La pequeña paseaba la mirada por la habitación. Sus ojos castaños no perdían detalle de la instancia. Oscura, con armas tan antiguas como el tiempo mismo, un fuerte y húmedo olor a sangre. Lanzas y espadas, escopetas, escudos, mazos, todo tipo de armamento conocido por el hombre, fabricado para matar, con las manchas de las muertes que produjeron aún  en sus filos, todas esas armas reunidas en aquella sala, a su disposición. Metal que gritaba agónico, eufórico, volver a ser empuñado. Mientras la chica andaba lentamente estudiando sus alrededores, Chloe observaba a su nueva compañera con interés y entusiasmo.

A pesar de los monólogos que Chloe dictaba, la recién llegada apenas había abierto la boca, tan solo alguna frase o monosílabos se habían escuchado con esa fría voz, menuda y sin emoción. Aún así, parecía que ambas se entendían bien. En algunos aspectos hasta parecían ser hermanas. Chloe llena de admiración seguía siempre a la otra niña y ésta por su parte le dejaba hacer, sin mostrar interés por ella, pero tampoco rehusando su compañía.

Noir agarró entonces una espada con ambas manos e intentó dar un mandoble, mas sus pequeños brazos no podían soportar el peso de la tizona que era dos veces la altura de la pequeña. Chloe distinguió como las inmovibles facciones de su amiga cambiaban levemente por unos instantes, eran señales que escapaban al ojo humano, pero siendo Chloe la gran observadora que era, no le pasaron desapercibidos. Así distinguió como su compañera fruncía levemente el ceño, sin saber si por frustración, concentración, ambas o ninguna de ellas. Chloe sonrió. Aquella niña era tan fascinante.

***

"Pero Altena, ¿qué pasará con la hija de Corsica? La hija de los Bouquet ya había sido elegida para tomar el puesto de la segunda mano de 'Noir'. Las doncellas de la muerte siempre han sido un par y ahora tenemos tres candidatas..." la monja fue silenciada por un gesto de Altena. La joven Altena cada vez tenía más poder, escalaba puestos dentro de los 'Soldats' y mucho eran ya sus seguidores y fieles. Algunos porque admiraban su dedicación y su ideal, otros porque la temían.

Altena le dedicó a su interlocutora una amable sonrisa antes de contestar. "La familia Bouquet ha rechazado el 'Grand Retour', pobres infelices..." susurró. Los ojos de la monja se abrieron como platos ante la implicación. " Entonces..."

Altena cerró los ojos inclinando suavemente la cabeza hacia atrás. Su melosa cabellera ondeó mansamente organizándose en su nueva posición. " Me encargaré de ello". Cuando dijo esto, se incorporó y miró por la ventana, más allá de los campos, donde se dibujaban dos minúsculas figuras de negra aura.

***

"Bang" el impacto del disparo empujó a Chloe hacia atrás. Definitivamente las pistolas no eran su arma favorita y aún le costaba trabajo dominarlas. Aún así la lata saltó por los aires. Al menos su puntería era buena. La pequeña sonrió orgullosa hacia Altena que le dio su aprobación y posteriormente a la pequeña japonesa que restaba a su lado impasible, desde luego si estaba impresionada lo escondía muy bien. Ésta levantó sus pequeñas y pueriles manos con las que aferraba su pistola y sin ninguna duda ni vacilación apretó el gatillo "Bang" con un fluido movimiento de brazos 'Noir' amortiguó el retroceso del arma. La lata voló, los oscuros ojos de la niña fijos  en la hilera 20 pasos frente a ella. "Bang" otra lata cruzó por el aire. "Bang" "Bang". Una a una fueron cayendo, sin excepción. Un trabajo limpio y sin error. A la sexta lata consecutiva la niña bajó el arma, sin munición. Altena le aplaudió, la niña tenía el don innato, su destino era convertirse en la mano negra. Chloe sintió celos y envidia. No sólo la superaba en destreza, la muchacha con la que se emparejaba estaba mejor dotada en todos los campos que habían entrenado hasta el día. Chloe se prometió entrenar más duro. Debía convertirse en una asesina mejor, o al menos al nivel como para poder hacer un digno dúo con ella.

Después de la sesión de tiro Altena llevó a las dos pequeñas a darse un baño.

"Ah" suspiró la joven 'soldat' mientras se dejaba caer sumergiéndose en las aguas, las dos niñas una a cada lado. Después de su sesión, el día tocaba a su fin. Las pequeñas, una agarrada de cada mano de Altena se dirigieron a sus habitaciones. Una vez en la cama y bien arropadas, Altena les leyó el libro, aquella historia antigua, aquel cuento, aquella fábula medieval, aquella utopía que ellas iban a convertid en realidad. La joven besó sus pequeñas frentes. " Descansad esta noche, mañana os espera un largo viaje".

"..." fue la muta respuesta de la japonesa.

"¿Viaje?" preguntó Chloe "A dónde vamos, Altena"

La aludida sonrió.

"Mañana viajaremos a Córcega (aka Corsica)"

Ahhh Ya está aquí el 3er capítulo. Nada interesante. Últimamente me falta inspiración... u__u uh!

Mish1 : Gracias TT__TT que haría yo sin tu apoyo.