CAPÍTULO 2: LA ORDEN DE ATENA
-¿Qué pasa?- dijo Seiya. Todos los demás caballeros miraban a Mu, sorprendidos de su actitud.
-¡Mu!- gritó Saori enfadada- No puedo creerlo, ¡explica porque hiciste eso!-
Mu no respondió. Miraba a Cassandra como si se tratara de un malvado enemigo, como si fuera una serpiente venenosa a punto de morder, mientras ella seguía con la cabeza agachada, dejando que sus lágrimas corran. Esto siguió preocupando a los demás.
-Mu, contesta mi pregunta- dijo Saori, cruzando los brazos.
-Es fácil- dijo Mu, aún sin dejar de apretar el amuleto y el anillo en sus manos, y sin apartar la vista de la hechicera- le quité sus armas...-
-¿Qué quieres decir?- dijo Saori- ¿qué te da derecho a arrebatarle eso así? ¿por qué hiciste eso?-
-Porque estos amuletos son los que le dan sus poderes a las hechiceras- dijo Mu- y al quitárselos, no podrá hacer daño...-
-¿Y porqué se los quitas?-dijo Seiya- ¿no se suponía que la íbamos a ayudar?-
-¿Cómo puede ella hacernos daño?- dijo Shiryu.
-Esa bruja es peligrosa- dijo Mu, señalándola. Cassandra levantó la vista, también enfadada, a pesar de que estaba llorando unos instantes antes...
-¡Mu!- dijo Saori- no te permito que te comportes así...-
-Mu, es cierto- dijo Shun- tu no eres así...-
Mu no escuchaba. Se limitaba a mirar a la chica con odio, y seguía apretando el amuleto y el anillo en sus manos, como si quisiera romperlos.
-Mu- dijo Saori. Mu miraba a Saori con los brazos cruzados- ¿se puede saber que demonios sucede contigo?-
-Ella- dijo Mu- es la hija de la bruja Circe...-
-¿Circe?- dijo Saori- Circe es una hechicera que vive en la isla Eea. Espera- dijo de repente, como recordando algo- ¿Circe fue la que...?- Mu sólo asintió, y Saori comprendió el porqué del desprecio de éste hacia la joven.
-Circe...-murmuraron los caballeros dorados entre ellos, como recordando a alguien que ya conocían. Los caballeros de bronce, en cambio, no entendieron absolutamente nada; y se preguntaban en silencio quien sería esa Circe.
- ¿Es cierto eso?- Saori le preguntó. Cassandra asintió con tristeza.
-¿Y se puede saber qué hacías entrando así al Santuario?- dijo Mu- sabes que está prohibido...-
-Venía huyendo, si es que no te diste cuenta...-dijo ella con enojo.
-¿De quién?- preguntó Saori.
-¿Y a ustedes que más les da?- dijo ella- no es su problema...-
-Deberías tener más respeto, bruja- dijo Mu con desprecio- estás hablando con la diosa Atena...aunque a tu madre nunca le importó mucho obedecer a Atena, ¿verdad?-
-¡Mu!- gritó Saori, ahora también enojada. Cassandra, sin embargo, parecía otra vez asustada. Con esfuerzo se puso de rodillas a los pies de Saori y volvió a ponerse a llorar.
-Atena- dijo entre sollozos- lo siento mucho...-
-Pero, ¿qué hiciste?- dijo Saori, sorprendida.
-Mi madre...ella...ha hecho cosas...terribles...- dijo Cassandra sin dejar de llorar- lo siento...tanto...-
-Sé que fue lo que hizo tu madre- dijo Saori- todo lo que ha hecho...pero no sé que fue lo que hiciste tú...-
-Yo...nada...malo...- dijo ella. Mu dejó escapar una exclamación de incredulidad
-¿Y entonces porqué te perseguían?- preguntó Saori, ignorando a Mu.
-Por...- dijo Cassandra, vacilando- por...por lo que llevaba...hace un rato...-
-¿Y qué era lo que llevabas?- dijo Saori- ¿robaste algo?-
-¡No!- dijo ella.
-¿Entonces que era?- dijo Saori.
-Es que no puedo decirlo...-
-¿Porqué no?-
-Porque... porque la vida de otra persona depende de...de que no diga nada...- dijo Cassandra- por favor, déjenme ir...ya no los molestaré más...-
-Atena- dijo Mu- no puede dejarla ir...-
-¿Y porqué no?- preguntó Saori.
-Porque ya entró al Santuario y la vio. Tal vez todo esto es una trampa de Circe para atacar el Santuario... es muy probable que Circe la haya mandado...- contestó Mu.
-Eso no es cierto- dijo Cassandra- Circe no me mandó aquí...-
-Entonces, ¿porqué no nos dices que llevabas?- dijo Mu.
-¡Porque no puedo!- dijo ella.
-Yo le aconsejo-dijo Mu, dirigiéndose a Saori- que la retenga aquí para evitar alguna trampa-
-¡No!- dijo Cassandra con desesperación- debo irme cuanto antes...-
-¿A hacer qué?- le dijo Mu- ¿vas a correr hasta el Circeo y vas a decirle a tu madre como entrar al Santuario...?-
Cassandra, enfadada, se paró a pesar del dolor de su tobillo, y le dio una bofetada a Mu con la mano abierta. Todos la miraron sorprendidos.
-¡Cassandra!- dijo Seiya- ¿porqué hiciste eso?-
-Para ver si éste tonto reacciona- dijo ella enfadada. Luego se dirigió a Mu -Si tienes algún problema con mi madre, por favor métete directamente con ella y no conmigo...-
Mu se tocó la mejilla.
-Sabes bien que sí tengo un problema con Circe- dijo Mu- y por eso no me mirabas a los ojos... y no querías decir tu nombre, ¿verdad?- los caballeros de bronce lo recordaron muy bien: desde que escuchó el nombre de Mu, Cassandra lo miraba con miedo.
-¿Y tú que crees? Llevo años imaginando que pasaría el día que te conociera, Mu- dijo Cassandra- pero nunca imaginé que me juzgaras así... te creía más sabio, por todo lo que decía Circe de tu madre...-
Al escuchar esto, Mu se enfadó tanto que quería usar alguno de sus ataques contra ella, pero se contuvo.
-Ya veo que todas las brujas son iguales...- se limitó a decir.
Cassandra volvió a golpearlo.
-Ya te dije que me dejes en paz...deja de decirme bruja...- dijo Cassandra- recuerda que tu madre también lo era...- Mu no respondió, así que ella continuó -Lo que hizo mi madre no fue por mi culpa, ¿de acuerdo?-
-¡Claro que lo fue!- dijo Mu- tal vez tu no lo recuerdas, pero yo lo recuerdo con mucho dolor desde hace casi 17 años...- y, sin soportarlo más, salió.
Los caballeros dorados y Saori también salieron para decidir que harían, dejando a Cassandra con los caballeros de bronce.
Ella volvió a sentarse. Cruzó los brazos, aparentemente indiferente, pero tenía aún los ojos vidriosos.
-Disculpa- le dijo Shun- déjame vendarte el tobillo...-
-No es nada- dijo ella.
-Claro que sí- dijo Seiya- está muy inflamado. Deja que te ayudemos...-
-Gracias- dijo ella. Luego, recordó algo, y se echó a llorar de nuevo.
-Oye- dijo Seiya- ¿por qué lloras?-
-No me dejarán ir- dijo Cassandra- él se encargará de que no me dejen ir...-
-¿Porqué tienes tanta prisa?- dijo Shun- ¿a dónde quieres ir?-
-No lo sé...lejos de aquí...-dijo ella.
-Cassandra- dijo Shun- ¿de quien huyes?- Ella no respondió.
******************
Mientras tanto, los caballeros dorados decidían junto con Saori que iban a hacer.
-No podemos dejarla ir- dijo Afrodita- Mu tiene razón. Es probable que Circe la haya mandado aquí. Y si ella le dice algo a Circe...-
-Pero no podemos encerrarla o algo así- dijo Aioria- no sería justo, porque ella no ha hecho nada malo...-
-Claro que sí- dijo Mu- ella entró al Santuario sin permiso, a pesar de que está prohibido...-
-Pero porque la perseguían- dijo Milo.
-Eso es lo que dice ella- dijo Mu- tal vez no es verdad-
-Pero tal vez si- dijo Milo- debemos darle el beneficio de la duda... no necesariamente...-
-¡Es la hija de Circe!- interrumpió Mu- la hechicera más malvada de todas... ¿y ustedes me dicen que piensan en confiar en ella?-
Todos guardaron silencio por unos minutos.
-Podemos dejar que se quede aquí, mientras investigamos...- dijo Aioria- Mu puede cuidarla, es el que conoce mejor a las hechiceras-
-¡No!- dijo Mu, cruzando los brazos- yo no voy a...-
-Mu, es una orden- dijo Saori, terminando con la conversación- Cassandra se quedará en ese cuarto hasta que yo te ordene que la dejes ir...además, estarás a cargo de cuidar esos dos amuletos ¿de acuerdo?-
-Pero...- dijo Mu, pero Saori lo interrumpió.
-Que esta noche duerma así, y mañana traeré algo de ropa para ella - agregó Saori.
-Pero...-
-¿Vas a desobedecer?- dijo Saori- debo admitir que tu actitud hoy me sorprendió...- y sin decir más, Saori volvió a subir al templo de Atena. Los otros caballeros dorados también subieron a sus respectivas casas.
Mu entró a la habitación donde estaban Cassandra y los caballeros de bronce. Shun vendaba su pie lastimado, que seguía muy inflamado. Ella, sin embargo, abrazaba la rodilla de su pierna sana y tenía la cabeza hundida entre sus brazos.
-Te quedarás aquí- dijo Mu de mala gana- por orden de Atena-
-¿Qué?- dijo ella, levantando la cabeza- ¿porqué?-
-Porque ella quiere que te quedes hasta que investigue bien la razón por la que viniste- respondió Mu - mañana te traerá un cambio de ropa...-
-Te lo agradezco- dijo ella con sarcasmo- hiciste un buen trabajo en convencerla de dejarme aquí encerrada...-
-Créeme- dijo Mu- a mí no me gusta esto más que a ti...- miró a los caballeros de bronce- será mejor que salgan, porque voy a cerrar la puerta con llave-
Los cinco salieron y se fueron de ahí. Antes de cerrar la puerta, Mu se asomó.
-Vendré en la mañana-dijo Mu sin ganas- llámame si necesitas algo... -
Ella solo asintió con tristeza.
-Tu madre hizo muchas cosas malvadas- dijo Mu.
-Lo sé, no hace falta que lo digas- dijo ella, dándole la espalda- y ya que no quieres escucharme, déjame en paz-
-Como quieras- dijo Mu cerrando la puerta. Al cerrarla, escuchó que Cassandra volvió a comenzar su llanto y murmuraba para sí misma.
-Por favor...que no lo encuentren...por favor...-
CONTINUARÁ...
Chicos, espero que les esté gustando... Ya se que es muy raro lo de Mu, pero luego van a entender porqué... Cuídense, y manden sus reviews...
Abby L.
-¿Qué pasa?- dijo Seiya. Todos los demás caballeros miraban a Mu, sorprendidos de su actitud.
-¡Mu!- gritó Saori enfadada- No puedo creerlo, ¡explica porque hiciste eso!-
Mu no respondió. Miraba a Cassandra como si se tratara de un malvado enemigo, como si fuera una serpiente venenosa a punto de morder, mientras ella seguía con la cabeza agachada, dejando que sus lágrimas corran. Esto siguió preocupando a los demás.
-Mu, contesta mi pregunta- dijo Saori, cruzando los brazos.
-Es fácil- dijo Mu, aún sin dejar de apretar el amuleto y el anillo en sus manos, y sin apartar la vista de la hechicera- le quité sus armas...-
-¿Qué quieres decir?- dijo Saori- ¿qué te da derecho a arrebatarle eso así? ¿por qué hiciste eso?-
-Porque estos amuletos son los que le dan sus poderes a las hechiceras- dijo Mu- y al quitárselos, no podrá hacer daño...-
-¿Y porqué se los quitas?-dijo Seiya- ¿no se suponía que la íbamos a ayudar?-
-¿Cómo puede ella hacernos daño?- dijo Shiryu.
-Esa bruja es peligrosa- dijo Mu, señalándola. Cassandra levantó la vista, también enfadada, a pesar de que estaba llorando unos instantes antes...
-¡Mu!- dijo Saori- no te permito que te comportes así...-
-Mu, es cierto- dijo Shun- tu no eres así...-
Mu no escuchaba. Se limitaba a mirar a la chica con odio, y seguía apretando el amuleto y el anillo en sus manos, como si quisiera romperlos.
-Mu- dijo Saori. Mu miraba a Saori con los brazos cruzados- ¿se puede saber que demonios sucede contigo?-
-Ella- dijo Mu- es la hija de la bruja Circe...-
-¿Circe?- dijo Saori- Circe es una hechicera que vive en la isla Eea. Espera- dijo de repente, como recordando algo- ¿Circe fue la que...?- Mu sólo asintió, y Saori comprendió el porqué del desprecio de éste hacia la joven.
-Circe...-murmuraron los caballeros dorados entre ellos, como recordando a alguien que ya conocían. Los caballeros de bronce, en cambio, no entendieron absolutamente nada; y se preguntaban en silencio quien sería esa Circe.
- ¿Es cierto eso?- Saori le preguntó. Cassandra asintió con tristeza.
-¿Y se puede saber qué hacías entrando así al Santuario?- dijo Mu- sabes que está prohibido...-
-Venía huyendo, si es que no te diste cuenta...-dijo ella con enojo.
-¿De quién?- preguntó Saori.
-¿Y a ustedes que más les da?- dijo ella- no es su problema...-
-Deberías tener más respeto, bruja- dijo Mu con desprecio- estás hablando con la diosa Atena...aunque a tu madre nunca le importó mucho obedecer a Atena, ¿verdad?-
-¡Mu!- gritó Saori, ahora también enojada. Cassandra, sin embargo, parecía otra vez asustada. Con esfuerzo se puso de rodillas a los pies de Saori y volvió a ponerse a llorar.
-Atena- dijo entre sollozos- lo siento mucho...-
-Pero, ¿qué hiciste?- dijo Saori, sorprendida.
-Mi madre...ella...ha hecho cosas...terribles...- dijo Cassandra sin dejar de llorar- lo siento...tanto...-
-Sé que fue lo que hizo tu madre- dijo Saori- todo lo que ha hecho...pero no sé que fue lo que hiciste tú...-
-Yo...nada...malo...- dijo ella. Mu dejó escapar una exclamación de incredulidad
-¿Y entonces porqué te perseguían?- preguntó Saori, ignorando a Mu.
-Por...- dijo Cassandra, vacilando- por...por lo que llevaba...hace un rato...-
-¿Y qué era lo que llevabas?- dijo Saori- ¿robaste algo?-
-¡No!- dijo ella.
-¿Entonces que era?- dijo Saori.
-Es que no puedo decirlo...-
-¿Porqué no?-
-Porque... porque la vida de otra persona depende de...de que no diga nada...- dijo Cassandra- por favor, déjenme ir...ya no los molestaré más...-
-Atena- dijo Mu- no puede dejarla ir...-
-¿Y porqué no?- preguntó Saori.
-Porque ya entró al Santuario y la vio. Tal vez todo esto es una trampa de Circe para atacar el Santuario... es muy probable que Circe la haya mandado...- contestó Mu.
-Eso no es cierto- dijo Cassandra- Circe no me mandó aquí...-
-Entonces, ¿porqué no nos dices que llevabas?- dijo Mu.
-¡Porque no puedo!- dijo ella.
-Yo le aconsejo-dijo Mu, dirigiéndose a Saori- que la retenga aquí para evitar alguna trampa-
-¡No!- dijo Cassandra con desesperación- debo irme cuanto antes...-
-¿A hacer qué?- le dijo Mu- ¿vas a correr hasta el Circeo y vas a decirle a tu madre como entrar al Santuario...?-
Cassandra, enfadada, se paró a pesar del dolor de su tobillo, y le dio una bofetada a Mu con la mano abierta. Todos la miraron sorprendidos.
-¡Cassandra!- dijo Seiya- ¿porqué hiciste eso?-
-Para ver si éste tonto reacciona- dijo ella enfadada. Luego se dirigió a Mu -Si tienes algún problema con mi madre, por favor métete directamente con ella y no conmigo...-
Mu se tocó la mejilla.
-Sabes bien que sí tengo un problema con Circe- dijo Mu- y por eso no me mirabas a los ojos... y no querías decir tu nombre, ¿verdad?- los caballeros de bronce lo recordaron muy bien: desde que escuchó el nombre de Mu, Cassandra lo miraba con miedo.
-¿Y tú que crees? Llevo años imaginando que pasaría el día que te conociera, Mu- dijo Cassandra- pero nunca imaginé que me juzgaras así... te creía más sabio, por todo lo que decía Circe de tu madre...-
Al escuchar esto, Mu se enfadó tanto que quería usar alguno de sus ataques contra ella, pero se contuvo.
-Ya veo que todas las brujas son iguales...- se limitó a decir.
Cassandra volvió a golpearlo.
-Ya te dije que me dejes en paz...deja de decirme bruja...- dijo Cassandra- recuerda que tu madre también lo era...- Mu no respondió, así que ella continuó -Lo que hizo mi madre no fue por mi culpa, ¿de acuerdo?-
-¡Claro que lo fue!- dijo Mu- tal vez tu no lo recuerdas, pero yo lo recuerdo con mucho dolor desde hace casi 17 años...- y, sin soportarlo más, salió.
Los caballeros dorados y Saori también salieron para decidir que harían, dejando a Cassandra con los caballeros de bronce.
Ella volvió a sentarse. Cruzó los brazos, aparentemente indiferente, pero tenía aún los ojos vidriosos.
-Disculpa- le dijo Shun- déjame vendarte el tobillo...-
-No es nada- dijo ella.
-Claro que sí- dijo Seiya- está muy inflamado. Deja que te ayudemos...-
-Gracias- dijo ella. Luego, recordó algo, y se echó a llorar de nuevo.
-Oye- dijo Seiya- ¿por qué lloras?-
-No me dejarán ir- dijo Cassandra- él se encargará de que no me dejen ir...-
-¿Porqué tienes tanta prisa?- dijo Shun- ¿a dónde quieres ir?-
-No lo sé...lejos de aquí...-dijo ella.
-Cassandra- dijo Shun- ¿de quien huyes?- Ella no respondió.
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Mientras tanto, los caballeros dorados decidían junto con Saori que iban a hacer.
-No podemos dejarla ir- dijo Afrodita- Mu tiene razón. Es probable que Circe la haya mandado aquí. Y si ella le dice algo a Circe...-
-Pero no podemos encerrarla o algo así- dijo Aioria- no sería justo, porque ella no ha hecho nada malo...-
-Claro que sí- dijo Mu- ella entró al Santuario sin permiso, a pesar de que está prohibido...-
-Pero porque la perseguían- dijo Milo.
-Eso es lo que dice ella- dijo Mu- tal vez no es verdad-
-Pero tal vez si- dijo Milo- debemos darle el beneficio de la duda... no necesariamente...-
-¡Es la hija de Circe!- interrumpió Mu- la hechicera más malvada de todas... ¿y ustedes me dicen que piensan en confiar en ella?-
Todos guardaron silencio por unos minutos.
-Podemos dejar que se quede aquí, mientras investigamos...- dijo Aioria- Mu puede cuidarla, es el que conoce mejor a las hechiceras-
-¡No!- dijo Mu, cruzando los brazos- yo no voy a...-
-Mu, es una orden- dijo Saori, terminando con la conversación- Cassandra se quedará en ese cuarto hasta que yo te ordene que la dejes ir...además, estarás a cargo de cuidar esos dos amuletos ¿de acuerdo?-
-Pero...- dijo Mu, pero Saori lo interrumpió.
-Que esta noche duerma así, y mañana traeré algo de ropa para ella - agregó Saori.
-Pero...-
-¿Vas a desobedecer?- dijo Saori- debo admitir que tu actitud hoy me sorprendió...- y sin decir más, Saori volvió a subir al templo de Atena. Los otros caballeros dorados también subieron a sus respectivas casas.
Mu entró a la habitación donde estaban Cassandra y los caballeros de bronce. Shun vendaba su pie lastimado, que seguía muy inflamado. Ella, sin embargo, abrazaba la rodilla de su pierna sana y tenía la cabeza hundida entre sus brazos.
-Te quedarás aquí- dijo Mu de mala gana- por orden de Atena-
-¿Qué?- dijo ella, levantando la cabeza- ¿porqué?-
-Porque ella quiere que te quedes hasta que investigue bien la razón por la que viniste- respondió Mu - mañana te traerá un cambio de ropa...-
-Te lo agradezco- dijo ella con sarcasmo- hiciste un buen trabajo en convencerla de dejarme aquí encerrada...-
-Créeme- dijo Mu- a mí no me gusta esto más que a ti...- miró a los caballeros de bronce- será mejor que salgan, porque voy a cerrar la puerta con llave-
Los cinco salieron y se fueron de ahí. Antes de cerrar la puerta, Mu se asomó.
-Vendré en la mañana-dijo Mu sin ganas- llámame si necesitas algo... -
Ella solo asintió con tristeza.
-Tu madre hizo muchas cosas malvadas- dijo Mu.
-Lo sé, no hace falta que lo digas- dijo ella, dándole la espalda- y ya que no quieres escucharme, déjame en paz-
-Como quieras- dijo Mu cerrando la puerta. Al cerrarla, escuchó que Cassandra volvió a comenzar su llanto y murmuraba para sí misma.
-Por favor...que no lo encuentren...por favor...-
CONTINUARÁ...
Chicos, espero que les esté gustando... Ya se que es muy raro lo de Mu, pero luego van a entender porqué... Cuídense, y manden sus reviews...
Abby L.
