CAPITULO 3: EL NIÑO
Mu se guardó la llave y se dirigió a su habitación a dormir. Mientras se quitaba la armadura, pensaba en lo que acababa de suceder. Desde que era niño, se imaginaba y pensaba en lo que sucedería si algún día se encontraba con Circe o con su hija. Pasó varias horas acostado sin poder dormir, hasta que por fin cayó en un sueño intranquilo.
***********
Era de noche, en el palacio de Jamiel. Una horrible tormenta afuera. Dentro del palacio, una mujer de cabellos negros amenazaba a otra con una vara de un metro de largo, que sostenía con su mano derecha. Con la otra mano, la mujer sostenía a un bebé envuelto en una manta blanca.
-Marina, espero que sepas que lo que hiciste fue algo muy grave...- dijo la mujer que tenía la vara y el bebé- nadie se mete conmigo...-
-Circe, yo...- la otra mujer tenía cabellos color morado claro y ojos verdes.
-Rompiste las reglas...- dijo Circe- Y después...sabes lo que es lo que sucede cuando alguien lastima mi orgullo, ¿verdad?-
-Circe, te lo suplico...- decía la mujer en medio de lágrimas.
-No te preocupes- dijo Circe- solo te mataré a ti; no tengo ninguna intención de hacerle daño a tu niño...-
-¿En...en serio?- dijo la otra mujer. Detrás de ella, un niño muy parecido a ella se asomaba. No tendría más de 3 años.
-¿Porqué dañaría yo a un niño?- dijo Circe, en un tono de falsa inocencia. El niño que estaba detrás de la otra mujer, empezó a caminar vacilante, alejándose un poco de su madre.
-¡Mu!- dijo Marina- ven aquí...- Circe rió con crueldad.
-¿Porqué desconfías, Marina? Si no le voy a hacer nada...solo quiero verlo más de cerca...- y señaló su vara hacia el niño, quien fue atraído hacia ella por una fuerza invisible- pero que niño tan lindo...- dijo tocando sus mejillas.
El niño miró el bulto que Circe llevaba con interés- si, es una bebita...se llama Cassandra- le dijo Circe en un tono de falsa dulzura- dile: 'hola'-
-Hola- dijo el pequeño mirando al bebé que Circe llevaba.
-Mu, ven aquí- dijo Marina, sin poder ocultar su nerviosismo. Mu obedeció a su madre y corrió hacia ella, quien lo abrazó.
-Bueno, despídete de tu niño, porque voy a acabar contigo- dijo Circe con una sonrisa cruel- sabes cual es el castigo por contradecirme...-
Marina no respondió. Abrazaba a su hijo con fuerza, y algunas lágrimas comenzaron a correr tristemente por sus mejillas. Circe rió con crueldad otra vez.
-Marina, hay solo un pequeño problema...-dijo Circe- si te mato, y dejo vivo a tu niño... algún día él encontrará a mi hija y se querrá vengar de mí en ella... no lo permitiré...-
-¿Qué dices?- dijo Marina.
-Que los mataré a los dos...-
-¡Circe, no!- gritó Marina.
Circe levantó su vara y un aura comenzó a brillar alrededor de ella. Un aura oscura. Sus cabellos negros comenzaron a revolverse, como si hubiera mucho viento.
-Despídete del niño, Marina- dijo Circe- él se va primero...-
-Mu- murmuró Marina a su niño, rociándole un polvo brillante que sacó de una bolsita negra- yo me quedo aquí...ve con Shion al Santuario, él te cuidará...y nunca me olvides, hijito...- lo abrazo y se colocó entre él y Circe.
-¿Mamá?- Mu comenzó a desvanecerse, y miraba asustado la escena. Circe apuntaba la larga vara a su madre.
-Bien, Marina, si eso es lo que quieres...me desharé de los dos juntos... Mu, despídete de Cassandra...- dijo, y después, comenzó a reir. Fue una risa fría, sin alegría.
Hubo una luz cegadora y una explosión antes de que Mu desapareciera por completo, y Marina fue despedida contra la pared, rodeada por un aura oscura.
-Hasta nunca, Marina.- dijo Circe levantando su vara. Marina dejó escapar un grito de dolor, mientras Mu desaparecía por completo.
-¡Mamaaaaaaaaaa!-
*************
Mu despertó agitado, bañado en un sudor frío. Parpadeó. Bien, estaba en su habitación, en la casa de Aries. Cerró los ojos de nuevo, esta vez más tranquilo. Hacía mucho tiempo que no soñaba eso...siempre fue la peor pesadilla de su infancia: recordar como Circe había matado a su madre justo delante de él.
Respiró hondo y se levantó. Faltaban unos minutos ya para que amaneciera. Mu miró a través de su ventana. Parecía como si fuera a empezar a llover: el cielo nublado... no se alcanzaba a ver la luna...
-Madre- dijo mirando al cielo con los ojos vidriosos- no sé si lo que estoy haciendo está bien. Quiero vengarte... porque ni siquiera sé porque lo hizo...-
Mu se dirigió al cuarto de Kiki donde Cassandra dormía, pensando en verificar que siguiera ahí, que no se haya escapado. Al abrir la puerta, se sorprendió de que no estuviera en la cama. La buscó por el cuarto y la encontró dormida en el suelo entre la cama y la pared, envuelta con una sábana. Al parecer, ella también tenía una pesadilla, porque su respiración era muy agitada y temblaba. Murmuraba entre sueños unas palabras que Mu no pudo entender. En su mejilla, tenía una herida que Mu no había visto antes: parecía como un latigazo.pero no le dio importancia. Mu hizo un gesto de desaprobación, y la levantó en brazos, para ponerla en la cama de nuevo. Ella se revolvió con violencia en la cama, pero no despertó. Mu puso su mano en la frente de ella y, al parecer, la chica se calmó. Después de hacer eso, Mu la cubrió con mantas y salió de la habitación, volviendo a cerrarla con llave.
-Extraño- murmuró Mu- ¿porqué dormía en el suelo?...no parecía que se hubiera caído o algo por el estilo...-
Pensativo, recorrió su casa, preguntándose que debía hacer ahora respecto a la chica de la que ahora estaba a cargo. Era la hija de la mujer que mató a su madre. Podía vengarse en ella: tenía los medios. Pero, algo dentro de él le decía que no estaba bien. Cassandra no había tenido la culpa de nada. ¿O sí? Después de todo, Circe sabía que algún día él se iba a encontrar con Cassandra, y que él se vengaría.
Pero algo interrumpió sus pensamientos. Vio un pequeño bulto color marrón en una esquina de la casa...la misma esquina donde Cassandra se había refugiado el día anterior. Y se movía...
***************
-¿Vieron como se puso Mu ayer?- dijo Seiya, luchando por que su pie entrara en el calcetín.
-Sí...-dijo Shiryu, prefiriendo no hacer comentarios.
-¿Porqué?- dijo Shun intrigado- ¿acaso ya la conocía?-
-Tal vez- dijo Hyoga- ¿recuerdas que dijo que su madre fue hechicera? Tal vez tuvo algo que ver...-
-No puede ser- dijo Shiryu- la madre de Mu murió cuando él tenía como 3 años... y esa es la diferencia de edades entre la chica y Mu-
-¿Y tu como sabes eso?- dijo Seiya- Mu nunca había hablado antes de eso...-
-Kiki me contó- dijo Shiryu.
-¿Y quién demonios es esa Circe?- preguntó Seiya. Los demás se encogieron de hombros.
*****************
Mu se acercó despacio al bulto color marrón, en guardia. ¿Qué podía ser eso? Parecía una manta color marrón, y con algo adentro. Algo vivo. Sea lo que fuere, estaba moviéndose, tratando de quitarse la manta de encima. Escuchó un gemido agudo. Al oírlo, Mu comprendió lo que era, y le ayudó a quitarse la manta. Era un niño. Un niño de aproximadamente 5 o 6 años, de cabellos rubios y ojos azules. Al ver a Mu, él tuvo la misma reacción de Cassandra: palideció y empezó a temblar.
-¿Qui...quien eres?- preguntó asustado.
-No te preocupes- le dijo Mu con cariño- aquí estás a salvo-
-¿Dónde está ella?- dijo el niño- ¿está bien?-
-Cassandra está bien- dijo Mu, adivinando a que se refería a ella- ¿tú venías con ella?
Al oír ese nombre, el niño pareció tranquilizarse y asintió.
-Yo me llamo Mu- dijo sentándose en el suelo, junto al niño- ¿y tu?-
-Tai -dijo el niño, mirando a su alrededor, aparentemente buscando a su amiga.
-¿Y sabes porqué Cassandra te trajo aquí?- le preguntó Mu.
-Porque...porque...- dijo Tai, volviendo a temblar- porque Circe quería matarme...-
-¿Por qué?- preguntó Mu.
-Por algo que le dijo mi mamá....- dijo el niño. Mu se quedó helado. Tai le estaba recordando lo que sucedió hace 17 años, cuando Circe fue al palacio de Jamiel a matar a su madre.
-¿Y cómo pasó?-
-Circe fue a mi casa... y me apuntaba con su vara- dijo Tai- pero se distrajo, y Cassandra me tomó y salió de mi casa corriendo conmigo...y luego, Circe mandó a sus fantasmas tras nosotros...y ellos lastimaron a Cassandra... ¿dónde está ella?-
-Ven- dijo Mu levantándose- te llevaré a donde está ella...- y llevó a Tai al cuarto donde Cassandra dormía. Mientras, usaba sus poderes telepáticos para llamar a Saori y a los otros caballeros dorados.
*****************
-¿Qué debemos hacer?- dijo Aioria.
-Pues al parecer la chica es inocente- dijo Milo- yo creo que debemos dejarla ir...-
-No podemos- dijo Afrodita- tal vez es inocente, pero tal vez no...-
-Y si lo es, tampoco podemos dejarla ir- dijo Saori- porque Circe va a buscarla para vengarse de ella...-
-Tiene razón- dijo Milo.
Shaka, quien no había estado el día que Cassandra llegó, parecía también saber mucho sobre el mundo de las hechiceras.
-¿Cómo es esa chica?- preguntó. Entre Milo y Aioria la describieron. Algo lo turbó- Ya veo- continuó Shaka- no creo que sea peligrosa...-
-¿La has visto antes?- preguntó Aioria.
-Hace siete años, Saga me mandó a la isla Eea a hacer un trato de paz con Circe- dijo Shaka- y vi a su hija esa vez...-
-¿Qué debemos hacer con el niño?- dijo Saori.
-Yo creo que deberíamos dejarlo aquí- dijo Shaka- si Circe quería matarlo, tenemos que protegerlo-
-Yo estoy de acuerdo- dijo Milo. Otros más asintieron.
-Entonces está decidido- dijo Saori- ambos se quedan-
-Yo puedo hacerme cargo del niño, si quieren...-dijo Shaka- para que Mu no tenga tanto trabajo...-
Así lo decidieron. Tai se quedaría en la casa de Virgo, mientras que Cassandra seguiría en el cuarto de Kiki en la casa de Aries.
***************
Ese día, en la tarde, los caballeros de bronce fueron a la casa de Aries a ver cómo seguía el humor de Mu y, por lo que vieron, no muy bien. A pesar de que todo parecía indicar que Cassandra era diferente a Circe, Mu no estaba satisfecho.
-Mu, si no es indiscreción preguntar, ¿que hizo esa bruja Circe?-
Mu, aunque no quería hablar de eso, les contó rápidamente lo que sucedió la noche en que su madre murió.
-¿No he habías contado esto a nadie?- preguntó Shiryu.
-Solo a Atena-
-Pero- dijo Shun- así como lo cuentas; Cassandra no tuvo la culpa. Era un bebé entonces...- los demás caballeros coincidían con él en silencio. Mu prefirió no responder.
-¿Podemos verla?- preguntó Seiya. Mu asintió y abrió la puerta, entrando tras ellos.
Cassandra estaba sentada, aparentemente murmurando unas palabras para sí misma. Saori le había dado un vestido blanco, el cual delineaba su figura. Su rostro estaba limpio y sus cabellos bien acomodados. Ella se levantó y les sonrió, pero al ver a Mu, volvió a molestarse y se dio la vuelta.
-¿Sigues enfadada por lo del niño?- le dijo Mu, cruzando los brazos, como si fuera algo sin importancia- sabes que lo hicimos por el bien de Tai...-
Ella no contestó. Cruzaba los brazos sin mirar a Mu.
-¿Qué te pasa?- le dijo Mu- no tienes porqué quejarte...-
-¿No tengo porqué quejarme?- dijo Cassandra- no me has dicho siquiera con qué caballero lo dejaste...-
-Eso no es tu asunto...-dijo Mu.
-Claro que es mi asunto- dijo ella. Se levantó y trató de bofetearlo de nuevo, pero Mu detuvo su brazo.
-Buen intento- dijo Mu, casi riendo. Ella lo golpeó con su mano libre- ¿Porqué hiciste eso?-
-Te lo mereces- dijo- gracias por odiarme... y parece que disfrutas molestándome...-
-¿Y qué si así es?- dijo Mu, desafiante- no puedes hacer nada al respecto...-
-¡Mu!- dijo Seiya.
-Claro que puedo- dijo ella.
-No puedes- dijo Mu- te quité tus amuletos...- Cassandra sonrió.
-No todos- dijo- olvidaste uno muy importante...- y, levantando su mano, le mostró un brazalete de plata.- ¡A mí, brazo de la Muerte!- gritó, y en su mano apareció una vara de un metro de largo...una vara igual a la de Circe.
-¿Qué?- dijo Mu.
-Este amuleto es el brazalete de la Muerte- dijo Cassandra- ¿lo recuerdas? Fue el mismo que usó Circe contra tu madre, y el que intentó usar contra ti.-
Cassandra empezó a rodearse con el aura oscura. Apuntó a Shun, quien fue despedido contra la pared, y rodeado por un aura oscura.
-Ahora, comenzaré por este caballerito...- dijo Cassandra con malicia.
-¡Basta!- gritó Mu- ¡detente!-.
-¿Y qué si no quiero?- dijo ella- Me sorprende que no supieras de este amuleto ni me lo quitaras, pero supongo que tu madre era demasiado buena como para matar a alguien, o para decirte cómo hacerlo. Pero mi madre, como ves, me enseñó hace mucho tiempo cómo usarlo...- apretó la vara en su mano, y Shun dejó escapar un gemido de dolor.
Mu y los caballeros de bronce miraban asustados como Cassandra apuntaba su vara a Shun... y Mu recordó aquella noche en Jamiel.
-Ahora, Mu, pon atención. Esto fue lo que sucedió hace 17 años...- dijo ella.
CONTINUARÁ...
Holas, espero que todos estén bien, y que les esté gustando la historia... Espero sus reviews...
Abby L.
Mu se guardó la llave y se dirigió a su habitación a dormir. Mientras se quitaba la armadura, pensaba en lo que acababa de suceder. Desde que era niño, se imaginaba y pensaba en lo que sucedería si algún día se encontraba con Circe o con su hija. Pasó varias horas acostado sin poder dormir, hasta que por fin cayó en un sueño intranquilo.
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Era de noche, en el palacio de Jamiel. Una horrible tormenta afuera. Dentro del palacio, una mujer de cabellos negros amenazaba a otra con una vara de un metro de largo, que sostenía con su mano derecha. Con la otra mano, la mujer sostenía a un bebé envuelto en una manta blanca.
-Marina, espero que sepas que lo que hiciste fue algo muy grave...- dijo la mujer que tenía la vara y el bebé- nadie se mete conmigo...-
-Circe, yo...- la otra mujer tenía cabellos color morado claro y ojos verdes.
-Rompiste las reglas...- dijo Circe- Y después...sabes lo que es lo que sucede cuando alguien lastima mi orgullo, ¿verdad?-
-Circe, te lo suplico...- decía la mujer en medio de lágrimas.
-No te preocupes- dijo Circe- solo te mataré a ti; no tengo ninguna intención de hacerle daño a tu niño...-
-¿En...en serio?- dijo la otra mujer. Detrás de ella, un niño muy parecido a ella se asomaba. No tendría más de 3 años.
-¿Porqué dañaría yo a un niño?- dijo Circe, en un tono de falsa inocencia. El niño que estaba detrás de la otra mujer, empezó a caminar vacilante, alejándose un poco de su madre.
-¡Mu!- dijo Marina- ven aquí...- Circe rió con crueldad.
-¿Porqué desconfías, Marina? Si no le voy a hacer nada...solo quiero verlo más de cerca...- y señaló su vara hacia el niño, quien fue atraído hacia ella por una fuerza invisible- pero que niño tan lindo...- dijo tocando sus mejillas.
El niño miró el bulto que Circe llevaba con interés- si, es una bebita...se llama Cassandra- le dijo Circe en un tono de falsa dulzura- dile: 'hola'-
-Hola- dijo el pequeño mirando al bebé que Circe llevaba.
-Mu, ven aquí- dijo Marina, sin poder ocultar su nerviosismo. Mu obedeció a su madre y corrió hacia ella, quien lo abrazó.
-Bueno, despídete de tu niño, porque voy a acabar contigo- dijo Circe con una sonrisa cruel- sabes cual es el castigo por contradecirme...-
Marina no respondió. Abrazaba a su hijo con fuerza, y algunas lágrimas comenzaron a correr tristemente por sus mejillas. Circe rió con crueldad otra vez.
-Marina, hay solo un pequeño problema...-dijo Circe- si te mato, y dejo vivo a tu niño... algún día él encontrará a mi hija y se querrá vengar de mí en ella... no lo permitiré...-
-¿Qué dices?- dijo Marina.
-Que los mataré a los dos...-
-¡Circe, no!- gritó Marina.
Circe levantó su vara y un aura comenzó a brillar alrededor de ella. Un aura oscura. Sus cabellos negros comenzaron a revolverse, como si hubiera mucho viento.
-Despídete del niño, Marina- dijo Circe- él se va primero...-
-Mu- murmuró Marina a su niño, rociándole un polvo brillante que sacó de una bolsita negra- yo me quedo aquí...ve con Shion al Santuario, él te cuidará...y nunca me olvides, hijito...- lo abrazo y se colocó entre él y Circe.
-¿Mamá?- Mu comenzó a desvanecerse, y miraba asustado la escena. Circe apuntaba la larga vara a su madre.
-Bien, Marina, si eso es lo que quieres...me desharé de los dos juntos... Mu, despídete de Cassandra...- dijo, y después, comenzó a reir. Fue una risa fría, sin alegría.
Hubo una luz cegadora y una explosión antes de que Mu desapareciera por completo, y Marina fue despedida contra la pared, rodeada por un aura oscura.
-Hasta nunca, Marina.- dijo Circe levantando su vara. Marina dejó escapar un grito de dolor, mientras Mu desaparecía por completo.
-¡Mamaaaaaaaaaa!-
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Mu despertó agitado, bañado en un sudor frío. Parpadeó. Bien, estaba en su habitación, en la casa de Aries. Cerró los ojos de nuevo, esta vez más tranquilo. Hacía mucho tiempo que no soñaba eso...siempre fue la peor pesadilla de su infancia: recordar como Circe había matado a su madre justo delante de él.
Respiró hondo y se levantó. Faltaban unos minutos ya para que amaneciera. Mu miró a través de su ventana. Parecía como si fuera a empezar a llover: el cielo nublado... no se alcanzaba a ver la luna...
-Madre- dijo mirando al cielo con los ojos vidriosos- no sé si lo que estoy haciendo está bien. Quiero vengarte... porque ni siquiera sé porque lo hizo...-
Mu se dirigió al cuarto de Kiki donde Cassandra dormía, pensando en verificar que siguiera ahí, que no se haya escapado. Al abrir la puerta, se sorprendió de que no estuviera en la cama. La buscó por el cuarto y la encontró dormida en el suelo entre la cama y la pared, envuelta con una sábana. Al parecer, ella también tenía una pesadilla, porque su respiración era muy agitada y temblaba. Murmuraba entre sueños unas palabras que Mu no pudo entender. En su mejilla, tenía una herida que Mu no había visto antes: parecía como un latigazo.pero no le dio importancia. Mu hizo un gesto de desaprobación, y la levantó en brazos, para ponerla en la cama de nuevo. Ella se revolvió con violencia en la cama, pero no despertó. Mu puso su mano en la frente de ella y, al parecer, la chica se calmó. Después de hacer eso, Mu la cubrió con mantas y salió de la habitación, volviendo a cerrarla con llave.
-Extraño- murmuró Mu- ¿porqué dormía en el suelo?...no parecía que se hubiera caído o algo por el estilo...-
Pensativo, recorrió su casa, preguntándose que debía hacer ahora respecto a la chica de la que ahora estaba a cargo. Era la hija de la mujer que mató a su madre. Podía vengarse en ella: tenía los medios. Pero, algo dentro de él le decía que no estaba bien. Cassandra no había tenido la culpa de nada. ¿O sí? Después de todo, Circe sabía que algún día él se iba a encontrar con Cassandra, y que él se vengaría.
Pero algo interrumpió sus pensamientos. Vio un pequeño bulto color marrón en una esquina de la casa...la misma esquina donde Cassandra se había refugiado el día anterior. Y se movía...
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-¿Vieron como se puso Mu ayer?- dijo Seiya, luchando por que su pie entrara en el calcetín.
-Sí...-dijo Shiryu, prefiriendo no hacer comentarios.
-¿Porqué?- dijo Shun intrigado- ¿acaso ya la conocía?-
-Tal vez- dijo Hyoga- ¿recuerdas que dijo que su madre fue hechicera? Tal vez tuvo algo que ver...-
-No puede ser- dijo Shiryu- la madre de Mu murió cuando él tenía como 3 años... y esa es la diferencia de edades entre la chica y Mu-
-¿Y tu como sabes eso?- dijo Seiya- Mu nunca había hablado antes de eso...-
-Kiki me contó- dijo Shiryu.
-¿Y quién demonios es esa Circe?- preguntó Seiya. Los demás se encogieron de hombros.
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Mu se acercó despacio al bulto color marrón, en guardia. ¿Qué podía ser eso? Parecía una manta color marrón, y con algo adentro. Algo vivo. Sea lo que fuere, estaba moviéndose, tratando de quitarse la manta de encima. Escuchó un gemido agudo. Al oírlo, Mu comprendió lo que era, y le ayudó a quitarse la manta. Era un niño. Un niño de aproximadamente 5 o 6 años, de cabellos rubios y ojos azules. Al ver a Mu, él tuvo la misma reacción de Cassandra: palideció y empezó a temblar.
-¿Qui...quien eres?- preguntó asustado.
-No te preocupes- le dijo Mu con cariño- aquí estás a salvo-
-¿Dónde está ella?- dijo el niño- ¿está bien?-
-Cassandra está bien- dijo Mu, adivinando a que se refería a ella- ¿tú venías con ella?
Al oír ese nombre, el niño pareció tranquilizarse y asintió.
-Yo me llamo Mu- dijo sentándose en el suelo, junto al niño- ¿y tu?-
-Tai -dijo el niño, mirando a su alrededor, aparentemente buscando a su amiga.
-¿Y sabes porqué Cassandra te trajo aquí?- le preguntó Mu.
-Porque...porque...- dijo Tai, volviendo a temblar- porque Circe quería matarme...-
-¿Por qué?- preguntó Mu.
-Por algo que le dijo mi mamá....- dijo el niño. Mu se quedó helado. Tai le estaba recordando lo que sucedió hace 17 años, cuando Circe fue al palacio de Jamiel a matar a su madre.
-¿Y cómo pasó?-
-Circe fue a mi casa... y me apuntaba con su vara- dijo Tai- pero se distrajo, y Cassandra me tomó y salió de mi casa corriendo conmigo...y luego, Circe mandó a sus fantasmas tras nosotros...y ellos lastimaron a Cassandra... ¿dónde está ella?-
-Ven- dijo Mu levantándose- te llevaré a donde está ella...- y llevó a Tai al cuarto donde Cassandra dormía. Mientras, usaba sus poderes telepáticos para llamar a Saori y a los otros caballeros dorados.
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-¿Qué debemos hacer?- dijo Aioria.
-Pues al parecer la chica es inocente- dijo Milo- yo creo que debemos dejarla ir...-
-No podemos- dijo Afrodita- tal vez es inocente, pero tal vez no...-
-Y si lo es, tampoco podemos dejarla ir- dijo Saori- porque Circe va a buscarla para vengarse de ella...-
-Tiene razón- dijo Milo.
Shaka, quien no había estado el día que Cassandra llegó, parecía también saber mucho sobre el mundo de las hechiceras.
-¿Cómo es esa chica?- preguntó. Entre Milo y Aioria la describieron. Algo lo turbó- Ya veo- continuó Shaka- no creo que sea peligrosa...-
-¿La has visto antes?- preguntó Aioria.
-Hace siete años, Saga me mandó a la isla Eea a hacer un trato de paz con Circe- dijo Shaka- y vi a su hija esa vez...-
-¿Qué debemos hacer con el niño?- dijo Saori.
-Yo creo que deberíamos dejarlo aquí- dijo Shaka- si Circe quería matarlo, tenemos que protegerlo-
-Yo estoy de acuerdo- dijo Milo. Otros más asintieron.
-Entonces está decidido- dijo Saori- ambos se quedan-
-Yo puedo hacerme cargo del niño, si quieren...-dijo Shaka- para que Mu no tenga tanto trabajo...-
Así lo decidieron. Tai se quedaría en la casa de Virgo, mientras que Cassandra seguiría en el cuarto de Kiki en la casa de Aries.
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Ese día, en la tarde, los caballeros de bronce fueron a la casa de Aries a ver cómo seguía el humor de Mu y, por lo que vieron, no muy bien. A pesar de que todo parecía indicar que Cassandra era diferente a Circe, Mu no estaba satisfecho.
-Mu, si no es indiscreción preguntar, ¿que hizo esa bruja Circe?-
Mu, aunque no quería hablar de eso, les contó rápidamente lo que sucedió la noche en que su madre murió.
-¿No he habías contado esto a nadie?- preguntó Shiryu.
-Solo a Atena-
-Pero- dijo Shun- así como lo cuentas; Cassandra no tuvo la culpa. Era un bebé entonces...- los demás caballeros coincidían con él en silencio. Mu prefirió no responder.
-¿Podemos verla?- preguntó Seiya. Mu asintió y abrió la puerta, entrando tras ellos.
Cassandra estaba sentada, aparentemente murmurando unas palabras para sí misma. Saori le había dado un vestido blanco, el cual delineaba su figura. Su rostro estaba limpio y sus cabellos bien acomodados. Ella se levantó y les sonrió, pero al ver a Mu, volvió a molestarse y se dio la vuelta.
-¿Sigues enfadada por lo del niño?- le dijo Mu, cruzando los brazos, como si fuera algo sin importancia- sabes que lo hicimos por el bien de Tai...-
Ella no contestó. Cruzaba los brazos sin mirar a Mu.
-¿Qué te pasa?- le dijo Mu- no tienes porqué quejarte...-
-¿No tengo porqué quejarme?- dijo Cassandra- no me has dicho siquiera con qué caballero lo dejaste...-
-Eso no es tu asunto...-dijo Mu.
-Claro que es mi asunto- dijo ella. Se levantó y trató de bofetearlo de nuevo, pero Mu detuvo su brazo.
-Buen intento- dijo Mu, casi riendo. Ella lo golpeó con su mano libre- ¿Porqué hiciste eso?-
-Te lo mereces- dijo- gracias por odiarme... y parece que disfrutas molestándome...-
-¿Y qué si así es?- dijo Mu, desafiante- no puedes hacer nada al respecto...-
-¡Mu!- dijo Seiya.
-Claro que puedo- dijo ella.
-No puedes- dijo Mu- te quité tus amuletos...- Cassandra sonrió.
-No todos- dijo- olvidaste uno muy importante...- y, levantando su mano, le mostró un brazalete de plata.- ¡A mí, brazo de la Muerte!- gritó, y en su mano apareció una vara de un metro de largo...una vara igual a la de Circe.
-¿Qué?- dijo Mu.
-Este amuleto es el brazalete de la Muerte- dijo Cassandra- ¿lo recuerdas? Fue el mismo que usó Circe contra tu madre, y el que intentó usar contra ti.-
Cassandra empezó a rodearse con el aura oscura. Apuntó a Shun, quien fue despedido contra la pared, y rodeado por un aura oscura.
-Ahora, comenzaré por este caballerito...- dijo Cassandra con malicia.
-¡Basta!- gritó Mu- ¡detente!-.
-¿Y qué si no quiero?- dijo ella- Me sorprende que no supieras de este amuleto ni me lo quitaras, pero supongo que tu madre era demasiado buena como para matar a alguien, o para decirte cómo hacerlo. Pero mi madre, como ves, me enseñó hace mucho tiempo cómo usarlo...- apretó la vara en su mano, y Shun dejó escapar un gemido de dolor.
Mu y los caballeros de bronce miraban asustados como Cassandra apuntaba su vara a Shun... y Mu recordó aquella noche en Jamiel.
-Ahora, Mu, pon atención. Esto fue lo que sucedió hace 17 años...- dijo ella.
CONTINUARÁ...
Holas, espero que todos estén bien, y que les esté gustando la historia... Espero sus reviews...
Abby L.
