Antes de empezar:
Ninguno de los personajes de Shaman King me pertenece (aunque como quisiera que Hao-sama sí TT), son de Hiroyuki Takei y TV Tokyo.
"The time has stopped since that day. The day when I dreamed of the sky with you."
Tsubasa RESERVoir CHRoNiCLE
REMEMBRANZAS
Capítulo I
Primeras Impresiones
"¿De dónde es que vienes¿Acaso eso importa? No, no lo creo. ¿Quieres que me quede? Claro, pero ¿tú te quieres quedar? No lo sé, quizás con el tiempo... Espero que así sea... Yo también."
Llegué a casa de los Asakura cuando recién había cumplido seis años, recuerdo perfectamente aquel día. Mi madre me había vestido de amarillo y recogió mi cabello con un moño explicándome que la siguiente etapa del aprendizaje como itako me sería impartida en un lugar fuera de casa, con otra familia practicante del shamanismo. Mi nueva maestra, Kino. Su hija ya nos había visitado con anterioridad, ella y mis padres hablaban mucho tiempo, pero nunca supe de sus asuntos.
¿Qué si me preocupaba estar lejos de la familia o los amigos? No, en realidad no. Estaría fuera de casa, pero visitaría a mis padres con cierta frecuencia y la soledad de las prácticas en los templos no me había permitido hacer amigos. Más bien, no estaba acostumbrada a la compañía de otros niños. Quizás por eso tampoco socialicé con nadie en la escuela. En fin, si esto era importante para adquirir nuevas habilidades, lo haría sin pensarlo dos veces. Quería ser ya desde entonces una mujer fuerte, importante y a la cual todos respetaran.
Izumo era nuestro destino. A la entrada de una vereda, nos recibió la señora Asakura para conducirnos hasta la casa, papá me llevó en brazos. Una construcción inmensa, mucho más grande que nuestra casa, cual era ya para mi bastante amplia. Cuando estábamos a pocos pasos del salón donde nos recibirían, papá me bajó y ambas damas, mi madre y nuestra guía, se sonrieron mutuamente para luego dirigirme a mí la misma risita. Ni idea de lo que ocurría. Debía ser algo importante, algo más que mi enseñanza como para que mi padre también compartiera la satisfacción. Y al fin abrieron la puerta.
No entendía para qué me habían levantado temprano o vestido tan formal, ni siquiera me dejaron probar bocado del pequeño festín cual estaba en la cocina, excusando que vendrían invitados al desayuno. ¿Cuan especiales serían para dejarme medio muerto de hambre o cancelar la rutina del entrenamiento? Bueno, de esto último ni quejarse .
Aún más raro sentía el ambiente cada vez que mis abuelos, Youmei y Kino, pasaban junto a mí con una sonrisa de "nosotros sabemos algo y tú no". Tamao solo supo decirme: "Parece que su señora abuela recibirá una nueva alumna joven".
¡Vaya! Eso si era novedad. Desde que Tamao había llegado hace dos años, ninguna otra cosa pertinente ocurrió en casa. Meses antes mi madre salía de viaje a "visitar unos amigos" según sus propias palabras. Y cada vez que volvía de aquel lugar, tenía en su rostro la misma sonrisa cual ahora mis abuelos mostraban. Me preguntaba si, detrás de la máscara, papá hacía lo mismo .
Ahora que lo pensaba, debía ser aquella niña de quien mamá hablaba con tanto júbilo: "Posee realmente poderes extraordinarios, creo que si mi madre la tomara como pupilo, desarrollaría grandes habilidades, y bueno, creo que también podría..." Ya no pude terminar de escuchar porque detrás de mí estaba el abuelo listo para golpearme si no regresaba a la práctica.
Al menos tendría alguien más con quien jugar pues Tamao... Tamao lloraba mucho por no lograr las cosas, por ello se dedicaba más tiempo a su entrenamiento; y por alguna razón inexplicable, desde hace un tiempo, siempre salía corriendo muy nerviosa apenas me le acercaba. (Las niñas son muy raras) Y claro, ningún chico de la escuela quería mi compañía.
Una vez estuvo todo listo en el salón principal, tuve que esperar sentado a lado de mi padre, mis abuelos nos hacían guardia lateral dejando un espacio que suponía era para mi madre. Tamao quedó relegada al lado de mi abuela Kino. Se abrió la puerta.
La familia Kyouyama hizo un cordial saludo ante los Asakura y tomaron asiento frente a ellos, la señora de la casa se dispuso a lado de su esposo y le sonrió su hijo.
--En verdad es un placer tenerlos aquí, soy Youmei Asakura, padre de Keiko.— dijo haciendo una caravana.—Mi esposa e instructora de su hija, Kino; mi yerno Mikihiza; Tamao Tamamura, una aprendiz; y finalmente mi pequeño nieto, Yoh Asakura.—
--Mucho gusto y gracias por recibirnos en su hogar.—Dijo la visita—Mi nombre es Aoshi Kyouyama; mi querida esposa, Megumi y mi niña, Anna.—
--En verdad nos sentimos honrados de que haya aceptado a nuestra hija como su alumna, señora Kino— agradeció la señora Kyouyama.
--Bueno, somos pocos los que seguimos este arte y según palabras de Keiko, esta pequeña tiene grandes posibilidades, ahora que estás aquí presente, puedo sentirlo por mi misma.— dijo Kino ahora dirigiéndose a la pequeña rubia.
--Se lo agradezco señora, quiero aprender mucho de usted.—
--Vaya—habló el señor Mikihiza—tienes mucha disposición, quizás tu ejemplo le sirva a mi hijo, sabes, a veces puede ser algo perezoso.—
Y la pequeña cruzó miradas con el infante Asakura, muy seria, como analizándolo para ver si era verdad lo que le decían. Yoh se sintió ofendido, "eso no es verdad" pensó, y cuando notó que la chica lo miraba, le mostró una sonrisa muy pícara; "raro" se dijo a sí misma la niña sin darle cuidado al saludo.
La conversación entre los adultos siguió por largo rato, hasta que dio inicio el desayuno. Anna se sorprendió de la alegría de Yoh al comer, le llamaron la atención varias veces por "no comportarse adecuadamente en la mesa", sin embargo a él poco le importaba y disfrutaba cada bocado de arroz como si no hubiese comido en mucho tiempo, al final tenía toda la cara sucia y su madre tuvo que limpiarlo. Esto le causó gracia a la nueva aprendiz de Kino, pues sonrió ligeramente según pudo notar Yoh.
--Vaya, que chico tan curioso—replicó la itako en sus adentros, percibiendo algo de tranquilidad en su interior.
--Creí que no sonreía—pensó Yoh. Y le pareció muy bonita cuando lo hizo.
Kyouyama Anna, quedó llorando en los brazos de Yoh esa misma noche. Apenas habían pasado dos horas desde que sus padres se marcharon, cuando un espíritu llegó con Kino dándole la noticia de un incidente sobre el camino que lleva a la estación del tren. Las lluvias torrenciales de ese año habían hecho crecer el río más de lo esperado y la tormenta que se soltó aquella noche terminó por desbordarlo llevándose en sus aguas a los progenitores de la niña.
Keiko la tomó en su regazo. Yoh no sabía que decir, la niña estaba en una trance cuando la vio, simplemente se acercó a ella, tomó su pequeña mano y susurró lleno de pena "lo siento"; la chica volteó con él y al verlo sus ojos se llenaron de lágrimas, tomó con fuerza la mano del niño y de pronto saltó a su pecho con un llanto incesante. Y él la abrazó dulcemente, sintiéndose extraño, porque apenas la había conocido y no entendía como verla tan deprimida le había herido en lo más profundo de su ser.
Notas de la Autora:
Fin del capítulo uno. Esta historia tratará de explicar como esta linda pareja se enamoró, cómo hacía llorar Yoh a Anna, el carácter de Kioyama y por qué Asakura le tiene miedo al principio de la serie. Espero poder lograrlo. Ahora sí porfa reviews!!!!!!!!!
