¿A quien ama Hermione?
Capitulo IV: Miradas que matan.
Después de aquel día, las cosas entre los tres amigos se habían vuelto bastantes tensas. Harry se sentía avergonzado, y Hermione no le dirigía la palabra. Ella solamente hablaba con Ron.
Ron... era un caso aparte. Estaba desesperado; nunca creyó ver al trío que antes era tan unido y fuerte, desarmándose lentamente entre peleas y rencor. Había intentado hablar con Hermione, pero ella le cambiaba inmediatamente de tema, y argumentando que no la hiciese hablar sobre aquello, porque se sentía mal. Ron, desde que Hermione y Harry habían terminado, había pasado mucho tiempo con ella. A pesar de que el noviazgo de Harry y Hermione había sido bastante duradero, Ron se había prometido a el mismo no volver a interesarse en Hermione. Pero era algo que no podía evitar, por más que lo quisiese. Estando más tiempo con ella, ese amor que primero había sido una hermosa amistad, estaba creciendo sin control dentro de su ser. Inclusive cuando se enteró de la ruptura de la pareja, se sintió algo esperanzado... ¡Pero no podía! Harry había estado enamorado de Hermione, y sabía que él se sentía confundido ... ¿y si entonces Harry se daba cuenta que en realidad a la única que amaba era a Hermione? Ron no podía hacerle eso a su amigo. Antes muerto... Pero sacando todos esos argumentos... Hermione no le amaba. Ella amaba a Harry, y eso torturaba cada vez más a Ron. Cuando Harry y Hermione se habían puesto de novios, Ron se prometió a el mismo tratar de olvidar a Hermione, por mas que le costase todo lo que el tenia... pero era algo que debía hacer. No podía estar así, sufriendo... Pero en vez de olvidarla cada día ella conquistaba más su corazón. Con cada palabra, cada gesto, cada riña, cada mirada... Esas cosas que para Hermione eran simples, para Ron eran toda su vida, todo su ser... Si alguna vez pudieran estar juntos... Aunque sea solo una vez... ¡Que no daría Ron por aquello! Pero no... Tenía que estar ahí, aguantándose las ganas de gritarle al mundo cuanto amaba a su amiga.
Esa mañana soleada del sábado, Harry y Ron desayunaban en el Gran Salón. En ese momento, Hermione llegó y se sentó al lado del colorado.
- Buenos días, Herm.- la saludó él.
- Buenos días, Ron.- dijo ella, dirigiéndole una sonrisa.
Sin dirigirle la palabra a Harry se sirvió un poco de leche.
- Disculpa, Ron... ¿podrías pedirle a tu amigo que me pase la mermelada?- dijo Hermione.
- No hace falta que molestes a Ron, te escuche, ¿sabes?- repuso Harry.
- No estoy hablando contigo.- dijo Hermione, con una mirada furiosa.
-¿¡Pueden parar ya?!- Ron golpeó la mesa con el puño, harto.- Oigan, ¿qué ocurre con ustedes? Somos amigos, ¿no se acuerdan? O por lo menos fuimos los mejores amigos. No podemos seguir así. No pueden seguir así... Son cosas que pasan, no deben tener rencor... ¿qué les sucede? ¿Saben algo? Extraño el trío, a ustedes los extraño... ¿Por qué no hablan de una vez y arreglan todo esto? Antes pudimos con cualquier cosa, estuvimos unidos para todo, ¿y ahora nos separamos por una estupidez que hizo Harry?
-¡No fue una estupidez, Ron!- bufó Hermione.
- Una estupidez fue para que estemos en este estado, Hermione. Si tienen sus problemas, hablen. ¿Para que callarlos? ¡Ya estoy cansado de esto!- sin decir nada más, Ron se alejó de allí, luego de descargar todo lo que sentía hace bastante tiempo.
- Creo que él tiene razón, Hermione...
- Lo sé... Solo que no puedo hablar contigo Harry. No puedo, es algo que me supera... Es solo que todo... todo lo nuestro ya no esta mas, y no puedo aceptarlo.
- Hermione, escúchame. Iremos a dar una vuelta como en los viejos tiempos, ¿si? –dijo Harry, sonriendo.
- De acuerdo, vamos.
Ambos chicos salieron del Gran Salón y se pusieron a caminar por los terrenos de Hogwarts, los dos con una pequeña pila de tostadas en las manos.
- Hermione, debemos hablar... supongo que tu sabes eso, ¿no?- dijo Harry, cuando empezaban a bordear el lago.
- Lo sé, Harry... Aunque no quiero hacerlo.
- Se que es difícil, Herm... Todo lo que vivimos estos últimos meses fue muy lindo, pero ya esta. Es algo que paso. Debes tomarlo como una experiencia buena, no como algo horrible, un recuerdo feo...
- No, claro que no, Harry. Es lo más hermoso que me pasó, te lo aseguro. Pero es que no puedo creer como pudo terminar... Nos amábamos, Harry.
- Tu lo dijiste, Herm. Nos amábamos. Te amaba. Ya no... Los sentimientos pueden cambiar. Pero eso no significa que ya no me importes, claro que no. Eres mi mejor amiga, Herm, y no sabes cuanto me duele verte sufrir. Yo quiero lo mejor para ti.
- Yo también para ti, Harry. ¿Pero era necesario que terminemos todo lo hermoso que nos estaba pasando?
- Si lo era, Hermione. ¿No te das cuenta? Si te hubiese mentido, era peor. Para ti, y para mi también, porque me estaría engañando a mi mismo, creyendo y asegurándome que siento cosas que en realidad no siento, no se si me entiendes... Hermione esto es así. Tienes que aceptarlo. Yo estoy dispuesto a ofrecerte de nuevo mi amistad. Me gustaría mucho que la tomases.
- Harry, por Dios... Yo te amo. ¿Crees que acaso podía aguantar ser tu amiga? Es algo que debo pensarlo mucho, yo quiero que seamos mas que amigos, pero ya se que tu no... Pero tampoco quiero perder tu amistad. Te he echado mucho de menos este tiempo, como novio y como amigo.
- Estoy dispuesto a que volvamos a ser los de antes. Se que será difícil, pero si te lo propones, lo lograrás.
- Harry, tu y Ron son mis mejores amigos, no podría dejarlos. No podría alejarme de ustedes.
-¿Eso quiere decir que aceptas volver a ser mi amiga? ¿A que volvamos ser el trío?
- Siempre lo fuimos. Y lo seremos siempre, Harry.
Ron estaba tumbado en su cama en las habitaciones de los chicos. Su mente estaba perdida, pensando el lo mismo, siempre, aunque tratara de impedirlo. Hermione, solo Hermione, dando vueltas en su cabeza, siempre. No podía alejarla de sus pensamientos ni siquiera un minuto. Seguramente ella y Harry se estarían peleando en algún lugar del colegio. No aguantaba ver a sus amigos así... A pesar que el y Hermione también discutían a diario, lo hacían por cosas insignificantes.
En ese momento, Harry entró a la habitación, con una extraña expresión de tranquilidad.
- Hola, Ron.- dijo él, sentándose en la cama.
- Hola, Harry. ¿qué paso?- preguntó Ron, incorporándose en la cama.
- Hemos tenido una charla muy buena con Hermione.- respondió Harry, hurgando en su baúl.
-¿Si? Que interesante...
- Lo es... Hemos arreglado todo. Volvimos a ser los amigos de siempre.- Harry sonrió.
-¿De verdad? ¡Cuánto me alegro!- Ron sonreía también.
- Oye, tomaré una ducha, nos vemos luego.- dijo Harry.
- De acuerdo, iré a dar una vuelta.- contestó Ron, poniéndose de pie y saliendo de la habitación.
El cielo iba tomando lentamente su color característico de la noche. Algunas estrellas se asomaban tímidas entre las nubes que se iban moviendo lentamente y el sol se ocultaba con pereza en el horizonte, provocando unos tonos de rosa en el cielo.
Ron caminaba sin rumbos, con su mente dispersa y la mirada perdida. Estaba contento; sus amigos se habían arreglado, algo que había deseado hace bastante. Pero... ¿por qué diablos no podía dejar de pensar en ella? Aunque sea por un momento... Solo por uno dejar de pensar en su hermosa sonrisa, su cabello brillando frente al sol, y su mirada castaña que podía explorar su alma entera. Nada, solo eso. No pedía nada más. ¿Acaso Ron era masoquista? Eso pensaba algunas veces...
-¡Ron!- esa voz... una melodía para sus oídos sordos de todo, salvo de aquella hermosa voz. Ron se volvió y vio a Hermione corriendo hacia él. Su pelo bailaba mientras ella trotaba, haciendo que se moviese con armoniosas ondas.
- Hola, Hermione.- dijo Ron cuando ella estuvo junto a él.
-¿Qué hacías?
- Daba un paseo.
-¿Puedo caminar contigo?
- Claro.
- Oye... con Harry nos hemos arreglado.- dijo Hermione, mirando a Ron.
- Lo sé, me lo ha dicho recién...
- Ah...
-¿Y tu como estas?-
- Supongo que bien... Diablos, estoy mal, Ron. O sea, estoy feliz de haber solucionado las cosas con Harry, pero lo mismo. Yo amo a Harry, Ron y no tenerlo junto a mi es algo que no puedo comprender.
Ron sintió como la tristeza lo invadía de nuevo, como cada vez que Hermione decía que amaba a Harry.
- Date tiempo, Herm. Lo olvidarás.
- No creo, Ron... No es tan fácil.
- No dije que fuera fácil. Pero ya sabes que estoy contigo, Herm, siempre...
Hermione no respondió, sino que se detuvo y miro a Ron.
-¿Qué sucede?- preguntó este.
- Por Dios, Ron. ¿Quién fue la idiota que te ha roto el corazón?
- Eso no importa ya.
- Como que no... Claro que importa. Ron, eres la persona más buena que he conocido. No debería haber echo eso. ¿Cómo pudo negarte?
- Nunca le he dicho lo que siento por ella.
-¿Por qué no?
- Soy un cobarde, supongo. No me animé. Además ella estaba tan feliz con su novio... Nunca podría haberle echo daño. Nunca me lo perdonaría.
-¿Hacer daño a alguien tu, Ron? que dices...
- Uno nunca sabe.
- Ron, te quiero mucho, ¿sabes?- Hermione se acercó a él y lo abrazó.
Ron sintió su cara enrojecer a sentir el aroma del cabello de Hermione, y un nudo se hizo en su estómago.
- Yo también te quiero, Herm.- respondió Ron.- Yo también...
Un mes. Un mes había pasado y todo había vuelto a la normalidad. Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger, seguían siendo los inseparables amigos. Harry y Hermione volvían a tratarse como siempre. Ron y Hermione volvían a tener sus acostumbradas peleas. A menudo ellos salían a caminar por los terrenos, hablando. Se habían echo mucho más unidos. Ron cada día se enamoraba más de Hermione. Cada día descubría algo nuevo de ella, aunque sea lo más insignificante, para él era algo importantísimo. Y vaya que estaba enamorado... Algunas veces hasta era obvio; su hermana Ginny se lo había dicho. Pero, ¿por qué diablos Hermione no se daba cuenta?
¿Por qué no se daba cuenta de que la amaba y admiraba en secreto? Si tuviera el valor de decírselo. Claro que ese secreto iría con el hasta su tumba, no podía dejarse oír.
Era una tarde fresca y Ron y Hermione daban su acostumbrado paseo. Una pequeña brisa les hacía poner los mofletes colorados, pero ambos usaban sus capas.
-¿Puedes creerlo, Ron? Parvati y Lavender no me dejaron leer nada anoche, parloteado como viejas chismosas de todo el mundo. ¡Y pensar que estaba por realizar el informe que nos pidieron en Encantamientos! Si no fueran por sus odiosos chismes, esta mañana ya lo iba a tener listo.- decía Hermione, mientras pateaba una piedrita que estaba en su camino.
- Hermione, el informe es para luego de las vacaciones de Navidad.- susurró Ron, mirándola.
- Me conoces, Ron. ¡No podría pasar mis vacaciones en paz pensando que tengo tarea! Además, tengo planeado irme a casa para Navidad, y no creo que sea conveniente hacer mis tareas ahí.
-¿Te irás para Navidad?
- Mis padres dicen que hace mucho que no paso unas Navidades con ellos, así que me pareció bien. Creo que les preguntaré si ustedes pueden ir.
-¿Nosotros?
-¡Claro, sería grandioso! ¿No crees?
- Estaría bien.
- Genial. Vaya que hace frío ¿no?- apenas Hermione terminó de decir eso, pequeños copos de nieve comenzaron a caer en un ritmo inesperado.
- Toma, te daré mi bufanda. – respondió Ron. Se sacó la bufanda y la colocó en el cuello de su amiga, levantando su cabello para acomodarla mejor.
- Gracias, Ron.
Continuaron caminando. Llegaron a la orilla del lago, mientras que la nieve empezaba a cubrir el verde esmeralda del césped.
- Creo que será mejor volver, Ron. Mira, tengo las manos heladas. – dijo Hermione con una risita, tomando las manos de Ron y entrelazando sus dedos con los suyos.
Ron sintió el contacto de su piel con la de Hermione, entonces otra vez sintió su cara enrojecer, y un escalofrío recorrió su cuerpo. Miró a Hermione a los ojos, pero ella no se percató de eso hasta que levantó la mirada.
Hermione se asombró de ver la expresión en el rostro de Ron, como embelesada, y miró los ojos azules de Ron, que brillaban intensamente. Hermione abrió aún mas sus ojos. Y algo incontrolable se apoderó de ella. Nunca en su vida había visto unos ojos más bonitos que los de Ron. Y lo más increíble era que nunca había notado lo hermosos que eran: expresivos, llenos de calidez y paz.
Un mechón de cabello cayó sobre la cara de Hermione, impidiendo que Ron viera sus almendrados ojos. Ron, como en un trance, se acercó a Hermione y tomó el mechón de cabello, poniéndolo detrás de su oreja. Ella estaba inmóvil, sin dejar de mirar los azules ojos de Ron. La mano del colorado se deslizó suavemente hacia el cachete de la chica que lo acarició con ternura, haciendo que el corazón de Hermione diera un vuelco inexplicable. La piel de Hermione era tan suave, como el terciopelo y algo sonrojada por el frío. Todo para Ron parecía un sueño. Hermione, solamente sonrió.
- Ron... ¿Sabes algo? Tienes los ojos... más bonitos que vi en mi vida.- susurró ella, con una sonrisa.
-¿Si?
- Ajá... son azules... como el mar y brillantes, muy brillantes y también... –Hermione hablaba en un tono de voz suave, como si estuviera delirando y hablando para ella misma. Ron había empezado a acariciar el cabello de la chica, que se movía por el viento.- Y también...
-¡Hola!- dijo una voz.
Inmediatamente Ron y Hermione se separaron como si un rayo los hubiera alejado.
-¡Ron, Hermione! ¿Cómo están?- Hagrid caminaba hacia ellos en grandes zancadas con una bondadosa sonrisa.
- Bien, ¿y tu, Hagrid?- respondió Ron.
- Yo bien... ¿Qué hacían ustedes dos? Hace frío para que anden aquí afuera...- Hagrid fruncía el entrecejo.
- Solo... caminábamos... –contestó Ron. Hermione seguía callada.
- De acuerdo, pero deberían volver al castillo.
- Eso haremos, adiós, Hagrid.- Ron y Hermione se encaminaron al castillo.
Ambos no dijeron nada al respecto. Había sido demasiado perfecto, en opinión de Ron. Nunca en su vida olvidaría ese momento. Y aunque Hermione no entendía aún que era lo que había sucedido en el lago, por una extraña razón sabía que tampoco nunca ese día se borraría de su mente.
******************
Hola, ¿cómo andan? Espero que bien.
Oiiiii, diossss, q tonta q soy, por dios, jajaja, me he demorado a miles.... PERDON... Tuve que comprarme una nueva computadora, la mía tenía un virus y todo mal, además que aún estaba bastante vieja. Gracias por su paciencia. Espero sus reviews, no sean malitos, dejen algunos si??? Me han gustado los "pocos" reviews q me mandaron jejeje, como sea, sigan leyendo!!!
Y La Orden del Fénix ya esta con nosotros!!!! =) eso es felicidad, ¿no? ^^
Gracias a todos, los espero en el próximo capítulo!!!
R&R!!!!!!!!!!!!
*Miss Granger*
