Makoto Shishio: Mi vida.
El personaje de Makoto Shishio no me pertenece (que más quisiera), pertenece al Genio que creó Ruruoni Kenshin.; pero Mashairo, Nahomi, Hisaw, Takeji, sí.
Cualquier parecido a la vida real es mera coincidencia. Esta historia puede parecer un poco aburrida, pero es mi forma de imaginarme la infancia de este enigmático personaje.
"..." -Diálogos.
'...' -Diálogos internos o pensamientos.
_______________________________________________
Capítulo 3. Las palabras que marcan el inicio.
Un día en la vida de Makoto era diferente al día de cualquier otro niño. Su abuelo tenía una gran influencia sobre él, sobre todo psicológicamente. Por las mañanas ambos salían a caminar por los campos y el bosque cercanos; durante estos largos paseos, Mashairo le contaba sobre sus batallas y lo instruía con pequeñas historias.
Mashairo: -"Cuando planees atacar a cualquier enemigo, nunca lo hagas por la mañana, siempre espera la tarde o la noche. Ya que los encontraras cansados después de un día tal vez no tan agotador, o anhelando regresar a casa con sus seres queridos; todos los seres humanos débiles buscan la supuesta protección de su hogar. Es por eso que ningún tipo de sentimiento hacia los tuyos debe intervenir en tus objetivos. Nunca dejes que tu cuerpo se abandone para dormir, tu cuerpo nunca debe dominar tu mente. Tu voluntad y tu astucia deben predominar sobre la debilidad de tu cuerpo."-
Ese tipo de charlas con su abuelo se profundizaban y dejaban su huella en el alma del pequeño Makoto. Cuanto más habría de aprender de él, cosas que lo harían el más fuerte guerrero del Japón.
Mashairo, procuraba mostrarle el punto de vista de un general, enseñarle a ser el gran hijo que él siempre había deseado, por lo que nadie debía intervenir y fue por eso que tuvo la prudencia de alejarlo de los que más daño le podían hacer, sus propios padres.
Cuan equivocado y tal vez acertado pudiese estar al crear a un hombre sin dejarlo crecer; como el manipular los sentimientos y los conocimientos del mundo le podrían dañar o ayudar; eso no lo sabría hasta haberlo visto en la cima del mundo. Muchas veces al ver dormir al pequeño, este tipo de pensamientos plagaba su mente. Pero debía seguir, necesitaba hacer que su pequeño tuviese al mundo en sus manos. Posiblemente ese futuro no estaría lejos.
Día tras día, la férrea enseñanza de Mashairo era dirigida hacia Makoto. Mashairo había ido a Kyoto en compañía de Makoto, pero lo había dejado en una posada para poder ir a ordenar un par de espadas al mejor armero de la corte. Que mejor regalo para su nieto.
Algunas veces, Mashairo tenía conflictos en su mente y en sus sentimientos; ya que por un lado amaba al pequeño Makoto más que a su propia vida pero, su lado de guerrero le decía que ese pequeño ser era su peor castigo y sería su muerte, ya que él era su punto débil.
Ese viaje fue un punto clave para observar que pronto podrían estar nuevamente en guerra. Los rumores y revueltas que se presentaban le daban la impresión de que muy pronto podrían tener problemas, tenia que estar muy atento y hacer que su nieto se preparara correctamente, para poder sobrevivir.
Cuando las espadas fueron entregadas, Mashairo compró un cuerpo y le dijo a Makoto que en él podría probarlas. Uno de los guardias que habían entregado el cuerpo al general, estaba muy molesto y sumamente sorprendido por haber visto que el general había hecho que un pequeño niño destazara a un cadáver.
Pero el soldado quedo perplejo al ver que el primer corte a nivel de los tobillos, en ese momento Mashairo le ordenó al guardia que se retirara.
Makoto pago las consecuencias de su inexperiencia con los seres inferiores, tal como su abuelo les llamaba; pronto recibió una bofetada y un regaño de parte de su abuelo;
Mashairo: -"¡ERES UN IMBÉCIL! Acaso no te he enseñado que tus habilidades deben permanecer en más absoluto secreto. Cuando has visto una sola vez alguna técnica, serás capaz de inutilizarla y ver los errores en tus oponentes; pero, esos seres débiles y serviles, que solo sirven para que los fuertes no desgastemos nuestro verdadero poder, no tienen por que ver o aprender nada de nosotros."- Su actitud cambio completamente y sin inmutarse continuo: -"Ahora, no tienes más que matar a ese estúpido guardia. Creo que este cuerpo inerte nos servirá después."
Makoto lo miró sorprendido, tratando de ocultar sus emociones; pero, debía obedecer, nunca había matado a una persona, tal vez lo había pensado pero, ¿hacerlo?
Makoto: -'Creo que no tengo otra opción,'- "¿Qué tipo de técnica quiere que use señor?"- Hacia tiempo que Makoto había dejado de decirle abuelo y le llamaba con respeto, muchas veces le decía señor o bien general.
Mashairo: -"Solo una efectiva; no tienes que ser muy cuidadoso. Después veremos como mejorarla."-
Dicho esto, Makoto se escabulló y fue a cazar a su presa. Debía ser cuidadoso, a pesar de estar en las afueras de la ciudad, había mucha gente para su gusto; pero, que más. Pronto vio al guardia. Estaba sentado y apoyado en una roca. Su cabeza estaba descubierta, así que no tendría ningún problema. Sin hacer ruido, y habiendo desenfundado su nueva kodashi; la paso limpiamente de la parte posterior del cráneo hasta la frente del mismo.
Makoto se quedó sumamente sorprendido.
Makoto: -'Vaya, que cosa más sencilla. No es difícil matar a alguien. Además se interponía en mi objetivo; en verdad era un ser débil, no tenía caso que viviera. Con su patético estilo de vida y sus ideas tontas pudo haber interferido en mi aprendizaje, pero ahora servirá para mi enseñanza.'- Y una leve sonrisa se dibujo en su rostro, limpió su kodashi con las ropas del guardia y sin más que haberla enfundado, fue hacia donde estaba su abuelo; pero ahora con el pesado cuerpo arrastrándolo hacía donde lo pudiera utilizar mejor.
Después de haber dejado el cuerpo del guardia en donde se encontraba su abuelo se dirigió a borrar las huellas que podrían hacer que lo descubrieran. Su abuelo lo miro con satisfacción, Makoto había aprendido; sus sentimientos habían sido dejados de lado. Después de practicar con los cuerpos, y habiendo corregido algunas posiciones, fuerza en los golpes y practicado lo suficiente; dejaron los cuerpos destajados y a merced de las bestias.
Mashairo no era una persona religiosa; decía y pensaba que la religión era solo para someter el espíritu del hombre, que por esas tontas creencias y los sentimientos, los verdaderos guerreros perdían el camino y pasaban de ser unos hombres a ser solo animales. Aquellos que se sometían a eso, eran tal vez menos valiosos que algunos animales; por lo que muchas veces los perros o los caballos eran más valiosos que la vida de esos seres que se hacían llamar hombres.
El regreso a Ise fue tranquilo. La que realmente presentía algo era Nahomi, su corazón de madre le avisaba del peligro que el pequeño corría junto a su padre; pero, Hisaw estaba tan ocupado que ella no podía darle otro tipo de preocupaciones; además Hisaw confiaba en su padre.
Nahomi observaba a Makoto cada vez que tenía la oportunidad, su pequeña consumía mucho de su tiempo y que decir del propio Hisaw. Él era el más posesivo, la amaba, si; pero no deseaba que nadie más ocupara el lugar que él debía tener; su esposa era solo de él, solo de él.
Nahomi se daba cuenta de como Makoto los veía, se podía distinguir en la mirada del niño que ellos no eran más que unos desconocidos para él.
Para Makoto sus padres eran solo un estorbo y que decir del pequeño problema que tenía como hermana. Makoto entendía lo que su abuelo le decía sobre ellos. Eran solo peones, seres serviles que no tenían idea de lo podían llegar a ser o a tener. En realidad sus progenitores y hermana eran unos seres PATÉTICOS.
Makoto crecía corporalmente; su corazón se hacía cada vez más insensible, su alma casi no existía dentro de su cuerpo; pero su mente era excelente. Pronto aprendió de su abuelo a dar la impresión de ser todo un caballero, amable y educado. Esas eran las otras habilidades que debía practicar. Para llegar al poder tenía que aprender a ser hipócrita; a aparentar no saber nada, pero conocer todo acerca de sus enemigos; aprender a escuchar y registrar los hechos que podían acabar con sus propios enemigos y sin que él moviese un solo dedo para que ellos mismos se acabaran entre sí. Solo un verdadero guerrero espía sin aparentar hacerlo y se encuentra más cerca de sus enemigos de lo que se encuentra de sus amigos.
Paso el tiempo, los acontecimientos se desarrollaban más rápido de lo que Mashairo hubiese previsto, los mensajes que llegaban a su casa eran cada vez más frecuentes. Y para Mashairo, su nieto aun no estaba listo para enfrentar la guerra, le faltaba poco, pero la guerra no espera.
Mashairo había estado recibiendo reportes de bandas de rebeldes que habían atacado aldeas menores cerca de Ise; pero nunca espero que al regresar de un pequeño entrenamiento con su nieto, los mismos rebeldes atacaran su casa.
Mashairo y Makoto habían salido de madrugada ese día; al estar casi cerca de la casa escucharon a Nahomi y a las otras chicas que les servían gritar aterradas.
Mashairo corrió hacia la casa y le advirtió a Makoto que tendrían que luchar para seguir conservando lo que era suyo.
Su llegada no fue tomada en cuenta por los rebeldes, así que a Mashairo y a Makoto no les fue difícil matar a varios. Pero eran demasiados, Mashairo comprendió que su inferioridad numérica podría llegar a ser una desgracia; debían retirarse y conservar su vida.
Makoto al igual que su abuelo, mataban sin compasión alguna; Nahomi estaba aterrada al ver a su hijo, en verdad era un espadachín magnífico, pero, era desalmado al igual que su padre.
Mientras Nahomi abrazaba a su pequeña hija; Hisaw trataba de defenderlas. Makoto desvió su mirada hacia donde estaban sus padres y observo a dos jovenzuelos matar a su padre sin ninguna dificultad.
Makoto: -'Patético, un ser inútil muerto por dos mediocres soldados.'-
Makoto observo a su padre ser derrotado por seres que no sabían ni siquiera tomar un espada bien. Entonces comprendió por que su abuelo lo había alejado de ellos, no eran más que unos simples muñecos para la evolución de su vida.
Pero la acción que lo dejó perplejo fue el hecho de que su abuelo había ido a salvar a su madre, ¿en qué diablos estaba pensando para salvar a una mujer? Pero, como las acciones de un comandante no se discuten; él también decidió participar y sin pensarlo más fue y acabó con los dos jóvenes que ahora amenazaban a su abuelo. La o-kesa {(túnica del sacerdote) tajo con la espada que va desde la unión del cuello en el hombro, hasta la cadera; o bien a la inversa, ya sea de derecha a izquierda o viceversa} golpe preferido por Makoto fue el que acabó sin esos.
Su abuelo le ordenó tomar a su hermana y retirarse. Tal acción era incomprensible, pero era una orden, había que obedecer. Tal vez el ingenio de su abuelo posiblemente tomaba nota mental de cómo planear una contraofensiva. Makoto siguió a su abuelo con su hermana sobre su hombro, y tanto como su abuelo y él se alejaron de aquel lugar que él había conocido como hogar.
Pronto acontecerían más cosas en la vida de Makoto, tal vez demasiadas.
----------------------------------------------------------------
Fin del tercer capítulo. (Re-editado y revisado, el día 18 de febrero del 2004). Gracias por leer y revisarlo. Comentarios y críticas aceptados.
El personaje de Makoto Shishio no me pertenece (que más quisiera), pertenece al Genio que creó Ruruoni Kenshin.; pero Mashairo, Nahomi, Hisaw, Takeji, sí.
Cualquier parecido a la vida real es mera coincidencia. Esta historia puede parecer un poco aburrida, pero es mi forma de imaginarme la infancia de este enigmático personaje.
"..." -Diálogos.
'...' -Diálogos internos o pensamientos.
_______________________________________________
Capítulo 3. Las palabras que marcan el inicio.
Un día en la vida de Makoto era diferente al día de cualquier otro niño. Su abuelo tenía una gran influencia sobre él, sobre todo psicológicamente. Por las mañanas ambos salían a caminar por los campos y el bosque cercanos; durante estos largos paseos, Mashairo le contaba sobre sus batallas y lo instruía con pequeñas historias.
Mashairo: -"Cuando planees atacar a cualquier enemigo, nunca lo hagas por la mañana, siempre espera la tarde o la noche. Ya que los encontraras cansados después de un día tal vez no tan agotador, o anhelando regresar a casa con sus seres queridos; todos los seres humanos débiles buscan la supuesta protección de su hogar. Es por eso que ningún tipo de sentimiento hacia los tuyos debe intervenir en tus objetivos. Nunca dejes que tu cuerpo se abandone para dormir, tu cuerpo nunca debe dominar tu mente. Tu voluntad y tu astucia deben predominar sobre la debilidad de tu cuerpo."-
Ese tipo de charlas con su abuelo se profundizaban y dejaban su huella en el alma del pequeño Makoto. Cuanto más habría de aprender de él, cosas que lo harían el más fuerte guerrero del Japón.
Mashairo, procuraba mostrarle el punto de vista de un general, enseñarle a ser el gran hijo que él siempre había deseado, por lo que nadie debía intervenir y fue por eso que tuvo la prudencia de alejarlo de los que más daño le podían hacer, sus propios padres.
Cuan equivocado y tal vez acertado pudiese estar al crear a un hombre sin dejarlo crecer; como el manipular los sentimientos y los conocimientos del mundo le podrían dañar o ayudar; eso no lo sabría hasta haberlo visto en la cima del mundo. Muchas veces al ver dormir al pequeño, este tipo de pensamientos plagaba su mente. Pero debía seguir, necesitaba hacer que su pequeño tuviese al mundo en sus manos. Posiblemente ese futuro no estaría lejos.
Día tras día, la férrea enseñanza de Mashairo era dirigida hacia Makoto. Mashairo había ido a Kyoto en compañía de Makoto, pero lo había dejado en una posada para poder ir a ordenar un par de espadas al mejor armero de la corte. Que mejor regalo para su nieto.
Algunas veces, Mashairo tenía conflictos en su mente y en sus sentimientos; ya que por un lado amaba al pequeño Makoto más que a su propia vida pero, su lado de guerrero le decía que ese pequeño ser era su peor castigo y sería su muerte, ya que él era su punto débil.
Ese viaje fue un punto clave para observar que pronto podrían estar nuevamente en guerra. Los rumores y revueltas que se presentaban le daban la impresión de que muy pronto podrían tener problemas, tenia que estar muy atento y hacer que su nieto se preparara correctamente, para poder sobrevivir.
Cuando las espadas fueron entregadas, Mashairo compró un cuerpo y le dijo a Makoto que en él podría probarlas. Uno de los guardias que habían entregado el cuerpo al general, estaba muy molesto y sumamente sorprendido por haber visto que el general había hecho que un pequeño niño destazara a un cadáver.
Pero el soldado quedo perplejo al ver que el primer corte a nivel de los tobillos, en ese momento Mashairo le ordenó al guardia que se retirara.
Makoto pago las consecuencias de su inexperiencia con los seres inferiores, tal como su abuelo les llamaba; pronto recibió una bofetada y un regaño de parte de su abuelo;
Mashairo: -"¡ERES UN IMBÉCIL! Acaso no te he enseñado que tus habilidades deben permanecer en más absoluto secreto. Cuando has visto una sola vez alguna técnica, serás capaz de inutilizarla y ver los errores en tus oponentes; pero, esos seres débiles y serviles, que solo sirven para que los fuertes no desgastemos nuestro verdadero poder, no tienen por que ver o aprender nada de nosotros."- Su actitud cambio completamente y sin inmutarse continuo: -"Ahora, no tienes más que matar a ese estúpido guardia. Creo que este cuerpo inerte nos servirá después."
Makoto lo miró sorprendido, tratando de ocultar sus emociones; pero, debía obedecer, nunca había matado a una persona, tal vez lo había pensado pero, ¿hacerlo?
Makoto: -'Creo que no tengo otra opción,'- "¿Qué tipo de técnica quiere que use señor?"- Hacia tiempo que Makoto había dejado de decirle abuelo y le llamaba con respeto, muchas veces le decía señor o bien general.
Mashairo: -"Solo una efectiva; no tienes que ser muy cuidadoso. Después veremos como mejorarla."-
Dicho esto, Makoto se escabulló y fue a cazar a su presa. Debía ser cuidadoso, a pesar de estar en las afueras de la ciudad, había mucha gente para su gusto; pero, que más. Pronto vio al guardia. Estaba sentado y apoyado en una roca. Su cabeza estaba descubierta, así que no tendría ningún problema. Sin hacer ruido, y habiendo desenfundado su nueva kodashi; la paso limpiamente de la parte posterior del cráneo hasta la frente del mismo.
Makoto se quedó sumamente sorprendido.
Makoto: -'Vaya, que cosa más sencilla. No es difícil matar a alguien. Además se interponía en mi objetivo; en verdad era un ser débil, no tenía caso que viviera. Con su patético estilo de vida y sus ideas tontas pudo haber interferido en mi aprendizaje, pero ahora servirá para mi enseñanza.'- Y una leve sonrisa se dibujo en su rostro, limpió su kodashi con las ropas del guardia y sin más que haberla enfundado, fue hacia donde estaba su abuelo; pero ahora con el pesado cuerpo arrastrándolo hacía donde lo pudiera utilizar mejor.
Después de haber dejado el cuerpo del guardia en donde se encontraba su abuelo se dirigió a borrar las huellas que podrían hacer que lo descubrieran. Su abuelo lo miro con satisfacción, Makoto había aprendido; sus sentimientos habían sido dejados de lado. Después de practicar con los cuerpos, y habiendo corregido algunas posiciones, fuerza en los golpes y practicado lo suficiente; dejaron los cuerpos destajados y a merced de las bestias.
Mashairo no era una persona religiosa; decía y pensaba que la religión era solo para someter el espíritu del hombre, que por esas tontas creencias y los sentimientos, los verdaderos guerreros perdían el camino y pasaban de ser unos hombres a ser solo animales. Aquellos que se sometían a eso, eran tal vez menos valiosos que algunos animales; por lo que muchas veces los perros o los caballos eran más valiosos que la vida de esos seres que se hacían llamar hombres.
El regreso a Ise fue tranquilo. La que realmente presentía algo era Nahomi, su corazón de madre le avisaba del peligro que el pequeño corría junto a su padre; pero, Hisaw estaba tan ocupado que ella no podía darle otro tipo de preocupaciones; además Hisaw confiaba en su padre.
Nahomi observaba a Makoto cada vez que tenía la oportunidad, su pequeña consumía mucho de su tiempo y que decir del propio Hisaw. Él era el más posesivo, la amaba, si; pero no deseaba que nadie más ocupara el lugar que él debía tener; su esposa era solo de él, solo de él.
Nahomi se daba cuenta de como Makoto los veía, se podía distinguir en la mirada del niño que ellos no eran más que unos desconocidos para él.
Para Makoto sus padres eran solo un estorbo y que decir del pequeño problema que tenía como hermana. Makoto entendía lo que su abuelo le decía sobre ellos. Eran solo peones, seres serviles que no tenían idea de lo podían llegar a ser o a tener. En realidad sus progenitores y hermana eran unos seres PATÉTICOS.
Makoto crecía corporalmente; su corazón se hacía cada vez más insensible, su alma casi no existía dentro de su cuerpo; pero su mente era excelente. Pronto aprendió de su abuelo a dar la impresión de ser todo un caballero, amable y educado. Esas eran las otras habilidades que debía practicar. Para llegar al poder tenía que aprender a ser hipócrita; a aparentar no saber nada, pero conocer todo acerca de sus enemigos; aprender a escuchar y registrar los hechos que podían acabar con sus propios enemigos y sin que él moviese un solo dedo para que ellos mismos se acabaran entre sí. Solo un verdadero guerrero espía sin aparentar hacerlo y se encuentra más cerca de sus enemigos de lo que se encuentra de sus amigos.
Paso el tiempo, los acontecimientos se desarrollaban más rápido de lo que Mashairo hubiese previsto, los mensajes que llegaban a su casa eran cada vez más frecuentes. Y para Mashairo, su nieto aun no estaba listo para enfrentar la guerra, le faltaba poco, pero la guerra no espera.
Mashairo había estado recibiendo reportes de bandas de rebeldes que habían atacado aldeas menores cerca de Ise; pero nunca espero que al regresar de un pequeño entrenamiento con su nieto, los mismos rebeldes atacaran su casa.
Mashairo y Makoto habían salido de madrugada ese día; al estar casi cerca de la casa escucharon a Nahomi y a las otras chicas que les servían gritar aterradas.
Mashairo corrió hacia la casa y le advirtió a Makoto que tendrían que luchar para seguir conservando lo que era suyo.
Su llegada no fue tomada en cuenta por los rebeldes, así que a Mashairo y a Makoto no les fue difícil matar a varios. Pero eran demasiados, Mashairo comprendió que su inferioridad numérica podría llegar a ser una desgracia; debían retirarse y conservar su vida.
Makoto al igual que su abuelo, mataban sin compasión alguna; Nahomi estaba aterrada al ver a su hijo, en verdad era un espadachín magnífico, pero, era desalmado al igual que su padre.
Mientras Nahomi abrazaba a su pequeña hija; Hisaw trataba de defenderlas. Makoto desvió su mirada hacia donde estaban sus padres y observo a dos jovenzuelos matar a su padre sin ninguna dificultad.
Makoto: -'Patético, un ser inútil muerto por dos mediocres soldados.'-
Makoto observo a su padre ser derrotado por seres que no sabían ni siquiera tomar un espada bien. Entonces comprendió por que su abuelo lo había alejado de ellos, no eran más que unos simples muñecos para la evolución de su vida.
Pero la acción que lo dejó perplejo fue el hecho de que su abuelo había ido a salvar a su madre, ¿en qué diablos estaba pensando para salvar a una mujer? Pero, como las acciones de un comandante no se discuten; él también decidió participar y sin pensarlo más fue y acabó con los dos jóvenes que ahora amenazaban a su abuelo. La o-kesa {(túnica del sacerdote) tajo con la espada que va desde la unión del cuello en el hombro, hasta la cadera; o bien a la inversa, ya sea de derecha a izquierda o viceversa} golpe preferido por Makoto fue el que acabó sin esos.
Su abuelo le ordenó tomar a su hermana y retirarse. Tal acción era incomprensible, pero era una orden, había que obedecer. Tal vez el ingenio de su abuelo posiblemente tomaba nota mental de cómo planear una contraofensiva. Makoto siguió a su abuelo con su hermana sobre su hombro, y tanto como su abuelo y él se alejaron de aquel lugar que él había conocido como hogar.
Pronto acontecerían más cosas en la vida de Makoto, tal vez demasiadas.
----------------------------------------------------------------
Fin del tercer capítulo. (Re-editado y revisado, el día 18 de febrero del 2004). Gracias por leer y revisarlo. Comentarios y críticas aceptados.
