Lo de siempre, que Rurouni Kenshin y todos sus personajes pertenecen a Nobuhiro Watsuki, porque si fueran míos no estaría escribiendo esto, y no tendría que trabajar después de reyes.
13. Conversaciones a la luz de la luna
Kenshin se recostó un poco más contra la pared de la habitación, acomodando mejor su espalda. Pero no era la posición de su espalda lo que le hacia estar incómodo, estaba acostumbrado a dormir sentado en el suelo, contra la pared. Igual que estaba acostumbrado a pasar la noche en vela, velando el sueño de su amada. Lo que fallaba era que ella, no conocía ese detalle, y ahora era plenamente consciente de que estaban los dos en la misma habitación.
Cuando llamaron a la puerta del Aoiya, minutos después de que entraran Misao y Soujiro precipitadamente, Okkon les abrió medio dormida y les buscó una habitación provisional en la casa. Ese era el problema, UNA habitación. Se había vuelto de espaldas a la pared, como todo un caballero mientras Kaoru en la otra esquina, se cambiaba rápidamente el kimono por una yukata para dormir, y gentilmente le había rogado que durmiera en el futón, a lo que ella accedió a regañadientes. Una vez que ella estuvo cómodamente instalada, se dejó caer en un rincón y espero a que se durmiera.
-"Estamos haciendo el idiota, ¿lo sabes verdad?"
-"Hai. Digo... no, Kaoru-dono tiene que dormir y sessha no puede permitir que lo haga en otro lugar que no sea el futón"
-"Si no digo que no, baka rurouni, lo que digo es que estaría mucho mejor en nuestros brazos que allí sola"
-"Hai. Digo...sessha no puede ir con ella"
-"Por Kami, no seas estúpido, la deseas tanto o mas como yo"
-"Hai. Pero sessha nunca le pondrá un dedo encima a Kaoru-dono"
-"Bien, como quieras, déjame salir y yo le podré la mano entera por los dos"
-"NO. Tú...tú la asustarías, le harías daño"
-"Escúchame bien idiota, nunca,...YO JAMAS JAMAS le haría daño a ella...preferiría morir"
-"Entonces, no sólo la deseas, tu también..."
-"Hai, y estoy seguro de que ella nos aceptaría a los dos, si tan sólo te atrevieras a dar el paso"
-"Pero sessha no se merece....¿tú crees?¿a los dos?"
-"........"
-"Antes que tú aparecieras estaba yo, y antes que yo había otro"
-"¡oro! ¿otro mas?"
-"Hai , ni rurouni, ni battousai, pero ambos a la vez"
-"¡oro! Ni tu ni yo pero sí los dos, no entendiendo nada"
-"BAKA, es lo que ella te dice siempre, ¿es que soy YO, el único que la escucha?"
-"Te refieres a..."
-"a Himura Kenshin"
Tendida en el futón, incapaz de dormir, Kaoru sentía a Kenshin intranquilo en su rincón. -"Mou Kenshin. Ahí fuera está nevando y tú te estás muriendo de frío. Haz el favor de dejar de hacer el tonto y venir a dormir conmigo" – Esperaba alguna ridícula protesta por parte de él pero no fue así. Kenshin se levantó obediente y se acercó a ella. Un poco sorprendida y agradeciéndole a Kami que la habitación estuviera a oscuras para que no viera lo colorada que estaba, levantó las mantas y le hizo sitio junto a ella en el futón. Kenshin permaneció tendido, mirando al techo, con las manos en los costados, a escasos centímetros de ella. Battousai le decía que la abrazara, el rurouni que volviera al rincón, pero él permaneció quieto, arropado por el aroma a jazmines y el calor del cuerpo de Kaoru. Suspiró en paz y cerró los ojos. Unos ojos violeta, con pequeños toques de ámbar. Los ojos de alguien que no era ni un asesino ni un vagabundo, los ojos de Himura Kenshin.
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Aoshi apretó un poco más su abrazo sobre Kagero. Mientras ella protestaba con un gemido. Sonrió. Todavía estaba enfadada y estaba preciosa cuando arrugaba su nariz, tendría que molestarla más a menudo, valía la pena. Desnudarla había sido una tortura para su cuerpo, que clamaba por ella con cada centímetro de piel que descubrían sus manos. Hacia tiempo que no tenía que hacer un esfuerzo semejante para controlarse y no faltar a su palabra, cuando por fin la tuvo allí, desnuda ante él, cubriéndose los pechos con un brazo y su entrepierna con el otro. Las mejillas coloradas de vergüenza y esa mirada de advertencia en sus ojos. Pero estaba disfrutando tanto como él, podía sentirlo. Ella misma estaba librando una batalla interna, entre la necesidad de desnudarlo de igual forma que él había hecho con ella y entregarse y la certeza de que estaba a punto de cruzar la línea y si lo hacía, Hajime despellejaría a Aoshi lentamente y a ella la encerraría en casa por el resto de su vida. Así que había alejado de su mente todo pensamiento pecaminoso y poniéndose la yukata con la mayor dignidad de que era capaz. Se metió en el futón, de lado, dándole la espalda y dando por terminado todo el asunto.
Pero Aoshi no se iba a rendir tan fácilmente Se acostó en el futón y la abrazó desde atrás. Recostándola contra su pecho y deslizando su mano entre las de ella. La misma posición que la noche del baile, en Hiroshima, meses atrás. Kagero notó un nudo en la garganta.
-"Koishii"- susurró en su oído
-"......"
-"¿Has estado alguna vez en Hokkaido?"
-"...." – Todavía estaba enfadada con él
-"Es un poco frío en invierno, y caluroso en verano, ... algo como nosotros"
-"...."
-"El gobierno lleva años buscando a alguien que se encargue de la zona, pero no es el tipo de sitio que les guste a los políticos de carrera"
-"...."
-"Los Onniwabanshu ya no me necesitan. Misao podría ser okashira con un poco de ayuda, le corresponde a ella después de todo."
-"...."
-"Koishii, verás, lo que intento decirte.."
-"¿Cómo es en primavera?" – la pregunta lo pilló por sorpresa
-"¿En primavera? No lo sé, tendría que ir a verlo"
-"Entonces ve, y cuando vuelvas"
-"cuando vuelva, ¿qué? koishii"
-"Cuando vuelvas ....hablaremos con Hajime."
-"Y me matará"
-"Probablemente"- Aoshi rió con ella. No sería fácil, pero lo conseguirían, juntos podrían hacerlo todo. Aspiró su aroma, quería pasar así todas las noches por el resto de su vida
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Estaban en la habitación de Soujiro, pero ella no se había dado cuenta. Seguía llorando aferrada a él, mientras la llevaba en brazos, y había seguido llorando cuando la dejó en el suelo. Había soñado muchas veces tener a su ángel en sus brazos, pero no así. Le acarició el pelo, tratando de confortarla, esperando a que se calmase.
Misao seguía llorando, pero no sentía dolor por haber perdido a Aoshi. No se puede perder lo que nunca te ha pertenecido. Y Aoshi estaba feliz, Kagero le había hecho feliz de una forma que ella jamás podría. Él nunca la había mirado de aquella manera, ni hablado con ese tono de voz, divertido, despreocupado, apasionado. En el fondo se alegraba por él. Pero entonces ¿qué iba a ser de ella? Todos los pensamientos sombríos del tren se hicieron presentes. Aoshi-sama ya no la necesitaría más. Se quedaría sola, no le gustaba estar sola. Por eso lloraba, porque en el fondo era una niña, y estaba asustada. Lloraba como una niña perdida. Pero no podía llorar, ya no era una niña. Tanto tiempo que la trataran como tal y ahora que la vida lo hacia no daba la talla. Se enfadó consigo misma. Si Aoshi-sama la veía llorar creería que era por su culpa, y podría hacer alguna tontería. No podía permitir que Aoshi-sama perdiera la felicidad que tanto le había costado encontrar. ¡No por una niña histérica!
Soujiro notó como Misao dejaba de llorar, y se quedaba quieta, tranquilizando su respiración, aún contra su pecho. Tomó aire, era el momento.
-"Misao" – era la voz de Soujiro, pero sonaba extraña, más formal y ¡había olvidado el sama! – "Misao, quiero que me escuches. Tengo algo que decirte." – Hizo una pausa para tomar aire y esperar por alguna respuesta, pero Misao permaneció en silencio.- " Todos estos años, me he estado buscando a mi mismo, y me he dado cuenta de quién soy realmente. Soy un hombre que no conoce la alegría, la verdadera alegría que produce tener algo bonito en la vida, un hogar, una familia, amigos,... y sin embargo sonrío todo el tiempo, para hacer creer a los demás que soy inofensivo. Pero no lo soy, Misao. Soy un asesino que intenta desesperadamente seguir en el camino y no caer de nuevo en la oscuridad. Pero es muy difícil seguir el camino sólo, sin nadie que me sirva de guía." – Hizo una pausa, ella seguía agarrada a su gi, escuchándole – "Una vez conocí a un hombre que como yo, no era capaz de sonreír de verdad. Pero ese hombre tenía a alguien que si conocía el camino, y que le amaba sobre todas las cosas, tanto como para internarse en la oscuridad y traerle de vuelta. Un ángel." – la mano de Soujiro dejó su cabeza para acariciarle la mejilla – "Me di cuenta de que si yo también tenía un ángel, no volvería a perder el camino. Por eso salí a buscarlo...pero no lo encontré. No dejé a nadie entrar en mi corazón porque mi ángel ya tenía nombre. La envidia es terrible, Misao. Es horrible desear de esta forma lo que otro hombre tiene. Y más aún cuando ese hombre no se da cuenta de lo afortunado que es"
Poco a poco, como si temiera romperla, la fue separando de su cuerpo hasta tenerla sentada frente a él. Pasó un dedo gentilmente por debajo de sus ojos hinchados, secando sus lágrimas. – "Perdóname Misao te mentí. No hice ningún juramento. Pero era lo único que podía hacer para mantenerme a tu lado." – Misao lo miraba como si lo estuviese viendo por primera vez, y algo en su interior le decía que era así. Soujiro no sonreía y sus ojos la miraban directamente, fríos y serios. Fríos y serios como los de Aoshi.
–"Y ahora mi querida Misao, ahora que ya lo sabes todo. Tengo que ir a retarle a un duelo"
-"¿Un duelo? ¿por mí? Pero puede matarte" – Soujiro sonrío, pero era una sonrisa triste, sin alegría
-"Si gano, se casará contigo. Si muero, su honor no le permitirá dejarte por otra. No me importa dar mi vida si es por tu felicidad" – se levantó para irse pero ella le agarró por la manga, la miró, arrodillada ante él, con los ojos llenos de lágrimas de nuevo, implorantes
-"Pero....¿y si yo no quisiera casarme con Aoshi-sama?" – Soujiro volvió a sentase, no había esperado esta reacción
-"Yo....yo no sé que es lo que quiero Soujiro, ya ni siquiera se si le quise alguna vez. Mírame, sólo soy una niña que no quiere estar sola"
-"Pero no estás sola. Tienes a tus compañeros, tienes amigos,....me tienes a mí" –dijo con un hilo de voz y al verla así, tan triste, tan necesitada de amor, Soujiro hizo lo que nunca se creyó capaz de hacer. La besó. Suavemente en los labios y después con todo el amor que tenía guardado para ella. Cuando se separó, recriminándose a sí mismo por haberse aprovechado de su estado de debilidad, no se atrevió a mirarla a los ojos. Hasta que ella misma, le levantó la cabeza. No podía creerlo, estaba sonriendo. había vuelto a hacer sonreír a su ángel. Lo había hecho él.
Cuando los labios de Soujiro se posaron sobre los suyos, de una manera tan dulce, su corazón se paró. Y después parecía querer salirse de su pecho de lo rápido que volvió a latir. Podía sentir el fuego en su cuerpo. Un fuego que comenzaba en sus labios y se extendía por su cuerpo llevándose todo el miedo y la incertidumbre. No sabía que era ese sentimiento pero no quería que terminara.
-"Soujiro, no quiero que retes a Aoshi-sama, se merece ser feliz"
-"Hai, Misao-sama"- dijo volviendo a su antigua actitud, volviendo a su falsa sonrisa
-"Soujiro, no quiero que me vuelvas a llamar así, y sobre todo, no quiero que me vuelvas a sonreír si no lo sientes de verdad"
-"Hai,...Misao" – dijo mientras su amplia sonrisa era remplaza por otra, muy pequeña, pero sincera.
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Unos golpes sonaron en la puerta antes de que ésta se deslizara y una sonriente Misao apareciera con una bandeja con el desayuno.
–"Buenos días, Aoshi-sama. Buenos días, Kagero. Hay un hombre en la puerta que dice ser Okita Souji, me dio esta bolsa para ti y también dice que tenéis media hora para llegar al templo"
-"Aaaahhhhh" – Kagero se había despertado de golpe con la llegada de Misao y, pese a estar correctamente vestida, su primer impulso fue taparse hasta la garganta con la sábana, mientras Aoshi, a su lado trataba de averiguar, con su aturdido cerebro, por qué Misao parecía tan feliz de verlo en la cama con una mujer, pero sobre todo que tenía que ver el templo con todo eso.
-"Oh, Buenos días Misao, aquí estás, ¿se puede saber por qué echasteis a correr....AAAAAHHHH KAGERO QUE HACES EN LA CAMA CON AOSHI"
-"ORO"
-"Oh callaos por favor. Un momento, el templo. ¡LA BODA DE KANEDA-SAMA!
Y antes de que nadie más pudiera aparecer en escena, Kagero había empujado a Aoshi fuera de su propia habitación, le había quitado a Misao de las manos la bolsa con su ropa y había cerrado la puerta dejándolos a los 4 en el pasillo. Aoshi se levantó del suelo, recuperó en un instante la compostura y anotó mentalmente el dato de que su koishii tenía un despertar horroroso por las mañanas. Levantó una mano para silenciar la pregunta de Kaoru antes siquiera de que abriera la boca, y suavemente llamó a la puerta de su propia habitación. –"Koishii, esa es mi habitación, mi ropa está ahí dentro" – en un abrir y cerrar de ojos, la puerta se abrió para mostrar a un remolino a medio vestir lanzándole a la cara el kimono negro que compraran en Hiroshima, y se volvió a cerrar antes de que nadie pudiera decir nada. Aoshi tomó su ropa y se dirigió a una habitación libre, no había duda, tenía un despertar horrible, pero antes de que pudiera dar un paso, la puerta volvió a abrirse y el remolino reapareció para darle un ardiente beso en los labios y volver a desaparecer tras la puerta.
Aoshi se giró para ver a Himura, Kaoru y a todos los Onniwabanshu que cabían en el pasillo mirándole con cara de incredulidad. Se aclaró la garganta y avanzó por el pasillo. No había duda, sus mañanas iban a ser maravillosamente terribles al lado de esa mujer
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Otro capítulo terminado, espero que os haya gustado, me ha salido bastante romántico y divertido ¿no?
Gracias eternas a gaby (hyatt y a layla por sus reviews, son los únicos que recibo pero supongo que hay más gente que lee mi fic, eso espero por lo menos (T-T).
Ahora tengo un pequeño problema llegados a este punto del fic, ya tengo planeado todo lo que va a ocurrir en primavera (por algo le puse ese nombre al fic), pero se supone que están en diciembre, ¡no tengo ni idea de cómo hacerles pasar el invierno! Mandadme reviews de ánimo porfaplease para que me ponga contenta y me venga la inspiración.
En lo que se refiere a la cicatriz de Tokio, había pensado poner un par de flash back explicando pero me he dado cuenta de que casi podría hacer otro fic con todo este triángulo que he montado con Okita, ¿qué preferís, lo meto aquí o hago un fic nuevo?
