CAPÍTULO 3: LA REUNIÓN
A la mañana siguiente, los caballeros de bronce fueron despertados por Kanon, quien les llevó galletas y leche para desayunar. Los cuatro se reunieron a desayunar en el cuarto de Seiya.
-Es necesario que estén listos para el mediodía- dijo Kanon- así que no se alejen mucho porque la reunión será en el templo de Atena.
-De acuerdo, Kanon, gracias por todo- dijo Seiya, mientras observaba a Kanon retirarse.
-Shun- dijo Hyoga- déjame ver tus heridas-
Shun permitió que su amigo le quitara las vendas de las manos. De nuevo, como el día anterior, un coágulo húmedo cubría parte de las palmas de las manos de Shun.
-Desde ayer en la mañana están así- dijo Seiya- cuando las vi, ya estaban así...-
Shiryu también las miró.
-Shun- dijo Shiryu- ¿no sangraron durante la noche?-
-Muy poco- dijo Shun- supongo que rompí un poco el coágulo por descuido...-
Shiryu y Hyoga guardaron silencio.
-¿Qué?- dijo Shun, sonrojándose- oigan, no estoy enfermo, no me estoy muriendo, no es para tanto, es solo una cortadita...-
-...que no recuerdas como te la hiciste- dijo Shiryu.
-No- dijo Shun- tal vez con un barandal, en el barco, o tal vez en casa, no sé...-estaba comenzando a enojarse. Le molestaba que sus amigos pensaran que era algo grave- estoy bien, ¿de acuerdo?-
-Calma, Shun- dijo Hyoga- no tienes que molestarte...-
-Lo siento- dijo Shun- no se preocupen por mí...-
-De acuerdo- dijo Hyoga- pero si notas algo extraño en esas heridas, nos avisas, ¿de acuerdo?-
-De acuerdo- dijo Shun- gracias por comprender, amigo-
-¡Cielos!-dijo Seiya- ya falta media hora. ¿A que hora vino Kanon?-
-A las once- dijo Shiryu.
-Y llevamos media hora con esto- dijo Seiya- tenemos que bañarnos y vestirnos rápido...-
-Dense prisa, no quieren llegar tarde, ¿o sí?- dijo una voz. Era Ikki, recargado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y la mirada en el suelo.
-¡Ikki!- dijo Seiya.
-¡Hermano!- dijo Shun.
-¿Por qué no viniste con nosotros desde ayer?- preguntó Hyoga.
-Porque no quise- dijo sencillamente Ikki- ahora, les recomiendo que se vistan, no quieren ir a la reunión en pijama, ¿o sí?-
Los cuatro se bañaron y vistieron, mientras Ikki los esperaba fuera de las habitaciones. Una vez que terminaron, siguieron a Ikki a donde sería la reunión, y le explicaron lo que había ocurrido en la mansión el otro día, y lo que había dicho Mu sobre la maldición y los dioses egipcios. A Ikki le pareció una broma.
-Me suena a película- dijo- 'la maldición de la momia...'-
-Ikki-dijo Shun- por las caras que pusieron Saori, Mu y Kanon, no parecía una broma...-
-Y deberías ver la cara de todos los caballeros dorados cuando llegamos- dijo Hyoga- parecía más un cementerio que el santuario...-
-Lo sé, los vi cuando llegué-dijo Ikki- sé que algo serio está sucediendo... porque hasta Saori ha considerado devolver nuestros poderes y nuestras armaduras...-
-Eso se decidirá hoy- dijo Kanon, tomándolos por sorpresa, pues no habían visto que caminaba detrás de ellos- así que ya dejen de decir tonterías y entren de una vez. Nos están esperando- dijo abriendo la puerta.
Todos los caballeros dorados estaban ahí. Y todos parecían muy preocupados, incluso Máscara Mortal, quien siempre toma todo a broma. Había algunos caballeros de plata; Marín y Shaina también estaban ahí. Y los otros caballeros de bronce: Ban, Ichi, Nachi, Geki, Jabú y June. Al parecer, ellos no sabían de que se trataba, pues no tenían el mismo aire de seriedad y preocupación que el resto.
-Bien- dijo Saori cuando los caballeros de bronce tomaron sus lugares- hace 4 días, Seiya y Shun recibieron una amenaza en su casa en Japón. La amenaza venía de parte de Faraón, el rey de Egipto. Esto quiere decir que los dioses egipcios han despertado de nuevo-.
La reacción a las palabras de Saori fue inmediata. Algunos caballeros de plata se taparon la boca, y Jabú miró a Saori con ojos de miedo.
Saori pidió a Shun y Seiya que relataran de nuevo lo que había sucedido en su casa en Japón. Ellos obedecieron. Cuando terminaron de hablar, Saori tomó la palabra
-Los dioses egipcios van a enviar a un mensajero, para saber si nos rendimos o no...- dijo Saori- si nos rendimos, quedaremos sometidos a ellos. Si no, amenazan con matarnos a todos-
-¿Y que vamos a hacer al respecto, Atena?- dijo Aioria- ¿nos vamos a rendir?-
-Eso es lo que vamos a decidir ahora- contestó Saori.
-Bien- dijo Aioria- ¿qué posibilidades tenemos de ganar si los desafiamos?-
-No muchas-dijo Saori- pero tampoco pocas-
-¿Y no se puede negociar que no luchemos, pero tampoco nos rindamos?- dijo Shaka- No es bueno rendirse, pero tal vez no es necesario pelear...-
-¿Quieres decir, hacer un trato con ellos?- preguntó Milo.
-Sí- dijo Shaka. Mu negó con la cabeza.
-Eso sería nuestra mejor opción- dijo-pero no nos van a permitir hacer eso-
-¿Qué dices?- dijo Milo.
-Uno de los dioses egipcios es quien odia a los caballeros de Atena, y es quien está incitando a Faraón a luchar contra nosotros. Y ese dios no descansará hasta que nos haya eliminado...- respondió Mu.
-¿Y como sabes eso?- preguntó Aldebarán.
-En Jamir escuché esa leyenda- dijo Mu- Jabú puede explicarnos eso mejor, porque él entrenó ahí...-
-Faraón es el rey de Egipto- explicó Jabú- es la reencarnación de Amón, que es el rey de los dioses. Los hermanos e hijos de Faraón son también la reencarnación de otros dioses, y ellos lo aconsejan, pero finalmente Faraón es quien decide...aunque hay dioses que tienen más influencia sobre él que otros...-
-¿Y a que se refieren cuando dicen que los dioses egipcios han despertado?- preguntó Saga.
-Quiere decir que han comenzado a prepararse para atacarnos-dijo Jabú- ellos ya están decididos-
Pasaron varias horas discutiendo las opciones que tenían...si rendirse o pelear, o si trataban de negociar... A Seiya y los otros les parecieron eternas, pues no habían comido y se acercaba la hora de la cena...
Saori se puso de pie.
-Entonces, ya que entendimos el problema, tenemos tres opciones: rendirnos, desafiarlos o tratar de hacer un trato con ellos; ¿quién está a favor de rendirnos?- preguntó Saori. Un caballero de plata levantó la mano- ¿quién está a favor de desafiarlos- algunos caballeros levantaron la mano: Máscara Mortal, Milo, Shura y Aioria, y otros dos de plata, y Ban y Geki- ¿y quién está a favor de hacer un trato con ellos?- la mayoría de los caballeros votaron por esta opción.
-Bien-dijo Saori- mañana que llegue el mensajero, intentaré convencerlo de hacer un trato. Si esto no funciona, no nos rendiremos, tendremos que defendernos, ¿de acuerdo?-
-De acuerdo-dijeron los caballeros.
-Entonces, nos reuniremos aquí dentro de dos días, para hacerles saber que fue lo que sucedió. Gracias a todos por venir-
Todos se levantaron y salieron. Saori se dirigió a donde estaban Seiya y los otros.
-Quiero que se queden aquí por lo menos otra noche-dijo Saori- el mensajero llega mañana...-
-Valor, Saori- dijo Seiya- nosotros nos quedaremos contigo, no te dejaremos sola-.
-Gracias, Seiya- dijo Saori- si tenemos que pelear de nuevo, les regresaré sus armaduras y sus poderes. Aunque yo quería que vivieran como jóvenes normales...-
-No te preocupes por nosotros, Saori- dijo Shun.
-Gracias, a los cinco-dijo Saori- ahora váyanse a comer algo y a dormir-
-¿Seguro que no te quedas, Ikki?- preguntó Seiya.
-Volveré pasado mañana- dijo Ikki- tengo cosas que hacer...-
-Cuídate, hermano- dijo Shun. A Ikki le llamó la atención algo- ¿qué pasa?-
-Nada -dijo Ikki con indiferencia- ¿qué te hiciste en las manos?-
-Nada- dijo Shun. Ikki no insistió.
-Bien- dijo Ikki- los veré en dos días...- y salió.
-Shun- dijo Hyoga- sangraste otra vez. Mira: tus vendas están empapadas de sangre...-
-Hyoga, ya te lo dije, es solo una pequeña herida, tal vez la abrí por accidente otra vez... no controlo mis manos cuando estoy distraído...¿quieres dejar de preocuparte por mí?- dijo Shun molesto.
-Lo siento- dijo Hyoga- solo trato de ayudar...-
-Te lo agradezco, pero no es nada de que preocuparse...-dijo Shun.
-Si tu lo dices...- dijo Hyoga- solo deja que te cambie esas vendas...-
-De acuerdo- dijo Shun. Al retirar las vendas, Hyoga limpió las heridas y colocó unas nuevas...no veía nada extraño en ellas.
-Tal vez sangran tanto porque necesitas unos puntos- dijo Hyoga- pero yo digo que no deben tardar ya en sanar...-
-Te lo agradezco- dijo Shun- ahora ve a dormir...-
-Hasta mañana- dijo Hyoga, dejando solo a Shun.
Shun miró las vendas en sus manos. Tenía una extraña sensación en las manos, una sensación difícil de describir...Tal vez eran las heridas, o tal vez el frío que hacía esa noche en Atenas...un frío al que ya no estaba acostumbrado...Shun se tapó con las sábanas de su cama y cerró los ojos...al final se quedó dormido, aunque no con la misma facilidad que los días anteriores...sentía que algo iba a suceder...algo muy malo...
Al mismo tiempo, un anciano hablaba con una mujer joven, en un lugar alejado del Santuario.
-Mira, niña, hasta este lugar se siente el miedo de Atena y de sus caballeros...sobre todo, del que tocó la estatua...-
La joven no respondió.
-Ya conoces las órdenes de Faraón, así que prepárate...- agregó el anciano
CONTINUARÁ...
N/A: Tétrico, ¿no? Espero que les esté gustando... envíenme sus reviews para saber su opinión...
Abby L.
A la mañana siguiente, los caballeros de bronce fueron despertados por Kanon, quien les llevó galletas y leche para desayunar. Los cuatro se reunieron a desayunar en el cuarto de Seiya.
-Es necesario que estén listos para el mediodía- dijo Kanon- así que no se alejen mucho porque la reunión será en el templo de Atena.
-De acuerdo, Kanon, gracias por todo- dijo Seiya, mientras observaba a Kanon retirarse.
-Shun- dijo Hyoga- déjame ver tus heridas-
Shun permitió que su amigo le quitara las vendas de las manos. De nuevo, como el día anterior, un coágulo húmedo cubría parte de las palmas de las manos de Shun.
-Desde ayer en la mañana están así- dijo Seiya- cuando las vi, ya estaban así...-
Shiryu también las miró.
-Shun- dijo Shiryu- ¿no sangraron durante la noche?-
-Muy poco- dijo Shun- supongo que rompí un poco el coágulo por descuido...-
Shiryu y Hyoga guardaron silencio.
-¿Qué?- dijo Shun, sonrojándose- oigan, no estoy enfermo, no me estoy muriendo, no es para tanto, es solo una cortadita...-
-...que no recuerdas como te la hiciste- dijo Shiryu.
-No- dijo Shun- tal vez con un barandal, en el barco, o tal vez en casa, no sé...-estaba comenzando a enojarse. Le molestaba que sus amigos pensaran que era algo grave- estoy bien, ¿de acuerdo?-
-Calma, Shun- dijo Hyoga- no tienes que molestarte...-
-Lo siento- dijo Shun- no se preocupen por mí...-
-De acuerdo- dijo Hyoga- pero si notas algo extraño en esas heridas, nos avisas, ¿de acuerdo?-
-De acuerdo- dijo Shun- gracias por comprender, amigo-
-¡Cielos!-dijo Seiya- ya falta media hora. ¿A que hora vino Kanon?-
-A las once- dijo Shiryu.
-Y llevamos media hora con esto- dijo Seiya- tenemos que bañarnos y vestirnos rápido...-
-Dense prisa, no quieren llegar tarde, ¿o sí?- dijo una voz. Era Ikki, recargado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y la mirada en el suelo.
-¡Ikki!- dijo Seiya.
-¡Hermano!- dijo Shun.
-¿Por qué no viniste con nosotros desde ayer?- preguntó Hyoga.
-Porque no quise- dijo sencillamente Ikki- ahora, les recomiendo que se vistan, no quieren ir a la reunión en pijama, ¿o sí?-
Los cuatro se bañaron y vistieron, mientras Ikki los esperaba fuera de las habitaciones. Una vez que terminaron, siguieron a Ikki a donde sería la reunión, y le explicaron lo que había ocurrido en la mansión el otro día, y lo que había dicho Mu sobre la maldición y los dioses egipcios. A Ikki le pareció una broma.
-Me suena a película- dijo- 'la maldición de la momia...'-
-Ikki-dijo Shun- por las caras que pusieron Saori, Mu y Kanon, no parecía una broma...-
-Y deberías ver la cara de todos los caballeros dorados cuando llegamos- dijo Hyoga- parecía más un cementerio que el santuario...-
-Lo sé, los vi cuando llegué-dijo Ikki- sé que algo serio está sucediendo... porque hasta Saori ha considerado devolver nuestros poderes y nuestras armaduras...-
-Eso se decidirá hoy- dijo Kanon, tomándolos por sorpresa, pues no habían visto que caminaba detrás de ellos- así que ya dejen de decir tonterías y entren de una vez. Nos están esperando- dijo abriendo la puerta.
Todos los caballeros dorados estaban ahí. Y todos parecían muy preocupados, incluso Máscara Mortal, quien siempre toma todo a broma. Había algunos caballeros de plata; Marín y Shaina también estaban ahí. Y los otros caballeros de bronce: Ban, Ichi, Nachi, Geki, Jabú y June. Al parecer, ellos no sabían de que se trataba, pues no tenían el mismo aire de seriedad y preocupación que el resto.
-Bien- dijo Saori cuando los caballeros de bronce tomaron sus lugares- hace 4 días, Seiya y Shun recibieron una amenaza en su casa en Japón. La amenaza venía de parte de Faraón, el rey de Egipto. Esto quiere decir que los dioses egipcios han despertado de nuevo-.
La reacción a las palabras de Saori fue inmediata. Algunos caballeros de plata se taparon la boca, y Jabú miró a Saori con ojos de miedo.
Saori pidió a Shun y Seiya que relataran de nuevo lo que había sucedido en su casa en Japón. Ellos obedecieron. Cuando terminaron de hablar, Saori tomó la palabra
-Los dioses egipcios van a enviar a un mensajero, para saber si nos rendimos o no...- dijo Saori- si nos rendimos, quedaremos sometidos a ellos. Si no, amenazan con matarnos a todos-
-¿Y que vamos a hacer al respecto, Atena?- dijo Aioria- ¿nos vamos a rendir?-
-Eso es lo que vamos a decidir ahora- contestó Saori.
-Bien- dijo Aioria- ¿qué posibilidades tenemos de ganar si los desafiamos?-
-No muchas-dijo Saori- pero tampoco pocas-
-¿Y no se puede negociar que no luchemos, pero tampoco nos rindamos?- dijo Shaka- No es bueno rendirse, pero tal vez no es necesario pelear...-
-¿Quieres decir, hacer un trato con ellos?- preguntó Milo.
-Sí- dijo Shaka. Mu negó con la cabeza.
-Eso sería nuestra mejor opción- dijo-pero no nos van a permitir hacer eso-
-¿Qué dices?- dijo Milo.
-Uno de los dioses egipcios es quien odia a los caballeros de Atena, y es quien está incitando a Faraón a luchar contra nosotros. Y ese dios no descansará hasta que nos haya eliminado...- respondió Mu.
-¿Y como sabes eso?- preguntó Aldebarán.
-En Jamir escuché esa leyenda- dijo Mu- Jabú puede explicarnos eso mejor, porque él entrenó ahí...-
-Faraón es el rey de Egipto- explicó Jabú- es la reencarnación de Amón, que es el rey de los dioses. Los hermanos e hijos de Faraón son también la reencarnación de otros dioses, y ellos lo aconsejan, pero finalmente Faraón es quien decide...aunque hay dioses que tienen más influencia sobre él que otros...-
-¿Y a que se refieren cuando dicen que los dioses egipcios han despertado?- preguntó Saga.
-Quiere decir que han comenzado a prepararse para atacarnos-dijo Jabú- ellos ya están decididos-
Pasaron varias horas discutiendo las opciones que tenían...si rendirse o pelear, o si trataban de negociar... A Seiya y los otros les parecieron eternas, pues no habían comido y se acercaba la hora de la cena...
Saori se puso de pie.
-Entonces, ya que entendimos el problema, tenemos tres opciones: rendirnos, desafiarlos o tratar de hacer un trato con ellos; ¿quién está a favor de rendirnos?- preguntó Saori. Un caballero de plata levantó la mano- ¿quién está a favor de desafiarlos- algunos caballeros levantaron la mano: Máscara Mortal, Milo, Shura y Aioria, y otros dos de plata, y Ban y Geki- ¿y quién está a favor de hacer un trato con ellos?- la mayoría de los caballeros votaron por esta opción.
-Bien-dijo Saori- mañana que llegue el mensajero, intentaré convencerlo de hacer un trato. Si esto no funciona, no nos rendiremos, tendremos que defendernos, ¿de acuerdo?-
-De acuerdo-dijeron los caballeros.
-Entonces, nos reuniremos aquí dentro de dos días, para hacerles saber que fue lo que sucedió. Gracias a todos por venir-
Todos se levantaron y salieron. Saori se dirigió a donde estaban Seiya y los otros.
-Quiero que se queden aquí por lo menos otra noche-dijo Saori- el mensajero llega mañana...-
-Valor, Saori- dijo Seiya- nosotros nos quedaremos contigo, no te dejaremos sola-.
-Gracias, Seiya- dijo Saori- si tenemos que pelear de nuevo, les regresaré sus armaduras y sus poderes. Aunque yo quería que vivieran como jóvenes normales...-
-No te preocupes por nosotros, Saori- dijo Shun.
-Gracias, a los cinco-dijo Saori- ahora váyanse a comer algo y a dormir-
-¿Seguro que no te quedas, Ikki?- preguntó Seiya.
-Volveré pasado mañana- dijo Ikki- tengo cosas que hacer...-
-Cuídate, hermano- dijo Shun. A Ikki le llamó la atención algo- ¿qué pasa?-
-Nada -dijo Ikki con indiferencia- ¿qué te hiciste en las manos?-
-Nada- dijo Shun. Ikki no insistió.
-Bien- dijo Ikki- los veré en dos días...- y salió.
-Shun- dijo Hyoga- sangraste otra vez. Mira: tus vendas están empapadas de sangre...-
-Hyoga, ya te lo dije, es solo una pequeña herida, tal vez la abrí por accidente otra vez... no controlo mis manos cuando estoy distraído...¿quieres dejar de preocuparte por mí?- dijo Shun molesto.
-Lo siento- dijo Hyoga- solo trato de ayudar...-
-Te lo agradezco, pero no es nada de que preocuparse...-dijo Shun.
-Si tu lo dices...- dijo Hyoga- solo deja que te cambie esas vendas...-
-De acuerdo- dijo Shun. Al retirar las vendas, Hyoga limpió las heridas y colocó unas nuevas...no veía nada extraño en ellas.
-Tal vez sangran tanto porque necesitas unos puntos- dijo Hyoga- pero yo digo que no deben tardar ya en sanar...-
-Te lo agradezco- dijo Shun- ahora ve a dormir...-
-Hasta mañana- dijo Hyoga, dejando solo a Shun.
Shun miró las vendas en sus manos. Tenía una extraña sensación en las manos, una sensación difícil de describir...Tal vez eran las heridas, o tal vez el frío que hacía esa noche en Atenas...un frío al que ya no estaba acostumbrado...Shun se tapó con las sábanas de su cama y cerró los ojos...al final se quedó dormido, aunque no con la misma facilidad que los días anteriores...sentía que algo iba a suceder...algo muy malo...
Al mismo tiempo, un anciano hablaba con una mujer joven, en un lugar alejado del Santuario.
-Mira, niña, hasta este lugar se siente el miedo de Atena y de sus caballeros...sobre todo, del que tocó la estatua...-
La joven no respondió.
-Ya conoces las órdenes de Faraón, así que prepárate...- agregó el anciano
CONTINUARÁ...
N/A: Tétrico, ¿no? Espero que les esté gustando... envíenme sus reviews para saber su opinión...
Abby L.
