Hola! Perdón por el retraso, pero ya volví de mis vacaciones ^_^, pero mi computadora me vive borrando lo que yo escribo porque anda muuuy mal, y hasta que la arregle, las cosas van a ir lentas, lo siento -_-. Espero que les guste este cap.!

Kasumi the secret agent: Me alegro que te haya gustado el cap. Anterior, gracias por tu review!

Lonewolf: yare yare, ya sé que tú te lo imaginabas, pero aún falta para los militares locos. Gracias por tu review!

Vulpix: Ese va a ser mi próximo fic, no te preocupes. Gracias por tu review!

Mandy: Gracias Mandy, me alegro que te guste, gracias por tu review!

MisaoG: Me importa muy poco lo que saori-inútil piense porque la detesto. No creo que vaya a aparecer mucho que digamos, si aparece va a ser porque es estrictamente necesario. Gracias por tu review!

Misao Kamiya: ¿tengo una fan? Que emoción! Gracias *sniff sniff* me alegro que te gusten mis ideas, gracias por tu review!

Abby Lockhart: Ya, no te mueras todavía, aquí tienes otro cap. Ojalá te guste. Gracias por tu review!

Capítulo 03: Nuevos Encuentros

Al otro día, las chicas fueron en busca de Lei Li como habían prometido, muy a pesar de sus novios que tenían una opinión bastante diferente en lo que era 'divertido', ellos preferían enfrentarse con una horda de Espectros de Hades SIN sus armaduras antes que ir al endemoniado centro comercial, cargando lo que sus chicas compraran.

"¡Buenos días!" Saludó Kalani, Mu y Lei Li ya los estaban esperando, Mu no iba a dejar que su nueva protegida fuera sola, no fuese cosa que se metiera en problemas desde temprano. Vera, Marin y Ling Shu llegaron detrás de Kalani. Y por supuesto, los tres aludidos caballeros en el párrafo anterior.

"Hola" Saludó Lei Li, aún no muy acostumbrada a ser 'chica' y tratada como alguien normal.

Enseguida la llevaron con ellas a la delantera, dejando relegados, como de costumbre, a sus parejas, que preferían estar juntos antes que separados y arrastrados de tienda en tienda.

"No iremos a ir al mismo lugar en que nos dispararon ¿verdad?" Preguntó Mu, un poco preocupado.

"No, no te alarmes, hay más de un centro comercial, además iremos a uno más pequeño, es más fácil escabullirse así" dijo Marin. Lei Li le sonrió a Mu mientras las demás se la llevaban a otra parte.

"Oye, Mu ¿crees qué aún persistan en atraparla?" Preguntó Milo. La mirada de Mu se ensombreció visiblemente a la mención de esos sujetos.

"Estoy casi seguro que no se irán sin Lei Li, y ya saben que yo estoy aquí también, no será fácil convencerlos de que nos dejen en paz. Pero yo no me preocupo por mí, sino por ella; aún es muy joven y sin experiencia alguna, por ahora es un blanco muy fácil de atrapar" Dijo Mu, preocupado.

"Pero ellos piensan que es un chico ¿no crees que por ahora está a salvo?" Dijo Aioria. Mu suspiró, eso no la salvaría por mucho tiempo, en cuanto vieran las marcas en su frente sería su presa otra vez. Mu no quería pensar que harían con ella si la atrapaban... más siendo mujer. Sería mejor también que Kiki se quedara en Japón por ahora, no quería arriesgarlo a él también, tendría que hablar con Seiya y Shun al respecto.

Las siguientes horas fueron para comprar varias cosas a Lei Li... para aburrimiento total de sus acompañantes masculinos. Pero gracias a Dios, ellas decidieron que también irían al cine.

Mientras tanto en el santuario, las cosas amenazaban con ponerse aún más extrañas... al menos más de lo normal.

"¿Por qué no sales un poco tú Shaka? Siempre estás aquí adentro, no es bueno que no hables con otras personas además de nosotros" Comentó Camus, sentado al lado de Shaka en las escaleras del templo de Virgo.

"¿Y por qué no sales tú? Tampoco tienes novia que yo conozca, nunca te quedas con ninguna chica de las que Milo te solía presentar" Le contestó Shaka muy tranquilo. Camus entrecerró los ojos estudiando a su compañero, como detestaba que siempre tuviera una respuesta a todo, o una pregunta molesta en su defecto.

"Quizás algún día te explique porque no tengo novia aún" Fue la respuesta enigmática de Camus, Shaka arqueó una ceja, de todos los santos del santuario, Camus era uno de los más complicados de comprender, y del que menos sabían cosas. No es que Shaka no fuera parecido, pero al menos parecía no tener tanto que ocultar. Una brisa suave agitó el cabello de ambos santos, que se quedaron contemplando el sol que se iba ocultando en el horizonte.

"Disculpen... ¿Podrían decirme donde encontrar el santuario?" Preguntó una jovencita de dorados cabellos y ojos verde claro a un par de soldados. Los soldados se miraron unos a otros y sonrieron maliciosamente.

"¿Qué necesita una belleza como tú hacer en un lugar como el santuario, eh preciosa?"

"Mis asuntos sólo son de mi incumbencia, señor, además para usted soy 'señorita' y no preciosa o algún otro apelativo de la misma clase, así que le ruego abstenerse de utilizarlos y amablemente contestar la pregunta que previamente le formulé" Dijo de forma tranquila la chica, que realmente no podría medir más de metro y medio, parecía poca cosa con discursos difíciles destinados a aplastar a sus interlocutores.

Los soldados la miraron torcido, aquella preciosidad de naricita respingada parecía saber bien a donde quería llegar.

"Bien 'señorita' usted se encuentra en el santuario y..." El soldado no terminó de decir la frase que la chica pasó por al lado de ambos con un 'muchas gracias' y se encaminó por las escaleras.

"¡Hey, espere, no puede entrar!" Dijo el otro y de un salto se puso delante de ella. La chica suspiró fastidiada.

"Déjeme pasar"

"No puedo, además ¿a quién desea ver?"

"Ya le dije que no le incumbe, y le advierto que con sólo desearlo puedo hacerlo volar por los aires" Dijo ella, perdiendo la poca paciencia que le restaba.

"No podemos dejarla pasar" El otro soldado se plantó firme con su lanza, hoy en día, las mujeres que estaban llegando al santuario eran raras y muy fuertes. La chica dejó su maleta y bolsito en el suelo, sus ojos estaban escondidos por su flequillo, cuando los enfrentó otra vez los tenía cerrados, los hombres tragaron con fuerza, esto no se veía bien. Que acertados estaban los pobres diablos cuando en su frente brilló un símbolo que no alcanzaron a distinguir y luego volaron literalmente por los aires gracias a una poderosa fuerza que los disparó lejos de allí. La chica bajó el nivel de su ki y abrió los ojos. Realmente los hombres nunca aprendían.

Aioria, Saga, Milo y Mu regresaban cargados de las compras de sus acompañantes, alegres de regresar ya de una vez. Mu miraba contento de que Lei Li se integrara con las demás tan bien, era bueno que contara con ellas como amigas.

Ya en el templo de Mu, las chicas se despidieron de Lei Li, que estaba más relajada y se sentía más segura que cuando habían salido ese mediodía. Cuando todos iban a retirarse, sintieron una presencia más o menos extraña acercándose.

"¿Acaso es Shaka que salió a dar una vuelta?" Preguntó Aioria, extrañado y tan confundido como sus amigos. Mu entrecerró los ojos, y trató de sentir con más detalle esa presencia.

"No es Shaka" Dijo al fin. Todos voltearon al escuchar pasos que se detenían en el templo de Mu. Más grande fue su sorpresa al llegar Camus y Shaka corriendo a su templo, al mismo tiempo una figura hacía acto de presencia en la puerta del templo de Aries. Lo primero que pudieron apreciar era que parecía ser una chica, no muy alta, con una valija y un bolso. Vera la miró raro, desconfiando de la apariencia inofensiva de la chica, había aprendido muy bien a no subestimar a su enemigo. Ling Shu había dejado con suavidad la cartera en el suelo por sí tenía que combatir, Marin y Kalani siguieron su ejemplo, Lei Li sólo atinó a pegarse en contra del flanco de Mu, que la rodeó con un brazo por los hombros.

"¿Quién es le petit madmoiselle?" Preguntó Camus a Shaka, que la miraba con ojos dilatados. Shaka sólo pudo articular una palabra.

"Kai..."

La chica en cuestión ni siquiera sonrió, tenía la vista clavada en Shaka desde que había entrado.

"Tanto tiempo... Shaka"