La vida ofrece te una 2da. Oportunidad
Por
Chriztina Lopez y Loly Sayol
Epílogo
Segunda Oportunidad
Han pasado cinco años, Albert y Samantha, invitaron a Candy y a Terry a pasar las navidades con toda la familia en Lakewood.
El Sr. Albert quería venir a buscarlos Sra. Grandchester – Se disculpo George, mientras colocaba las maletas en el auto – pero no se atreve dejar sola a la Sra. Samantha.
¡George! Cuantas veces tengo que decirte que me llames por mi nombre – se quejo Candy.
Discúlpeme Sra. Grand..... Candy
Así esta mejor – le sonrió Candy mientras subía al auto.
No entiendo - preguntaba Terry – Todavía me acuerdo cuando Albert se reía de Archie, cuando su esposa estaba esperando y él actúa igual que su sobrino o peor.
No te burles Terry – lo regaño Candy – acuérdate que tú te comportabas igual, cuando nació nuestra hija.
Sí, ya lo sé. Pero cualquiera diría que se porta como un Padre primerizo – se defendió Terry jugando con la pequeña que ya tenia dos años y su cabello era tan rubio como el de su madre y sus ojos brillaban como dos pequeñas esmeraldas cada vez que Terry le hacia alguna morisqueta para hacerla reír.
Candy miro a su esposo y sonrió, estaba segura que si tuvieran otro bebe, Terry se comportaría con ella de la misma forma sobre protectora que Albert lo hacia con Samantha. Candy hurgó en su bolso y saco un sobre.
¿Y eso? – le pregunto curioso Terry
Es la carta que me envió Neal – le respondió la chica – Quiero mostrársela a Albert.
¿Neal? ¿El hermano de la loca? – se burlo Terry
No seas malo – lo regaño Candy
¿Acaso dije alguna mentira? – se defendió el muchacho – Han pasado cinco años y todavía se cree que eres tú, además se la pasa todo el día hablando sola ¡Anthony esto... Anthony aquello... Si eso, no es estar loco, no sé que lo será – Termino diciendo mientras le mostraba un juguete a la pequeña Jazmín.
Candy prefirió dejar el tema así y comenzó a leer la carta que Neal le había enviado.
Mi querida Candy;
Siento mucho todo lo que paso, no te había escrito antes, debido a
que me sentía culpable. Si, ya sé que me dirás que yo no soy
responsable por los actos de mi hermana, pero realmente nunca pensé
que Eliza estuviera tan mal y no dejo de pensar que si yo hubiese
estado a tú lado, tal vez, la historia seria otra. Sé que jamás me
lo perdonare y doy gracias a Dios que no te paso nada y que Terry
logro salvarse.
Como pasa el tiempo y como cambian las personas, si antes alguien
me hubiese dicho que yo rezaría por la salud de Terry, seguro que
me hubiera reído ò como mínimo le habría partido la cara. Y sabes,
eso se lo debo a dos personas, una eres tú, que me enseño la dicha
de poder amar, aun sin ser correspondido y la segunda......
bueno.... de ella te quería hablar.
Había tomado la costumbre de caminar después de cenar, pero una
noche en especial, cuando me di cuenta, mis pasos me habían
llevado delante de un teatro, no sé porque, ni sabia de que trataba
la obra, ni quienes eran los actores, pero sentí un impulso
repentino y decidí entrar a verla. Cuándo se apagaron las luces y
se corrió el telón, fue cuando la vi, ¡tan hermosa!, su largo
cabello iluminado por los reflectores, brillaba como si fueron los
rayos dorados del amanecer, me sentía como hechizado, no lograba
apartar mis ojos de los suyos, no entendía bien por qué, pero al
final lo reconocí, sus ojos reflejaban ese sentimiento de tristeza
y soledad que se había vuelto mi eterno compañero, era como verme
reflejado en su mirada.
Cuando termino la obra, literalmente corrí hacia su camerino, el
portero no me quería dejar pasar, al final, introduje mi mano en un
bolsillo de mi pantalón y saque unos billetes, no sé cuanto dinero
era, solo sé que se los di todos, con tal de que me dejara pasar,
el hombre sonrió con avaricia y me señalo una puerta al fondo del
pasillo, ese era su camerino y sin decir más me dejo pasar.
Cuándo me encontraba delante de la puerta, de repente mis piernas
comenzaron a flaquear, todo mi cuerpo temblaba de miedo ¿Quién me
creía que era yo? ¿Cómo podía pensar que un ángel como ella podría
fijarse en mí?, No me atreví a llamar, al final la puerta se
abrió. Era ella, me pregunto que quería y yo no sabia que
contestarle, me quede mudo, solo podía contemplar sus hermosos
ojos. De repente, ella también reconoció ese sentimiento de
tristeza y soledad que nos unía, me sonrió y me pidió si podía
acompañarla a dar un paseo. Aun sin poder pronunciar palabra
alguna, le ofrecí mi brazo y salimos del teatro. Fuimos a un parque
cercano, encontramos un banco al lado de un pequeño lago, nos
sentamos y empezamos a hablar.
Cuando nos dimos cuenta, ya había amanecido, pero ninguno de los
dos quería decir adiós, esa noche había sido mágica y no queríamos
que terminara, ya que nos habíamos dado cuenta que los dos nos
sentíamos igual y que juntos lograríamos superar nuestras penas y
espantaríamos de nuestros corazones, la soledad.
Ella fue la que me animo a escribirte esta carta. Quiero que le
digas a Terry que ya no se preocupe por ella, que no le guarda
ningún rencor, ya que Susana y yo, nos amamos, somos felices y
les deseamos a Uds. que también sean felices.
Con amor
Neal Leegan y Susana Marlow Leegan
Candy termino de leer y guardo la carta en su bolso – espero que sean felices – le comento a Terry.
No entiendo que le vio a ese tipo – le contesto Terry molesto
Candy sonrió y le respondió
– Cualquiera diría que estas celoso
- ¿Yo? ¿Celoso de ese tipo...?
Candy no le respondió, ya que acababan de llegar a Lakewood y Albert que los había estado esperando, bajo corriendo de dos en dos los escalones de la entrada, abrió la puerta del auto y ayudo a Candy a bajar.
Que bueno que pudieron venir – sonrió Albert abrazando a Candy.
Amenace con renunciar, si Robert no me daba unas semanas de vacaciones – le respondió Terry bajando del auto – además le prometí que trabajaría en la obra y le asegure que estaría lista, para cuando regresáramos.
Mi Terry se ha vuelto un gran escritor – comento Candy orgullosa
Sí, pero es muy agotador – se quejo Terry – No se como deje que Robert y tú me convencieran, yo soy actor, no escritor.
Candy miro a Albert y le guiño un ojo, ella sabia que por mucho que
Terry se quejara, realmente le apasionaba tanto escribir como actuar y
no lo cambiaria por nada.
Albert le devolvió el guiño y se acerco a Terry
- Aquí esta mi linda Princesita – exclamo Albert agarrando a la
pequeña de los brazos de su Padre y levantándola por sobre su
cabeza.
Bienvenidos – los saludo Samantha desde el portal de la mansión.
Mas vale que esta vez tengas una niña – le advirtió Terry, ayudando a George a cargar el equipaje – si no, Albert se encargara de malcriar a la mía.
Aunque la tengan, Albert de todas formas lo hará – contesto Candy saludando a Samantha - ¿Y mi ahijado donde esta?
Será mejor que te prepares – le aviso Albert
¿Qué ocurre?
Stear fabrico unas gaitas para los niños y se han pasado toda la semana ensayando – se quejo Albert - Creo que preferiría que la Tía Elroy, se mudara a vivir con nosotros de nuevo a tener que soportar otro días más ese ruido.
Creo que aun estamos a tiempo de tomar el tren de vuelta a Nueva York – bromeo Terry haciendo como que volvía a meter el equipaje en el auto.
No digas tonterías – le regaño Candy, rescatando a su hija de los brazos de Albert y junto con Samantha, entraron a la Mansión.
Cuando se encontraban en el hall de entrada, de uno de los salones salió un pequeño de unos cuatro años, tenia los ojos azules y el cabello rubio. Candy estaba asombrada, el niño cada día se parecía más a su Padre.
¡TIA CANDY! – grito el niño brincando de alegría, en cuanto la vio.
¡William! ¡Pero que grande estas! – lo saludo Candy con una gran sonrisa.
¿Quién es? – le pregunto el pequeño curioso, señalando a la niña que Candy llevaba en brazos.
Candy se agacho y se la mostró
¿No te acuerdas? Es Jazmín, mi hija. – la pequeña comenzó a inquietarse, y se echo a llorar. William, intentó calmar a la niña haciendo una mueca graciosa, lo cual funcionó, pues enseguida Jazmín comenzó a reír. William se acercó al oído de Jazmín y le murmuró algo que nadie mas pudo escuchar, y la pequeña lo miro como si entendiera.
William corrió a refugiarse en los brazos de su padre, quien lo recibió
encantado. Albert lo levantó y le dio un beso en la mejilla, al
acunarlo en sus brazos le pregunto en secreto para que nadie mas
pudiera escuchar:
1. ¿Qué le dijiste a la pequeña Jazmín para que se calmara? – William
se sonrojó mientras contestaba a su padre
2. Le dije que no llorara, porque de seguro se ve mas linda sonriendo
1. ¿Y crees que haya entendido?
1. Sí papá, lo sé porque enseguida comenzó a reír – Albert echo a reír
mientras sentía todo el paso de los años con tales palabras.
La tarde transcurrió tranquila, mientras se contaban los últimos por menores de sus vidas, y entre broma y broma, recordaban el pasado y lo mezclaban con su presente, intentando discernir el futuro.
La pequeña Jazmín jugaba en la alfombra cerca de la mesa en donde sus padres y tíos continuaban platicando, de pronto llego William, había estado en el jardín jugando junto con sus primos; y ahora entraba con las mejillas ensendidas y sonriente. Todos se le quedaron viendo al pequeño quien, escondidas detrás de él llevaba varias rosas, que había cortado del jardín. Le dio una a su mamá, quien a cambio le dio un sonoro beso en las mejillas, después continuo con su tía Candy quien también lo premio con un beso en su frente y varios dulces, sin embargo aun llevaba una mas en la mano.
- Tía, ¿puedes guardar esta para Jazmín? – Candy sonrió, mientras
que todos los demás miraban al niño con incredulidad, pero a William
pareció no importarle y fue a sentarse cerca de la pequeña
Todos guardaron silencio mientras observaban al pequeño, Candy de pronto recordó a Anthony, su mente pareció traicionarla al imaginar que William era Anthony.
El pequeño William se quedo mirando fijamente a Jazmín, todos miraron al pequeño mientras una interrogación se formaba en el ambiente... Albert reconoció esa mirada... la misma del pequeño Anthony, la misma de él cuando.... el pequeño William sonrió de repente, se les acerco, tomo la pequeña mano de la niña entre las suyas; Jazmín también lo miró y le sonrió, la pequeña niña había heredado esa sonrisa brillante y cautivadora de su madre... Candy y Albert sintieron que estaban viendo una escena conocida, una escena que se había perdido en el tiempo pero que seguía viva en sus recuerdos.
- Cuando yo sea grande, me casare con ella.- Exclamó, mientras
depositaba un tierno beso en la mejilla de la nena.
Candy y Albert se miraron, Albert le guiño un ojo a Candy y una sonrisa de complicidad se escapo de sus labios.
¿FIN?
¿Les gusto?, espero que sí...............
Quiero agradecerle de todo corazón a mi querida amiga y Co-escritora Chriztina que me haya acompañado a lo largo de este año, su guía y consejo fue como una luz entre las tinieblas que se formaban en mi PC. Gracias Chriztina por ser mi amiga y perdona las loqueras que habrás tenido que leer y tachar, de esta aprendiz de escritora.
Cuando empecé este fic, sinceramente, nunca creí poder terminarlo y ahora un año después, aquella terrible palabra de tres letras "¿FIN?" apareció al fin. ¿Por qué la coloque entre signos de interrogación? Como todos saben soy Albertfan desde la punta de mis cabellos hasta la medula de los huesos y siempre he creído que Albert y Candy al final terminaran juntos..... Pero.... Como esta historia es mía y no de Mizuki.... ¿Por qué Candy debía quedarse con Albert? Y nosotras las Albertfans ¿Dónde quedábamos?.
Así que en honor de todas aquellas chicas que se enamoraron de ese guapo y noble vagabundo, que soñaron viajar por el mundo a su lado y desearon oír de sus labios "Eres mas linda cuando ríes que cuando lloras".... Decidí crear a Samantha, así ella podría recrear todos nuestros sueños y fantasías.
Y como Albertfan al fin, en un rinconcito de mi corazón Albert y Candy volverán estar juntos y su amor florecerá a través de sus hijos Jazmín y William...........
Un fuerte abrazo y gracias a todas aquellas lindas personas que durante este año siguieron con mucha paciencia cada capitulo.
Loly P.D. Si les gustan los fics de Candy Candy, aquí les dejo las direcciones de los grupos donde podran encontrar las historias mas hermosas, escritas por sus fans. Pueden verlas en: http:// Y Y Y Y http://pub45.bravenet.com/forum/show.php?usernum=3860042391
Por
Chriztina Lopez y Loly Sayol
Epílogo
Segunda Oportunidad
Han pasado cinco años, Albert y Samantha, invitaron a Candy y a Terry a pasar las navidades con toda la familia en Lakewood.
El Sr. Albert quería venir a buscarlos Sra. Grandchester – Se disculpo George, mientras colocaba las maletas en el auto – pero no se atreve dejar sola a la Sra. Samantha.
¡George! Cuantas veces tengo que decirte que me llames por mi nombre – se quejo Candy.
Discúlpeme Sra. Grand..... Candy
Así esta mejor – le sonrió Candy mientras subía al auto.
No entiendo - preguntaba Terry – Todavía me acuerdo cuando Albert se reía de Archie, cuando su esposa estaba esperando y él actúa igual que su sobrino o peor.
No te burles Terry – lo regaño Candy – acuérdate que tú te comportabas igual, cuando nació nuestra hija.
Sí, ya lo sé. Pero cualquiera diría que se porta como un Padre primerizo – se defendió Terry jugando con la pequeña que ya tenia dos años y su cabello era tan rubio como el de su madre y sus ojos brillaban como dos pequeñas esmeraldas cada vez que Terry le hacia alguna morisqueta para hacerla reír.
Candy miro a su esposo y sonrió, estaba segura que si tuvieran otro bebe, Terry se comportaría con ella de la misma forma sobre protectora que Albert lo hacia con Samantha. Candy hurgó en su bolso y saco un sobre.
¿Y eso? – le pregunto curioso Terry
Es la carta que me envió Neal – le respondió la chica – Quiero mostrársela a Albert.
¿Neal? ¿El hermano de la loca? – se burlo Terry
No seas malo – lo regaño Candy
¿Acaso dije alguna mentira? – se defendió el muchacho – Han pasado cinco años y todavía se cree que eres tú, además se la pasa todo el día hablando sola ¡Anthony esto... Anthony aquello... Si eso, no es estar loco, no sé que lo será – Termino diciendo mientras le mostraba un juguete a la pequeña Jazmín.
Candy prefirió dejar el tema así y comenzó a leer la carta que Neal le había enviado.
Mi querida Candy;
Siento mucho todo lo que paso, no te había escrito antes, debido a
que me sentía culpable. Si, ya sé que me dirás que yo no soy
responsable por los actos de mi hermana, pero realmente nunca pensé
que Eliza estuviera tan mal y no dejo de pensar que si yo hubiese
estado a tú lado, tal vez, la historia seria otra. Sé que jamás me
lo perdonare y doy gracias a Dios que no te paso nada y que Terry
logro salvarse.
Como pasa el tiempo y como cambian las personas, si antes alguien
me hubiese dicho que yo rezaría por la salud de Terry, seguro que
me hubiera reído ò como mínimo le habría partido la cara. Y sabes,
eso se lo debo a dos personas, una eres tú, que me enseño la dicha
de poder amar, aun sin ser correspondido y la segunda......
bueno.... de ella te quería hablar.
Había tomado la costumbre de caminar después de cenar, pero una
noche en especial, cuando me di cuenta, mis pasos me habían
llevado delante de un teatro, no sé porque, ni sabia de que trataba
la obra, ni quienes eran los actores, pero sentí un impulso
repentino y decidí entrar a verla. Cuándo se apagaron las luces y
se corrió el telón, fue cuando la vi, ¡tan hermosa!, su largo
cabello iluminado por los reflectores, brillaba como si fueron los
rayos dorados del amanecer, me sentía como hechizado, no lograba
apartar mis ojos de los suyos, no entendía bien por qué, pero al
final lo reconocí, sus ojos reflejaban ese sentimiento de tristeza
y soledad que se había vuelto mi eterno compañero, era como verme
reflejado en su mirada.
Cuando termino la obra, literalmente corrí hacia su camerino, el
portero no me quería dejar pasar, al final, introduje mi mano en un
bolsillo de mi pantalón y saque unos billetes, no sé cuanto dinero
era, solo sé que se los di todos, con tal de que me dejara pasar,
el hombre sonrió con avaricia y me señalo una puerta al fondo del
pasillo, ese era su camerino y sin decir más me dejo pasar.
Cuándo me encontraba delante de la puerta, de repente mis piernas
comenzaron a flaquear, todo mi cuerpo temblaba de miedo ¿Quién me
creía que era yo? ¿Cómo podía pensar que un ángel como ella podría
fijarse en mí?, No me atreví a llamar, al final la puerta se
abrió. Era ella, me pregunto que quería y yo no sabia que
contestarle, me quede mudo, solo podía contemplar sus hermosos
ojos. De repente, ella también reconoció ese sentimiento de
tristeza y soledad que nos unía, me sonrió y me pidió si podía
acompañarla a dar un paseo. Aun sin poder pronunciar palabra
alguna, le ofrecí mi brazo y salimos del teatro. Fuimos a un parque
cercano, encontramos un banco al lado de un pequeño lago, nos
sentamos y empezamos a hablar.
Cuando nos dimos cuenta, ya había amanecido, pero ninguno de los
dos quería decir adiós, esa noche había sido mágica y no queríamos
que terminara, ya que nos habíamos dado cuenta que los dos nos
sentíamos igual y que juntos lograríamos superar nuestras penas y
espantaríamos de nuestros corazones, la soledad.
Ella fue la que me animo a escribirte esta carta. Quiero que le
digas a Terry que ya no se preocupe por ella, que no le guarda
ningún rencor, ya que Susana y yo, nos amamos, somos felices y
les deseamos a Uds. que también sean felices.
Con amor
Neal Leegan y Susana Marlow Leegan
Candy termino de leer y guardo la carta en su bolso – espero que sean felices – le comento a Terry.
No entiendo que le vio a ese tipo – le contesto Terry molesto
Candy sonrió y le respondió
– Cualquiera diría que estas celoso
- ¿Yo? ¿Celoso de ese tipo...?
Candy no le respondió, ya que acababan de llegar a Lakewood y Albert que los había estado esperando, bajo corriendo de dos en dos los escalones de la entrada, abrió la puerta del auto y ayudo a Candy a bajar.
Que bueno que pudieron venir – sonrió Albert abrazando a Candy.
Amenace con renunciar, si Robert no me daba unas semanas de vacaciones – le respondió Terry bajando del auto – además le prometí que trabajaría en la obra y le asegure que estaría lista, para cuando regresáramos.
Mi Terry se ha vuelto un gran escritor – comento Candy orgullosa
Sí, pero es muy agotador – se quejo Terry – No se como deje que Robert y tú me convencieran, yo soy actor, no escritor.
Candy miro a Albert y le guiño un ojo, ella sabia que por mucho que
Terry se quejara, realmente le apasionaba tanto escribir como actuar y
no lo cambiaria por nada.
Albert le devolvió el guiño y se acerco a Terry
- Aquí esta mi linda Princesita – exclamo Albert agarrando a la
pequeña de los brazos de su Padre y levantándola por sobre su
cabeza.
Bienvenidos – los saludo Samantha desde el portal de la mansión.
Mas vale que esta vez tengas una niña – le advirtió Terry, ayudando a George a cargar el equipaje – si no, Albert se encargara de malcriar a la mía.
Aunque la tengan, Albert de todas formas lo hará – contesto Candy saludando a Samantha - ¿Y mi ahijado donde esta?
Será mejor que te prepares – le aviso Albert
¿Qué ocurre?
Stear fabrico unas gaitas para los niños y se han pasado toda la semana ensayando – se quejo Albert - Creo que preferiría que la Tía Elroy, se mudara a vivir con nosotros de nuevo a tener que soportar otro días más ese ruido.
Creo que aun estamos a tiempo de tomar el tren de vuelta a Nueva York – bromeo Terry haciendo como que volvía a meter el equipaje en el auto.
No digas tonterías – le regaño Candy, rescatando a su hija de los brazos de Albert y junto con Samantha, entraron a la Mansión.
Cuando se encontraban en el hall de entrada, de uno de los salones salió un pequeño de unos cuatro años, tenia los ojos azules y el cabello rubio. Candy estaba asombrada, el niño cada día se parecía más a su Padre.
¡TIA CANDY! – grito el niño brincando de alegría, en cuanto la vio.
¡William! ¡Pero que grande estas! – lo saludo Candy con una gran sonrisa.
¿Quién es? – le pregunto el pequeño curioso, señalando a la niña que Candy llevaba en brazos.
Candy se agacho y se la mostró
¿No te acuerdas? Es Jazmín, mi hija. – la pequeña comenzó a inquietarse, y se echo a llorar. William, intentó calmar a la niña haciendo una mueca graciosa, lo cual funcionó, pues enseguida Jazmín comenzó a reír. William se acercó al oído de Jazmín y le murmuró algo que nadie mas pudo escuchar, y la pequeña lo miro como si entendiera.
William corrió a refugiarse en los brazos de su padre, quien lo recibió
encantado. Albert lo levantó y le dio un beso en la mejilla, al
acunarlo en sus brazos le pregunto en secreto para que nadie mas
pudiera escuchar:
1. ¿Qué le dijiste a la pequeña Jazmín para que se calmara? – William
se sonrojó mientras contestaba a su padre
2. Le dije que no llorara, porque de seguro se ve mas linda sonriendo
1. ¿Y crees que haya entendido?
1. Sí papá, lo sé porque enseguida comenzó a reír – Albert echo a reír
mientras sentía todo el paso de los años con tales palabras.
La tarde transcurrió tranquila, mientras se contaban los últimos por menores de sus vidas, y entre broma y broma, recordaban el pasado y lo mezclaban con su presente, intentando discernir el futuro.
La pequeña Jazmín jugaba en la alfombra cerca de la mesa en donde sus padres y tíos continuaban platicando, de pronto llego William, había estado en el jardín jugando junto con sus primos; y ahora entraba con las mejillas ensendidas y sonriente. Todos se le quedaron viendo al pequeño quien, escondidas detrás de él llevaba varias rosas, que había cortado del jardín. Le dio una a su mamá, quien a cambio le dio un sonoro beso en las mejillas, después continuo con su tía Candy quien también lo premio con un beso en su frente y varios dulces, sin embargo aun llevaba una mas en la mano.
- Tía, ¿puedes guardar esta para Jazmín? – Candy sonrió, mientras
que todos los demás miraban al niño con incredulidad, pero a William
pareció no importarle y fue a sentarse cerca de la pequeña
Todos guardaron silencio mientras observaban al pequeño, Candy de pronto recordó a Anthony, su mente pareció traicionarla al imaginar que William era Anthony.
El pequeño William se quedo mirando fijamente a Jazmín, todos miraron al pequeño mientras una interrogación se formaba en el ambiente... Albert reconoció esa mirada... la misma del pequeño Anthony, la misma de él cuando.... el pequeño William sonrió de repente, se les acerco, tomo la pequeña mano de la niña entre las suyas; Jazmín también lo miró y le sonrió, la pequeña niña había heredado esa sonrisa brillante y cautivadora de su madre... Candy y Albert sintieron que estaban viendo una escena conocida, una escena que se había perdido en el tiempo pero que seguía viva en sus recuerdos.
- Cuando yo sea grande, me casare con ella.- Exclamó, mientras
depositaba un tierno beso en la mejilla de la nena.
Candy y Albert se miraron, Albert le guiño un ojo a Candy y una sonrisa de complicidad se escapo de sus labios.
¿FIN?
¿Les gusto?, espero que sí...............
Quiero agradecerle de todo corazón a mi querida amiga y Co-escritora Chriztina que me haya acompañado a lo largo de este año, su guía y consejo fue como una luz entre las tinieblas que se formaban en mi PC. Gracias Chriztina por ser mi amiga y perdona las loqueras que habrás tenido que leer y tachar, de esta aprendiz de escritora.
Cuando empecé este fic, sinceramente, nunca creí poder terminarlo y ahora un año después, aquella terrible palabra de tres letras "¿FIN?" apareció al fin. ¿Por qué la coloque entre signos de interrogación? Como todos saben soy Albertfan desde la punta de mis cabellos hasta la medula de los huesos y siempre he creído que Albert y Candy al final terminaran juntos..... Pero.... Como esta historia es mía y no de Mizuki.... ¿Por qué Candy debía quedarse con Albert? Y nosotras las Albertfans ¿Dónde quedábamos?.
Así que en honor de todas aquellas chicas que se enamoraron de ese guapo y noble vagabundo, que soñaron viajar por el mundo a su lado y desearon oír de sus labios "Eres mas linda cuando ríes que cuando lloras".... Decidí crear a Samantha, así ella podría recrear todos nuestros sueños y fantasías.
Y como Albertfan al fin, en un rinconcito de mi corazón Albert y Candy volverán estar juntos y su amor florecerá a través de sus hijos Jazmín y William...........
Un fuerte abrazo y gracias a todas aquellas lindas personas que durante este año siguieron con mucha paciencia cada capitulo.
Loly P.D. Si les gustan los fics de Candy Candy, aquí les dejo las direcciones de los grupos donde podran encontrar las historias mas hermosas, escritas por sus fans. Pueden verlas en: http:// Y Y Y Y http://pub45.bravenet.com/forum/show.php?usernum=3860042391
