Rurouni Kenshin y todos sus personajes pertenecen a Nobuhiro Watsuki, que creo que alguien todavía no lo sabe.
Primero una aclaración, le he echado una ojeada al mapa y Hokkaido es una isla, al norte. Así que la ciudad no se llama Hokkaido sino toda la zona. La ciudad es Sapporo que está por el centro de la isla. Gomen por no aclararlo antes.
16. Sinceridad
Aoshi se frotó las sienes intentando alejar el dolor de cabeza. No creía que su trabajo podría llegar a ser tan inaguantable. Después de todo él mismo se había encargado de volver a organizar a los Onniwabanshu para que volvieran a ser un clan importante y poder sobrevivir en la nueva era. Tenía experiencia en planificar rondas de guardia, entrenamientos, cadena de mando, suministros y demás pero había una sutil diferencia. Una pequeñísima diferencia que le provocaba un tremendo dolor de cabeza. El papeleo.¿A quién se le había ocurrido que tenía que dar las órdenes por triplicado rellenando formularios? Y sobre todo ¿por qué tenía que leer esos odiosos informes de patrulla escritos en esa letra tan terrible? Era infinitamente más útil que le diesen el reporte personalmente, así si tenía alguna pregunta la podría hacer directamente y no tener que volver a rellenar otro terrible formulario para convocar a un agente que ya habría olvidado los detalles de algo que pasó ¡hace 10 días! Dio un suspiro de resignación, si quería ese puesto de gobernador tendría que acostumbrarse a ese tipo de cosas y por ahora esos informes era lo único que tenía para averiguar quién fue el asesino del antiguo gobernador. Como si tuviese alguna duda de que fue ese Owaki o alguno de su banda. Pero ahora estaba del lado de la ley y la justicia, no podía ir directamente y atravesarle con sus kodachis, necesitaba pruebas. ¿Cómo diablos lo conseguía Saitou?. Unos golpes en la puerta, despejaron su aletargada mente -"Disculpe Shinomori-sama, pero tenemos un problema" – contento de cambiar de tarea, Aoshi siguió a Honjoite hasta el patio, donde Hiroki había comenzado con la típica sesión de prácticas de los Onniwabanshu, pero con bokkens.
Junto a la puerta de salida, un numeroso grupo de muchachos de varias edades, aguardaban pacientemente. Aoshi distinguió al chico de la noche anterior ante ellos, Eiki. Al verle llegar, se acercó.
-"Shinomori-sama, estos chicos han aparecido esta mañana para alistarse"
-"El mismo me dijo anoche que viniera, Honjoite. Ya te lo he dicho un millón de veces"
-"¿Y los demás?"- como siempre la voz calmada de Aoshi los hizo callar
-"Cuando les conté lo que había hecho la otra noche quisieron venir conmigo, para ayudar" – Aoshi asintió
-"¿Tenéis algún tipo de entrenamiento de combate?"
-"La mayoría de nuestros padres eran samuráis, sabemos algo del camino de la espada, aunque algunos no hayan querido enseñárnoslo"- había tristeza en la voz de Eiki, incluso un poco de vergüenza
-"Bien, ¿cuál es el problema entonces? Dales un informe a los que cumplan con la edad mínima y que se pongan a entrenar con los demás."
-"Es que ese no es el problema Shinomori-sama" – Honjoite miró hacia el grupo y uno de los chicos se acercó, pese a las ropas masculinas que llevaba, Aoshi la reconoció enseguida, era la hija del dueño de la posada – "Esta chica dice que también quiere alistarse"
-"Yo tampoco quiero vivir de rodillas, Shinomori-sama. Y no quiero volver a poner a nadie en peligro por ser demasiado débil" – la chica estaba muy nerviosa y le fallaba la voz, pero su resolución era firme y su mirada implorante
-"Las mujeres no pueden alistarse" – Honjoite había cruzado los brazos sobre el pecho firme en su negativa
-"Pues yo conozco una que es capitán" – Hiroki se había apartado de sus alumnos, curioso por el rumbo que estaba tomando la conversación
-"Las mujeres son demasiado delicadas. No tienen fuerza ni habilidad para la lucha"
-"Conozco a muchas mujeres que no tendrían ningún problema para ganarte con los ojos cerrados" – dijo pensando en Misao y en las otras mujeres del clan –"y el capitán estuvo a punto de vencer incluso a Aoshi-sama"- antes de que Honjoite pudiera replicarle Aoshi intervino
-"Si tu padre está de acuerdo, por mí no hay ningún problema, que firme una autorización"- la chica sonrió por primera vez, tenía una sonrisa muy bonita, pensó Hiroki
-"Por las tardes tengo a los alumnos de menor nivel, podrías empezar a entrenar hoy mismo, si quieres" – la chica le volvió a sonreír mientras asentía y Hiroki empezó a sentirse algo nervioso.
-"Si no hay nada más, tengo una montaña de papeles esperándome" – dijo Aoshi antes de regresar al despacho, dejándolos en el patio
-"No me creo que exista una mujer con rango de capitán, te lo has inventado Hiroki" – Honjoite era un machista convencido
-"Se trata de Saitou Kagero, hija de Saitou Hajime, tercer capitán del Shinsengumi, no se si habrás oído hablar de él" – la cara de Honjoite perdió un poco de su color –"supongo que algún día la conocerás si salimos de ésta, porque es la prometida de Aoshi-sama"- dijo con una amplia sonrisa de triunfo. Ahora si que Honjoite se descompuso. La chica no pudo evitar reír un poco ante la cara tan cómica de éste y Hiroki pensó que nunca había visto nada más hermoso.
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Debido a su tobillo torcido, Kaoru no pudo impartir su habitual clase de kendo, por lo que Yahiko la sustituyó de muy buen grado. Ahora estaba sentada en el porche, bebiendo su té un poco malhumorada. Maldito Yahiko, no solo me insulta y me ataca los nervios sino que además me vuelve una inválida, en cuanto pueda andar de nuevo me las va a pagar. Dio un gran trago al té para reafirmar su resolución, pero olvidó que estaba muy caliente aún y se quemó. Llevó los dedos a sus labios con un gesto de dolor. Lo que me faltaba pensó.
Desde el patio, lavando la ropa, Kenshin la observaba por el rabillo del ojo. Cómo deseaba que fueran sus dedos los que tocaran esos labios adoloridos. Suspiró. Había estado tan cerca, un poco más de tiempo y...y ¿y si ella no hubiese querido? Le podría haber pegado una bofetada por atreverse a besarla y gritarle que era un hentai aprovechado. Si no hubiera sido por Sanosuke. Un momento, si no hubiera sido por Sanosuke la habría besado. Ella quería que lo hiciera, sino se hubiera resistido un poco o al menos protestado cuando la estaba acariciando. Por el contrario, estaba muy relajada e incluso le estaba alentando a seguir. ¡Si no hubiera sido por Sanosuke ahora mismo no estaría haciendo la estúpida colada como un estúpido idiota sino que estaría sentado allí con ella entre sus brazos! Conforme iba llegando a esa conclusión, sus ojos se volvían cada vez más dorados y su ki se encendía un poco más. Y hablando del rey de Roma.....
-"Hey Kenshin, ¿todavía queda algo del desayuno?" – Kenshin lo miró fijamente, sus ojos dorados con algunos toques lavanda y su ki totalmente concentrado. Sanosuke sintió algo recorriendo su espina dorsal y tragó saliva al ver los ojos de Kenshin
–"Eso que sientes es mi ki" – dijo con voz ronca. Sanosuke asintió -"Ayer por la tarde, antes de entrar al dojo, también lo sentiste ¿verdad?" – Sanosuke volvió a asentir –"Si la próxima vez que sientas mi ki no te das media vuelta y desapareces, olvidaré que eres mi amigo"- esta vez asintió dos veces –"Bien, te he guardado un poco de tofu y sopa miso por su aparecías. Está en la cocina como siempre"- Sanosuke volvió a asentir, más despacio esta vez, totalmente sorprendido por la rapidez con que Kenshin había sonreído pacíficamente y sus ojos habían recuperado su mayoría violeta.
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A punto de anochecer ya, Aoshi bajó al patio para despejarse y estirar los músculos. Después de ojear una interminable montaña de informes había sacado una posible localización de la banda de Osaka, pero para estar más seguro había decidido probar suerte de nuevo esa noche y ver si podía seguir a uno de los matones de Owari hasta su escondite. Cerró los ojos e intentó meditar un poco. Últimamente sus hábitos de meditación habían estado un poco descontrolados, la verdad es que su vida entera había estado un poco descontrolada, pero pronto las aguas volverían a su cauce. Se concentró y trató de dejar la mente en blanco, preparándose para la tarea de la noche. Pero sintió una débil amenaza y abrió los ojos.
Frente a él, un hombre con un solo brazo le miraba fijamente. En la mano izquierda, su única mano, empuñaba una katana
-"Así que eres tú el que se atreve a poner a nuestros propios hijos en nuestra contra" – el filo de la espada temblaba peligrosamente cerca de su yugular, pero Aoshi no se inmuto. Mantuvo la postura de meditación y observó al hombre con ojos fríos sin pronunciar palabra. El desconocido no pudo mantener aquella mirada por mucho tiempo y presionó la hoja sobre el cuello de Aoshi. La gota de sangre que manó del ninja no rodó por su cuerpo, sino por la espada. Lentamente fue dejando un rastro carmesí por la afilada hoja hasta llegar a la empuñadura. El hombre soltó la espada como si la gota le hubiera quemado la piel.
–"Estoy aquí para ocuparme de Owari y no necesito a niños para ello." – sacó un pañuelo de la camisa y limpió su cuello –"No soy ningún shogun que ha pedido a vuestros hijos como carne de cañón para su guerra particular. Esos tiempos ya pasaron. En la era Meiji cada cual puede elegir su camino sea quien sea su padre." – recogió la katana del suelo y se la tendió a su dueño ofreciéndole la empuñadura –" Hace tiempo decidisteis que vuestras familias eran más importantes que vuestro deber, traicionando a vuestros señores. Por esos vinisteis aquí, para estar a salvo. Si seguís permitiendo que Owari se salga con la suya, estaréis traicionando a vuestras familias esta vez."- El desconocido miró fijamente la empuñadura de su espada, dudando. –"La era Meiji no es perfecta, y a la gente no le gustan los cambios. Algunos serán buenos, otros no tanto, pero si no lo intentamos nunca lo podremos saber. Se puede llevar una vida honorable, mientras no se traicione a uno mismo."
El hombre recogió la katana y la guardó. Tras un momento de duda, se inclinó ante Aoshi –"Que un ninja le tenga que dar lecciones de honor a un samurái es un cambio difícil de tragar, Shinomori-sama"
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Hajime arrugó la nariz al percibir los nauseabundos olores de aquel lugar y encendió un cigarrillo. Desde luego era el típico lugar dónde cabría esperar encontrar a Chou pero no a Okita. Okita tenía más clase. Pero había sido el ahou de Chou el que lo empezó con aquella ridícula apuesta de dados. Habían estado apostando y jugando toda la noche y, aunque Chou había conseguido llegar arrastrándose a su casa a dormir la borrachera, Okita había seguido allí. Saitou conocía bien a Okita, tenía una de las mayores tolerancias al alcohol y que jamás había visto, fruto al parecer, de los medicamentos que tomó cuando estaba enfermo. Pero dos días en un bar era demasiado tiempo, incluso para Okita.
Había poca luz, pero estaba acostumbrado a rastrear a la gente y pronto lo localizó. Caminó con paso autoritario hacia el fondo del local, en una de las mesas en penumbra, Souji bebía a sorbos de un vaso, la mesa llena de botellas vacías de sake. Al menos había conseguido mantenerse sentado y no caer al suelo.
-"¿Qué se supone que estás haciendo Souji?"- Okita levantó a duras penas la cabeza y le miró con ojos vidriosos, tratando de enfocarlo y reconocer a quien le estaba hablando
-"Aaaahhh, mi buen amigo Hajime. Que ¿qué es lo que hago? Pues beber ¿no es evidente?" – Saitou dio la vuelta a una silla y se sentó a su lado
-" ¿Por qué estas bebiendo?"
-"Porque mi hora llegó hace 10 años, y he estado muerto en vida desde entonces. Sólo estoy intentado poner las cosas en su lugar"
-"Ese es el pensamiento de un cobarde Okita. Creí que tú no lo eras"- dio una calada al cigarrillo y echó el humo en la cara de Okita
-"Y ese es un comentario propio de alguien que no sabe de qué habla. TU jamás podrías entender lo que me está pasando por el simple motivo de que TU nunca sientes nada. Eres un maldito cerdo estirado e insensible que no se da cuenta de que lo tiene todo" – la mirada vidriosa de Okita pasó a ser de odio –"Tienes todo lo que yo más amo en esta vida y ¿qué haces? Despreciarla, humillarla, la usas como se usa a cualquier mujerzuela de un burdel, peor aún, porque ellas al menos reciben unas monedas a cambio" – ahora su voz sonó irónica –"En todo este tiempo YO he estado a su lado. He reído con ella, he llorado con ella, he pasado mis días con ella para ver como cada maldita noche volvía a tu lado para darte lo único que no me daba a mi." – el cuerpo de Saitou se tensó aún más –"Su amor. Ella te quiere de verdad, a pesar de todo lo que le has hecho te quiere de verdad. Kami las mujeres son realmente estúpidas"- dio otro sorbo
-"¿Desde cuándo?" – estaba tratando por todos los medios de mantener la calma y no retorcerle el cuello allí mismo
-"¿Desde cuándo la quiero? Desde siempre supongo. Al principio estaba demasiado enfermo para hacerme ilusiones siquiera y después" – dio un nuevo sorbo –"después te me adelantaste" – su expresión era ahora de absoluta derrota. El silencio se hizo entre ellos. Mientras Okita trataba de volver a llenar de nuevo el vaso con sake, Saitou volvió a revivir aquellos días, cuando la mejoría de Okita le provocó una pequeña sensación de amenaza y de urgencia a la vez.
-"Yo la vi primero" – dijo Saitou en un susurro, era una frase tonta, infantil incluso, pero era la única explicación que era capaz de darle
-"No, Hajime, íbamos juntos esa noche. Tú sólo la rajaste primero"- el puño de Saitou golpeó la mandíbula de Okita dejándole sin sentido. Lo cargó en su hombro y salió de aquel antro camino a casa. Cualquier otro hombre habría muerto por decirle aquellas últimas palabras pero después de todo, Okita Souji era más que un hermano para él.
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Le he echado un vistazo a las opciones de ff y resulta que tenía bloqueado los reviews anónimos. Gomen layla, ya está arreglado. Y también he visto que alguien ha metido este fic en su lista de favoritos. GRACIAS seas quien seas mmm ¿será un error? Mejor no profundizar en el tema.
Este fic me está saliendo más largo de lo que esperaba de verdad, pero es que han empezado a aparecer personajes como champiñones y ahora me dan pena dejarlos a medias. Por ahora un adelanto, Aoshi y Kagero van a estar separados hasta primavera (por si alguien todavía no lo había deducido) y los demás van a estar mareando la perdiz hasta el GRAN FINAL, porque las únicas escenas que tenía claras eran la pelea en el dojo, la escena del burdel y el final, pero al ir rellenando la historia se hacia cada vez mas y mas grande y ahora no quiero terminarla, aunque aviso que el GRAN FINAL serán por lo menos un par de capítulos, y ahora que os he dejado con ganas de saber más os aguantáis y esperáis o me mandáis un review.
