Una suave melodía acallaba el silencio del salón. Roland Bouquet miraba abstraídamente el reloj de bolsillo. Ese precioso tictac con tan triste y bella sinfonía que les vinculaba a los Soldats. Odette lo observaba preocupada desde su asiento en la mesa. El día era soleado y brillantes rayos inundaban el lugar. Su hijo, apoyado en una de las patas de la silla leía silenciosamente alieno a la desazón de sus padres. "¿Habremos hecho bien?" preguntó la elegante mujer en un susurro. Los dos sabían que era cuestión de tiempo que uno de ellos les 'visitara', pero al menos Mirelle se salvaría de un destino sin amor, del sino de ser una marioneta sin alma cometiendo pecados en el nombre de una justicia incierta. "Mirelle" pronunció Roland el nombre de su hija con la duda en su voz.
En el jardín la pequeña Mirelle jugaba con su oso. Al poco la niña estaba aburrida. Se puso en pie y cogió al peluche en brazos. Entró en la casa y empezó a andar hacía el porche dónde seguro estaba su familia.
Chloe miró a un lado y a otro. Colarse en la casa había sido tan fácil. Las dos subieron las escaleras lentamente. Al principio Chloe no le había dado importancia, pero el silencio de la mansión era sobrecogedor. No se habían cruzado con ningún sirviente de los Bouquet, como si sabiendo que hoy era su último día hubieran despachado a todos. La jovencita miró al frente, a su compañera que andaba por los pasillos con una sombría expresión. La negra pistola en su pequeña mano, asiéndola apaciblemente como si el arma fuese una ramificación de sí misma. Sus fríos ojos con la mirada puesta en la puerta al final del corredor. Noir se detuvo un momento para mirar a Chloe, a escasos pasos de la puerta. La morena no dijo nada, pero Chloe la entendió, le tocaba esperar fuera. Noir se volvió de nuevo hacia la puerta y con su estoica expresión entró.
Odette Bouquet no perdía de vista a su marido, él continuaba embrujado por el reloj, meditando en su mente una y otra vez, preguntándose sobre su decisión. Súbitamente la puerta se abrió y el hombre apartó la vista para ver quién era. Sus ojos se abrieron sorprendidos. Odette no había escuchado la puerta, pero sí había visto la reacción de su marido. Giró su cabeza hacia el origen de tal expresión de terror, y aún no había posado los ojos en la visita cuando el sonido inconfundible de una pistola resonó por toda la estancia. "Bang, bang, bang" Las balas dieron en el blanco, Odette vio horrorizada como todas y cada una de ellas perforaban el pecho de su marido. Roland cayó al suelo con un agónico gruñido. "Bang" La mujer no tuvo tiempo de ver el último suspiro del hombre pues a sus espaldas oyó el mudo aullido del cuerpo inerte de su hijo desplomarse.
Aterrada ante los hechos, la mujer y madre no encontró tiempo para la aflicción y el dolor, cuando pronto, después de ver incrédula sus muertes, se encontró cara a cara con la causante. Primero fue una expresión de incredulidad y temor, y posteriormente una sonrisa de tristeza y compasión al ver a aquella pequeña niña frente a frente. Noir con el arma aún alzada frente a sí apuntó a la hermosa y serena mujer que se limitaba a mirarla. Chloe observaba asomada tras la puerta, su mente entendió de alguna manera que Odette no temía su muerte, aceptaba su destino, por el futuro de su hija. La niña vio como aquella bella mujer tenía la osadía de hablar a su verdugo, Chloe no oyó nada desde dónde estaba, pero por la expresión sus palabras eran tiernas y su tono maternal. Odette Bouquet formuló su último deseo. Fuera lo que fuese, las palabras calaron hondo en Noir. Teniéndola de espaldas, Chloe no podía saberlo, pero notó como la asesina bajaba levemente la pistola aflojando su presa y por un momento, Noir titubeó. Chloe aferró con fuerza el borde de la decorada puerta. "Bang" La muerte fue instantánea. El rostro de Chloe brilló, sus ojos se agrandaron emocionados y su sonrisa se ensanchó. Esa demostración fue la culminación del deseo de Chloe de convertirse en parte de Noir. Al momento Noir andaba de vuelta hacía dónde ella se encontraba, estando al nivel Chloe quedó muda de admiración. Noir la miró un instante a los ojos, su expresión más impasible que nunca. Sin más, pasó de largo de camino hacia Altena, Chloe la siguió y decidió que la seguiría para siempre.
Mirelle andaba por uno de esos largos y poco luminosos corredores cuando "Bang, bang, bang". Un extraño sonido que resonó por la casa y en sus oídos la sobresaltó. Con un respingo la pequeña detuvo su caminar. La sonrisa de su boca disminuyó confusa, pero no desapareció. Retomó su camino, la puerta al fondo del pasillo siendo el único obstáculo entre ella y su familia. Continuó avanzando cuando de nuevo ese ruido tan especial volvió a sonar. Mirelle apretó el peluche contra su pecho. Poco sabía la pequeña que aquel sonido la iba a acompañar el resto de su vida. Al alcanzar la puerta, alargó una de sus manitas y los portones se abrieron con un chirriante sonido al desplazarse, como intentando negar la entrada a la chica. Una inmensa luz la cegó por un instante y cuando sus azules ojos se acostumbraron a ella, Mirelle deseó que no lo hubieran hecho jamás. La escena frente a sí era algo que la joven Bouquet no entendía pero que la perseguiría eternamente; ahí en el suelo descansaban tres cadáveres. Sus padres y su hermano no se movieron cuando los zapatitos de Mirelle se acercaron a ellos. Mirelle parpadeó varias veces. Sus ojos quedaron fijos en los difuntos, pequeños lagos de rojo naciendo bajo los cuerpos, expandiéndose lentamente hacia ella. La pequeña intentó hablar, su boca se movió varias veces, pero ningún sonido se atrevió a salir. Abandonado y olvidado en el suelo, el reloj de su padre tocaba su melodía. El sol, iluminaba fervoroso la escena sin saber que su humor no entonaba con la tragedia de la que era presente. Las sombras de los altos pilares de la sala, largas y estáticas, acompañando fúnebres las siluetas de los muertos. Mirelle quedó inmóvil por la impresión, su mirada no se separó de ellos, el tiempo se estancó en ese momento. La suave melodía del reloj se repetía una y otra vez siendo el único objeto con vida en un paraninfo soleado.
Bueno, este capítulo no ha sido nada nuevo, pero bueno =_=
Espero que de todos modos os haya gustado. En próximos capis más Chloe ^__^. Gracias por leer. Please dejar review.
Mish1 : Tan trágico no ha sido ¿no? ·__·??? ^__^ Si era algo que todo el mundo ya sabía. No hay nada emocionante al respecto u_u Pero en los siguientes capítulos ya vuelvo a inventarme cosas ^o^ jo jo jo.
Kazy y Yuki : Hola Kazy. Encantada. Y muchas gracias por tu review ^__^ Me hace muy feliz. (En cuanto a Kirika y Mirelle como pareja amorosa, hay mucha gente que sólo las ve como con una fuerte e íntima amistad. Yo he leído tantos fics yuri sobre ellas que me he acostumbrado a verlas como pareja :P) Me halaga que te guste este fic ^///^ No es muy original, pero intento ponerle sentimiento. Te animo a que escribas un fic de Noir... ahora mismo estoy monopolizando la sección, será bueno tener compañía. Además me muero de ganas por leerlo. (No le hagas caso a Yuki y escribe y sube uno pronto ·__)
Nos leemos. Gracias de nuevo.
