CAPÍTULO 5: SHAKA Y TAMARA

Mientras la joven hechicera dormía, Mu la contemplaba en silencio, sentado en la cama junto a ella. Se sentía muy mal de no haberle creído desde el principio. Más aún, de haberla tratado como una asesina cuando ella también era una víctima de la maldad de Circe.

-Lo siento- murmuró, sintiéndose muy culpable. Sintió como sus ojos comenzaban a humedecerse, y un par de lágrimas brotaron de cada uno de sus ojos- aún no me has dicho que me perdonas...aunque no lo merezco-

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Esa mañana, Aldebarán y Saga se sorprendieron de no ver a Mu en su puesto, como siempre. Saga bajó a la casa de Aries, y buscó por toda ella sin encontrar a Mu. Se sorprendió al ver medio abierta la puerta de la habitación de Kiki.

-¿Qué pasa?- pensó Saga- creí que Mu tenía esa habitación bajo llave...-

Se asomó, y lo que vio casi lo hizo desmayarse. Cassandra dormía en un extremo de la cama, bien cubierta por mantas. Mu estaba sentado sobre la cama en el otro extremo, y parecía que dormitaba. Saga se acercó para ver mejor la escena. Las mejillas de Mu estaban húmedas.

-Mu...despierta- dijo Saga. Mu despertó con un suspiro.

-¿Saga? ¿qué pasa?- dijo tallándose los ojos.

-¿Qué que pasa?- dijo Saga enfadado- tu deberías explicármelo a mí, ¿no crees?-

-¿De que hablas?-

-Tu sabes bien de que hablo-dijo Saga- ¿qué estas haciendo aquí?-

-Ah, eso- dijo Mu con calma, levantándose- Cassandra tiene pesadillas. Circe puede entrar a su mente y hasta torturarla desde donde está, mientras esté dormida...-

-Eso no responde mi pregunta-

-Anoche, vi como Circe la torturaba. La desperté, y le prometí quedarme a su lado para despertarla si llegaba a tener pesadillas de nuevo-

-Ya veo- dijo Saga- yo no estuve cuando Atena te ordenó que te quedaras con ella. ¿Así que ella es la hija de Circe?-

Mu asintió.

-Vaya, veo que ha crecido mucho- dijo Saga pensativo, mirando a la chica dormida- se parece muchísimo a su madre, aunque así no se ve tan temible...-

-¡Saga!-dijo Mu sorprendido- ¿tú la conociste?-

-Sí, ¿no recuerdas?- dijo Saga- ah, pero es cierto...cuando yo fui patriarca, tu estabas en Jamiel y no supiste...-

-¿Qué?-

-Que Shaka y yo viajamos a la isla Eea, y entramos al Circeo...- dijo Saga- es un palacio enorme, a la mitad de la isla. Todo lo que ves alrededor está hecho de oro o de joyas. La riqueza de las hechiceras es inmensa, y su belleza también...-

-¿Qué quieres decir?-

-Nada- dijo Saga, como saliendo de sus pensamientos- Bueno, me voy... solo vine porque me pareció extraño que no estuvieras como siempre...-

-De acuerdo- dijo Mu- te lo agradezco...-

-No hay de que...-dijo Saga- le avisaré a Aldebarán, porque también estaba preocupado...-

-Gracias-

Saga salió de la habitación, cuando Mu recordó algo.

-¡Saga!- dijo alcanzándolo- tengo una pregunta-

-¿Sobre qué?-

-Sobre la vez que fueron Shaka y tú a la isla Eea...-

-¿De que se trata?-

-¿Cuándo fue?- preguntó Mu.

-Hace...- dijo Saga, forzando su memoria- no recuerdo muy bien...-

-¿Fue hace...seis años?-

-Pues...sí- dijo Saga- algo así, seis o siete años...-

-Shaka...- murmuró Mu.

-¿Qué?-

-Nada- dijo Mu- ¿y cuanto tiempo estuvieron ahí?-

-Pues...yo solo una semana...y creo que Shaka como un mes...- dijo Saga- Circe nos invitó a quedarnos más tiempo...-

-Ya veo...- dijo Mu pensativo.

-¿Por qué lo preguntas?-

-Por nada- dijo Mu- es solo que...-

-¿Qué?-

-¿Tú sabes algo de un hijo de un caballero dorado?-

-No- dijo Saga- Aioros, Shura, Shaka y yo somos los mayores, y ninguno de nosotros tenemos uno...¿porqué preguntas?-

-Es que anoche- dijo Mu- me pareció escuchar algo...Circe dijo algo, sobre que Tai era hijo de un caballero dorado...-

-Pues no sé nada de eso- dijo Saga- tal vez oíste mal...bueno, me voy antes de que Aldebarán se vuelva loco...-

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Esa mañana, Shaka tampoco se había levantado como acostumbraba. Seguía durmiendo, y algo perturbaba su mente y su alma...

-¡Shaka! ¡Shaka!- decía una voz de mujer- ¿él está bien?-

-Si- le respondió Shaka en sus sueños- ¿tú lo estás?-

-Estoy en el Circeo- dijo la voz- cuídalo, y cuídala a ella...no dejes que venga...es una trampa...-

-Pero...-

-Es una trampa...- repitió la voz.

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Una mujer muy parecida a Cassandra, pero con una mirada y actitud muy diferentes, rondaba furiosa alrededor de su habitación.

-¡Algo sucedió!- dijo furiosa- ya no puedo entrar en su mente...-

-Mi señora Circe- dijo una hechicera- ¿qué pudo haber pasado?-

-No puede bloquearme- dijo Circe- no tiene suficiente poder... a menos que...-

-¿A menos que...?-

-A menos de que algo...o alguien, haya tranquilizado su alma...-

-¿Qué quiere decir?-

-Que ella- dijo Circe- ya no tiene miedo de que yo aparezca en sus pesadillas...-

-No es posible- dijo la otra hechicera.

-Hay algo diferente en su alma- dijo Circe- algo muy distinto al odio y al miedo que siempre he querido meter en ella...-

-¿Y que planea hacer?-

-Tenemos a su amiga- dijo Circe- no tardará en volver aquí por ella...-

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Cassandra acababa de levantarse y vestirse, cuando Mu tocó la puerta de su habitación.

-¿Cómo estás?- dijo Mu, entrando, muy serio.

-Bien, gracias a ti- dijo ella, sonriéndole- siento mucho lo de anoche...-

-No fue nada- dijo Mu- me alegra que no hayas tenido más pesadillas...-

Ella se sonrojó ligeramente.

-Fue gracias a ti- dijo ella- ya no tuve miedo de que me volviera a torturar en mis sueños...-

Esta vez Mu fue el que se sonrojó. Esta vez la veía muy diferente. Se veía muy bonita con ese vestido blanco de Saori, y se preguntaba porqué no se había dado cuenta antes.

-No fue nada- repitió. Mu pensó otra vez en disculparse por su actitud- Cassandra, yo...-

-Disculpa, Mu- fue interrumpido por Shaka- ¿me permites hablar con ella unos minutos?-

-Shaka...- murmuró ella. Mu asintió y salió en silencio.

-Si, soy yo- dijo Shaka, abriendo los ojos- hace mucho que no nos vemos... seis años para ser exacto...-

-Lo sé- dijo ella- ¿por qué no viniste desde anteayer?-

-No pude- dijo Shaka- y te pido disculpas por todo lo que te pasó desde que saliste de la casa de Tamara...-

-No te preocupes- dijo ella- si Tai ya está contigo, valió la pena-

-No sabes como te agradezco lo que has hecho...- dijo Shaka- pero tengo algo muy importante que preguntarte...-

-¿Es sobre Tamara?- preguntó ella. Shaka asintió- cuando yo me fui, ella aun estaba con vida, y me pidió que trajera a Tai aquí...-

-Lo sé- dijo Shaka- y sé que ella está en el Circeo en este momento...-

-¿Cómo lo sabes?-

-De la misma manera en la que he estado hablando con ella desde hace 6 años...-

-Ya veo- dijo ella- ¿y tu pregunta se trata de eso?-

-No, no es eso...- dijo Shaka- ¿cómo es que llegaste hasta aquí con el niño en tus brazos? ¿acaso no te lastimaron los fantasmas?-

-Si, pero puedes ver lo que hace la adrenalina- dijo ella sonriendo. Shaka le dirigió una mirada como de reproche, y ella respondió- lo sé, Shaka, no me regañes...-

-Sabes lo que puede pasarte si... -

-Lo sé- repitió ella.

-Tengo otra cosa que preguntarte- dijo Shaka- ¿porqué Circe quiso matar a Tai?-

Cassandra miró a la puerta, y verificó que Mu no estuviera escuchando.

-Por la misma razón por la que trató de matar a Mu hace diecisiete años- dijo ella- un Oráculo le ordenó matar a todo niño que sea hijo de una hechicera y de un caballero dorado...y creo que Hades está detrás de todo...-

-Ten cuidado- dijo Shaka- y hagas lo que hagas, no vuelvas allá...-

-Pero dices que Tamara está...-

-Cassandra, créeme que yo lo siento tanto como tú, pero no puedes volver al Circeo y arriesgar tu vida otra vez por ella...-

-Shaka...-

-Es demasiado peligroso para ti- dijo Shaka- sabes lo que te pasará cuando Circe te vea...-

-Lo sé, pero no puedo dejarla- dijo cruzando los brazos- y me sorprende que tú sí...-

-No- dijo Shaka- no te precipites...si Tamara sigue con vida, de seguro es una trampa...-

-No me importa- dijo ella- no puedo quedarme aquí sin hacer nada-

-Pues tendrás que hacerlo- dijo Shaka- Atena ha ordenado que no salgas de aquí hasta que ella esté segura de que estás a salvo...-

-Yo no obedezco a Atena- dijo Cassandra desafiante.

-Pues nosotros sí- dijo Shaka- y no podrás salir de aquí...-

-Shaka...-

-Entiende que lo hacemos por tu bien...- Cassandra no contestó, así que Shaka continuó- Mu te protegerá... yo iré al Circeo mañana...-

-¿Qué? ¿lo dejarás solo?-

-No tengo otra opción...-

-Shaka, déjame ir...- dijo ella- déjame ayudarte...-

-No- dijo Shaka- no puedes arriesgar tu vida...-

-¿Y tú sí?- dijo ella.

-Lo que le sucedió a Tamara fue mi culpa, y tengo que arreglarlo- dijo Shaka con tristeza- tú ya hiciste bastante...quédate aquí, y deja que te Mu te proteja...-

-Está bien...-dijo ella con tristeza.

Shaka salió con la cabeza agachada. Mu lo esperaba en la entrada, y se sorprendió de ver a Shaka con una lágrima que brotaba de cada uno de sus ojos...

-¡Shaka!- dijo- ¿Qué pasó?-

-Mu, no la dejes ir- dijo Shaka- si sale de aquí, lo único que va a encontrar es su muerte...-

-¿Qué dices? ¿por qué?- preguntó Mu, sorprendido.

-Protégela...-dijo Shaka- su vida corre peligro fuera del santuario... Circe no va a dejar de vengar esta afrenta...-

-De acuerdo- dijo Mu.

-Mu, se que odias a Circe por lo que hizo, pero no te vengues en esta chica... ella también ha sufrido mucho por culpa de su madre...-

-Lo sé- interrumpió Mu- sé que no fue culpa de ella...-

-Protégela- repitió Shaka, subiendo hacia su templo.

Mu se asomó, y encontró a la joven llorando. Se acercó a ella, y se sentó a su lado.

-Ya...ya...no llores, niña- le dijo Mu con cariño- ¿qué pasó?-

-Nada- dijo ella, limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano.

Mu no insistió de inmediato. La miró con cariño, y con su mano, quitó una lágrima que a ella se le había escapado. Cassandra se sonrojó un poco.

-No estabas así antes de que viniera Shaka- le dijo Mu con ternura- dime que te pasa...-

-Tamara...la madre de Tai...es mi amiga- dijo Cassandra- y ella está viva, en el Circeo...-

CONTINUARÁ...

Listo, chicos... espero que les haya gustado... sufro de falta de creatividad porque estoy en exámenes...Manden sus reviews...

Abby L.