Mi historia.
El personaje de Makoto Shishio no me pertenece (que más quisiera), pertenece al Genio que creó Ruruoni Kenshin.; pero Mashairo, Nahomi, Hisaw, Takeji, sí.
Cualquier parecido a la vida real es mera coincidencia. Esta historia puede parecer un poco aburrida, pero es mi forma de imaginarme la infancia de este enigmático personaje.
"..." -Diálogos.
'...' -Diálogos internos o pensamientos.
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Capítulo 4. Pérdidas e Inteligencia.
Días después de haber huido hacia el bosque. Su abuelo encontró un lugar seguro para poder refugiarse; los acontecimientos pasados hacían que la mente de Makoto encontrara contradicciones sobre las palabras y los hechos.
Makoto: -'¿Cuál era la verdadera razón de mantener a su madre y a su hermana con ellos, por qué dejarlas vivir, acaso no eran solo unas piezas más del juego de la vida, qué necesidad tenían ahora de preocuparse por ellas?'-
Viajaban de noche, ya que su abuelo así lo había planeado, por el día se escondían en el bosque, o en algunas cuevas que encontraban; nunca viajaban por los caminos, ya que podrían ser detectados fácilmente. Procuraban no hablar entre sí, a menos que fuese estrictamente necesario. Iban
camino a Kyoto, por los lugares más inhóspitos que hubiesen imaginado.
Poco después de haber acampado dentro de una húmeda cueva, y quedando Makoto al cuidado de las mujeres; esperaba el regreso de su abuelo, pronto llegaría con alimento y agua para todos.
Pero ellas hacían su travesía más y más pesada; aunque su madre no se quejaba, caminaba despacio.
Parecía ausente llorando de vez en cuando por su esposo muerto, abrazando a su hermana como si fuera lo más valioso en ese momento. Una vez más todas esas preguntas que tenía dentro de su cabeza daban vueltas y vueltas, esperando ser respondidas.
Al estar sentados todos al rededor de un fuego que habían preparado dentro de la cueva y tomando un poco de té, Makoto no pudo contener su curiosidad y le dijo a su abuelo.
Makoto: -"Comandante, solicito permiso para dirijirle la palabra, señor"- dijo con voz queda, casi como un susurro.
Mashairo le observo y tranquilamente respondió, sin dejar de tomar su té.
Mashairo: -"Te concedo el permiso para dirigirme la palabra. ¿Qué deseas?"-
Makoto: -"Señor. Deseo saber, ¿por qué salvamos a mi madre y a mi hermana; por qué no dejarlas, solo son
un estorbo?; además debemos cuidarlas, alimentarlas y no son útiles."-
Mashairo: -"Error."-
Makoto: -"¿Qué?"- Preguntó el pequeño asombrado y levantando el rostro para ver a su abuelo.
Mashairo: -"Veo que aún te falta mucho para aprender. Necesitas pensar como un buen guerrero.
Se que ves a las mujeres que salvamos como un estorbo; pero, en realidad nos pueden ser de mucha utilidad. Tu madre estuvo mucho tiempo bajo la mano de un hombre débil y sin ambición, es por eso que ella es así. Pero ahora que vuelve a mí, tendrá que hacer honor a nuestros ancestros."-
Nahomi solo observaba y escuchaba incrédula la conversación.
Makoto: -"Perdón señor por preguntar nuevamente, ¿pero eso que tiene que ver? Son solo mujeres."-
Mashairo, le contestó con una mueca parecida a la sonrisa en su rostro: -"Muchas veces debes aparentar cosas que no eres para poder aprovechar las debilidades de tus verdaderos enemigos. La mayoría de los hombres que se sienten seguros confían en las mujeres, creyéndolos seres inofensivos; pero, solo cuando saben quien es realmente el que tiene el control lo son, mientras no tengas el verdadero control sobre una mujer, ya sea por lealtad, amor, miedo o
simplemente por que ella así lo desea, te podrá destruir. Es por esa razón que mantenemos a mi hija y a tu hermana con vida. Nos podrán ser de mucha utilidad."-
Nahomi, habló sumamente asustada y molesta, creía que a estas alturas, podría oponerse a su padre: -"Padre, ¿cómo puede decirle eso a mi hijo, acaso no ve que solo es un niño? No puedo creer que lo haga pensar como usted. Por favor, nosotros somos su familia..."-
Nahomi fue callada por una fuerte bofetada que su padre le propinó.
Mashairo: -"Cállate. Entiende solo eres una mujer y nos debes respeto. Tu hijo no es un niño, es uno de los mejores guerreros en el mundo. Crees que los sentimientos nos trajeron hasta aquí.
Nosotros pudimos haber acabado con esos tontos que los atacaron. Pero era mejor que los enemigos de nuestras familias nos creyesen muertos, así pronto podremos tomar la justicia en nuestras manos.
Sabes y conoces cual es tu lugar y el lugar de tu hija. No vuelvas a discutir ninguna de mis decisiones.
Te he mantenido viva desde el momento en que naciste, por lo tanto me debes lealtad y respeto; y nunca olvides que tu principal motivo es hacer que tu hijo sea el hombre más poderoso en este Japón."
Nahomi escuchaba asombrada, un poco lastimada en su orgullo de mujer, pero al fin y al cabo su padre tenía razón. Ella solo era una mujer; pero el que pronto comprendió muchas cosas fue Makoto. Las dudas que habían plagado su mente desaparecieron poco a poco.
Makoto: -'Cuanta razón tiene. Su madre fue la debilidad de su padre. Su padre se había entregado totalmente a ella; prefería complacerla a marcar el camino que ella debía caminar. Algo que yo nunca deberé de hacer.'-
Al llegar a Kyoto, y habiendo dejado a su madre y hermana en una posada en las afueras de la ciudad; se reunieron con un "'amigo"' de su abuelo, uno de tantos corruptos que necesitan protección ya que tienen muchas amenazas de muerte, según le había dicho su abuelo. Trabajar para proteger a un tonto el cual les serviría muy bien en el futuro.
Makoto siguió muy bien las órdenes de su abuelo, estar
en el lugar de la reunión, pasando desapercibido pero, escuchando y estudiando al que pronto sería su protegido, un hombre sin cerebro y ambicioso. Mala combinación. El hombre pensaba que Mashairo podría entrenar a alguien dentro de sus hombres y que el niño podría aprender algo. Lo que nunca esperaría era una traición de un hombre tan honorable como el gran comandante Mashairo.
Después de haber conseguido un lugar para trabajar; tomaron sus pertenencias, las cuales eran muy pocas
y fueron a vivir a una pequeña casa. Su madre y su hermana empezaron a arreglar y limpiar. En una
habitación apartada y le hablo seriamente a Makoto.
Mashairo: -"Makoto, toma tus espadas y átalas con este listón. Estas son espadas con honor, no deben ser ensuciadas con sangre tomada por dinero. Siempre respeta el espíritu de los ancestros que te dieron el honor de pelear por TI, por TU vida y por tus ideales. Nunca las uses en cosas que no valgan la pena, lo único importante es tu vida."-
Dicho esto y habiendo ambos atados las espadas, las guardaron envueltas en una tela de seda, de color
púrpura con blanco.
Antes de un año de haber llegado a proteger a ese hombre, Mashairo empezó a controlar todo; Makoto era uno de los mejores, siempre observando, aprendiendo, controlando su espíritu con inteligencia; tal como su abuelo le había enseñado. Muchas veces él y su abuelo salían de "'cacería"', eran trabajos sumamente fáciles; su madre se había mezclado con otras mujeres "'respetables"' y tal como su abuelo le había dicho, muchas de las debilidades de otros enemigos eran entregadas por boca de ellas. Su madre y su
hermana eran de utilidad, después de todo.
Los tiempos empezaban a cambiar y Makoto pronto cumpliría la mayoría de edad {15 años}; pero para su desgracia o fortuna, su abuelo enfermó. Nunca había pensado que su abuelo enfermara, mucho menos verlo en un estado crítico acostado en su lecho; las únicas veces que lo veía acostado dormía y tenía el sueño muy ligero, pero verlo así. Se sentía desconcertado, su abuelo era un hombre muy poderoso, pero ahora, solo dependía de él para muchas cosas.
Antes del cambio de estaciones su abuelo empeoró y Makoto fue llamado por él. Su abuelo, el gran comandante, el hombre que le había mostrado la realidad del mundo, entró y se encontró con su abuelo firmemente sentado, con sus espadas desenvueltas, colocadas frente a el y esperando que su amado nieto llegase.
Mashairo: -"Adelante hijo, es bueno saber que aún puedo tener un poco de autoridad sobre ti, aunque ya seas un adulto."-
Makoto: -"Aún no abuelo..., aún no."- Habían pasado años, desde que no lo llamaba con cariño, y Mashairo aceptó sus palabras sin objetar.
Mashairo continuó hablando pausadamente: -"Sabes que es tiempo de despedirnos, espero que Kamisama me permita ver tu grandeza desde el nirvana.
Recuerda todo lo que en este tiempo te enseñé. Conviértete en el hombre más poderoso del Japón... Yo me voy tranquilo ya que estoy sumamente orgulloso de ti... Ahora, debo pedirte que te quedes. Yo debo morir con honor, así que tomaré mi vida y no moriré como uno más. Acaba con mi vida después para que pueda llevarme todo mi honor y dejarte el espíritu de guerrero que siempre te acompañara..."
Su abuelo y él habían compartido la conversación más tierna entre ambos. Makoto vio como su abuelo tomaba su vida y él solo termino el trabajo cortando su yugular con la pequeña daga que se utilizaba en estos menesteres. Los funerales se llevaron a cabo con toda propiedad.
Al regresar a su casa, Makoto se dio cuenta de una realidad que lo confundía. Ahora estaba SOLO y no sabía realmente que hacer.
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Fin del capítulo 4.
(Re-editado y revisado, al 18 de febrero del 2004.)
El personaje de Makoto Shishio no me pertenece (que más quisiera), pertenece al Genio que creó Ruruoni Kenshin.; pero Mashairo, Nahomi, Hisaw, Takeji, sí.
Cualquier parecido a la vida real es mera coincidencia. Esta historia puede parecer un poco aburrida, pero es mi forma de imaginarme la infancia de este enigmático personaje.
"..." -Diálogos.
'...' -Diálogos internos o pensamientos.
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Capítulo 4. Pérdidas e Inteligencia.
Días después de haber huido hacia el bosque. Su abuelo encontró un lugar seguro para poder refugiarse; los acontecimientos pasados hacían que la mente de Makoto encontrara contradicciones sobre las palabras y los hechos.
Makoto: -'¿Cuál era la verdadera razón de mantener a su madre y a su hermana con ellos, por qué dejarlas vivir, acaso no eran solo unas piezas más del juego de la vida, qué necesidad tenían ahora de preocuparse por ellas?'-
Viajaban de noche, ya que su abuelo así lo había planeado, por el día se escondían en el bosque, o en algunas cuevas que encontraban; nunca viajaban por los caminos, ya que podrían ser detectados fácilmente. Procuraban no hablar entre sí, a menos que fuese estrictamente necesario. Iban
camino a Kyoto, por los lugares más inhóspitos que hubiesen imaginado.
Poco después de haber acampado dentro de una húmeda cueva, y quedando Makoto al cuidado de las mujeres; esperaba el regreso de su abuelo, pronto llegaría con alimento y agua para todos.
Pero ellas hacían su travesía más y más pesada; aunque su madre no se quejaba, caminaba despacio.
Parecía ausente llorando de vez en cuando por su esposo muerto, abrazando a su hermana como si fuera lo más valioso en ese momento. Una vez más todas esas preguntas que tenía dentro de su cabeza daban vueltas y vueltas, esperando ser respondidas.
Al estar sentados todos al rededor de un fuego que habían preparado dentro de la cueva y tomando un poco de té, Makoto no pudo contener su curiosidad y le dijo a su abuelo.
Makoto: -"Comandante, solicito permiso para dirijirle la palabra, señor"- dijo con voz queda, casi como un susurro.
Mashairo le observo y tranquilamente respondió, sin dejar de tomar su té.
Mashairo: -"Te concedo el permiso para dirigirme la palabra. ¿Qué deseas?"-
Makoto: -"Señor. Deseo saber, ¿por qué salvamos a mi madre y a mi hermana; por qué no dejarlas, solo son
un estorbo?; además debemos cuidarlas, alimentarlas y no son útiles."-
Mashairo: -"Error."-
Makoto: -"¿Qué?"- Preguntó el pequeño asombrado y levantando el rostro para ver a su abuelo.
Mashairo: -"Veo que aún te falta mucho para aprender. Necesitas pensar como un buen guerrero.
Se que ves a las mujeres que salvamos como un estorbo; pero, en realidad nos pueden ser de mucha utilidad. Tu madre estuvo mucho tiempo bajo la mano de un hombre débil y sin ambición, es por eso que ella es así. Pero ahora que vuelve a mí, tendrá que hacer honor a nuestros ancestros."-
Nahomi solo observaba y escuchaba incrédula la conversación.
Makoto: -"Perdón señor por preguntar nuevamente, ¿pero eso que tiene que ver? Son solo mujeres."-
Mashairo, le contestó con una mueca parecida a la sonrisa en su rostro: -"Muchas veces debes aparentar cosas que no eres para poder aprovechar las debilidades de tus verdaderos enemigos. La mayoría de los hombres que se sienten seguros confían en las mujeres, creyéndolos seres inofensivos; pero, solo cuando saben quien es realmente el que tiene el control lo son, mientras no tengas el verdadero control sobre una mujer, ya sea por lealtad, amor, miedo o
simplemente por que ella así lo desea, te podrá destruir. Es por esa razón que mantenemos a mi hija y a tu hermana con vida. Nos podrán ser de mucha utilidad."-
Nahomi, habló sumamente asustada y molesta, creía que a estas alturas, podría oponerse a su padre: -"Padre, ¿cómo puede decirle eso a mi hijo, acaso no ve que solo es un niño? No puedo creer que lo haga pensar como usted. Por favor, nosotros somos su familia..."-
Nahomi fue callada por una fuerte bofetada que su padre le propinó.
Mashairo: -"Cállate. Entiende solo eres una mujer y nos debes respeto. Tu hijo no es un niño, es uno de los mejores guerreros en el mundo. Crees que los sentimientos nos trajeron hasta aquí.
Nosotros pudimos haber acabado con esos tontos que los atacaron. Pero era mejor que los enemigos de nuestras familias nos creyesen muertos, así pronto podremos tomar la justicia en nuestras manos.
Sabes y conoces cual es tu lugar y el lugar de tu hija. No vuelvas a discutir ninguna de mis decisiones.
Te he mantenido viva desde el momento en que naciste, por lo tanto me debes lealtad y respeto; y nunca olvides que tu principal motivo es hacer que tu hijo sea el hombre más poderoso en este Japón."
Nahomi escuchaba asombrada, un poco lastimada en su orgullo de mujer, pero al fin y al cabo su padre tenía razón. Ella solo era una mujer; pero el que pronto comprendió muchas cosas fue Makoto. Las dudas que habían plagado su mente desaparecieron poco a poco.
Makoto: -'Cuanta razón tiene. Su madre fue la debilidad de su padre. Su padre se había entregado totalmente a ella; prefería complacerla a marcar el camino que ella debía caminar. Algo que yo nunca deberé de hacer.'-
Al llegar a Kyoto, y habiendo dejado a su madre y hermana en una posada en las afueras de la ciudad; se reunieron con un "'amigo"' de su abuelo, uno de tantos corruptos que necesitan protección ya que tienen muchas amenazas de muerte, según le había dicho su abuelo. Trabajar para proteger a un tonto el cual les serviría muy bien en el futuro.
Makoto siguió muy bien las órdenes de su abuelo, estar
en el lugar de la reunión, pasando desapercibido pero, escuchando y estudiando al que pronto sería su protegido, un hombre sin cerebro y ambicioso. Mala combinación. El hombre pensaba que Mashairo podría entrenar a alguien dentro de sus hombres y que el niño podría aprender algo. Lo que nunca esperaría era una traición de un hombre tan honorable como el gran comandante Mashairo.
Después de haber conseguido un lugar para trabajar; tomaron sus pertenencias, las cuales eran muy pocas
y fueron a vivir a una pequeña casa. Su madre y su hermana empezaron a arreglar y limpiar. En una
habitación apartada y le hablo seriamente a Makoto.
Mashairo: -"Makoto, toma tus espadas y átalas con este listón. Estas son espadas con honor, no deben ser ensuciadas con sangre tomada por dinero. Siempre respeta el espíritu de los ancestros que te dieron el honor de pelear por TI, por TU vida y por tus ideales. Nunca las uses en cosas que no valgan la pena, lo único importante es tu vida."-
Dicho esto y habiendo ambos atados las espadas, las guardaron envueltas en una tela de seda, de color
púrpura con blanco.
Antes de un año de haber llegado a proteger a ese hombre, Mashairo empezó a controlar todo; Makoto era uno de los mejores, siempre observando, aprendiendo, controlando su espíritu con inteligencia; tal como su abuelo le había enseñado. Muchas veces él y su abuelo salían de "'cacería"', eran trabajos sumamente fáciles; su madre se había mezclado con otras mujeres "'respetables"' y tal como su abuelo le había dicho, muchas de las debilidades de otros enemigos eran entregadas por boca de ellas. Su madre y su
hermana eran de utilidad, después de todo.
Los tiempos empezaban a cambiar y Makoto pronto cumpliría la mayoría de edad {15 años}; pero para su desgracia o fortuna, su abuelo enfermó. Nunca había pensado que su abuelo enfermara, mucho menos verlo en un estado crítico acostado en su lecho; las únicas veces que lo veía acostado dormía y tenía el sueño muy ligero, pero verlo así. Se sentía desconcertado, su abuelo era un hombre muy poderoso, pero ahora, solo dependía de él para muchas cosas.
Antes del cambio de estaciones su abuelo empeoró y Makoto fue llamado por él. Su abuelo, el gran comandante, el hombre que le había mostrado la realidad del mundo, entró y se encontró con su abuelo firmemente sentado, con sus espadas desenvueltas, colocadas frente a el y esperando que su amado nieto llegase.
Mashairo: -"Adelante hijo, es bueno saber que aún puedo tener un poco de autoridad sobre ti, aunque ya seas un adulto."-
Makoto: -"Aún no abuelo..., aún no."- Habían pasado años, desde que no lo llamaba con cariño, y Mashairo aceptó sus palabras sin objetar.
Mashairo continuó hablando pausadamente: -"Sabes que es tiempo de despedirnos, espero que Kamisama me permita ver tu grandeza desde el nirvana.
Recuerda todo lo que en este tiempo te enseñé. Conviértete en el hombre más poderoso del Japón... Yo me voy tranquilo ya que estoy sumamente orgulloso de ti... Ahora, debo pedirte que te quedes. Yo debo morir con honor, así que tomaré mi vida y no moriré como uno más. Acaba con mi vida después para que pueda llevarme todo mi honor y dejarte el espíritu de guerrero que siempre te acompañara..."
Su abuelo y él habían compartido la conversación más tierna entre ambos. Makoto vio como su abuelo tomaba su vida y él solo termino el trabajo cortando su yugular con la pequeña daga que se utilizaba en estos menesteres. Los funerales se llevaron a cabo con toda propiedad.
Al regresar a su casa, Makoto se dio cuenta de una realidad que lo confundía. Ahora estaba SOLO y no sabía realmente que hacer.
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Fin del capítulo 4.
(Re-editado y revisado, al 18 de febrero del 2004.)
