Hola! Siento la tardanza, pero mi computadora murió por toda la semana definitivamente y no me dejó escribir este cap. hasta hoy -_-, sino ya lo hubiera subido antes. Espero que les guste!

Lonewolf: Siempre especulando antes de leer lo que yo escribo -_-, Kai dista mucho de ser una enamorada de Shaka o su hermana, te lo aseguro. Gracias por tu review!

Misao CG: ¿Yo enfadada? No, no sé que te hizo pensar eso, pero no me enojé ni nada, Saori-inútil es como siempre la llamo, en normal que le de otros epítetos no muy agradables, así que ese es el más aceptable para escribir ^_^

Abby Lockhart: Gracias Abby, me alegro que te guste cada día más mi fic ^_~, Gracias por tu review!

Vulpix: Aquí te enteras de lo que me preguntaste, espero que te guste, y sí, eso de Camus medio da pie para su complicada historia... cuanto más la pienso, más la complico, pobrecito de él. Gracias por tu review!

Kasumi SA: No es su hermana, ahora ya verás en este cap quien es. Gracias por tu review!

Ana Regina: Ahhhh! Perdí tu mail! No te contesté por eso, please mándame tu dirección pronto! Espero que te guste este cap.!

Capítulo 04: Pequeño Gran Problema Llamado Kai

"¿Qué estás haciendo aquí?" Preguntó Shaka, después de salir de su asombro, su mirada tomó un tinte acerado enseguida, por lo visto, no era alguien que gozara de su cariño.

Kai le devolvió mirada por mirada "No te alarmes, no vine a discutir contigo como de costumbre, tengo que darte algo... en privado" Dijo Kai, mirando en derredor. Shaka no prestó atención a las primeras palabras obviamente destinadas a molestarlo. Asintió y le indicó que lo siguiera, ella tomó sus cosas y caminó sin siquiera mirar a ninguna de las personas presentes.

"¿Quién será ella? No parece ser amiga de Shaka si le habla de esa manera apenas llega" Dijo Aioria, mirando a la pareja que se alejaba.

"No sé, pero no me da buena espina, lo que sea para lo que haya venido, no creo que sea nada bueno" Dijo Saga, apenas saliendo de su desconcierto.

"Será mejor que esperemos a ver que nos dice Shaka" Dijo Marin. Vera arqueó una ceja "¡Ja! Eso si es que se digna a decirnos algo"

"Vera..." La reprendió Aioria, sabiendo lo desconfiada que era su chica en general.

Vera se encogió de hombros, saludando a Lei Li y se marchó del templo de Mu, Aioria suspiró y la siguió. Marin y las otras dos hicieron lo mismo, seguidas por el resto de lo caballeros.

En el templo sólo quedaron Mu, Lei Li y Camus.

"¿Te dijo algo Shaka?" Preguntó Mu, indicándole al mismo tiempo a Lei Li que lo esperara adentro. Ella asintió y con un 'adiós' a Camus entró a la casa.

Camus la saludó con un gesto de cabeza y volvió su atención a Mu.

"No lo sé, Mu, estábamos tranquilos sentados en las escaleras del templo de Virgo, cuando de repente Shaka se levantó de un salto y salió corriendo hacia aquí, me explicó tanto como a ustedes, a sea, nada" Respondió Camus, mirando en dirección al templo de Shaka. Mu frunció el ceño, era raro ver a Shaka alterado... a decir verdad, esta era la primera vez desde que lo conocía.

"Bien, tendremos que esperar a ver que es lo que él nos dice" Dijo Mu

"Si es que nos dice" Respondió Camus. Mu le sonrió y lo miró con astucia.

"¿Con Milo y Aioria en el medio y muertos de curiosidad? Deseará no haber nacido si no les dice algo al menos"

Camus sonrió, Mu tenía razón, esos dos eran de terror cuando querían algo.

Templo de Virgo

Mientras tanto, Kai le había dado una carta de su maestro a Shaka, que no preveía nada bueno. Él se sentó en uno de sus almohadones y la abrió, Kai hizo lo mismo pero del lado opuesto.

"Shaka:

Siento tener que molestarte con algo así, sabiendo de tus sentimientos acerca de Kai, pero no encontré otra solución al problema por ahora, ella no sabe porque la mandé con tanto equipaje, esa difícil tarea la tengo que dejar a tu cargo por desgracia, créeme que si no fuera necesario, no lo pediría. No divagaré más, necesito que cuides de Kai por un tiempo, por lo visto, bastante largo, ha habido demasiados pretendientes para ella, y cada vez se vuelven más insistentes, pero claro, la hemos podido proteger de la mayoría, hasta que llegó uno con demasiado poder económico y político, nos amenazó con destruir nuestros templos y nada se puede hacer más que alejar a Kai de él, ella nunca habría venido si se lo hubiéramos dicho. Ella piensa que puede sola con el mundo, pero no le creas, es más frágil de lo que aparenta. Por favor, traten de llevarse bien, aunque más no sea por el tiempo en el que estén juntos, sé que no vas a creerme pero ella te echó mucho de menos, no le digas que te dije eso o tendré que escuchar sus gritos hasta China. Ojalá nos podamos reunir pronto, hasta entonces cuídense mucho"

Shaka releyó la carta una vez más, no pudiendo creer lo que su maestro le estaba pidiendo, no se creería que Kai lo hubiera echado de menos ni un poquito, estaba demasiado feliz cuando el vino para Grecia.

"¿Y bien?" Preguntó Kai, aún sentada muy lejos de Shaka. Él suspiró, el Ramayana sería nada comparado con la batalla que le esperaba con su querida compañera de entrenamiento.

"Mira, Kai, quiero que entiendas con esa cabeza hueca que tienes que no es mi culpa nada de esto, más bien es tu problema del cual yo tengo que hacerme cargo... una vez más" Dijo Shaka, Kai le miró con ojos entrecerrados, cosa que no auguraba nada bueno.

"A ver señor sabelotodo ¿Podría dignarse Su Alteza Real a decirme de que se me está echando la culpa ahora?" Dijo Kai, un tanto exasperada.

"Nuestro maestro te envió para que te quedes conmigo por culpa de uno de tus estúpidos pretendientes buenos para nada, pero no te lo dijo porque si no tú nunca hubieras venido" Le dijo Shaka, con el mismo tono exasperado que Kai usara anteriormente.

"¡QUEDARME CONTIGO!" Gritó ella, saltando de su almohadón como un resorte.

"¡Ni en un millón de años! ¡Me vuelvo a casa, le guste a nuestro maestro o no!" Dijo Kai, antes de tomar sus cosas y enfilar para la puerta. Shaka pronunció palabras en hindi irreproducibles por lo bajo, y se levantó de un salto para atajar a Kai, tomándola del antebrazo.

"¡No te puedes ir! ¿Acaso no ves que sólo les traerías problemas si regresaras?" Le dijo Shaka, dándole una sacudida, Kai se liberó de su mano, girando para enfrentarle.

"¡No ves que no quiero quedarme aquí contigo! ¡Sería una tortura día a día verte la cara, el maestro nunca me obligaría a algo así! ¡Además tú eres incapaz de cuidarte a ti mismo, menos a alguien más!" Retrucó ella, dando un paso hacia atrás. A Shaka le molestó eso de veras, Kai siempre lograba destrozar su orgullo con pocas palabras frías e hirientes, así que Shaka planeaba devolverle la cortesía dándole en donde a ella más le dolía.

"Como si yo quisiera quedarme con una tonta consentida de cuerpo aniñado y demasiado altanera, no sé que demonios ven en ti el resto de los hombres que te pretenden..." Dijo Shaka a modo de respuesta. Los ojos de Kai quedaron cubiertos por su flequillo, en sus labios había una sonrisa crispada, Shaka debería haber prestado atención a estos síntomas, pero estaba tan enfadado que no pudo ver la mano de Kai que se levantó, dándole una fuerte cachetada. Shaka cerró los ojos al sentir el golpe, cuando los volvió a abrir, su mirada podría competir con la más fría ventisca de Camus, Kai no se inmutó, sabía que ambos tenían exactamente el mismo nivel de poder, ambos habían nacido el mismo día, a la misma hora y con los mismos dones. Cosa que contribuía a una feroz rivalidad entre ambos.

"Te quedas aunque tenga que atarte o combatir contigo, no permitiré que mi hogar sea destruido por tu culpa" Le dijo Shaka fríamente. Kai sabía que él no dudaría en hacer lo que había dicho ni por un segundo. Shaka tomó su silencio como una aceptación por ahora, le indicó con un gesto de cabeza que lo siguiera para mostrarle su habitación.

Kai se sentó pesadamente en su cama, no sabía que había querido decir ese idiota con 'destruir su hogar', el hogar de ambos desde que tenían memoria, pero sabía que preguntarle sería gastar saliva, y no planeaba hablarle en todo el tiempo en que tuviera la desgracia de quedarse. Al fin decidió dormir por un rato, estaba ya muy cansada del viaje y del encuentro con Shaka, apenas puso su cabeza en la almohada, se quedó dormida.

Shaka se paseaba de un lado al otro, parecía estar algo nervioso, no era para menos, ya que su apacible vida había dado un vuelco de ciento ochenta grados en unas pocas horas. ¿Qué les podría decir a sus amigos? Querrían saber que estaba pasando y quien era Kai, pero no sabía si contarles todo o la verdad a medias, no quería que Kai se enterase por algún error de sus compañeros de armas de la verdadera magnitud del problema. Shaka suspiró, mejor sería darse una ducha tibia y tratar de dormir un poco esa noche, ya vería mañana que hacer.

Templo de Aries

Lei Li estaba practicando con los cubos su habilidad de telequinesis, pero aún no mostraba resultados, bueno, más bien, no se estaba concentrando mucho que digamos ya que su atención estaba dirigida a observar a su maestro Mu, que estaba sentado en uno de los sillones, con una expresión pensativa en el rostro, parecía más bien preocupado por algo, esto era lo que inconscientemente Lei Li percibía en su aura, aunque ella misma no entendía como podía saber lo que le pasaba. Después de intentar un rato más con los cubos, decidió darse por vencida por ese día.

Mu la vio levantarse por el rabillo del ojo, pero no le dijo nada, ella se dirigió primero a su habitación y luego al baño para darse una ducha. Mu se levantó y puso a hervir un poco de agua, una taza de té le ayudaría a pensar un poco mejor.

Luego de que su té estuvo listo, Mu volvió a sentarse en su sillón favorito. Lei Li salía del baño también, y viéndole aún allí, decidió hacerle un poco de compañía. Así que se acercó a él y sentándose en el suelo a sus pies, se puso a cepillar su cabello, Mu la miró desde arriba de su taza y sonrió suavemente, imaginaba que ella debía percibir de alguna manera inconsciente su preocupación, era algo muy común entre los de su raza, claro que ella no sabía eso ni muchas otras cosas. Eso hizo que la mirada de Mu se ensombreciera visiblemente. Ante esto, Lei Li dejó de peinarse y apoyó su mejilla en la rodilla de Mu. Él dejó su taza a un costado y le acarició el cabello con una mano, Lei Li levantó su rostro, sonriéndole, Mu no pudo más que relajarse y sonreírle también, no podía permanecer preocupado cuando veía esos inocentes ojos violáceos mirándole con dulzura.

"Estoy bien, no te preocupes por mí. Será mejor que te vayas a dormir, debes de estar cansada del día" Le dijo Mu, palmeándole la espalda. Lei Li se levantó y tomando su peine, se dirigió a su habitación, pero a medio camino se volvió y se acercó a Mu de nuevo por la espalda, dándole un beso en la mejilla y un 'Buenas Noches'. Esto tomó a Mu por sorpresa, pero cuando se dio vuelta, ella ya estaba cerrando la puerta de su habitación. Sería mejor que él también se fuera a dormir, presentía que mañana tendría a Shaka en casa para hablarle de esa chica a la que él había llamado Kai.

Al día siguiente, Shaka se había levantado antes de que amaneciera por completo, quería evitar encontrarse con ya sabemos quien, y decidió dirigirse al templo de Mu para contarle a él todo con sumo detalle. Sabía que Mu no diría nada de nada si se lo pedía, y tampoco se lo diría a Kai por error, pero no planeaba decirles a todos lo mismo, pero al menos necesitaba que alguien lo supiera por las dudas pasara algo.

Mu lo estaba esperando, sabía que Shaka vendría primera cosa en la mañana.

"Buenos días, Mu" Saludó Shaka, entrando al templo de Aries.

"Como estás, Shaka. Supongo que vienes a explicarme en que te has metido ahora" Dijo Mu sonriendo, Shaka suspiró.

"Vengo porque sé que tú no dirás nada de lo que te voy a decir" Dijo Shaka, sentándose en el suelo.

"Van a preguntarme igual"

"Sí, pero yo les explicaré una versión reducida del problema, por eso me tienes que prometer que no dirás nada"

Mu asintió, Shaka le empezó a contar quien era Kai para empezar, luego él porque ella estaba aquí, y más importante, lo que ella no tenía que saber. Mu lo escuchó atentamente, era la primera vez que veía a Shaka francamente preocupado, más por una mujer.

"Planeo ir a ver a mi maestro en unos días, pero Kai no se tiene que enterar, es por eso que deseo que se ambiente aquí primero. Luego la dejaré a tu cuidado por un par de días... si es que logro sobrevivir hasta entonces" Dijo Shaka para terminar. Mu se rió del tono dramático de Shaka.

"Vamos, Shaka, no creo que Kai, con la cual creciste y entrenaste, sea tan mala. Mírame a mí, que también tengo bajo mi protección a una chica por primera vez, y créeme que no me he criado con mujeres, pero sabes, no está tan mal tener un poco de compañía femenina" Dijo Mu.

"¡Eso es porque tú tienes una chica dulce y agradable como discípula, no una altanera y malcriada como Kai!" Dijo Shaka, exasperado. Mu suspiró, parecía ser que Shaka estaba convencido de lo peor de Kai, pero hasta ahora, todas las mujeres que tenían estrecha relación con ellos, resultaban ser excelentes personas. ¿Podría ser que Shaka se estuviera equivocando con ella?

Más tarde esa misma mañana, los demás vinieron a ver quien era Kai, Shaka no tuvo más remedio que decirles, de forma reducida, quien era y porque estaba aquí. Evitó decirles que el pretendiente de Kai quería despedazar los templos donde él había entrenado, sabiendo que ellos estarían felices de comandar un ataque y patearle el trasero al sujeto. Las cosas debían hacerse de otra manera... aunque Shaka aún no encontraba como. Todos quedaron satisfechos con la explicación, y Saga, Aioria y Milo enfilaron hacia el recinto de las amazonas para decirles a sus chicas sobre esto.

Mu decidió llevarse a Lei Li afuera para practicar en un campo más abierto, sin peligro de romper nada ni a nadie. Así que se despidió de Shaka y se marchó con Lei Li a la saga.

"¿Tú que crees?" Preguntó Milo a Aioria, mientras él pasaba revisión a los guardias. Aioria lo miró y luego de terminar con la lista se dispuso a dar su opinión.

"Bueno, me parece que Shaka no nos dijo mucho que digamos... más bien parecería que nos ocultara algunas cosas. Además, jamás hubiera imaginado a alguien como él entrenando con una chica. Ninguno de nosotros tuvo una compañera exclusiva femenina" Dijo Aioria, Milo asintió, la opinión de Aioria era bastante lógica... pero el hecho de que no supieran mucho de Shaka era normal, no era la persona más sociable del mundo.

"Pero por qué será que no se lleva bien con ella, es muy bonita" Dijo Milo. Aioria suspiró, si Ling Shu lo escuchaba, iba a tener que juntar a su amigo con una cucharita de té.

"A mí me pareció bastante altanera, ni siquiera se dignó a decirnos 'hola'" Dijo Aioria, caminando hacia el siguiente puesto de guardias. Milo se levantó del sitio en donde se había sentado y le siguió.

"Quizás es tímida" Dijo Milo.

"Quizás podrías dejar de excusarla" Dijo Aioria, comenzando a exasperarse. Milo le sonrió radiante, le fascinaba molestar a Aioria con discusiones estúpidas, más porque le encantaba llevarle la contraria, si Aioria decía que el cielo era azul, Milo seguramente opinaría que era púrpura.

Así siguieron buena parte de la mañana, se nota que los santos de Atena estaban algo aburridos últimamente.

Templo de Virgo 10:12 a.m.

Kai se había levantado hacía ya un rato, pero no quería salir de su habitación por no encontrarse con Shaka, era preferible esperar que se fuera a arriesgarse a sentirse tentada a golpearlo otra vez, aunque eso era poco en comparación a lo que Kai tenía en mente para él... sólo para empezar, se había imaginado las mil y una formas de torturarlo hasta llegar a una muerte lenta y dolorosa, muy satisfactoria para ella... pero infierno asegurado para el destinatario. Decidió que, como no sentía su aura cerca, podía salir y desayunar algo ahora.

Luego de encontrar algunas galletas y mermelada, se sentó con su taza de té en la mesa.

Ella se preguntaba que era lo que su maestro le habría dicho en la carta, debía encontrar esa carta, ese estúpido jamás se la mostraría, pero era mejor que pensara que ella no se había dado cuenta de ese detalle aún. Kai sonrió maliciosamente, Shaka era demasiado confiado aún con ella, pero si la retenía en Grecia, Kai se ocuparía de hacer de su vida un infierno, esa había sido su especialidad y, como ella pensaba, su misión desde que había nacido y le habían llevado a un templo budista a entrenar sus poderes. Allí era en donde a la edad de seis años le habían presentado a Shaka como su 'compañero' de entrenamiento y 'hermano', no consanguíneo por supuesto, pero todos pensaban que sí eran hermanos en realidad por su color de cabello. Claro que había una sutil diferencia en el tono, el de Kai era más dorado y brillante, el de Shaka tendía a ser platinado, sus ojos eran de un color verde aguamarina, mientras los de él eran de un celeste cielo profundo. Según Kai, esas eran suficientes diferencias, pero el resto del mundo no parecía verlo así. Este era un tópico que la enfadaba mucho ¡no quería parecerse a él ni en el blanco del ojo!

Kai suspiró, terminó su galleta y se puso a buscar la maldita carta.

Shaka suspiró, no sabía por donde lograría sortear tan difícil tarea... Kai era un hueso duro de roer, le haría elegir entre los siete infiernos para luego reproducírselo en carne propia, o peor, le daría con los siete juntos. Shaka movió la cabeza de un lado al otro, tratando de sacar esa imagen de su cabeza, su maestro sí que lo estaba castigando por no ir a verle en todo este tiempo, pero lo haría pronto. Shaka estaba convencido que Kai era una rakshasa, una hija de Ravana mismo. Puesta sobre la Tierra para torturarlo.

Suponemos que con pensamientos tan positivos, Shaka no iba a llegar muy lejos.

NdA: Ravana era el dios de los demonios rakshasa en un cuento del folklore de la India, el Ramayana, Shaka está diciéndonos que la linda Kai es un demonio del infierno hija de Satanás para nosotros los cristianos.