CAPÍTULO 8: SE ESTRECHA LA RED
-¡No puede ser...!-gritó Ikki mientras se escuchaba la risa fría de Circe. Los cuatro caballeros de bronce miraban sin poder creerlo al sitio donde antes estuvieron los quince soldados del Santuario. El problema era que...ya no eran soldados. Circe los había convertido en animales: cerdos, leones, y otros tipos. Ya no eran hombres sino animales.
-¡LARGO!- gritó, y todos los animales salieron del palacio, obedeciendo las órdenes de la hechicera.
-¿Que...?- murmuró Seiya aún sorprendido- ¿que hiciste?-
-Veo que los caballeritos de bronce son tan tontos como creí- dijo Circe- aunque sí lo suficiente para haber venido a retarme-
Los caballeros de bronce seguían mirando sorprendidos. No podían creerlo. En verdad Shaka tenía razón: Circe era muy poderosa, y combinó sus poderes con su astucia para atacarlos. Que terrible poder...
-No se sientan mal, caballeritos- continuó Circe- no los convertiré en animales, pues no comieron ni bebieron nada de mi mesa. Pero me temo que no los podré dejar ir...-
-¿Y qué piensas hacer para impedirlo?- gritó Ikki desafiante.
-Que no los haya convertido en animales- dijo Circe- no quiere decir que no tenga el suficiente poder para retenerlos...-
-¿Y crees poder vencernos a los cinco tú sola?- dijo Seiya.
-¿Sola? No...- rió Circe- todo el palacio está lleno de hechiceras a mi servicio... además, no son cinco...yo solo veo a cuatro de ustedes...-
Los caballeros de bronce se miraron entre sí.
-¡Shun!- murmuró Ikki- ¿donde...?-
Circe volvió a reír, haciendo que los cuatro jóvenes se estremecieran.
-Se quedó en la habitación de mi hija- explicó la bruja- creyendo que no me había dado cuenta del truco. Y ahí sigue, se los aseguro...la puerta está hechizada y solo yo puedo abrirla. Ya me encargaré de él. En cuanto a ustedes...- dijo mirándolos y volviendo a reír- no voy a matarlos...aún. Los necesito para mis planes-
Circe apuntó al suelo con su vara. La vara dejó salir una luz color verde, que se dispersó por todo el suelo uniformemente, tiñéndolo todo de ese color por unos segundos. Al desaparecer el color, los caballeros se miraron unos a otros.
-¿Eso es todo?- dijo Ikki mirando a la hechicera, en tono desafiante de nuevo- ¿eso es todo lo que puedes conjurar, bruja?
Circe sonrió y volvió a apuntar el suelo con su vara. Esta vez, cuatro árboles surgieron del suelo y rompieron el mármol; justo debajo de los pies de cada caballero. Las cuatro plantas, como enormes manos de madera, rodearon y atraparon a los cuatro caballeros. A todos los atraparon de lleno, menos a Shiryu, a quien solo lograron atrapar una pierna y un brazo gracias a que saltó antes.
La hechicera rompió a reír a carcajadas. Cada vez que apretaba su vara con la mano, las ataduras alrededor de los caballeros se apretaban también, produciéndoles dolor. Las ramas y lianas evitaban que los caballeros se movieran, mientras ellos luchaban en vano contra sus ataduras. Estaban atrapados.
Circe se acercó a Ikki y lo tomó de la barbilla.
-Sí, esto es lo que puedo conjurar, caballerito- le dijo al oído, enterrándole sus largas uñas en la piel- y aunque yo esperaba a otros caballeros mas...importantes... me serán útiles, al fin y al cabo...-
Después de soltar a Ikki, Circe hizo sonar sus dedos, y las cinco hechiceras que los habían recibido aparecieron.
-Llévenlos abajo- les ordenó Circe.
-Pero, ¿y sus armaduras?-
En respuesta, la maga volvió a hacer sonar los dedos, y las armaduras de los caballeros de pronto dejaron de protegerlos, y cayeron pesadamente al suelo.
-¿Qué...qué hiciste?- dijo Seiya.
-¿No lo adivinas? Estas no son plantas comunes, sino ninfas que están a mi servicio- y rió al ver los esfuerzos de los cuatro por soltarse- no se molesten...es imposible que se liberen de estas ataduras... sus poderes no funcionan aquí adentro...- y se dio la vuelta.
Mientras Circe hablaba, Shiryu logró librarse de las ataduras que lo tenían prisionero.
-¡Shiryu!- le gritó Seiya, al ver que el caballero dudaba en escapar- vete de aquí-
-Ve con Saori, que mande a los caballeros dorados- gritó Hyoga.
Al escuchar esto, Circe volteó. Lanzó varios hechizos con su vara, pero Shiryu los esquivó todos y logró salir del palacio. Las otras hechiceras estaban a punto de correr tras él, pero Circe las detuvo.
-No -les dijo- déjenlo...aún tenemos otros cuatro. De hecho- dijo mirando con crueldad a los tres chicos atrapados por las plantas- pienso liberar a otro de ellos, pues uno solo no puede manejar el barco de regreso. A ti- dijo señalando a Seiya. La planta obedeció y lo soltó de inmediato.
-Vete- dijo Circe- llévate tu armadura, y la de tu amigo, y ve con Atena y dile que mande a sus caballeros dorados de Aries, Géminis y Virgo con ustedes de regreso, si tiene el valor. Tiene tres días, si no...-dijo lanzando una mirada a Hyoga e Ikki, que gemían de dolor porque los árboles estaban estrechando cada vez más sus ataduras- tendré que...deshacerme de tus amiguitos y de mi hija. ¡Así que vete!-
-Ni hablar, bruja- dijo Seiya- yo no huiré...- y se preparó para atacar.
-¡Seiya!- le gritó Ikki como reproche- vete... recuerda porqué nos mandaron...-
Al escuchar esto, Seiya salió tras Shiryu. Aunque odiaba la idea de huir, lógicamente era lo único que podía hacer para ayudar a sus amigos... y a la chica.
-Llévenlos abajo- repitió la maga a las otras- con solo dos no tendrán ningún problema. Mientras, yo iré con su otro amiguito...debe estar preocupado...-
En respuesta, Ikki forcejeó de nuevo contra sus ataduras, pero no pudo librarse. Circe rió cruelmente y se dirigió a la habitación de su hija. Al llegar ahí, abrió la puerta con la misma facilidad que antes. Entró con la vara en alto. Miró alrededor. Cassandra seguía profundamente dormida, exactamente en la misma posición en que la había dejado.
-¿Dónde...?- comenzó Una cadena se enredó en su muñeca. Circe volteó hacia donde provenía la cadena, y encontró la respuesta a su pregunta. Shun lo miró con una expresión de odio.
-¿Qué pretendes hacer con tu juguetito...?- le dijo burlonamente la maga- no te servirá de nada contra mí-
-¿Qué demonios le hiciste?- murmuró Shun entre dientes, sin soltar la cadena.
-Nada, aún- dijo con una sonrisa cruel- un simple hechizo para dormir...no quería que ella les arruinara la sorpresa-
-¡Quítaselo ahora!-
-Yo no tomo órdenes de niños como tú. Y será mejor que me quites tu juguete de encima...-
-Si la dejas ir en este momento-
-Que la deje ir no depende de ti- rió Circe con crueldad- sino de los caballeros dorados...Así que suéltame de una vez...-
Shun no respondió, ni parecía dispuesto a mover la cadena de donde estaba. Circe rió una vez más y tomó la cadena con su mano libre. La estiró. Y contrario a lo que había sucedido con muchos de los antiguos adversarios de Shun, la cadena se dejó desplazar dócilmente y abandonó a su dueño. Shun se quedó helado.
-Tú no tienes ningún poder aquí...- dijo la maga apuntándole con su vara. La armadura de Shun cayó al suelo igual que la de los otros- No he matado a nadie hoy, así que tú probarás mi brazo de muerte...- Shun fue empujado por una fuerza invisible que lo lanzó contra la pared.
-No le tengo miedo- dijo Shun.
-¿Qué dijiste?-
-Lo que oíste, bruja. Cassandra ya realizó en mí ese ataque y...-
-No me digas...que lo detuvo...- dijo Circe, esta vez con ira- ella...ella te ha hecho inmune a mi ataque...- y liberó a Shun de su poder, quien cayó al suelo- ¡Despierta!- dijo volviéndose a la chica que aún dormía. Cassandra abrió los ojos, y palideció al ver el rostro de su madre- Le hiciste el ataque a este chico, y se lo retiraste, ¿verdad?-
-Yo...-
Circe la golpeó con su mano libre. La chica gimió y ocultó el rostro como pudo, pero su madre la tomó de los cabellos y la obligó a mirarla.
-¿Sabes que solo te mantengo con vida para deshacerme de tu nuevo amigo, el caballero de Aries?- Cassandra no respondió, así que Circe continuó- sí, a pesar de todo lo que has estropeado, aún me serás útil...-
*************
De vuelta en el Santuario, Mu daba vueltas nerviosamente por su casa, ante la mirada preocupada de Saori. Shaka y Tamara también estaban en la casa de Aries, aprovechando que el pequeño Tai jugaba con Kiki.
-Algo ha ido mal- dijo Mu- ya deberían haber regresado...-
-Cálmate, Mu- dijo Shaka- si tardan, es señal de que la chica está con vida, y que están peleando por salvarla-
Mu no respondió. Siguió caminando en círculos, mirando con esperanza hacia la entrada de su casa.
-Mu- dijo Shaka- te preocupas demasiado por ella... ¿la amas?-
-Yo...no- dijo Mu, captando la mirada curiosa de Saori- yo...yo sé que eso no puede ser... sus leyes les prohíben amar a alguien...-
-Tus padres ignoraron esas leyes- le dijo Saori con cariño- y también Shaka y Tamara. Ella no eligió ser lo que es, así como no eligió a su madre-
-Pero...- comenzó Mu, pero se interrumpió al ver a Seiya y Shiryu correr hacia ellos.
-¿Qué pasó?- preguntó Shaka sorprendido- ¿y los demás?-.
Seiya y Shiryu explicaron todo lo que había ocurrido en el Circeo, incluyendo el hecho de que Circe quería que mandara a los tres caballeros dorados.
-Ya veo- dijo Saori- y aunque sigo pensando que esto es una trampa, tengo que mandarlos a ustedes...- miró a Mu.
-Pero, ¿quién protegerá nuestras casas?- preguntó Mu.
-Las amazonas- dijo Shaka- o los caballeros de plata-
Saori asintió.
-Entonces irán los tres junto con Seiya y Shiryu- dijo Saori- por favor traigan a la chica, y a Hyoga y los otros dos... Desconfíen de todo. Ya vieron que la ventaja de Circe no radica en su poder, sino en la astucia-
**********
-Bien, bien- dijo Circe- al parecer, la chica no lo arruinó todo, sino lo contrario...logró conmover el corazón de Atena-
-¿Qué planea hacer con Cassandra, Señora?-
-Conservarla con vida hasta que destruyamos a los caballeros dorados. Puede serme útil. Mientras, que todas las hechiceras se preparen para luchar. Avísales que tengan cuidado, sobre todo con el caballero de Aries...a ese, más que a cualquier otro, quiero que lo traigan vivo... tengo planes para él...-
-Así se hará, Señora-
***********
Mientras Ikki y Hyoga estaban encerrados en un calabozo del Circeo, Shun estaba amarrado en la habitación de Cassandra.
-Lo siento- murmuró la chica, desde la misma posición en la que su madre la había dejado- todo esto es mi culpa...no debieron venir a ayudarme-
-No digas eso- dijo Shun- todos en el santuario se quedaron muy preocupados por ti...en especial Mu-
-No...no menciones su nombre aquí, por favor...-dijo Cassandra, como asustada- todo esto es una trampa de mi madre para matarlo...-
-No otra vez...-
Ambos se quedaron callados unos momentos.
-Quisiera preguntarte algo...- dijo Shun- cuando me atacaste en la casa de Aries, ¿sabías que me hacías inmune al ataque?-
Ella asintió
-Claro que lo tuve en mente mucho tiempo...y lo practiqué muchas veces...pero no sabía si funcionaría...- sonrió ligeramente- ya veo que sí...- cerró los ojos- espero que los caballeros dorados estén bien...-
-Lo estarán- dijo Shun- no creo que tengan problemas...-
Cassandra, sin embargo, mantuvo sus ojos cerrados y se concentró para hablar al cosmo de Mu lo más pronto posible.
***********
Mientras Seiya, Shiryu y los tres caballeros dorados se preparaban para partir, Mu sintió de nuevo dentro de su cabeza esa voz conocida.
-Te lo suplico...no vengas...-
-Pero, ¿porqué?-
-Es una trampa...ella quiere matarte...-
-Si no voy, te matarán a ti y a los tres caballeros de bronce...-
-Mu, por favor- insistió la voz- hazlo por tu madre...-
-¿Qué dices?-
-Ella se sacrificó para salvarte... no desperdicies su sacrificio por mí...-
-Yo ya tomé mi decisión- dijo Mu- iré...-
CONTINUARÁ...
Bueno, chicos, se acerca el gran final... aunque no sé en cuantos capítulos más... sigan mandando sus reviews, los aprecio muchísimo...
Ryu Mari: lo siento... ToT no es mi intención... bueno, la verdad si... soy cruel...no tengo corazón ni sentimientos... los cambié por una bolsa de chicles... muajajajajajaja... ejem...ejem...sobre matar gente...aún no me decido... ¡gracias por tus reviews, corazona!
DarkLady_Iria: paciencia, hija mía...tus dorados preciosos van a pelear...
Phantom: hola, hermanito...ejem...te veo todos los días ( ¬¬U por desgracia... ntc) pero te quería mandar un pequeño mensajito: Aioros es un Seiyita XD... y más te vale que no te metas a mis documentos para leer la historia antes de que la suba, ¿ok?
Abby L.
-¡No puede ser...!-gritó Ikki mientras se escuchaba la risa fría de Circe. Los cuatro caballeros de bronce miraban sin poder creerlo al sitio donde antes estuvieron los quince soldados del Santuario. El problema era que...ya no eran soldados. Circe los había convertido en animales: cerdos, leones, y otros tipos. Ya no eran hombres sino animales.
-¡LARGO!- gritó, y todos los animales salieron del palacio, obedeciendo las órdenes de la hechicera.
-¿Que...?- murmuró Seiya aún sorprendido- ¿que hiciste?-
-Veo que los caballeritos de bronce son tan tontos como creí- dijo Circe- aunque sí lo suficiente para haber venido a retarme-
Los caballeros de bronce seguían mirando sorprendidos. No podían creerlo. En verdad Shaka tenía razón: Circe era muy poderosa, y combinó sus poderes con su astucia para atacarlos. Que terrible poder...
-No se sientan mal, caballeritos- continuó Circe- no los convertiré en animales, pues no comieron ni bebieron nada de mi mesa. Pero me temo que no los podré dejar ir...-
-¿Y qué piensas hacer para impedirlo?- gritó Ikki desafiante.
-Que no los haya convertido en animales- dijo Circe- no quiere decir que no tenga el suficiente poder para retenerlos...-
-¿Y crees poder vencernos a los cinco tú sola?- dijo Seiya.
-¿Sola? No...- rió Circe- todo el palacio está lleno de hechiceras a mi servicio... además, no son cinco...yo solo veo a cuatro de ustedes...-
Los caballeros de bronce se miraron entre sí.
-¡Shun!- murmuró Ikki- ¿donde...?-
Circe volvió a reír, haciendo que los cuatro jóvenes se estremecieran.
-Se quedó en la habitación de mi hija- explicó la bruja- creyendo que no me había dado cuenta del truco. Y ahí sigue, se los aseguro...la puerta está hechizada y solo yo puedo abrirla. Ya me encargaré de él. En cuanto a ustedes...- dijo mirándolos y volviendo a reír- no voy a matarlos...aún. Los necesito para mis planes-
Circe apuntó al suelo con su vara. La vara dejó salir una luz color verde, que se dispersó por todo el suelo uniformemente, tiñéndolo todo de ese color por unos segundos. Al desaparecer el color, los caballeros se miraron unos a otros.
-¿Eso es todo?- dijo Ikki mirando a la hechicera, en tono desafiante de nuevo- ¿eso es todo lo que puedes conjurar, bruja?
Circe sonrió y volvió a apuntar el suelo con su vara. Esta vez, cuatro árboles surgieron del suelo y rompieron el mármol; justo debajo de los pies de cada caballero. Las cuatro plantas, como enormes manos de madera, rodearon y atraparon a los cuatro caballeros. A todos los atraparon de lleno, menos a Shiryu, a quien solo lograron atrapar una pierna y un brazo gracias a que saltó antes.
La hechicera rompió a reír a carcajadas. Cada vez que apretaba su vara con la mano, las ataduras alrededor de los caballeros se apretaban también, produciéndoles dolor. Las ramas y lianas evitaban que los caballeros se movieran, mientras ellos luchaban en vano contra sus ataduras. Estaban atrapados.
Circe se acercó a Ikki y lo tomó de la barbilla.
-Sí, esto es lo que puedo conjurar, caballerito- le dijo al oído, enterrándole sus largas uñas en la piel- y aunque yo esperaba a otros caballeros mas...importantes... me serán útiles, al fin y al cabo...-
Después de soltar a Ikki, Circe hizo sonar sus dedos, y las cinco hechiceras que los habían recibido aparecieron.
-Llévenlos abajo- les ordenó Circe.
-Pero, ¿y sus armaduras?-
En respuesta, la maga volvió a hacer sonar los dedos, y las armaduras de los caballeros de pronto dejaron de protegerlos, y cayeron pesadamente al suelo.
-¿Qué...qué hiciste?- dijo Seiya.
-¿No lo adivinas? Estas no son plantas comunes, sino ninfas que están a mi servicio- y rió al ver los esfuerzos de los cuatro por soltarse- no se molesten...es imposible que se liberen de estas ataduras... sus poderes no funcionan aquí adentro...- y se dio la vuelta.
Mientras Circe hablaba, Shiryu logró librarse de las ataduras que lo tenían prisionero.
-¡Shiryu!- le gritó Seiya, al ver que el caballero dudaba en escapar- vete de aquí-
-Ve con Saori, que mande a los caballeros dorados- gritó Hyoga.
Al escuchar esto, Circe volteó. Lanzó varios hechizos con su vara, pero Shiryu los esquivó todos y logró salir del palacio. Las otras hechiceras estaban a punto de correr tras él, pero Circe las detuvo.
-No -les dijo- déjenlo...aún tenemos otros cuatro. De hecho- dijo mirando con crueldad a los tres chicos atrapados por las plantas- pienso liberar a otro de ellos, pues uno solo no puede manejar el barco de regreso. A ti- dijo señalando a Seiya. La planta obedeció y lo soltó de inmediato.
-Vete- dijo Circe- llévate tu armadura, y la de tu amigo, y ve con Atena y dile que mande a sus caballeros dorados de Aries, Géminis y Virgo con ustedes de regreso, si tiene el valor. Tiene tres días, si no...-dijo lanzando una mirada a Hyoga e Ikki, que gemían de dolor porque los árboles estaban estrechando cada vez más sus ataduras- tendré que...deshacerme de tus amiguitos y de mi hija. ¡Así que vete!-
-Ni hablar, bruja- dijo Seiya- yo no huiré...- y se preparó para atacar.
-¡Seiya!- le gritó Ikki como reproche- vete... recuerda porqué nos mandaron...-
Al escuchar esto, Seiya salió tras Shiryu. Aunque odiaba la idea de huir, lógicamente era lo único que podía hacer para ayudar a sus amigos... y a la chica.
-Llévenlos abajo- repitió la maga a las otras- con solo dos no tendrán ningún problema. Mientras, yo iré con su otro amiguito...debe estar preocupado...-
En respuesta, Ikki forcejeó de nuevo contra sus ataduras, pero no pudo librarse. Circe rió cruelmente y se dirigió a la habitación de su hija. Al llegar ahí, abrió la puerta con la misma facilidad que antes. Entró con la vara en alto. Miró alrededor. Cassandra seguía profundamente dormida, exactamente en la misma posición en que la había dejado.
-¿Dónde...?- comenzó Una cadena se enredó en su muñeca. Circe volteó hacia donde provenía la cadena, y encontró la respuesta a su pregunta. Shun lo miró con una expresión de odio.
-¿Qué pretendes hacer con tu juguetito...?- le dijo burlonamente la maga- no te servirá de nada contra mí-
-¿Qué demonios le hiciste?- murmuró Shun entre dientes, sin soltar la cadena.
-Nada, aún- dijo con una sonrisa cruel- un simple hechizo para dormir...no quería que ella les arruinara la sorpresa-
-¡Quítaselo ahora!-
-Yo no tomo órdenes de niños como tú. Y será mejor que me quites tu juguete de encima...-
-Si la dejas ir en este momento-
-Que la deje ir no depende de ti- rió Circe con crueldad- sino de los caballeros dorados...Así que suéltame de una vez...-
Shun no respondió, ni parecía dispuesto a mover la cadena de donde estaba. Circe rió una vez más y tomó la cadena con su mano libre. La estiró. Y contrario a lo que había sucedido con muchos de los antiguos adversarios de Shun, la cadena se dejó desplazar dócilmente y abandonó a su dueño. Shun se quedó helado.
-Tú no tienes ningún poder aquí...- dijo la maga apuntándole con su vara. La armadura de Shun cayó al suelo igual que la de los otros- No he matado a nadie hoy, así que tú probarás mi brazo de muerte...- Shun fue empujado por una fuerza invisible que lo lanzó contra la pared.
-No le tengo miedo- dijo Shun.
-¿Qué dijiste?-
-Lo que oíste, bruja. Cassandra ya realizó en mí ese ataque y...-
-No me digas...que lo detuvo...- dijo Circe, esta vez con ira- ella...ella te ha hecho inmune a mi ataque...- y liberó a Shun de su poder, quien cayó al suelo- ¡Despierta!- dijo volviéndose a la chica que aún dormía. Cassandra abrió los ojos, y palideció al ver el rostro de su madre- Le hiciste el ataque a este chico, y se lo retiraste, ¿verdad?-
-Yo...-
Circe la golpeó con su mano libre. La chica gimió y ocultó el rostro como pudo, pero su madre la tomó de los cabellos y la obligó a mirarla.
-¿Sabes que solo te mantengo con vida para deshacerme de tu nuevo amigo, el caballero de Aries?- Cassandra no respondió, así que Circe continuó- sí, a pesar de todo lo que has estropeado, aún me serás útil...-
*************
De vuelta en el Santuario, Mu daba vueltas nerviosamente por su casa, ante la mirada preocupada de Saori. Shaka y Tamara también estaban en la casa de Aries, aprovechando que el pequeño Tai jugaba con Kiki.
-Algo ha ido mal- dijo Mu- ya deberían haber regresado...-
-Cálmate, Mu- dijo Shaka- si tardan, es señal de que la chica está con vida, y que están peleando por salvarla-
Mu no respondió. Siguió caminando en círculos, mirando con esperanza hacia la entrada de su casa.
-Mu- dijo Shaka- te preocupas demasiado por ella... ¿la amas?-
-Yo...no- dijo Mu, captando la mirada curiosa de Saori- yo...yo sé que eso no puede ser... sus leyes les prohíben amar a alguien...-
-Tus padres ignoraron esas leyes- le dijo Saori con cariño- y también Shaka y Tamara. Ella no eligió ser lo que es, así como no eligió a su madre-
-Pero...- comenzó Mu, pero se interrumpió al ver a Seiya y Shiryu correr hacia ellos.
-¿Qué pasó?- preguntó Shaka sorprendido- ¿y los demás?-.
Seiya y Shiryu explicaron todo lo que había ocurrido en el Circeo, incluyendo el hecho de que Circe quería que mandara a los tres caballeros dorados.
-Ya veo- dijo Saori- y aunque sigo pensando que esto es una trampa, tengo que mandarlos a ustedes...- miró a Mu.
-Pero, ¿quién protegerá nuestras casas?- preguntó Mu.
-Las amazonas- dijo Shaka- o los caballeros de plata-
Saori asintió.
-Entonces irán los tres junto con Seiya y Shiryu- dijo Saori- por favor traigan a la chica, y a Hyoga y los otros dos... Desconfíen de todo. Ya vieron que la ventaja de Circe no radica en su poder, sino en la astucia-
**********
-Bien, bien- dijo Circe- al parecer, la chica no lo arruinó todo, sino lo contrario...logró conmover el corazón de Atena-
-¿Qué planea hacer con Cassandra, Señora?-
-Conservarla con vida hasta que destruyamos a los caballeros dorados. Puede serme útil. Mientras, que todas las hechiceras se preparen para luchar. Avísales que tengan cuidado, sobre todo con el caballero de Aries...a ese, más que a cualquier otro, quiero que lo traigan vivo... tengo planes para él...-
-Así se hará, Señora-
***********
Mientras Ikki y Hyoga estaban encerrados en un calabozo del Circeo, Shun estaba amarrado en la habitación de Cassandra.
-Lo siento- murmuró la chica, desde la misma posición en la que su madre la había dejado- todo esto es mi culpa...no debieron venir a ayudarme-
-No digas eso- dijo Shun- todos en el santuario se quedaron muy preocupados por ti...en especial Mu-
-No...no menciones su nombre aquí, por favor...-dijo Cassandra, como asustada- todo esto es una trampa de mi madre para matarlo...-
-No otra vez...-
Ambos se quedaron callados unos momentos.
-Quisiera preguntarte algo...- dijo Shun- cuando me atacaste en la casa de Aries, ¿sabías que me hacías inmune al ataque?-
Ella asintió
-Claro que lo tuve en mente mucho tiempo...y lo practiqué muchas veces...pero no sabía si funcionaría...- sonrió ligeramente- ya veo que sí...- cerró los ojos- espero que los caballeros dorados estén bien...-
-Lo estarán- dijo Shun- no creo que tengan problemas...-
Cassandra, sin embargo, mantuvo sus ojos cerrados y se concentró para hablar al cosmo de Mu lo más pronto posible.
***********
Mientras Seiya, Shiryu y los tres caballeros dorados se preparaban para partir, Mu sintió de nuevo dentro de su cabeza esa voz conocida.
-Te lo suplico...no vengas...-
-Pero, ¿porqué?-
-Es una trampa...ella quiere matarte...-
-Si no voy, te matarán a ti y a los tres caballeros de bronce...-
-Mu, por favor- insistió la voz- hazlo por tu madre...-
-¿Qué dices?-
-Ella se sacrificó para salvarte... no desperdicies su sacrificio por mí...-
-Yo ya tomé mi decisión- dijo Mu- iré...-
CONTINUARÁ...
Bueno, chicos, se acerca el gran final... aunque no sé en cuantos capítulos más... sigan mandando sus reviews, los aprecio muchísimo...
Ryu Mari: lo siento... ToT no es mi intención... bueno, la verdad si... soy cruel...no tengo corazón ni sentimientos... los cambié por una bolsa de chicles... muajajajajajaja... ejem...ejem...sobre matar gente...aún no me decido... ¡gracias por tus reviews, corazona!
DarkLady_Iria: paciencia, hija mía...tus dorados preciosos van a pelear...
Phantom: hola, hermanito...ejem...te veo todos los días ( ¬¬U por desgracia... ntc) pero te quería mandar un pequeño mensajito: Aioros es un Seiyita XD... y más te vale que no te metas a mis documentos para leer la historia antes de que la suba, ¿ok?
Abby L.
