Rurouni Kenshin y todos sus personajes pertenecen a Nobuhiro Watsuki
Lo prometido es deuda así que, aunque con un poco de retraso, aquí va el último capitulo. He tardado porque no quería escribir empalagoso, ya todos sabemos que se quieren mucho y lo han demostrado con sus actos (literalmente) a lo largo de todo el fic, además no pegaba mucho. Ya dije que realmente el último capitulo era el anterior, esto es solo el "y vivieron felices para siempre" pero tenía ganas de escribirlo. Recuerdo que el fic es un Aoshi/Kagero y un Saitou/Tokio principalmente así que no esperéis gran cosa de las otras parejas.
22. Epílogo
Aoshi esquivó, echando la cabeza hacia atrás, la espada que momentos antes había estado amenazando su cuello y contraatacó a su vez rozando el hombro de Saitou. Los ojos del lobo brillaron coléricos por su atrevimiento mientras su cuerpo se arqueaba para preparar la segunda posición del Gatotsu. Aoshi suspiró internamente alegrándose de estar entrenando con bokkens en vez de espadas afiladas, aunque su expresión de hielo no cambió ni un ápice. Saitou atacó y a duras penas, Aoshi consiguió bloquear su ataque. Quedaron los dos frente a frente, a escasos centímetros de distancia, con las espadas cruzadas entre ambos, mirándose con franca adversidad y respirarando agitadamente.
-"Ya basta vosotros dos, ¿es que no os vais a cansar nunca de pelearos?" – en la puerta del dojo, la alta figura de Tokio los miraba con las manos en las caderas como si estuviera regañando a dos niños por pelearse por un juguete por enésima vez
-"Tan sólo estamos entrenando Tokio" – dijo Saitou dejando la espada en su lugar y encendiendo un cigarrillo. Pero antes de que pudiera llevárselo a los labios, la mano de su esposa lo interceptó y lo guardó, con una mirada de advertencia en sus ojos
-"Sabes que el médico te ha prohibido fumar" – Hajime rodó los ojos, ¿cómo iba a superar aquella condena visita sin un solo cigarrillo para calmar los nervios? Pero en seguida su mente recordó otra forma mucho más placentera de relajarse y miró a su esposa con un brillo pervertido en sus ojos y una sonrisa torcida. Tokio podía leer los ojos de su marido como si se tratara de un libro y se alegró de haberle quitado el cigarrillo.
Aoshi los miró por un momento adivinando lo que se decían con la mirada y pensando, no sin cierta aversión, que él mismo no era tan diferente del miburo como ambos creían. Su mente voló a su mujer, pero unos pasos rápidos e inseguros en el pasillo se llevaron toda su atención. Instantes después, la pequeña y tambaleante figura de un niño, de cabello oscuro y ojos azul hielo, aparecía en el marco de la puerta, recorría la habitación con ojos curiosos y sonreía de oreja a oreja al fijar su vista en él. Aoshi le sonrió a su vez, el niño tenía la misma maravillosa sonrisa que su madre y, como ella, era capaz de derretir su máscara de hielo
-"¡Papá!"- dijo el niño corriendo hacia él con sus bracitos extendidos, pero tropezando por el camino. Aoshi lo cogió rápidamente antes de que llegara al suelo y lo alzó en brazos apretándolo cariñosamente
-"Touya-chan, al fin te encuentro"- Asuka había aparecido en la puerta, con expresión un poco sofocada por haber corrido detrás del niño por todo el palacio –"Sabes que tenías que estar en la cama desde hace rato" – regañó al niño
-"Pero Touya-chan quería ver a papá y abuelito pelear" – Aoshi rió secretamente de la cara de Saitou al verse nombrar como 'abuelito'
-"Los verás mañana, ya sabes que 'entrenan' cada día"- dijo Tokio recogiendo al niño de los brazos de su padre y dándole un beso en la frente mientras lo mantenía en los suyos – "Y ahora el abuelo y la abuela te van a llevar a la cama"- De reojo vio como su marido fruncía el ceño pero le lanzó una nueva mirada de advertencia. Por mucho que pareciera disgustado sabía que Hajime estaba loco por su nieto, y disfrutaba estando con él.
-"Ah, Saitou-san, encontré a Okita-san cerca de la entrada, me dijo que os recordara que esta noche la pasaréis con él en su casa"- dijo Asuka un poco atemorizada de tener que hablar con el miburo directamente
-"Como si necesitara que me lo recordara"- musitó Saitou entre dientes –"¿tan viejo cree que soy?" –y refunfuñando salió del dojo antes de su mujer y su nieto.
Aoshi vio como su hijo se alejaba saludándole con su manita y le deseó buenas noches. Pasó revista para comprobar que todas las armas del dojo estaban en su lugar y salió de la habitación apagando las velas. En el pasillo se encontró con Eiki y con Hiroki que buscaba a su prometida
-"Asuka debe estar en la habitación de Touya, Hiroki, ve a buscarla"- el muchacho sonrió y se fue. Aoshi no pudo dejar de ver cómo el otro chico tenía el ceño fruncido
-"Creí que no te importaba que Asuka y Hiroki se fueran a casar"
-"Oh. No es eso Aoshi-sama, estaba pensando en algo que dijo Okita-san esta mañana en la escuela" – contestó Eiki. Aoshi se temió lo peor, menos de dos años y ya estaba casi arrepentido de que Okita fuera el responsable de la escuela. Pero tenía que reconocer que a pesar de las extrañas ideas que tenía, como dar clase por igual a hombres y mujeres de todas las materias, Okita había resultado un profesor magnífico. Tras el terremoto, su brazo derecho había quedado inutilizado y ya nunca podría volver a empuñar una espada, por eso se había volcado de aquella manera en sus poesías primero y después en la enseñanza cuando Kagero le había ofrecido el puesto en Hokkaido. Pese a los buenos resultados, Aoshi seguía sospechando que Okita era un espía del lobo para vigilarle a él y a su hija y mantenerle informado. Perdido en sus pensamientos, Aoshi no había prestado atención a la explicación que estaba dando Eiki sobre la última idea de Okita –"..... y por eso a Honjoite casi le da un síncope cuando se enteró. ¿Usted qué opina Shinomori-sama?"
-"Si a Honjoite le parece tan mal, debe tratarse de una idea buenísima."- respondió con su usual voz neutral –"Pero mejor discutirlo con ellos personalmente mañana Eiki. Hoy estoy cansado"- el chico saludó y sonrió. Las visitas de sus suegros siempre dejaban muy cansado a Aoshi-sama.
Kagero leía a la luz de las velas en su dormitorio, cuando sintió un repentino frío a su alrededor. Alzó la vista del papel para ver tal como esperaba a su marido mirándola fijamente desde la puerta. Ella sonrió y él se dejó caer a su lado, descansando su cabeza en su regazo.
-"Tu padre acabará matándome un día de estos" – ella bajó la cabeza para depositar un dulce beso en sus labios y le sonri
-"Es parte de su naturaleza seguir peleando, aún cuando perdió la guerra hace años"
-"De todas formas, no estoy muy tranquilo cuando pasa tanto tiempo con Touya. Cada vez que abre la boca tengo miedo de que el niño me diga 'Aku Soku Zan'" – Kagero rió y Aoshi cerró los ojos perdiéndose en su alegría y disfrutando de aquel momento de calma y felicidad al final del largo día. – "¿Y qué estás leyendo koishii? Creí que habías terminado ya los informes" – ella arrugó la nariz recordando su aburrido trabajo burocrático de esa mañana
-"Afortunadamente los terminé, y no quiero saber nada más de los excedentes de grano hasta la próxima cosecha" – él acarició su muslo cariñosamente haciéndose cargo de que era una tarea muy aburrida –" Pero estaba leyendo una carta de mi hermana. A Kenji le han salido ya los dientes y el nuevo dojo va de maravilla desde que por fin pudo convencer al cabezota de Himura para que él diese también clases. Hay mucha gente que quiere tener al antiguo Battousai como profesor de kendo, aunque por supuesto, no enseña ninguna técnica peligrosa, sólo lo básico. Además Kaoru y Yahiko siguen con el Kamiya Kassin, así que incluso están ganando dinero a pesar de haber tenido que reconstruir casi por completo toda la casa." – las manos de Aoshi habían seguido acariciando suavemente sus largas piernas mientras la escuchaba –" También cuenta que Yahiko va a pedirle matrimonio a Tsubame cuando encuentre el valor suficiente, y que Sanosuke y Megumi siguen como el perro y el gato pero que algunas veces le han visto salir de la clínica de madrugada, escondiéndose entre las sombras como un ladrón"
-"Suerte que Megumi no tiene a nadie a quien rendir cuentas. No me imagino al Doctor Gensai pateando a Sanosuke como tu padre hizo conmigo" – Kagero acarició el rostro en su regazo y volvió a sonreirle. –"De modo que Megumi no tiene intención de casarse con el ahou, lo que me recuerda que probablemente Misao y Soujiro aparezcan por aquí mañana"
-"¿Mañana? ¿Ha pasado algo?" – dejó la carta sobre la mesilla y miró a su marido con ojos preocupados
-"Nada importante. Al menos no para nosotros, pero si para Soujiro. Creo que tanto tiempo vagando le ha vuelto un poco idiota"- respondió Aoshi con expresión divertida mientras con una mano deshacía el nudo de la yukata de su esposa y con la otra la atraía hacia su boca. La besó dulcemente mientras la iba guiando hasta quedar tumbada a su lado sobre el futón. Aoshi se puso de costado, descansando la cabeza en una mano mientras la otra acariciaba el suave cuerpo de Kagero por la yukata completamente abierta –"Verás koishii, Soujiro me comentó la última vez que estuve en Kyoto, que tenías una conversación pendiente con Misao desde hace años, pero con todo el asunto del terremoto, la boda, Touya y demás, no habías podido estar a solas el tiempo suficiente." – sus dedos se perdieron en los pliegues entres sus muslos, mientras bajaba la cabeza para atrapar un erguido pezón entre sus dientes. No se sorprendió cuando la escuchó gemir. Liberó el pezón y continuó mientras se iba despojando de su ropa –"Se trata de una conversación que Soujiro es incapaz de tener con Misao sobre espadas y vainas y que ya no puede postergar ni un día más" – Kagero arqueó una ceja pero enseguida comprendió y rió ante el 'problema' de Soujiro
-"Espadas y Vainas" – empezó ella. Aoshi ya estaba desnudo sobre ella y lamía su cuello extasiado con el sabor de su piel -"Tan sólo tiene que saber que cada espada sólo encaja perfectamente en una única vaina"- dijo Kagero mientras sus manos descendían por entre sus cuerpos enlazados. Aoshi gimió roncamente al sentir sus cálidas manos cerrarse sobre su miembro, haciendo que se endureciera aún más e inflamando su pasión. Ella continuó –" por eso hay que estar muy seguro de que se eligen la espada y la vaina adecuadas porque una vez que la espada encaja en su vaina...."
-"No vuelve a salir de ella" –termino la frase por ella mientras su cuerpo apoyaba entusiasta su afirmación, introduciéndose por completo en su húmedo interior.
Horas después, Aoshi acariciaba la negra cabellera de Kagero, enredando sus dedos, mientras ella dormía plácidamente con la cabeza apoyada en su amplio pecho. La luz de la luna se reflejaba en sus cabellos haciéndola parecer a sus ojos como una diosa. Una vez más Aoshi se preguntó qué había hecho en esta vida o en otra para ser tan feliz como era en ese momento. Tenía una mujer a la que amaba con todo su alma, una casa enorme, buenos amigos a su alrededor y un hijo. Recordó aquella vez, casi en otra vida, cuando escuchó a Kagero cantar e imaginó cómo serían sus hijos. Touya era tal y como había imaginado aquella vez que sería, y la abrazó más fuerte contra su pecho en agradecimiento por el hermoso regalo que le había dado su vientre. ¿Cuándo había empezado a vivir realmente?¿Cuándo había empezado a desaparecer ese muro de hielo que había construido a su alrededor?¿Cuándo habían llegado los primeros rayos de primavera para hacer desaparecer el invierno en que había vivido? La respuesta vino por sí misma: había sido hacia casi 5 años, en una noche sin luna, mientras esperaba la llegada a puerto de un barco.
Y ahora si que se acabó del todo.
Por ahora me estoy centrando en mi otro fic "Obsesión" pero cuando termine con él, creo que intentaré algo así como una precuela de este fic, contando la historia de Saitou/Tokio/Okita. Siento si esperabais otra cosa de este epílogo, pero creo que el fic tenía que terminar como empezó, con Aoshi y Kagero, después de todo, las demás parejas fueron apareciendo porque no podía dejar a Misao solita y Kenshin tenía que ponerse las pilas por fin, pero eran historias secundarias.
Gracias a:
Maki-san por convertirse casi en mi fan, me alegro de que te gustara el lemon, creo que nunca he pasado más vergüenza que escribiéndolo.
gaby (hyatt por estar apoyándome desde el principio, cuando nadie leía mi fic y me deprimía
layla por sus reviews clandestinos que son como una inyección de adrenalina
Misao-19 por perdonarme el haber puesto a Aoshi con otra
a todos los que me habéis dejado reviews : Isakura, Milly Chan1, justary, MAKIMASHI MISAO por sus ánimos y apoyo y a todos los que han leído mi fic pero no han dejado reviews
Si tenéis alguna duda o pregunta de última hora las contestaré en el próximo capitulo de "Obsesion" que FF no quiere capitulos que sean respuesta a los reviews y ya me ha pasado bastante con los lemons.
GRACIAS
