE HAS ESTADO - gritaba Eliza histérica a Jack
¿Pero cariño, que te ocurre? - le decía Jack meloso
¿QUÉ... ¿QUÉ ME PASA?, SE PUEDE SABER QUE PASO ANOCHE ENTRE TU Y LA ODIOSA DE SAMANTHA.
Ahh... eso.... - exclamo Jack riendo - Ya me parecía a mí, que no era casualidad que Andrew se apareciera en mi apartamento. ¿Fuiste tú la que le aviso? Verdad Eliza
¿Y QUE SI FUI YO? , ¿O ACASO PENSASTES QUE NO ME IBA A ENTERAR DE TU TRAICIÓN? - le contesto Eliza gritando cada vez mas alto.
Bueno.... para empezar.... será mejor que dejes de gritarme, a menos que quieras que todo el mundo se entere de nuestra conversación.
Eliza se paralizo y se dio cuenta que Jack tenia razón, dejo el teléfono sobre la mesa y comenzó a revisar, por si alguien la había estado escuchado. Satisfecha se acerco al teléfono y le dijo a Jack - Esta bien, ya me calme.
¡Bien! Ahora se puede saber que paso
Te informo que Samantha y Albert aun están juntos, y además han decidido adelantar la boda y por tu culpa he sido expulsada de la familia Andrew y mi Padre me va a enviar a Florida. ¿Así que vas hacer para ayudarme?
¿Yo? ¿Por qué tendría que ayudarte? - le contesto Jack burlón
Pues yo podría hablar con el Tío William sobre alguno de tus negocios, estoy segura que él estaría muy interesado - le dijo Eliza amenazante.
Esta bien cariño, te ayudare como un favor muy especial. ¿Pero que quieres que haga?
Debes hacer algo para evitar esa boda
Por ahí no hay problema, les tengo un regalito de bodas a esos dos - dijo Jack mientras tocaba la herida que Samantha le había hecho en la cara con el estuche de las joyas.
Quiero que Candy desaparezca de una vez por todas - le ordeno Eliza - No quiero que ella y Terry estén juntos.
Eso si que será un poco más difícil querida Eliza... Si quieres yo puedo secuestrarla, pero tú tendrás que hacer el resto.
Eliza se quedo pensativa y de repente en su rostro se dibujo una sonrisa siniestra. Si alguien la hubiese visto en ese momento, vería el rostro de una demente - Esta bien acepto, pero hay que hacerlo esta noche.
No te preocupes, dime donde puedo encontrar a Candy y cuando este en mis manos te aviso.
Si no esta en la mansión, seguramente estará en el Hospital Sta. Juana ò en esa mugrosa Clínica de la que te hable.
Bien, espera mi llamada - Jack colgó el teléfono y sonrió - Ya veras Andrew te daré donde más te duele y tú Eliza, a partir de hoy estarás en mis manos
Cuando Jack salió a la calle, vio a un hombre que estaba recostado en la pared del edificio, leyendo un periódico, Jack paso a su lado y disimuladamente se fijo en su rostro - Podría jurar que a este tipo ya lo he visto antes - Pensó Jack - cruzo la calle y se fijo que el hombre hacia lo mismo - ¡Me esta siguiendo! ¿Será algún polizonte? - Jack comenzó a caminar más rápido y vio que el hombre hacia lo mismo, repentinamente Jack se metió en un callejón, saco una pistola que tenia guardada en su chaqueta y se escondió, para así poder sorprenderlo. Cuando el hombre entro al callejón no vio a Jack por ningún lado, se acerco a una puerta para ver si estaba abierta y en ese momento Jack le salto encima y sin darle tiempo a reaccionar, le dio un fuerte golpe en la cabeza con el arma. Cuando Jack lo iba a revisar para ver quien era, una mujer que vio desde su ventana lo que había pasado, empezó a gritar y Jack no tuvo mas remedio que salir huyendo.
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En Lakewood
¡ALBERT! ¡ALBERT!
¿Qué ocurre George? - le pregunto Albert al ver a George que salía de la biblioteca llamándolo a gritos.
Me acaba de llamar el Detective Patherson - le dijo George todo agitado - Mc Person se les escapo.
¿QUÉ? - grito Albert - No entiendo, ¿Cómo que se les escapo?
Parece que Jack descubrió que lo seguían, le tendió una trampa a uno de los hombres de Patherson y lo hirió.
¿Esta muy grave?
Lo golpeo con una pistola en la cabeza, la herida es profunda, pero se recuperara.
Esto no me gusta nada - dijo Albert preocupado - Por favor George, toma el auto y ve a buscar a Candy, ella salió hace rato a la Clínica del Dr. Martín.
¿Tú crees que el seria capaz de hacerle daño?
No me extrañaría nada - le respondió Albert, acercándose a su escritorio y agarrando el teléfono - Mientras ese tipo este suelto y Eliza siga en la Ciudad, no me quiero arriesgar.
Bien - le contesto George, pero cuando llegaba a la puerta se detuvo y volteo a preguntarle a Albert - ¿Y la Srta. Samantha?.
En este momento voy a llamarla para avisarle - le respondió Albert mientras le pedía a la operadora que le comunicara con la casa de la familia Sthepanos - ¡Ah! George - Le llamo Albert - pasa también por Terry, tenemos que ponerlo al tanto de la situación
George asintió y salió corriendo de la biblioteca.
Es William Albert Andrew - decía Albert al teléfono - me podría comunicar con la Srta. Samantha.
Lo siento Sr. Andrew, pero la Señorita salió hace media hora
¿Quién es Charles? - le preguntaba Adrián al mayordomo.
Es el Sr. Andrew que quiere hablar con la Srta. Samantha, joven.
Deja que yo lo atiendo - le dijo el muchacho tomando el teléfono - Y bien cuñado, creo que me debes una explicación - le dijo Adrián bromeando.
Adrián ¿Dónde esta Samantha?
No lo sé exactamente - le contesto Adrián, extrañado por la forma tan seca que Albert le hablo - esta mañana llego un sobre para ella, no tenia remitente y cuando lo leyó salió corriendo diciendo que era algo del periódico.
¿Una carta sin remitente? - le pregunto Albert cada vez más angustiado.
¿Qué pasa Albert? - le pregunto Adrián preocupado al escuchar el tono de voz de Albert.
Jack Mc Person desapareció.
¿CÓMO ES POSIBLE... - grito Adrián aferrando con fuerza el teléfono.
No se como, pero descubrió que lo seguían y ahora no lo encuentran por ningún lado - le respondió Albert - por favor Adrián averigua con los del periódico si ellos saben donde esta Samantha, no me gusta nada ese asunto del sobre sin remitente.
No te preocupes Albert, salgo inmediatamente para allá y te aviso lo que averigüe.
Estaré esperando tu llamada - Albert se despidió de su cuñado y colgó el teléfono, se acerco a la ventana - ¿Dónde estarás mi amor? - Se pregunto angustiado.
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Al otro lado de la ciudad, un figura caminaba con cautela entre las sombras, de vez en cuando miraba por sobre su hombro para revisar que nadie la estuviera siguiendo, se acerco a una puerta, jalo la manija y la puerta se abrió - ¿Qué extraño?, no esta cerrada con llave - pensó y por un momento dudo si entrar o no, al fin se decidió y sin hacer ruido entro en el edificio, estaba vació, se veía que hacia mucho tiempo que no se usaba - ¿Me abre equivocado de dirección? - se preguntaba, de repente le pareció escuchar un gemido, como si alguien estuviera pidiendo ayuda, casi no se oía, siguió el llanto hasta una puerta y la abrió.
¡CANDY! - grito Samantha al ver a la chica en el suelo amarrada y amordazada, ¿Qué te paso? Qué haces aquí? Candy - le preguntaba Samantha, mientras desamarraba a la chica.
Candy haciendo un gran esfuerzo por hablar le contesto
- Estaba en camino de la Clínica del Dr. Martín, cuando un niño
se me acerco y me dijo que a su padre lo habían asaltado y estaba mal
herido. Yo le dije que fuéramos a buscar al Dr. Martín, el pobre chico
no quiso, estaba muy asustado, temía que tardáramos mucho y su padre
muriese, así que decidí ir con él, pero cuando llegamos al callejón
donde los habían atacado, no había nadie, me voltee para preguntarle
al chico si estaba seguro que ese era el lugar y el niño había
desaparecido. De repente, no sé de donde salió, un hombre me salto
encima y mientras me sujetaba a la fuerza con una mano, con la otra me
colocaba un pañuelo en mi cara, reconocí el olor, era cloroformo, hice
lo posible por no respirar y luche para poder escapar, pero ya era
demasiado tarde. Cuando desperté, me encontré en este sucio lugar y
amarrada - termino diciendo, mientras masajeaba sus adoloridas
muñecas, ya que las cuerdas le habían hecho daño.
¿Pudiste ver el rostro de ese hombre? - le pregunto Samantha, ayudándola a levantarse.
No, me sorprendió por la espalda y no pude verlo.
¡Nos volvemos a encontrar! mi querida Samantha
Samantha sintió un escalofrió que le recorrió toda la espalda al reconocer al dueño de esa voz, se volvió rápidamente, para enfrentarse cara a cara con un Jack Mc Person que le sonreía burlonamente desde la puerta
- ¿Qué quieres ahora? - le pregunto Samantha, sin dejar de mirar
el arma con la que Jack las esta apuntando.
Lo mismo de siempre mi querida Samantha - le contesto Jack, acercándose a ella y acariciando su rostro con una mano - A ti.
Samantha se alejo de él con asco, diciéndole
- Si es a mí a quien quieres, entonces deja marchar a Candy.
Qué mas quisiera yo, que complacer tus deseos - le respondió Jack meloso - pero hay una persona interesada en esta chica y no puedo faltar a mi palabra.
¡Palabra!, desde cuando un pillo como tú tiene palabra.
¡Augh! Eso me dolió - dijo Jack, colocando una mano sobre su pecho - ¿Cómo puedes pensar así de mí, yo que siempre te he tratado como un caballero.
Déjate de payasadas Jack, en cualquier momento notaran nuestra ausencia - Samantha se acerco y le advirtió - No sabes con quien té estas metiendo Jack ...
¡Qué miedo! - se burlo Jack - Será mejor que corra a esconderme, ya que seguro tu noviecito entrara en cualquier momento y me dará una paliza - termino diciendo soltando una gran carcajada, mientras salía de la habitación y cerraba la puerta con llave.
¡No digas después, que no te lo advertí Jack! ..... exclamo Samantha con tristeza.
Todo saldrá bien Samantha - le dijo Candy colocando una mano sobre su hombro para darle ánimos - estoy segura que Albert nos encontrara muy pronto.
Samantha tomo la mano de su amiga y le respondió
- Eso espero Candy.....
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Gracias Señorita, estoy en deuda con Usted - dijo Albert colgando el teléfono. Abrió un cajón del escritorio y saco una pistola, reviso que estuviera cargada, se la guardo en un bolsillo de la chaqueta y salió a toda prisa de la mansión. Cuando se disponía a subirse a su auto, vio como se acercaba a toda velocidad un auto. Se detuvo a su lado y de el solo se bajaron George y Terry, Albert les pregunto angustiado
¿Dónde esta Candy?.
Candy nunca llego a la Clínica - le respondió George.
Albert se quedo mirando a George intentando asimilar la noticia y lo que significaba, se volteo y le dijo a Terry - no podemos perder mas tiempo, Terry entra a mi auto - Albert se subió al auto y antes de arrancar se dirigió hacia George, diciéndole - Avísale al Detective Patherson que Samantha y Candy han desaparecieron.
¿Samantha...? - George quería preguntarle sí Adrián había llamado, pero ya era demasiado tarde, el auto ya había partido.
¿Albert lo que me contó George sobre Eliza y ese tal Mc Person, es verdad? - le preguntaba Terry.
Me temo que si Terry, lo peor es que creo ellos tienen algo que ver con la desaparición de Samantha y Candy.
¿A dónde vamos Albert?
Una de las mucamas de los Leegan me llamo y me dijo que Eliza había salido a toda prisa de la casa, justo después de haber recibido una llamada muy extraña de un hombre.
¿Y tu piensas que podremos alcanzarla?
Eso espero, mi auto es más veloz que el de ella y solo hay un camino hacia la ciudad... - Albert no había terminado de hablar, cuando a lo lejos divisaron un auto.
¡Mira Albert! - le grito Terry - será esa Eliza
¡Sí! ¡Lo logramos! - exclamo Albert eufórico - ahora solo debemos tener cuidado que Eliza no sé de cuenta que la estamos siguiendo. Estoy seguro que ella nos llevara a donde tienen a las chicas.
Ya llevaban casi una hora siguiendo a Eliza, Terry no entendía como Albert hacia para mantenerse tan calmado, si fuera por él, la hubieran detenido hace tiempo y obligado a decirles el paradero de Candy y Samantha (La verdad era que ni el mismo Albert entendía como podía estar tan calmado, sentía que todo era solo una pesadilla y que pronto despertaría al lado de Samantha). Cuando Terry estaba a punto de decirle a Albert que detuvieran a Eliza, vieron como Eliza estacionaba el auto al lado de un edificio que parecía abandonado. Albert estaciono su auto en un callejón oscuro cerca del edificio, para que así no pudieran verlos. Eliza se bajo de su auto y entro al edificio. Albert y Terry se bajaron al mismo tiempo y corrieron hacia el edificio.
Albert se asomo por una ventana, la luz era muy tenue y casi no se podía ver nada, de repente una puerta se abrió y una luz ilumino dos figuras. Albert reconoció a Eliza y a Jack Mc Person, Albert le hizo una seña a Terry para que se asomara también por la ventana.
¿Son ellos? - le pregunto Terry
¡Sí! Las chicas deben estar en esa habitación - le contesto Albert - Voy a investigar si hay alguna otra entrada al edificio, debemos tener cuidado, Jack esta armado y es muy peligroso.
Bien, yo me quedare aquí vigilando, por si ellos salen - le dijo Terry - ten mucho cuidado.
No te preocupes - Albert saco la pistola de su chaqueta y le dijo - pero te lo advierto desde ahora, Jack Mc Person es mío.
Dentro del edificio.
Espero que estén cómodas - les dijo Eliza en tono burlón
¡ELIZA! - exclamo Candy asombrada
Así que eras tú la que estaba detrás de todo esto, Eliza ¿Por qué será que no me extraña? - dijo Samantha mirando a Eliza con ira.
Yo te advertí Samantha que no te convenía tenerme de enemiga - le contesto Eliza.
Y yo te dije que jamás pondré mi felicidad por sobre la de mi hermano - le contesto desafiante Samantha, acercándose cada vez más a Eliza.
No entiendo como has podido caer tan bajo - le dijo Candy - ¿Acaso estas loca?
¡Cómo te atreves! - le respondió Eliza dándole una cachetada a Candy.
Samantha iba a defender a Candy cuando una mano aferró su brazo
- ¡Quieta Samantha! - dijo Jack jalándola hacia él.
¡SUÉLTAME! - le grito Samantha
Tú y yo tenemos asuntos pendientes que arreglar mi querida Samanta - le respondió Jack mientras la obligaba a caminar hacia la puerta.
¡Un momento Jack! - exclamo Eliza - ¿A dónde crees que vas?.
Mi trabajo aquí ya termino mi querida Eliza - le contesto Jack.
NO PUEDES IRTE - le grito Eliza histérica - TIENES QUE AYUDARME A ELIMINAR A CANDY
Tú sabes muy bien que eso no era parte del trato.....
Si no lo haces, iré con el Tío William y le contare todo a la policía....
Jack se quedo mirando a Eliza, sus ojos brillaban como los de un gato en la oscuridad y se notaba que hacia un gran esfuerzo por controlarse. De repente se dibujo una sonrisa en su rostro y le contesto
- ¿Y que se supone que les vas a decir? ¿Cómo planeaste secuestrar
a Samantha y a Candy? ò ¿Cómo me pediste que matara a la pupila del
Sr. Andrew?.
ERES UN BASTARDO - volvió a gritarle Eliza histérica.
Mientras Eliza y Jack discutían, Candy diviso una figura que se movía sigilosamente hacia ellos, el corazón le dio un vuelco cuando reconoció a Albert. Este se dio cuenta que ella lo había visto y le hizo una seña para que guardara silencio. Candy asintió con la cabeza, pero ya era demasiado tarde, Jack se había dado cuenta y se volteo hacia donde miraba Candy, sorprendiendo a Albert.
Será mejor que te quedes donde estas Andrew - dijo Jack agarrando a Samantha por la cintura y apuntándole con el arma.
Terry vio que Albert estaba en problemas, logro entrar al edificio sin que lo vieran y se escondió, esperando la menor oportunidad para poder ayudar a Albert...
Si no quieres que mate a tú prometida, será mejor que sueltes la pistola - le ordeno Jack, colocando el arma en el rostro de Samantha.
¡No le hagas daño! - exclamo Albert, mientras dejaba caer su pistola al piso.
Ahora dale una patada con el pie y levanta las manos.
Albert hizo lo que le pedía Jack y la pistola fue a dar debajo de una mesa.
¡Eres un tonto! - se rió Jack mientras apuntaba su arma hacia Albert - ¡Hasta nunca Andrew!
¡NO! - grito Samantha agarrando con ambas manos la pistola y luchando con Jack para evitar que hiriera a Albert. Jack arrojo al suelo a Samantha, apunto hacia Albert y le disparo.
Albert se arrojo al suelo justo a tiempo. Cuando Jack iba a disparar nuevamente, sintió que algo lo golpeaba con fuerza en la mano, haciendo que soltara el arma. Jack se volteo a ver quien había sido y vio a Terry que aferraba una tabla con las dos manos. Jack se tiro al piso y agarro la pistola, pero no pudo disparar, ya que el golpe había dañado el gatillo del arma. Terry se disponía a darle otro golpe a Jack cuando escucho que Albert le gritaba.
¡TERRY!
Terry volteo hacia Albert y lo miro sin comprender.
Te dije que Mc Person, era mío - le contesto Albert
Terry asintió y se dirigió hacia las chicas para ver si no estaban heridas.
Ahora Mc Person, esto es entre tú y yo - le dijo Albert acercándose a Jack con los puños en posición de pelea.
Será un placer Andrew - le contesto Jack levantándose del piso y lanzándole a Albert un golpe directo a la cara. Albert se agacho y lo golpeo en el estomago, haciendo que Jack botara el aire de los pulmones. Jack se recupero y se lanzo hacia Albert, agarrandolo por la cintura y estrellándolo contra la pared.
Como todos estaban pendientes de la pelea entre Albert y Jack, se habían olvidado de Eliza. Cuando ella vio a Candy y Terry juntos, sintió como si algo estallaba en su cabeza y fue a buscar la pistola de Albert, la recogió del suelo y se dirigió hacia Candy.
ESTO ES LO QUE DEBI HABER HECHO HACE TIEMPO - Grito Eliza apuntando con el arma a Candy.
Eliza, por favor suelta el arma - le rogó Terry angustiado.
¡TU NO ENTIENDES! - volvió a gritar Eliza - ANTHONY ESTA MUERTO POR SU CULPA.
Eliza eso no es verdad - exclamo Candy con lagrimas en los ojos.
NO TE CONFORMASTES CON QUITARME EL AMOR DE ANTHONY - gritaba Eliza cada vez mas trastornada - SINO QUE TAMBIEN TENIAS QUE QUITARME A TERRY.
Eliza dame el arma, por favor - le dijo Terry acercándose poco a poco a ella.
Terry ten cuidado - le rogó Candy.
¡NO! ELLA DEBE MORIR - grito Eliza, disparando el arma en contra de Candy.
¡NO! - grito Terry colocándose delante de Candy y recibiendo la bala en su lugar.
¡TERRY! - grito Candy al ver a Terry caer mal herido.
Albert escucho el disparo y el grito de Candy, se volteo para ver que pasaba. Jack aprovecho la distracción de Albert para lanzarle un puñetazo directo a la cara, el golpe fue tan fuerte que Albert salió lanzado contra unas sillas, golpeando la cabeza contra el piso y quedando inconsciente.
¡ALBERT! - grito Samantha, corriendo a su lado.
Eliza estaba petrificada, la pistola se deslizo de sus manos y cayo al suelo. Candy estaba llorando, tenia a Terry entre sus brazos y estaba tratando de evitar que se desangrara
- ¡Terry!... no... yo no quería hacerte daño - decía Eliza sin
poder creer lo que había pasado.
Vamonos Eliza - le dijo Jack - es nuestra oportunidad para escapar.
¿Escapar? - le pregunto Eliza confundida - ¿Por qué?
¿Cómo que porque? - exclamo Jack - acabas de matar a un hombre, si la policía te atrapa, seguro que te pudrirás en la cárcel.
¿Matar? - Eliza se volteo y miro a Terry tendido en el piso y todo lleno de sangre - No, él no puede estar muerto.
Esta muerto y tú lo mataste, así que vamonos - le dijo Jack, tomándola del brazo y saliendo con ella hacia la calle.
¡Albert! Háblame por favor - decía Samantha arrodillada y con la cabeza de él sobree sus piernas Albert abrió los ojos
¿Sam?
¡ALBERT! - grito Samantha de alegría, mientras lo besaba
¿Qué paso? - pregunto Albert mientras se levantaba del suelo con la ayuda de Samantha.
Eliza le disparo a Terry, ella y Jack huyeron.
Albert, se acerco a Candy y le pregunto - ¿Cómo esta Terry?
Esta perdiendo mucha sangre, Albert debemos llevarlo cuanto antes al hospital
Albert se agacho, coloco un brazo por debajo de las piernas de Terry y otro en su espalda, lo levanto con mucho cuidado y se dirigió a su auto, seguido de Samantha y de Candy.
Mas tarde, en el apartamento de Jack Mc Person
Debemos irnos lo más pronto posible Eliza - decía Jack, mientras metía su ropa en una vieja maleta - tengo amigos en los muelles, ellos nos pueden subir a un barco de carga que salga con rumbo a Sudamérica, haya nadie podrá encontrarnos.
¿Un barco de carga? - pregunto Eliza, reaccionando al fin - ¿Quién te crees que soy yo?, acaso se te olvida que pertenezco a una de las familias más antiguas y acaudaladas de América.
No entiendo Eliza ¿Qué quieres decir con eso? - le pregunto Jack confundido.
¿De verdad que no entiendes? - le contesto Eliza arrogante (volvía a ser ella otra vez) - Tú crees que una persona de mi posición social, se va a embarcar en un sucio carguero con un tipo como tú, que es tan pobre que no tiene ni donde caerse muerto.
Si eso es lo que piensas de mí, Eliza ¿Por qué te me acercaste - le pregunto Jack con rabia y apretando los puños con fuerza, intentando controlarse.
¿No es obvio querido? - le respondió Eliza con burla - Yo quería eliminar a Candy y casarme con Adrián. Lamentablemente esta vez no pudo ser - termino diciendo, encogiendo los hombros, mientras se dirigía hacia la puerta.
¿Adónde crees que vas? - le pregunto Jack molesto
A mi casa, por supuesto
Se te olvida que mataste a un hombre
¿Y? Mi familia se encargara de todo, les diremos a la policía que tu me obligaste - le contesto Eliza sonriendo cínicamente.
Todas ustedes son iguales - dijo Jack furioso, acercándose poco a poco a Eliza - Solo por que tienen dinero creen que pueden hacer con nosotros lo que quieran y luego botarnos a la basura.
Eliza asustada intento alejarse de Jack, pero el logro atraparla antes de que cruzara la puerta. Ella intentó soltarse, pero Jack era mas fuerte y la golpeo en la cara, arrojándola sobre la cama - Ahora me las van a pagar.
¿Que les pareció el capitulo? Y no se preocupen que aun no he terminado con Eliza.
Quiero agradecerle a Khristina, que a pesar te todo el trabajo que tiene, puede dedicarme unos minutos de su tiempo para revisar mi trabajo.
Amaly; Espero que te haya gustado. Y ya empecé a escribir el último cap. Ya sé que me vas a decir que ya lo tengo escrito, pero solo tengo la última pagina. Tal vez de aquí a Diciembre lo termine. (.
Loly
