CAPÍTULO 11: LA CALMA ANTES DE LA TORMENTA

-¿Dónde está Tashat?- dijo Seiya- Se suponía que vendría a decirnos lo que sucedió con el consejo de dioses...-

-No tengo idea- dijo Ikki- pero no sé porque tengo este horrible presentimiento...-

-Yo también- dijo Seiya- ¿crees que la hayan atrapado?-

-Espero que no- dijo Ikki- si la atraparon, nuestras esperanzas disminuyen aún más...-

-¿Dónde estamos?- dijo Seiya- veo un río...¡no! Es el mar-

-El Mediterráneo- dijo Ikki- nos acercamos a Grecia-

-Espero que estén preparados para lo que les va a llegar- dijo Seiya- esos tipos, los faraones muertos... me dan escalofríos...-

-Tienes razón-

-Ahora que Tashat no está, quisiera que por lo menos viéramos a Nefer...-

-Seiya...- murmuró Ikki- me has dado una idea...-

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Cuando Tashat abrió los ojos, estaba sentada en el regazo de Mu, apoyando su cabeza en el pecho de él. El caballero dorado acariciaba con cariño sus cabellos, mientras la miraba.

-¿Qué sucedió?- preguntó ella débilmente, sin moverse. Vio que Milo y Shun dormitaban apoyados en las paredes. La luz de la luna entraba por la ventana enrejada.

-Te quedaste dormida- dijo Mu, sonriéndole- estaba preocupado...me alegra que no estés lastimada-

Los ojos de la chica se humedecieron al recordar lo que había sucedido.

-No llores- le dijo Mu con cariño- aunque somos prisioneros aquí como tú, no dejaremos que te toque ni que haga daño, ni ese idiota ni nadie más...-

-Gracias- dijo ella, mirándolo a los ojos. Se sonrojó y volvió a apoyar la cabeza en su pecho, sintiéndose segura- solo espero que lo que hice haya servido de algo... que logren salvar su Santuario, y a Atena-

-Yo también- dijo Mu- pero no te preocupes por eso... no llegaremos ahí hasta el amanecer...-

-Pero que ternura...- dijo una voz cruel. Era Seth.

-¿Qué quieres, demonio?- dijo Tashat enfadada.

-Solo recordarte de que te despidas de los tres caballeritos, porque al amanecer, serán los primeros en morir... has hecho un gran trabajo de detective, niña, lástima que no vaya a servir de nada...en unas horas, estaremos en las cenizas del Santuario destruido...y tú serás juzgada de traición a Faraón...-

-El único traidor eres tú- dijo ella.

-Vaya, veo que te sientes muy valiente ahora que estás protegida por un caballero- dijo Seth con malicia- pero cuando estés sola otra vez... ¿hablarás así de nuevo? No lo creo...-

Tashat solo se limitó a mirarlo con odio, mientras éste desaparecía por la escalera. Mu también lo miró con desprecio, porque entendía que él había mandado a Mena tras esa criatura, y aprobaba lo que el guardia había intentado hacer.

-Ignóralo- dijo ella- ese chacal habla más de lo que hace...-

-Me preocupa lo que es capaz de hacerte...- dijo Mu.

-No te preocupes por mí- dijo Tashat- soy grande y me puedo cuidar sola...- captó la mirada de Mu, y agregó- bueno, la verdad ese lunático de Mena me tomó por sorpresa, y no puedo negar que me dio mucho miedo, pero...-

-No tienes que explicarte- dijo Mu- a todos nos podría pasar algo así...cada persona tiene algo que le da mucho miedo...-

-¿A ti que te da miedo?-

-No lo sé...- dijo Mu pensativo- tal vez, que lastimen a las personas que quiero...-

Tashat sonrió, y permitió que el caballero dorado tocara su rostro. Mu advirtió la pequeña estrella dorada en la frente de la chica. Con delicadeza, pasó sus dedos sobre ella.

-¿Qué significa la estrella?- Mu preguntó.

-Ishtar es la diosa de la Estrella- explicó Tashat- y, tal vez, es una manera de que me distingan de mi hermano...-

Mu sonrió y tomó el rostro de la chica con cariño entre sus manos. Se veía hermosa. Quiso besarla pero se contuvo. Ya la habían metido en suficientes problemas, como para agregar eso. Además, no sabía como reaccionaría, luego de que fue agredida por el guardia, así que la soltó. Tashat, al parecer, se dio cuenta de ello, porque besó la mejilla de Mu y volvió a colocar su cabeza en el pecho de él, dejándose llevar por el sueño.

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En el Santuario, Hyoga vio la gigantesca estructura que se acercaba bajo la luz de la luna.

-Imposible- murmuró, corriendo hacia donde estaba Saori y contarle lo que había visto. Saori y Shiryu miraron. No lo podían creer.

-Parece que nos van a atacar directamente- dijo Shiryu.

-Avísales a los caballeros dorados y de plata que estén listos, por favor- dijo Saori- también averigua si Shaka está en condiciones de pelear... aunque lo necesitemos, no quiero que se arriesgue a pelear entando herido-

-Atena- dijo Shaka, apenas llegando- estoy dispuesto a pelear aunque esté herido. Esta batalla será mucho más difícil que cualquiera que hayamos tenido...y sin dos caballeros dorados y tres de bronce, no lo lograremos...-

-Pero...-dijo Saori, preocupada.

-No tengas miedo, Saori- dijo Hyoga- estoy seguro de comenzar a sentir el cosmo de Seiya, Ikki y Shun, se acercan. Tal vez vienen en esa cosa...-

-Yo también lo siento, Hyoga- dijo Saori- espero que tengas razón y nos puedan ayudar-

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-¿Ahora que haremos?- dijo Milo, asomándose por la ventana- puedo ver el Santuario desde aquí...-

-¿Puedes usar tus poderes?- preguntó Shun.

-Sí, pero muy débilmente- dijo Milo.

Ambos caballeros conversaban mientras Mu y Tashat dormían. Tenían que estar alerta, en caso de que el guardia volviera por la chica.

-Son en total un dios y dos diosas quienes están de nuestro lado, hasta ahora- dijo Shun- porque, al parecer, los otros están neutrales...-

Milo asintió. La luz de la luna empezaba ya a desaparecer, mientras el alba se acercaba. Estaban a punto de llegar al Santuario.

-Me gustaría saber cómo vamos a salir de aquí- murmuró Milo.

-¿Dónde está?- llegó Seth, enfurecido, seguido del guardia Mena-¿dónde está tu prima?-

Tashat y Mu despertaron sobresaltados al escuchar los gritos del dios. Milo y Shun se levantaron, colocándose entre la diosa y Seth.

-Háganse a un lado- dijo el anciano enfurecido- tengo que hablar con ella...- pero el tono que utilizó hizo que los caballeros, lejos de obedecerlo, se acercaran más a Tashat para protegerla.

-¿Cómo sabemos que no vas a lastimarla?- dijo Milo, mostrando su uña roja.

-¿Lastimarla?- dijo Mena, atrás de Seth- no... sería una pena lastimar algo tan bonito, ¿no creen?-

-Si se niega a responder, tendremos que hacerlo- dijo Seth- así que dime de una vez dónde está la princesa Nefertari...-

-Yo...- murmuró Tashat, detrás de Mu.

-Sé que tú fuiste la última que la vio...¡dime dónde está!- gritó el anciano.

-¡No lo sé!- gritó Tashat a su vez- ¡no sé que le habrás hecho! La última vez que la vi estaba donde tú mismo la dejaste...en la biblioteca-

-Así que no lo sabes- dijo Seth, calmándose- bien... ahora, lo que me interesa es destruir el Santuario... cuando esté completamente hecho cenizas, vendré a ocuparme de ustedes...- Mena le dirigió una mirada grosera a la chica, y salió del pasillo junto con su amo.

-Idiota- murmuró Milo, apretando los puños.

-¿Qué, nos perdimos de algo?- dijo una voz alegre desde la ventana enrejada. Era Seiya.

-¡Seiya!- grito Tashat, asombrada.

-¡Seiya!- dijo Shun- ¿qué...?-

-Hola, Shun. Tu hermanito insistió en que viniéramos- dijo Seiya- debo agregar también que es muy necio...- Shun sonrió al ver a Ikki que se asomaba.

-Tashat nos dijo dónde estaba tu princesa, así que fuimos por ella- dijo Ikki- y nos trajo aquí para sacarlos...-

-Bromeas...-dijo Shun. Pero su hermano no bromeaba. La princesa Nefer también se asomaba por la ventana, sonriendo.

-Vaya vaya- dijo Tashat, alegre de ver a su prima bien- mi primita sigue siendo la consentida...-

-Y mi primita sigue estando celosa- agregó Nefer.

-¿Celosa de ti? En tus sueños- dijo Tashat.

-Bueno, entonces, basta de pláticas y salgamos de aquí- dijo Ikki- Saori y los otros nos están esperando...-

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-¿Qué es eso?- preguntó Hyoga

-No es posible...- dijo Shiryu.

-¡Saori!- gritó Hyoga- Ikki y Seiya volvieron...¡lo lograron!-

-Imposible- dijo Saori, viendo a los caballeros y las dos diosas acercarse.

-¡Saori!- dijo Seiya al encontrarse frente a Saori- te dijimos que los traeríamos, y así lo hicimos...-

Saori sonrió, y los recién llegados le devolvieron la sonrisa.

-Atena- dijo Nefer- siento mucho los problemas que te he causado...-

-No es ningún problema- dijo Saori- nos has ayudado más de lo que crees...- y Saori dirigió su vista a la única persona desconocida para ella... Tashat.

-Ella es mi prima Tashat- explicó Nefer- la diosa de la Estrella de la esperanza...- Tashat se inclinó.

-El estar aquí se lo debemos también a Tashat, Saori- dijo Shun- Ikki y Seiya no me dejarán mentir... arriesgó su vida para ayudarnos...- y mientras decía esto, los dos caballeros de bronce asintieron. Milo y Mu hicieron lo mismo.

-Te lo agradezco mucho, Tashat- dijo Saori- verdaderamente nos has devuelto la esperanza-

-No hay nada que agradecer- dijo la diosa, encogiéndose de hombros- lo que deben hacer es prepararse- señaló la pirámide- se están preparando para atacar...-

-Estamos listos- dijo Saori. Dokho y Kanon llegaron al escuchar la noticia. Los otros caballeros dorados también fueron, y se alegraron de ver de nuevo a sus compañeros. Aún Kiki dejó a un lado su orgullo y lloró al ver de nuevo a su maestro.

-Ya, Kiki, no llores- dijo Mu con ternura, abrazando a Kiki- te extrañé, pequeño diablo... mi más grande dolor de cabeza...-

-Maestro Mu...yo...-decía el pequeño.

-No hay duda- murmuró Tashat a Nefer al ver la escena- que estamos ante el encuentro de muy buenos amigos...-

-Bueno, primita- dijo Nefer mirándola con sospecha- ¿para cuándo la historia?-

-¿Qué historia?- preguntó Tashat, sonrojándose un poco- Ikki y Seiya ya te contaron todo lo que sucedió, ¿no?-

-Sabes bien de lo que te estoy hablando, estrellita...- dijo la otra diosa, haciendo que Tashat se sonrojara aún más.

-Vaya- dijo ella- es la primera vez que tu me metes en problemas...usualmente yo te molestaba a ti por ser mayor...-

-¿Tu eres la chica que ayudó a mi maestro?- Kiki interrumpió la conversación de las dos diosas, dirigiéndose a Tashat.

-Pues... yo diría que tu maestro fue quien me ayudó a mi...- dijo Tashat, sonriendo- y supongo que tu eres Kiki, ¿verdad?- Kiki asintió- me llamo Tashat, es un placer conocerte...-

Mu sonrió al ver a Kiki conversando alegremente con la chica.

-Mu- dijo Saori, sacándolo de sus pensamientos- ¿qué sucedió allá? Con esa chica, quiero decir...-

Mu le contó todo lo que había sucedido, desde que despertó en la habitación de Nefer hasta que llegaron al Santuario, omitiendo algunos detalles de su conversación con Tashat.

-Pobre chica- murmuró Saori al terminar de escuchar la historia- me parece increíble que esté tan tranquila, después de lo que sucedió...-

Mu volvió la mirada a la diosa egipcia. Tashat reía alegremente mientras observaba a Kiki hacer sus trucos de telequinesis. Sonrió y se volvió a Saori.

-Lo sé- dijo Mu, encogiéndose de hombros- pero parece que su corazón siempre está alegre...- levantó la vista hacia la pirámide, que estaba ya muy cerca del Santuario- creo que debemos poner a las dos diosas a salvo antes de que comiencen a atacar, porque ellos querrán vengar su traición-

-Estoy de acuerdo- dijo Saori- y pediré a Kiki que se quede con ellas, para protegerlas si logran encontrarlas...-

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-¿Mi hermana fue secuestrada por los caballeros de Atena?-

-Así es, Tero- dijo Seth- Mena trató de evitarlo, pero eran demasiados contra él...-

-Pero, ¿porqué?¿por qué se llevaron a mi hermana?-

-Al parecer, Tashat descubrió que ellos fueron quienes intentaron matar a la princesa Nefertari, y la secuestraron antes de que ella pudiera avisarnos...-

-No puedo creerlo...-murmuró Tero, apretando sus puños enfadado- mandaré de inmediato a los faraones a destruir ese Santuario y a traer a Tashat...- y salió. Seth sonrió con malicia.

-Tonto- murmuró para sí mismo- espero que los dioses también caigan en la misma trampa y accedan a atacar...- miró hacia el Santuario- y que los faraones sean suficientes para destruir a Atena y el Santuario...-

CONTINUARÁ...

Saludos, chicos... Manden sus reviews!!! No sean malitos... Ryu Mari: sorry por los tres millones de años que me tardé en este fic... ya está terminado, son 13 capítulos en total... mañana publicaré el 12 y pasado mañana el 13... y gracias por todos tus reviews y por el consejo sobre el pegamento... te mando muchos saludos...

Abby L.